- ➔ El mundo ha avanzado en la reducción del retraso del crecimiento infantil desde el año de referencia (2012). La prevalencia disminuyó del 26,4 % en 2012 al 23,2 % en 2024, y correspondió a Asia la mayor contribución a esta mejora. No obstante, el mundo aún no va camino de alcanzar la meta del 14 % prevista para 2030 y es preciso acelerar los progresos.
- ➔ Más de la mitad de los países que disponen de datos sobre sus avances iban camino de cumplir la meta prevista para 2030 en materia de emaciación infantil, pero a escala mundial no se han registrado variaciones significativas en la prevalencia y es necesario acelerar los progresos para alcanzar la meta mundial del 3 % prevista para 2030.
- ➔ El sobrepeso infantil se mantuvo prácticamente sin variaciones, con una prevalencia del 5,5 % en 2024 y del 5,3 % en 2012. Es preciso intensificar las medidas encaminadas a prevenir el sobrepeso infantil para cumplir la meta del 3 % prevista para 2030.
- ➔ El porcentaje de lactantes menores de seis meses que recibían los importantes beneficios de la lactancia materna exclusiva aumentó notablemente, del 37,0 % en 2012 al 47,8 % en 2023. La persistencia y la mayor rapidez de los avances ayudarán a cumplir la meta prevista para 2030. Las medidas de promoción de la lactancia materna exclusiva pueden contribuir a la mejora del estado nutricional durante toda la vida.
- ➔ Según las últimas estimaciones mundiales disponibles sobre el bajo peso al nacer, la prevalencia era del 14,7 % en 2020, lo que pone de manifiesto las escasas variaciones registradas desde 2012 y confirma la necesidad de redoblar esfuerzos para cumplir la meta mundial del 10,5 % prevista para 2030.
- ➔ La prevalencia de la obesidad en adultos aumentó del 12,1 % en 2012 al 15,8 % en 2022. Casi ningún país va camino de cumplir la meta prevista para 2030, por lo que urge esforzarse para invertir esta tendencia.
- ➔ Según nueva información actualizada sobre la prevalencia de la anemia en las mujeres de entre 15 y 49 años, de 2012 a 2023 no se registraron mejoras o la prevalencia aumentó en casi todas las regiones, y la prevalencia mundial aumentó del 27,6 % al 30,7 %. Es necesario adoptar medidas concertadas en diversos frentes para abordar este grave problema de salud que afecta tanto a las mujeres como a sus hijos recién nacidos.
- ➔ En 2025 se aprobó un nuevo indicador de nutrición mundial para el seguimiento de la meta 2.2 de los ODS: la diversidad alimentaria mínima. A escala mundial, alrededor de un tercio de los niños de 6 a 23 meses y dos tercios de las mujeres de entre 15 y 49 años alcanzaron una diversidad alimentaria mínima, según las últimas estimaciones. Se necesitan medidas para que las mujeres y los niños puedan consumir dietas diversas.
Cunde entre los expertos el consenso de que la reducción de la malnutrición infantil es uno de los medios más inteligentes que tiene a su disposición un país para alcanzar las metas de desarrollo, pues la inversión es sumamente eficaz en función del costo, con un rendimiento medio de 23 USD por cada USD gastado12. En algunos países, el rendimiento de la inversión podría incluso multiplicarse por 16013. La malnutrición infantil tiene repercusiones duraderas en las personas, como la reducción de los ingresos y el mayor riesgo de contraer enfermedades crónicas en la edad adulta. Se ha observado que la estatura a los dos años es uno de los factores que mejor permiten predecir el capital humano14, y poner fin a la malnutrición es fundamental para la consecución de casi todos los ODS. Habida cuenta de los efectos negativos de la malnutrición, la nutrición debe ser piedra angular de los progresos a escala nacional e inversión prioritaria para la salud mundial y la agenda de desarrollo.
