FO: NAFC/2000/4 |
COMISIÓN FORESTAL PARA AMÉRICA DEL NORTE |
Tema 2 c) del programa provisional |
20ª REUNIÓN |
St. Andrews, New Brunswick,
Canadá,
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SITUACIÓN FORESTAL EN LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA |
Nota informativa |
TRAYECTORIA HISTÓRICA Y TENDENCIAS ACTUALES
LA SITUACIÓN DE LA DEMANDA Y LA OFERTA DE MADERA
LA POLÍTICA FORESTAL Y EL MARCO INSTITUCIONAL
CUESTIONES DE INTERÉS EN LA SITUACIÓN FORESTAL ACTUAL
EL MARCO INSTITUCIONAL INTERNACIONAL
INICIATIVAS EN MATERIA DE POLÍTICA
Los Estados Unidos, con el 8 por ciento de los bosques del mundo (300 millones de hectáreas) poseen el cuarto patrimonio forestal más extenso del mundo, sólo superado por los de la Federación de Rusia, el Brasil y el Canadá.
Alrededor del 33 por ciento de la superficie del país (302 millones de hectáreas) está formada por tierras boscosas. Los tipos de bosque van desde los matorrales poco densos de las regiones áridas del interior en la parte occidental del país a los bosques muy productivos de la costa del Pacífico y del Sur, y desde los bosques puros de frondosas a las mezclas de múltiples especies y los bosques de coníferas.
Alrededor de dos tercios (204 millones de hectáreas) de los bosques de la nación son bosques productivos en los que se permite la explotación maderera al no estar clasificados legalmente como zonas reservadas. Cerca del 7 por ciento (21 millones de hectáreas) de las tierras forestales están reservadas para usos no madereros y son gestionados por organismos públicos como parques, zonas silvestres o espacios similares. El 26 por ciento de los bosques estadounidenses (77 millones de hectáreas) no están destinados a la explotación de madera industrial, pero tienen una gran importancia para usos diversos como la protección de las cuencas de captación, como hábitat de especies silvestres y para el pastoreo del ganado.
La mayor parte de las tierras forestales del país son de propiedad privada. Los bosques privados comprenden el 63 por ciento del total y el 71 por ciento de los terrenos forestales productivos disponibles para el aprovechamiento de productos forestales comerciales. Las tierras de propiedad privada proporcionan el 89 por ciento de la madera extraída en los Estados Unidos. La industria forestal cuenta con alrededor del 13 por ciento de las tierras forestales productivas no reservadas y aportan el 30 por ciento de la madera extraída, mientras que los propietarios no industriales (en su mayor parte pequeños propietarios) poseen el 58 por ciento de ese tipo de tierras forestales y aportan el 59 por ciento de la madera extraída.
Los bosques privados se concentran en el Este y los bosques federales en el Oeste. Estos últimos comprenden el 27 por ciento de todos los bosques y el 21 por ciento de los bosques productivos no reservados. Cerca del 6 por ciento de la producción de madera de los Estados Unidos procede de bosques federales.
La administración de las tierras federales está encomendada principalmente a cinco organismos, el Servicio Forestal, la Oficina de Ordenación de Tierras, el Servicio de Parques Nacionales, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre y los departamentos de Defensa y Energía.
Aproximadamente el 9 por ciento de las tierras forestales estadounidenses está administrado por los estados y por los órganos de la administración local. Estas tierras producen en torno al 6 por ciento de la madera extraída.
A lo largo del siglo XIX, muchos bosques de los Estados Unidos, particularmente los de la parte oriental del país, resultaron gravemente quebrantados como consecuencia de la tala para la actividad agrícola, la explotación maderera y los grandes incendios forestales. El marco normativo para la conservación de los bosques que se estableció con posterioridad a 1900 para afrontar estos problemas comprendía iniciativas encaminadas a: 1) fomentar la protección de los bosques y praderas, tanto si eran de propiedad privada como pública, frente a los incendios; 2) adquirir conocimientos científicos sobre la ordenación de los bosques y la vida silvestre y sobre el aprovechamiento más eficiente de los productos madereros; 3) reservar las tierras de propiedad pública restantes para su utilización, ordenación y protección permanentes, p.ej., los bosques nacionales, los parques nacionales, los refugios nacionales de vida silvestre, etc.; y 4) conseguir mejoras en la gestión y productividad de las tierras de cultivo y bosques privados mediante la investigación y la prestación de asistencia técnica y financiera a los propietarios.
