Se examina teórica y prácticamente el potencial de la silvicultura tropical para la creación de puestos de trabajo. Según el autor, los problemas humanos del trabajo forestal figuran entre los que necesitan un estudio especial. Por ejemplo, la dificultad de mantener una vida familiar normal en zonas remotas y desiertas hace que sea difícil encontrar y conservar buenos trabajadores. La creación de poblados forestales puede que sea una de las mejores soluciones para desarrollar actividades recreativas de tipo social y una atmósfera que atraiga a los obreros y a sus familias.
Gunnar Segerström
GUNNAR SEGERSTRÖM, del Departamento de Montes de la FAO, es especialista en explotación y transporte forestal.
En Asia y el Lejano Oriente, se ha realizado una evaluación de los puestos de trabajo creados mediante un programa de rehabilitación forestal masiva para convertir 100 millones de ha, de los 518 millones, de montes útiles que tiene la región, en superficie forestal bien ordenada. La rehabilitación inicial, si se llevara a cabo durante un periodo de 25 años, daría empleo a un equivalente de 4,8 millones de trabajadores a jornada completa, durante toda la fase. Cuando estos montes alcancen la fase productiva, las operaciones forestales proporcionarán empleo continuo a un equivalente de 4,4 millones de trabajadores, también a jornada completa. La elaboración de la madera puede emplear una fuerza laboral adicional de unos 20 millones de trabajadores. Si se incluyen las personas a cargo de los trabajadores y se considera el trabajo realizado a jornada parcial, bastante más de 100 millones, quizás 200 millones de personas podrían beneficiarse de todo ello. Este pequeño ejemplo, basado en estadísticas deficientes, ilustra las posibilidades que ofrecen los montes para generar empleo.
La silvicultura puede ofrecer diversas ocupaciones a un gran número de personas, con sólo modestas inversiones, donde ya existan recursos forestales. Sin embargo, los montes húmedos tropicales sin explotar son, en tanto no se utilicen las especies menos conocidas, una fuente insuficiente de empleo, caso de que permanezcan para siempre como masas mixtas y no se conviertan en plantaciones uniformes. Se ha dicho que la conversión en monocultivos de especies exóticas o indígenas significa, en la mayoría de los casos reemplazar algo desconocido por algo que, por lo menos, se conoce un poco. El rendimiento sostenido de los montes tropicales húmedos indígenas está principalmente relacionado con la amplitud del ciclo de corta entre talas selectivas. Se han empleado diversos intervalos, que van de 15 a 60-70 años, según las circunstancias predominantes. La mano de obra necesaria para la explotación de los montes indígenas, cuando las operaciones forestales se realizan manualmente o con métodos mecánicos bastante primitivos, seria aproximadamente de 1 día hombre/ha/año, con una producción media de 1-2 m3/ha/año. Si el monte tropical se sustituye por el monte artificial, lo primero que hay que realizar, naturalmente, es la tala rasa del monte antiguo.
Los montes tropicales pueden contener entre 100-300 m3/ha, y esto exige, según un cálculo medio aproximado, 4-12 días hombre/ha y leñador, con una sierra mecánica y un ayudante para estas tareas. Para el transporte terrestre con métodos mecanizados (tractores de ruedas para el arrastre de troncos), puede que se necesiten otros 5-15 días hombre/ha, y la carga en las plataformas y el transporte a gran distancia con camión (digamos, unos 50 km), exige otros 12-36 días hombre/ha. Sin contar con un mínimo de carreteras en la zona, no se puede efectuar la corta rasa ni recoger la madera. Estas carreteras puede que se hayan construido anteriormente para lograr una adecuada ordenación de los montes, pero la experiencia demuestra con frecuencia que, hasta que comienza la recogida, no se observa esta evidente necesidad de carreteras. Para la construcción manual de carreteras se necesitan aproximadamente 30 días hombre/ha y, con métodos más mecanizados, unos 6 días/hombre.
Los días hombre necesarios por ha dados antes son, naturalmente, cifras medias muy generales. El suelo y el terreno, los árboles, las características de la masa y el nivel de mecanización influyen en el potencial de empleo.
