En los principales países productores ha terminado la cosecha de trigo de 2000 con resultados variados. La producción total en la región se cifra en 252 millones de toneladas, en torno a la media, pero 3 por ciento menos que en 1999. La merma se atribuye principalmente a un descenso de la producción en China. El pronóstico más reciente de la producción de cereales secundarios de la región se cifra ahora en 190 millones de toneladas, alrededor de 8 millones de toneladas menos de lo previsto en el informe de septiembre y 28 millones de toneladas, o sea 13 por ciento, menos que la cosecha de 1999. También en este caso la disminución se atribuye principalmente a una merma significativa registrada en China. La producción arrocera de la región en 2000 se pronostica actualmente en 540,4 millones de toneladas, alrededor de 1 millón de toneladas menos que la cifra revisada para 1999. Desde me-diados de septiembre, unas grandes inundaciones han afectado a algunos importantes países produc-tores de arroz, pero se estima que sus repercusio-nes en la producción de la campaña son relativa-mente de poca importancia. En muchos casos, los arrozales ya se habían cosechado; en otros, el déficit de producción se verá compensado por los aumentos previstos en las cosechas sucesivas.
Lejano Oriente: En China, la estimación oficial más reciente de la cosecha de trigo de 2000 se mantiene en 101 millones de toneladas, alrededor de 10 por ciento menos que la media de los últimos cinco años y 13 millones de toneladas, o sea 11 por ciento, menos que en 1999. Unas precipitaciones entre normales y superiores a lo normal caídas en la última parte de octubre aumentaron la humedad del suelo para la plantación y emergencia del trigo de invierno en las principales zonas productoras del norte. A la inversa de China, tanto la India como el Pakistán obtuvieron en 2000 cosechas máximas de trigo de alrededor de 74 y 22 millones de toneladas, respectivamente, alrededor de 4 millones de tone-ladas más que el año anterior en ambos casos. La producción de cereales secundarios de China en 2000 se cifra ahora en 115 millones de toneladas, frente a los 141 millones de toneladas del año pasado. Debido a los efectos negativos de la sequía y, en alguna medida, a la reducción de la superficie plantada, la producción de maíz debería descender a su nivel más bajo en seis años, cerca de 103 millones de toneladas, alrededor de 15 por ciento inferior a la media y 25 millones de toneladas menos que en 1999.
En China (Continental), la recolección de la única cosecha de arroz está a punto de terminar en la mayor parte del país, y en el sur se ha comenzado a recoger la cosecha doble tardía. La estimación más reciente del Gobierno sobre la cosecha del arroz temprano de este año se sitúa en 37,7 millones de toneladas, más de 3 millones de toneladas menos que el año pasado. Además, habida cuenta de los daños causados por la sequía y los tifones en el sur de China, el pronóstico relativo a la cosecha tardía de arroz, estimada inicialmente en 45,4 millones de toneladas, se ha rebajado en alrededor de 800 000 toneladas a 44,6 millones de toneladas. La producción arrocera total de China en 2000 se cifra actualmente en 188,5 millones de toneladas, 10 millones de toneladas, o sea 5 por ciento, menos que en 1999. En octubre, Viet Nam se vio afectada por las peores inundaciones registradas en 40 años, que perjudicaron alrededor de 100 000 hectáreas de arrozales y anularon las previsiones anteriores que señalaban un aumento moderado de la producción. Según los pronósticos actuales, la producción de arroz de la campaña se mantendrá cercana al nivel revisado de 1999 (32,6 millones de toneladas), siempre y cuando resulte buena la cosecha de invierno y primavera. En Tailandia, se ha comenzado a recoger la cosecha principal de 2000. La evaluación actual de las repercusiones de las inundaciones de agosto y principios de septiembre sugieren una disminución sólo marginal de esa cosecha respecto a los 19 millones de toneladas obtenidos el año pasado. En Myanmar, está a punto de terminar la recolección de la cosecha de la temporada principal, y en noviembre comenzará la siembra de la cosecha secundaria. La producción arrocera del país se pronostica este año en 20 millones de toneladas, 200 000 toneladas más que la producción de 19,8 millones de toneladas estimada oficialmente en 1999. La expansión se debe a un aumento de la superficie plantada gracias a la política gubernamental de bonificación de los terrenos húmedos y baldíos para destinarlos al cultivo de arroz. En el Japón está a punto de terminar la recolección. Ante la perspectiva de una cosecha abundante y de un volumen grande de existencias, el Gobierno aprobó en octubre una serie de medidas encaminadas a reducir los excedentes. El programa incluye una reducción de la superficie plantada a partir del año fiscal 2001, un aumento de la utilización de arroz para piensos y unas asignaciones adicionales de arroz para ayuda alimentaria de países extranjeros. En Camboya, las aguas de las inundaciones han retrocedido, pero la sequía continúa causando daños en algunas zonas productoras de arroz. Con la llegada de la estación seca, prevista para dentro de poco, la producción arrocera podría empeorar aún más en esa zona de manera que el resultado de la campaña de 2000 sigue siendo muy incierto. En Laos, se pronostica oficialmente que la producción de este año aumentará casi 10 por ciento a 2,2 millones de toneladas, pese a la destrucción de unas 45 000 hectáreas de arroz a causa de las inundaciones que ha habido en las partes centrales y meridionales del país. La República Democrática de Corea ha estado sufriendo desde el principio del verano graves catástrofes relacionadas con el tiempo que, según las estimaciones del Gobierno, han causado una pérdida de 1,4 millones de toneladas de cereales, incluidas 366 000 toneladas de arroz. En Bangladesh, ha terminado la recolección de la cosecha temprana Aus y dentro de poco comenzará la plantación de la cosecha Aman (monzónica). Según los informes, quedaron perjudicadas 35 000 hectáreas de arroz y de otros cultivos a causa de las inundaciones que hubo en algunos distritos del noroeste. No obstante, la producción para la campaña de 2000 se pronostica en 34 millones de toneladas, sólo ligeramente inferior a la del año pasado. Sin embargo, este pronóstico es todavía provisional dado que la mayor parte de la producción de 2000 depende de los resultados de la cosecha Aman y, sobre todo, de la cosecha de regadío Boro, que se recogerá en 2001. En la India, la producción arrocera se ha visto afectada por la sequía registrada al principio de este año en algunos estados occidentales y meridionales y por las inundaciones provocadas durante la temporada monzónica. Como consecuencia, la producción de 2000 se ha revisado a la baja a 130 millones de toneladas con respecto a los 134 millones de toneladas previstos, 2,7 millones de toneladas menos que en la última campaña. En el Pakistán, se están realizando las actividades de recolección. Los informes señalan que a causa de una disminución de la superficie plantada y de un descenso de los rendimientos, la producción arrocera de 2000 podría disminuir a 7 millones de toneladas, 200 000 toneladas menos de lo que se había previsto anteriormente.
