Crear y manejar
un huerto escolar |
UN MANUAL PARA PROFESORES, PADRES Y COMUNIDADES
DESCARGO DE RESPONSABILIDAD
Las denominaciones empleadas en este producto informativo y la forma en que aparecen presentados los datos que contiene no implican, de parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, juicio alguno sobre la condición jurídica o nivel de desarrollo de países, territorios, ciudades o zonas, o de sus autoridades, ni respecto de la delimitación de sus fronteras o límites.
Las conclusiones que se ofrecen en este informe se consideran apropiadas en el momento de su preparación. Podrán modificarse a la vista de los nuevos conocimientos adquiridos en fases posteriores del proyecto.
ISBN 978-92-5-3054
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Cubierta:
Escolares en China (R. Faidutti)
Huerto escolar en Panamá(J. Bulux, Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá
y Organización Panamericana de la Salud)
Hortalizas y frutas (M. Futter)
Cubierta posterior:
Niños etíopes (R. Faidutti)
Ilustración (M. Futter)
Diseño:
J. Morgante/R. Magini.
Prefacio
Los elementos fundamentales del desarrollo de los niños y de sus futuros medios de vida son una educación y una nutrición adecuadas. Estas prioridades se reflejan en la primera y segunda metas de los objetivos de desarrollo del Milenio. Sin embargo, la realidad a la que millones de niños se enfrentan es que estas metas están lejos de alcanzarse.
Los niños que van hambrientos a la escuela no pueden aprender bien: su actividad física es reducida, su capacidad cognitiva está disminuida y presentan una menor resistencia a las infecciones. Su rendimiento escolar es con frecuencia escaso, y suelen abandonar la escuela muy pronto. A largo plazo, la malnutrición crónica disminuye el potencial del individuo y tiene efectos adversos sobre la productividad, la capacidad de generar ingresos y también sobre el desarrollo nacional. Así, el futuro de un país depende de sus niños y jóvenes.
Las inversiones en nutrición y en educación son esenciales para romper el ciclo de pobreza y malnutrición. La FAO considera que las escuelas pueden contribuir mucho a los esfuerzos de los países para superar el hambre y la malnutrición, y que los huertos escolares pueden ayudar a mejorar la nutrición y la educación de los niños y de sus familias, tanto en las zonas rurales como en las urbanas. A este aspecto, es importante hacer hincapié en que los huertos escolares constituyen una plataforma de aprendizaje. El huerto escolar no debería ser considerado como una fuente de alimentos, rentas o ingresos, sino como un medio para mejorar la nutrición y la educación.
La FAO alienta a las escuelas a crear huertos de aprendizaje de tamaño mediano que puedan ser manejados por los mismos escolares, profesores y padres, pero que incluyan una variedad de hortalizas y frutas nutritivas, y ocasionalmente también pequeños animales de granja, como gallinas y conejos. Los métodos de producción que se exponen en este manual son sencillos, de modo que los escolares y sus padres puedan reproducirlos fácilmente en sus hogares.
Los sistemas alimentarios constituyen el concepto estructurante. «Del huerto a la olla»: los escolares aprenden a sembrar, cuidar, cultivar, cosechar y preparar productos nutritivos de estación en el marco educativo del aula, el huerto, la cocina, el comedor de la escuela y sus propias casas. Esta experiencia promueve el bienestar medioambiental, social y físico de la comunidad escolar y favorece una mejor comprensión de cómo la naturaleza nos sustenta. El vínculo con el huerto familiar refuerza el concepto estructurante y abre el camino para el intercambio de conocimientos y experiencias entre la escuela y la comunidad.
Las estrategias basadas en la alimentación tienen la ventaja de ser sostenibles: crean hábitos alimentarios saludables a largo plazo y ofrecen al consumidor alimentos diversificados. Un sólido componente educativo asegura que los efectos trasciendan el tiempo y el lugar inmediatos y alcancen a las familias de los niños y a futuras familias.
Las preocupaciones nutricionales también unen al mundo desarrollado y a los países en desarrollo, pues ambos comparten muchos problemas alimentarios. Por ejemplo, la necesidad de cambiar la percepción con respecto a las frutas y a las hortalizas y aprender cómo éstas se pueden cultivar, preparar y consumir mejor es un problema común en muchas comunidades, ricas y pobres, y en ambas pueden ser factores decisivos para construir la salud de la comunidad. Todo esto invita a realizar esfuerzos conjuntos y significativos, y a intercambiar experiencias, ideas y materiales de enseñanza.
La FAO ha preparado este manual para ayudar a los profesores, a los padres y a la comunidad. En esta obra se han recogido las experiencias y las mejores prácticas de gestión de huertos escolares en todo el mundo. Las clases en el aula están relacionadas con la práctica y el aprendizaje en el huerto sobre la naturaleza y el medio ambiente, la producción, comercialización, elaboración y preparación de los alimentos y la elección de alimentos sanos.