Para poner en práctica esta estrategia de conservación se adoptaron diversos mecanismos como la realización de actividades de investigación y extensión privadas y públicas, el establecimiento de centros universitarios profesionales para la actividad forestal y los recursos naturales y la constitución de asociaciones públicas y privadas, como la colaboración para la protección frente a los incendios con participación de entidades federales, estatales y privadas, entre otros.
La situación actual podría describirse brevemente del modo siguiente:
Los Estados Unidos son el mayor consumidor de productos forestales, ocupan el segundo lugar, después del Canadá, entre los países productores y representan el 15 por ciento del comercio mundial. El sector de los productos forestales, aunque pequeño en comparación con el resto de la economía estadounidense, tiene importancia a escala mundial, como lo pone de manifiesto el hecho de que las exportaciones e importaciones de productos madereros alcanza la cifra de 150 000 millones de dólares anuales.
Los bosques de los Estados Unidos son muy productivos y satisfacen casi totalmente las necesidades del país. En 1997, los Estados Unidos produjeron 512,5 millones de metros cúbicos de productos forestales (incluido el combustible de madera) y consumieron 563,3 millones de metros cúbicos.
Entre 1990 y 1997, la extracción de madera procedente de terrenos federales, que anteriormente suministraban alrededor del 25 por ciento de la madera de coníferas, descendió de 66 a 24 millones de metros cúbicos anuales. Ello ha hecho necesario aumentar la extracción en los bosques privados y en los bosques canadienses. Entre 1990 y 1997, las importaciones de madera de coníferas procedente del Canadá aumentaron de 42 a 63 millones de metros cúbicos y supusieron el 36 por ciento del consumo de este tipo de madera (frente al 27 por ciento anteriormente). Las importaciones de tableros de madera del Canadá aumentaron en la misma medida que las importaciones de madera. En gran parte, el incremento de la importación de madera se ha satisfecho mediante la explotación de los bosques boreales vírgenes nativos de la parte oriental del Canadá. Sólo en Quebec, la exportación de madera a los Estados Unidos se ha triplicado desde 1990.
El consumo de los principales productos se desglosa de la siguiente forma: madera - 263 millones de metros cúbicos (el 47 por ciento); productos de madera para pasta - 178 millones de metros cúbicos (el 32 por ciento); tableros contrachapados y chapados - 35 millones de metros cúbicos (el 6 por ciento); otros productos - 14 millones de metros cúbicos (el 2 por ciento), y combustible de madera - 72 millones de metros cúbicos (el 13 por ciento).
El consumo de productos de madera ha aumentado el 50 por ciento desde 1965, de 374 a 563 millones de metros cúbicos anuales.
En los Estados Unidos, el sistema de formulación de la política forestal está fuertemente descentralizado, lo que refleja el carácter mixto de la propiedad de los bosques.
El gobierno federal tiene la responsabilidad directa sobre la política y la gestión del patrimonio forestal federal y, además, cuenta con una de las principales organizaciones de investigación forestal del mundo que, entre otras tareas, lleva a cabo evaluaciones e inventarios periódicos de las condiciones y tendencias de todas las tierras forestales de los Estados Unidos, tanto de propiedad pública como privada. Además, aporta fondos a los estados para contribuir a la prestación de asistencia técnica y financiera a los propietarios forestales privados para mejorar la ordenación del vasto patrimonio forestal privado. Asimismo, el gobierno federal evalúa los problemas derivados de los insectos y enfermedades, así como de los incendios forestales, y aportan fondos para contribuir a resolverlos en todos los tipos de bosques.
