I. ANTECEDENTES
1. Características de los incendios
México posee 56 millones ha cubiertas por bosques y selvas, y 84 millones ha de superficies arboladas abiertas (arbustos y matorrales, etc.) (Inventario Forestal Nacional, 1994).
Todos los años estos recursos forestales se ven afectados por incendios, que están determinados por el calor, la presencia de combustible y el viento. En México, los incendios forestales son principalmente superficiales (el 90%).
También los fenómenos naturales, como los huracanes, pueden producir grandes cantidades de combustible y propiciar incendios de grandes magnitudes. El último de éstos fue el huracán Paulina, que afectó a cerca de 70 mil ha en Oaxaca, en 1997.
Los incendios de los bosques son una causa importante de degradación de los recursos forestales. Sin embargo, su contribución en la deforestación anual no es muy significativa (2%), en comparación con la tala que es causa de más del 90% de la deforestación.
Los incendios de montes tienen diversos efectos temporales o permanentes. Afortunadamente, la mayoría es del primer tipo, ya que generalmente afectan a los pastos y arbustos, que se recuperan en un breve período de tiempo.
2. Datos históricos
En México, cada año se verifican incendios forestales de diferentes magnitudes, de acuerdo con las condiciones climáticas y meteorológicas. En el período comprendido entre 1980 y 1997, el promedio de incendios forestales ha sido de 6 837 al año, que han afectado a una superficie de 223 114 ha (cerca de 33 ha por incendio). Afortunadamente, más del 80% de ésta estaba cubierta por arbustos y matorrales, es decir, vegetación que se renueva rápidamente.
Años críticos
1988: en septiembre, el huracán Gilberto originó una gran sequía que contribuyó a la proliferación de los incendios. Ése año se verificaron 10 942 incendios que afectaron a 518 mil ha.
1989: los incendios dañaron 507 mil ha. Uno solo de éstos, ocurrido durante el período de sequía, devastó 135 mil ha de bosque.
1993: los 10 251 incendios afectaron a 235 020 ha.
Incendios forestales en México (1980-1997)
Año |
Incendios |
Superficie afectada |
Indicador superficie/incendio |
1980 |
4 242 |
110 709 |
26 |
1981 |
2 740 |
67 228 |
25 * |
1982 |
5 599 |
137 669 |
25 * |
1983 |
6 087 |
272 000 |
45 |
1984 |
6 120 |
236 032 |
39 |
1985 |
4 386 |
152 224 |
35 |
1986 |
8 482 |
290 815 |
34 |
1987 |
9 263 |
287 347 |
31 |
1988 |
10 942 |
518 286 |
47 ** |
1989 |
9 946 |
507 471 |
51 *** |
1990 |
3 443 |
80 400 |
23 |
1991 |
8 621 |
269 266 |
31 |
1992 |
2 829 |
44 401 |
16 * |
1993 |
10 251 |
235 020 |
23 |
1994 |
7 830 |
141 502 |
18 |
1995 |
7 860 |
309 097 |
39 |
1996 |
9 256 |
248 765 |
27 |
1997 |
5 163 |
107 845 |
21 * |
* El Niño, ** Mayor superficie total afectada, *** Mayor incendio superficie/ha3. Marco internacionalFuente: Subsecretaría de Recursos Forestales Dirección General Forestal.
Durante el período 1989-94 mejoraron los índices de eficiencia en la supresión, ya que el promedio anual fue de 7 153 incendios que afectaron 213 010 ha, lo que significa una superficie dañada de 28,9 ha por incendio. Lo antes mencionado coloca a México en circunstancias similares a países como España, Yugoslavia, Francia y Grecia; países como el Canadá y la ex URSS sobrepasan estos valores: 181,2 y 58,1 hectáreas/incendio.
II. RESULTADOS Y EVALUACIÓN DE 1998
1. Análisis climático
Durante el último semestre de 1997, las precipitaciones registradas fueron mayores al récord histórico de los últimos 56 años, debido a la presencia del fenómeno climático El Niño, el cual generó una gran acumulación de material combustible en las áreas forestales de México.
Al contrario, en 1998 debido a valores menores de precipitación respecto al récord de los últimos 56 años y a los meses como abril y mayo en los que prácticamente la precipitación fue cerca de los 0,0 mm, se produjo una grave sequía que expuso casi todas las áreas forestales del país al riesgo inminente de ser afectadas por los incendios.