En Indonesia, ha comenzado la plantación de la co-secha de arroz de la temporada principal de 2001, mientras continúa todavía la recolección de la se-gunda cosecha de arroz de 2000. Según los pro-nósticos, la producción total de arroz de la presente campaña alcanzará los 52 millones de toneladas, 2 millones de toneladas más de lo que se había pro-nosticado anteriormente, debido a que la prolonga-ción de la estación húmeda y la escasa presencia de plagas y enfermedades han contribuido a au-mentar los rendimientos. Por el contrario, en Sri Lanka, la producción arrocera de la campaña 2000 debería descender a 2,6 millones de toneladas, 300 000 toneladas menos que el año pasado, debi-do a unas condiciones de crecimiento desfavorables para la cosecha principal Maha.
Cercano Oriente: En los países del Cercano Oriente asiático, dos años consecutivos de una gra-ve sequía e insuficiente disponibilidad de insumos agrícolas esenciales continúan afectando a la pro-ducción agropecuaria en muchas partes. La pro-ducción de trigo resultó muy reducida en el Iraq, el Afganistán y Jordania. Sin embargo, se observó al-guna recuperación en Turquía y Siria. En Arabia Saudita, la producción de trigo de 2000 se estima en 1,5 millones de toneladas, volumen semejante al del año pasado. En la República Islámica del Irán, es probable que la producción sea menor o seme-jante a la de 8,6 millones de toneladas obtenida en 1999.
La CEI en Asia: En los ocho países asiáticos de la CEI, los cultivos de secano se han visto afectados por un invierno benigno caracterizado por nevadas inferiores a lo normal y por unas condiciones excepcionalmente calurosas y secas imperantes en el verano de este año, particularmente en las partes meridionales y occidentales. En cambio, la situación de los cultivos de trigo de regadío (invierno) ha sido algo mejor en Uzbekistán y Turkmenistán, y los cultivos de secano de las principales zonas productoras del norte de Kazajstán se han beneficiado de unos niveles suficientes de humedad del suelo, aunque la cosecha es inferior a la producción excelente del año pasado (14 millones de toneladas). La producción total de cereales ha descendido 4 millones de toneladas a 20 millones de toneladas, incluidos 16 millones de toneladas de trigo (1999: 19 millones de toneladas).
En muchos países, y particularmente Armenia, Georgia y Tayikistán la sequía ha exacerbado los problemas económicos crónicos, a saber, la esca-sez estructural de semillas mejoradas, la insuficien-cia de capital de explotación para adquirir otros in-sumos que potencian el rendimiento, y la decaden-cia del sistema de riego. Por consiguiente, las cose-chas de cereales de 2000 de esos países son muy inferiores y los tres países han pedido a la comu-nidad internacional de donantes asistencia con su-ministros de semillas de trigo. En Tayikistán, la co-secha de cereales de 2000 se ha reducido casi a la mitad, a sólo 239 000 toneladas (1999: 448 000 to-neladas), y las necesidades de ayuda alimentaria han aumentado vertiginosamente. En Georgia, una misión FAO/PMA ha estimado la cosecha de ce-reales de 2000 en sólo 329 000 toneladas, incluidas sólo 83 000 toneladas de trigo. Esto es sólo un 42 por ciento de la producción estimada en 1999. En Armenia, una misión FAO/PMA calculó en agosto que el tiempo caluroso y seco de junio había reducido la cosecha de cereales de 2000 en 27 por ciento a 216 000 toneladas. En todos estos países, también se vieron afectadas las producciones de papas, hortalizas y cultivos forrajeros, lo que ejerció una presión ulterior sobre los suministros alimen-tarios disponibles y afectó a la producción pecuaria.
