ERC/00/8


 

22� CONFERENCIA REGIONAL DE LA FAO PARA EUROPA

Oporto, Portugal, 24-28 de julio de 2000

Tema 10.2 del programa

INOCUIDAD Y CALIDAD DE LOS ALIMENTOS
EN RELACI�N CON LOS PIENSOS

�ndice



 

I. INTRODUCCI�N

1. En estos �ltimos a�os, la preocupaci�n del p�blico por la inocuidad de los alimentos de origen animal se ha incrementado debido a los problemas derivados de la encefalopat�a espongiforme bovina (EEB), la contaminaci�n por dioxina, los brotes de infecciones bacterianas transmitidas por los alimentos, as� como la creciente preocupaci�n por los residuos de medicamentos veterinarios y la resistencia microbiana a los antibi�ticos. Estos problemas han tra�do a la atenci�n las pr�cticas alimentarias en la industria ganadera y han urgido a los profesionales sanitarios y a la industria forrajera a analizar a fondo los problemas de calidad e inocuidad de los alimentos que pueden surgir en alimentos de origen animal como consecuencia de sistemas de alimentaci�n animal. Es importante observar, sin embargo, que frente a la magnitud de la producci�n ganadera, es min�scula la frecuencia de problemas sanitarios relacionados con este sector.

2. El sector ganadero juega un papel esencial en el fomento agr�cola y econ�mico as� como en la seguridad alimentaria. La producci�n ganadera mundial creci� a una tasa del 2,4% en 1998: lo que significar� un aumento de m�s del 70% en los 30 a�os pr�ximos1, y la demanda y consumo mundial de productos ganaderos casi se duplicar�, seg�n estimaciones, en los 20 a�os pr�ximos2. Se prev� que la mayor parte de este aumento se verifique en pa�ses en desarrollo, acompa�ado de un mayor crecimiento demogr�fico y de unas econom�as emergentes, sobre todo en Asia. La poblaci�n de Europa es estable y, en general, se predice �nicamente un aumento modesto en el consumo de productos ganaderos aunque destaca el hecho de que la coyuntura reciente en Europa oriental y en la Comunidad de Estados Independientes (CEI) ha registrado un modesto descenso en el consumo de carne. Un an�lisis m�s minucioso de las estad�sticas mundiales arroja que casi todo el crecimiento de la demanda corresponde a los sectores de carne de aves de corral y de cerdo y que, incluso en Europa, se observa un incremento en el consumo de carne blanca y un descenso en el de carne roja. Esta circunstancia tiene grandes repercusiones porque son precisamente los sectores de aves de corral, ganado porcino y lechero los que son los usuarios principales de los piensos elaborados.

3. Estimados en promedio mundial para 1997, los productos animales proporcionaron en torno al 16% de las calor�as de la dieta. Valor que aument� al 25% en los pa�ses desarrollados y baj� al 12% en los pa�ses en desarrollo. El valor mundial calculado para las prote�nas de la dieta procedentes de productos animales a lo largo del mismo per�odo fue de un 37%, correspondiendo un 56% aproximadamente a los pa�ses desarrollados y un 29% a los pa�ses en desarrollo. La carne y otros productos animales proporcionan tambi�n �cidos grasos, vitaminas y minerales esenciales. El hierro en la carne y productos c�rnicos es objeto de f�cil asimilaci�n por los seres humanos y constituye la clave para impedir la anemia por carencia de hierro, de la que se ha se�alado una alta prevalencia en Europa oriental3. Por consiguiente, puede considerarse que la industria ganadera tiene una importancia econ�mica y nutricional grande en el mundo en su conjunto.

4. El sector ganadero comprende sistemas de producci�n ampliamente diferentes que van de una ganader�a de subsistencia a sistemas muy intensivos. Los problemas relativos a la calidad e inocuidad de los alimentos de origen animal pueden ser, por lo tanto, muy variables en distintas regiones del mundo. En este documento se analizan las conexiones que existen entre piensos e inocuidad de los alimentos de origen animal y se subrayan las medidas que se han adoptado y otras que ser�n necesarias para asegurar que los piensos no creen amenazas a la salud p�blica. A los efectos de este documento, los piensos comprenden cualquier sustancia elaborada, semielaborada o bruta que sirva para su consumo por animales. Comprende piensos de origen variado como: pastos, cereales-pienso y piensos compuestos, residuos agr�colas y subproductos agroindustriales.

II. PR�CTICAS DE ALIMENTACI�N ANIMAL EN EUROPA

5. En materia de producci�n ganadera, las consideraciones preponderantes son la disponibilidad, calidad y empleo eficaz de los recursos de piensos, en particular de los pastizales. Para satisfacer la actual demanda de carne y de productos pecuarios, se han desarrollado una amplia gama de sistemas para una buena alimentaci�n de los animales. A nivel mundial, el volumen de los piensos producidos supera anualmente los 4 000 millones de toneladas4.

6. Los sistemas de alimentaci�n animal en toda Europa van de unos sistemas muy desarrollados en el oeste a sistemas menos intensivos, sobre todo en zonas rurales del este. No obstante, el modelo general es com�n y los pa�ses en transici�n aspiran a unos m�todos de producci�n an�loga. La producci�n de aves de corral y de cerdos se ha convertido en casi exclusivamente intensiva en grandes explotaciones. El sector lechero ha seguido una pauta similar, si bien se basa en la alimentaci�n con hierbas durante la mitad o m�s del a�o. Se practica la producci�n intensiva de carne de vacuno, aunque �sta ha pasado a basarse cada vez m�s en ensilado de hierbas o ma�z, dado que la alimentaci�n intensiva a base de cereales ha resultado menos econ�mica durante la d�cada de los setenta. La producci�n ovina es en gran parte extensiva y se han demostrado poco econ�micos los intentos de intensificarla aunque se han adoptado espor�dicamente sistemas de pastoreo de elevado �ndice de poblaci�n. Hay peque�os sectores especializados en la producci�n de caprino, de ovino de leche, de venado y b�falas.

7. Las aves de corral y el ganado porcino necesitan un complemento prote�nico, prote�nas que han de ser de gran calidad (con equilibrio de amino�cidos esenciales) para poder mantener un crecimiento eficiente y una buena conversi�n de los piensos. La selecci�n de genotipos mejorados ha multiplicado las necesidades de prote�nas y amino�cidos debido al aumento del potencial de crecimiento prote�nico y reducci�n de grasas. Por eso, los cereales y otros piensos ricos en energ�a se han de equilibrar con otras harinas prote�nicas. Aunque �stas pueden ser de origen vegetal (soja, colza, etc.), necesitan estar complementadas con amino�cidos (lisina y metionina) y las mejores fuentes para ello (desde un punto de vista nutricional) son harinas de animales y de pescado. En la pr�ctica, las harinas de animales son menos apetecibles para los cerdos y aves de corral, por lo que se ha limitado su empleo.