En 2008 y 2013, los círculos de investigación mundiales documentaron las intervenciones que favorecían la nutrición y pusieron de relieve la importancia de intervenir en la nutrición en una fase temprana (durante el embarazo y los dos primeros años de la infancia) en la serie de The Lancet dedicada a la desnutrición materna e infantil15, 16. En 2022, en un número especial del American Journal of Public Health, diversos investigadores reiteraron la importancia de las intervenciones tempranas en el ámbito de la nutrición para lograr un desarrollo óptimo a escala individual y nacional17. Las Naciones Unidas mostraron su voluntad de dar prioridad a la nutrición con la proclamación del Decenio de las Naciones Unidas de Acción sobre la Nutrición 2016-2025. Este año, con ánimo de mantener el impulso y armonizarse con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, las Naciones Unidas han prorrogado hasta 2030 el período destinado a dar prioridad a la acción en favor de la nutrición18.
En esta sección se presentan estimaciones de la prevalencia y las tendencias a escala mundial y regional en relación con siete indicadores de nutrición relativos a las metas mundiales para 2030: bajo peso al nacer, lactancia materna exclusiva, retraso del crecimiento infantil, emaciación infantil, sobrepeso infantil, anemia en las mujeres de entre 15 y 49 años y obesidad en adultos. La Asamblea Mundial de la Salud (WHA) aprobó en 2012 seis metas en materia de nutrición; inicialmente estaban previstas para 2025, pero después se propuso prorrogarlas hasta 203019. Muy recientemente, la WHA aprobó metas revisadas (Recuadro 2.3). En 2013 la WHA incorporó la obesidad en adultos (mayores de 18 años) en el Plan de acción mundial para la prevención y el control de las enfermedades no transmisibles20. Todas las metas corresponden a indicadores del estado nutricional, con excepción de una, la lactancia materna exclusiva de los lactantes menores de seis meses, que es un resultado relacionado con el comportamiento. También se seleccionaron cuatro de estos siete indicadores con fines de seguimiento de los avances en la consecución de la meta 2.2 de los ODS, relativa al retraso del crecimiento, la emaciación y el sobrepeso en niños menores de cinco años y a la anemia en las mujeres de entre 15 y 49 años.
Recuadro 2.3Nuevas metas para los indicadores de nutrición mundiales
Las metas previstas para 2030 que se utilizan en la presente edición del informe, así como en ediciones anteriores desde 2018, se propusieron inicialmente en un documento de debate de 2018 de la Organización Mundial de la Salud y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia19. En fechas recientes se aprobaron nuevas metas oficiales para 2030 en la 78.ª Asamblea Mundial de la Salud (WHA)21 (Cuadro A). El seguimiento de los avances en función de las nuevas metas se recogerá en la edición de 2026 del presente informe.
CUADRO A NUEVAS METAS MUNDIALES DE NUTRICIÓN (DESDE 2012, AÑO DE REFERENCIA)

FUENTE: OMS. 2024. 2025-2030 World Health Assembly global maternal, infant and young child nutrition targets and proposal for process indicators – Results of the online consultation and way forward. Ginebra (Suiza). https://cdn.who.int/media/docs/default-source/breastfeeding/online-consultation-cip-discussion-paper-responses-2024.pdf?sfvrsn=f0fa14e7_3
En la presente sección figura asimismo un resumen de los progresos de los países en la consecución de las metas mundiales en materia de nutrición y se desarrolla como tema destacado la diversidad alimentaria mínima, aprobada recientemente como nueva adición a los indicadores para el seguimiento mundial de la meta 2.2 de los ODS. En la sección dedicada al tema destacado se ofrece una visión panorámica del indicador relativo a la diversidad alimentaria mínima y las estimaciones mundiales y regionales más recientes.