Cada uno de los 50 estados es responsable individualmente de orientar y reglamentar la gestión del 71 por ciento de bosques productivos no reservados de propiedad privada. En cada uno de ellos existe un técnico y una organización forestal estatales cuya misión es brindar asistencia técnica y financiera directa a los propietarios privados, proteger los bosques frente a los incendios, los insectos y enfermedades y aplicar las leyes estatales que rigen la utilización y gestión de esas tierras. Por otra parte, muchos estados también administran bosques públicos. A nivel local, centenares de condados y numerosas ciudades poseen y gestionan bosques, parques y zonas municipales de captación de agua.
En conjunto, los organismos federales, estatales y locales invierten 6 400 millones de dólares anuales en la gestión forestal, incluidos 3 200 millones procedentes del Servicio Forestal de los Estados Unidos, que administra 77 millones de hectáreas de bosques y pastizales nacionales y da empleo a 32 000 personas.
La reglamentación forestal descentralizada y la gran extensión de bosques privados hace que las actuaciones de los gobiernos estatal y local y de determinadas instancias no gubernamentales, como los pequeños propietarios forestales, la industria y las comunidades locales, sean los principales factores que determinan la forma en que se gestionan los bosques privados en los Estados Unidos. Los ciudadanos participan en el proceso de adopción de decisiones sobre los recursos naturales públicos en los planos local, regional y nacional.
El éxito de las políticas de conservación introducidas a comienzos del siglo para hacer frente a las preocupaciones del público ha permitido que los Estados Unidos se encuentren en una situación favorable para poner en práctica el Programa 21 de la CNUMAD. El país posee una amplia infraestructura educativa, de política y de gestión que puede sustentar una ordenación forestal basada en principios científicos. El Gobierno, las universidades y la industria participan activamente en la labor de investigación para conseguir que los bosques puedan crecer más rápidamente y mejor, para satisfacer una demanda creciente. Constantemente se están adoptando técnicas innovadoras para utilizar con mayor eficiencia los productos madereros.
En virtud de lo dispuesto en la Ley sobre los recursos renovables de bosques y pastos de 1974 (RPA), el Servicio Forestal de los Estados Unidos publica cada diez años una "evaluación de los bosques estadounidenses", con actualizaciones quinquenales. Las evaluaciones actuales de la salud y condiciones de los bosques nacionales indican que en algunos casos la situación de los recursos no es satisfactoria, a causa de problemas tales como la fragmentación del hábitat debida a la subdivisión residencial y al desarrollo urbano; la pérdida y deterioro de los hábitats que creaban en bosques y pastizales los incendios frecuentes de baja intensidad; la reducción y fragmentación de los bosques de la fase avanzada de la sucesión y de los bosques maduros a causa de la explotación maderera; la pérdida y degradación de los hábitats ribereños y de humedales; y los efectos de la contaminación atmosférica sobre los bosques en algunas zonas, por sólo señalar algunos. Suscitan especial preocupación los ecosistemas raros y singulares y las especies o proveniencias asociadas con ellos, que exigen hábitats especiales.
Las especies, animales, insectos y enfermedades exóticos constituyen una amenaza general importante. Desde hace mucho tiempo, los bosques de los Estados Unidos sufren graves daños y pérdida de especies por la acción de agentes biológicos introducidos, como la roya del pino de Weymouth , la tinta del castaño, la enfermedad holandesa del Olmo, la lagarta de los encinares y, más recientemente, el pulgón de la tsuga, la enfermedad de la corteza del haya y el longicornio asiático. También los animales exóticos introducidos constituyen una grave amenaza, dado que pueden desplazar y competir con éxito con las especies silvestres autóctonas.
Los Estados Unidos tienen también intereses importantes en el plano internacional. A través de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y otros organismos federales brindan una importante asistencia en el campo forestal a los países en desarrollo y con economías en transición. También cooperan en este ámbito mediante la contribución a las organizaciones e instituciones financieras internacionales, como el Banco Mundial, y a través de diversas iniciativas innovadoras de reducción de la deuda. Algunas de las principales empresas forestales y papeleras multinacionales son de propiedad estadounidense y numerosas organizaciones ecológicas e instituciones académicas nacionales realizan en el extranjero actividades y proyectos forestales de campo.
