COFO-2001/INF.5 |
COMITÉ DE MONTES |
Tema 8b) del Programa Provisional |
15º período de sesiones |
Roma, Italia, 12-16 de marzo de 2001 |
LA EVALUACIÓN DE LOS RECURSOS FORESTALES MUNDIALES 2000 RESUMEN DEL INFORME |
Nota Informativa |
SISTEMA DE INFORMACIÓN FORESTAL
La Evaluación de los Recursos Forestales, ERF 2000 constituye un esfuerzo considerable del Departamento de Bosques de la FAO, de los países miembros de la organización, sus donantes, socios y expertos. Los países proporcionaron los datos fundamentales para la evaluación a través de informes técnicos y análisis. Muchos contribuyeron prestando su personal para interpretar las imágenes de satélite, dirigir el trabajo técnico o para evaluar las condiciones forestales y ecológicas. Varios países contribuyeron con donaciones para realizar la evaluación, entre ellos Austria, Dinamarca, Finlandia, Francia, Italia, Japón, Suecia, Suiza y el Reino Unido. Valiosas contribuciones en especie fueron proporcionadas por India, Estados Unidos y Suecia. La Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas (ONU-CEPE) recopiló la información básica sobre los países industrializados.
Entre los socios importantes se contó con La Oficina de Australia para las Ciencias Rurales; La Universidad Nacional Autónoma de México; El Museo Bishop (EE.UU.); el Instituto Brasileño para el Medio Ambiente y los Recursos Naturales; el Servicio Forestal Canadiense; CIRAD-Bosques (Francia); el Departamento de Teledetección y Sistemas de Información del Paisaje de la Universidad de Friburgo (Alemania); el Centro de Datos EROS (EE.UU.); el Instituto Forestal Europeo (Finlandia); la Facultad de Ciencias Forestales y Agrícolas de Toscana (Italia); la Agencia Federal para la Conservación de la Naturaleza (Alemania); el Instituto Federal de Investigación de Productos Forestales y Madereros (Alemania); La Corporación Nacional Forestal de Sudán; la Encuesta Forestal de la India; la Fundación para la Amistad Americana (Argentina); el Instituto de Aplicaciones de Teledetección de China; el Instituto Internacional de Sistemas de Análisis Aplicados (Austria); el Instituto Italiano de Ultramar; la Administración Nacional para la Aeronáutica y el Espacio (EE.UU.); La Dirección Nacional Forestal (Suecia); el Centro de Capacitación Regional de Forestería Comunitaria (Tailandia); la Universidad Estatal de Nueva Jersey, Rutgers; la Universidad de Ciencias Agrícolas de Suecia; el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (Costa Rica); el Centro de Ciencia Tropical (Costa Rica); el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA); el Servicio Forestal del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos; la Universidad de Maryland (EE.UU.); la Universidad de Michigan (EE.UU.); y el Centro Mundial de Vigilancia de la Conservación-PNUMA.
La FAO agradece el apoyo de todos los países, organizaciones y expertos dentro y fuera de la Organización, que hicieron posible esta evaluación.
CATIE | Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza |
CEI | Comunidad de Estados Independientes |
COFO | Comité de Montes |
FAO | Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación |
ERF | 2000 Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales 2000 |
SIG | Sistema de Información Geográfica |
INBAR | Red Internacional de la Rota y el Bambú |
GIB | Grupo Intergubernamental sobre los Bosques |
UICN | Unión Mundial para la Naturaleza |
PFNM | Productos Forestales No Madereros |
SCEES | Servicio Central de Encuestas y Estudios Estadísticos |
OFS | Ordenamiento Forestal Sostenible |
ONU-CEPE | Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas |
CMVC | Centro Mundial de Vigilancia de la Conservación |
El documento presenta una visión general de los resultados de la Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales 2000 (ERF 2000). La ERF 2000 se basó en una encuesta exhaustiva de informes de inventario provenientes de todo el mundo, así como en el diálogo con los expertos forestales nacionales y en la aplicación de un grupo central de definiciones mundiales. La evaluación concluyó que la cubierta forestal mundial en el año 2000 era de 3.86 mil millones de hectáreas, respecto a la estimación anterior de la FAO, de 3.45 mil millones de hectáreas en 1995. Sin embargo, las dos estimaciones no pueden compararse de manera directa debido a los cambios que caracterizan a las definiciones y a la información de base.
La deforestación anual neta en el ámbito mundial, de 9 millones de hectáreas, sigue siendo alta, mientras que la deforestación bruta se estima en 13.5 millones de hectáreas por año. Esta es una tasa neta considerablemente más baja en comparación con la del informe anterior de la FAO para el período 1990-1995 (de 11.3 millones por año) debida en parte, a datos mejores. Los factores fundamentales que contribuyeron a una estimación más baja de la tasa de pérdida neta se atribuyen a la regeneración anual de los bosques en los países industrializados, así como a tasas de siembra de plantaciones más altas en Asia, sobre todo en China e India. Sin embargo, la conversión en gran escala de los bosques a otros usos no disminuyó significativamente en el trópico durante el período que va de 1980 a 1990.
La ERF 2000 mostró que el concepto de ordenamiento forestal sostenible (OFS) sigue cobrando ímpetu en todo el mundo. La mayoría de los países participan en iniciativas internacionales relacionadas con la OFS y la superficie sometida a planes de ordenamiento forestal sigue aumentando. Pero siguen faltando estadísticas sobre indicadores fundamentales de la OFS en buena parte de los países. La información forestal y sobre el bosque aumentó en términos cuantitativos durante el decenio pasado, pero los estudios realizados en el marco de la evaluación actual indican que la información primaria y el conocimiento de primera mano puede no haber mejorado de manera significativa en el ámbito mundial.
Los informes completos se encuentran disponibles en el sitio web de la FAO www.fao.org/forestry/fo/fra/index.jsp .
1. La Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales 2000 (ERF 2000) fue la más completa que se haya realizado en sus cincuenta años de historia, y por primera vez, en su contexto, se acordó una definición del bosque que fue utilizada en el ámbito mundial. La evaluación fue un esfuerzo conjunto llevado a cabo por la FAO en cooperación con sus países miembros y varios socios. El programa de la ERF 2000 fue desarrollado por algunos de los especialistas mundiales, líderes en inventarios forestales, durante una consulta de expertos realizada en Kotka, Finlandia, en 1996 (Nyyssönen y Ahti,1997). En 1997, el Comité de Montes de la FAO (COFO) y la Cuarta Sesión del Grupo Intergubernamental sobre los bosques (GIB-IV) aprobó los resultados de la consulta y recomendó que la FAO fuera la agencia líder para realizar la evaluación, y sugirió que trabajara en asociación con otras instituciones para su ejecución. Un socio importante fue la Comisión Económica para Europa, que sirvió de punto focal para la evaluación de los países industrializados templados y boreales. La síntesis de la información sobre los países industrializados y en desarrollo constituye la evaluación mundial.
2. La ERF 2000 recopiló y analizó toda la información disponible sobre la extensión, composición, protección y utilización de los bosques en cada país. Se puso especial atención en estimar la tasa de cambio de la cubierta forestal y en documentar los distintos factores en ello implicados. La evaluación fue dirigida de manera tal que fuese un proceso altamente participativo y transparente, que publicará todo el material y análisis de fondo. Se trata de la encuesta de base más completa, confiable y con mayor autoridad realizada hasta la fecha sobre los recursos forestales.
3. Además de la encuesta específica para cada país, la ERF 2000 incluyó una encuesta de teledetección sobre el cambio de la cubierta forestal, independiente y objetiva en todos los países tropicales, así como un conjunto de mapas mundiales de la cubierta forestal y de las zonas ecológicas, amén del desarrollo y establecimiento de un sistema de información forestal. Los resultados se encuentran detallados en los sitios (www.fao.org/forestry/fo/country/nav_world.jsp y www.fao.org/forestry/fo/fra/index.jsp). Las versiones en forma impresa estarán a disposición en breve.