8. De modo an�logo, las vacas lecheras de gran producci�n necesitan un complemento prote�nico adicional para mantener su rendimiento. Por eso las vacas que producen 25 litros o m�s de leche diarios no pueden consumir suficiente energ�a y deben utilizar las reservas corp�reas durante el per�odo punta de lactaci�n, de ah� que no haya suficiente energ�a para proveer a una producci�n de prote�nas microbianas en el rumen. Las investigaciones han demostrado que la mejor forma de procur�rselas es con "prote�na derivada", que es una prote�na no degradada en el rumen (conocida tambi�n como prote�na indegradable). En este caso tambi�n, las fuentes mejores de "prote�na derivada" son los subproductos animales y pesqueros. Por lo tanto se incorporaron las harinas animales a los concentrados l�cteos hasta que apareci� la EEB en el Reino Unido.

9. Gardner5 ha apuntado que la Uni�n Europea es en buena parte autosuficiente en piensos y que m�s de la mitad de lo que se necesita anualmente para alimentar a su gran poblaci�n ganadera proviene de cultivos pratenses y forrajeros. Adem�s, la UE es un productor sustancial de granos-pienso y, si bien es un exportador neto de granos-pienso, es un gran importador de prote�nas y de ingredientes de piensos no cerealeros. Hay tambi�n una tendencia constante a una mayor intensificaci�n de la producci�n ganadera, especialmente en los sectores porcino y av�cola, lo que lleva a un aumento de la fabricaci�n y venta de piensos compuestos. Tambi�n se emplean piensos nutricionalmente completos en las industrias de producci�n intensiva de salm�n, bagre y peces marinos.

10. En la Figura 1 aparece la proporci�n de distintos ingredientes en los piensos que se elaboran en la UE.

Figura 1. Consumo de materias primas en piensos compuestos industriales en la UE -15 durante 19966

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11. El crecimiento de la ganader�a industrial ha ido asociado con graves problemas medioambientales. Debido a estas zozobras, se pronostica que podr� darse una reducci�n de la producci�n ganadera industrial en algunos pa�ses de la UE. Los Pa�ses Bajos han registrado el triple de poblaci�n porcina en los 30 a�os �ltimos y est� procediendo ahora a reducir su caba�a (FAOSTAT). Esta circunstancia puede dar lugar al crecimiento de sistemas de producci�n intensiva en los Estados B�lticos y otros pa�ses de Europa oriental con vistas a exportar a pa�ses de la UE para cubrir la demanda.

III. RIESGOS POTENCIALES Y OTRAS CUESTIONES RELACIONADAS CON LOS PIENSOS

A. MICOTOXINAS

12. Las micotoxinas son metabolitos secundarios producidos por hongos de varias generaciones cuando crecen en productos agr�colas antes de la cosecha o despu�s de ella, o durante el transporte o almacenamiento. Hay factores tanto intr�nsecos como extr�nsecos que influyen en el crecimiento f�ngico y en la producci�n de micotoxinas sobre un substrato dado. Entre los factores intr�nsecos est�n la actividad h�drica, el pH, y el potencial de reducci�n-oxidaci�n, mientras que los factores extr�nsecos que influyen en la producci�n de micotoxinas son la humedad relativa, la temperatura y la disponibilidad de ox�geno.

13. Se han identificado muchas micotoxinas, con diferentes estructuras qu�micas y actividad biol�gica. Pueden ser carcin�genas (p. ej., la aflatoxina B1, ocratoxina A, fumonisina B1), estr�genas (zearalenona), neurot�xicas (fumonisina B1), nefrot�xicas (ocratoxina, citrinina, ospore�na), dermonecr�ticas (tricotecenos) o inmunosupresivas (aflatoxina B1, ocratoxina A y T-2 toxina). Gran parte de la informaci�n publicada sobre la toxicidad se refiere a estudios en animales experimentales, que pueden no reflejar sus efectos en seres humanos y otros tipos de animales. Adem�s, no se conocen bien las consecuencias que para la salud humana tiene la presencia de distintas combinaciones de micotoxinas.

14. Las micotoxinas se encuentran normalmente en ingredientes forrajeros como el ma�z, el sorgo, la cebada, el trigo, la harina de arroz, la harina de algod�n, man� y otras leguminosas. La mayor�a son compuestos relativamente estables y no se destruyen con la elaboraci�n del pienso pudiendo incluso concentrarse en el cribado. Distintas especies animales metabolizan las micotoxinas de diferentes maneras. Por ejemplo, en el cerdo la ocratoxina A puede superar la circulaci�n enterohep�tica, elimin�ndose muy lentamente, mientras que las especies av�colas la excretan r�pidamente. Las micotoxinas polares, como las fumonisinas, suelen ser excretadas r�pidamente.

15. Las micotoxinas, o sus metabolitos, pueden ser detectadas en la carne, �rganos viscerales, leche y huevos. Su concentraci�n en los alimentos suele ser bastante inferior a los niveles que se dan en los piensos consumidos por los animales y no es probable que causen intoxicaciones agudas en los humanos. No obstante, los residuos de micotoxinas carcin�genas, como las aflatoxinas B1 y M1, y la ocratoxina A, cuando se hallan presentes en productos animales, crean una amenaza para la salud humana por lo que deben vigilarse y controlarse sus niveles. La Comisi�n del Codex Alimentarius est� estudiando actualmente unos l�mites m�ximos para la aflatoxina M1 en la leche. No se conoce bien el grado de acumulaci�n de micotoxinas en tejidos �cticos por el consumo de piensos contaminados7.

B. MEDICAMENTOS VETERINARIOS

16. Los medicamentos veterinarios pueden ser administrados en piensos para el ganado y la acuicultura. Si se emplean unas buenas pr�cticas veterinarias, entonces no deber�n superarse los l�mites m�ximos de residuos (LMR). Sin embargo, si no se siguen unas buenas pr�cticas veterinarias (BPV), los residuos en los piensos de origen animal pueden superar los LMR.

17. La preocupaci�n de los consumidores por los niveles de residuos en los alimentos ha avivado las tendencias a unos sistemas de producci�n org�nica y dem�s producci�n agr�cola, que se caracterizan por una menor resistencia a insumos qu�micos artificiales. Los alimentos producidos con estos sistemas contienen una reducci�n o total ausencia de niveles de medicamentos veterinarios y de residuos qu�micos. La agricultura org�nica es uno de los sectores de m�s r�pido crecimiento en la producci�n agr�cola con un �ndice global constante de aumento en la UE de un 25% en los 10 a�os �ltimos.

18. La necesidad de contener la resistencia antimicrobiana debido al empleo de esas sustancias en ganader�a, en particular su adici�n a los piensos, est� cobrando cada vez m�s atenci�n. Las sustancias antimicrobianas se emplean para fines terap�uticos, profil�cticos o de crecimiento, y en este �ltimo caso se agregan a los piensos y/o agua. Como aditivos de piensos para fomentar el crecimiento se est�n empleando sustancias antimicrobianas incluso de primera l�nea (p. ej., glicop�ptidos). Constituye asunto de prioridad la evaluaci�n y contenci�n de los riesgos que para la salud p�blica van asociados al empleo de sustancias antimicrobianas.

