El Comité de Montes
El décimo periodo de sesiones del Comité de Montes (COFO) de la FAO tuvo lugar en la sede de la Organización, en Roma, del 24 al 28 de septiembre de 1990. Lo presidió la Sra. I. García, de la República Dominicana, y asistieron delegados de 97 países y representantes de numerosas organizaciones internacionales gubernamentales y no gubernamentales.
El discurso inaugural del Director General, Edouard Saouma, dio el tono de la reunión. Refiriéndose a la situación de los bosques en el mundo dijo que «según las estimaciones más recientes, el índice anual de deforestación en los trópicos superaría en un 80 por ciento la cifra de hace diez años y que actualmente se trata de 17 millones de hectáreas anuales, y no ya de diez u once.... Es evidente que la proporción y la gravedad de esos problemas exigen una acción internacional coordinada.»
El Director General sometió a la consideración de los participantes una propuesta de convenio internacional sobre conservación y desarrollo de los bosques, que estructuraría todos los esfuerzos internacionales y nacionales encaminados a mantener y reforzar la contribución de los bosques a la protección del medio ambiente y a un desarrollo socioeconómico sostenible (véase Unasylva 1 64).
Con respecto al examen independiente del Plan de Acción Forestal en los Trópicos (PAFT) por expertos ajenos a la Organización, el Sr. Saouma hizo notar que la FAO acepta toda clase de juicios constructivos, pero calificó algunos de los comentarios de exagerados e injustos. El Director General se manifestó en particular en desacuerdo con la idea de separar el PAFT del Departamento de Montes, ya que eso daría lugar a una duplicación de esfuerzos y exigiría otros 10 millones de dólares anuales para gastos de administración, la mitad de los cuales correría a cargo de la FAO.
Para terminar, el Sr. Saouma dijo que «no hay un verdadero especialista forestal que no sea al mismo tiempo un humanista porque aprecia hasta qué punto una gestión prudente y respetuosa de la naturaleza puede convertir el patrimonio forestal en fuente de ventajas económicas y sociales, en un instrumento prodigioso al servicio de la calidad de vida, al servicio de la humanidad de hoy y de mañana. Espero que los responsables de nuestros destinos lo comprendan de esta manera mientras todavía quede tiempo.»
Bosques y medio ambiente
El Comité respaldó la propuesta del Director General de crear un instrumento internacional para la conservación y el desarrollo de los montes para solucionar los problemas socioeconómicos y ambientales planteados, así como para impulsar la cooperación internacional. El Comité no hizo recomendaciones sobre la forma 0 las modalidades del citado instrumento; no obstante, debatió detenidamente la posibilidad de formular una convención que abarque los principios básicos, los objetivos, la estructura institucional y el mecanismo financiero cuyos detalles figurarían en una serie de protocolos.
Puesto que el mandato de la FAO abarca todos los aspectos de la conservación y el desarrollo de los bosques, el Comité afirmó enérgicamente que la Organización debe desempeñar un papel destacado en la preparación de las propuestas para el instrumento en cuestión. No obstante, insistió en que no se desvíen con ese fin recursos asignados a otros programas prioritarios y en particular al PAFT.
Plan de Acción Forestal en los Trópicos
Después de un debate que ocupó la mayor parte del tiempo disponible en los cinco días de reunión, los gobiernos representados en el COFO confirmaron que el PAFT ofrece un marco ideal para promover y lograr la conservación y el uso sostenible de los recursos forestales tropicales en vista del desarrollo de los países interesados y de la estabilidad mundial del ambiente.
El Comité sancionó el mandato de la FAO como coordinadora internacional del PAFT y consideró que el Departamento de Montes de la FAO debe seguir encargado de esta coordinación, pero con mayor y más efectivo apoyo financiero a los países participantes al Plan para que ejecuten sus planes nacionales de acción forestal en los trópicos.
El Comité suscribió las propuestas de reforzar la capacidad de los países tropicales para formular las políticas forestales con el fin de descentralizar y responsabilizar en mayor medida a los países para la preparación y ejecución de sus planes nacionales de acción.
Con respecto a las preocupaciones que se han exteriorizado en ciertos sectores acerca del PAFT, particularmente por lo que se refiere a problemas ambientales, participación de organizaciones no gubernamentales y cooperación de las agencias internacionales, los delegados insistieron en que se preste el máximo apoyo posible al PAFT para que su aplicación sea verdaderamente eficaz. Recomendaron que se aclaren las metas, objetivos y estrategias con ayuda de todas las partes, y reconocieron que la FAO ya ha tomado medidas en ese sentido.
Con el fin de mejorar las estructuras institucionales, el Comité recomendó formar un grupo ad hoc de expertos de países en desarrollo, de instituciones donantes, de países desarrollados y de organizaciones no gubernamentales.
