Los precios internacionales de la leche en polvo au-mentaron de forma pronunciada a mediados del año. Por ejemplo, la leche desnatada en polvo (LDP) pasó de 1 600 dólares EE.UU. por tonelada en abril a 2 100 dólares EE.UU. por tonelada en septiembre. En el mismo período, los precios de la leche entera en polvo (LEP) pasaron de 1 650 a 1 975 dólares EE.UU. por tonelada. También au-mentaron considerablemente los precios de la caseína. Siguiendo esta tendencia al alza, también aumentaron los precios del queso, aunque en menor grado. Los factores principales que explican este fenómeno fueron la fuerte demanda de los países importadores y los suministros limitados de los países exportadores. Tomando el caso de la leche desnatada en polvo, Oceanía comenzó la campaña lechera de 2000/01 con niveles bajos de existencias debido a las fuertes ventas de exportación. Además, la CE, el otro gran exportador de leche en polvo, para el final del verano europeo había agotado sus existencias de intervención de LDP. En cambio, en los Estados Unidos crecieron las existencias de LDP financiadas con fondos públicos; pero los altos precios de sostenimiento internos y las limitaciones de la utilización de subvenciones a la exportación en el marco de la Ronda Uruguay de la OMC impidieron la expor-tación de grandes volúmenes. Aunque el precio de la mantequilla no aumentó considerablemente durante 2000, hay indicios de que la demanda de importaciones se fortaleció durante la segunda parte del año y algunos exportadores señalan la existencia de un nivel superior a la media de pedidos de este producto.
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1999
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2000
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oct.
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ago.
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sept.
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oct.
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( . . dólares EE.UU./ton., f.o.b. .. )
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Mantequilla
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1 225
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1 225
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1 275
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1 325
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Leche desnatada en polvo
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1 325
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2 025
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2 100
|
2 150
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Leche entera en polvo
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1 425
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1 975
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1 975
|
2 050
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Queso (Cheddar)
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1 700
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1 825
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1 875
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1 925
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Caseína ácida
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4 000
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4 900
|
4 950
|
4 950
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La producción mundial de leche debería aumentar un 2 por ciento durante 2000, con aumentos de la producción en la mayoría de los países. Tras un comienzo bueno de la campaña lechera de 2000/01, la producción de leche en Nueva Zelandia se vio afectada por un tiempo frío y húmedo imperante durante septiembre y octubre, que son los meses de producción máxima. Por consiguiente, el crecimiento de la producción durante la actual campaña lechera podría ser inferior al 4 por ciento que se había previsto anteriormente. En el caso de Australia, la producción está avanzando alrededor de un 4 por ciento más rápidamente que en el mismo período de 1999. Teniendo esto en cuenta, la producción lechera de Nueva Zelandia se pronostica en 13,1 millones de toneladas, mientras que la de Australia en 11,3 millones de toneladas. Como ambos países cuentan con mercados internosbien establecidos, todo incremento en la producción lechera se destinará principalmente a la producción de productos lácteos de exportación. En ambos países, debido a la devaluación de sus monedas nacionales frente al dólar EE.UU., el aumento de los precios internacionales cotizados en dólares EE.UU. ha aumentado los pagos a los agricultores efectuados en moneda local. Por consi-guiente, especialmente en Nueva Zelandia la indus-tria lechera se ha trasformado en una posibilidad in-teresante y algunas fincas se están dedicando a ella abandonando otras actividades. El crecimiento de la producción lechera en Nueva Zelandia, especial-mente en South Island donde muchas fincas se están transformando ha requerido inversiones para aumentar la capacidad de elaboración.
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1998
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1999
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2000
estim. | |
(. . millones de toneladas. . )
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TOTAL MUNDIAL
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558
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565
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575
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CE
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125
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125
|
125
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India
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75
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77
|
79
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Estados Unidos
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71
|
73
|
75
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|
Fed. de Rusia
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33
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32
|
31
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Pakistán
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22
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23
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24
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Brasil
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21
|
22
|
22
|
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Ucrania
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14
|
13
|
12
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Polonia
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13
|
12
|
12
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Nueva Zelandia
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11
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13
|
13
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Australia
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10
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11
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11
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Turquía
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10
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10
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10
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Fuente: FAO
En los Estados Unidos, a pesar de la disminución de los precios de la leche, la situación favorable de los piensos y de las condiciones atmosféricas, el aumento de los rendimientos por vaca y la expan-sión de la cabaña han hecho que la producción le-chera continuara aumentando. En 2000, la produc-ción lechera debería aumentar un 3 por ciento. Des-pués de muchos años de disminución, el tamaño de las cabañas de los Estados Unidos aumentaron tan-to en 1999 como en 2000. La expansión se ha con-centrado en los estados occidentales - Arizona, California, Idaho y Nuevo México - que se caracteri-zan por tener fincas grandes y económicas. La pro-ducción lechera de los Estados Unidos ha crecido tanto en los años 1999 y 2000 tomados conjunta-mente como en los siete años anteriores. Para 2001 se prevé una ulterior expansión como consecuencia de una relación favorable entre los precios de los piensos y los de la leche y de la continua expansión de la cabaña, que podría durar hasta mediados de 2001 por lo menos. El auge de la producción leche-ra ha permitido la reconstitución de las existencias de productos lácteos comerciales y gubernamen-tales y ha determinado una disminución de los pre-cios internos del queso y la mantequilla.