C. SUSTANCIAS QU�MICAS AGR�COLAS Y PARA OTROS USOS

19. Entre los contaminantes potenciales de los piensos figuran unos residuos excesivos de plaguicidas y fungicidas, u otros contaminantes medioambientales como los bifenilos policlorados (BPC), las dioxinas y los metales pesados, en particular el mercurio, el plomo o el cadmio.

20. Las dioxinas y los BPC se hallan presentes por doquier como contaminantes del medio ambiente y su ingesta alimentaria representa la v�a m�s com�n de exposici�n humana. Los BPC y las dioxinas tienen una propiedades f�sicas y qu�micas similares. Son compuestos lipof�ticos y persistentes que se acumulan en la cadena alimentaria, por lo que las muestran biol�gicas contienen a menudo cong�neres tanto de dioxina como de BPC. Los alimentos de origen animal son la mayor fuente de exposici�n humana a esos contaminantes y los piensos pueden constituir una fuente importante de contaminaci�n para el ganado. Los piensos o aceites contaminados que se agregan, queriendo o no, a los piensos fabricados pueden ser una fuente de dioxinas y de BPC. Estos contaminantes industriales pueden emitirse al aire contaminando el suelo y el agua y quedando depositados en los pastizales. En este caso, los animales que se alimentan de hierbas en zonas muy contaminadas pueden dar lugar a productos alimenticios malsanos.

21. Se han apuntado unas asociaciones d�biles entre exposici�n a las dioxinas y carcinomas del tejido blando y c�nceres de pulm�n. Los s�ntomas iniciales de una alta exposici�n a los BPC son sus efectos d�rmicos y oculares reversibles y problemas respiratorios persistentes. La exposici�n fetal a las dioxinas y/o BPC puede ir asociada a deficiencias cognitivas en ni�os de pecho y menores. En poblaciones expuestas accidentalmente a altos niveles de BPC, dibenzofurano policlorinados y cuaterfenilos policlorados8 se ha observado un aumento en la incidencia a los tumores, as� como efectos neurol�gicos, endocrinos, hepatot�xicos e inmunot�xicos. En algunos pa�ses se han establecido niveles m�ximos de estos contaminantes para alimentos de origen animal, pero los l�mites existentes son muy variables.

22. La presencia de materiales vegetales que crecen en zonas de altos niveles de otros contaminantes ambientales como radion�clidos y metales pesados, y que se emplean como piensos, pueden tambi�n dar lugar a unos niveles inadmisiblemente elevados de contaminaci�n en los productos alimenticios de origen animal. De modo an�logo, los aceites de pescado empleados como ingredientes de piensos, pueden contener unos niveles altos de contaminantes liposolubles si se producen con peces cultivados en zonas contaminadas. En Europa occidental se han establecido medidas eficaces para limitar la contaminaci�n medioambiental. En Europa central y oriental se dan algunas zonas de elevada contaminaci�n debido a la actividad industrial9.

D. AGENTES INFECCIOSOS

23. Los piensos pueden ser el origen de un cierto n�mero de infecciones en animales de granja, lo que puede dar lugar a enfermedades humanas por el consumo de alimentos de origen animal. Comprenden la Salmonella ent�rica, el bacilo antracis, el toxoplasma gondii, la Trichinella spiralis y posiblemente el agente de la encefalopat�a espongiforme bovina. El riesgo que para la salud humana deriva de varios otros agentes infecciosos cuando pueden contaminar piensos o forrajes, parecen ser despreciables o inexistentes.

24. Para asegurar la calidad microbiol�gica de los piensos se emplean com�nmente tratamientos t�rmicos de intensidad variable. La irradiaci�n puede considerarse como una medida de control virtualmente importante para algunos agentes microbianos de los piensos para animales productores de alimentos. El Grupo de Estudio Mixto FAO/OIEA/OMS sobre Irradiaci�n a Dosis Elevadas, que se reuni� en Ginebra en septiembre de 1997, lleg� a la conclusi�n de que el consumo de alimentos irradiados a cualesquiera dosis apropiadas para alcanzar el objetivo tecnol�gico que se persigue es no s�lo inocuo sino tambi�n nutricionalmente adecuado10. Como esa conclusi�n se basaba en parte en estudios sobre alimentaci�n animal en un amplio grupo representativo de especies alimentadas con una variedad de dietas, cabe presumir que la conclusi�n del Grupo de Estudio tambi�n valdr� a piensos irradiados. Hay que destacar que la irradiaci�n no est� permitida por el Reglamento de la CE o por directrices del Codex en sistemas de producci�n org�nica11.

Encefalopat�as espongiformes transmisibles (EET)

25. Las EET en los rumiantes son enfermedades neurol�gicas no febriles en el hombre y muchas especies animales, incluidos los rumiantes. Tienen un largo per�odo de incubaci�n y acaban siendo fatales. Las EET est�n asociadas con agentes que no est�n del todo definidos, que se suelen denominar priones, y que son resistentes al tratamiento t�rmico normal de los piensos y alimentos. La trotona de los ovinos est� reconocida desde hace m�s de 250 a�os, mientras que la encefalopat�a espongiforme bovina (EEB) se reconoci� por primera vez en el Reino Unido en 1986. Para la EEB se ha sostenido que el agente etiol�gico penetra en el pienso fundamentalmente a trav�s de tejidos infectados (sobre todo el tejido del sistema nervioso central y el sistema reticuloendotelial) en circunstancias de tratamiento t�rmico insuficiente para destruir o inactivar el agente infeccioso. La aparici�n se�alada de una nueva variante de las EET, la enfermedad de Creutzfeldt-Jacob (ECJ), ha suscitado la posibilidad de una asociaci�n de la EEB en el ganado vacuno con la ECJ en los humanos a trav�s del consumo de carne procedente de ganado infectado con EEB. En el momento actual, existe una fuerte presunci�n de vinculaci�n entre esta nueva variante y la posible transmisi�n a los humanos del agente infeccioso procedente de tejidos bovinos infectados.

Otros agentes infecciosos

26. Las salmonellas se hallan ampliamente distribuidas en la naturaleza, siendo los piensos s�lo uno de sus muchos or�genes para los animales de granja. Los ingredientes de piensos que son de origen animal y vegetal est�n con frecuencia contaminados con salmonellas. Los piensos elaborados pueden estar contaminados con estos ingredientes brutos de piensos.

