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Métodos australianos de desborce

por W. B. KELLY,
Kingscote, Australia Meridional

Las presentes notas sobre los métodos australianos de desbroce se redactaron como resultado de la visita del autor a algunas de las más remotas regiones de Asia sudoriental y el Japón, donde se creyó que podrían aplicarse con éxito técnicas análogas. Muchas de las ideas sugeridas pueden no ser completamente nuevas. Sin embargo, dichas técnicas tal y como se han aplicado en Australia son muy perfeccionadas y han alcanzado un alto grado de eficiencia. Se espera que puedan aplicarse también en otros países. Aunque el costo de la maquinaria pesada recomendada es elevado, su eficiencia, si se utiliza correctamente, demostrará que el desbroce puede llevarse a cabo económicamente.

EN Australia, durante los últimos 20 años, grandes zonas hasta entonces improductivas se han dedicado al cultivo o sembrado para pastos. Esto ha sido posible únicamente gracias a las nuevas técnicas de desbroce. La escasez de mano de obra disponible ha hecho imperativa la utilización de métodos altamente eficientes con el fin de asegurar ingresos provechosos. La creciente demanda de tierras en las zonas relativamente pequeñas que disfrutan de un aceptable régimen de lluvias ha acelerado esta labor. Las técnicas que han surgido en Australia podrían tener aplicación en otros países, y la siguiente descripción de unos cuantos de dichos métodos puede permitir a los que emprendan una labor análoga en otras partes el adaptar algunos de ellos, adecuándolos a su propio ambiente, y de tal manera ahorrar tiempo y esfuerzo en labores experimentales.

Puede pensarse que la utilización de máquinas grandes para el desbroce es antieconómica cuando se compara con los métodos tradicionales en aquellos países donde la mano de obra es relativamente abundante. Sin embargo, una comparación de los costos mostrará en general que es cierto lo contrario. Debe recalcarse desde ahora que no se propone la mecanización de la agricultura en zonas densamente pobladas. Pero se espera que la mecanización del propio desbroce permita rápida y económicamente poner nuevos terrenos en cultivo para ofrecer a un mayor número de gentes posibilidades de cultivar más según sus métodos tradicionales.

La introducción de tipos de tractores grandes de oruga ha abierto nuevas posibilidades en las técnicas de desbroce de las tierras. Las tierras que hasta entonces estuvieron cubiertas por matorral denso (jungla), en las que era antieconómico el desbroce para la producción utilizándose el hacha, o mediante la ayuda de animales de tiro, ofrecían ahora posibilidades diversas. Las topadoras (bulldozers) constituyeron un medio evidente para eliminar árboles y malezas, y se utilizaron en un principio. Utilizadas solas, sin embargo, resultaron costosas e ineficientes, de no tratarse de árboles pesados, y aun así, sólo cuando los árboles cubrían tierra de gran valor. Se ensayaron entonces otros medios. Primeramente se utilizó el rodillo desbrozador y más tarde se adoptó el desbroce por arrastre de cadenas « chaining » o de troncos (« logging »). Damos seguidamente una descripción de dichos métodos.

El rodillo desbrozador

Esta fue una de las primeras máquinas construidas para la limpieza de matorrales. Aunque ha sido ampliamente superada, todavía puede ocupar un lugar para operar en matorrales ligeros, particularmente cuando éstos son difíciles de quemar, y cuando no se quiebran fácilmente con el arrastre de cadenas o de troncos. Los rodillos destrozadores por lo general están hechos de antiguas calderas de vapor de 90 a 120 cm. (3 a 4 pies) de diámetro y de 3 a 3,65 m. (10 a 12 pies) de longitud. Se fija a través del centro de la caldera un eje de 64 a 76 mm. (21/2 a 3 pulgadas) de diámetro. Los extremos del rodillo a través de los que pasa el eje deben, por necesidad, estar reforzados. Se coloca a cada extremo del eje un cojinete grande, generalmente de madera. Sobre los cojinetes se monta un bastidor, casi siempre de madera indígena. Este último está construido de tal manera que sus piezas golpean los árboles que han de ser arrollados antes de que los toque la caldera. De esta forma, el árbol queda torcido hacia adelante, según se ve en la Figura 1, permitiendo que el rodillo pase por encima y complete la operación de descuaje. El bastidor puede estar dispuesto de tal manera que el tiro sea central, como en la Figura 2, o lateral. Un bastidor de tiro central es más fácil de construir, y puede además utilizarse en matorrales cortos y ligeros. Sin embargo, el de tiro lateral tiene la ventaja de que el tractor actúa en una zona ya desbrozada, y existe menos peligro, debido a la caída de los árboles, para el operario.

FIGURA 1. - Vista de un rodillo desbrozador.

FIGURA 2. - Rodillo desbrozador de tiro central.