Investigación forestal
En el debate sobre investigación forestal, el Comité se manifestó satisfecho por la incorporación de la investigación forestal y agrosilvícola al mandato del Grupo Consultivo sobre Investigación Agrícola Internacional (GCIAI). Se hizo notar, sin embargo, que eso satisface sólo parcialmente la gran variedad de necesidades de investigación forestal de los países en desarrollo (20 en Africa, 15 en Asia y el Pacífico, y 4 en América Latina).
La labor del GCIAI deberá ser complementada por el fortalecimiento de la capacidad de las instituciones nacionales de investigación forestal. La FAO está ejecutando 39 proyectos relacionados con la investigación forestal y/o el fortalecimiento de ella.
Se ha creado en la Dirección de Recursos Forestales del Departamento de Montes de la FAO una nueva Subdirección de Investigación, Educación y Capacitación cuyo mandato abarca las siguientes tareas:
· coordinar todas las actividades de investigación forestal del Departamento;· reforzar la ayuda de la FAO a instituciones nacionales de investigación forestal;
· lograr que los donantes aumenten sus aportaciones a través del PAFT para la investigación forestal;
· asegurar que la labor de la FAO y la de otros programas internacionales de investigación forestal se completen mutuamente, en particular por lo que se refiere al GCIAI y al Programa Especial para países en Desarrollo de la IUFRO;
· mantener un archivo computadorizado de datos básicos sobre investigación, recursos y prioridades forestales.
La mujer y el bosque
La FAO ha adoptado recientemente un Plan de Acción para la Integración de la Mujer en el Desarrollo Agrícola y Rural, de acuerdo con el cual todos los departamentos técnicos examinarán las medidas de acción necesarias para intensificar la participación de la mujer en cuatro campos: civil, económico, social, y toma de decisiones. El Comité reconoció la acción del Departamento de Montes en este aspecto y recomendó que continúe la integración de la mujer, en igualdad de condiciones, en la proyectación y ejecución de las actividades forestales. Se recomendó que las Comisiones Forestales Regionales de la FAO discutan la participación de la mujer en el desarrollo forestal y que compilen información regional ilustrada con el estudio de casos concretos. El Comité insistió también en la importancia de que las estadísticas que contengan los informes de los proyectos de campo de la FAO hagan distinción entre ambos sexos.
Perspectivas y prioridades a plazo medio
La Conferencia de la FAO durante su 25° periodo de sesiones, celebrado en noviembre de 1989, decidió adoptar un pian continuo a plazo medio que abarque los seis años subsiguientes. Su finalidad es proporcionar a los países miembros indicaciones claras acerca de cuáles son las prioridades y actividades estratégicas de la Organización.
Este plan se diferencia de las perspectivas a medio y largo plazo que antes contenía el Programa de Labores y Presupuesto, en que anticipa un plazo bien definido (seis años, actualizados cada bienio) y se concentra más claramente en determinar prioridades para la acción.
El Departamento de Montes es el primero de los departamentos técnicos de la FAO que ha preparado y presentado un plan de esa naturaleza. La Comisión de Montes sancionó los objetivos y estrategias propuestos y sugirió que en el futuro sean aún más concretos, sin dejar de ser flexibles.
Comisión Forestal para el Cercano Oriente
El XI periodo de sesiones de la Comisión Forestal para el Cercano Oriente tuvo lugar en Ankara, del 15 al 19 de octubre de 1990, por invitación del Gobierno de dicha República. Asistieron delegados de Afganistán, Chipre, Egipto, la República Islámica del Irán, Jordania, Líbano, Sudán, Túnez y Turquía, un observador de Italia y representantes del PNUD, del PMA y de la OMS. Presidió Osman Celik, de Turquía.
El programa se concentraba en cuatro asuntos principales: políticas forestales de la región; orientaciones estratégicas para el desarrollo forestal; ordenación de la fauna y de los parques nacionales, y estadísticas para planear el desarrollo forestal. Tras las deliberaciones, el 16 de octubre, Día Mundial de la Alimentación, los participantes adoptaron por unanimidad la «<Declaración de Ankara'' cuyo texto se reproduce a continuación.
Nosotros, representantes de los países miembros de la región del Cercano Oriente, y responsables del sector forestal en los mismos, declaramos lo que sigue:
Confirmamos nuestra determinación de conservar y desarrollar los recursos forestales de esta región, mediante una ordenación apropiada de los bosques que abarque desde la creación de nuevos recursos, al cuidado y recolección de la vegetación leñosa y a la transformación y comercialización de productos forestales, tomando en cuenta la necesidad de desarrollo de los pueblos de nuestra región.
Renovamos el empano de hacer que el sector forestal contribuya eficazmente a mejorar el medio ambiente y el microclima y a conservar los recursos de tierras y aguas de los cuales depende la producción de alimentos.