Los Estados Unidos tienen una participación activa en numerosos acuerdos, organizaciones, iniciativas y otros foros internacionales que trabajan y mantienen debates de política sobre cuestiones relacionadas con el sector forestal. Entre ellos destaca por su gran importancia el Foro Intergubernamental sobre los Bosques (FIB). Además, los Estados Unidos son miembros del Grupo de Trabajo del Proceso de Montreal, integrado por doce países, que se ocupa de la elaboración de criterios e indicadores para la conservación y ordenación sostenible de los bosques templados y boreales, y hospedó la 11ª reunión de dicho Grupo del Trabajo, que tuvo lugar en noviembre de 1999 en Charleston, Carolina del Norte. Asimismo, los Estados Unidos impulsaron el Programa de Acción del G-8 sobre los bosques, que lanzaron los dirigentes mundiales en la Cumbre de Denver en 1997 y que fue ratificado al año siguiente. En la cumbre del G-8 que se celebrará en Okinawa en el año 2000 se presentará un informe sobre la marcha de los trabajos del Programa de Acción.
El 13 de octubre de 1999, el Presidente Clinton anunció el proyecto de proteger 16 millones de hectáreas del Sistema Forestal Nacional frente a la construcción de carreteras y el desarrollo comercial. Las zonas concretas en las que deberá aplicarse este plan se determinarán una vez concluido el plazo de un año establecido para la formulación de observaciones por el público.
En septiembre de 1999, el Servicio Forestal de los Estados Unidos estableció una nueva reglamentación en materia de planificación que hará mayor hincapié en la ordenación sostenible de las tierras integradas en el Sistema Forestal Nacional. La reglamentación establece directrices para avanzar hacia la consecución del objetivo de la sostenibilidad y fomentar la utilización de criterios e indicadores para la ordenación forestal sostenible, recalcando la importancia de las actividades de vigilancia encaminadas a conseguir que los terrenos forestales puedan tener en el futuro las condiciones deseadas.
En 1998, el Servicio Forestal de los Estados Unidos incorporó la ordenación sostenible de los recursos en el programa sobre los bosques naturales. En junio de ese año, se comprometió a preparar una evaluación nacional global de la situación y las tendencias de los bosques estadounidenses, así como un plan de manejo basado en los criterios e indicadores de la ordenación forestal sostenible establecidos en el Proceso de Montreal. Durante el mes de julio, el Jefe del Servicio puso en marcha la mesa redonda sobre los bosques sostenibles, reuniendo a representantes de organismos públicos de ámbito federal, estatal y local, de organizaciones no gubernamentales y de la industria con objeto de decidir el procedimiento más adecuado para poner en práctica los criterios e indicadores del Proceso de Montreal, tanto en los bosques públicos como privados. Se ha previsto organizar talleres complementarios. El informe se dará a conocer en 2003 en el marco de las evaluaciones quinquenales previstas de las tierras forestales y las tendencias del sector forestal, que se llevan a cabo en los Estados Unidos en virtud de la Ley de Planificación de los Recursos de 1974 (RPA). El consiguiente informe presidencial al Congreso se elaborará sobre la base de los criterios e indicadores de Montreal y constituirá un paso importante en el compromiso a largo plazo de preparar una información exhaustiva, tanto desde el punto de vista cuantitativo como cualitativo, sobre la sostenibilidad de los bosques estadounidenses.
Uno de los aspectos a los que conceden gran importancia los Estados Unidos es el respeto y reconocimiento de los derechos tradicionales de las poblaciones indígenas, tanto de los americanos y hawaianos nativos como de los nativos de Alaska. Desde 1992, el Gobierno ha adoptado numerosas medidas, incluso la promulgación de órdenes ejecutivas referentes a la consulta y coordinación con los gobiernos indios y a los lugares sagrados de los indios, así como directivas sobre consultas de gobierno a gobierno con gobiernos tribales reconocidos en el ámbito federal.
El Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos participa en la ejecución de programas de conservación y ordenación de las aves neotropicales que habitan en los bosques de América del Norte. Ha establecido asociaciones con numerosos organismos federales y estatales, organizaciones conservacionistas privadas y administraciones locales para restablecer y administrar los hábitats forestales de estas especies migratorias. A título de ejemplo cabe citar la Iniciativa sobre los bosques de la Costa del golfo de Texas (importante para las aves migratorias que atraviesan el golfo de México) y el Proyecto sobre el Valle del Tennessee, que abarca una extensión de 12 millones de hectáreas.