2.3.1 Tendencias mundiales y regionales
Las tendencias mundiales desde el año de referencia hasta la estimación más reciente en relación con siete indicadores de nutrición con metas mundiales se muestran en la Figura 2.9. De los indicadores del estado nutricional de los niños, solo el retraso del crecimiento ha presentado un cambio considerable con respecto al año de referencia, al mejorar del 26,4 % en 2012 al 23,2 % en 2024. Los demás indicadores del estado nutricional infantil (bajo peso al nacer, emaciación y sobrepeso) no presentaron variaciones significativas con respecto al año de referencia a escala mundial. Es preciso acelerar los avances correspondientes a todos los indicadores del estado nutricional infantil, incluido el retraso del crecimiento, a fin de cumplir las metas previstas para 2030.
Figura 2.9 Es preciso acelerar los progresos para cumplir las metas mundiales DE NUTRICIÓN PREVISTAS para 2030

FUENTES: Los datos relativos al retraso del crecimiento, la emaciación y el sobrepeso se basan en Banco Mundial, OMS y UNICEF. Levels and trends in child malnutrition: UNICEF/WHO/World Bank Group Joint Child Malnutrition Estimates. Key findings of the 2025 edition. Nueva York (EE. UU.), Ginebra (Suiza) y Washington, D.C. [Consultado el 4 de abril de 2025]. https://data.unicef.org/resources/JME, https://www.who.int/teams/nutrition-and-food-safety/monitoring-nutritional-status-and-food-safety-and-events/joint-child-malnutrition-estimates/latest-estimates, https://datatopics.worldbank.org/child-malnutrition/; los datos relativos a la lactancia materna exclusiva se basan en UNICEF. 2024. Infant and young child feeding. En: UNICEF. [Consultado el 30 de abril de 2025]. https://data.unicef.org/topic/nutrition/infant-and-young-child-feeding; los datos correspondientes al bajo peso al nacer proceden de OMS y UNICEF. 2023. Low birthweight joint estimates 2023 edition. [Consultado el 28 de abril de 2025]. https://data.unicef.org/topic/nutrition/low-birthweight; www.who.int/teams/nutrition-and-food-safety/monitoring-nutritional-status-and-food-safety-and-events/joint-low-birthweight-estimates; los datos relativos a la anemia se basan en OMS. 2025. WHO Global Anaemia estimates, 2025 edition. [Consultado el 8 de mayo de 2025]. https://www.who.int/data/gho/data/themes/topics/anaemia_in_women_and_children; los datos relativos a la obesidad en adultos se basan en OMS. 2024. Global Health Observatory: Prevalence of obesity among adults, BMI >= 30 (age-standardized estimate) (%). Estimates by country. [Consultado el 24 de julio de 2024]. https://www.who.int/data/gho/data/indicators/indicator-details/GHO/prevalence-of-obesity-among-adults-bmi-=-30-(age-standardized-estimate)-(-). Licencia: CC BY 4.0. Las metas proceden de: OMS y UNICEF. 2017. Methodology for monitoring progress towards the global nutrition targets for 2025 – technical report. Nueva York (EE. UU.) y Ginebra (Suiza). https://data.unicef.org/resources/methodology-for-monitoring-progress-towards-the-global-nutrition-targets-for-2025; y OMS y UNICEF. 2018. The Extension of the 2025 Maternal, Infant and Young Child Nutrition Targets to 2030 – WHO/UNICEF discussion paper. Nueva York (EE. UU.) y Ginebra (Suiza). https://data.unicef.org/resources/extension-of-2025-maternal-infant-young-child-nutrition-targets-2030
Con respecto al sobrepeso infantil, las últimas estimaciones no presentan variaciones importantes en comparación con el año de referencia (un 5,3 % en 2012 frente al 5,5 % en 2024). Si bien esto basta para cumplir la meta prevista para 2025, consistente en frenar el aumento, la meta prevista para 2030 en materia de sobrepeso infantil exige una reducción a menos del 3 %; por consiguiente, para cumplir la meta prevista para 2030 se necesitan mejoras en los próximos cinco años.
