FO:LACFC/2000/9 |
COMISION FORESTAL PARA AMERICA LATINA Y EL CARIBE |
Tema 7 (b) del Programa Provisional |
VIGESIMO PRIMERA REUNION |
Santa Fe de Bogotá, Colombia, 4-8 septiembre 2000 |
EL AÑO INTERNACIONAL DE LAS MONTAÑAS - 2002 |
Nota de la Secretaría |
DECISION RESPETAR EL AÑO INTERNACIONAL DE LAS MONTA&NAS
ACTIVIDADES ORGANIZACIONALES PARA LA IMPLEMENTACION DEL CAPITULO 13
PASOS PARA EL CUMPLIMIENTO DEL AÑO INTERNACIONAL DE LAS MONTAÑAS
CONSIDERACIONES ESPECIALES PARA LA REGION DE AMERICA LATINA Y EL CARIBE
1. El Capítulo 13 es la sección de la Agenda 21 de la CNUMAD que aborda el desarrollo sostenible de las zonas de montaña. Estas son consideradas ecosistemas frágiles y se necesita realizar un esfuerzo especial para lograr un mejor conocimiento de los recursos que contienen y de la acción sostenida para el desarrollo y conservación del recurso montañoso y las comunidades asociadas. Los principales objetivos del Capítulo 13 apuntan hacia i) una mayor conciencia acerca de la importancia, al igual que un mejor entendimiento, de los asuntos relacionados con el desarrollo sostenible de las zonas de montaña a nivel nacional, regional y global; ii) la protección de los recursos naturales y el desarrollo de disposiciones institucionales y técnicas para la reducción de los desastres naturales; iii) el fortalecimiento de una red de información y base de datos a nivel global para las organizaciones, los gobiernos y los individuos involucrados en los asuntos de las zonas de montaña; iv) el fortalecimiento de la capacidad del país para mejorar la planificación, implementación y monitoreo de programas y actividades de desarrollo sostenible de las zonas de montaña; y v) la lucha contra la pobreza.
2. En 1993 la FAO fue designada Administradora de las Tareas relacionadas con la implementación del Capítulo 13. En ese contexto es responsable de coordinar, dirigir y estimular los esfuerzos de las agencias de las NU hacia la implementación de las medidas y recomendaciones prescritas en este Capítulo. Desde entonces, a llevado a cabo esta responsabilidad a través de una serie de mecanismos, tanto internos como externos, los cuales se describen a continuación.
3. En 1998, la Asamblea General de las UN dio un paso adicional trascendental al declarar al año 2002 como el Año Internacional de las Montañas, reconociendo así la importancia del desarrollo sostenible de las zonas de montaña, e invitó a la FAO para que fuera la agencia líder dentro del sistema de las UN, responsable por la preparación de la observancia de este año.
4. La idea de proponer el desarrollo sostenible de las zonas de montañas como un tema para un año internacional fue primeramente propuesta por el presidente de la República Kirguísa en la conferencia internacional "Investigación de la Montaña - Desafíos para el Siglo 21", llevada a cabo en Bishkek en 1996. Luego se oficializó su presentación ante la Secretaría General de las UN, y después de recibir un gran apoyo en ECOSOC, en 1998 la Asamblea General de las NU aprobó sin votación la resolución que proclamaba un Año Internacional de las Montañas (AIM) a celebrarse en el 2002. La FAO fue invitada a actuar como el Organismo Líder para el año, un rol que fue aprobado por el Consejo de la FAO en noviembre de 1998.
5. Bajo esta meta global de asegurar el desarrollo sostenible de las regiones montañosas y el bienestar de la población, el Año Internacional de las Montañas deberá servir, entre otras cosas:
6. Estos objetivos deberán lograrse a través de diversos mecanismos, incluyendo: la generación y el intercambio de información; una creciente conciencia y sensibilización; educación, capacitación y extensión; documentación de mejores prácticas basadas en estudios de casos en terreno exitosos; y la promoción de la formulación y legislación de políticas específicas para las zonas de montaña. Se deberán hacer esfuerzos tanto a nivel nacional como internacional y el AIM será considerado un éxito sólo si existe un seguimiento significativo a distintos niveles.
7. La implementación del Capítulo 13, el informe y preparativos relacionados de la observancia del AIM constituyen un órgano compacto de las actividades en el programa de la FAO. Se han efectuado una serie de disposiciones organizacionales las cuales se mencionan posteriormente.