Los técnicos forestales del Estado son responsables de establecer en cada uno de los estados comités de gestión estatales, con representación de una amplia gama de disciplinas relacionadas con los recursos forestales, así como de los sectores público y privado. Cada estado elabora y ejecuta sus propios planes sobre los recursos forestales, que comportan la gestión controlada de millones de hectáreas de tierras forestales privadas no industriales.
En junio de 1999, la Oficina del Representante de los Estados Unidos para las cuestiones comerciales y el Consejo de la Casa Blanca sobre la calidad del medio ambiente patrocinaron un estudio inicial de los posibles efectos económicos y ambientales de la liberalización arancelaria en el sector de los productos forestales. El estudio se dio a conocer en octubre de 1999.
En julio de 1998, el Presidente firmó la Ley de Conservación de los Bosques Tropicales, que autoriza a reducir la deuda que tienen con los Estados Unidos países con bosques tropicales, a cambio de la adopción de medidas de conservación de los bosques. Esta ley amplía la Iniciativa de la Empresa de las Américas de 1992, en virtud de la cual se suscribieron con siete países latinoamericanos que estaban acometiendo reformas macroeconómicas y de ajuste estructural acuerdos para cancelar 875 millones de dólares de su deuda oficial, medida que generó un volumen sustancial de recursos que los gobiernos locales pudieron destinar a la elaboración de proyectos ambientales y de supervivencia infantil. Siete países han solicitado medidas de rescate de la deuda o de canje de la deuda a cambio de medidas de protección de la naturaleza al amparo de dicha ley, y muchos otros han expresado su interés en la cuestión de la reducción de la deuda si disponen de financiación.
Los Estados Unidos están presionando insistentemente a los países del G-8 y a otros países industrializados para la adopción de directrices ambientales para los organismos que conceden crédito para la exportación, en la línea de los "Procedimientos y directrices ambientales" que aplica el Banco de Exportación-Importación (EX-IM) de los Estados Unidos para evaluar las solicitudes de apoyo financiero a proyectos en el exterior patrocinados por empresas estadounidenses. El EX-IM evalúa los proyectos propuestos en el sector forestal, como el establecimiento de plantas de pasta y papel, en relación con su idoneidad ecológica y las medidas de mitigación de los efectos sobre el medio ambiente. Los patrocinadores de proyectos deben elaborar planes de gestión forestal que tengan en cuenta, entre otras cosas, el impacto de las actividades de construcción y explotación sobre los recursos hídricos, las especies amenazadas o en peligro y las comunidades locales.
En julio de 1998, el Servicio Forestal de los Estados Unidos organizó un taller para América del Norte sobre la forma de llevar a cabo en esta región el inventario por teledetección del FRA 2000, que la FAO utilizará como modelo para otras regiones. Se acordó ayudar a México para esta actividad. También se impulsó la coordinación y la creación de capacidad en la región del Caribe a través del Instituto Internacional de Silvicultura Tropical en Puerto Rico.
El Servicio Forestal ha comenzado a cooperar con el Instituto Internacional para el Análisis de Sistemas Aplicados (IIASA) con el fin de crear bases de datos forestales para Rusia y brindar asistencia analítica en relación con el "Primer Informe de Aproximación" sobre la disponibilidad de datos para la aplicación de los criterios e indicadores del Proceso de Montreal.
Asimismo, el Servicio Forestal presta asesoramiento técnico para realizar o actualizar inventarios nacionales en los países bálticos, Argentina, México e Indonesia.
El Gobierno de los Estados Unidos prestó asistencia a México en las tareas de planificación, preparación y extinción de incendios con carácter de urgencia, con ocasión de los incendios catastróficos que asolaron México en la primavera de 1998. En marzo de 1999, los Estados Unidos copatrocinaron una reunión de expertos en incendios sobre la utilización y gestión de las quemas controladas en programas agropastorales y forestales en México. En 1998, los Estados Unidos dotaron a ONG mexicanas con un fondo de 5 millones de dólares para la prevención de incendios y para actividades de restauración posteriores a este tipo de catástrofes.
