El examen cuidadoso de los datos básicos recogidos proporcionará los antecedentes para evaluar la viabilidad de las soluciones técnicas que se vayan a formular. Un análisis detallado de los aspectos que se estudian brevemente a continuación, servirá sobre todo para facilitar el proceso de evaluación.
El desarrollo de la comercialización del pescado deberá tener en cuenta el nivel tecnológico de los habitantes de la zona en cuestión y las economías de escala en la producción, almacenamiento, transporte y distribución del pescado. Para que el costo de producción sea lo más bajo possible, las instalaciones para el desembarque y la comercialización del pescado en pequeña escala deberán ser simples y baratas, manteniendo al mismo tiempo un buen nivel de tecnologia e higiene. Es muy importante asegurar la continuidad en el suministro de las piezas de recambio y la disponibilidad del personal técnico indispensable para el funcionamiento y mantenimiento del equipo. El nivel tecnológico que se elija para las operaciones de desembarque y comercialización del pescado deberá corresponder al nivel tecnológico general del país y ser técnicamente idóneo para la situación comercial local.
Hay que hacer un examen detallado del suministro de la materia prima, teniendo en cuenta las diferentes especies, su duración estimada, la composición física y química, las tallas comerciales disponibles, los volúmenes actuales y las previsiones de disminución, estabilidad o incremento de los desembarques en el futuro. También habrá que estudiar las fluctuaciones estacionales de los volúmenes desembarcados de cada especie por un periodo de varios años.
Si el estudio de identificación ha mostrado que los principales defectos del sistema pueden remediarse construyendo instalaciones para la comercialización del pescado, el paso siguiente será hacer un estudio de mercado, que deberá tomar en consideración los siguientes elementos:
el volumen de pescado que se va a manejar y la cantidad de productos pesqueros que los consumidores estarían dispuestos a comprar durante un determinado período de tiempo a un precio dado;
las preferencias y actitudes de los consumidores;
el costo de la materia prima (por especies principales), costo de la recogida del pescado (incluidos el hielo, las cajas para el pescado y las pérdidas de peso), los costos de funcionamiento y de transporte desde los lugares de desembarque hasta los principales centros distribuidores y puestos de venta al por menor, y otros costos;
la relación entre la capacidad prevista de las instalaciones para el desembarque y la comercialización y las cantidades de materia prima disponibles anualmente;
el número previsto de días al año en que el sistema de recogida/distribución de pescado podría funcionar a capacidad plena;
las especies que con mayor probabilidad se venderán y el tipo de manipulación que se propondrá (por ejemplo, pescado enfriado o peces vivos en depósitos, etc.).
En esta fase de la planificación es aconsejable evaluar el tipo de productos que se prevé manipular, sus salidas comerciales, las necesidades de esos productos en los mercados y las posibilidades de trabajar en el desarrollo de productos con las especies ícticas disponibles.
También habrá que evaluar la fuerza de trabajo existente en la zona e identificar las necesidades de capacitación.
Deberá asimismo examinarse la función de las cooperativas u otras organizaciones existentes o propuestas en lo que se refiere a organizar a los pescadores del lugar, lo que podria facilitar la capacitación y también la formación en técnicas de gestión.
En esta fase de la planificación se elige provisionalmente la ubicación de los desembarcaderos, los puntos de recogida y los lugares de comercialización, y luego, a medida que se avanza en la planificación, se va reevaluando su idoneidad.
En cuanto a la elección de los lugares, hay que tener en cuenta los siguientes factores:
la disponibilidad de peces y o marisco, la distancia a las zonas de pesca;
la existencia de caminos, ferrocarriles o vías navegables, u otros servicios de transporte entre los lugares escogidos provisionalmente para los desembarcaderos y centros de recogida y los mercados;
la disponibilidad y el costo del terreno y los costos de su preparación;
la disponibilidad de agua, de un sistema de eliminación de residuos, de combustible y, hasta cierto punto, de electricidad, influye también en la elección de los lugares;
los lugares deben tener espacio suficiente tanto para las instalaciones previstas junto al mar y en tierra, como para futuras ampliaciones;
deben preferirse terrenos planos para evitar los costos adicionales para su nivelación;
la disposición de los pescadores del lugar a utilizar las instalaciones previstas para el desembarque y la comercialización del pescado.