8. Durante 1999, la FAO celebró la quinta y sexta reuniones del Grupo Institucional ad hoc de las Montañas, poniendo en funcionamiento nuevamente el mecanismo de cooperación para la implementación del Capítulo 13. Este grupo, que ha proporcionado apoyo y orientación a la administradora de las tareas en torno a la implementación del Capítulo 13, seguirá desarrollando estas actividades de preparación y observancia del AIM. Estas reuniones concitaron la integración de las agencias y organismos internacionales involucrados en el desarrollo y conservación de las zonas de montaña y sentaron las bases para la realización de un trabajo de coordinación de acciones futuras y preparación de la observancia del AIM.
9. A través del tiempo, las redes individuales y de organizaciones gubernamentales y no gubernamentales se han convertido en una herramienta esencial para la implementación del Capítulo 13. En 1995 se estableció la red del Foro de la Montaña a nivel global, y desde entonces se han creado nodos descentralizados en todas las regiones. El nodo para América Latina se encuentra en el Centro Internacional de la Papa en Perú.
10. La implementación del Capítulo 13 ha contribuido además a promover la integración y la cohesión interdepartamental con la FAO en el desarrollo de las actividades relacionadas con la conservación y desarrollo de recursos de las zonas de montaña. Para promover aún más esta cooperación e integración interdepartamental, se ha reactivado un grupo de trabajo interdepartamental sobre zonas de montaña. Este grupo comenzó a reunir información sobre actividades relevantes y a contribuir en la preparación del AIM en la fase conceptual y contribuirá activamente en la fase operacional cuando llegue el momento.
11. Se espera contar con la participación de las oficinas regionales y subregionales de la FAO para que ayuden a expandir el alcance de estas actividades. Se deberá designar puntos focales para animar las iniciativas regionales entre los distintos sectores para preparar e implementar el AIM. Los países representantes de la FAO recibirán información acerca de los temas relacionados con el desarrollo y conservación de los recursos de las zonas de montaña y acerca de los enfoques para la adecuada observancia del AIM.
12. La preparación del Programa de Trabajo y Presupuesto 2000-2001, ha proporcionado una nueva oportunidad para el fortalecimiento del programa de ordenación de cuencas hidrográficas y administración de zonas de montaña. El nuevo programa incluye grupos que promoverán actividades sustantivas relacionadas con el incremento de la conciencia y el flujo de información, el facilitamiento y mejoramiento de la creación de redes y asociaciones, y el aumento de la capacidad a nivel nacional para planificar e implementar programas y actividades para el desarrollo sostenible de las zonas de montaña y ordenación de cuencas hidrográficas.
13. Esto se desarrollará en estrecha colaboración con las oficinas regionales y subregionales, incluyendo recursos compartidos, el apoyo de actividades compartidas en asociación, etc. Esto irá evidentemente acompañado de la identificación de los principales socios y colaboradores externos en actividades relacionadas con la zonas de montaña y la promoción de un proceso para compartir responsabilidades incluyendo las ONGs.
14. Se han desarrollado una serie de iniciativas para comenzar con la preparación del AIM, incluyendo la diseminación de información, la consecución del apoyo y dirección de los países y la conceptualización del programa del AIM y la consolidación del financiamiento.
15. En una gestión para informar cabalmente y conseguir el apoyo de aquellos gobiernos especialmente interesados en los asuntos relacionados con las zonas de montaña, la FAO sostuvo una reunión informativa y conversaciones acerca de la agenda de la montaña y del AIM con los Representantes Permanentes de la FAO, el 9 de julio de 1999, en la ciudad de Roma. El resultado de las conversaciones puso el acento en la necesidad de asegurar que la implementación del AIM proporcione un beneficio directo a las personas y no solamente se limite a celebraciones externas y eventos afines. También se puso énfasis en el papel especial de las ONGs, y la importancia de la problemática de género y el desarrollo de información y de material educacional. El llamado se reafirmó para los países interesados en el sentido que apoyaran el proceso y proporcionaran los recursos suplementarios necesarios para una preparación y cumplimiento exitoso.
16. En junio de 2000, se pondrán a disposición más elementos de apoyo y guía para una participación nacional, incluyendo: i) material de información; ii) una unidad de coordinación del AIM en la FAO; iii) un logo del AIM; y iv) un sitio web AIM dedicado.
17. Para informar en forma cabal acerca del proceso preparatorio y entregar un marco claro respecto a la observancia del AIM, se realizó un documento y una evaluación de las necesidades y las formulación de un fondo fiduciario de donantes múltiples. Esto también se hizo en respuesta a la solicitud del la 115ª reunión del Consejo de la FAO el cual recomendó a los países, en especial a los países donantes, brindar apoyo y recursos extra presupuestarios a la FAO.