FIGURA 3. - Vista de un rodillo desbrozador de tiro lateral.

FIGURA 4. - Rodillo desbrozador. Vista posterior

FIGURA 5. - Rodillo desbrozador. Vista posterior.

Los rodillos pueden engancharse al tractor en forma muy variada. El enganche directo al bastidor es conveniente cuando el matorral no es más largo que la distancia de la caldera al tractor. En caso contrario, es muy peligroso para el operario. Otro método es hacer que la parte delantera del bastidor descanse sobre un patín. El rodillo se arrastra mediante cadenas, como en la Figura 3. Estas cadenas pasan a través de una lazada de cadena en la parte delantera del bastidor, lo cual permite guiar el rodillo. Cuando se sigue este método es conveniente equilibrar la parte delantera del bastidor, de manera que la máquina sea más manejable. Esto se ve claramente en la Figura 4, que es una vista posterior de un rodillo.

El tercer método, y quizás el mejor, para enganchar el rodillo al tractor, se indica en las Figuras 1 y 5. La parte delantera del bastidor se engancha a un eje grande que descansa en ruedas de carro. Una pértiga o lanza une este conjunto al tractor.

Se consigue un excelente desmenuzado soldando trozos de hierro angular de 75 mm. (3 pulgadas) a la caldera, espaciados de 30 a 45 cm. (12 a 18 pulgadas), según se ve en la Figura 4. Esto ayuda a preparar el matorral para su quema ulterior. Hay que insistir en que los rodillos destrozadores deben usarse principalmente en matorrales ligeros que no se quiebran fácilmente. Sin embargo, tienen otra ventaja: que no requieren tractores demasiado grandes para tirar de ellos. Son apropiados los tractores de 35 a 50 C.V. en la barra, pudiéndose desbrozar con ellos de 8 a 12 Ha. (20 a 30 acres) al día, según las condiciones.

Arrastre de cadenas

Es ésta una operación en extremo sencilla, que supone simplemente arrastrar una cadena grande mediante dos tractores. Puede utilizarse en matorrales ligeros que se quiebran fácilmente, y para árboles posados entre los cuales no existe mucha maleza. En matorral ligero se pueden utilizar tractores relativamente pequeños. Sin embargo, la experiencia demuestra que los tractores grandes que arrastran cadenas muy largas son más eficaces y económicos en grandes superficies. La cadena arrastrada debe ser naturalmente más robusta [de 38 a 50 mm. (1 1/2 a 2 pulgadas) de diámetro], con lo que se consigue un mayor efecto rompedor. Además, los tractores grandes pueden operar separados a distancias de hasta unos 90 m. (100 yardas), de tal manera que pueden desbrozarse con las cadenas hasta 40 Ha. (100 acres) por hora. Es realmente impresionante presenciar esta operación tal como se ha hecho en grandes superficies de matorrales en Australia Meridional.

Cuando la espesura de los árboles es mayor, los tractores deben por necesidad trabajar mucho más juntos, quizás a 18 ó 27 m. (20 ó 30 yardas) de distancia, debido a la mayor carga de trabajo. Si los árboles están próximos entre sí, esto no constituye un inconveniente, ya que la cadena está mantenida a cierta altura del suelo por los árboles que caen consiguiéndose, por tanto, mayor palanca sobre los árboles. Las cadenas deben ser de acero de buena calidad para evitar roturas. Las cadenas de acero de baja calidad, pero de mayor diámetro, representan demasiado peso muerto.

Aunque esta operación es sencilla, requiere habilidad por parte de los operarios. Sobre todo, deben trabajar en equipo y estar constantemente atentos a las dificultades del otro conductor. Deben mantener los tractores a la misma altura. Si un tractor se adelanta demasiado, puede ser peligroso para el conductor del otro. El ruido de los tractores hace más difícil de lo que se imagina el mantenerlos a la misma altura. Cuando se da la vuelta en los ángulos es mejor que el conductor del tractor « interno » recorra en marcha atrás una breve distancia, con el fin de permitir que el tractor exterior gire sin demasiado empuje lateral.

Los tractores pueden llevar empujadoras o topadoras. Sin embargo, la experiencia ha demostrado que estas cuchillas limitan la visual de los operarios y añaden un peso innecesario, aumentando así los costos de mantenimiento. Se ha observado que si se desmonta la cuchilla y se usa el bastidor sólo, éste hará la labor necesaria. Esta consiste algunas veces en dar a los árboles mayores un golpe oblicuo al pasar, lo cual permite que la cadena los arranque más fácilmente. El desarraigo por arrastre de cadenas se ha utilizado con éxito en árboles de hasta unos 20 m. (70 pies) de altura.