4. La evaluación 2000 concluyó que la cubierta forestal mundial en el año 2000 era de aproximadamente 3.86 mil millones de hectáreas, o cerca de 0.6 ha per cápita. La deforestación neta en el ámbito mundial se estimó en aproximadamente 9 millones de hectáreas por año y la deforestación mundial bruta, en cerca de 13.5 millones de hectáreas anuales. Las tasas de deforestación netas fueron más altas en África y América Latina, mientras que la forestación a través de plantaciones forestales, compensó de manera significativa la pérdida de los bosques en Asia. Al contrario, la cubierta forestal en los países industrializados permaneció esencialmente estable (Tabla 1, Apéndice 2).
5. La ERF 2000 fue la primera evaluación mundial que utilizó eficazmente una definición común, tanto para los bosques en los países industrializados, como en los países en desarrollo (Apéndice 1). El resultado de esta aplicación homogénea de la definición de bosque tuvo un impacto significativo en los resultados mundiales para el año 2000, que en parte, resultaron en una superficie de bosque estimada de 400 millones de hectáreas más respecto a la cifra mundial presentada en 1995 (FAO, 1997). Esto fue evidente de manera particular en Australia y la Federación Rusa. Las estimaciones para los bosques de Australia de la FAO en 1995 eran de 41 millones de hectáreas, respecto a la estimación de 2000, de 158 millones de hectáreas. El aumento considerable de cerca de 115 millones de hectáreas de bosques es una consecuencia de la aplicación de un umbral del 10 por ciento de cubierta forestal en la definición de bosque, contrariamente al 20 por ciento utilizado para los países industrializados durante las evaluaciones anteriores. Consecuentemente, vastas extensiones de existencias dispersas de los bosques de Australia fueron incorporadas en la estimación del año 2000. En la Federación Rusa, la estimación de 1995 de la FAO era de 764 millones de hectáreas, respecto a la estimación para el año 2000 de 850 millones de hectáreas.
Tabla 1. Cubierta forestal regional y cambio en la cubierta forestal
Región | Superficie de la tierra | Total bosque en 2000 | Cambio 1990-2000 | Bosque 19952 | Cambio 1990-952 | |||
Millones de ha | Millones de ha | % | Millones de ha/año | %anual | Millones ha | Millones de ha/año | ||
África | 3 008 | 650 | 17 | -5.3 | -0.8 | 520 | -3.7 | |
Asia | 3 167 | 542 | 14 | -0.4 | -0.1 | 503 | -2.9 | |
Oceanía | 849 | 201 | 5 | -0.1 | n.s.1 | 91 | -0.1 | |
Europa | 2 276 | 1 040 | 27 | 0.9 | 0.1 | 933 | 0.5 | |
Norte y Centro América | 2 099 | 539 | 14 | -0.6 | -0.1 | 537 | -0.3 | |
Sur América | 1 784 | 874 | 23 | -3.6 | -0.4 | 871 | -4.8 | |
Total Mundial | 13 183 | 3 856 | 100 | -9.0 | -0.2 | 3 454 | -11.3 |
1) n.s. no significativo.. 2) según la FAO (1997), incluido para ser comparado con las estimaciones actuales
6. Otro factor que contribuyó a una estimación superior para el año 2000 fue la inclusión de los resultados de los inventarios posteriores a 1990, algunos de los cuales contenían cifras superiores a las proporcionadas anteriormente, por ejemplo en Mozambique1. En otros casos, tales como en Kenya, desgloses más detallados de las clases de bosque en los informes de inventario, facilitaron una mejor reclasificación de los resultados nacionales en el marco de los criterios mundiales de la ERF 2000, incluyendo algunas áreas de bosques anteriormente clasificados como otras tierras boscosas.
7. La vegetación de los bosques y la terminología utilizada para describirlos varía considerablemente entre los países, intensificando así el problema de agregar los datos nacionales dentro de una estimación mundial homogénea. Se recopilaron más de 650 definiciones de tipos de bosque, provenientes de 132 países en desarrollo, así como de 110 encuestas independientes. La reclasificación de esta información en un conjunto reducido de categorías mundiales constituyó un desafío importante. Los detalles de cómo las definiciones nacionales fueron convertidas en categorías globales se conservan en el Sistema de Información Forestal y figuran en el World Wide Web.
8. La deforestación se define como la eliminación del bosque y su remplazo por otra categoría de uso de la tierra, tal como la agricultura migratoria o permanente, el pastoreo extensivo, la minería o el agua (habitualmente embalses). Por definición, la explotación forestal no constituye por sí misma deforestación si se permite la regeneración del bosque. La reforestación se refiere a la resiembra de poblaciones forestales, después de una condición temporal, con una densidad de cobertura de copa inferior al 10 por ciento. Sin embargo, en muchos países tropicales, la apertura de carreteras para la explotación forestal abre nuevas brechas a los agricultores que aprovechan del desboscamiento y comienzan a sembrar cultivos. En consecuencia, la superficie se deforesta debido al cambio del uso de la tierra de forestal a agrícola. La deforestación neta es la suma de toda la deforestación menos el aumento debido a la forestación (plantaciones forestales y regeneración natural en áreas anteriormente deforestadas) (Apéndice 1).
9. Mientras que el concepto de deforestación siguió siendo esencialmente consecuente en el curso las evaluaciones realizadas por la FAO durante los últimos 20 años, su aplicación real en la encuesta mundial es difícil debido a que esta depende de la información de índole nacional que no ha sido elaborada para este propósito. Por ejemplo, una mayor dependencia de la teledetección en las encuestas nacionales, sin un muestreo de campo, o sin una verificación sobre el terreno de las fotos tomadas desde el aire hace que la detección de cambios reales en el uso de la tierra sea difícil. En cambio, las variaciones en la cubierta de la tierra se evalúan a través de imágenes de satélite, que no necesariamente coinciden con los cambios reales en el uso de la tierra.
10. Partiendo de la agregación de datos proporcionados por los países a la FAO, las tasas de deforestación anual neta para el período 1990 - 2000 se estimaron en 9.0 millones de hectáreas a nivel mundial, en comparación con las estimaciones previas de 11.3 millones de ha (1990 - 1995 (FAO, 1997)) y de 13.0 millones de ha (1980 - 1990 (FAO, 1995a)). Mientras que estas estimaciones no son del todo comparables entre sí debido a que los métodos utilizados en las distintas evaluaciones mundiales eran diferentes, y debido a cambios y actualizaciones realizados en la información de los países que dieron origen a las estimaciones, la deforestación neta en el ámbito mundial parece haber disminuido desde 1980.
11. La disminución de la deforestación neta (o el aumento de la superficie de bosques) tanto en los países en desarrollo, como industrializados se debió sobre todo al aumento significativo de las plantaciones forestales y al restablecimiento del bosque en tierras agrícolas abandonadas. La tasa anual de siembra de plantaciones actualmente es de 4.5 millones a nivel mundial. Sin embargo, se estimó que para todo 1990, se sembraron 30 millones de ha de plantaciones (es decir 3 millones de ha/año), mitad de las cuales obedecen a la reforestación de tierras anteriormente boscosas. No se verificaron transiciones significativas de plantaciones a bosques naturales, o conversiones a tierras agrícolas.
