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La genética forestal y el mejoramiento del árbol

UNA DE LAS declaraciones más importantes del quinto Congreso Forestal Mundial celebrado en Seattle en 1960, fue la que señalaba la necesidad de aprovechar plenamente los progresos obtenidos en el campo de la investigación fitogenética forestal, como medio de reforzar los programas de repoblación y regeneración forestal.

La aplicación de la genética y del mejoramiento de plantas a la silvicultura es relativamente reciente; casi todos, si no todos, los notables perfeccionamientos de la agricultura, el espectacular aumento de la producción por unidad y por superficie y la confianza con que los agrónomos se enfrentan con la misión de alimentar la creciente población mundial se basan o están muy influídos por la producción científica de animales y plantas. En el campo forestal ocurrirán seguramente cambios semejantes, especialmente ante la dependencia, cada vez mayor, de las plantaciones artificiales.

Una medida acertada de la FAO fue la organización, en agosto de 1963, con el apoyo y la colaboración de la Unión Internacional de Organizaciones de Investigación Forestal y otros organismos análogos, de una consulta técnica destinada a estimular el desarrollo de técnicas de mejoramiento de los árboles forestales, la producción en masa de mejores materiales de plantación y la adaptación de tales técnicas y materiales a los programas de repoblación y regeneración forestal sobre bases científicas y económicas.

Como ya se ha señalado en recientes números de Unasylva y se puso de relieve en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la aplicación de la ciencia y de la tecnología en beneficio de las regiones menos desarrolladas, celebrada en Ginebra en febrero de 1963, el retraso que, en comparación con otros sectores de la producción, vienen experimentando las inversiones forestales, se debe principalmente a la creencia de que el capital de explotación sólo da rendimientos a largo plazo: esta desventaja debe superarse.

La integración adecuada de los programas de desarrollo forestal en los planes nacionales de fomento económico, y su financiación, sólo serán aceptadas como hechos normales si los forestales pueden prometer aumentos sustanciales en la producción y una importante reducción del tiempo necesario para obtener rendimientos de las nuevas masas forestales.

Deben ponerse en juego todos los medios que ofrece el progreso científico y técnico. Las industrias de la pasta y el papel son ya importantes clientes en perspectiva y el forestal puede hoy día, con relativa facilidad, satisfacer sus exigencias. Estas nuevas posibilidades pueden muy bien aprovecharse para detener las tendencias a la deforestación manifestadas en ciertas regiones, y que se señalan en uno de los artículos de este número.

La consulta que se celebró en Estocolmo del 20 al 30 de agosto de 1963 bajo la amable invitación del Gobierno de Suecia, se reunió inmediatamente antes del Congreso Internacional de Genética organizado por la Unión Internacional de Ciencias Biológicas. Los más eminentes especialistas científicos de todos los países tuvieron en ella ocasión de examinar conjuntamente problemas de genética y citología forestal; métodos de selección de árboles; investigaciones sobre el origen, la genética y la selección de especies forestales exóticas; la genética y la selección basadas en la fisiología del árbol; selección en favor de la resistencia a las enfermedades y a las plagas de los insectos, ya sea en condiciones ambientales normales o anormales; selección en favor de propiedades madereras; producción y certificación de semillas y aplicación práctica de la genética forestal en el país huésped. Es de esperar que las discusiones hayan servido de orientación para nuevas y útiles actividades de la FAO en todo este campo.

FIGURA 1. - Marruecos: Mapa de la región en la que se lleva a cabo la plantación industrial de árboles.

FIGURA 2. - Bosque colectivo de los Drissa. Plantaciones llevadas a cabo con la ayuda del «Fonds National Forestier». Masas de Eucalyptus gomphocephala y E. camaldulensis de 4 años.

FIGURA 3. - Preparación del terreno. Arada profunda antes de la plantación.


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