27. Hay m�s de 2 000 serotipos de salmonella, que pueden dividirse arbitrariamente en tres grupos de tama�o desigual. Comprenden los serotipos espec�ficos de especies como S. dublin (vacuno); los serotipos invasivos que pueden provocar septicemias en varias especies de animales (p. ej., S. enteritidis y S. typhimurium); y los serotipos no invasivos que suelen no dar lugar a septicemias. Los integrantes del primer grupo no est�n reconocidos como pat�genos transmitidos por los alimentos. El tercer grupo es con mucho el mayor y puede asociarse con infecciones subcl�nicas en ganado de granja. Pueden causar enfermedades en algunas ocasiones y est�n relacionados con el envenenamiento de seres humanos por alimentos. La principal manifestaci�n de salmonelosis humana es una gastroenteritis. Las septicemias se dan en muchos pacientes.

28. Toxoplasma gondii, este protozoo se encuentra en gatos y se basa en reconocimientos serol�gicos tambi�n en aves, otras especies domesticadas, incluso ovejas, cerdos, cabras y caballos. La fuente primordial de infecci�n de los animales est� en los piensos contaminados con heces de gatos y posiblemente tejidos de roedores. Algunos seres humanos pueden infectarse por la manipulaci�n o consumo de carne contaminada sin tratar.

29. La Trichinella spiralis es un nematodo que vive como par�sito en el tracto intestinal de los mam�feros, especialmente de los cerdos. Las larvas se enquistan en los tejidos, especialmente en los m�sculos que sirven de origen de infecci�n para los seres humanos que consumen carne cruda o parcialmente cocida. Sus manifestaciones cl�nicas comprenden fiebre, dolor de m�sculos, encefalitis, meningitis, miocarditis y raras veces muerte. Los quistes pueden eliminarse congelando las canales infectadas a -18�C durante 20 d�as. Son tambi�n sensibles al calor y se eliminan con unas temperaturas normales de fundido. Una buena cocci�n de la carne cruda y de las sobras de mesa antes de darlas a los animales de granja eliminar�a este peligro.

30. Bacillus anthracis, que causa el carbunco bacteriano, desarrolla esporas al quedar expuesto al aire y las esporas resultantes pueden sobrevivir durante largos per�odos en el medio ambiente y en piensos contaminados. Estas esporas se hallan muy extendidas en algunos pa�ses de la CEI. Se han dado casos de carbunco en gente que ha consumido la carne de animales infectados.

Organismos modificados gen�ticamente

31. Un nuevo problema que afecta a los piensos es el que se refiere a la incorporaci�n de organismos modificados gen�ticamente (OMG) en ellos. Dado que un 60% aproximadamente de la soja plantada en los EE.UU. son OMG y �sta es una fuente importante de importaci�n en Europa, es inevitable que probablemente se halle presente dicha soja en piensos compuestos fabricados en la regi�n europea. Tambi�n se aplica esto a los productos del ma�z. Aunque no hay demostrados efectos nocivos en la transferencia de ADN modificado a lo largo de la cadena alimentaria, ha habido una inquietud general e incidentes recientes con protestas contra esta pr�ctica. En la Universidad de Leeds se llev� a cabo un estudio encargado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentaci�n del Reino Unido (Informe CS0116) para determinar la amplitud en que se degradaba el ADN en los piensos en diversas condiciones de elaboraci�n. En dicho estudio se abordaban las preocupaciones por la transferencia de genes extra�os introducidos en los cultivos modificados gen�ticamente, especialmente de genes marcadores de la resistencia antibi�tica a las bacterias, lo que convertir�a en incurables enfermedades infecciosas comunes. Las conclusiones principales son que el ADN no se degrada en la mayor�a de las condiciones de fabricaci�n comercial, ni en el ensilaje, por lo que deben llevarse a cabo ulteriores estudios sobre el material de los OMG12. Sobre todo, los posibles problemas de inocuidad de los piensos en relaci�n con la utilizaci�n de genes marcadores antibi�ticos pueden evitarse empleando sistemas transg�nicos sin marcadores, que actualmente ya han sido desarrollados13.

IV. CONTROL DE RIESGOS TRANSMITIDOS
POR LOS PIENSOS

32. Dados los v�nculos directos que existen entre la inocuidad de los piensos y la de los alimentos de origen animal, es indispensable que como parte integrante de la cadena de producci�n alimentaria se consideren la producci�n y fabricaci�n de piensos. La producci�n de piensos ha de quedar sujeta, por lo tanto, al igual que la producci�n de alimentos, a la seguridad de su calidad, con inclusi�n de sistemas de inocuidad alimentaria sobre la base del an�lisis de peligros y de puntos cr�ticos de control (HACCP).

33. La industria es a la postre la responsable de la calidad e inocuidad de los alimentos y los piensos que produce. Las autoridades nacionales han de impartir directrices a la industria, en particular c�digos de pr�cticas y normas, que �sta ha de respetar. Los gobiernos habr�n tambi�n de establecer los controles necesarios para asegurarse de que la industria cumple siempre los requisitos obligatorios de calidad e inocuidad.

34. A continuaci�n se esbozan las responsabilidades tanto de la industria como de las administraciones nacionales por lo que respecta a asegurar la inocuidad de los piensos y alimentos. No obstante, es importante concienciarse de que el gran volumen de comercio internacional de alimentos de origen animal as� como de piensos viene a agregar una importante dimensi�n internacional al control de la alimentaci�n animal. Por otra parte, en el Acuerdo de la Organizaci�n Mundial del Comercio (OMC) sobre la aplicaci�n de medidas sanitarias y fitosanitarias (SFS) se propugna que las normas nacionales relativas a la inocuidad de los alimentos se armonicen con normas internacionales. Ante las actuales deficiencias en cuanto a reglamentaci�n de la inocuidad de los piensos, se han llevado a cabo varias iniciativas y actividades a nivel internacional para elaborar unas normas, directrices y recomendaciones s�lidas en esta materia. Las organizaciones internacionales tienen tambi�n una funci�n importante que cumplir a la hora de proporcionar informaci�n e impartir capacitaci�n que puedan utilizarse a nivel nacional para mejorar los conocimientos y t�cnicas de quienes intervienen en cualquier sector de la industria forrajera, en particular los productores primarios de materiales forrajeros, con el fin de evitar fallos en los sistemas de inocuidad de los alimentos/piensos m�s bien que de controlarlos.

A. LABOR A NIVEL INTERNACIONAL SOBRE
LA INOCUIDAD DE LOS PIENSOS

35. Varias organizaciones internacionales intervienen activamente en la labor relacionada con la inocuidad de los . Producen y divulgan informaci�n sobre varios aspectos de los piensos y de su empleo, en particular sobre los posibles riesgos que en materia de inocuidad alimentaria van ligados a los piensos. Adem�s, prestan asistencia t�cnica a pa�ses que aspiran a mejorar su producci�n de piensos, sus pr�cticas de alimentaci�n y sus programas de control de los piensos.

36. La inocuidad de los piensos se ha convertido en uno de los sectores prioritarios de la Direcci�n de Producci�n y Sanidad Animal de la FAO, que ha montado un gran sistema de informaci�n sobre recursos de piensos al que se tiene acceso en el sitio web, en CD-ROM y en publicaciones impresas. Este sistema comprende informaci�n cient�fica y pr�ctica detallada sobre m�s de 700 piensos, con hojas de datos, art�culos completos y rese�as. Se har� cada vez m�s hincapi� en la inocuidad de los alimentos y ya se han encargado varios informes al respecto, en particular uno sobre el empleo de desechos y subproductos.