En Azerbaiyán la mayoría de los cereales se siembran en invierno. Todo parece indicar que los cultivos plantados en primavera, el maíz así como también el algodón, las frutas, las hortalizas, etc., sufrieron a causa de un tiempo caluroso y seco y de la escasez de agua de riego, pero la cosecha del trigo de invierno fue satisfactoria. Aunque las pérdidas de la cosecha de primavera se cifran oficialmente en 25 por ciento, aproximadamente, según los datos oficiales la producción total de cereales es superior a la del año pasado. Otros cultivos, como los forrajes, han sufrido consecuencias mayores. En Kirguistán, a diferencia de los informes anteriores hay indicios de que la cosecha de cereales de 2000 podría no alcanzar el objetivo y ser algo inferior a los 1,6 millones de toneladas del año pasado, debido a los daños sufridos por la cosecha en las partes meridionales. En Uzbekistán, las cosechas de cereales y legumbres (y algodón) de 2000 han sufrido a causa de la insuficiencia de agua de riego, agravada por problemas causados por el hombre (deficiente ordenación de las aguas, sistemas de cultivos inadecuados y escasa eficacia en materia de riego). Una misión FAO/PMA, que visitó el país en octubre, observó que en las cercanías del río Amu Darya los cereales de invierno habían sufrido la falta de agua en el verano menos que, por ejemplo, el algodón, pero los cereales de secano acusaron el déficit de las precipitaciones, que este año fueron inferiores a lo normal. Se señala que la producción total de trigo en 2000 es de 3,4 millones de toneladas, de los cuales 3,1 millones de toneladas provienen del sector público y 300 000 toneladas de las parcelas familiares. Sin embargo, el arroz y los cereales secundarios de primavera se han visto afectados, principalmente en las zonas bajas, y en particular en Karakalpakstan, y es probable que la cosecha de cereales y legumbres de 2000 sea inferior a los 4 millones de toneladas, un volumen inferior en 10 por ciento, por lo menos, al año pasado. Por el contrario, en Turkmenistán la producción de cereales de 2000 excedió del objetivo como reacción a la privatización de las tierras y a su efecto en los rendimientos, pese a las dificultades provenientes de las condiciones atmosféricas imperantes durante este año. La cosecha de trigo de 2000 se cifra oficialmente en 1,6 millones de toneladas (1999: 1,4 millones de toneladas), y la de cereales secundarios en cerca de 80 millones de toneladas, mientras que también aumentó la producción de arroz. En Kazajstán, la recolección prácticamente ha terminado y según los pronósticos de la FAO la cosecha de 2000 supera los 11 millones de toneladas.
Africa septentrional: La cosecha de trigo de 2000 en la subregión se estima en alrededor de 9,6 millones de toneladas, aproximadamente un 15 por ciento menos que el nivel del año pasado e inferior a la media de los últimos cinco años. Excepción hecha de Egipto, donde el trigo es principalmente de regadío, las condiciones secas imperantes durante todo el período vegetativo se tradujeron en una producción muy menguada en todos los países de la subregión. En Argelia y Marruecos, la producción fue muy inferior a la media y alrededor de un 37 por ciento inferior al nivel de 1999. En Túnez, la producción ha disminuido 43 por ciento y es inferior a la media. En cambio, la cosecha de trigo de Egipto se estima en alrededor de 6,7 millones de toneladas, aproximadamente un 5 por ciento más que la cosecha superior a la media del año pasado.
La cosecha de cereales secundarios de la región en 2000 se estima en 8,7 millones de toneladas, 12 por ciento menos que en 1999. Debido a las re-percusiones de unas condiciones atmosféricas des-favorables, la producción disminuyó considera-blemente en Argelia, Marruecos y Túnez, mientras que en Egipto aumentó alrededor de un 3 por ciento.
En Egipto se está recogiendo actualmente la cosecha de arroz de 2000, cuyo pronóstico se ha rebajado en 300 000 toneladas respecto al informe anterior, a 5,9 millones de toneladas, volumen sólo ligeramente superior al del año pasado. También han descendido en el país los precios al productor y, al comenzar a llegar al mercado los suministros de la nueva cosecha, crece la preocupación por la gran cantidad de existencias remanentes.
Africa occidental: Se han comenzado ahora a recoger los cereales secundarios. En el Sahel, una serie de misiones conjuntas FAO/CILSS de evaluación de cultivos estimaron en octubre la producción de cereales de 2000. Según las previsiones, en Burkina Faso y el Chad las cosechas serán inferiores a la media; en Cabo Verde, Senegal, Gambia y Guinea Bissau, entre superiores a la media y de nivel récord; mientras que en Malí, Mauritania y el Níger la producción seguirá siendo de nivel medio. La producción total de cereales se estima en 9,5 millones de toneladas, 16 por ciento menos que el nivel récord de 1999 pero sólo 2 por ciento menos que la media de los últimos cinco años. En los países costeros del Golfo de Guinea, las condiciones de crecimiento han sido en general favorables y la producción de la cosecha principal de maíz que se está recogiendo actualmente debería ser entre normal y superior a lo normal. La producción debería mejorar en Liberia, excepto en el distrito de Lofa, donde persiste la inseguridad. Por el contrario, en Sierra Leona disminuirá la producción debido a los disturbios civiles que se reanudaron en mayo durante el período crítico de la plantación. El país continuará dependiendo en un grado elevado de la asistencia humanitaria para satisfacer sus necesidades de consumo.
Trigo
|
Cereales secundarios
|
Arroz (cáscara)
|
Total
|
|||||
1999
|
2000
|
1999
|
2000
|
1999
|
2000
|
1999
|
2000
|
|
(. . . . . . . . . . . . . . . . . . . millones de toneladas
. . . . . . . . . . . . . . . . . )
|
||||||||
Asia
|
260,1
|
251,2
|
218,1
|
190,0
|
553,1
|
540,4
|
1 031,2
|
981,6
|
Africa
|
14,9
|
13,5
|
76,1
|
79,1
|
17,7
|
17,5
|
108,7
|
110,1
|
América Central
|
3,1
|
3,4
|
28,7
|
28,7
|
2,3
|
2,4
|
34,1
|
34,5
|
América del Sur
|
19,7
|
18,6
|
58,6
|
61,7
|
21,1
|
20,1
|
99,5
|
100,4
|
América del Norte
|
89,5
|
86,7
|
290,5
|
305,6
|
9,3
|
8,7
|
389,3
|
401,0
|
Europa
|
178,3
|
188,2
|
202,4
|
194,8
|
3,2
|
3,1
|
383,9
|
386,2
|
Oceanía
|
24,3
|
20,3
|
8,9
|
9,9
|
1,4
|
1,1
|
34,6
|
31,2
|
TOTAL MUNDIAL
|
589,8
|
581,8
|
883,4
|
869,7
|
608,2
|
593,4
|
2 081,4
|
2 044,9
|
(406) 1/
|
(397) 1/
|
(1 880) 2/
|
(1 848) 2/
|
|||||
Países en desarrollo
|
276,6
|
268,4
|
369,3
|
345,2
|
582,1
|
568,1
|
1 228,0
|
1 181,8
|
Países desarrollados
|
313,2
|
313,3
|
514,1
|
524,4
|
26,1
|
25,3
|
853,4
|
863,1
|
La mayoría de los países de la subregión están recogiendo o a punto de recoger sus principales cosechas de arroz. Las perspectivas son en general favorables, gracias a unas condiciones climáticas positivas y a unas precipitaciones caídas en el momento oportuno durante la campaña. Las estimaciones de la producción se mantienen inalteradas desde el último informe, salvo en el caso de Côte d'Ivoire, cuya producción en 2000 ha aumentado 200 000 toneladas a 1,1 millones de toneladas, volumen ligeramente superior al del año pasado.
