HAITÍ* (19 de febrero)
La situación política del país sigue deteriorándose. La intensificación de la violencia en las últimas semanas ha ocasionado la pérdida de vidas humanas en varias zonas y está alterando todas las actividades económicas y comerciales. En el departamento septentrional, los desórdenes públicos han agravado la ya difícil situación alimentaria provocada por las intensas lluvias y las inundaciones registradas a finales de diciembre de 2003, que causaron graves daños a las viviendas, los cultivos, el ganado y las reservas de alimentos. La comunidad internacional hace frente a graves problemas para entregar la ayuda en las zonas afectadas por las inundaciones, así como en los departamentos propensos a la sequía del noroeste y la meseta central, en los que la malnutrición es un problema endémico. Estos problemas han de atribuirse principalmente al aumento de la inseguridad y al cierre de los caminos debido a los desórdenes políticos. De no reanudarse la entrega normal de la asistencia alimentaria en las próximas semanas, es probable que el nivel de seguridad alimentaria de alrededor de 270 000 personas se vea amenazado por una grave crisis alimentaria.
La recolección de la cosecha de cereales de la segunda temporada de 2003/04 está por terminar, mientras que acaba de comenzar la siembra de la cosecha de arroz de la primera temporada de 2004. Según las previsiones, las producciones de maíz y sorgo de 2003 deberían situarse en los niveles medios de 200 000 toneladas y alrededor de 100 000 toneladas respectivamente. Se prevé que las importaciones de trigo en la campaña comercial 2003/04 (julio/junio) se sitúen en un nivel cercano al del año anterior, estimado en 295 000 toneladas, mientras que las de arroz se estiman en 260 000 toneladas.