12. La regeneración de los bosques naturales está ocurriendo en muchos países industrializados en superficies en donde la agricultura ya no constituye una alternativa viable del uso de la tierra, desde el punto de vista económico. Este proceso se ha desarrollado por varios decenios y resulta particularmente evidente en algunos países de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), incluyendo la Federación Rusa. La encuesta de teledetección en todos los países tropicales ERF 2000 también mostró que cerca de un millón de hectáreas de otras tierras en el trópico se convierten en bosque cada año. Junto con la siembra de plantaciones en Asia, estos bosques nuevos, contribuyen de manera significativa a disminuir la deforestación neta.
13. Los resultados mencionados anteriormente se ilustran en la Tabla 2 que muestra a grandes rasgos las corrientes en el uso de la tierra por categoría principal, mientras que la Tabla 3 resume los cambios netos y brutos que se verificaron en la cubierta forestal.
Tabla 2. Transiciones anuales entre bosque natural, plantaciones y otras tierras para 1990-2000 en millones de hectáreas anuales [Mha/año], a nivel mundial y para los países tropicales y no tropicales.
Mundial | Para (2000) |
|||
Bosques naturales |
Plantaciones | Otras tierras |
||
de (1990) | Bosques natural | 1.5 | 13.5 | |
Plantaciones | n.s. | n.s. | ||
Otras tierras | 3 | 1.5 |
Países Tropicales |
Para (2000) |
|||
Bosques naturales |
Plantaciones | Otras tierras | ||
de (1990) | Bosques naturales | 1 | 13.5 | |
Plantaciones | n.s. | n.s. | ||
Otras tierras | 1 | 0.8 |
Países no tropicales | Para (2000) |
|||
Bosques natura les |
Plantaciones | Otras tierras | ||
desde (1990) | Bosques naturales | 0.5 | n.s. | |
Plantaciones | n.s | n.s. | ||
Otras tierras | 2 | 0.7 |
Notas: Los países tropicales incluyen a aquellos que forman parte de la evaluación de teledetección para todos los países tropicales ERF 2000. Se utilizó la tasa estimada de plantaciones exitosas en todo el decenio 1990 (de 3 millones ha/año).
Tabla 3. Cambio bruto y neto de la cubierta forestal total y respectivos cambios bruto y neto de la cubierta forestal por ramo principal. Millones de hectáreas anuales 1990-2000
Ramo | Cambio bruto | Cambio neto | Cambio bruto, del bosque natural | Cambio neto del bosque natural |
Mundial | - 13.5 | - 9.0 | - 15 | - 12 |
Países tropicales | - 13.5 | - 11.7 | - 14.5 | - 13.5 |
Países no tropicales | n.s. | + 2.7 | - 0.5 | + 1.5 |
Notas: Los países tropicales incluyen a aquellos que forman parte de la encuesta de teledetección para todos los países tropicales ERF 2000. Se utilizó la tasa estimada de plantaciones exitosas en todo el decenio 1990 (de 3 millones ha/año).
14. La ERF 2000 comprendía una encuesta de teledetección para los bosques tropicales a fin de evaluar el cambio forestal. La encuesta estaba basada en técnicas de muestreo y en el uso de imágenes de satélite y produjo información a nivel de todos los países tropicales y a nivel regional. Los resultados del estudio a nivel de todos los países tropicales indican que los bosques tropicales del mundo siguieron perdiendo cerca de 8.6 millones de hectáreas anualmente durante el decenio de 1990, respecto a la pérdida de 9.2 millones de hectáreas del decenio anterior. Durante el mismo período, la pérdida de los bosques cerrados bajó de 8.0 millones de hectáreas en el decenio de 1980 a 7.1 millones de hectáreas en el decenio de 1990. No obstante un margen de error del 15 por ciento en dichas estimaciones, la disminución en las tasas de deforestación entre los dos decenios no resulta significativa. El análisis de estos resultados y el de cada país específico sigue adelante, en particular modo a fin de comparar los resultados con los resultados por país.
15. Se utilizó el muestreo estratificado (10%) de los bosques tropicales del mundo a través de 117 unidades de muestra distribuidas en todo el trópico.2 3 Para cada una de las unidades de muestra, tres imágenes de satélite Landsat de distinta fecha proporcionaron la materia prima para producir estadísticas sobre los bosques y otros cambios en la cubierta de la tierra en los períodos comprendidos entre 1980 y 1990 y entre 1990 y 2000. La encuesta es una actualización del estudio realizado para la ERF 1990 (FAO, 1996), y utiliza la misma muestra, pero realiza la observación a partir de tres (en lugar de dos) puntos, en el curso del tiempo y por espacio de veinte años comprendidos entre 1980-2000.
16. Según la encuesta de teledetección, durante el decenio pasado, la mayor parte de la conversión del bosque fue hacia la agricultura, el pastoreo extensivo y la agricultura migratoria. Las tasas y causas de la deforestación son esencialmente consecuentes en lo que concierne a los bosques naturales durante los dos períodos de tiempo examinados (Figura 1). Las matrices de cambio en el trópico en general, y en cada región, constituyen productos importantes de dicha encuesta. Las matrices muestran las distintas clases de bosque y de cubierta forestal, así como su evolución en el curso de los últimos dos decenios. Este estudio es el primero en proporcionar una metodología consecuente para evaluar el cambio forestal entre dos períodos de evaluación.
Figura 1. Resumen de los resultados de la encuesta de teledetección. La figura muestra el cambio de la superficie total en cada categoría de clasificación, según la interpretación de la encuesta, para cada uno de los dos períodos de diez años comprendidos en el estudio. Favor de notar que no obstante se pueda detectar una disminución de la pérdida del bosque, ésta no tiene valencia estadística en el estudio.
17. En la mayoría de los países, incluyendo muchos países industrializados, faltaron períodos de tiempo comparables, lo cual impidió realizar estimaciones precisas del cambio forestal, tanto a nivel nacional, como mundial. La falta de información compatible, correspondiente a fechas distintas a nivel nacional en la mayoría de los países, sigue siendo una de las principales limitaciones para realizar evaluaciones mundiales. En realidad, la vasta mayoría de los inventarios nacionales actuales siguen siendo el resultado de ejercicios aislados y únicos.
18. Dado que los inventarios forestales nacionales son esfuerzos a largo plazo, mucha de la información nacional utilizada para las evaluaciones periódicas de la FAO databa de varios años cuando fue incorporada en la evaluación. El grueso de los inventarios nacionales utilizados para la ERF 2000 cubren un lapso de más de diez años; los años promedio de los inventarios realizados en los países en desarrollo y en los países industrializados fueron respectivamente 1994 y 1996. La encuesta más antigua utilizada data de 1981. La realización de proyecciones regresivas hacia 1990 y proyecciones futuras hacia 2000 a partir de 1994 y 1996 tuvo implicaciones importantes para la fiabilidad del cálculo del cambio forestal y de la deforestación.
19. Además de los informes de inventario provenientes de los países en desarrollo y de la encuesta de teledetección, se llevaron a cabo varias iniciativas a fin de revisar el cúmulo de conocimientos de vanguardia sobre la deforestación, entre ellos la Consulta de Expertos en Metodologías para las Estimaciones de Cambio Forestal (FAO, 2001), que consistió en una revisión completa de la literatura sobre la deforestación, así como estudios de profundización en 12 países.
20. La Consulta de Expertos concluyó que "...el proceso de deforestación es un proceso tan complejo, que incluye componentes físicos, climáticos, políticos y socioeconómicos que de por sí son complejos; que aún no se han desarrollado modelos simples y ampliamente difundidos sobre el cambio forestal. Los modelos actuales han sido simplificados sobremanera y arrojan predicciones similares de tasas de cambio de la cubierta forestal en países que se sabe son muy diferentes (Päivinen y Gillespie, 2000)". Basándose en estos resultados, la ERF 2000 dejó de utilizar el modelo ERF 1990 para predecir o extrapolar la pérdida del bosque según las dinámicas de población. La correlación entre algunos indicadores socioeconómicos nacionales y la tasa de cambio de la cubierta forestal figuran en la Tabla 4. La única variable que tiene cierta significación es la proporción de la población rural. No obstante, esta sólo da cuenta del 14% (r2) de la variación en el cambio de la cubierta forestal a nivel nacional.