El porcentaje de niños que se beneficiaban de la lactancia materna exclusiva aumentó considerablemente: del 37,0 % en 2012 al 47,8 % en 2023. Para 2025 está prevista la meta de aumentar el porcentaje de niños que se benefician de la lactancia materna exclusiva a más de un 50 %. Si bien es posible alcanzar para fines de 2025 la meta del 50 % prevista para el año, y ese avance debe celebrarse, también es importante señalar que la meta del 70 % prevista para 2030 exige una mejora todavía más acelerada.
Los dos indicadores de la nutrición mostraron un deterioro en relación con los grupos de mayor edad: obesidad en adultos y anemia en las mujeres de entre 15 y 49 años. La prevalencia de la obesidad en adultos aumentó del 12,1 % en 2012 al 15,8 % en 2022. En el caso de la anemia, los nuevos datos actualizados no muestran mejoras ni aumentos de la prevalencia en casi todas las regiones de 2012 a 2023, y la prevalencia mundial aumentó del 27,6 % al 30,7 %. Como los dos indicadores han empeorado, es poco probable que se alcancen las metas mundiales de nutrición de aquí a 2030 sin importantes cambios programáticos y de políticas encaminados a desencadenar avances. En el Recuadro 2.4 se indican algunas de las dificultades específicas derivadas de hacer frente a la anemia en las mujeres de entre 15 y 49 años.
Recuadro 2.4Avances en cuanto a la anemia en las mujeres de entre 15 y 49 años, en contexto
La anemia, o concentración baja de hemoglobina en la sangre*, es un problema de salud grave que puede mermar las funciones físicas y cognitivas. La anemia grave supone para las embarazadas un mayor riesgo de sufrir hemorragias después del parto y puede ser causa de peso bajo al nacer. Los recién nacidos de madres anémicas también corren mayor riesgo de anemia, lo cual puede frenar su desarrollo cognitivo26, 27. En ese sentido, la reducción de la anemia en las mujeres en edad fértil es un objetivo esencial a favor de su propia salud y la de la siguiente generación.
De las nuevas estimaciones que se presentan en este informe se desprende un mensaje diáfano: de 2012 a 2023 no se ha avanzado a escala mundial en la reducción de la prevalencia de la anemia en las mujeres de entre 15 y 49 años. De los datos cabe inferir también un aumento reciente de la prevalencia. Ello debería servir de contundente llamamiento a la acción.
Una posible explicación del aumento de la anemia observado procede del ámbito biológico. La anemia tiene múltiples causas, entre ellas una ingesta de nutrientes insuficiente, infecciones, inflamaciones y un exceso de pérdida de sangre28. Cada vez se tienen más indicios de que la inflamación derivada de la obesidad y de enfermedades no transmisibles conexas puede elevar el riesgo de anemia por carencia de hierro29-31. En consecuencia, a la luz del fuerte auge de la obesidad a escala mundial, es fundamental comprender mejor la manera en la que la inflamación derivada de la obesidad puede contribuir al aumento de la anemia observado en todo el mundo entre las mujeres de entre 15 y 49 años.
Sin embargo, también conviene interpretar con precaución el aumento de la anemia notificado, pues deben tenerse en cuenta algunos problemas vinculados con la medición. Cerca de la mitad de los estudios utilizados con fines de notificación de la anemia a escala mundial empleaban muestras de sangre capilar obtenidas mediante el método de punción capilar del dedo, que es fácil de practicar sobre el terreno. Se tienen indicios de que aplicando este enfoque puede sobreestimarse la prevalencia de la anemia en comparación con las estimaciones basadas en sangre venosa, que son el método de preferencia32, 33. Las diferencias en la magnitud de ese tipo de error de un estudio a otro pueden desvirtuar las tendencias reales de la prevalencia de la anemia. No obstante, cabe señalar que la anemia leve, entendida como una concentración de hemoglobina cercana al punto límite en el que se basa la definición de anemia, es la más propensa a ese tipo de error de medición32. Si se examinan con más detenimiento los datos disponibles se observa que, mientras que la anemia leve aumenta de forma constante, el aumento más acusado corresponde a la anemia moderada, que es menos propensa a este tipo de error (Figura A).