En general, al elegir el lugar más barato para el desarrollo propuesto de la comercialización del pescado, habrá que tener en cuenta la importancia de los costos de los insumos y de su transporte al lugar de desembarque y comercialización; los costos costos de la comercialización, con margen para economías de escala dentro del servicio de desembarque y comercialización, además de las normales del comercio pesquero; los costos del transporte de los productos finales a los consumidores.
Deberá hacerse una estimación de los costos de adquisición del terreno, preparación del lugar, construcción, equipo y servicios necesarios para las instalaciones de desembarque y comercialización, teniendo en cuenta la propiedad del proyecto y los materiales, así como los costos de los servicios y mano de obra, de manera que reflejen las variaciones futuras respecto de los costos actuales.
Habrá que elaborar un calendario para la adquisición y la ejecución de las obras, a fin de establecer las fechas de entrega y el consiguiente aumento de las necesidades de fondos.
La estimación de los costos deberá ser lo más completa posible e incluir toda la inversión de capital, asi como un programa de los ingresos previstos y de los costos estimados de funcionamiento y mantenimiento, de manera que el organismo de financiación esté plenamente al corriente de la situación financiera prevista del proyecto durante su construcción y en las fases iniciales de funcionamiento.
Durante la fase de planificación deberá prepararse también un diagrama de flujo con la secuencia de las operaciones, el equipo necesario y los servicios que hagan falta, lo cual facilitará la planificación del proyecto provisional y la evaluación de las necesidades totales de servicios. Este diagrama de flujo podría prepararse estableciendo cada una de las fases que intervienen en la recogida del pescado, en el mar o en tierra, seguidas del transporte, la recepción, la clasificación, el pesado, el lavado, el enfriado, el almacenamiento, etc., y podría terminar con el transporte a los puestos minoristas (véase la Figura 2).
Además del diagrama de flujo del proceso, deberá hacerse también una estimación de los materiales y la energia necesarios para todas esas operaciones, lo que será muy útil durante toda la planificación.
Al elegir el lugar para construir instalaciones adecuadas de desembarque y comercialización en una zona pesquera habrá que tener en cuenta lo siguiente:
los lugares propuestos para el desembarque no deberán estar muy lejos de las zonas de pesca;

Figura 2 Diagrama de flujo simplificado de la recogida, distribución y comercialización del pescado fresco
deberán encontrarse en zonas que ofrezcan buen resguardo en todo tiempo y con todo tipo de marea a las embarcaciones que suministran el pescado;
habrán de estar ubicados en una zona con fácil acceso desde las zonas de pesca y salida hacia los mercados.
Los servicios básicos necesarios en un centro de desembarque en pequeña escala son los siguientes:
Servicios para embarcaciones y tripulación: para descargar la captura (a veces habrá que trabajar las 24 horas del día), estibar los artes de pesca, reabastecer de combustible, agua, hielo, suministros, etc..
Abastecimiento de combustible: deberá instalarse una estación simple de gasolio o gasolina (a veces ambos) en un lugar desde el que las embarcaciones puedan reabastecer directamente con una manguera o con bidones pequeños portátiles (Figura 3).

Figura 3 Estación de combustible para el desembarcadero de una pesquería en pequeña escala
Taller de reparación de motores: deberá disponerse de instalaciones y de personal calificado para la reparación eficaz de los motores. Un taller debidamente equipado debería prestar los servicios básicos de reparación de las embarcaciones pequeñas y mantener existencias de las piezas de recambío más usadas en la zona.
Zona de reparación de embarcaciones: deberá haber una zona equipada para la reparación de embarcaciones, incluso con instalaciones para izarlas, de manera que los pescadores puedan reparar sus embarcaciones en tierra.
Zona de reparación de artes: deberá haber un pequeño cobertizo con piso seco y limpio para la reparación y almacenamiento de redes y otros artes de pesca.
Servicios de atracadero: deberá haber instalaciones tales como grifos de salida de agua dulce, bien diseñadas para evitar pérdidas; en comunidades pesqueras artesanales más equipadas tal vez sea necesario disponer de tomas de corriente eléctrica, con enchufes para conectar pequeñas herramientas.