Normas y directrices internacionales

37. La Comisi�n del Codex Alimentarius (CCA), que fue creada en 1962 por el Programa Conjunto FAO/OMS sobre Normas Alimentarias, es un �rgano intergubernamental que comprende a 165 miembros, cuya responsabilidad consiste en elaborar y publicar normas, directrices y c�digos de pr�cticas internacionales en relaci�n con la calidad e inocuidad de los alimentos. Estas normas del Codex Alimentarius est�n reconocidas en el Acuerdo sobre Medidas SFS de la OMC como los puntos de referencia para la inocuidad de los alimentos.

38. Varias normas, directrices y recomendaciones actuales del Codex abarcan disposiciones relativas a la calidad e inocuidad de los piensos y alimentos de origen animal. Comprenden:

Esta norma contiene los principios y procedimientos m�s importantes que emplea y recomienda el Codex Alimentarius para tratar con contaminantes y toxinas en los alimentos y piensos y se enumeran los niveles m�ximos de contaminantes y toxicantes naturales en los alimentos y piensos que recomienda la CCA para que se apliquen a productos con los que se trafica en el comercio internacional.

En este texto se expone la base para establecer los LMR y los LMRE del Codex y se se�alan las consideraciones relativas a la ingesta diaria humana. Se presenta una lista de los productos y de los LMR/LMRE del Codex.

Se presentan los LMR del Codex para medicamentos veterinarios.

En este c�digo se establecen las directrices para las recetas, solicitud, distribuci�n y control de medicamentos que se emplean para el tratamiento de animales, para lo relacionado con la salud animal y la mejora de la producci�n pecuaria. Comprenden unas buenas pr�cticas en el uso de medicamentos veterinarios (BPUMV), incluidos los locales para la fabricaci�n de piensos medicados.

En este C�digo de Pr�cticas se esbozan las medidas y los procedimientos que deben aplicarse durante la producci�n agr�cola, la recolecci�n, el almacenamiento, el transporte y la producci�n de piensos con el fin de reducir al m�nimo la contaminaci�n de los piensos con aflatoxina.

Estas normas, c�digos de pr�cticas y directrices se refieren a la calidad e inocuidad de los productos de origen animal resultantes de m�todos y procedimientos utilizados en animales de producci�n, incluida su alimentaci�n.

39. Hay varias cuestiones que actualmente est� examinando la CCA y que guardan relaci�n directa con la inocuidad de los piensos. Tal vez lo m�s destacado fue la decisi�n que tom� en su 23� per�odo de sesiones (28 de junio-3 de julio de 1999) de establecer un Grupo de Acci�n Intergubernamental Especial del Codex sobre Buena Alimentaci�n Animal, que abordar�a todos los temas relativos a la alimentaci�n animal. El mandato del Grupo de Acci�n es el siguiente:

La primera reuni�n de este Grupo de Acci�n se tendr� en Copenhague del 13 al 15 de junio del 2000.

40. La cuesti�n de los piensos es un tema complejo que requiere aportaciones multidisciplinarias y colaboradores procedentes de los campos de la medicina humana y veterinaria, la agricultura, centros acad�micos y organismos nacionales de control. Son varias las organizaciones que intervienen ya en varios aspectos de este tema y es importante que haya coordinaci�n y debate entre las diferentes partes involucradas para que se pueda desarrollar de forma oportuna una orientaci�n clara y s�lida que cuente con un amplio apoyo. El Grupo de Acci�n Intergubernamental del Codex sobre Buena Alimentaci�n Animal es una tribuna importante para la colaboraci�n y consenso que hacen falta.

41. Una de las principales tareas que ha de afrontar el Grupo de Acci�n es la conclusi�n del proyecto de C�digo de Pr�cticas para una Buena Alimentaci�n Animal, preparado por un cuadro de expertos sobre el tema durante una Consulta de Expertos de la FAO que tuvo lugar en Roma en 1997. El proyecto de C�digo, junto con los comentarios presentados por varios pa�ses y organizaciones internacionales, servir� de base de debate sobre este tema. En la elaboraci�n del nuevo C�digo se podr�n analizar todas las cuestiones de inocuidad de los alimentos identificadas por la CCA en el mandato del Grupo de Acci�n. Algunas partes consideran que la elaboraci�n de listas positivas y negativas de ingredientes de piensos puede constituir una aportaci�n importante para el control de la alimentaci�n animal a nivel internacional.

Resistencia antimicrobiana

42. El asunto de la resistencia a las sustancias antimicrobianas est� siendo examinado por la Oficina Internacional de Epizootias, que ha creado un Grupo Especial de Expertos sobre la materia. Entre otras cuestiones, este Grupo estudiar� la elaboraci�n de directrices t�cnicas sobre el empleo prudente de sustancias antimicrobianas y el seguimiento de las cantidades de dichas sustancias utilizadas en ganader�a. El Grupo Especial de Expertos ha hecho un llamamiento a la FAO para que asuma la funci�n de coordinadora por lo que respecta al empleo de antibi�ticos como estimuladores del crecimiento.

43. La OMS ha celebrado varias reuniones acerca de la cuesti�n de la resistencia a las sustancias antimicrobianas y sobre la base de las conclusiones sacadas ha recomendado el cese del empleo de dichas sustancias como favorecedoras del crecimiento si tambi�n se permiten productos an�logos en la medicina humana. El Comit� Cient�fico Directivo de la Comisi�n Europea sobre Resistencia a Sustancias Antimicrobianas formul� una recomendaci�n an�loga en el informe de una reuni�n que celebr� en mayo de 1999. La OMS tambi�n ha preparado un proyecto de directrices para la contenci�n de la resistencia antimicrobiana debida al empleo de sustancias antimicrobianas en la ganader�a, que servir� de base de debate en una consulta de expertos sobre la misma materia en junio de 2000. Tendr� repercusiones directas para las pr�cticas de alimentaci�n pecuaria.

44. La cuesti�n de la resistencia a las sustancias microbianas est� siendo debatida en el Comit� del Codex sobre Residuos de Medicamentos Veterinarios en los Alimentos (CCRVDF) y el Comit� del Codex sobre Higiene de los Alimentos (CCFH). El primero recaba asesoramiento cient�fico del Comit� Mixto de Expertos FAO/OMS sobre Aditivos Alimentarios, que est� estudiando actualmente el impacto de los residuos antimicrobianos en el intestino pero no estudia la transferencia de la resistencia microbiana derivada del empleo de sustancias antimicrobianas y su difusi�n al medio ambiente, pues esto se sale de su mandato. Tiene unos l�mites poco definidos el cometido del CCRVDF en los debates generales sobre la cuesti�n de la resistencia antimicrobiana. El CCFH estudia las bacterias resistentes a las sustancias antimicrobianas en relaci�n con la higiene de los alimentos. Este Comit� interviene ya en la evaluaci�n de riesgos asociados con la contaminaci�n microbiol�gica de los alimentos, y por consiguiente se halla en buena situaci�n para adoptar un criterio de an�lisis de riesgos con respecto a la cuesti�n de la resistencia antimicrobiana.

