Una necesidad vital, un evento social, un acto de amor, una forma de expresarnos: los alimentos son todas estas cosas, así como una importante fuente de empleo y motor de toda economía.
Pero la cadena alimentaria —la producción, la elaboración, el envasado, el transporte, la distribución, la comercialización, la compra, la preparación, el consumo y, en última instancia, la eliminación de lo que consumimos— es una secuencia frágil en la que cada punto plantea múltiples riesgos.
Estas páginas abordan la labor que la FAO y sus asociados realizan para garantizar que los alimentos sean inocuos.
Nuestra intención es desarrollar, aplicar y comunicar los últimos conocimientos científicos, apoyar la buena gobernanza, facilitar la prevención de emergencias y la respuesta en materia de inocuidad alimentaria y seguir de cerca tanto las futuras oportunidades como los riesgos que las acompañan.
Los alimentos son la esencia de la vida. Y la inocuidad de los alimentos es responsabilidad de todos.