Africa central: Ha comenzado la recolección de los cereales secundarios en el Camerún y la República Centroafricana, con perspectivas favorables. En la República del Congo, la producción agrícola debería aumentar gracias a un mejoramiento de la situación de seguridad. En la República Democrática del Congo, todas las acti-vidades económicas y agrícolas siguen sufriendo trastornos a causa de la guerra civil.
Africa oriental: Las perspectivas para la cosecha de trigo de 2000 son inciertas en Etiopía debido al retraso de las lluvias en algunas de las principales zonas productoras. Sin embargo, unas lluvias generalizadas y beneficiosas caídas en octubre contribuyeron a una cierta recuperación. En Kenya, donde ya ha comenzado la recolección, se prevé que la producción será muy inferior a la media debido a una sequía prolongada. En el Sudán, se ha obtenido al principio del año una producción de alrededor de 214 000 toneladas, 54 por ciento menos que la media de los últimos cinco años, debido a una reducción de la superficie plantada.
Los pronósticos provisionales para 2000 en la subregión indican una producción de cereales secundarios inferior a la media a causa principalmente de la sequía y del conflicto civil. En Eritrea, las perspectivas para las cosechas de 2000 son extremadamente malas debido al desplazamiento masivo de la población a raíz de la guerra fronteriza con el vecino país Etiopía. Los agricultores fueron desplazados de las importantes regiones agrícolas de Gash Barka y Debud, que representan más del 70 por ciento de la producción de cereales del país. La persistencia de la sequía ha afectado también a la producción agrícola en algunas partes. En Etiopía, las cosechas de la temporada secundaria "Belg" han sido malas debido a la sequía, y las perspectivas para la cosecha "Meher" de la temporada principal, que se recogerá a partir de diciembre, son inciertas debido al retraso de las lluvias, que demoraron los preparativos de la tierra y la plantación de los cultivos de ciclo largo. En Kenya, las estimaciones oficiales cifran la co-secha de maíz de las lluvias largas de 2000 en 1,4 millones de toneladas, 36 por ciento menos que la media de ese período (2,2 millones de toneladas). En Somalia, se prevé una buena cosecha de la temporada "Gu" debido a las lluvias generalizadas caídas durante el período vegetativo y a unas condiciones de seguridad mejoradas que alentaron la actividad agrícola. Las estimaciones provisionales cifran la producción de cereales de la temporada Gu de 2000 en 212 000 toneladas, alrededor de 65 por ciento más que en 1999 y 21 por ciento más que la media posterior a la guerra. En el Sudán, unas llu-vias atrasadas e irregulares afectaron al desarrollo de los cereales secundarios en las principales zonas productoras. En Tanzanía, debido a la sequía imperante tanto durante la temporada de "lluvias cortas" como durante la de "lluvias largas", se estima que la producción total de cereales secundarios de 2000 será inferior en alrededor de 17 por ciento a la del año pasado, situándose en 2,7 millones de toneladas. En Uganda, las cosechas de cereales secundarios de la temporada principal recogidas recientemente se vieron afectadas por una sequía prolongada en algunas zonas, esti-mándose que la producción total será inferior a la del año pasado. Las perspectivas para las cosechas de la temporada secundaria que se recogerán a partir de diciembre han mejorado debido prin-cipalmente a unas precipitaciones bien distribuidas recibidas desde septiembre.
Según los pronósticos, la producción de arroz de 2000 en el Africa oriental aumentará un 3 por ciento con respecto a la última temporada, a 920 000 tone-ladas, gracias a un aumento de los rendimientos medios. Las perspectivas para la producción en Tanzanía, el principal país productor de la sub-región, se mantienen inalteradas en 700 000 tone-ladas, volumen semejante al del año pasado. Sin embargo, una reciente evaluación de la producción cerealera sugiere resultados muy inferiores a lo normal, que podrían suponer una producción arrocera de 2000 más reducida de lo que se prevé actualmente.
Africa austral: La producción total de cereales secundarios de la subregión se estima en 19,1 millones de toneladas, alrededor de una cuarta parte más que la producción media de 1999. La cosecha abundante de este año se debe principalmente a las copiosas lluvias caídas durante el período vegetativo que fueron en general favorables para el desarrollo de los cultivos, a pesar de las grandes inundaciones y pérdidas de cosechas sufridas en algunas partes. La producción aumentó considerablemente en Sudáfrica, Zimbabwe, Zambia, Namibia y Botswana. En Malawi, la producción de cereales secundarios se mantuvo en el mismo nivel récord del año pasado. Pero se obtuvieron cosechas menores en Mozambique, afectado por graves pérdidas de cosecha debidas a las inundaciones registradas en las partes meridionales; en Madagascar, debido a la sequía en el sur y a los ciclones en el norte; y en Angola, a causa de los disturbios civiles. En Swazilandia y Lesotho, un tiempo seco seguido de lluvias excesivas determinó la merma de las cosechas.