Contaminantes ambientales e industriales

45. Los recientes problemas derivados de la contaminaci�n de los piensos en B�lgica han puesto de relieve la actual disparidad entre las reglamentaciones existentes en distintos pa�ses en relaci�n con la presencia de dioxinas y de los BPC en alimentos, incluidos sus l�mites m�ximos permitidos. El Comit� del Codex sobre Aditivos Alimentos y Contaminantes de los Alimentos (CCFAC) ha solicitado que el Comit� Mixto de Expertos FAO/OMS sobre Aditivos Alimentarios (JECFA) estudia estos grupos de compuestos y de su asesoramiento cient�fico para que el Comit� pueda guiarse en su labor de establecer directrices sobre niveles m�ximos en alimentos y piensos.

46. La OMS celebr� en Ginebra, en el mes de mayo de 1998, una Consulta de Expertos sobre evaluaci�n del riesgo que para la salud representan las dioxinas. La Consulta evalu� la dosis diaria tolerable de dioxinas a la que puede exponerse un ser humano sin que corra gran riesgo su salud. A la vista de los datos epidemiol�gicos sobre los efectos de las dioxinas a niveles bajos de exposici�n y sobre la base de estudios en animales, la DDT se redujo de 10 picogramos/kg de peso corp�reo a un orden de 1-4 picogramos/kg de peso corp�reo.

47. El CCFAC ha iniciado tambi�n sus trabajos sobre el Anteproyecto de C�digo de Pr�cticas sobre Medidas Aplicadas en el Origen para Reducir la Contaminaci�n de los Alimentos con Productos Qu�micos14. En la 32� reuni�n de este Comit� se decidi� presentar dicho anteproyecto al Comit� Ejecutivo para su adopci�n provisional. Se trata de una labor importante para reducir la contaminaci�n de los piensos que se producen en zonas muy afectadas por contaminantes ambientales. El CCFAC est� trabajando actualmente para establecer l�mites m�ximos de presencia de plomo y cadmio en materiales alimentarios y forrajeros.

48. Los programas encaminados a seguir de cerca y controlar los niveles de los contaminantes ambientales y otros contaminantes qu�micos en los alimentos y piensos deben estar apoyados por expertos y equipos anal�ticos apropiados. La crisis de la dioxina puso de relieve que hasta hace muy poco eran contados los laboratorios que estaban equipados para realizar experimentos sobre este grupo de contaminantes. La FAO interviene con frecuencia para proporcionar asistencia t�cnica a pa�ses a fin de mejorar su capacidad en el an�lisis de contaminantes alimenticios. Un proyecto de cooperaci�n t�cnica de la FAO que se lleva a cabo en Lituania y la Rep�blica Eslovaca comprende aspectos como los de control de los alimentos/piensos.

Contaminaci�n por micotoxinas

49. Durante su 32� reuni�n, celebrada en Beijing en marzo de 2000, el Comit� del Codex sobre Aditivos Alimentarios y Contaminantes de los Alimentos decidi� crear un solo c�digo general de pr�cticas para la prevenci�n de la contaminaci�n por micotoxinas en los cereales, con anexos espec�ficos relativos a la prevenci�n de la ocratoxina A, las fumonisinas y la zearalenona en los cereales, para su examen en su pr�xima reuni�n. Dado que un 26% aproximadamente de la producci�n mundial de cereales se emplea directamente para alimentaci�n humana (FAOSTAT), esta labor tiene consecuencias directas para el control de la contaminaci�n por micotoxinas en los piensos.

50. La capacidad y fiabilidad de los servicios anal�ticos sobre control de los alimentos son motivos importantes de consideraci�n para la aplicaci�n de los programas nacionales encaminados a asegurar la inocuidad de los piensos. La FAO, en colaboraci�n con el Organismo Internacional de Energ�a At�mica (OIEA), ha intervenido ampliamente en la mejora de la seguridad de la calidad anal�tica en los laboratorios llevando a cabo an�lisis de micotoxinas, y ha organizado varios cursillos de capacitaci�n sobre esta materia. Se proyecta otro cursillo de capacitaci�n de este tipo para los pa�ses de Europa oriental, que tendr�a lugar en octubre de 2000. Los programas de capacitaci�n ayudan a preparar laboratorios para obtener el reconocimiento oficial.

Encefalopat�as espongiformes transmisibles

51. En el sector de las EET prosiguen las investigaciones ante las consecuencias tan importantes que tienen para la inocuidad de los alimentos de origen animal. En diciembre de 1999, la OMC, en colaboraci�n con la Oficina Internacional de Epizootias (OIE), celebr� una consulta sobre la salud p�blica y las encefalopat�as espongiformes transmisibles de los animales: epidemiolog�a, riesgo y necesidades de investigaci�n. Las recomendaciones de dicha consulta inclu�an la necesidad de seguir dando prioridad a la vigilancia de la enfermedad Creutzfeldt-Jacob (ECJ) y a la evaluaci�n del potencial zoon�tico de las EET de los animales; y que se continuara haciendo hincapi� en los programas para el control y erradicaci�n en su caso de las EET en el ganado, incluido el desarrollo de unos mejores m�todos de ensayos diagn�sticos.

Organismos modificados gen�ticamente

52. En relaci�n con la utilizaci�n de OMG en piensos, las principales preocupaciones son las que se refieren a la posibilidad de ADN de genes insertados o modificados o sus productos que provocan efectos malsanos en la salud de los animales, y la posibilidad de que se trasladen a alimentos de origen animal (leche, huevos y carne) fragmentos o prote�nas de ADN o que se acumulen en los mismos, lo que dar�a lugar a efectos da�inos en la salud de los humanos que consuman esos alimentos. Las investigaciones llevadas a cabo hasta ahora no han demostrado que los OMG planteen riesgo alguno, aunque es menester seguir trabajando.

53. Una de las varias cuestiones importantes con las que se enfrenta el Grupo de Acci�n del Codex sobre Buena Alimentaci�n Animal es el que se refiere a la utilizaci�n de OMG en los piensos. La labor del Grupo de Acci�n sobre Inocuidad de Alimentos y Piensos Nuevos que ha sido creado por la Organizaci�n de Cooperaci�n y Desarrollo Econ�micos (OCDE) tambi�n es muy interesante para esta cuesti�n. Se trata de un asunto complejo y har� falta seguir investigando para resolver algunas cuestiones de inocuidad de los alimentos/piensos. Lo que es fundamental a corto plazo es, eso s�, alcanzar un consenso en la comunidad internacional en relaci�n con el criterio de evaluaci�n y reglamentaci�n de los OMG en los alimentos y los piensos. Se trata de un proceso que ya est� en plena marcha.

