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Las informaciones más recientes continúan indicando un aumento de la producción de cereales en 2000, aunque el crecimiento será menor de lo previsto. Se reafirman así los pronósticos anteriores de que la producción de cereales no será suficiente para satisfacer las necesidades de utilización previstas en 2000/01, debiéndose por ello recurrir a las reservas mundiales de cereales.

El pronóstico más reciente de la FAO relativo a la producción de cereales en 2000 es de 1 881 millones de toneladas, 0,3 por ciento más que el año pasado. La producción de trigo se pronostica en 587 millones de toneladas, 0,4 por ciento menos que el año anterior, mientras que previsiblemente la de cereales secundarios aumentará 1,6 por ciento a 896 millones de toneladas. El pronóstico de la producción mundial de arroz en 2000 se mantiene inalterado en 398 millones de toneladas (arroz elaborado), 1,3 por ciento menos que la producción récord del año pasado.

Persisten en muchos países en desarrollo las dificultades en cuanto a suministros alimentarios. A finales de agosto, los países en desarrollo que atravesaban graves dificultades alimentarias eran 36, cifra idéntica a la de junio. Pero, además, hay varios otros países afectados por catástrofes graves, aunque localizadas, principalmente inundaciones y sequías.

El comercio mundial de cereales debería aumentar ulteriormente en 2000/01, a 232 millones de toneladas, 2 millones de toneladas más que el volumen estimado en 1999/2000. Según los pronósticos, aumentará el comercio mundial de cereales secundarios mientras que el comercio de trigo podría disminuir marginalmente.

Los precios de exportación de cereales siguieron siendo débiles durante la mayor parte de los últimos tres meses. Sin embargo, los del trigo y los cereales secundarios empezaron a recuperarse al final de agosto como efecto principalmente de las perspectivas menos favorables de la cosecha en algunos países y de la fuerte demanda de importaciones.

La progresiva contracción de los suministros mundiales de carne está haciendo subir los precios en 2000. Es probable que la utilización limitada de programas de exportación restrinja el crecimiento del comercio a sólo 1 por ciento, previéndose que en los países en desarrollo se concentrará todo el crecimiento de las exportaciones de carne.

Durante 1999/2000, los precios de los aceites y grasas siguieron disminuyendo debido a una cuantía sin precedentes de suministros mundiales, mientras que los de las harinas oleaginosas comenzaron a fortalecerse nuevamente debido a la situación cada vez más difícil de la oferta y la demanda. Es probable que la campaña de 2000/01 esté caracterizada por un aumento de la producción de harinas y una contracción de la de aceites y grasas.