Suministro de alimentos y lavabos: seria conveniente disponer de un servicio de comidas para llevar y un almacén de alimentos para los pescadores; también se necesitan baños, con retretes y duchas, para comodidad de las tripulaciones y los trabajadores de tierra y para asegurar que se mantenga la higiene.
Instalaciones para la manipulación, comercialización y elaboración del pescado: éstas deberán diseñarse teniendo en cuenta el tipo de pescado y de productos que corrientemente se comercialice y cualesquiera otros posibles productos futuros que se estén estudiando; en la sección siguiente se describen más detalladamente estas instalaciones y los parámetros para su diseño.
Los datos básicos necesarios para determinar el tamaño y la ubicación apropiados de las instalaciones para la manipulación y comercialización del pescado deberán derivar en parte de un estudio detallado del comercio de pescado. Tal estudio debería proporcionar datos exactos sobre la demanda de productos, permitiendo así un buen diseño que se ajuste tanto a las necesidades actuales como a la evolución futura prevista. Los factores del diseño habrán de tener en cuenta las materias primas disponibles, las condiciones climaticas locales y el tipo de productos (pescado fresco, secado-salado, ahumado o fermentado, etc.). Por ejemplo, una simple plataforma techada con espacio para estacionamiento podría facilitar las operaciones de comercio al por mayor en una pequeña aldea pesquera que venda el pescado fresco.
Las consideraciones de orden técnico y económico suelen ser los principales factores que determinan la mejor forma de construir buenas instalaciones para el aprovechamiento del pescado, pero también habrá que tener en cuenta que los materiales elegidos y el diseño se adapten a las condiciones locales.
Asi, por ejemplo, los caminos de acceso a esas instalaciones deberán en lo posible tener una calidad correspondiente a la de las carreteras principales del país que se utilizarán para llegar a los mercados más importantes.

Figura 4 Servicios del desembarcadero

Figura 5 Operación de desembarque
Al preparar el plano de las instalaciones hay que tener presentes dos requisitos:
higiene y funcionalidad, y
economía.
La disposición de una instalación para la comercialización del pescado debe hacerse teniendo en cuenta lo siguiente: evitar la posibilidad de contaminación cruzada, disponer de un desagüe adecuado y de acceso fácil a todo el equipo para que la limpieza y el mantenimiento sean eficaces; ajustarse al diagrama de flujo del proceso, a fin de obtener el producto de mejor calidad al costo más bajo posible; y prever espacio para el personal que dirige y supervisa las operaciones diarias, y para la labor del inspector de calidad y el almacenamiento del equipo para el control de la calidad.
Al diseñar locales nuevos para la comercialización del pescado debe lograrse que la secuencia de operaciones sea fluida, desde la recepción del pescado hasta su carga y transporte. Todas las operaciones deberán realizarse lejos del suelo, a una altura que resulte cómoda para hacer todo el trabajo de pie. Por ejemplo, un establecimiento de un solo piso situado a poca distancia del desembarcadero permitirá que la manipulación del pescado desde el atracadero sea rápida y minima y que todas las operaciones de comercialización se realicen dentro del mismo local, además de contribuir a reducir los costos de las obras estructurales y de desagüe. Este tipo de diseño permitirá también un fácil acceso a los vehiculos que tengan que carger mercancía.
La circulación de aire debe ser abundante, especialmente en los trópicos, donde a menudo las paredes son de ladrillo perforado o de reja y a veces una parte del local queda abierta, sin muros. En el trópico húmedo son indispensables los aleros grandes para protegerse del sol y los chaparrones. Es también importante una adecuada inclinación del techo y que el edificio esté orientado con arreglo a la dirección del sol.
Los pisos deben ser resistentes, no porosos, lavables, con buen desagüe, no resbaladizos y resistentes a la acción de la salmuera, amoniaco diluido, aceites y despojos de pescado. La elección del material dependerá de las caracteristicas de los materiales disponibles en la zona y su costo. Puede utilizarse cemento granolitico, terrazo o baldosas de arcilla, pero estas últimas son las mejores. En general, las baldosas más duras son menos absorbentes pero más resbaladizas que las blandas, que absorben más y son difíciles de mantener limpias. Las baldosas con una superficie ligeramente abrasiva son excelentes, pues son menos resbaladizas. Se recomienda usar colores claros, porque reflejan la luz y muestran la suciedad. Al pegar las baldosas en el suelo hay que cuidar que todas las junturas queden completa y definitivamente selladas. La juntura con las paredes debe ser cóncava para facilitar la limpieza. El piso tiene que tener una pendiente del 2% desde el punto más alto hasta los desagües, que deben ser como mínimo de 10 cm de diámetro.