18. El documento de exposición de conceptos del AIM se formuló en base a una revisión y aportes del Grupo Institucional ad hoc de las Montañas. Su objetivo es proporcionar pautas generales y un marco para las preparaciones del AIM, a todas las instituciones e individuos involucrados en los asuntos relacionados con las zonas de montaña.
19. Se preparará una síntesis del documento de exposición de conceptos y se incorporará a los paquetes de información que apoyarán la preparación y observancia del AIM por parte de los países.
20. La 115ª reunión del Consejo recomendó que la FAO indagara sobre las necesidades de financiamiento y que entregara esta información en una de las sesiones futuras. Las conversaciones e intercambios de puntos de vista sobre la materia en cuestión, en especial el asesoramiento recogido de las consultas organizadas internamente y con socios del Foro de la Montaña y del Grupo Institucional ad hoc de las Montañas, sugieren una observancia con las siguientes características:
21. Los medios que se necesitan para la observancia del AIM están destinados a apoyar los principales grupos a continuación:
22. Los recursos necesarios para cubrir todas estas actividades y medidas se han estimado en US$ 5 millones aproximadamente, cifra que debe movilizarse a través de recursos extra presupuestarios. La estrategia para aumentar el financiamiento incluirá fuentes bilaterales y multilaterales, al igual que las contribuciones provenientes de fuentes no tradicionales tales como las fundaciones y corporaciones privadas. Sin embargo, las contribuciones inmediatas esenciales para la partida efectiva de las actividades centrales, especialmente las relacionadas con la promoción y coordinación del AIM, dependerán principalmente de los recursos bilaterales.
23. Las áreas montañosas de América Latina y el Caribe ocupan una proporción substancial de la Región e incluyen segmentos significativos de la población, incluyendo los grupos indígenas y culturales cuya estabilidad depende de la administración racional de los recursos naturales. La preservación de estas áreas tiene un impacto en la calidad del medio ambiente local, nacional y global y, en muchos casos, en las condiciones socioeconómicas de los habitantes de las áreas medias y bajas de las cuencas hidrográficas. La forma en que se utilizan estas áreas es, por lo tanto, materia prioritaria para los países de la Región. Las áreas montañosas también incluyen algunos de los ecosistemas más frágiles de la Región, lo que requiere de un tratamiento especial y de una coordinación operacional y vinculación con las autoridades nacionales pertinentes, la sociedad civil y las comunidades locales.
24. La producción potencial de las zonas de montaña es considerable, en términos de energía, producción forestal, represas y control de agua, y recursos genéticos, y también en términos de la producción agrícola sostenible utilizando las tecnologías adecuadas. Algunas áreas montañosas también tienen un alto potencial turístico y recreacional y, por lo tanto, un gran potencial natural que necesita desarrollarse de manera sostenible, de acuerdo a una planificación de la utilización de los terrenos, tecnología apropiadas y un marco social participativo. Casualmente, el año 2002 también ha sido declarado el Año Internacional del Ecoturismo.
25. Las zonas de montaña de América Latina poseen una mega diversidad debido a la abundancia en ecosistemas y su amplia gama de géneros y especies de mamíferos, aves, anfibios, peces y flora. Existe también un alto grado de endemismo en los ecosistemas de climas templados y tropicales y desérticos. Esta rica biodiversidad y alto endemismo le dan estabilidad a los ecosistemas de las zonas de montaña y contribuyen a su belleza escénica. Sus funciones son esencialmente el mantener el equilibrio ecológico, la seguridad del agua y la capacidad de producción de las áreas de represas medias y bajas.
26. El estado actual de degradación de los bosques y otros recursos naturales en grandes extensiones de las áreas montañosas de la Región se debe principalmente a la falta de una administración integrada, lo que está afectando a la sostenibilidad del ecosistema forestal, la contaminación de las aguas, la erosión de la tierra productiva y la exacerbación de la inestabilidad de áreas frágiles vulnerables a los eventos climáticos extremos. Existen pocos ejemplos de administración con una planificación e implementación integradas, aunque proyectos exitosos recientes han alentado la participación de organismos públicos y privados y están generando nuevas expectativas de participación entre las distintas organizaciones gubernamentales y no-gubernamentales y el sector privado.
27. La creciente explotación de las áreas montañosas, principalmente para fines extractivos, ha causado un serio impacto, por ejemplo, en las masas de agua dulce, suelos y bosques, afectando los regímenes de agua y la calidad, cantidad y disponibilidad de agua.