También importa señalar que se necesitan más estudios nacionales para mejorar la exactitud de las estimaciones de la anemia mundial y las tendencias en las mujeres de entre 15 y 49 años. Las estimaciones mundiales se basaron en 85 estudios que van de 2015 a 2019, pero son apenas 41 los que van de 2020 a 2023, lo cual puede mermar la precisión y aumentar la incertidumbre en torno a las estimaciones de la anemia correspondientes a 2023 en comparación con las estimaciones de referencia de 2012 (Figura A).
Figura A Prevalencia mundial de la anemia en las mujeres de entre 15 y 49 años por nivel de gravedad, 2012-2023

No obstante los problemas metodológicos y la insuficiencia de datos, la falta de avance y el aumento de la anemia que cabe inferir no sorprenden. Pocos países han logrado ampliar las medidas de eficacia comprobada para la prevención de la anemia nutricional (como la administración de micronutrientes suplementarios durante el embarazo y la lactancia, la fortificación alimentaria y el fomento del acceso a dietas saludables y del consumo de estas). Es necesario generar y utilizar mejores datos objetivos específicos contextualizados sobre la anemia en las mujeres de entre 15 y 49 años a fin de formular programas eficaces para hacer frente a las causas de la anemia, que son diversas y están relacionadas entre sí, como en el caso de la anemia por inflamación. Para avanzar en la consecución de este importante indicador de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, las medidas deben contar con suficientes recursos, estar coordinadas y someterse a seguimiento para obtener efectos sostenidos.
En el Cuadro 2.7 se muestran las tendencias mundiales y regionales de la prevalencia en relación con los indicadores seleccionados. Si bien no hubo variaciones significativas en la prevalencia de la emaciación infantil a escala mundial (7,4 % en 2012 y 6,6 % en 2024), en algunas subregiones se produjeron mejoras. Entre 2012 y 2024, las mayores reducciones de la prevalencia de la emaciación infantil tuvieron lugar en África occidental (del 8,2 % al 6,5 %) y Asia central (del 3,8 % al 2,1 %). Resulta alentador que ninguna región presentara un aumento de la prevalencia de la emaciación infantil.
CUADRO 2.7Tendencias mundiales y regionales de la prevalencia de siete indicadores de nutrición con metas mundiales

FUENTES: Véanse las fuentes que se citan en relación con la Figura 2.9.
En el Cuadro 2.8 se presentan en cifras las tendencias mundiales y regionales correspondientes a las siete metas mundiales de nutrición. Las cifras se calculan a partir de la prevalencia y no deben confundirse con la carga anual, en particular cuando se trata de indicadores que probablemente incluyan casos de varias incidencias repetidas en el curso de un año. Por ejemplo, un niño puede padecer múltiples episodios de emaciación a lo largo de un año, por lo que la carga anual para este indicador debe tener en cuenta la incidencia. Otra consideración importante al interpretar las cifras a lo largo del tiempo es que se ven afectadas tanto por la prevalencia como por la tasa de natalidad. Entre 2012 y 2024, el número de niños menores de cinco años en el mundo disminuyó de 683,5 millones a 647,3 millones, reducción de un 5,3 %. Si bien el número de niños se redujo a escala mundial, la tasa de natalidad varió en función de la región, y durante el mismo período aumentó notablemente la población de niños menores de cinco años en África (de 181,4 a 214,1 millones, incremento de un 18,1 %).
CUADRO 2.8Tendencias mundiales y regionales de las CIFRAS CORRESPONDIENTES A SIETE INDICADORES DE nutrición con metas mundiales

FUENTES: Véanse las fuentes que se citan en relación con la Figura 2.9.
