En un mundo que alardea de tener la capacidad productiva necesaria para alimentar a toda su población, la persistencia de la inseguridad alimentaria crónica y de una pobreza muy difundida es una realidad inaceptable. La incapacidad para atender las necesidades básicas y facilitar el acceso a alimentos suficientes de 800 millones de personas es tal vez el problema humano más urgente de la actualidad, tanto más cuanto que las posibles soluciones presentan muchos aspectos éticos. Si queremos construir un mundo en el que impere la seguridad alimentaria, tanto para las generaciones actuales como para las futuras, es indispensable abordar los temas vitalmente importantes que entran en el mandato de la FAO -seguridad alimentaria y ordenación sostenible de los recursos productivos y los sistemas ecológicos de la tierra- con una mayor comprensión de su dimensión ética.
Hace un año establecí el Cuadro de Expertos Eminentes sobre la Ética en la Alimentación y la Agricultura de carácter independiente a fin de que asesorara a la FAO sobre cuestiones éticas de fundamental importancia para su trabajo, y de que contribuyera a aumentar el grado de sensibilización y conocimiento del público respecto de las consideraciones éticas. Es para mí una satisfacción que un grupo eminente e influyente de expertos, que representan a todas las regiones del mundo y una serie de disciplinas pertinentes, haya aceptado prestar sus servicios en el Cuadro de Expertos. Su contribución a la labor de nuestra Organización y al debate público más amplio es muy significativa en un momento en que importantes acontecimientos en la alimentación y la agricultura, en particular progresos tecnológicos cada vez más rápidos, cambios en la base de recursos y mecanismos económicos y de mercado en evolución, han hecho que una variedad de cuestiones éticas ocupen un lugar destacado en el programa internacional. Los rápidos progresos tecnológicos actuales están creando instrumentos muy poderosos, algunos de los cuales son capaces de producir cambios que podrían resultar irreversibles. La ciencia nos ofrece muchas nuevas tecnologías: la humanidad pide un serio examen ético de por qué y cómo deberían aplicarse, especialmente en lo que respecta a la seguridad alimentaria y las medidas de reducción de la pobreza.
A raíz de su primera reunión, celebrada en septiembre de 2000, el Cuadro de Expertos preparó el presente informe, que es ponderado y al mismo tiempo invita a la reflexión. En este informe, el Cuadro de Expertos trata las principales cuestiones y desafíos éticos con que se enfrenta el mundo y que entran en la esfera de conocimientos de la FAO, en particular los interrogantes relacionados con los organismos modificados genéticamente en la alimentación y la agricultura, la silvicultura y la pesca.
Nuestra comprensión de la ética y de los derechos humanos en el contexto del hambre y la pobreza se encuentra todavía en una etapa relativamente temprana de desarrollo. Por consiguiente, al crear un foro neutral para las deliberaciones del Cuadro de Expertos, la FAO ha avanzado en dirección del objetivo propuesto. Las opiniones expresadas -algunas de las cuales pueden ser discutibles- y las conclusiones a que se llega en este informe son las de sus miembros independientes, y no son necesariamente compartidas por la Organización o sus Estados Miembros. Sin embargo, estoy convencido de que las tesis planteadas serán una contribución importante al debate internacional y a la valoración pública de las importantes cuestiones mundiales de que se trata.
Estoy decidido a que la competencia, los conocimientos y la experiencia de la FAO, y sobre todo el foro neutral que representa, sigan estimulando un debate racional y bien fundamentado que profundice nuestra comprensión de las cuestiones éticas pertinentes y facilite un examen detenido de sus consecuencias por quienes han de tomar decisiones en todos los niveles. Además, confío en que una reflexión seria y objetiva sobre la dimensión ética del desarrollo de la alimentación y la agricultura estimulará progresos inmediatos y duraderos en la seguridad alimentaria y la mitigación de la pobreza.