Arrastre de troncos

El arrastre de troncos, según se aplica el término en el desbosque australiano, se lleva a cabo más o menos en la misma forma que el arrastre de cadenas, excepto que el tronco se arrastra al extremo de la cadena, con el fin de aplastar los árboles y la maleza. Si ésta es ligera, puede arrastrarse el tronco con un solo tractor, como en las Figuras 6 y 7. La troza debe ser pesada, de manera que no salte, con un diámetro aproximado de 60 cm. (2 pies) y unos 12 m. (40 pies) de longitud para el desbosque con un solo tractor, el cual será de 70 o más C.V. Se unen dos cadenas al tronco a unos 45 cm. (18 pulgadas) de los extremos. El otro extremo de cada cadena se lleva hasta unos 180 cm. (6 pies) del tractor, y se une una cadena sencilla desde dicho punto al tractor. Ello permite que el tractor gire y retroceda sin pisar las cadenas. Estas deben engancharse en entalladuras de la troza para impedir que resbalen y evitar el desgaste de la cadena en el punto en que el tronco toca el suelo. Es también aconsejable enganchar la cadena a la troza con grapas de acero suave para impedir que la cadena resbale alrededor del tronco y lo estropee.

El arrastre se hace generalmente con dos tractores, desde cada uno de los cuales sale una cadena que llega a cada extremo del tronco. Cuando se emplean dos tractores, los troncos son, en general, de unos 15 m. (50 pies) de longitud. Al abatir árboles robustos, se produce un considerable esfuerzo en el centro de la troza. Para compensar esto, se utilizan a menudo cadenas juntamente con la troza, como se muestra en el diagrama. Las cadenas llevan entonces el mayor peso del trabajo, permitiendo a la troza que mantenga la cadena extendida para efectuar la operación de aplastamiento, según se muestra en la Figura 8.

En malezas tupidas suele ser difícil lograr buenas fotografías de las operaciones de desbosque por arrastre de troncos, aunque las Figuras 9, 10, 11 y 12 dan alguna idea de lo que puede conseguirse. Sin embargo, si se utilizan grandes tractores, puede extirparse con éxito una maleza mucho más tupida de la que se ve en dichas fotografías. En este caso pueden desbrozarse malezas de tipo tupido, a razón de 20 Ha. (50 acres) por día, en tanto que en malezas de tipo medio se desbrozan fácilmente 40 Ha. (100 acres) por día. Es también aconsejable utilizar cadenas de acero de primera calidad para tal operación. Se requiere la misma destreza de los trabajadores que para el arrastre de cadenas para evitar accidentes. Las cadenas deben ser de longitud suficiente para obviar el peligro representado por la caída de los árboles.

FIGURA 6 - Arrastre de troncos, utilizando un tracto para cada tronco.

FIGURA 7. - Arrastre de troncos, utilizando un tracto para cada tronco.

FIGURA 8. - Cadena utilizada para abatir malezas. Véase también en la fotografía, el tronco usado para quebrarlas.

FIGURA 9 - Métodos utilizados para abatir malezas.

FIGURA 10 - Métodos utilizados para abatir malezas.

FIGURA 11 - Métodos utilizados para abatir malezas.

FIGURA 12. - Métodos utilizados para abatir malezas.

FIGURA 13. - Esfera grande desbrozadora.

La esfera desbrozadora

Un instrumento que se ha utilizado en malezas muy tupidas es la esfera destrozadora (Figura 13). Consiste en una esfera de acero de unos 2,28 m. (7 1/2 pies) de diámetro, con un peso de 5 a 7 toneladas, por cuyo centro pasa un robusto eje. Se engancha una cadena resistente a ambos extremos del eje, de tal manera que la esfera pueda girar sin pisar la cadena. El otro extremo de cada cadena se engancha a un potente tractor, y la operación se realiza en forma muy parecida al arrastre de troncos.

La finalidad de la esfera es mantener la cadena a bastante altura del terreno y conseguir mayor efecto de palanca sobre árboles grandes. Con esta máquina se han eliminado árboles de hasta 30 m. (100 pies) de altura. La esfera desbrozadora, sin embargo, tiene ciertos inconvenientes. El costo inicial es bastante alto, debido a la gran potencia que se necesita, a la vez que el peso dificulta el transporte de una zona a otra. La experiencia ha demostrado que es una máquina costosa, excepto cuando se trata de terrenos de gran valor productivo cubiertos de masas arbóreas muy densas.

Quemas y limpias

Las condiciones para la quema en muchas partes de Australia son más favorables que en otros muchos países. Sin embargo, cuando las condiciones lo permiten, una quema total de las zonas que han sido desbrozadas con rodillos, cadenas o troncos, facilita grandemente las operaciones siguientes. Si es posible, la quema deberá llevarse a cabo cuando pueda quemarse la cantidad óptima de material, eligiéndose cuidadosamente el día más apropiado para ello.