La meta relativa al retraso del crecimiento infantil es la única meta mundial de nutrición que se refiere al número de niños en lugar de a la prevalencia. Las metas previstas para 2025 y 2030 son reducir el número de niños con retraso del crecimiento un 40 % y un 50 % con respecto al año de referencia, respectivamente. A escala mundial, el número de niños con retraso del crecimiento disminuyó de 180,4 millones a 150,2 millones entre 2012 y 2024, descenso del 16,8 %. Las subregiones con las mayores reducciones del número de niños con retraso del crecimiento entre 2012 y 2024 fueron: Asia meridional (−20,6 millones), Asia sudoriental (−6,1 millones) y Asia oriental (−4,6 millones).
La acusada disminución del número de niños con retraso del crecimiento en Asia se debió a una combinación de la reducción de la prevalencia del retraso del crecimiento con la reducción de la población infantil. Esta dinámica se advierte en Asia oriental, donde la prevalencia disminuyó el 36,8 % entre 2012 y 2024 (de un 7,6 % a un 4,8 %) y el número de niños con retraso del crecimiento disminuyó aún más, un 61,1 % (de 7,5 a 2,9 millones), superando las metas previstas tanto para 2025 como para 2030. Si bien algunas regiones van camino de cumplir las metas relativas al retraso del crecimiento infantil, en otras —en particular aquellas donde la población infantil sigue aumentando— se necesitan grandes reducciones de la prevalencia del retraso del crecimiento para alcanzar las metas previstas para 2030. En África, la necesidad de una reducción acelerada de la prevalencia queda patente en el aumento del número de niños con retraso del crecimiento entre 2012 y 2024 (3,1 millones), a pesar de la reducción de la prevalencia del retraso del crecimiento durante el mismo período (de un 34,0 % a un 30,3 %).
2.3.2 Progresos en los países
En la Figura 2.10 se presenta el número de países que van o no van camino de alcanzar las metas mundiales de nutrición previstas para 2030. En la figura se incluye asimismo la categoría “no es posible una evaluación”, indicio del número de países sin estimaciones suficientes para el seguimiento de los progresos. En el caso de muchos países, no se dispone de estimaciones suficientes sobre la emaciación infantil y la lactancia materna exclusiva. Un 32 % de los países (63 de 195) carecía de datos suficientes respecto de la emaciación infantil, proporción que ascendía al 43 % (83 de 195) en el caso de la lactancia materna exclusiva. Al interpretar los progresos, especialmente para estos dos indicadores, es preciso tener en cuenta el elevado porcentaje de países sin estimaciones disponibles.
Figura 2.10 La mayoría de los países no dispone de datos suficientes o no va camino de cumplir las metas mundiales de nutrición previstas para 2030

Entre los 132 países sobre los que se dispone de datos para determinar los avances en materia de emaciación infantil, más de la mitad (74 de 132) van camino de cumplir la meta prevista para 2030. Hay más países que van camino de alcanzar la meta relativa a la emaciación infantil que respecto de otros indicadores del estado nutricional infantil. Entre los indicadores del estado nutricional infantil, el bajo peso al nacer es el que presenta el menor porcentaje de países que van camino de cumplir la meta: 8 % (12 de 158). En el caso del retraso del crecimiento infantil, el 35 % de los países (56 de 160) va camino de cumplir la meta; el porcentaje es menor en el caso del sobrepeso infantil: solo el 21 % de los países de los que se dispone de datos sobre los avances al respecto (34 de 162) va por el buen camino. Si bien es considerable el número de países que van camino de cumplir estas metas, muchos necesitan acelerar sus avances para alcanzar las metas previstas para 2030 relacionadas con los indicadores centrados en los niños.
Como se ha mencionado antes, el mundo está cerca de cumplir la meta prevista para 2025 en relación con la lactancia materna exclusiva, pero es preciso acelerar los progresos para cumplir la meta correspondiente a 2030. Solo un 19 % de los países en relación con los cuales se dispone de datos sobre los progresos (21 de 112) va camino de cumplir la meta prevista para 2030 relativa a la lactancia materna exclusiva, lo que pone de relieve la necesidad de mayores mejoras respecto de este indicador de la alimentación infantil.