Asimismo, durante los meses más calientes del año se registraron temperaturas que representaron un récord máximo, alcanzando valores históricos en muchos lugares del país. Además, en diciembre de 1997 y en los dos primeros meses de 1998 se registraron intensas heladas y tormentas de nieve, con temperaturas bajas extremas. Estas condiciones, junto a la sequía, propiciaron una desecación de la vegetación sin precedentes en el país.
Al contrario de lo que mucha gente piensa, la posibilidad de predecir esas condiciones era prácticamente imposible, si bien se argumentó que sobre la base del conocimiento que provenía del fenómeno de El Niño, en 1997 se tendría que haber supuesto automáticamente que ese año sería seco: Esto no es necesariamente verdad, si se consideran los registros históricos de la aparición de este fenómeno climático que es totalmente aleatorio y cuya gravedad no puede ser prevista.
Los incendios reportados en ese año, de acuerdo con la tipología de las áreas forestales afectaron: al 35,3% de las zonas forestales no arboladas; al 28,2% de los bosques comerciales sin uso; al 19,6% de los bosques no comerciales sin uso; al 14,9% de bosques y selvas bajo explotación forestal y al 7,4% de las áreas naturales protegidas.
Las causas de los incendios forestales cambian según la región del país. En la zona central la causa principal es la quema de pastos y las fogatas. En el sudeste, la práctica del roza, tumba y quema y los cambios del uso del suelo. La mayoría de los incendios se originan por un uso inadecuado del fuego en las áreas agrícolas. El estado del país donde se registró el mayor número de quemas agrícolas fue Chiapas, donde también se documentó la mayor superficie afectada por los incendios.
Estados con el mayor número de quemas agrícolas
Resultados de 1998
Hasta el 31 de julio de 1998, se originaron 14 242 incendios, que afectaron a un área de 582 857 ha, y con una superficie promedio por incendio de 40,9 ha, cifra superior del 99%, 225% y 63%, respectivamente, a los promedios anuales de 1970-97.
Promedio 1970-1997 contra 1998
|
1970-97 |
1998* |
Diferencia (%) |
Incendios |
7 157 |
14 242 |
99 |
Área afectada (ha) |
179 594 |
582 857 |
225 |
Promedio (ha/incendio) |
25,09 |
40,9 |
63 |
* Datos al 31 de julio.Asimismo, la temporada de incendios de este año es la más grave si se considera que las cifras resultantes fueron las más altas registradas hasta el momento.
|
1998* |
Registro mínimo Anterior |
Promedio 1992-1997 |
Registro máximo anterior |
Incendios |
14 242 |
2 740 (1981) |
7 198 |
10 942 (1988) |
Área afectada |
582 857 |
44 401 (1992) |
181 103 |
518 265 (1988) |
Área afectada por incendio |
40,93 |
15,65 (1977) |
25,16 |
51,02 (1989) |
* Datos al 31 de julio.En 1988, el 73% de las áreas afectadas fueron pastos y arbustos. Los indicadores de eficacia señalan que el tiempo de detección y la duración de los incendios ha aumentado en 11,9% y 78,1% respectivamente, con relación al período de 1992-97, y únicamente el tiempo de llegada descendió en 4,8%.
Indicadores de eficacia por año 1992-97 contra 1998
|
1992-97* |
1998* |
Diferencia (%) |
Detección |
1:07 |
1:15 |
11,9 |
Llegada |
1:24 |
1:20 |
-4,8 |
Supresión |
9:17 |
16:32 |
78,1 |
* Datos al 31 de julio.Por otro lado, este año con esos graves incendios forestales, el 85% del total de los incendios tuvo una duración menor de 24 horas, y el 83% de ellos afectó áreas menores de 25 ha.
El incremento en el número de los incendios y del área afectada se debe a la presencia simultánea de diferentes factores climáticos, como: las lluvias que en 1997 produjeron el crecimiento de gramíneas e hierbas que constituyeron una gran cantidad de combustible potencial; la precipitación de enero a junio que fue inferior al récord histórico desde 1941 hasta 1997; la presencia de heladas que desecaron el material combustible; las altas temperaturas al mediodía; la relativa baja humedad imperante y los fuertes vientos en muchas zonas del país.
PROGRAMA Y MEDIDAS EN 1998
De acuerdo con la Ley Orgánica de la Pública Administración, la Ley Forestal y las Regulaciones Internas de la SEMARNAP, corresponde a esta Secretaría coordinar y ejecutar la Campaña Nacional contra los Incendios Forestales. Para ello, se tiene a nivel estatal y nacional una estructura organizativa con el objeto de coordinar los esfuerzos de las instituciones, del gobierno y de los sectores sociales y privados.