21. La contradicción entre el énfasis dado a la deforestación en el ámbito de los programas mundiales sobre los bosques, y la falta de información confiable, llevó a la ERF 2000 a realizar un estudio separado sobre la disponibilidad de información sobre el cambio forestal en los países tropicales. Un estudio (Rudel et al. 2000) indicó que el número de publicaciones sobre la deforestación tropical ha crecido a un ritmo tan acelerado durante los últimos diez a años, que es difícil tenerle el paso. Sin embargo, la forma poco coordinada en que se realizan los estudios y las dispares fuentes de publicación, restringen el uso de esta información. Además, y a pesar de una mayor cantidad de publicaciones, el estudio indica que el conocimiento de campo sobre el cambio forestal pudo haber disminuido. Esto constituye un desafío para las organizaciones que desean utilizar tales datos para vigilar el cambio que se verifica en el bosque tropical o apoyar iniciativas de políticas al respecto.
Tabla 4. Coeficientes de correlación (r) entre el cambio de la cubierta forestal y variables seleccionadas (n=203, datos no sopesados). Todos los datos provienen de los países y de las tablas mundiales de la FRA 2000 que se encuentran disponibles en el sitio www.fao.org/forestry/fo/fra/index.jsp
Densidad de población | Tasa de cambio de la población | Población, proporción rural | PNB cápita | Tasa de cambio forestal | |
Densidad de la población | -0.09 | 0.00 | 0.12 | -0.04 | |
Tasa de cambio de la población | -0.09 | 0.31 | -0.36 | -0.26 | |
Población, proporción rural | 0.00 | 0.31 | -0.59 | -0.38 | |
PNB/cápita | 0.12 | -0.36 | -0.59 | 0.21 | |
Tasa de cambio forestal | -0.04 | -0.26 | -0.38 | 0.21 |
22. El volumen forestal total (con corteza) y de la biomasa leñosa sobre la tierra, fue estimado en 166 países, que representan el 99 por ciento de la superficie forestal del mundo. Los totales mundiales, sometidos a validación, en curso al momento de la publicación son 500 mil millones de m3 de madera, que equivalen a 350 mil millones de toneladas de biomasa leñosa. Cerca de un tercio se encuentra en América del Sur y el 18 por ciento sólo en Brasil. El promedio mundial de volumen en pie es de 126 m3/ha, que equivalen a 92 toneladas por ha. Sur América tenía el promedio de volumen en pie más alto, con 172 m3/ha; América del Norte y Centro América 129 m3/ha; África 124 m3/ha; Europa 112 m3/ha; Asia 99 m3/ha y Oceanía el promedio más bajo con 73 m3/ha. Sur América es también el promedio más alto en cuanto a promedio de biomasa por ha, con 128 t/ha.
23. Muchos países de Centro América y de Europa Central figuran entre los que cuentan con más volumen en pié por hectárea, siendo los primeros los que cuentan con un volumen alto de pluviselva tropical, mientras que los últimos cuentan con bosques templados sometidos a manejo intensivo.
24. Los resultados generales indicaron que los bosques naturales del mundo aún se encuentran sometidos a una disminución neta debida a la deforestación, mientras que se han sembrado superficies de plantaciones forestales al ritmo de 4.5 millones de hectáreas por año, siendo Asia y Sur América quienes cuentan con más plantaciones respecto a otras regiones. Para el decenio de 1990, se estimó que cerca de 3 millones de hectáreas anuales fueron sembradas con éxito (ver también las Tablas 2 y 3). De las 187 millones de hectáreas de plantaciones mundiales en el año 2000, Asia contaba con la superficie más vasta de plantaciones forestales. En lo que se refiere a la composición por género Pinus (20 por ciento) y el Eucalyptus (10 por ciento) siguen siendo los géneros dominantes a nivel mundial, aunque la diversidad, en general, de las especies sembradas ha aumentado. Las plantaciones industriales dan cuenta del 48 por ciento de las plantaciones forestales mundiales, mientras que las no industriales comprenden el 26 por ciento y las no especificadas el 26 por ciento.
25. Los resultados anteriores son las primeras estimaciones mundiales que cuentan con una definición homogénea de lo que es una plantación forestal y por lo tanto no pueden ser comparadas de manera directa con las estimaciones anteriores. Las estadísticas nacionales sobre plantaciones de la ERF 2000 también pueden diferir de las presentadas en publicaciones anteriores de la FAO (por ejemplo FAO,1995b), debido en parte a cambios en las definiciones. Por ejemplo, las plantaciones de caucho ahora se consideran como plantaciones forestales, mientras que en las evaluaciones anteriores no lo eran. Asimismo, las evaluaciones anteriores utilizaban factores de reducción para indicar una proporción de plantaciones sembradas con éxito. En realidad, la evaluación 2000 aplicó factores de reducción de acuerdo a los mejores datos disponibles para cada país. Otra razón de cambio en las estadísticas de la FAO es la diferencia que existe en la información de base a partir de la cual se produjeron las estimaciones. La ERF 2000 tiene la base de datos más vasta y actualizada recopilada hasta ahora sobre plantaciones. Con más de 802 anotaciones bibliográficas sobre plantaciones, la base de información actual sobre las plantaciones sobrepasa las de las demás evaluaciones. Estas incluyen datos provenientes de muchos países industrializados, ninguno de los cuales fueron incluidos en los informes de las evaluaciones mundiales anteriores.
26. Al mismo tiempo, la información sobre la extensión de las plantaciones en muchos países industrializados, particularmente en Europa, arrojaba datos menos claros respecto a los de los países en desarrollo. Muchos países europeos no hacían una distinción clara entre bosques sembrados y bosques naturales en sus inventarios. Además, debido a que los árboles fueron sembrados en el curso de largos períodos de tiempo en dichas zonas, estos contaban con largos períodos de rotación (hasta de 100 años) soliendo ser de especies que crecen de forma natural, razón por la cual la distinción entre rodales naturales y rodales sembrados no puede hacerse con facilidad. Sin embargo, la ERF 2000 identificó los diez países que cuentan con los programas de desarrollo de plantaciones (por superficie) más vastos, como China con el 24 por ciento de la superficie mundial; India con el 18 por ciento; la Federación Rusa y los Estados Unidos, cada uno con el 9 por ciento; Japón con el 6 por ciento; Indonesia con el 5 por ciento; Brasil y Tailandia, cada uno con el 3 por ciento; Ucrania con el 2 por ciento e la República Islámica del'Irán con el 1 por ciento. Juntos estos abarcan el 80 por ciento de la superficie mundial de plantaciones forestales.
27. Dentro de los mismos diez países, se estima que el 52 por ciento de las plantaciones forestales se cultivan para fines industriales a fin de suministrar materia prima para la industria; el 26 por ciento se siembra para fines no industriales; mientras que en el 22 por ciento de ellas no se especificó su utilización, en particular modo en la Federación Rusa, Japón y Ucrania. El patrimonio forestal industrial, cuando se encontraba especificado, en estos diez países era de propiedad pública en un 33 por ciento; de propiedad privada en un 26 por ciento; y no especificado, u otros en un 41 por ciento. En lo que se refiere al patrimonio forestal no industrial, las cifras eran en un 39 por ciento de propiedad pública; 39 por ciento de propiedad privada; y 22 por ciento no especificado, u otro. Los países con grandes superficies de plantaciones (expresadas como un porcentaje de la superficie de plantaciones forestales nacionales) incluían a Estados Unidos (100 por ciento); China (83 por ciento); e India (37 por ciento). Estos tres países abarcan el 73 por ciento de todas las plantaciones forestales industriales a nivel mundial. Los países con mayores proporciones de plantaciones no industriales incluían Tailandia, con el 76 por ciento; India, con el 63 por ciento; Indonesia, con el 42 por ciento; y China, con el 17 por ciento. Estos cuatro países abarcan el 75 por ciento de todas las plantaciones forestales no industriales a nivel mundial.