Las paredes deben construirse con materiales que permitan una superficie interior lisa, lavable e impermeable, y de color claro. Para facilitar la limpieza, las junturas con otras paredes deben ser curvas y los techos deben estar exentos en lo posible de cornisas, salientes u ornamentos para evitar que se acumule el polvo. Las paredes cuyo interior no lleve baldosas deben ir enlucidas. Los muros divisorios han de ser suficientemente sólidos para que se puedan apoyar pilas de cajas de pescado u otro equipo ligero; pueden hacerse muros divisorios con bloques de hormigón prefabricado, terminándolos con una superficie resistente y lisa, especialmente en la parte inferior, sometida a desgaste constante.
Las puertas deben tener un diseño simple y funcional. Las puertas principales han de ser suficientenmente altas y anchas para que puedan circular sin dificultad los vehiculos de transporte interno; por ejemplo, cuando se usan horquillas elevadoras en terminales pesqueros de tamaño medio, las puertas deben ser de 2,8 m de altura y de 1,5–2,5 m de ancho. Las puertas interiores deben cerrarse automáticamente y llevar placas metálicas en su parte inferior para que resista los golpes.
En cuanto a la iluminación, debe haber luz natural suficiente y, cuando sea necesario, iluminación artificial desde arriba para que el personal pueda trabajar sin cansarse la vista. El diseño deberá apuntar siempre a aprovechar al máximo la luz natural colocando suficientes ventanas y claraboyas; esto, además, es más barato que la iluminación artificial. La iluminación fluorescente (del tipo luz natural) es particularmente idónea en las áreas de venta de pescado, donde se necesita por mucho tiempo seguido una luz que no produzca sombras y deslumbre poco; aunque los costos iniciales son relativamente más altos que con otros sistemas de iluminación, el costo de funcionamiento es inferior y generalmente se considera un tipo de iluminación barato. Se considera que un nivel de iluminación de 220 lux como minimo es suficiente. Todos los accesorios de la iluminación artificial deben ser impermeable y apantallados, como medio de protección contra los vidrios rotos.
Debe haber instalaciones sanitarias suficientes tanto para los trabajadores como para las necesidades de la producción. En general, en los centros de desembarque en pequeña escala deberia haber baños para el personal y los pescadores. Es importante que los baños con retrete estén separados de las zonas de trabajo y bien iluminados. Debe haber lavamanos, pero la selección y el diseño de letrinas/lavabos dependerá del sistema de evacuación de aguas residuales común en la zona y de factores culturales, asi como del costo y la disponibilidad de materiales. El diseño debe incluir un abundante suministro de agua con presión suficiente para las operaciones de lavado y desinfección; hay que establecer un calendario regular de limpieza y procedimientos normalizados para la limpieza manual de las superficies donde se descarga el pescado, como suelos, paredes, pilares, cajas y equipo de manipulación.
Para estimar las necesidades de espacio es necesario disponer de información fidedigna de los desembarques diarios de pescado en la zona, en términos de las cantidades medias diarias que se prevé manipular normalmente. Sin embargo, hay que asegurarse de que durante la temporada alta de pesca, especialmente en las zonas de pesca estacional, haya suficiente espacio para manipular los desembarques máximos. Una estimación de:
el promedio anual de las capturas desembarcadas diariamente, y
el promedio de las capturas diarias desembarcadas durante la temporada alta
podría mostrar el grado de incremento en la temporada alta. Suele ser aconsejable dejar, para esta eventualidad, un margen de espacio del 25% respecto de los desembarques medios diarios calculados para la temporada alta. En general se estima que entre 12 y 15 m2 /tonelada de pescado en cajas dispuestas en el suelo puede ser una buena medida para calcular el espacio de la sala de subasta de pescado.