Las medidas del programa contra los incendios se pueden clasificar en tres categorías. En materia de prevención se llevan a cabo obras públicas, mensajes en radio y TV, distribución de impresos divulgativos, construcción de líneas de defensa, quemas controladas, cursos de formación, integración de grupos de voluntarios, coordinación y acuerdos de acción con los diferentes participantes; y la emisión y aplicación de las Normas Oficiales Mexicanas del Uso del Fuego en el terreno.
En materia de detección de los incendios se ejecutan recorridos terrestres y aéreos, uso de torres de observación y centros de control. Por lo que concierne la supresión se prevén el uso de brigadas especializadas a fin de apoyar la supresión del incendio, y el uso de equipo aéreo para transportar personal y para el lanzamiento de agua y químicos.
Desgraciadamente, dado el nivel de los incendios de este año y las difíciles condiciones para su supresión, murieron 70 personas.
Víctimas
Instancia |
N° |
% |
SEDENA |
27 |
39 |
SEMARNAP |
3 |
4 |
Gobiernos estatales |
12 |
17 |
Voluntarios |
28 |
40 |
Total |
70 |
100 |
Instancia |
N° |
SEDENA |
1 |
Gobiernos Estatales |
1 |
Alquilados con opción de compra |
2 |
Total |
4 |
En la campaña de detección de incendios operaron 57 aeroplanos y aviones ligeros (2 de la SEMARNAP y 55 de la SEDENA). A fin de apoyar las medidas de supresión, a éstos se incorporaron 25 helicópteros medianos (2 de la SEMARNAP, 16 alquilados con opción de compra de la SEMARNAP y 7 de la SEDENA); 3 helicópteros tipo Sky Crane y 1 avión anfibio, alquilado con opción de compra también de la SEMARNAP.
Con el apoyo de este equipo se logró una oportuna detección de los incendios, el transporte a las áreas afectadas de difícil acceso de 16 785 bomberos y la descarga de 15,3 millones de litros de agua, espumas y químicos en los frentes del fuego más críticos.
En total las aeronaves volaron 3 554,5 horas en 25 estados del país, con un costo de USD 8,65 millones.
Equipo aéreo utilizado en 1998
Uso del equipo aéreo de 1995 a 1997
(promedio) |
||||
Tipo |
Número |
Personal transportado |
Lanzamientos de agua y
químicos |
Horas de vuelo |
Aeronaves para la detección |
3 |
0 |
0 |
229:33 |
Helicópteros |
6 |
4 165 |
383 |
432:58 |
Total |
9 |
4 165 |
383 |
662:31 |
Uso del equipo aéreo en 1998 |
||||
Tipo |
Número |
Personal transportado |
Lanzamientos de agua y
químicos |
Horas de vuelo |
Aeronaves para la detección |
57 |
294 |
0 |
315:49 |
Helicópteros |
25* |
16 785 |
3 702 |
2 689:42 |
Avión anfibio CL-415 |
1 |
0 |
383 |
159:35 |
Sky Crane, con tanque capacidad de 7 600
litros |
3 |
0 |
1 967 |
389:52 |
Total |
86 |
16 979 |
6 052 |
3 554:58 |
* Incluye 7 helicópteros MI de la SEDENA.La SEDENA representa el mayor apoyo en la detección y la lucha contra los incendios, especialmente cuando éstos, ya sea por sus características como por su magnitud, no pueden ser controlados por las brigadas permanentes de la SEMARNAP, gobiernos estatales y otras organizaciones.
En 1998, la SEDENA ha colaborado con 141 519 efectivos militares, con aplicación de 358 589 días-hombre, a fin de ayudar en 3 086 incendios con características de alto riesgo en 31 estados del país. También ha contribuido con equipo aéreo para la detección y lucha: 7 para el combate de incendios y 57 la detección.
Presupuesto y recursos para la protección contra los incendios forestales de 1998
Este año los recursos disponibles básicos para la supresión de los incendios forestales tendrán que aumentar para poder afrontar una temporada difícil en modo eficaz, en comparación con las asignaciones para una temporada normal.
La infraestructura y los recursos consisten en: 611 brigadas de la SEMARNAP y otros recursos (alrededor de 6 846 bomberos especializados), 207 campos, 122 torres de observación, 36 centros de control, 552 vehículos, 1 425 radios, 44 390 herramientas y 6 mil indumentarias de protección, y equipo aéreo.