En el caso de los indicadores relacionados con los grupos de mayor edad, muy pocos países van camino de cumplir las metas. Solo uno de los 194 países (<1 %) con respecto a los cuales se dispone de datos sobre los progresos va camino de cumplir la meta relativa a la anemia en las mujeres de entre 15 y 49 años, y solo cuatro de 195 (2 %) van camino de cumplir la meta relativa a la obesidad en adultos.
2.3.3 Tema destacado: la diversidad alimentaria mínima en los niños y las mujeres: el indicador más nuevo del Objetivo de Desarrollo Sostenible 2
En marzo de 2025, la Comisión de Estadística de las Naciones Unidas aprobó oficialmente la inclusión de la prevalencia de la diversidad alimentaria mínima como nuevo indicador para el seguimiento de los progresos en la consecución de la meta 2.2 de los ODS (Poner fin a todas las formas de malnutrición para 2030)e. Esta decisión subsana una importante laguna en el marco de los indicadores de los ODS, que hasta ahora no contenía indicadores para el seguimiento de la calidad de las dietas. También pone de manifiesto el consenso alcanzado por los Estados miembros a efectos de contar con un indicador válido para el seguimiento mundial de las dietas en distintos contextos.
Habida cuenta de que 2 600 millones de personas de todo el mundo no se pueden permitir una dieta saludable —y de que las dietas deficientes contribuyen notablemente a la carga mundial de malnutrición, las enfermedades no transmisibles relacionadas con la alimentación y la mortalidad—, el seguimiento de lo que comen las personas no solo es oportuno, sino también esencial para fundamentar la formulación y la aplicación de políticas y programas que aborden las deficiencias en la ingesta de alimentos y nutrientes. La mayor atención prestada en todo el mundo a los sistemas alimentarios sostenibles que proporcionan dietas saludables también ha elevado la demanda de indicadores válidos pero viables para el seguimiento de las dietas de las poblaciones.
Las dietas saludables pueden presentar apariencias muy distintas según el lugar del mundo en el que se consuman. No obstante, como se menciona en la Sección 2.2, las dietas saludables comparten cuatro características universales: son variadas y están integradas por alimentos diversos que proporcionan nutrientes y compuestos bioactivos importantes para la salud, su contenido de nutrientes esenciales es suficiente, son equilibradas en lo que se refiere a energía alimentaria y sus fuentes (proteínas, hidratos de carbono y grasas), e incluyen cantidades moderadas de componentes dietéticos perjudiciales para la salud si se consumen en exceso10, 11.
La diversidad alimentaria mínima refleja la diversidad de las dietas de dos poblaciones vulnerables desde el punto de vista de la nutrición, los niños de 6 a 23 meses y las mujeres de entre 15 y 49 años, mediante un simple recuento del número de grupos de alimentos que estas personas consumieron el día anterior. Se utilizan ocho grupos de alimentos para calcular la diversidad alimentaria mínima de los niños de 6 a 23 meses y 10 grupos para calcular la diversidad alimentaria mínima de las mujeres de entre 15 y 49 añosf. Se considera que las personas que consumieron alimentos o bebidas de cinco o más grupos alimentarios reúnen una diversidad alimentaria mínima, lo que indica una mayor probabilidad de que la dieta sea suficiente en cuanto al contenido de vitaminas y minerales esenciales que necesitan estas poblaciones. Puede consultarse información detallada relativa a las metodologías en las directrices de la OMS y el UNICEF sobre la alimentación de lactantes y niños pequeños24 y en la guía de la FAO sobre el uso y la interpretación de la diversidad alimentaria mínima de las mujeres de entre 15 y 49 años23.