54. Hay acuerdo general en que la noci�n de equivalencia sustancial elaborada por la OCDE es el criterio m�s pr�ctico para abordar la evaluaci�n de la inocuidad de los componentes de alimentos o piensos producidos por la biotecnolog�a moderna. La propia evaluaci�n de la inocuidad debe seguir los principios de an�lisis de riesgo elaborados por las pertinentes organizaciones internacionales, con un criterio precautorio en casos en que no haya suficientes conocimientos o entendimiento para servir de apoyo a una evaluaci�n exhaustiva de los riesgos. De esta cuesti�n se est� ocupando el Grupo de Acci�n Intergubernamental Especial del Codex sobre Alimentos Obtenidos por Medios Biotecnol�gicos15, que celebr� su primera reuni�n en Jap�n del 14 al 17 de marzo de 2000. En Ginebra se celebr� en los meses de mayo/junio de 2000 una Consulta Mixta de Expertos FAO/OMS sobre alimentos obtenidos por medios biotecnol�gicos para seguir elaborando el concepto de equivalencia sustancial y analizar otros temas pertinentes.

55. Tambi�n existe acuerdo sobre el derecho que asiste al consumidor a ser informado sobre c�mo se producen sus alimentos. El Protocolo de Cartagena exige que los OMG que se comercian internacionalmente se identifiquen como tales. Adem�s, la cuesti�n del etiquetado de los alimentos producidos por medios biotecnol�gicos est� siendo actualmente objeto de an�lisis en el Comit� del Codex sobre etiquetado de los alimentos.

B. C�DIGO DE PR�CTICAS PARA UNA BUENA PRODUCCI�N, MANIPULACI�N Y ALMACENAMIENTO DE LOS PIENSOS

56. La Consulta de Expertos de la FAO sobre Alimentaci�n Animal e Inocuidad Alimentaria, que tuvo lugar en 1997, se�al� que la seguridad de la calidad (SC) comienza con el concepto de lo que ha de ser el producto forrajero, en cuanto a las especies que con �l se alimentan y los resultados que se pretenden. Las especificaciones de ingredientes son importantes para la seguridad de la calidad a la hora de definir la calidad de los piensos que ha de aceptar el elaborador cuando se reciben las materias primas para su transformaci�n. La f�rmula del pienso acabado, con los medicamentos que se agreguen, deben cumplir las exigencias reglamentarias del gobierno y satisfacer tambi�n los objetivos de producci�n pecuaria del cliente. Otros factores de SC comprenden la fabricaci�n y distribuci�n de los piensos. Entre los elementos fundamentales para una seguridad eficaz de la calidad en la f�brica de piensos deben figurar un muestreo adecuado, ensayos de laboratorio y microscop�a, control de la calidad en f�brica, control de la transferencia de medicamentos, salubridad de la f�brica y manejo integrado de plagas, limpieza de la f�brica, zona de recepci�n y almacenamiento. Los procedimientos de seguridad de la calidad deben estar perfectamente documentados y habr�n de llevarse registros.

57. Una clara orientaci�n marcada por los gobiernos a la industria sobre las caracter�sticas exigidas en los programas de seguridad de la calidad de piensos constituye un importante criterio preventivo de su inocuidad. Esas orientaci�n puede darse a trav�s de c�digos de pr�cticas para los sectores de piensos y ganadero que abarquen todas las fases de la producci�n de piensos, su manipulaci�n y almacenamiento hasta su empleo final. Dicho c�digo podr�a abarcar cuestiones como: producci�n de material para piensos; origen del mismo; empleo de aditivos y sustancias medicinales veterinarias; estructuras, equipo y materiales empleados en la fabricaci�n de piensos, su envasado, manipulaci�n o almacenamiento; flujos de productos y de personal en las instalaciones; operaciones industriales; requisitos de etiquetado; transporte y almacenamiento de productos acabados; mecanismos para seguir el paradero de los productos; y una contabilidad apropiada.

58. Con la aplicaci�n del sistema de an�lisis de peligros y de puntos cr�ticos de control (HACCP) se asegura que se analizan y eval�an a fondo todos los riesgos potenciales de inocuidad, que se establecen l�mites cr�ticos para todos los puntos a lo largo de la cadena que ha de ser controlada para evitar que se den riesgos, que se establezcan sistemas eficaces para el seguimiento de los puntos cr�ticos de control, y que se establezcan planes para una acci�n correctiva en el caso de que surjan problemas dentro de la cadena de producci�n. Los elaboradores y manipuladores de piensos han de asegurar, adem�s, que se lleva la documentaci�n apropiada para demostrar su adhesi�n a los principios de HACCP.

59. La labor que actualmente se lleva a cabo a nivel internacional a fin de elaborar un c�digo de pr�cticas para una buena alimentaci�n animal servir� para procurar un criterio uniforme que asegure la calidad de los alimentos.

C. PROGRAMAS NACIONALES PARA PREVENIR LOS RIESGOS TRANSMITIDOS POR LOS ALIMENTOS EN RELACI�N CON LOS PIENSOS

60. Un componente b�sico de los controles nacionales que se requieren para garantizar la calidad e inocuidad de los piensos y alimentos consiste en leyes y reglamentos. En las leyes se definen las responsabilidades y se designan las facultades con respecto al amplio espectro de actividades pertinentes, se establecen los procedimientos b�sicos que han de seguirse para aplicar la legislaci�n, y se prev�n normas, directrices y dem�s recomendaciones para su acatamiento por la industria en la producci�n de piensos.

61. La legislaci�n y los reglamentos relativos a la producci�n, fabricaci�n, manipulaci�n, almacenamiento y utilizaci�n de piensos deben constituir partes coherentes y complementarias de la legislaci�n alimentaria nacional. El desarrollo y la aplicaci�n del derecho alimentario es un proceso pol�tico, de naturaleza din�mica y evolutiva, que refleja a menudo las inquietudes pol�ticas y p�blicas variables. A menos que los gobiernos emprendan un examen peri�dico de la legislaci�n alimentaria/forrajera para asegurar su coherencia, se puede convertir en una labor de retazos consistente en adiciones y revisiones que dan lugar a unas jurisdicciones superpuestas, redundantes y conflictivas para los organismos gubernamentales y a lagunas que pudieran dar lugar a problemas de salud p�blica. Los problemas recientes de inocuidad de los alimentos en los que intervienen unos piensos nocivos han demostrado ciertas deficiencias y lagunas en la legislaci�n actualmente vigente en muchos pa�ses.

62. Algunos pa�ses tal vez quieran actualizar sus pol�ticas en consonancia con las cuestiones de inocuidad de los alimentos y piensos de hoy d�a. Por ejemplo, ante las actuales necesidades de la biotecnolog�a moderna, puede resultar necesario el establecimiento de reglamentos y procedimientos para la evaluaci�n, autorizaci�n y etiquetado de alimentos obtenidos por medios biotecnol�gicos. Las medidas establecidas no deben ser m�s restrictivas que lo que sea necesario para cumplir los objetivos de calidad e inocuidad de alimentos/piensos.