Además, en 1997 la SEMARNAP adquirió 2 150 indumentos de protección, 123 radios, 83 camiones de 3 toneladas, 8 700 herramientas y equipo, para utilizarse en la campaña de 1998.
El presupuesto de 1998 tuvo un importante incremento del 194,8% en comparación con el promedio anual del período 1993-97, pasando de USD 6,258 millones a USD 18,45 millones.
Por otro lado, el presupuesto autorizado originalmente para 1998, que ascendía a USD 9,29 millones, tuvo un incremento del 98,6% y se autorizaron USD 9,16 millones más, con objeto de ejecutar el programa de reforzamiento para poder hacer frente a los incendios forestales, que hicieron de este año el más grave de los últimos 30 años.
La composición del presupuesto en gastos de operación y servicios personales (salarios de los bomberos) se indica en el siguiente gráfico.
Presupuesto para el programa contra los incendios forestales de la SEMARNAP en 1998
Concepto |
Millones de USD |
||||
Promedio 1993-1997 |
Original 1998 |
Reforzamiento 1998 (1er fase) |
Reforzamiento 1998 (2da fase) |
Total 1998 |
|
Gastos de operación centralizada (para alquiler con opción
de compra de equipo aéreo y adquisición de equipo, trajes
y herramientas para las delegaciones) |
17,16 |
33,0 |
28,4 |
43,0 |
104,4 |
Gastos de operación en las delegaciones (combustible, partes de
repuesto, gastos de viajes) |
4,42 |
11,9 |
12,3 |
- |
24,2 |
Servicios personales (trajes para las brigadas) |
41,00 |
48,0 |
7,9 |
- |
55,9 |
Total |
62,58 |
92,9 |
48,6 |
43,0 |
184,5 |
Nota: en 1997 fue adquirido equipo por un costo de USD 2,19 millones 1998.Además, debido a la situación crítica originada por los incendios, desde febrero de este año se adoptaron medidas adicionales con diferentes dependencias. La SEDENA dio su apoyo con helicópteros tipo MI-8 con depósito colgante para helicóptero tipo bambi y con 55 aeronaves, que ejecutaron vuelos de detección diarios en todo el país. El ejército proporcionó una fuerza básica de 30 mil elementos para la lucha contra los incendios, que luego aumentó hasta llegar a 141 519 soldados para el 31 de julio de este año.
La SEMAR contribuyó con equipo aéreo; la SEGOB con la coordinación a través de la protección civil de los estados y los gobiernos municipales; la SAGAR con equipo aéreo y prevención del uso del fuego en los terrenos agrícolas; y muchas otras instituciones brindaron su ayuda, tales como: SCT, PGR, CONAGUA, SECTUR, Bomberos, ASA, CFE, SEDESOL, CORENA.
También se coordinaron diversas medidas con grupos de productores y ONG (UNECOF, PROFOAGREMEX, Red MOCAF, Confederación de Pequeños Propietarios Rurales, GEA, Comisión de Bosques y Selvas de la Cámara de Diputados, Consejo Civil para la Silvicultura, INIFAP, División de Ciencias Forestales y del Ambiente de la UACh y Academia Nacional de Ciencias Forestales) a fin de reforzar las distintas actividades de detección, prevención y supresión de los incendios forestales.
IV. COOPERACIÓN INTERNACIONAL.
En 1998, México aceptó el apoyo internacional para la vigilancia de los incendios forestales:
USAID
Zonas de trabajo con grandes incendios: Chimalapas, Oaxaca y El Ocote, Chiapas.
Medida |
Cantidad o monto |
DETECCIÓN: |
|
Envío de aviones para tomar fotografías
infrarrojas: |
2 |
SUPRESIÓN: |
|
Envío de expertos para brindar asistencia
técnica en apoyo de la supresión de los incendios: |
69 |
Días de trabajo: |
45 |
Técnicos mexicanos capacitados: |
328 |
Temas de la asistencia técnica y capacitación:
|
|
Uso del equipo aéreo: coordinación de
helipuertos y vuelos con helicópteros; cálculo de cargas y peso;
señales a tierra para helicópteros; uso de accesorios para carga
externa; medidas de seguridad en el uso de los helicópteros.