Para resumir, las necesidades de días hombre para la corta rasa de montes tropicales es como sigue:
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Días hombre/ha |
Promedio |
Corta |
4-12 |
8 |
Transporte por acarreo |
5-15 |
10 |
Transporte por camiones (50 km) |
12-36 |
24 |
Construcción de carreteras |
6-30 |
18 |
Para corta rasa y transporte, promedio: hombre/ha Pro medio |
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60 días hombre/ha |
Cuando se efectúa la corta rasa y se retira la madera comercial, todavía hay bastantes residuos por eliminar con el fin de preparar el lugar para la nueva plantación. Esta limpieza y preparación del lugar puede necesitar de unos 20-40 días hombre/ha y la plantación propiamente dicha unos 5-15 días hombre/ha. A esto hay que añadir el costo o los días hombre para el material de plantación - vivero y transporte - según sean las especies y la situación, pero para abarcar los casos más comunes son necesarios 20-40 días hombre.
La plantación no puede prosperar por si misma sin ayuda y frecuentemente es necesario extirpar las malas hierbas y otras operaciones de limpieza durante los primeros 3-4 años (dos veces por año), así como ciertos cuidados culturales y sustituciones. Para estas actividades se necesitan aproximadamente 20-40 días hombre lo que, al resumir los días hombre necesarios para el arraigo de la plantación, significa:
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Días hombre/ha |
Promedio |
Preparación del lugar |
20-40 |
30 |
Vivero y transporte . |
20-40 |
30 |
Plantación |
5-15 |
10 |
Cuidados culturales y extirpación de malas hierbas. |
20-40 |
30 |
Total necesario para la plantación: |
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100 días hombre/ha |
Es evidente que la ordenación de los montes indígenas, cuando tiene que atenerse a la regeneración natural, es un deficiente generador de empleo. La silvicultura de plantación ofrece muchas más oportunidades, especialmente si se combina con la agricultura (como sucede en el sistema Taungya).
Es necesario un cierto nivel de mecanización en la mayoría de los aspectos de la explotación forestal. Una de las principales razones de la intensa mecanización de los países industrializados ha sido el constante aumento de los costos de la mano de obra en comparación con el incremento más moderado del costo de la maquinaria. Esto se ha explicado en cierto modo por la economía de escala de las unidades de producción del equipo mecanizado en los países industrializados y el aumento de la diferencia entre los salarios y el costo de la maquinaria. Por otra parte, en los países en desarrollo, la tendencia ha sido precisamente lo contrario - un notable aumento en el costo de la maquinaria, en su mayoría importada, y un aumento más lento de los costos de la mano de obra. El nivel de mecanización, por razones puramente económicas, debería, por lo tanto, ser inferior en los países en desarrollo, por lo menos mientras exista esta situación. Teniendo en cuenta el valor real de la economía en los cálculos del costo-beneficio, quizá necesiten reajustarse los precios generalmente reconocidos del mercado de la mano de obra y de las tierras, ya que no siempre reflejan el valor real del desarrollo forestal.
Si se logra el pleno empleo, el tipo de salario del mercado es válido, pero si (en teoría) no puede ofrecerse otro empleo aparte del forestal, el denominado tipo de salario sombra seria igual a cero. De manera similar por lo que se refiere a las tierras, si no existe otra alternativa a la forestal, el precio sombra de la tierra seria cero. Se trata naturalmente de una explicación muy simplificada de la aplicación de los precios sombra, y mucho más podría decirse, pero es muy importante que en la evaluación del costo-beneficio de los proyectos forestales se emplee la misma base que en otras actividades, y que la silvicultura ocupe un lugar adecuado en comparación con los proyectos de otros sectores. Como muchos proyectos forestales requieren mucha mano de obra, es esencial que se estudie debidamente la evaluación apropiada de las cuestiones sociales.