Ha comenzado en la subregión la recolección de la cosecha de trigo de 2000. El pronóstico más reciente indica una producción inferior a la media, cercana a los 2,1 millones de toneladas. Según las previsiones, la producción de Sudáfrica, que representa más del 80 por ciento de la producción total, superará el nivel reducido del año pasado gracias a los abundantes abastecimientos de agua de riego, pero aún así será inferior a la media de los últimos cinco años. En Zimbabwe, se prevé una disminución de la producción debida a una fuerte reducción de la superficie plantada como efecto de los disturbios civiles registrados en las zonas agrícolas y del programa de distribución de tierras ejecutado actualmente por el Gobierno.
La campaña del arroz de 2000 en la subregión ha sido una de las peores del decenio, ya que en el primer semestre los dos principales productores, Madagascar y Mozambique, se vieron gravemente afectados por sequías, tormentas tropicales y ciclones. La plantación de la cosecha principal de arroz de 2001 comenzará en octubre en Madagascar (Haut Plateau) y en noviembre en Mozambique. Sin embargo, todavía no se sabe bien en qué medida los daños causados a la infraestructura agrícola comprometerán la próxima campaña arrocera de los dos países.
Recién ha comenzado la plantación de la cosecha de trigo de regadío de 2000/01 en las principales zonas productoras del noroeste de México, prácticamente el único productor de trigo de la subregión. Se señala que los niveles de los embalses son suficientes tras las lluvias beneficiosas caídas después de las tormentas tropicales de las últimas semanas. Según los pronósticos provisionales, la superficie plantada debería aumentar respecto al nivel del año anterior, que fue ligeramente inferior a la media debido a un tiempo seco prolongado durante la siembra.
Prácticamente ha terminado la recolección de las cosechas de cereales secundarios y frijoles de la primera temporada de 2000/01, mientras que recién ha comenzado la plantación de la cosecha de la segunda temporada en algunas partes, después de los trastornos causados por las tormentas tropicales y principalmente por el huracán "Keith". Se señalan daños causados en diversos países a los cereales, y a otros cultivos alimentarios, así como a las viviendas y a la infraestructura. En Belice, el país más afectado, miles de personas se han desplazado de sus hogares como consecuencia de las inundaciones, y la situación de la seguridad alimentaria de algunos grupos agrícolas corre peligro. En El Salvador, Honduras y Nicaragua, se señalan también importantes pérdidas localizadas de maíz, el principal cultivo cerealero. La producción total de cereales secundarios de estos países debería disminuir a niveles inferiores a la media. También se han visto afectadas las cose-chas de cereales en Guatemala, principalmente en el sur, pero en general se prevé que la producción se mantendrá en niveles medios. En México, las recientes lluvias tormentosas no afectaron al desarrollo de los cultivos de maíz en las grandes zonas productoras del centro y el sur, donde se pronostican producciones ligeramente superiores a la media. Las lluvias tormentosas han beneficiado a los cultivos de sorgo en las zonas nordorientales en las que se prevén producciones de nivel medio. En el Caribe, se prevén producciones inferiores a la media de cereales y frijoles, así como de otros cultivos alimentarios secundarios, en Haití, como consecuencia de un período prolongado de condiciones atmosféricas extremadamente secas durante la plantación, mientras que en la República Dominicana y Cuba se pronostican producciones de cereales de nivel medio.
Ha terminado la plantación de la cosecha de trigo de 2000/01 en la parte austral de la subregión. En la Argentina, el principal país productor, está a punto de comenzar la recolección. Unas lluvias entre ligeras y moderadas recibidas últimamente en algunas de las principales zonas productoras han beneficiado el desarrollo de los cultivos y los pronósticos iniciales indican producciones superiores a la media. En el Brasil, donde se ha co-menzado a recoger la cosecha, las perspectivas son malas como consecuencia de un tiempo extre-madamente malo que afectó a los cultivos durante la plantación y el desarrollo. Unas lluvias intensas caídas últimamente han empeorado la situación y se prevé una producción de trigo considerable-mente inferior a la media. También se prevén pro-ducciones inferiores a la media en Chile y el Uruguay, como consecuencia de las condiciones atmosféricas adversas durante el período de siem-bra. En los países andinos, en Bolivia ha terminado prácticamente la recolección de la cosecha de trigo de la segunda temporada (invierno) de 1999/2000 y se ha obtenido una producción reducida debida a las intensas lluvias e inundaciones ocurridas durante la plantación. En el Perú, ha terminado la mayor parte de la cosecha de trigo, estimándose su producción en un nivel superior a la media, mientras que la producción de Colombia se estima provisio-nalmente en un nivel medio.