Instalación y utilización de grupos de comunicación por
radio. Cursos de adiestramiento en el uso de GPS. Utilización de
motosierras, motopompas y tanques portátiles. Primeros
auxilios. |
|
Donación de herramientas, indumentarias de
protección y equipos para combatir los incendios: |
3 000 personas |
Donación de espumas para la supresión de los
incendios forestales: |
8 000 litros |
Apoyo económico para el alquiler con opción de
compra de 5 helicópteros tipo II (mediano) y 1 helicóptero tipo I
Crane: |
USD 2,4 millones |
Costo total estimado del apoyo: |
USD 5 millones |
Medida |
Cantidad o monto |
SUPRESIÓN: |
|
Entrenamiento de expertos mexicanos por 4 meses en brigadas
helitransportadas. |
2 expertos |
Apoyo económico para la concurrencia de un
técnico mexicano al Ier seminario sudamericano de incendios
forestales: |
USD 2 500 |
Medida |
Cantidad o monto |
SUPRESIÓN: |
|
Entrenamiento de técnicos mexicanos por 2 semanas en el
NIFFC en Boise, Idaho y en Arizona: |
2 expertos |
Entrenamiento de técnicos mexicanos por 2 semanas en el
NIFFC en Boise, Idaho y en California: |
2 expertos |
Visita de oficiales mexicanos por 1 semana en el NIFFC en
Boise, Idaho: |
3 funcionarios |
Asistencia técnica de dos especialistas de los EE.UU.
por 2 semanas a fin de dar apoyo en el manejo del fuego en áreas
tropicales: |
2 expertos |
Asistencia técnica de dos especialistas de los EE.UU.
por 2 semanas a fin de dar apoyo en el manejo del fuego en áreas de
arbustos: |
2 expertos |
Medida |
Cantidad o monto |
SUPRESIÓN: |
|
Donación de equipo especializado a Pronatura A.C., para
su posterior distribución a la organización social Maderas
del Pueblo, en Chimalapas, Oax.: |
USD 1 896 |
Medida |
Cantidad o monto |
SUPRESIÓN: |
|
Donación de fondos para la construcción de un
campo de prevención y supresión de los incendios forestales en el
norte del estado de Puebla: |
38 100£ est. |
Medida |
Cantidad o monto |
PREVENCIÓN Y SUPRESIÓN: |
|
Becas para concurrencia de técnicos mexicanos al XIV
Curso Avanzado Iberoamericano para la Protección contra los Incendios
Forestales: |
6 aprendices |
En México, cada año se verifican incendios forestales de diferentes magnitudes, de acuerdo con las condiciones climáticas y meteorológicas. De 1980 a 1997, ocurrieron en promedio 6 837 incendios forestales anuales, que abarcaron un área de 223 114 ha (cerca de 33 ha por incendio). Afortunadamente, más del 80% afectó a arbustos y matorrales, vegetación que se renueva.
El año 1998 estuvo caracterizado por 14 242 incendios forestales, que afectaron una superficie total de 582 857 ha (cerca de 40,93 ha por incendio). Estas cifras representan un incremento del 99%, 225% y 63%, respectivamente, a las medias anuales de 1970-97.
De la superficie total afectada el 73% corresponde a pastos, arbustos y matorrales (425 850 ha) y el 27% a superficies cubiertas (157 007 ha).
Los resultados estadísticos anteriores se deben a las condiciones climáticas y meteorológicas del primer semestre de 1998, que fueron particularmente críticas. De hecho, han sido las más adversas de los últimos setenta años.
Las abundantes lluvias de 1997 propiciaron la acumulación de combustible en los bosques.
Las heladas a inicios de 1998 desecaron la vegetación. Un fenómeno atmosférico particular fueron las heladas y nevadas del 12-15 de diciembre de 1997 en diversos estados del país.
Los vientos de febrero y marzo fueron intensos y duraderos. Éstos, además de avivar el fuego, dificultaron las operaciones del equipo aéreo.
Las lluvias de febrero y marzo llegaron a ser la mitad del promedio de los años anteriores.
El fenómeno El Niño, que afectó vastas regiones del planeta, propició diferentes anomalías que produjeron una de la más graves sequías del siglo, con temperaturas que alcanzaron valores históricos sin precedentes en el noroeste, centro y sur del país. La conclusión de El Niño con una sequía tan grave, constituye una circunstancia inusual, que se ha presentado una sola vez en el último medio siglo.
Las altas temperaturas que caracterizaron este año constituyeron otro factor de riesgo para los incendios forestales. En Veracruz, el 16 de abril, se registró una temperatura máxima histórica de 49°C. En Ciudad de México se registró la más alta temperatura de los últimos años: 34,7°C. Asimismo, también en otras regiones del país se han experimentado temperaturas superiores a los 35°C durante varios días.