28. Las plantaciones industriales proporcionan materia prima para el procesamiento de la madera destinada a fines comerciales, incluyendo madera para la construcción, madera para tableros y muebles, así como madera para pasta. Al contrario, las plantaciones no industriales están destinadas por ejemplo, para proporcionar leña, para conservar los recursos del suelo y agua, para la protección contra el viento, para la conservación de la diversidad biológica y otros fines no comerciales. En muchos países, en particular modo en el mundo en desarrollo, el propósito final de las plantaciones no ha sido claramente definido desde el comienzo. En algunos de estos casos, los recursos forestales de valor se siembran en correspondencia con las necesidades futuras. Sin embargo, en otros casos, la falta de planificación puede resultar en plantaciones con escaso valor comercial y con escaso potencial para uso local.
29. Los árboles fuera del bosque son árboles y hábitats arbóreos en tierras no definidas como bosques u otras tierras boscosas (Apéndice 1). Los árboles fuera del bosque no han sido tomados en cuenta de manera sistemática en las evaluaciones de los recursos forestales y a menudo no se les concede importancia en los procesos de elaboración de políticas y de toma de decisiones relacionadas con el ordenamiento sostenible de los recursos naturales. Sin embargo, el papel que estos recursos tienen de proporcionar bienes y servicios en ambientes rurales y urbanos, reviste importancia.
30. En los países que cuentan con escasa cubierta forestal, los árboles fuera del bosque constituyen la principal fuente de productos madereros y no madereros. Por ejemplo, en Marruecos, en donde los bosques corresponden a menos del 5 por ciento de la superficie de la tierra y en donde las otras tierras boscosas son sólo el 7 por ciento, cerca del 20 por ciento de la tierra puede estar ocupada por árboles fuera del bosque, más precisamente en forma de pastos forestales (el 84 por ciento de la tierra está ocupada por árboles fuera del bosque) y plantaciones de árboles frutales (12 por ciento). Sin embargo, en muchas áreas el uso de los árboles junto con otras formas de uso de la tierra a menudo se encuentra restringido por la falta de acceso seguro a los árboles y a la tierra, por políticas poco favorables y contradictorias, por escasas ganancias económicas en productos poco competitivos y por una transferencia de tecnología poco adecuada
31. En tierras agrícolas de áreas densamente pobladas, las plantaciones de árboles frutales, los huertos caseros y los setos pueden cubrir a menudo una proporción alta de tierra. Las comunidades, los agricultores y los pastores que no tienen acceso a los bosques diversifican su producción y protegen su tierra a través de varios sistemas silvícolas en sus granjas. En Kerala, uno de los estados más densamente poblados de la India, un estudio de 1998 estimó que cerca del 83 por ciento de la madera provenía de las granjas, el 10 por ciento provenía de las plantaciones y sólo el 7 por ciento de las áreas forestales, al tiempo que el 26.6 por ciento de la superficie del estado cuenta con cubierta forestal. Los árboles fuera del bosque satisfacen cerca del 90 por ciento de las necesidades de leña por parte del estado.
32. Existe mucha información sobre los árboles fuera del bosque, pero ésta se concentra en ciertos lugares y se encuentra dispersa en distintas instituciones y sectores, además de haber sido recopilada a fin de satisfacer una vasta gama de propósitos. El método de recopilación de datos raramente figura, haciendo más complicada la interpretación de los resultados. Mucha de la información disponible no pone en relación los productos y los recursos. Dado que una parte importante de los árboles fuera del bosque pertenecen al sector informal, estos no se incluyen a menudo en las estadísticas de los recursos forestales. A menudo se subestima el valor económico de sus productos y los beneficios ambientales que estos aportan no son tomados en cuenta. La información relacionada con los árboles en los asentamientos y ciudades es casi inexistente.
33. Aunque no existen estadísticas sobre los árboles fuera del bosque en la mayoría de los países, algunos de ellos están tratando el tema en sus encuestas más recientes. Por ejemplo, en Francia, dos programas complementarios proporcionan información precisa sobre los árboles fuera del bosque. El Inventario Forestal Nacional de 1996 incluía inventarios especiales para los setos, las plantaciones en línea y para los árboles aislados. En el curso de los últimos treinta años, las metodologías y el alcance de los inventarios destinados a evaluar los árboles fuera del bosque han sido objeto de perfeccionamiento y actualmente forman parte del mandato de los inventarios forestales nacionales. Desde 1981, la encuesta Teruti realizada por el "Servicio central de encuestas y estudios estadísticos" (SCEES) del Ministerio de Agricultura vigila los cambios que se verifican en el uso de la tierra e incluye los árboles fuera del bosque. Los resultados de estos estudios contribuyeron al reconocimiento del papel importante que cumplen los setos en la regulación anual de la escorrentía y en la disminución de la velocidad pico del flujo. Actualmente varias políticas y programas nacionales y de la Comunidad Europea apoyan la rehabilitación del paisaje a través de árboles fuera del bosque.
34. Existen muchos ejemplos en los cuales se están desarrollando medios para tratar la evaluación de los árboles fuera del bosque. Por ejemplo el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE) en Costa Rica, está desarrollando una metodología regional para América Central a fin de evaluar los recursos forestales fuera del bosque, en colaboración con la Universidad de Friburgo, Alemania. Una mezcla de teledetección vía satélite, de fotografías aéreas y de muestras en el terreno son utilizadas para evaluar y vigilar este recurso complejo, tanto a nivel nacional, como regional. Los parámetros supervisados incluyen la cantidad de especies, su distribución y estructura. Un conocimiento mayor y el mejoramiento de los instrumentos necesarios para la evaluación de este importante tema emergente permitirán un uso sostenible del recurso.
35. En el curso del decenio pasado, varios procesos se han encaminado en distintas partes del mundo hacia el ordenamiento forestal sostenible (OFS). El OFS equilibra los objetivos ambientales, socioculturales y económicos del ordenamiento, según los principios forestales concordados en la Conferencia de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y Desarrollo (CNUMAD) de 1992. El concepto de OFS ha estimulado cambios en las políticas forestales y en la legislación en muchos países. Un indicador del compromiso político con el concepto de ordenamiento forestal sostenible lo constituye la cantidad de países (149) que actualmente participan en iniciativas internacionales destinadas a desarrollar y ejecutar los criterios e indicadores para el ordenamiento forestal sostenible. En el terreno se están verificando cambios en los objetivos y prácticas del ordenamiento, así como en la participación de socios en la planificación y manejo de los bosques. Los resultados de la ERF2000 en los países industrializados (que abarcan el 45 por ciento de la superficie total de los bosques del mundo, la mayoría de los cuales se encuentran en la zona templada y boreal), indicaron que el 88.7 por ciento de ellos están manejados según un plan de manejo formal o informal.