Los resultados de una buena quema se ven en la Figura 14. Gran parte del material que queda puede sacarse a mano. Sin embargo, si debe utilizarse una máquina, la más conveniente es una topadora con un rastrillo, como se ve en la Figura 15. Las topadoras sin rastrillo resultan costosas e ineficientes, ya que recogen mucha tierra, haciendo que la subsiguiente eliminación de los desechos sea más difícil.

Estas mismas máquinas pueden utilizarse cuando la quema no es posible, o cuando se necesita la madera para leña u otros fines. Sin embargo, es evidente que una buena quema reduce considerablemente el costo de las limpias.

El arado roturador

La limpia de tierras tal y como se practica actualmente en Australia sería imposible sin el arado roturador. Esta máquina se inventó en Australia hace más de cien años y se ha ido transformando paulatinamente en las robustas máquinas de hoy día. Operan en terrenos que podrían parecer imposibles de cultivar. Se ha dicho que son capaces de romper cualquier cosa, excepto las vías del ferrocarril. Además de en Australia y Nueva Zelandia, se han utilizado con éxito en Inglaterra, Escocia, Grecia, Canadá, Papua, Nigeria y Unión Sudafricana. Sin embargo, es probable que su aportación en la roturación de terrenos vírgenes sea todavía de carácter inicial, y que cuando su utilidad se haya comprendido en otros países se utilicen estas máquinas aún más ampliamente.

En la Figura 16 se muestra en acción, en maleza espesa, un arado roturador de discos robustos. Aunque no se recomienda en general que se intente este tipo de aradura, la figura muestra algunas de las posibilidades de la máquina. La Figura 17 muestra el arado en primer plano: Si se observa atentamente dicha fotografía, se ve que el cuarto disco a partir de la derecha se alza por encima de un obstáculo fijo. Esto es posible gracias a la acción pivotante del brazo que soporta el disco. El extremo de cada uno de los brazos está unido a un resorte de gran tensión, según se ve en la figura. Ello permite que cada disco se levante por encima de los obstáculos que no puedan arrancarse, mientras que se ejerce gran presión sobre él. En la Figura 18 se ve un buen ejemplo de lo que puede conseguirse. Los obstáculos a la izquierda de la fotografía resultarían extremadamente peligrosos para máquinas normales, pero el arado roturador ha dejado el terreno en condiciones de labranza, como se observa a la derecha.

Estos arados se fabrican con cuatro a ocho discos. Se requieren unos 5 C.V. en la barra por disco para la tracción. Se pueden enganchar por pares, como muestra la Figura 19, utilizándose tractores grandes. La Figura 20 es una vista aérea de un arado roturador en acción.

FIGURA 14. - Efectos de una quema apropiada.

FIGURA 15. - Topadora con rastrillo desbrozador.

FIGURA 16. - Arado roturador grande de discos, en acción.

FIGURA 17. - Primer plano del arado roturador.

FIGURA 18. - Antes y después del paso de un arado roturador de discos.

FIGURA 19. - Dos arados roturadores arrastrados por un tractor grande.

FIGURA 20. - Vista aérea de un arado roturador grande de discos en acción.

FIGURA 21. - Después del paso de un arado roturador.

Operaciones subsiguientes

Según se ha indicado, el arado roturador de discos grandes arranca muchos obstáculos del suelo. En la Figura 21 se ilustra un caso extremo. Se han ideado muchas máquinas ingeniosas para la eliminación de dichos materiales, pero es dudoso que su uso se justifique en países donde la mano de obra es abundante. Sin embargo, es de recomendar la utilización de arados roturadores ligeros de discos para las labores posteriores. Después convendrá recurrir a los métodos tradicionales.

No podrá insistirse lo suficiente en que el arado roturador australiano de discos es quizás el elemento más notable de toda la maquinaria descrita. Su utilización puede abrir muchas nuevas zonas al cultivo y a los pastos.

APENDICE

ESTIMACIÓN DE LOS COSTOS DE LAS OPERACIONES DESCRITAS


Libras australianas por acre

Dólares E.U.A hectárea

Desbrozado con rodillo (maleza ligera)

1.10.0

8,15

Arrastre de cadenas (maleza ligera; con tractores distanciados 90 m. entre sí)

0. 4.0

1,09

Arrastre de cadenas (maleza densa; con tractores distanciados 27 m. entre sí)

0.15.0

4,08

Arrastre de troncos (maleza ligera; un tractor por tronco)

0. 6.0

1,63


Libras australianas por acre

Dólares E.U.A. por hectárea 3,26

Arrastre de troncos (maleza medía; dos tractores por tronco)

0.12.0


Arrastre de troncos (maleza densa; dos tractores por tronco)

1. 0.0

5,48

Esfera desbrozadora (maleza muy densa)

2.10.0

13,59

Arado roturador grande de discos

2. 5.0

12,23


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