UN ASERRADERO EN PAHANG, MALASIA madera local usos locales y mano de obra local
TRABAJADOR FORESTAL DE TAILANDIA él necesita trabajar y el bosque le necesita
La idea de que existe un «circulo vicioso» en los países en desarrollo está bastante generalizada. Por ejemplo: un hombre pobre puede ser físicamente débil y, por tanto, su capacidad de trabajo es escasa, lo que significa que, si sigue siendo pobre, no tiene comida suficiente, se debilita más y así sucesivamente. Esta situación puede afectar a la totalidad del país o a las partes más pobres y superpobladas. A medida que la población crece, se ejerce más presión sobre los ocupantes ilegales, quienes, en su necesidad desesperada de tierras, toman posesión de las reservas forestales. La capacidad del suelo para retener el agua se reduce consiguientemente, dando lugar a erosión y a que las cosechas sean mulas. Por tanto, se destruyen mas tierras forestales y continúa el circulo vicioso,
Sin embargo, este circulo no es irrompible. El proceso acumulativo ascendente puede iniciarse con mejores métodos de planificación? tales como el empleo de modelos planificadores. La disponibilidad de los recursos forestales y de mano de obra desempleada, tomando en consideración las pretensiones competitivas de las tierras agrícolas, hace necesario trabajar con modelos de planificación bastante complicados. Hoy en día estos modelos se pueden hacer con ayuda de computadoras y emplearse para métodos más generales en determinados distritos o zonas. Se ha elaborado este complicado modelo y se está empleando en estudios para el desarrollo a largo plazo de los montes suecos. El modelo emplea un periodo de cuatro años-hombre, pero para zonas más pequeñas, con un programa menos complicado, puede reducirse el tiempo a dos hombres/dos semanas de empleo por distrito, lo cual podría dar tiempo suficiente para que el modelo proporcione perspectivas importantes de desarrollo futuro.
Utilizando el mencionado modelo, el distrito geográfico o zona, que constituye el marco de tierra que ha de estudiarse, puede desglosarse en las clases de tierra existentes; la producción de madera, en las clases de producción y el consumo, en clases de consumo (la última con variables para el crecimiento de la población, tamaño medio de las familias, etc.).
El modelo podría proyectarse para que sirva durante un periodo de 50 años y pueda incorporar fácilmente más clases. Por ejemplo, en la India la madera puede sustituir al estiércol, que actualmente se emplea como combustible, y aquél utilizarse, a su vez, como fertilizante, con lo cual podría aumentar la producción agrícola por unidad de superficie. El modelo también puede variar el nivel de mecanización de has operaciones forestales, pasando de ser completamente manual a emplear métodos de explotación bastante complicados y, por lo tanto, pueden estudiarse las oportunidades de empleo.
La fuerza laboral necesaria para la ordenación y explotación de los montes, en las circunstancias y con el rendimiento planificado para los próximos años, puede ajustarse para que quede ocupado el número de desempleados previsto. La próxima generación necesitará puestos de trabajo y, para entonces, puede que se hayan plantado suficientes montes para satisfacer tanto la demanda de madera como las necesidades de empleo.
En el modelo sueco se ha hecho esto, pero, en vez de disminuir el nivel de mecanización, como sucede en algunos países en desarrollo, se ha previsto para este país su continuo aumento.
Como consecuencia del estudio, puede ofrecerse una ilustración de distribución de tierras, y utilizarla inmediatamente para análisis.
La principal ventaja de un modelo de este tipo, realizado con computadoras, es que admite un gran número de posibilidades, que representan diversas estrategias y métodos. También es posible realizar análisis de sensibilidad para ilustrar el grado de incertidumbre, lo cual permite descubrir las actuales lagunas del conocimiento, que podrán colmarse con estudios prácticos, etc.
La influencia de la economía de escala ha contribuido al rápido desarrollo en los países industrializados de grandes complejos para la obtención de pasta, papel, madera aserrada, tableros de partículas, etc. Una planificación eficiente apoya a estas industrias basadas en gran parte en la automatización, debido al aumento de los costos de la mano de obra y a las buenas posibilidades de financiación a plazo largo. En muchos países industrializados, el suministro de mano de obra a la industria forestal es escaso. El funcionamiento total de una gran fábrica de pasta al sulfato, que produzca 300 000 t por año y emplee aproximadamente 1 500 000 m3 de madera anualmente, quizá no exija más de 300-500 hombres. En el pasado, la madera para pasta se obtenía principalmente de los montes de coníferas en zonas templadas, pero durante los últimos decenios se han empleado cada vez más frondosas de fibra corta (abedul, haya, álamo). Actualmente hay cantidades cada vez mayores que proceden de las plantaciones de los países tropicales (eucalipto, pino). Hasta la fecha, se han evitado las maderas procedentes de montes tropicales húmedos en la elaboración de pasta y papel, pero los nuevos métodos están abriendo paso para que se empleen frondosas tropicales mixtas.