Está en curso en los países australes la recolección de las cosechas de cereales secundarios de 2000/01, principalmente maíz. En la Argentina, se había retrasado la plantación debido a las intensas lluvias recibidas en algunas de las principales zonas productoras. A mediados de octubre, se había sembrado alrededor del 25 por ciento de las plantaciones previstas, lo que se compara con el 33 por ciento sembrado en el mismo período del año anterior. En el Brasil, unas lluvias entre moderadas e intensas recibidas últimamente han beneficiado la plantación de la cosecha de maíz de la primera temporada (principal) de 2000/01, particularmente en las grandes zonas productoras del sur, y se pronostica una mejora de la producción con respecto a las cosechas afectadas por el mal tiempo de la primera temporada del año anterior. En Chile, continúa la plantación de la cosecha de maíz y se prevé una recuperación respecto a la cosecha también gravemente afectada por el mal tiempo del año pasado. En los países andinos, han comenzado en Bolivia los trabajos de campo en el altiplano en preparación de la plantación de las cosechas de cereales secundarios y papas de la primera temporada de 2000/01, mientras que en los valles han comenzado algunas siembras tempranas. En el Ecuador, está en curso la recolección de la cosecha de maíz, principalmente blanco, de la segunda temporada de 1999/2000. Según pronósticos provisionales, la producción total de maíz (blanco y amarillo) será ligeramente inferior a la media. En Perú, prácticamente ha terminado la recolección de la cosecha del maíz blanco de 2000, mientras que la del maíz amarillo se encuentra muy avanzada. Según estimaciones provisionales, la cosecha será abundante. En Colombia, se ha terminado de recoger la cosecha de maíz de la primera temporada de 2000/01 y está en curso la plantación de la cosecha de la segunda temporada. Las pers-pectivas son buenas y se pronostica una producción total (para ambas campañas) de nivel medio. En Venezuela, está a punto de terminar la recolección de las cosechas de maíz y sorgo de las que se han obtenido producciones inferiores a la media.
Ha terminado en la mayor parte de la subregión la campaña arrocera de 2000, estimándose que la producción total ha descendido a 20,1 millones de toneladas, alrededor de 1 millón de toneladas menos que el año pasado. En algunos países se ha comenzado a plantar la cosecha de arroz de 2001. En Argentina, es posible que disminuyan nueva-mente este año los cultivos de arroz, debido a que muchos agricultores tienen dificultades para pagar sus deudas al haber recibido precios muy bajos durante la campaña de 2000.
En los Estados Unidos, el informe de octubre del USDA cifra la producción total de trigo de 2000 (invierno y primavera) en alrededor de 61 millones de toneladas, 2,6 por ciento menos que en 1999 y 5 por ciento menos que la media de los últimos cinco años. Al 22 de octubre, se señalaba que la plantación de la cosecha de trigo de invierno que se recogerá en 2001 estaba atrasada en alrededor de un 10 por ciento respecto al ritmo del año anterior y a la media quinquenal. El retraso se debe principalmente a la sequedad del suelo en las regiones centrales y meridionales, que representan la mayor parte de la producción del trigo duro de invierno del país. Hace falta más humedad para facilitar lo que resta de la siembra y para la germinación. Si las plantas no se arraigan firmemente antes de que comience el período de latencia los cultivos estarán más expuestos a la destrucción invernal. En el Canadá, se señalaba que a mediados de octubre la cosecha de trigo estaba prácticamente terminada. Este año la cosecha ha durado algo más de lo normal debido al tiempo húmedo imperante en las principales zonas productoras durante la mayor parte de septiembre. La producción total de trigo en 2000 se pronostica ahora oficialmente en cerca de 26 millones de toneladas, 4 por ciento menos que el año pasado y poco inferior a la media quinquenal.
Las perspectivas para la cosecha de cereales secundarios de 2000 de los Estados Unidos han empeorado algo desde el último informe de septiembre debido principalmente a las pérdidas relacionadas con la sequía sufridas en algunas regiones centrales y meridionales. El pronóstico de octubre del USDA cifra la producción total de cereales secundarios en 280 millones de toneladas, alrededor de 8 millones de toneladas menos que el pronóstico de septiembre pero aún así un volumen superior en casi 17 millones de toneladas, o sea 6,3 por ciento, a la producción del año pasado. De este total, se prevé que al maíz corresponderán alrededor de 259 millones de toneladas, comparados con los 240 millones de toneladas en 1999. Al 22 de octubre, según los informes, se había recogido el 78 por ciento de la cosecha de maíz, con un ritmo de recolección superior al del año pasado y a la media quinquenal. En el Canadá, el pronóstico más reciente de la producción total de cereales secundarios en 2000 se ha revisado a la baja desde el último informe a alrededor de 25 millones de toneladas, casi 6 por ciento menos que el año pasado y 5 por ciento menos que la media quinquenal.
En los Estados Unidos, se sigue todavía recogiendo el arroz en California, pero en los estados meridionales está casi terminada la recolección. Desde el último informe, el pronóstico de la producción de 2000 se ha ajustado a la baja a 8,7 millones de toneladas, 7 por ciento menos que la producción revisada de 1999. Las informaciones más recientes indican que la superficie plantada con arroz ha disminuido un 12 por ciento con respecto a los 1,4 millones de hectáreas de 1999.
El pronóstico más reciente de la FAO cifra en casi 216 millones de toneladas la producción total de cereales de la CE en 2000, 6 por ciento más que el año pasado y que la media de los últimos cinco años. El incremento resulta del efecto combinado del aumento de la superficie plantada con cereales y de los rendimientos medios de la cosecha de este año. La producción de trigo se estima ahora en alre-dedor de 105 millones de toneladas, volumen ligera-mente inferior al señalado en septiembre, pero toda-vía alrededor de 7 por ciento más que el año pasa-do. El pronóstico relativo a la producción total de ce-reales secundarios se ha ajustado al alza desde el último informe a unos 108 millones de toneladas, o sea alrededor de 5 por ciento más que la produc-ción de 1999. Se prevé un aumento de 6 por ciento de la producción de cebada a casi 52 millones de toneladas y de 12 por ciento de la de avena a 6,7 millones de toneladas. Se pronostica que la cosecha de maíz alcanzará casi los 38,5 millones de toneladas, 3 por ciento más que en el 1999.