En Europa oriental, las condiciones secas imperan-tes durante el verano deberían traducirse en una disminución de la producción lechera para 2000 en algunos países como Lituania, Polonia, Eslovaquia y Yugoslavia. Además, en algunos países de la región, por ejemplo Polonia y Eslovaquia, la aplica-ción de normas más estrictas sobre la calidad de la leche han dado lugar a una disminución de las entregas de este producto a las lecherías. En algunos países de esta región cuya entrada en la CE se prevé para los próximos años, esta cir-cunstancia podría servir de incentivo para que los agricultores aumenten la producción para obtener el derecho a contingentes de producción una vez que logren ser miembros de la CE.
En algunos de los otros países desarrollados (la CE, Canadá, Japón, Suiza) la producción está suje-ta a políticas restrictivas y, por consiguiente, cambia poco de un año para otro. En los dos países pro-ductores más grandes de la CEI, la Federación de Rusia y Ucrania, se prevé una continua disminución de la producción para 2000, ya que la producción lechera no es rentable en muchas explotaciones agrícolas. Además, la escasez de cereales forraje-ros durante el próximo invierno debería perjudicar la producción. Sin embargo, en el caso de la Federación de Rusia, aunque el tamaño de la caba-ña continúa disminuyendo parece que el rendi-miento por vaca se está estabilizando, lo cual indica quizás que el continuo descenso de la producción lechera desde 1990 podría irse superando.
En los países en desarrollo, se prevé que la producción lechera continuará creciendo en Africa y América Latina. La producción lechera de la India durante la campaña comercial 2000/01 (abril/marzo) podría aumentar a unos 79 millones de toneladas. Como la producción lechera se concentra en unidades pequeñas y sólo el 10 por ciento de la producción lechera nacional pasa a través del sector oficial del tratamiento de la leche, no se dispone de las cifras exactas de la producción lechera de la India. El crecimiento de la producción en este país se debe al mejoramiento de los rendimientos por animal y no al aumento del número de animales. Asimismo en China, donde se prevé un crecimiento moderado de la producción lechera total, el crecimiento de la producción de leche se ha concentrado desde el comienzo de los años noventa en la mejora de los rendimientos y no en la expansión de la cabaña. En América Latina, la producción lechera debería aumentar en la mayoría de los países de la región. Por lo que se refiere a los países del cono sur (Argentina, Chile y Uruguay), la suerte de los productores depende cada vez más del mercado internacional, ya que sus mercados internos no crecen lo suficiente como para absorber el aumento de la producción. Como en muchas otras partes del mundo, el entorno más competitivo en el que deben trabajar los agricultores del cono sur está induciendo a los productores más pequeños y menos eficientes a abandonar la industria. Por ejemplo, en la Argentina, el número de los agricultores que proveía de leche a las lecherías en julio de 2000 había disminuido en 9 por ciento respecto al mismo mes de 1999. Como consecuencia de este proceso, también descendió, en un 8 por ciento durante los primeros siete meses de 2000, la cantidad de leche elaborada por las lecherías argentinas. Lo cual significaría que la producción lechera de la Argentina en 2000 estará en torno a los 9,3 millones de toneladas, frente a un volumen superior a los 10 millones de toneladas en 1999.
En otras partes de América Latina, como Brasil, Colombia, Costa Rica y México, la producción debería aumentar. En estos países, el motor principal del crecimiento de la producción lechera es el aumento de la demanda interna. En el caso del Brasil, el aumento de los precios en la explotación agrícola ha servido de incentivo para aumentar la producción.
Durante 2000, el superávit de la producción de leche, una vez cubiertas las necesidades internas, creció en los principales países exportadores a un ritmo más lento que la demanda internacional. Por consiguiente, escasearon los suministros de algunos productos lácteos en el mercado mundial, especialmente la leche desnatada en polvo. Las compras de leche en polvo por parte de la mayoría de los países de Asia sudoriental aumentaron durante 2000, ya que el crecimiento económico de esta región sostuvo la demanda de importaciones. Además, en los países petroleros del Oriente Medio y del Norte de Africa y Venezuela el aumento de los ingresos derivados del alza de los precios del petróleo dieron lugar a un aumento de la demanda de importaciones de algunos productos lácteos. En otras partes, como Brasil, se prevé que las importaciones se mantendrán. Por otro lado, la demanda de importaciones de mantequilla y queso por parte de la Federación de Rusia fue baja debido a que, tras la devaluación del rublo a mediados de 1998, el precio de los productos lácteos importados ha subido considerablemente en términos de moneda nacional.
Suponiendo que las condiciones atmosféricas fueran normales en el hemisferio sur, que los suministros exportables de muchos países exportadores fueran limitados, y que continuara la demanda sostenida de importaciones en algunos países importadores, los precios de la mayoría de los productos lácteos seguirían siendo altos durante el resto de 2000 y el primer semestre de 2001. Durante este período, los precios de la LDP, la LEP y la caseína deberían mantenerse en los niveles de octubre de 2000, o cercanos a ellos, mientras que los de la mantequilla y el queso podrían aumentar ulteriormente.