36. Las estadísticas nacionales sobre el ordenamiento de los bosques en buena parte de los países no se encontraban disponibles, entre ellos, muchos países grandes de África y algunos países importantes de Asia. Sin embargo los resultados preliminares relativos a los países en desarrollo, muestran que de una superficie de bosques de 2, 128 millones de hectáreas, cerca del 6 por ciento (al menos 123 millones de ha) se encontraba sometido a un plan de ordenamiento o manejo forestal formal, aprobado a nivel nacional y por espacio de al menos 5 años. Es necesario hacer hincapié en que la superficie total indicada como objeto de un plan formal o informal de ordenamiento forestal no equivale necesariamente a toda la superficie del bosque. Algunas áreas sometidas al plan pueden no estar sometidas al manejo forestal sostenible. Y viceversa, muchas áreas pueden estar sometidas a un plan de manejo forestal sostenible sin que exista un plan formal.
37. Una forma de demostrar que un bosque en particular, está siendo manejado de manera sostenible con el fin de producir madera, es a través del acto de certificación mediante terceros. Actualmente existe una serie de programas de certificación de bosques de índole nacional, regional e internacional. Según la forma en que se define el término "Superficie certificada" la superficie total mundial de bosques certificados puede estimarse entre 80 y 110 millones de hectáreas. Es de notar que la mayoría de los bosques certificados se encuentran situados en una cantidad limitada de países templados.
38. No es posible hacer una comparación directa con estimaciones anteriores de la situación del ordenamiento forestal en las regiones tropical, templada/boreal debido a las diferencias que existen entre las definiciones utilizadas. Sin embargo, en 1980, se estimó que 42 millones de ha de bosque en 76 países tropicales se encontraban bajo manejo intensivo para la producción de madera. Al observar la situación en los mismos 76 países en 2000, 117 millones de hectáreas 4 de los bosques en estos países figuran como objeto de planes formales de manejo forestal por espacio de al menos 5 años, aprobados a nivel nacional, la mayoría de los cuales están destinados a la producción de madera. Cerca de 2.2 millones de hectáreas de bosques fueron certificados por terceras partes en estos países, según criterios fijados por el Consejo de Manejo Forestal (Forest Stewardship Council).
39. En lo que se refiere a los bosques templados y boreales, la situación permaneció aparentemente estable o ha mejorado en el curso de los últimos 20 años. Todas las superficies clasificadas como bosques cerrados en la ex-Unión Soviética figuran como objeto de planes de manejo a principio de 1980, y en 2000 la Federación Rusa y la mayoría de la Comunidad de Estados Independientes informaron que todos los bosques estaban siendo manejados según un plan formal o informal. En Europa, 19 países proporcionaron información para evaluaciones del manejo forestal a principios del decenio 1980, 1990 y 2000. Para estos países el porcentaje de bosques cerrados "manejados según un plan de manejo forestal" en 1980 era del 62.5 por ciento; en 1990, el porcentaje de los bosques "bajo manejo activo" era de 72.7 por ciento; y en 2000, el área indicada como objeto de "manejo según un plan formal o informal" equivalía al 94.4 por ciento de la superficie forestal. El porcentaje de la superficie forestal sometida a manejo forestal en Canadá y Estados Unidos, en 1990 pasó de 60.0 y 41.4 por ciento, respectivamente, a 70.9 y 55.6 por ciento en el año 2000, respectivamente.
40. Severos incendios forestales en todo el mundo captaron la atención a nivel mundial en el decenio de 1990. Millones de hectáreas ardieron en 1997 y 1998 y el humo cubrió vastas regiones de la cuenca del Amazonas, Centro América, México y Asia del Sudeste, interrumpiendo la navegación aérea y marítima y provocando graves problemas a la salud pública. Se sostuvieron pérdidas considerables en la vegetación forestal y en la biomasa. Los ecosistemas que por lo general no son objeto de incendios, tales como la pluviselva tropical de Amazonas en Brasil y el bosque nublado en Chiapas, México, sufrieron daños considerables. Aunque en pequeña escala, la situación de los incendios silvestres en 1999-2000 fue nuevamente seria. Los incendios se extendieron en Indonesia en 1999 y 2000, pero no en una escala comparable a la de 1997-1998. Los principales incendios en 2000 ocurrieron en Etiopía, en la región oriental del Mediterráneo y en el oeste de los Estados Unidos.
41. En algunos países, el fuego fue utilizado generalmente para desboscar áreas forestales para fines agrícolas, lo que en algunos casos produjo incendios que escaparon al control de los agricultores. Otros países y regiones se han vuelto más susceptibles a incendios más ingentes y dañinos debido a la ausencia de incendios forestales. En los bosques nacionales de los Estados Unidos se produjo una acumulación de material combustible, produciendo por lo tanto un aumento de incendios forestales a partir de 1980. Otra consideración importante es que vastas superficies de bosques y otras tierras boscosas degradados fueron convertidos en pastizales y matorrales debido a incendios sucesivos, dado que eran más propensos a arder con frecuencia, impidiendo así la recuperación de la cubierta de árboles.
42. Todas las estadísticas mundiales sobre incendios en tierras silvestres necesitan un estudio comparativo confiable sobre el surgimiento de incendios en los decenios de 1980 y 1990, puesto que se carece de él5. Sin embargo, es posible hacer algunas observaciones generales. Ambas décadas experimentaron una variación anual ingente en el surgimiento e impacto de los incendios regionales y nacionales. Factores climáticos como El Niño, en episodios ocurridos en 1982-1983 y 1997-1998, abarcaron una superficie quemada más vasta, y tuvieron mayor impacto en ambos decenios. En estos años fueron sobre todo Asia tropical, África, América del Norte, Centro y Sur, y Oceanía quienes experimentaron la incidencia de incendios. Durante 1997-1998, la cantidad de desboscamientos por incendio y otro tipo de fuegos incontrolados aumentó en las regiones forestales ecuatoriales de Asia del Sudeste y Sur América. Las zonas de bosques septentrionales templados y boreales también han sufrido años de sequía en ambos decenios. Asia centro oriental fue afectada de manera más severa en 1987, sobre todo Siberia y China nororiental. El extremo oriente de Rusia también se vió seriamente afectado durante la sequía de 1998.
43. Quienes elaboran las políticas están comenzando a darse cuenta de que un énfasis permante únicamente dirigido a responder en caso de emergencia no impedirá el surgimiento de incendios grandes y dañinos en el futuro. La preparación en caso de emergencias y los programas de respuesta deben ir acompañados de la prevención a través de políticas y prácticas para un mejor uso de la tierra. Una labor activa dirigida a la reducción de los riesgos de incendio, con la participación de la comunidad, constituye una estrategia importante para conservar mejor los recursos naturales, al tiempo que se reducen los impactos producidos por los incendios. Entre 1998 y 2000, varias iniciativas internacionales relacionadas con el desarrollo sostenible y la prevención de incendios en tierras silvestres, la preparación, el manejo y la capacidad de respuesta para emergencias comenzaron o siguieron su curso. Actualmente, muchos países están comenzando a desarrollar prácticas y políticas para mejorar su capacidad institucional de prevención, alerta y combate a los incendios forestales. Al mismo tiempo es necesario recordar que el fuego es una de las fuerzas de la naturaleza que ha influenciado las poblaciones de flora en el curso del tiempo y cumple con la función importante de mantener a ciertos ecosistemas en estado saludable. En consecuencia, la percepción tradicional de los incendios como un agente destructivo que requiere la inmediata supresión ha dado lugar a considerar que el fuego puede y debe ser utilizado para satisfacer las metas de ordenamiento del territorio bajo ciertas condiciones ecológicas específicas.
