La unión Internacional de Organizaciones de Investigación Forestal (IUFRO) celebrará su 14° Congreso en Munich (República Federal de Alemania), en septiembre de 1967. La IUFRO, fundada en 1890, es el organismo internacional de montes más antiguo. En los últimos años ha aumentado considerablemente el número de sus miembros y la influencia que ejerce la Unión en la orientación y alcance de la investigación tocante a los montes y productos forestales se extiende hoy día por todo el mundo.
La FAO y la IUFRO han convenido formalmente en colaborar para el desarrollo y mejoramiento de la silvicultura, de las industrias forestales y de la respectiva labor de investigación. Hubo una época en que la FAO prestó servicios de secretaría a la Unión, pero esa sección del Convenio FAO/IUFRO fue anulada.
La FAO siempre ha sido partidaria del reforzamiento de la labor de investigación y del aumento de las correspondientes asignaciones, pero en el caso de los países en desarrollo, a los que se dirigen actualmente gran parte de las actividades de la FAO, el problema reside principalmente en adaptar a sus necesidades los conocimientos y la tecnología. Un país, concentrándose en los problemas que ofrecen mayor interés para sus objetivos de desarrollo económico, puede crear su propia tecnología y servicios de investigación científica con unos recursos relativamente reducidos. Quizá el mejor modo de organizar la investigación aplicada que se necesita con mayor urgencia sea la realización de actividades coordinadas entre grupos de países o incluso la creación de un instituto centralizado. Frecuentemente, la política forestal de algunos países carece de la determinación o garantías suficientes para justificar la inversión en medios de investigación a la escala que se necesita para que resulte viable.
En efecto, un asesor consultado recientemente por la FAO ha sostenido que las necesidades inmediatas de la investigación forestal que sienten los países en desarrollo podrían satisfacerse, de la manera más eficaz, mediante la contratación de los servicios precisos con instituciones ya existentes en los países desarrollados, y fundamenta su afirmación en las siguientes razones:
1. En la actualidad, hay solamente algunos países en los que el desarrollo forestal se encuentra limitado por la existencia de problemas que los servicios nacionales de investigación pueden resolver en un breve período de tiempo. Las limitaciones son más bien de carácter económico y de falta de personal capacitado.2. La investigación forestal moderna, para ser eficaz, necesita especialistas ampliamente capacitados y medios costosos.
3. La práctica común consistente en destinar a la investigación a personas que han recibido una capacitación forestal normal y considerarlas, inmediatamente, como expertos, constituye un despilfarro de los medios que exige la investigación. La planificación y dirección de las actividades de este carácter no constituyen un proceso lógico que proceda por etapas hasta llegar a una meta predeterminada. Son pocos los individuos que tienen la inspiración, y la capacidad de comunicarla a un equipo de investigadores es aún más escasa.
4. Una capacitación apropiada para poner al investigador en condiciones de realizar una labor eficaz exige, en general, un mínimo de 9 anos de asistencia a una universidad (4 años de silvicultura, 2 de preparación especializada y 3 de capacitación en el trabajo de investigación). Son pocos los países en desarrollo que, en la actualidad, puedan prescindir realmente durante tanto tiempo de los servicios de sus hombres mejores en el sector de montes y su administración.
5. En general, se considera que las necesidades más apremiantes de la investigación en los países en desarrollo son las referentes a ordenación forestal, aprovechamiento de los productos, economía (incluidos el mercadeo y la industria) y ciencia laboral. Muchos de estos problemas entran en el sector del desarrollo más bien que en el de la investigación, y podrían resolverse más apropiadamente mediante la clase de organizaciones de tal índole que la FAO ha creado en algunos países, aplicando el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, que mediante un instituto de investigación.
6. Las circunstancias de los problemas forestales que se plantean a la investigación en los países en desarrollo rara vez son exclusivas: la mayoría de los proyectos cuentan con precedentes firmemente establecidos en materia de proyección experimental, métodos y análisis; por ejemplo, pruebas de maderas, parcelas de crecimiento y rendimientos, o ensayos de especies forestales.
7. Es frecuente que, en los países desarrollados, no se aprovechen plenamente los costosos y complejos medios de investigación. Su utilización por los países en desarrollo sería más barata y eficaz que el intento de montarlos ellos.
El Decano Shirley llegó al College of Forestry en 1945, después de haber prestado brillantes servicios en el Servicio Forestal de los Estados Unidos. Fue profesor de un curso de introducción forestal, que constituía un modo inédito de abordar la orientación de los estudiantes en esta materia. De su experiencia nació el libro de texto - Forestry and its career opportunities, que se utiliza ampliamente en las escuelas forestales de los Estados Unidos.Perteneció a la Comisión Organizadora del Quinto Congreso Forestal Mundial, celebrado en Seattle en 1960, actuando como Presidente del Comité del Programa. El Decano Shirley espera seguir prestando sus servicios a la silvicultura y a la enseñanza forestal en un plano internacional.
El Decano Sisam es graduado de la Universidad de New Brunswick (Canadá) y licenciado por la Facultad de Montes de la Universidad de Yale. De 1939 a 1945 fue Director del Commonwealth Forestry Bureau de Oxford, después de lo cual volvió al Canadá incorporándose a la Universidad de Toronto. El Decano Sisam ha sido también Presidente del Canadian Institute of Forestry y de la Ontario Professional Foresters' Association.
