En los países latinoamericanos existe una larga experiencia en la ejecución de acciones de desarrollo forestal participativo con el objetivo de elevar el nivel de vida, combatir la erosión y aprovechar la potencial riqueza forestal. Cada vez más estas acciones se caracterizan por la autogestión en las comunidades y la implementación de metodologías participativas. Esto significa que los proyectos forestales participativos no se centran sólo en aspectos técnicos ni parten exclusivamente de características sociales, sino que buscan el equilibrio entre lo técnico y lo social.
En el proceso participativo lo significativo es que las mujeres y los hombres de la comunidad son considerados como el eje central, y sus necesidades y opiniones deben ser integradas en las propuestas y la planificación. Así puesto suena lógico, sin embargo, muchas veces se incluye únicamente a los hombres en los procesos participativos, pensando que lo que es bueno para el hombre y la familia, es bueno para la mujer. En otras palabras, no siempre se considera el enfoque de género en los procesos participativos.
Especialmente en el desarrollo forestal y el manejo sustentable de los recursos naturales, la incorporación de las mujeres es fundamental. A menudo, las mujeres utilizan productos del bosque como frutos, nueces, hongos y raíces, para la alimentación de la familia, así como plantas medicinales. Son las mujeres quienes se responsabilizan de recoger la leña, las hojas para forraje y madera para utensilios domésticos. La forestería participativa debe entonces partir de una perspectiva de género, garantizar que las mujeres tengan iguales oportunidades de capacitarse que los hombres, que su voz sea escuchada, su opinión respetada y que sus actividades forestales sean valoradas.
Todavía existen pocas experiencias de forestería participativa desde un enfoque de género en América Latina y los casos que se encuentran son relativamente nuevos y dispersos en el continente. En los proyectos son pocas las personas que se responsabilizan de la integración del enfoque de género, y además cada una está desarrollando aisladamente herramientas e instrumentos para poder trabajar el tema de género en la práctica.
Hay que reconocer que aún queda un camino largo por recorrer. Se debe disminuir la brecha entre la teoría sobre la integración del enfoque de género y la práctica en actividades concretas, se necesita reducir la resistencia en los equipos externos para trabajar el tema de género, y además hay que enfrentar los conflictos de poder dentro de los hogares y las organizaciones campesinas.
Tres proyectos forestales de la FAO en Ecuador: el Programa Bosques, Arboles y Comunidades Rurales (FTP), el Proyecto Desarrollo Forestal Campesino en los Andes del Ecuador (DFC) y el Proyecto de Apoyo a la implementación del Plan de Acción Forestal en Ecuador (PAFE), todos financiados por el gobierno de los Países Bajos, han reconocido el importante papel de la mujer en las acciones forestales. Una de las actividades que han llevado a cabo para promover el enfoque de género es el Seminario Latinoamericano 'Integrando el enfoque de género en el desarrollo forestal participativo', que tuvo lugar en Cuenca, Ecuador, del 2 al 6 de octubre de 1995.
El Seminario quería responder a las inquietudes que tienen las personas que están trabajando en este ámbito. Además, intercambiar experiencias, conocer las herramientas desarrolladas y discutir sobre los logros y obstáculos.
Aquí presentamos las memorias de este Seminario, que consisten en los resultados de las discusiones, las ponencias expuestas y las conclusiones, las cuales fueron redactadas entusiasta y minuciosamente por María Cuvi.
Queremos agradecer a todas(os) los participantes por su entusiasmo y participación en el seminario. Reiteramos la gran labor de Miguel Andrade como moderador del evento. Igualmente resaltamos la valiosa colaboración en la organización del evento de Sofía Cevallos, Fanny Castro y Ricardo Toala del proyecto Desarrollo Forestal Campesino (DFC). Un agradecimiento especial a Claudia Luján, a cuyo bebé robamos tiempo para terminar la diagramación. Asimismo, agradecemos a Fernando Santos y Guadalupe Ponce del Programa Bosques, Arboles y Comunidades Rurales (FTP). Para las organizadoras del evento ha sido muy agradable trabajar con personas tan motivadas, entusiastas y cumplidas.
Las organizadoras
Wilma Roos |
Ineke van de Pol |
Responsable de género |
Experta en desarrollo rural |
del Programa FTP |
y género del Proyecto DFC |