En los terminales de desembarque se necesitan instalaciones para mantener la calidad del pescado y también para almacenarlo durante la temporada alta. Existen varias posibilidades: cámaras frigoríficas con sistemas mecánicos de refrigeración para mantener una temperatura de 0° – 1°C, cámaras aisladas, almacenes (o depósitos) con agua del mar enfriada o refrigerada, recipientes aislados o simples cajas de pescado. La elección dependerá principalmente del grado de modernización comercial requerido y de las condiciones locales.
| Tipo | Características | |
|---|---|---|
| Cámaras refrigeradas, frigoríficas | Capacidad de almacenamiento: | 3–4 m3/t de cajas de pescado en hielo |
| Superficie necesaria: | 2,1 m2/t de pescado en hielo almacenado en cajas | |
| Tipo: Operación manual, el producto se conserva por la noche y se vende al dia siguiente. | ||
| Instalación (fija) para el almacenamiento con agua del mar enfriada | ||
| Capacidad de almacenamiento: | 1,25 a 2m3/t de pescado | |
| Superficie necesaria: | 1,5–2,7 m2/t de pescado | |
| Recipiente portátil con sistema de agua del mar enfriada | ||
| Capacidad de almacenamiento: | 1,57 m3/t de pescado | |
| Superficie necesaria: | 1,5 m2/t de pescado | |
| Instalaciones para la fabricación de hielo (máquina productora de hielo equipo de refrigeración solamente) | ||
| (a) Hielo en bloques | Capacidad de la instalación: | 10 t/24 horas |
| Superficie necesaria: | 100 m2 | |
| (b) Hielo en escamas | Capacidad de la instalación: | 10 t/24 horas |
| Superficie necesaria: | 20 m2 | |
| (c) Hielo en tubos | Capacidad de la instalación: | 10 t/24 horas |
| Superficie necesaria: | 30 m2 | |
| (d) Hielo en placas | Capacidad de la instalación: | 10 t/24 horas |
| Superficie necesaria: | 9 m2 | |
Las máquinas para fabricar hielo en placas y escamas normalmente están situadas sobre el depósito de hielo, que se va llenando por simple gravedad, lo que supone un considerable ahorro de espacio. En cualquier caso, debe haber espacio para el almacenamiento de las cajas de pescado vacías, asi como un abundante suministro de agua para la limpieza y una zona para el lavado de las cajas (preferiblemente manual).
La instalación para la fabricación de hielo debe tener suficiente capacidad por lo menos para los desembarques diarios previstos en la instalación de manipulación, más la producción adicional que se obtenga si también funciona un sistema de recogida de pescado. La demanda diaria de hielo puede estimarse de la siguiente manera:
hielo para conservar el pescado que se almacenará y transportará para su comercialización fuera de la zona y para el pescado no vendido que se almacenará durante la noche para su venta al día siguiente… A t
hielo adicional necesario para un sistema de recogida de pescado… B t
capacidad diaria requerida de la instalación de hielo… A+B t
El depósito de hielo debe tener capacidad para manipular por lo menos las cantidades correspondientes a dos días de producción de hielo. Para mayor información al respecto, véase la Circular de Pesca de la FAO N° 735 (Myers, 1984). La capacidad de la cámara frigorífica para almacenar el pescado en hielo debe calcularse sobre la base de la rotación de existencias prevista del mercado. Como mínimo debería tener cabida en ella la producción media diaria de la instalación de desembarque; si se prevé un sistema de recogida de pescado, habrá que ampliar la capacidad.
En algunos casos puede ser necesaria una línea para el eviscerado o fileteado. Debe haber algunas mesas simples de hormigón o acero inoxidable. Si hay que elaborar cangrejos u otros mariscos (cocimiento, desconchamiento, enfriamiento) se necesitarán también pequeñas calderas. Debe haber espacio para estas operaciones y abundante agua para el lavado.
Hay que disponer de agua limpia, dulce o del mar, tanto en los desembarcaderos como dentro de los locales. En algunas instalaciones de Asia sudoriental se utiliza a veces agua de pozo o agua del mar de playas cercanas, depurada con mecanismos simples de filtrado, como, por ejemplo, filtros subterráneos. Sin embargo, la solución más cómoda es utilizar el agua de la red hídrica de la ciudad.