Esperamos que el manual sea una herramienta útil para todos aquellos que desean comenzar o mejorar un huerto escolar con la intención de ayudar a los escolares a desarrollarse tanto física como intelectualmente.
Kraisid Tontisirin, Director, Dirección de Nutrición y Protección del Consumidor | Mahmoud Solh Director, Dirección de Producción y Protección Vegetal |
Agradecimientos
El manual y el material adicional fueron preparados por el Servicio de Programas de Nutrición de la Dirección de Alimentación y Nutrición, en consulta con el Servicio de Cultivos y Pastos de la Dirección de Producción y Protección Vegetal de la FAO.
Ellen Muehlhoff, de la Dirección de Alimentación y Nutrición, fue la responsable del desarrollo y dirección de la preparación de esta publicación, y realizó también la edición técnica de la misma. Alison Hodder, de la Dirección de Producción y Protección Vegetal, asesoró la sección de horticultura. Un agradecimiento especial a Jane Sherman, autora principal de este texto. Su destacada experiencia en educación y aprendizaje práctico y su excelente redacción son sumamente apreciadas. La amplia experiencia de Chris Landon-Lane en los aspectos prácticos y en horticultura en huertos pequeños enriqueció la sección de horticultura y las fichas técnicas.
Jennifer Heney, de la Dirección de Sistemas de Apoyo a la Agricultura de la FAO, realizó contribuciones técnicas sustanciales. También se recibieron valiosos comentarios y contribuciones de Fiorella Cerruti, del Programa de Alimentación Escolar del Programa Mundial de Alimentos (PMA); Lavinia Gasperini, del Grupo de Capacitación y Extensión Agrarias; Corinna Bothe, Fintan Scanlan y Alberta Mascaretti, de la Dirección de Operaciones de Campo, y Hitomi Sato, de la Dirección de Producción y Protección Vegetal.
También deseamos expresar nuestro especial reconocimiento a los directores, a los profesores y a los educadores de diferentes partes del mundo que hicieron posible esta publicación, y en particular a:
Buzz Bezuidenhout, BMW SEED (Schools Environmental Education Development Programme),
Sudáfrica;
Asha Choday, directora, Escuela Maranda, Kenya;
Jackie Greenhouse, directora, y Linda Carr, responsable del huerto, Escuela Manorbier, Gales,
Reino Unido;
Patrick Lloyd-Lister, educador sanitario de grupos, Harmony Gold Mine, Sudáfrica;
Mark Miller, coordinador, Proyecto Gate (Agricultura basada en la horticultura para el medio
ambiente de Toledo), Jamaica;
Sylvester Ncube, director, Escuela Nebiri, Zimbabwe;
Claudette Power, directora; y señora James, responsable del huerto, Escuela Sligoville, Jamaica;
Charles Ssekyewa, profesor de agricultura y coordinador del proyecto de huertos escolares Seeds
for Africa, Martyrs University, Uganda;
Simon Zayo, responsable del huerto, Escuela Negande, Zimbabwe;
Expresamos también nuestro agradecimiento a la Profesora Alicia Navarro, quien tradujo esta publicación, y a Beatriz Fernández, que editó el texto en español. Mel Futter se encargó del diseño, y salvo indicación en contrario dentro de la publicación, proporcionó todas las fotografías e ilustraciones. Nadia Pellicciotta se encargó de la compaginación de la versión española.
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación
© FAO 2006
Índice
CAPÍTULO 1: (319 KB) | ¿EN QUÉ CONSISTE CREAR UN HUERTO ESCOLAR? Dirigir un proyecto de huerto |
CAPÍTULO 2: (384 KB) |
¿QUIÉN NOS AYUDARÁ? Dar participación a la familia y a la comunidad |
CAPÍTULO 3: (292 KB) |
¿CUÁLES SON LOS OBJETIVOS DEL HUERTO? Objetivos y principios |
CAPÍTULO 4: (292 KB) |
¿POR DÓNDE HEMOS DE COMENZAR? Despertar la conciencia ambiental |
CAPÍTULO 5: (329 KB) |
¿QUÉ NECESITA EL HUERTO? La ubicación del huerto |
CAPÍTULO 6: (441 KB) |
¿QUÉ CULTIVAREMOS PARA COMER? Mejorar la nutrición |
CAPÍTULO 7: (387 KB) |
¿QUÉ CULTIVAREMOS PARA VENDER? Horticultura comercial |
CAPÍTULO 8: (288 KB) | ¿CÓMO SE CULTIVAN LAS PLANTAS? Métodos de horticultura |
CAPÍTULO 9: (232 KB) | ¿CÓMO COMEREMOS LOS ALIMENTOS DEL HUERTO?
Preparar, elaborar y promocionar los alimentos |
CAPÍTULO 10: (265 KB) | ¿CUÁL ES EL PLAN? Planificar el proyecto |
CAPÍTULO 11: (328 KB) | ¿CÓMO EMPEZAR?
Organizar el trabajo |
CAPÍTULO 12: (249 KB) | ¿CÓMO CONTINUAR? Motivación y pertenencia |