63. En el Acuerdo sobre Medidas SFS de la OMC se pide a los miembros que armonicen a nivel internacional las medidas sobre inocuidad de los alimentos. Las recientes crisis en esta materia relacionadas con la contaminaci�n de los piensos han hecho que sea mayor la concienciaci�n internacional de la disparidad existente entre l�mites jur�dicos nacionales para los niveles m�ximos de contaminantes que pudieran estar asociados con los piensos. Surgen as� preguntas sobre el nivel apropiado de protecci�n del consumidor, lo que constituye tambi�n una barrera al comercio. La labor que desarrollan actualmente las organizaciones internacionales del caso para determinar directrices apropiadas sobre los niveles de contaminantes es necesaria para favorecer una eventual armonizaci�n de los reglamentos sin por ello comprometer la seguridad p�blica.

64. El hacer cumplir las leyes y reglamentos depende de una administraci�n eficaz de los programas de control de piensos, de la existencia de un servicio de inspecci�n cuyo personal est� bien capacitado en producci�n y fabricaci�n de piensos y cuestiones de seguridad afines, unos servicios anal�ticos debidamente dotados de capacidad suficiente y los expertos t�cnicos necesarios para llevar a cabo el volumen y los tipos de an�lisis que hacen falta en apoyo de los programas de seguimiento y vigilancia as� como de los ensayos reglamentarios de rutina.

65. Existe acuerdo en toda la comunidad internacional en el sentido de que las medidas de inocuidad de los alimentos deben tener justificaci�n cient�fica. Lo cual pone de relieve la necesidad de llevar a cabo investigaciones sobre los riesgos para la inocuidad relacionados con los alimentos en productos de origen animal. El establecimiento de redes de investigaci�n podr�a constituir una estrategia �til para fomentar el compartir la informaci�n cient�fica, mejorar las probabilidades de aprovechar m�s r�pidamente los avances cient�ficos para llegar a respuestas fiables sobre cuestiones relativas a la inocuidad y calidad de los alimentos.

66. En los casos en que los problemas que puedan surgir en relaci�n con los piensos no est�n cubiertos eficazmente por los actuales sistemas de alerta r�pida para la inocuidad de los alimentos, los gobiernos habr�an de adoptar las medidas necesarias para asegurar la aplicaci�n de actuaciones inmediatas que frenen y eliminen cualquier problema de inocuidad de los piensos que encierren la posibilidad de causar riesgos a la salud p�blica. En el caso de los piensos que se comercian internacionalmente, el Codex ofrece directrices para el intercambio de informaci�n en situaciones de emergencia de control de alimentos (CAC/GL 19-1995).

67. Al tratar de afrontar las deficiencias que en control de los piensos se han puesto de manifiesto en estos �ltimos a�os, los gobiernos han de prestar gran atenci�n a las interrelaciones que se dan entre organismos diferentes y a la necesidad de establecer mecanismos de cooperaci�n y coordinaci�n que aseguren la aplicaci�n mejor posible de todos los programas al propio tiempo que primen las inquietudes de salud p�blica cuando se produzcan. La composici�n de los piensos y su inocuidad tienen importantes repercusiones en orden a la inocuidad alimentaria, pero constituyen tambi�n consideraciones cr�ticas en materia de sanidad animal y zootecnia. Conviene pues que los gobiernos establezcan mecanismos adecuados para los organismos que se ocupan de la inocuidad de los alimentos, departamentos de agricultura y servicios veterinarios a fin de que act�en conjuntamente al objeto de determinar las mejores pol�ticas y acciones por lo que respecta a los piensos. Hay que subrayar que un aspecto importante del control radica en la capacitaci�n. Unas pr�cticas incorrectas en el �mbito de la industria de los piensos van muchas veces unidas a la falta de conocimientos de los peligros del caso y sobre c�mo deben afrontarse �stos. Un aspecto importante del control de los piensos estriba en la preparaci�n de programas de capacitaci�n y extensi�n pertinentes destinados a personas que trabajan en la industria de piensos o en la alimentaci�n animal a nivel de granja.

68. La lucha contra la EEB ofrece un claro ejemplo de la necesidad de que haya una estrecha colaboraci�n entre los organismos de control de los alimentos y otros organismos interesados. Las medidas que se han establecido en Europa y en otras partes se centran en torno a la vigilancia y notificaci�n de la EEB en animales vivos, el establecimiento de condiciones de elaboraci�n para los tejidos mamarios que habr�n de emplearse en los piensos y prevenci�n de la utilizaci�n de tejidos mamarios en piensos para rumiantes. La primera de estas actividades estar�a bajo la responsabilidad de los servicios veterinarios. La complejidad de los flujos de materias primas, carne animal y compuestos que contienen harina animal pone de relieve la necesidad de que haya una estrecha cooperaci�n entre varios organismos para conseguir los objetivos de la salud p�blica.

V. CONCLUSIONES

69. Ciertas sustancias qu�micas y agentes biol�gicos incorporados a los piensos en cualquier fase de fabricaci�n hasta el momento de la alimentaci�n, pueden dar lugar, intencionalmente o no, a riesgos en alimentos de origen animal. Por consiguiente, los programas nacionales de inocuidad de los alimentos incluyen el control de los riesgos transmitidos por los alimentos que tienen su origen en los piensos.

70. Para un control eficaz de los piensos hace falta la concurrencia de muchas disciplinas. Es necesaria la colaboraci�n entre todas las partes que intervienen en la producci�n forrajera y animal, especialmente aquellas que est�n en condiciones de proporcionar informaci�n veterinaria, cl�nica y epidemiol�gica, establecer la conexi�n entre cualquier riesgo identificado o potencial y su nivel. Se trata de una informaci�n indispensable para el desarrollo y mantenimiento de unas buenas opciones de manejo de riesgos y de pr�cticas alimentarias inocuas.

71. Las disciplinas que se aplican al comercio internacional tanto en materia de alimentos como de piensos, as� como de sus ingredientes, fueron acordadas durante la Ronda Uruguay de Negociaciones Comerciales Multilaterales y figuran en el Acuerdo sobre Medidas SFS. La comunidad internacional ha llevado a cabo una gran labor en apoyo de un enfoque uniforme para asegurar la inocuidad forrajera que concuerda con los principios de las Medidas SFS.

VI. RECOMENDACIONES

72. Sobre la base de los resultados y conclusiones arriba expuestos, los pa�ses miembros deben estudiar la posibilidad de adoptar las medidas siguientes:

73. Las organizaciones internacionales deben seguir elaborando informaci�n relativa a la inocuidad de los piensos y ponerla a disposici�n de sus Estados Miembros, apoyando as� los programas nacionales de control de piensos.

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REFERENCIAS

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