28. La biodiversidad forestal ha sido severamente degradada, siendo los bosques naturales materia de gran preocupación dentro de todos los ecosistemas montañosos frágiles. El bosque nativo de las zonas de montaña ha sido crecientemente degradado en los últimos años con una pérdida no sólo de las formaciones forestales sino también de su rica biodiversidad. La prioridades del desarrollo urbano e industrial, con todas sus implicaciones, y la extracción de petróleo, minerales, oro y madera y la actividad agroindustrial de las últimas décadas, han causado la mayor parte del daño a las áreas montañosas.
29. Los bosques y represas a gran altura son los que están más expuestos a eventos extremos (inundaciones, sequías, deslizamientos de tierra). La presión acumulada de la intervención humana a socavado la estabilidad de laderas geomorfológicamente activas lo cual, a su vez, afecta las áreas más bajas que sufren las consecuencias de los cambios en las mesetas. Varios países de la Región se han visto afectados por inundaciones y deslizamientos de tierra recientemente. Esta áreas en peligro pueden ser demarcadas y puestas bajo vigilancia ambiental, con la aplicación de medidas y tratamientos preventivos.
30. La expansión de la frontera agrícola en las zonas de montaña es un indicativo de la falta de una planificación del aprovechamiento de los terrenos en forma ecológica, en donde la tierra se utiliza de acuerdo a su capacidad y la presión de la población sobre suelos frágiles es regulada, con la promoción de formas sostenibles de uso y administración.
31. Un alto porcentaje de las zonas de montaña en la Región gozan de una designación formal como Areas Protegidas, aunque ciertos ecosistemas importantes no están representados, y el crecimiento poblacional, la expansión de especies de plantas y animales exógenos, el turismo y la deforestación ilícita dentro de las áreas protegidas y sus áreas de influencia aumentan el riesgo de destrucción. Existe una preocupación considerable de una intervención espontánea y descontrolada en muchas áreas silvestres protegidas, debido a la utilización desproporcionada y contaminación proveniente de la actividad económica dentro del área o en el área de influencia.
32. Existe un reconocimiento general de la falta de políticas de administración sostenibles e integradas, estrategias y planes en las zonas de montaña, especialmente en los ecosistemas frágiles. En donde sí existen estas políticas, ellas necesitan ser implementadas y sus resultados evaluados para asimilar en forma efectiva una gran proporción de las causas de la degradación presente y pasada de los recursos naturales, y validar los logros.
33. Se necesita dar prioridad a la protección de los recursos naturales de las cuencas hidrográficas que se encuentran en estado crítico de conservación y administrarlos de una forma integrada, para que tengan un impacto considerable en la estabilidad del medio ambiente, las actividades humanas y en las áreas de tierras bajas vulnerables.
34. Se requiere establecer programas de desarrollo rural integrado sostenible para contrarrestar la creciente degradación de los recursos productivos naturales, el agua, el suelo, la vegetación y la fauna. Para revertir la producción decreciente en los cultivos y el sector forestal, se deben alcanzar acuerdos con las comunidades locales respecto a la utilización de los terrenos, reduciendo de este modo los conflictos en torno a su uso. Tal como lo acordó la Comisión de Desarrollo Sostenible de las UN, las actividades relacionadas con el medio ambiente y los bosques necesitan organizarse dentro del marco de referencia de los programas forestales nacionales de los países individuales.
35. La propuesta del trabajo actual para las zonas de montaña está basado en la administración integrada de los recursos naturales de las cuencas hidrográficas, permitiendo que el área física y sus fenómenos económicos, naturales y socio culturales sean tratados de una forma amplia, sistémica y participativa.
36. Como parte de su programa de administración de los recursos naturales, la Oficina Regional de la FAO ha priorizado la conservación y desarrollo de los recursos de las zonas de montaña y de la ordenación de cuencas hidrográficas y ha promovido acciones relacionadas con la creación de políticas y apoyo técnico y metodológico para la planificación, administración y desarrollo sostenible de las zonas de montaña. La Red de Cooperación Técnica Latinoamericana para la Ordenación de Cuencas Hidrográficas a centrados sus acciones, con el apoyo de la FAO, en la administración de microcuencas en las zonas de montaña.
37. Los objetivos son:
38. La administración de las áreas montañosas ha sido tradicionalmente una importante área de preocupación para el sector forestal en la Región. Un tema importante para la Comisión Forestal Para América Latina y el Caribe, es el rol que puede jugar el sector forestal al proporcionar liderazgo en la planificación, coordinación y facilitación de programas y actividades encaminadas a la observancia del AIM en los distintos países.