A pesar de la gran producción de estiércol animal producido por la ganadería Argentina, el uso de este material como abono es limitado(Cuadro 13). Debido a que la producción ganadera es en gran parte extensiva, la concentración de las excretas se restringe al ganado encerrado en establecimientos de engorde a corral, localizado a menudo a gran distancia de los centros de consumo.
Una proporción substancial de los cultivos hortícolas, y en un nivel algo inferior los frutícolas, utilizan abonos de origen animal, principalmente de ganado bovino, y de aves de corral, en cantidades que varían dependiendo del área y de la disponibilidad. En las regiones adonde se concentra la producción avícola, la sub-región Pampeana norte y el litoral, existe un escaso uso en cereales.
La cantidad de nutrientes aplicados en estos abonos es muy baja comparada con la de los fertilizantes minerales.
SENASA, el organismo a cargo del control estatal y de registro de los insumos de uso agropecuario, tiene inscriptos algunas docenas de productos basados en humus producidos por lombrices y otros de origen animal. Estos abonos permiten mejorar la producción agrícola bajo certificación orgánica, pero el área es muy pequeña.
CUADRO 13
Consumo estimado de estiércoles en la
producción hortofrutícola
|
Cultivo |
Área |
Dosis |
Fertilizado |
Consumo |
|
Frutales deciduos |
156, 5 |
15 |
30 |
704 |
|
Viña |
199, 7 |
10 |
25 |
499 |
|
Citrus |
148, 0 |
7 |
15 |
155 |
|
Cultivos hortícolas |
246, 0 |
20 |
50 |
2 460 |