Casi la totalidad de los incendios (97%) responden a causas humanas, que pueden ser accidentales, intencionales o debidas a negligencia.
Cerca del 50% de los incendios forestales tienen su origen en el uso del fuego como práctica agropecuaria. Las prácticas de la población rural de México comprenden actividades ancestrales de manejo del fuego. Éstas dan lugar a incendios accidentales durante la quema, la preparación y limpia de las parcelas de los residuos agrícolas y de la vegetación, y la práctica de estimulación del terreno por medio del fuego para el rebrote del forraje en las áreas de gran pastoreo en zonas forestales. En años de grandes sequías, estas prácticas determinan la multiplicación de focos de fuego simultáneos.
A fin de poder hacer frente a la situación de los incendios forestales de 1998, México ha movilizado una capacidad sin precedentes, como se muestra en las siguientes cifras:
En la campaña de 1998, el número de bomberos fue superior del 86% al promedio anual del período 1992-97.
El costo de la campaña contra los incendios forestales de 1998 ha casi cuadriplicado el promedio anual correspondiente al período 1993-97.
El promedio de superficie afectada por el fuego del 1 de enero al 31 de julio de 1998 fue de 40,9 ha. El promedio en los últimos 18 años ha sido de 33 ha.
La duración promedio de los incendios para ese mismo período fue de 16:32 horas. Este dato es favorable si se compara con el de la estación precedente de 1997, considerada benigna, que fue de 17:10 horas.
En el año en curso, el 85% de los incendios registrados se extinguieron en menos de 24 horas. Sólo el 15% de los mismos requirió más de un día para su supresión.
A pesar del hecho de que las condiciones climatológicas han sido peores en 1998 que en 1989, la superficie dañada fue ligeramente superior a la alcanzada en aquella oportunidad, gracias a la enorme movilización y a la capacidad renovada de hacer frente a los incendios forestales.
En el marco del Foro Regional, que tuvo lugar los días 26-28 de agosto de 1998 en Ciudad de México, los representantes de los siguientes países: Argentina, Brasil, Costa Rica, Colombia, Chile, Estados Unidos de América, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá y Venezuela, reunidos en cuatro mesas de trabajo, presentaron sus recomendaciones, que están integradas en las siguientes conclusiones:
1. Promover la creación de un Centro Regional para la Prevención de los Incendios Forestales que se encargará principalmente de:General
- diseñar y ejecutar programas de capacitación en prevención y manejo de los incendios forestales;
- dar apoyo en la elaboración de planes nacionales a medio plazo sobre el manejo de los incendios forestales;
- asesorar en la administración común de instituciones en y entre los países;
- fortalecer y extender una red de detección inmediata de los incendios forestales con el uso de imágenes de los satélites y mapas de zonas de riesgo;
- elaborar programas de protección para ecosistemas específicos, en consideración del hecho de que es imposible eliminar los incendios.
2. Crear un Fondo Regional destinado a las acciones del Centro Regional para la Prevención de los Incendios Forestales.
3. Destinar recursos económicos nacionales e internacionales para la reforestación con prioridad en las superficies compactas de las áreas dañadas.
4. Restaurar las áreas afectadas de acuerdo con las necesidades y objetivos que respondan a las políticas de ordenación sostenible de los recursos naturales, como los programas de conservación productiva de los recursos naturales, especialmente las tierras y el agua.
5. Hacer públicas las conclusiones de este Foro en la Reunión de la FAO sobre incendios forestales, el próximo mes de octubre.
6. Promover los programas regionales de cooperación técnica (PCT/FAO) a fin de ejecutar las acciones prácticas que deriven de las recomendaciones de cada mesa.
1. Fomentar la educación ambiental y la cultura dirigida hacia la prevención de los incendios y la reforestación de las áreas dañadas.2. Reconocer que la posesión de la tierra es un factor en los problemas relacionados con los incendios forestales.
3. Regenerar la tierra con especies nativas, ya que el bosque no se protege únicamente con fines económicos, sino que también ambientales. Deberíamos promover la restauración natural de las áreas afectadas evitando el cambio del uso del suelo.
4. Promover la conservación del germoplasma de especies estratégicas, estableciendo sistemas nacionales y fortaleciendo las regiones a fin de salvaguardar los recursos genéticos y volverlos disponibles cuando sea necesario.