Si se procede a la tala rasa de frondosas mixtas, un buen porcentaje (25-30 %) será adecuado para tablero contrachapado y madera aserrada, en vez de madera para pasta. Como cálculo aproximado de las necesidades en cuanto a días hombre para la tala rasa, como se ha dicho anteriormente (60 días hombre/ha) ha) y un promedio bastante aproximado de 200 m3 por ha en las masas de un monte tropical mixto, la explotación maderera y el suministro de materias primas para una gran fábrica de pasta exige (con 225 días laborables por año):
VIVERO DE ÁRBOLES EN UN POBLANDO DE TAILANDIA un buen emplazamiento para los niños
Trabajo y vida en el monte
MARCADO DE LA MADERA EN MALASIA no sirven las máquinas
DESATASCANDO UN CAMIÓN CON CABRESTANTE el cabrestante es la quinta rueda indispensable
FIGURA 1. - TIERRA FORESTAL PROTEGIDA QUE HA SIDO INVADIDA (TAILANDIA)
1. Zonas de origen ribereño invadidas y deterioradas que se han marcado para repoblación. Si están habitadas se aplicará el sistema de poblados forestales. 2. Restantes zonas forestales cuyo estado debe mantenerse. 3. Montes invadidos y deteriorados cuyas áreas se han asignado a habitantes locales a 15 rai por familia (1 rai = 016 ha).
Cuando la recogida se realiza con un sistema selectivo de explotación maderera, las operaciones forestales pueden necesitar incluso más mano de obra, y quizás la cifra calculada de 3 000 años/hombre no sea demasiado irreal. Esto significa que 300-500 obreros en una moderna fábrica de pasta necesitan aproximadamente 6-10 veces más hombres para abastecerles de materia prima, si ésta procede de montes tropicales de frondosas mixtas.
Por tanto, parece ser una solución ideal en zonas de desempleo, talar las especies menos conocidas y de dimensiones más pequeñas para su conversión en pasta y astillas, aunque esta solución ano no se considera comercialmente rentable. Las inversiones para crear un terminal de astillas son muy modestas si se cuenta con un buen puerto en las cercanías, en comparación con el costo que significa construir una fabrica de pasta.
Naturalmente, otros tipos de industrias forestales, como los aserraderos y fabricas de contrachapado? necesitan más mano de obra en relación con el dinero invertido que una moderna fábrica de pasta. El «eslabón perdido» es una técnica de elaboración que pudiera eliminar las influencias de la economía de escala y proporcionarnos fábricas más pequeñas y baratas que necesiten más mano de obra. Hay que seguir tratando de superar este problema. En efecto, el Departamento de Montes de la FAO ya está emprendiendo estudios para solucionarlo.
Con la actual falta de materias primas y el aumento de la demanda de pasta y papel, las dificultades de mercadeo podrían también ser vencidas.
La concentración de industrias en un lugar tiene algunas ventajas. Para las industrias forestales, un complejo que se componga de una fábrica de pasta, aserradero y una fábrica de tableros de partículas puede constituir el ideal desde el punto de vista económico y técnico, sin que tal complejo tenga que alcanzar el tamaño de una comunidad que presenta muchas desventajas sociales.