Nos comprometemos, con sujeción a las políticas de nuestros respectivos gobiernos, a aumentar la producción de alimentos, gracias a la introducción de bosques en la utilización de la tierra; a ordenar racionalmente la vegetación lanosa; a conservar los recursos genéticos y a mejorar el microclima, de modo que suba el tenor de vida de las poblaciones rurales.
Confirmamos la determinación de prestar la debida atención a la recolección, archivo y diseminación de información, y de los resultados obtenidos gracias a las investigaciones de las instituciones forestales de nuestra región, en favor de los administradores forestales de todos los países.
Apreciamos la atención, apoyo y asistencia que la FAO presta a nuestros países mediante sus múltiples programas internacionales, regionales y nacionales, para ayudarnos a conservar y aprovechar los recursos forestales de manera sostenible y segura.
Apreciamos también la rapidez y eficacia con que el Director General de la FAO satisface las peticiones de nuestros gobiernos de asistencia técnica y de recursos del Programa de Cooperación Técnica de la FAO (PCT), para completar las actividades que se llevan a cabo con fondos extrapresupuestarios, salvar vacíos críticos, hacer frente a imprevistos y preparar proyectos de inversión. En particular, apreciamos el apoyo del Director General al Gobierno turco para instituir un programa de capacitación para el Cercano Oriente en aquellos aspectos de la agricultura y de la silvicultura en que la experiencia y los conocimientos turcos son adecuados a las necesidades de la región.
Acogemos con satisfacción una estrategia forestal regional en el marco de un Plan de Acción Regional análogo al Plan de Acción Forestal en los Trópicos (PAFT) que lleve a fortalecer y armonizar la cooperación internacional para el desarrollo forestal de diversos países. Por otra parte este Plan de Acción Forestal Regional desarrollará programas de acción que: en el plano nacional, ayuden a nuestros gobiernos a formular e incorporar en los planes de desarrollo nacional propuestas de acción esenciales para la conservación y el desarrollo sostenible de los recursos forestales; en el plano regional, contribuyan a orientar la asistencia técnica y la inversión hacia la ejecución de planes nacionales que aprovechen la solidaridad regional, la cooperación técnica de los países en desarrollo, la contribución de los organismos de ayuda al desarrollo regional, y que utilicen a la Comisión Forestal para el Cercano Oriente y a <<Silva Mediterránea,, como vehículo para la promoción y seguimiento de ese programa.
Invitamos a nuestros respectivos gobiernos a que refuercen las políticas y la legislación forestales de modo que permitan alcanzar los objetivos antes expuestos, y que tomen en consideración la posibilidad de adoptar políticas forestales nacionales que incluyan la participación de la población en el desarrollo forestal y en la conservación, reconociendo la importancia de la participación popular, incluso adaptando la legislación vigente de modo que estimule el interés y la participación popular en actividades forestales.
Nos comprometemos, en tanto que especialistas forestales, a aceptar, con el empeño que exija nuestra profesión, el desafío que representan las enormes posibilidades de los bosques de esta región para producir alimentos, elevar los ingresos y ofrecer oportunidades de trabajo, contribuyendo a la vez a estabilizar el ambiente.
Nos satisface que el Décimo Congreso Forestal Mundial se reúna en Francia en 1991, ya que será una excelente plataforma para el intercambio de opiniones y experiencias y para la discusión de toda clase de asuntos forestales que pudieran dar lugar a recomendaciones aplicables a nuestra región.
Nos declaramos de acuerdo con el establecimiento de políticas, programas e instituciones nacionales apropiadas para enfrentarse con el problema del medio ambiente de manera consistente, sostenida y coordinada, y a nivel internacional, con idear y aplicar amplias estrategias y directrices para el desarrollo sostenible y la protección del medio ambiente, y con promover la cooperación de todas las naciones y regiones del mundo a ese respecto.
Reconocemos que es esencial integrar la preocupación por el ambiente con el desarrollo agrícola y rural desde la fase de planificación a la de ejecución, ya que la seguridad alimentaria está inexorablemente ligada con la conservación de los recursos naturales y con el incremento de la producción agrícola, la calidad de los alimentos producidos y la mitigación de la pobreza rural.
Recomendamos a los gobiernos de la región que adopten políticas y programas agrícolas nacionales compatibles con consideraciones ambientales y que creen mecanismos eficaces para asegurar que así se haga. Nos declaramos satisfechos con la reunión de la Conferencia FAO/Países Bajos sobre la Agricultura y el Ambiente, que se celebrará en los Países Bajos en abril de 1991, por invitación conjunta de la FAO y del Gobierno de los Países Bajos, para discutir temas ambientales y su relación con el desarrollo agrícola integrado.