44. El interés en la protección formal de los bosques, principalmente para la conservación de la diversidad biológica, ha aumentado considerablemente durante el decenio pasado. Muchos países se han comprometido a designar porciones considerables de sus bosques naturales, lo cual ha resultado en aumentos en la cantidad y superficie de los parques y reservas naturales. La clasificación de la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN) para las áreas protegidas fue utilizada por la ERF 2000 (Tabla 5). El esquema de clasificación tiene seis diferentes clases, según el tipo de superficie y el grado de protección concedido. Al tiempo que constituye la única clasificación internacional estándar, la interpretación del concepto de áreas protegidas difiere a menudo de país a país, haciendo de la agregación de estadísticas una empresa poco fiable a nivel mundial. Por ejemplo, en algunos países se considera que a raíz de una legislación forestal general, todos los bosques se encuentran protegidos según la categoría V de UICN.
45. La ERF 2000 se basó en dos series de estadísticas independientes entre sí, una proporcionada por los países, en respuesta al cuestionario de ERF 2000, y la otra a partir de una base de datos espacial desarrollada por el PNUMA-Centro Mundial de Vigilancia de la Conservación (CMVC). El cuestionario de la ERF 2000 enviado a los países estaba generalmente dirigido a las agencias forestales, mientras que el PNUMA-CMVC recopiló su información a partir de las agencias nacionales que participan en la conservación natural de parques y áreas protegidas. La comparación entre estas dos fuentes de datos indicó que aún se requiere mucho trabajo para armonizar los datos nacionales e internacionales, inclusive datos provenientes de distintas agencias en un mismo país (Figura 2).
Tabla 5. Categorías de la UICN para la protección de la naturaleza
I reserva natural estricta / área silvestre. |
II Parque Nacional. |
III Monumento Natural. |
IV Area de manejo de Hábitat/especies. |
V Paisaje/ paisaje marino protegido. |
VI Area de protección de recursos manejados. |
Figura 2. Proporción de bosques protegidos en los países industrializados basada en una comparación, por país, entre los datos del mapa mundial ERF 2000 y las respuestas al cuestionario ERF 2000 de los países industrializados (ONU-CEPE 2000)
46. Se establecieron datos coherentes a nivel mundial, desglosados por país, solamente a través de la base de datos espacial PNUMA-CVMC. Estos datos fueron incorporados, mediante una transposición, en el mapa mundial de la cubierta forestal ERF 2000. Cerca del diez por ciento de los bosques del mundo se encuentran protegidos. Los datos regionales indicaron que América del Norte y del Centro tienen un 17 por ciento de sus bosques bajo protección; mientras que Sur América tiene el 16 por ciento; Africa, el 11 por ciento; Oceanía, el 10 por ciento; Asia, el 9 por ciento; y Europa (incluyendo la Federación Rusa) el 5 por ciento.
47. El compromiso cada vez mayor de aumentar la superficie de bosques protegidos, constituye una evolución positiva pero necesita ser completada con esfuerzos para aumentar la eficacia del manejo de las áreas protegidas. Este tema ha recibido una atención considerable durante los últimos años y probablemente cobrará mayor importancia a medida que las presiones sobre los bosques siga aumentando.
48. Que se logre o no alcanzar la meta del OFS en los bosques destinados a la producción, depende en gran medida de la ejecución de prácticas de extracción que garanticen que la producción potencial de bienes y servicios forestales pueda mantenerse a largo plazo. Para realizar la ERF 2000, se procedió a estudiar la información sobre el grado de intensidad de las prácticas y planes de cosecha en 43 países tropicales. Un objetivo del estudio fue establecer un nuevo sistema para la recolección, análisis y divulgación de información específica sobre el impacto que tienen las operaciones de cosecha maderera en los bosques tropicales, a fin de identificar la ubicación y severidad de las prácticas de cosecha de madera no sostenibles.
49. Los países estudiados representan las regiones boscosas tropicales en Africa (19 países), Asia y Oceanía (10 países) y América (14 países). Los países estudiados tenían una cubierta forestal superior a un 5 por ciento de la superficie total, o superior a un millón de hectáreas. En su conjunto, estos países abarcan aproximadamente el 90 por ciento de los recursos forestales tropicales. La información fue recopilada a través de una revisión completa de la literatura, y, en algunos casos, mediante visitas de campo. La investigación de la literatura se concentró en los datos publicados en informes gubernamentales y en citas de documentos cuya fuente original de datos podía ser anotada.
50. Los resultados para el año 2000 muestran un alto grado de variabilidad en la intensidad de cosecha en los países estudiados. En África se cosecharon 3.3 millones de hectáreas anuales, de las cuales 5.9 millones en el marco de un programa de cosecha de madera. La intensidad de cosecha tuvo un alto nivel de variabilidad en los países, oscilando de 1 m3/ha en Zambia a 13m3/ha en Gabón. En Asia y Oceanía, la superficie total de bosques comprendidos en programas de cosecha en 2000 fue de 27.3 millones de hectáreas, de los cuales 6.2 millones de hectáreas fueron efectivamente cosechadas cada año. En Asia la intensidad de cosecha fue mucho mayor comparada con África, siendo de 5m3/ha en Myanmar y de 23m3/ha en Viet Nam. En América tropical, un total de 16.7 millones de hectáreas se encontraban enmarcados en programas de cosecha de madera, mientras que 1.9 millones de ha fueron cosechadas anualmente. La intensidad de cosecha osciló de 1 m3/ha en Bolivia a 34m3/ha en Brasil.
51. Los datos sobre extracciones en los países industrializados, proporcionados por la ONU-CEPE a la FAO abarcaba 40 países. Sin embargo, sólo se anotó el volumen total extraído anualmente. En estos países, se estima que fueron cosechados 1.2 mil millones de m3 cada año.
52. Durante siglos, los productos forestales no madereros (PFNM) han desempeñado un papel importante en la vida diaria y en el bienestar de millones de personas en todo el mundo, pero en el curso del siglo pasado se verificó un considerable aumento de interés en las actividades relativas a los PFNM. Existen numerosos proyectos destinados a promover el uso y la comercialización de los PFNM como un medio para mejorar el bienestar de las poblaciones rurales y al mismo tiempo conservar los proyectos forestales existentes. La población rural y la población pobre, en particular, dependen de los PFNM en cuanto estos constituyen fuentes de alimento, forraje, medicinas, gomas, resinas y material de construcción.
53. No obstante en los últimos años se hayan realizado avances considerables en la investigación sobre los PFNM, tanto en el campo de la socioeconomía como de la biología, la evaluación de los PFNM y de los recursos que los producen sigue siendo una labor ardua. La cantidad y variedad de PFNM, los diferentes usos que se les da a nivel nacional e internacional, la multiplicidad de intereses y disciplinas que conciernen la evaluación de los PFNM, así como las limitaciones de índole organizativa y financiera, amén de la falta de terminología y unidades de medida reconocidas a nivel mundial, y aún nacional, contribuyen a que la información sobre los PFNM carezca de fiabilidad.
54. Pocos PFNM tienen importancia a nivel mundial, lo cual constituye una de las razones por las cuales estos no se encuentran registrados en las estadísticas de productos forestales publicadas por la FAO. Sin embargo, cuando estos se consideran en el ámbito de categoría (plantas medicinales, fibras, etc.), adquieren importancia mundial. Las actividades de recolección de datos de ERF 2000 abarcaron las categorías de alimentos; forraje; medicinas plantas; perfumes y cosméticos; tintes y taninos; utensilios, artesanías, y materiales de construcción; productos ornamentales; exudados (para fitoproductos); animales vivos; miel y cera de abejas; carne silvestre; otros productos animales comestibles; cueros y pieles; medicinas; colorantes; y otros productos animales no comestibles. Existe una urgente necesidad de recopilar estadísticas sobre el bambú y la rota, que constituyen PFNM importantes. En cuanto a los países industrializados templados y boreales, existen datos y cifras, así como cifras del valor monetario de productos como árboles de Navidad, corcho, hongos, trufas y frutas silvestres, plantas medicinales y plantas decorativas, carnes silvestres, cueros y pieles, miel y nueces, los cuales fueron tomados en cuenta.