En julio de 1998, el Departamento de Estado de los Estados Unidos hospedó la primera conferencia internacional de expertos procedentes de 35 países y organizaciones internacionales para contribuir al establecimiento de la Red Mundial de Información sobre catástrofes (GDIN). Se confía en reducir las pérdidas causadas por las catástrofes estableciendo una red virtual que facilite la difusión puntual de información precisa para la prevención, mitigación y respuesta a las catástrofes naturales. En mayo de 1999, los Estados Unidos y México patrocinaron conjuntamente la segunda reunión de la GDIN en la ciudad de México para determinar los objetivos concretos de la red. Las próximas reuniones tendrán lugar en Ankara (Turquía) en abril de 2000 y en Canberra (Australia) en 2001.
En los Estados Unidos existen numerosos defensores organizados de la conservación de los bosques que ejercen una gran influencia en la política forestal nacional.
The Nature Conservancy (TNC), una ONG dedicada a la preservación de la biodiversidad nacional, ha acumulado más de 3,64 millones de hectáreas de hábitat de vida silvestre en los Estados Unidos y administra más de 1 500 reservas. En la actualidad, TNC se centra en el establecimiento de acuerdos con la comunidad empresarial y ha suscrito un acuerdo con una empresa maderera, Westvaco, para inventariar la biodiversidad de sus 562 000 hectáreas de tierra.
En octubre de 1994, la Asociación Americana de los Bosques y el Papel (AFPA), que engloba al 95 por ciento de las tierras forestales industriales de los Estados Unidos, aprobó un conjunto de principios y directrices para la iniciativa forestal sostenible. Dichas directrices comprenden medidas para la reforestación y protección de la calidad del agua, la vida silvestre, la calidad visual, la diversidad biológica y espacios de especial importancia. En 1998 se amplió el programa para incluir tierras públicas y tierras privadas no industriales.
La Asociación Internacional de Productos de la Madera, con sede en los Estados Unidos, que representa a grandes empresas exportadoras e importadoras de madera, ha establecido "códigos de conducta" aprobados voluntariamente por sus miembros para el comercio de productos madereros y para la ordenación forestal similares a los de la iniciativa forestal sostenible.
Una serie de organismos de normas y certificación, como los de la Organización Internacional de Normalización y el Consejo de Administración Forestal (CAF), están involucrados en la iniciativa relativa a la certificación de productos de la madera, que cada vez cobra mayor impulso. Así lo indica el número creciente de empresas madereras que solicitan y obtienen certificados y de grandes empresas minoristas, como Home Depot, la tercera empresa minorista de madera del mundo, que venden productos madereros certificados. Hasta la fecha, alrededor de 179 empresas estadounidenses han obtenido la certificación del CAF y 52 empresas de gestión forestal han obtenido el certificado del CAF.
El Gobierno de los Estados Unidos cooperó con un consorcio de ONG ecologistas y con la empresa Ford Motor Company en una iniciativa encabezada por el Fondo Mundial para la Naturaleza de los Estados Unidos destinada a preparar una "evaluación de la conservación de las ecorregiones de América del Norte", incluidos los bosques, de carácter exhaustivo, que se publicó en mayo de 1999.
Se prevé que en octubre de 2000 se habrá publicado ya la evaluación correspondiente a la RPA del año 2000. Los informes y análisis técnicos en los que se basa dicha evaluación se encuentran en distintas fases de elaboración y algunos de ellos ya han sido publicados. Se puede acceder a los documentos en el siguiente sitio Web: http://www.fs.fed.us/pl/rpa/
Se pueden consultar en línea los datos correspondientes al inventario forestal de los Estados Unidos en el sitio Web del Servicio Forestal del USDA, http://www.srsfia.usfs.msstate.edu/wo/wofia.htm. También se pueden consultar en línea muchas otras publicaciones del Servicio Forestal, en http://www.fs.fed.us/links/pubs.shtml.
Se encontrará un panorama resumido de la situación de los bosques de los Estados Unidos en el sitio Web de la "Situación de los ecosistemas nacionales", http://www.us-ecosistems.org/, haciendo clic en "Bosques".