Estimaciones mundiales y regionales de la diversidad alimentaria mínima
Desde el primer trimestre de 2024, se dispone de datos de encuestas representativas a escala nacional sobre la diversidad alimentaria mínima de los niños de 6 a 23 meses y de las mujeres de entre 15 y 49 años correspondientes a 110 y 92 países, respectivamente. A escala mundial, solo un tercio (34 %) de los niños de 6 a 23 meses alcanzó la diversidad alimentaria mínima según datos acumulados de distintas fuentes para el período comprendido entre 2016 y 2022 (Figura 2.11), y dos tercios (65 %) de las mujeres de entre 15 y 49 años alcanzaron la diversidad alimentaria mínima, estimada sobre la base de datos acumulados de distintas fuentes para el período comprendido entre 2020 y 2024 (Figura 2.12). Dicho de otro modo, un tercio de las mujeres y, lo que es más preocupante, alrededor de dos tercios de los niños de 6 a 23 meses de todo el mundo consumían dietas de diversidad insuficiente y, por lo tanto, corrían el riesgo de consumir cantidades inadecuadas de las vitaminas y los minerales esenciales necesarios para una nutrición apropiada y una buena salud.
Figura 2.11 SOLO Un tercio de los niños de 6 a 23 meses de todo el mundo alcanza la diversidad alimentaria mínima

FUENTE: UNICEF. Diciembre de 2023. Infant and young child feeding. En: UNICEF. [Consultado el 6 de abril de 2025]. https://data.unicef.org/topic/nutrition/infant-and-young-child-feeding
Figura 2.12 Dos tercios de las mujeres de entre 15 y 49 años de todo el mundo alcanzan la diversidad alimentaria mínima

FUENTE: FAO. 2025. FAOSTAT: Indicadores ODS. [Consultado el 28 de julio de 2025]. https://www.fao.org/faostat/es/#data/SDGB. Licencia: CC BY 4.0.
Se observan marcadas diferencias entre regiones, y el porcentaje más bajo de mujeres que alcanzaban la diversidad alimentaria mínima corresponde a África (48 %), mientras que el más alto corresponde a América septentrional y Europa (79 %). Oceanía se ha excluido del análisis porque solo se disponía de datos de un país. África también presenta el porcentaje más bajo de niños de 6 a 23 meses que alcanzaban la diversidad alimentaria mínima (25 %), seguida de Oceanía (34 %), Asia (38 %) y América Latina y el Caribe (62 %). Solo hay datos sobre la diversidad alimentaria mínima de niños de 6 a 23 meses para cinco países de América septentrional y Europa, y las estimaciones correspondientes a Oceanía no incluyen información sobre Australia y Nueva Zelandia debido a la falta de datos. La falta de datos deja grandes lagunas e impide entender del todo las dietas de distintas partes del mundo.
El bajo porcentaje de mujeres y niños que reciben una dieta mínimamente variada en todo el mundo es preocupante, puesto que la falta de diversidad alimentaria no solo incide en el riesgo de carencias de micronutrientes, sino que también puede tener otras consecuencias relacionadas con la salud y el desarrollo. Es preocupante asimismo que la diversidad alimentaria no esté mejorando rápidamente para los niños; la diversidad alimentaria mínima para los niños de 6 a 23 meses apenas ha mejorado, pasando de un 28 % de niños que alcanzaban la diversidad alimentaria mínima en 2015 a un 34 % en 202225. El seguimiento y la garantía de que las mujeres y los niños consuman dietas saludables constituyen una prioridad fundamental a escala mundial. No obstante, para alcanzar la diversidad alimentaria mínima es necesario que los gobiernos y otras partes interesadas nacionales se aseguren de que las políticas y los programas cuenten de manera sostenida con un mayor número de medidas dirigidas a mejorar las dietas de las mujeres y los niños y que se incorporen indicadores relativos a la diversidad alimentaria mínima en plataformas de recopilación de datos como las encuestas poblacionales. Para ello, es preciso crear conciencia y fomentar la capacidad con respecto a la diversidad alimentaria mínima de los niños de 6 a 23 meses y las mujeres de entre 15 y 49 años entre las distintas partes interesadas, especialmente a escala nacional y subnacional, y aportar financiación suficiente para desarrollar la capacidad de los países de recopilar, analizar, utilizar y comunicar datos sobre los progresos con respecto a este indicador.