Por desgracia, hasta el momento presente, no se ha estudiado a fondo la situación de los hombres que trabajan en los montes. Los países industrializados fueron los primeros que cometieron este error, pero ya empiezan a darse cuenta de la importancia del trabajador forestal. La urbanización y la mecanización adelantada ya han alcanzado sus límites en algunos países industrializados, pero esta tendencia está actualmente cambiando de signo, no porque las máquinas de elaboración múltiples que se emplean en los montes no puedan perfeccionarse más, sino a causa de la dificultad de contar con obreros que quieran permanecer en lugares aislados durante largos períodos. Los problemas de su transporte pendular entre esas zonas remotas y su domicilio pueden resolverse, a largo plazo, con métodos menos tradicionales, como, por ejemplo, con helicópteros.
En el pasado, los trabajadores forestales vivían en poblados ahora sustituidos por apartamentos y casas modernas en grandes comunidades centrales mayores, y los trabajadores viajan en autobús y automóvil. En zonas remotas de los países industrializados, los antiguos campamentos madereros están volviendo a tener actualidad, modernizados para proporcionar ciertas comodidades, como, por ejemplo, abundantes comidas de cinco platos, televisión en color y buenas viviendas. A pesar de estos beneficios materiales, se ha observado que los trabajadores no están satisfechos, a menos que puedan llevar una vida normal familiar y tengan un mínimo de servicios sociales a su disposición.
En los Estados Unidos y el Canadá, con el empleo de los hogares móviles se han aunado las ventajas de los poblados pequeños y de las comunidades mayores. La inestabilidad de los empleos ha provocado quizás la utilización cada vez mayor de remolques que pueden conducirse cerca de la industria y trasladarse a otros lugares cuando sea necesario. En el punto donde se sitúen los remolques pueden conectarse a ellos el agua y la energía eléctrica. Así, pues, si una industria cierra, el trabajador no se ve agobiado con una propiedad que no puede vender. Simplemente traslada su hogar de una zona a otra donde hay mejores posibilidades de empleo. La organización de parques de remolques en los países en desarrollo podría ser una solución, siempre que se disponga de los servicios sociales esenciales (escuelas, servicios sanitarios y mercados) y puedan incorporarse al grupo de remolque, cuando el traslado a otras zonas sea necesario.
Actualmente cerca de un 70%, de la población de los países en desarrollo vive en zonas rurales. En el año 2000 probablemente habrá sólo un 50 % en el campo y el resto en las zonas urbanas. Los países industrializados, que han pasado por esta fase, están padeciendo las consecuencias. Por qué han de repetir los países en desarrollo ascos errores?
En algunos países en desarrollo, la población de las zonas forestales todavía se compone de tribus montañesas y habitantes rurales que aún no tienen una economía de mercado. La agricultura nómada y la ocupación ilegal de tierras clasificadas oficialmente para uso forestal han sido hasta ahora su sola alternativa a trasladarse a las ciudades para encontrar empleo. En ciertos países, las autoridades forestales han prestado seria atención al problema y están haciendo algo para remediarlo (Figuras 1 y 2), pero en otros las penas señaladas para los casos de infracción de las leyes forestales no tienen utilidad, a menos que se ofrezca a la gente otra posibilidad seria. Una de estas posibilidades es organizar los poblados forestales, proporcionar empleo permanente en los montes a la población local, construir escuelas y mercados y ofrecer servicios sociales en general, tratando con ello de reducir el proceso de urbanización y facilitando al país madera continuamente.
Los poblados forestales con 1000-1500 habitantes serían lo suficiente mente grandes para permitir un asentamiento y servicios básicos, tales como escuelas primarias y centros sanitarios.
Los errores cometidos por los países industrializados no deben repetirse. Es posible en los países en desarrollo crear una cantidad importante de puestos de trabajo y estimular a la gente a que viva cerca de zonas forestales donde pueda ofrecerse empleo continuado. Todo lo que se necesita - digámoslo francamente - es la voluntad de comenzar.
FIGURA 2. - PLANO PARA POBLADOS FORESTALES
Zonas de origen ribereño (arriba) deterioradas se están repoblando. Los forestales de plantaciones y viveros habitan en un poblado forestal creado en la zona. Las zonas de monte invadidas (a la izquierda), también deterioradas se han seccionarlo en parcelas agrícolas y asignado a los habitantes. Se han proporcionarlo los servicios sociales necesarios (escuelas mercados servicios sanitarios).