55. Los PFNM se comercializan para satisfacer las necesidades diarias y proporcionar empleo e ingresos a la población rural, en particular, y a las mujeres, especialmente. Los PFNM que se comercian a nivel mundial, tales como el bambú, la rota, el corcho, la goma arábiga, los aceites aromáticos y las plantas medicinales, pueden alcanzar precios altos, en comparación con los PFNM que se comercializan en los mercados nacionales, y que por lo tanto contribuyen al desarrollo económico nacional. Sin embargo, la mayoría de los PFNM han sido utilizados para la subsistencia y para apoyar a las empresas familiares y en pequeña escala. A pesar de su importancia real y potencial, las instituciones no han realizado una supervisión de los recursos, ni una evaluación de la contribución de los PFNM en términos socioeconómicos.
56. Entre la multitud de PFNM que se comercializan a nivel local (con volúmenes de extracción bajos, bajo impacto en los recursos y que requieren menor supervisión) y los pocos productos que han alcanzado una importancia económica tal para ser objeto de explotación en calidad de cultivos comerciales fuera de sus lugares de origen, (el caucho y el aceite de coco constituyen dos ejemplos de relieve), existe una serie de PFNM de importancia comercial, cuya explotación aún depende ampliamente de fuentes silvestres y de ecosistemas del bosque. Estos productos forestales y sus especies de origen requieren supervisión y manejo en el sector forestal, a fin de garantizar el ordenamiento sostenible y proporcionar información para la elaboración de políticas.
57. Por ejemplo la rota, constituye uno de los productos comerciales no madereros más importantes de Asia. Cerca de 700 millones de personas comerciaron o utilizaron la rota con una serie de fines. El comercio de la rota a nivel doméstico y de subsistencia y los productos de rota fueron evaluados en 3 mil millones de dólares EE.UU. anuales, mientras que 4 mil millones de dólares EE.UU. adicionales fueron generados a raíz del comercio internacional, según estimaciones de la Red Internacional de la Rota y el Bambú (INBAR). En algunos países productores, los recursos de la rota están escaseando. En consecuencia, las industrias de procesamiento de rota están disminuyendo en esas zonas, provocando un impacto negativo en la economía, en particular modo en las zonas rurales.
58. En el ámbito de los datos recopilados para la ERF 2000 el componente de los PFNM careció considerablemente de información cuantitativa sobre los productos y recursos a nivel nacional. La información fue exigua y a menudo estaba mezclada con estadísticas de producción agrícola. Cuando se dispuso de datos estadísticos, estos se limitaban a una cantidad restringida de PFNM comercializados a nivel internacional, y a cifras sobre las exportaciones. No existe información sobre los recursos de base y el uso de subsistencia de los PFNM; esto se debió sobre todo a la multitud de productos que utiliza la población local y a los costos que representan la medición y registro de los productos de subsistencia. Por dichos motivos, los datos recopilados fueron presentados como resultados de índole nacional en ERF 2000, los cuales fueron agregados a nivel regional y subregional, pero no mundial.
59. Los nuevos mapas forestales y ecológicos mundiales representan en términos espaciales las estadísticas de la superficie, relativas a los resultados arrojados por encuesta a nivel de país y de región, proporcionando un cuadro sinóptico de la cubierta forestal mundial. El mapa mundial de zonas ecológicas constituye un medio importante para agregar la información global sobre bosques u otros recursos naturales de acuerdo al tipo de zona ecológica a la que pertenecen. Los mapas pueden ser utilizados conjuntamente para mostrar y analizar la cubierta forestal mundial por tipo o zona ecológica (Tabla 6). El mapa de la cubierta forestal fue realizado utilizando una resolución gruesa de imágenes de satélite (AVHRR) (Figura 3), mientras que el mapa ecológico se realizó a partir de mapas de la vegetación potencial nacional y regional ya existentes. Las evaluaciones mundiales anteriores, no contaban con los medios y la tecnología necesarios para producir un mapa mundial a partir de imágenes de satélite.
60. Cada mapa fue producido a partir de la base de datos de un Sistema de Información Geográfica (SIG) computarizado correspondiente, el cual permite combinar distintos datos estadísticos y espaciales que proporcionan nuevas perspectivas sobre los bosques mundiales. Las versiones digitales de los mapas que pueden ser utilizados para análisis posteriores se encuentran a disposición del público en el sitio www.fao.org/forestry/fo/fra/index.jsp
Tabla 6. Superficie total de bosques por zona ecológica y distribución entre las regiones, según el mapa de la cubierta forestal mundial y el mapa mundial de zonas ecológicas. La distribución de los porcentajes no corresponde exactamente a las otras estadísticas sobre la superficie debido a que existen distorsiones sistemáticas en la clasificación de teledetección de los bosques del mapa mundial.
Zona ecológica | Total bosque | África | Asia | Oceanía | Europa | Norte y centro América | Sur América | Total |
Millones ha | % | % | % | % | % | % | % | |
Bosque ombrófilo tropical | 1090 | 24 | 17 | 1 | 58 | 100 | ||
Bosque tropical húmedo caducifolio | 410 | 40 | 14 | 6 | 9 | 31 | 100 | |
Bosque seco tropical | 180 | 39 | 23 | 6 | 33 | 100 | ||
Sistema tropical de montaña | 150 | 11 | 29 | 30 | 30 | 100 | ||
Bosque húmedo subtropical | 170 | 52 | 8 | 34 | 6 | 100 | ||
Bosque seco subtropical | 30 | 16 | 11 | 22 | 30 | 6 | 14 | 100 |
Sistema subtropical de montaña | 130 | 1 | 47 | 13 | 38 | 1 | 100 | |
Bosque oceánico templado | 30 | 33 | 33 | 9 | 25 | 100 | ||
Bosque continental templado | 270 | 13 | 40 | 46 | 100 | |||
Sistema templado de montaña | 130 | 26 | 5 | 40 | 29 | 100 | ||
Bosque boreal de coníferas | 730 | 2 | 74 | 24 | 100 | |||
Formación leñosa de tundra boreal | 130 | 19 | 81 | 100 | ||||
Sistema boreal de montaña | 410 | 1 | 63 | 36 | 100 | |||
TOTAL | 3862 | 17 | 14 | 5 | 27 | 14 | 23 | 100 |
Figura 3. ERF 2000 Mapa mundial de los bosques producido durante ERF 2000.
61. Estudios especiales sobre la diversidad biológica y otros componentes fueron completados durante el año 2000 y sus datos se encuentran en proceso de análisis final, así como de recopilación para la realización del informe.
___________________________________
1 La revisión más reciente de la cubierta forestal para 1990, producto de evaluaciones nacionales más recientes y mejores en los países en desarrollo, es consecuente con los resultados de la evaluación parcial de 1995 presentada en la Situación de los Bosques del Mundo 1997.
2 La reunión Kotka III sugirió a la FAO que tomara en consideración la realización de una encuesta de teledetección a nivel mundial utilizando cerca de 350 unidades de muestra. Sin embargo, debido a las restricciones financieras, no se efectuó ningún trabajo fuera de los trópicos (aparte de algunas actividades piloto).
3 Debido a una densa cubierta de nubes en dos unidades de muestra de las imágenes de 2000, y debido a la falta de una imagen en otra unidad de muestra de 1990, la cantidad de muestras utilizadas en ERF 2000 se redujo a 113.
4 Faltan datos nacionales en algunos países.
5 ERF 2000 compiló informes nacionales sobre las estadísticas de incendios en los países que cuentan con sistemas de informes nacionales, y desarrolló perfiles ecológicos y sobre el manejo de los incendios forestales en países específicos.