Las perspectivas para las cosechas de cereales de invierno ya plantados o que se están plantando ahora en toda la Comunidad son inciertas. Las operaciones de la plantación se han visto dificultadas por unas precipitaciones generalizadas recibidas al final de septiembre y en octubre. En particular, la principal región productora de cereales de Italia ubicada en el norte del país resultó gravemente afectada por unas lluvias torrenciales e inundaciones, que comprometerán la plantación durante el otoño de este año. Del predominio de condiciones húmedas en la Comunidad se exceptúa la Península ibérica, que necesita más precipita-ciones que favorezcan la plantación de las cosechas de trigo y cebada de invierno.
Ha terminado la recolección de la cosecha de arroz en España, donde se estima que la producción ha descendido del 10 por ciento con respecto al año pasado. En Italia, las inundaciones afectaron a las regiones productoras del norte a mediados de octubre cuando todavía faltaba por recoger alrededor del 15 por ciento de la cosecha. Los pronósticos anteriores para este país ya habían apuntado a una cosecha de mala calidad, a causa del tiempo anormalmente frío registrado en julio. Según los pronósticos actuales, la producción total de la CE disminuirá 105 000 toneladas respecto de los 2,6 millones de toneladas de 1999. Pero en esta estimación no se calculan todavía las últimas pérdidas sufridas en Italia.
A diferencia de la situación de la CE, en otras partes de Europa persisten unas condiciones secas que están dificultando la plantación de los cereales de otoño. Se señala que los niveles de humedad del
suelo son muy inferiores a los del año pasado en la mayor parte de los países de Europa oriental y, en muchos casos, reducidos al mínimo necesario para la germinación de los cereales. Hacían falta precipitaciones abundantes al final de octubre y principios de noviembre, porque de lo contrario las superficies plantadas terminarían siendo inferiores a lo previsto, con la probabilidad de que la situación de los cultivos sea mala durante el período de latencia, lo que los haría más susceptibles a los peligros del invierno.
En Bulgaria, las cosechas de trigo y cebada de este año se estiman cercanas a los niveles del año pasa-do, de 3,1 millones de toneladas y alrededor de 700 000 toneladas, respectivamente. En cambio, la cosecha de maíz de verano quedó devastada por la sequía, y los informes más recientes cifran su pro-ducción en torno a las 800 000 toneladas, frente al nivel medio de los últimos cinco años situado en alrededor de 1,5 millones de toneladas. Para la siembra de otoño se recibieron algunas precipita-ciones en las partes sudorientales del país a prin-cipios de octubre después de la sequía de los meses anteriores. Los primeros indicios sugieren que este año los agricultores búlgaros podrían tratar de plantar más trigo de invierno, pero dependerá en definitiva de las condiciones atmosféricas imperan-tes a finales de octubre y principios de noviembre. En la República Checa, se estima que la producción de cereales de este año será inferior en alrededor de 7 por ciento a la de 1999, situándose en 6,5 mi-llones de toneladas. La mayor parte de la cosecha de cereales corresponde al trigo y la cebada, que resultaron relativamente menos afectados por la sequía de principios de año que otros cultivos.
En Hungría, la producción de cereales de 2000 se estima ahora en alrededor de 10 millones de toneladas, frente a más de 11 millones de toneladas del año pasado y a una media de alrededor de 12 millones de toneladas en los últimos cinco años. La fuerte recuperación de la producción de trigo, en alrededor de 40 por ciento para situarse en 3,7 millones de toneladas, se vio compensada con creces por la disminución de las cosechas de cebada y maíz. En Polonia, la producción de cereales ha descendido de forma pronunciada en 2000 a alrededor de 22 millones de toneladas, el nivel más bajo desde 1994, e inferior en alrededor de 15 por ciento a la media de los últimos cinco años. Las producciones de trigo y de todos los principales cultivos menores de cereales secundarios se vieron afectados por los efectos combinados de la sequía de primavera y unas intensas lluvias perjudiciales caídas durante el período principal de la recolección. Pero la cosecha de maíz se benefició de las intensas lluvias caídas en el verano, estimándose su producción en un nivel excelente de 900 000 toneladas, más del doble de la media de los últimos cinco años.
En Rumania, las estimaciones oficiales más recien-tes cifran la producción de trigo de 2000 en torno a los 4,3 millones de toneladas, 9 por ciento menos que en 1999 y alrededor de 20 por ciento por deba-jo de la media de los últimos cinco años. Es más, se señala que la calidad de la cosecha es considera-blemente inferior a lo normal debido a la grave se-quía padecida durante la primavera y el verano. La cosecha de maíz ha sido la más afectada, mucho más de lo previsto, debido a que las condiciones se-cas continuaron prácticamente durante todo el pe-ríodo vegetativo. Según se informa, en muchas zo-nas las cosechas habían quedado completamente destruidas y, a mediados de octubre se preveía que en el mejor de los casos la cosecha habría alcanza-do los 4 millones de toneladas aproximadamente, frente a una media quinquenal de más de 10 millo-nes de toneladas. Es posible que tenga que revisar-se a la baja esta estimación en las semanas veni-deras cuando termine la recolección. Según los in-formes, al final de octubre se había terminado en alrededor de 1,3 millones de hectáreas, sobre un total de 1,8 millones de hectáreas, la plantación de trigo para la cosecha del próximo año.
En la República Federativa de Yugoslavia (Serbia y Montenegro), unas inundaciones y anegamientos seguidos por condiciones calurosas y secas persis-tentes afectaron no sólo a los rendimientos del maíz sino también a los de la remolacha azucarera, la soja y los cultivos forrajeros. Debido a que durante el período de plantación los precios del trigo no eran remunerativos para el productor y escaseaban los combustibles y fertilizantes, se redujo la superficie plantada con cultivos de invierno y los rendimientos sufrieron una merma. Una misión de la FAO, que visitó el país en julio, estimó la cosecha de cereales de 2000 en alrededor de 5 millones de toneladas, frente a los 8,6 millones de toneladas obtenidos en 1999. La cosecha de trigo se estimó en 1,7-1,8 millones de toneladas. Según los informes oficiales, los rendimientos del maíz son inferiores en 40 por ciento a los del año pasado.
