Tema 4.4 b) del programa | GF 01/14 |
Foro Mundial FAO/OMS Asegurar la comunicación e interacción eficaces entre los asesores sobre los riesgos de inocuidad de los alimentos y los encargados de la gestión de riesgosDocumento preparado por Alemania
2. Análisis de Riesgos 3. Separación funcional de la evaluación de riesgos y la gestión de riesgos 4. Interacción entre Evaluadores de Riesgos y Administradores de Riesgos 5. Transparencia 6. Recomendaciones 1. IntroducciónLos expertos de la Consulta de Expertos de la OMS presentaron los siguientes comentarios principales:
Con respecto a las interacciones entre administradores de riesgos y evaluadores de riesgos, se utiliza la terminología adoptada o en discusión de la Comisión del Codex Alimentarius de FAO/OMS. Lo mismo se aplica a la descripción del análisis de riesgos. 2. Análisis de RiesgosEl análisis de riesgos se compone de tres partes, es decir evaluación de riesgos, comunicación de riesgos y gestión de riesgos. Las definiciones para esos tres componentes se describen en la terminología del Codex de la siguiente manera:
Los siguientes pasos del procedimiento están dentro del mandato de los evaluadores de riesgos y de los administradores de riesgos: Evaluadores de riesgos:
Administradores de riesgos:
3. Separación funcional de la evaluación de riesgos y la gestión de riesgosLos Principios de Trabajo del Análisis de Riesgos preliminares y los Principios y las Pautas para la Realización de Evaluación de Riesgos Microbiológicos se refieren a la separación funcional de la Evaluación de Riesgos y la Gestión de Riesgos. El(los) individuo(s) que prepara(n) la evaluación de riesgos, normalmente no debe (n) ser el(los) mismo(s) que está(n) a cargo de la gestión de riesgos. Es mejor que las tareas de la evaluación de riesgos y de la gestión de riesgos las realicen diferentes individuos o grupos funcionales. Sin embargo, se reconoce que en muchos países un individuo puede actuar como administrador y evaluador de riesgos. En todos los casos, es primordial que las actividades del proceso de análisis de riesgos sean transparentes y estén documentadas adecuadamente. Esto se aplica a todas las interacciones entre evaluadores de riesgos y administradores de riesgos o para la separación de las actividades por un individuo. La separación funcional es esencial para la realización de actividades de análisis de riesgos con el fin de mantener la integridad científica del proceso de evaluación de riesgos y para evitar presiones políticas que pudieran menoscabar la objetividad y la credibilidad de las conclusiones. La separación de gestión de riesgos y evaluación de riesgos ayuda a asegurar que las evaluaciones no están sesgadas por opiniones preconcebidas acerca de las soluciones de gestión. Sin embargo, existe la necesidad de interacción frecuente entre los administradores de riesgos y los evaluadores de riesgos, con el fin de arribar a decisiones de gestión de riesgos efectivas. La interacción activa es necesaria para asegurar que la evaluación cubrirá las necesidades y responderá las inquietudes del administrador de riesgos. Los evaluadores deben comprender las preguntas del administrador y ambas partes deben reconocer toda restricción que pudiera afectar la evaluación de riesgos. Las fortalezas y las limitaciones de la evaluación deben ser comunicadas adecuadamente de manera que los individuos que usan las evaluaciones de riesgos puedan comprender adecuadamente los resultados. Las interacciones entre evaluadores y administradores no finalizan al completar la evaluación de riesgos. Con frecuencia habrá intercambios de información y participación de los evaluadores durante las actividades posteriores de gestión de riesgos, por ejemplo, durante la etapa de evaluación de las opciones y en la comunicación de los resultados a las partes interesadas. La naturaleza de la interacción entre los evaluadores de riesgos y los administradores de riesgos puede diferir según cómo estén estructuradas las organizaciones nacionales o internacionales. Por ejemplo, la separación organizacional así como también funcional entre los administradores de riesgos y los evaluadores de riesgos actualmente está conceptualizada en el sistema del Codex para inocuidad microbiológica de los alimentos. No obstante, la interacción y la comunicación son esenciales para una gestión de riesgos efectiva, a la vez que mantiene la integridad científica de la evaluación de riesgos y deberá incluir pasos activos como una revisión abierta. Existen restricciones e ineficiencias en los procedimientos de evaluación de riesgos, según lo realizado por el Comité del Codex sobre Higiene Alimentaria, y se requiere una mejor interacción entre los evaluadores de riesgos y los administradores de riesgos. Teniendo esto en mente, se sugiere que la FAO y la OMS consideren firmemente cómo los expertos en procedimientos de gestión de riesgos pueden colaborar con el trabajo de las consultas ad hoc sobre gestión de riesgos de FAO/OMS, a la vez que en todo momento se mantienen la evaluación de riesgos y la gestión de riesgos como funciones separadas. 4. Interacción entre Evaluadores de Riesgos y Administradores de RiesgosLas interacciones entre la evaluación y la gestión de riesgos pueden ser objeto de restricciones temporales, especialmente en situaciones en las cuales un problema de inocuidad de los alimentos requiere el rápido despliegue de medidas provisorias o de emergencia. La gestión de riesgos efectiva en situaciones de emergencia depende de un diálogo urgente entre los evaluadores y los administradores. Sin embargo, incluso en dichas situaciones, los administradores deberán esforzarse por lograr comunicaciones abiertas con el fin de que la necesidad de transparencia sea satisfecha al máximo posible. La interacción entre administradores y evaluadores depende del alcance de la evaluación de riesgos. Con frecuencia, la evaluación de riesgos está diseñada para identificar la etapa dentro de la cadena alimentaria en la cual las intervenciones reducirán más efectivamente la carga sobre la salud pública atribuible al alimento y el patógeno específicos en cuestión. Una evaluación de riesgos también puede ser iniciada para examinar la efectividad con relación al costo de los controles actuales o para evaluar una nueva tecnología para control. En este caso, en el propósito se incluirá un listado de opciones para consideración. En una situación de emergencia, con un patógeno emergente, en la cual la etiología de la enfermedad no se comprende adecuadamente, se abreviará la comparación de las opciones. 5. TransparenciaLa transparencia es un objetivo clave del enfoque de análisis de riesgos y no está demás enfatizar su importancia. Esto se refleja en el Enunciado de Principios del Codex con relación a la Evaluación de Riesgos de Inocuidad de los Alimentos, los Lineamientos para Evaluación de Riesgos Microbiológicos del Comité del Codex sobre Higiene Alimentaria (CCFH), y la versión preliminar de los Lineamientos para Gestión de Riesgos Microbiológicos del CCFH. Transparencia en la evaluación de riesgos significa que todos los postulados, datos, inferencias y conclusiones están explícitamente documentados y disponibles para revisión abierta y discusión. Transparencia en la gestión de riesgos significa que el proceso está abierto y disponible para el escrutinio por parte de los interesados, incluyendo operadores y consumidores que pueden verse afectados por el resultado del análisis de riesgos y la actividad de gestión de riesgos. 6. RecomendacionesDeberán discutirse las siguientes recomendaciones de la Consulta de Expertos realizada en Kiel 2000:
|