En los países bálticos, la producción de cereales de 2000 podría recuperarse a alrededor de 3,7 millones de toneladas (1999: 3,3 millones de toneladas ), manteniéndose estable la producción de trigo en alrededor de 1,3 millones de toneladas y recuperándose la de cereales secundarios en casi una quinta parte a 2,3 millones de toneladas.
En los países de la CEI situados al oeste de los Montes Urales (Belarús, Moldova, la Federación de Rusia y Ucrania), la producción total de cereales de 2000 es algo mayor que la escasa producción del año pasado debido principalmente a unas cosechas mejores obtenidas en Belarús y la Federación de Rusia. Por el contrario, se estima que las cosechas de Moldova y Ucrania no alcanzan ni siquiera los niveles bajos del año pasado a causa principal-mente de la sequía. Las estimaciones actuales ci-fran la producción total de cereales de 2000 en Belarús, Moldova, la Federación de Rusia y Ucrania en cerca de 99 millones de toneladas, frente a los 91 del año pasado. La producción total de trigo ha aumentado a 53 millones de toneladas, gracias a que las cosechas mejores de la Federación de Rusia compensaron la mala cosecha de Ucrania. Según las estimaciones, este año la producción total de cereales secundarios, situada en 45 millo-nes de toneladas, es 5 millones de toneladas mayor que la del año pasado. La producción de arroz cáscara se ha mantenido estable en torno a las 500 000 toneladas.
En la Federación de Rusia, la FAO pronostica provi-sionalmente un aumento de cerca del 20 por ciento de la producción total de cereales a casi 70 millones de toneladas, incluidos 40 millones de toneladas de trigo (1999: 34 millones de toneladas) y 30 millones de toneladas de cereales secundarios (1999: 25 millones de toneladas). La estimación de la FAO es mayor que los pronósticos oficiales, que indican una cosecha de 65 millones de toneladas, porque tiene en cuenta el aumento de los rendimientos obtenidos este año. En Belarús, se informa que, gracias a un tiempo mejorado, la producción de cereales de 2000 se recuperó a 4,3 millones de toneladas, por lo menos, con respecto a la mala cosecha obtenida en 1999 (3,4 millones de toneladas). Por el contra-rio, la FAO pronostica que la producción total de ce-reales de Ucrania ha descendido 3 millones de to-neladas a 23 millones de toneladas; la de trigo ha disminuido mientras que la de cereales secundarios se mantiene estable. En Moldova, las condiciones secas imperantes durante el otoño mantuvieron la cosecha de trigo de invierno en un nivel bajo, cerca-no al del año pasado, mientras que el tiempo seco registrado también durante la mayor parte de la pri-mavera y el verano causó una fuerte disminución de los rendimientos de los cultivos de primavera con respecto al año anterior. Según los pronósticos, la producción total de cereales no excederá de 1,8 millones de toneladas, frente a los 2,1 de 1999.
Está muy avanzada la plantación de los cereales de invierno (principalmente trigo y centeno) que se co-secharán el año que viene. En la Federación de Rusia el objetivo de plantación de los cultivos de in-vierno es de 14,6 millones de hectáreas (1999/2000: 14,2 millones de hectáreas), incluidos 11,9 millones de hectáreas de cereales. En Ucrania, los planes oficiales apuntan a un aumento de la su-perficie sembrada con cultivos de invierno a 8,4 mi-llones de hectáreas, incluidos 7,1 millones de hectá-reas de trigo, así como 0,8 y 0,5 millones de hectá-reas de centeno y cebada respectivamente. Al 30 de septiembre se habían sembrado alrededor de 6,3 millones de hectáreas con cultivos de invierno, incluidos 5,2 millones de hectáreas de trigo. Las condiciones atmosféricas imperantes durante la siembra y la disponibilidad de insumos fueron mejores que las del año pasado, aunque en este último caso la situación dista mucho de ser óptima.
En Australia, las perspectivas para las cosechas de trigo y cereales secundarios menores han empeo-rado debido a la persistencia de un tiempo caluroso y seco durante los últimos dos meses. En algunas partes ya ha comenzado la recolección y según los informes iniciales la magnitud y calidad de los ce-reales es inferior a lo previsto y por debajo de lo normal como resultado de la sequía. Los datos ofi-ciales más recientes son de principios de sep-tiembre cuando ABARE pronosticó la producción de trigo de 2000 en 22,2 millones de toneladas. Sin embargo, después de que se publicó este pronós-tico, los cultivos del norte y del oeste se vieron afec-tados por un tiempo caluroso y seco que perjudicó los rendimientos. La FAO pronostica ahora la pro-ducción de trigo de 2000 en 20 millones de tone-ladas, 17 por ciento menos que en 1999 e inferior a la media de los últimos cinco años. Sin embargo, pese a la sequía, la producción de cebada, el prin-cipal cereal secundario, podría todavía aumentar algo respecto al año pasado debido a una acentua-da expansión de la superficie plantada.
Han comenzado los preparativos para la campaña de arroz del año 2001. Según ABARE, la produc-ción arrocera de la próxima campaña podría alcan-zar los 1,4 millones de toneladas, volumen conside-rablemente superior a la cosecha de la presente campaña (1,1 millones de toneladas). Este aumento dependería de una expansión del 19 por ciento de la superficie plantada, a 159 000 hectáreas, y de un aumento del 7 por ciento de los rendimientos, a 8,8 toneladas por hectárea. Con todo, el resultado de-penderá en definitiva de la disponibilidad de agua para riego en Nueva Gales del Sur, donde se concentra la producción.