El volumen mínimo estimado de agua necesario solamente para las operaciones básicas de comercialización del pescado es el siguiente:
para el lavado del pescado, 1 litro por kg de pescado/día;
10 litros/m2/dia para la limpieza de los locales;
10 litros/caja/día para el lavado de las cajas de pescado;
100 litros de agua dulce/persona/dia para el personal; y
un 15 % adicional de este consumo diario total, para otros usos (por ejemplo, lavado de comedores y vehiculos).
Además, habrá que añadir, cuando proceda, el agua para la fabricación de hielo, el suministro a las embarcaciones y el enfriamiento de los motores diesel y el equipo de refrigeración. Hay que tener en cuenta también que en ocasiones los mercados pesqueros funcionan dos veces al día, en cuyo caso hay que hacer una estimación de la demanda máxima de agua por horas. Al proyectar pequeños depósitos y redes hídricas hay que cerciorarse de que el sistema sea capaz de responder a la demanda máxima en cualquier momento del día; un depósito elevado debería tener capacidad para almacenar el volumen máximo de agua que se puede necesitar en un día. Hay que estudiar atentamente algunos factores hidráulicos, por ejemplo la resistencia de fricción del agua en las tuberías (pérdidas de carga) y el tipo de material de cañería que se va a emplear. En la selección de materiales hay que proceder con cuidado, especialmente si se utiliza agua del mar, en cuyo caso hay que considerar los potenciales galvánicos entre los diversos materiales para que los efectos de la corrosión sean mínimos . También hay que seleccionar atentamente los materiales plásticos; sus productos de relleno deben ser relativamente inertes en contacto con el agua bombeada. Para elevar el agua se pueden usar bombas manuales o macá nicas, como se muestra en las Figuras 6, 7 y 8. Un estudio más detallodo de estos factores figura en el Documento Técnico de pesca de la FAO No 174 (Blackwood, 1978)
Las bombas mecánicas están accionadas por un motor eléctrico, unpequeno motor de gasolina o molinos de viento. Las pequeñas bombas mecánicas centrífugas pueden impulsar el agua hasta un máximo de 7 m de altura. Las bombas oscilantes manuales (de poca altura de impulsión), con una capacidad de 35 1/minuto y unos 6 m de altura máxima de aspiración se usan comúnmente tanto para el agya dulce como para el agua del mar.
La instalación de depósitos elevados (colectores), que suministran el agua por gravaded, constituye una buena solucion técnica para los centros de desembarque, que necesitan almacenar grandes cantidades de agua. El sistema consiste en bombas mecánicas o accionandas por un molino de viento que impulsan el agua a los depósistos y desde allí, por gravaded, ésta llega a los usuarious a través de una red de cañerías . Los depósitos elevados se colocan normalmente en una torre cerca de las instalaciones, o encima de las instalaciones misas, o en un montículo cercano. El tamaño y tipo de la bomba de agua depende de factores tales como:
el volumen de agua bomdeado;
si es agua dulce o del mar;
la distancia vertical entre la bomba y la fuente de auga;
la distancia del depósito;
la altura total con la que tiene que trabajar la bomba; Y
el tipo de fuerza motriz disponible.

Figura 6 Sistema manual de abastecimiento de agua del mar
Las bombas deberán ser autocebates y estar bin montadas y protegidas contra inundaciones, lluvias y actos de vandalismo. La posibilidad de accionamiento con molino de viento deberá tomarse en consederación sólo cuando los vientos sean normalmente fuertes (una velocidad no inferior a 2,2-3m/segundo, preferiblemente de más de 4 m/segundo) durante el número de horas diarias neceserio, y suficientemente seguros como para que accionnen la bomba y suministren la cantidad de agua necesaria para llenar un depósito casi todos los días, o coando no haya otra forma adecuada de suministro de energía. Los sistemas de desinfeccion con cloro incorporada para las zonas rurales, que deben ser de fácil manejo, junto con un filtro de arena (se usan comúnmente los de tipo biológico subterraneo) son indispensables para proporcionar agua bacteriológicamente inocua a los centros para desembarque de pescado.

Figura 7 Sistema de abastecimiento de agua de tipo rural

Figura 8 Sistema mecánico de abastecimiento de agua del mar con depósito elevado
El material de desecho es uno de los productos de las operaciones de una instalación para la manipulación y comercialización del pescado. Por su misma naturaleza, tiende a descomponerse con rapidez y puede contaminar fácilmente el pescado y los productos pesqueros que se manipulan. De ahi que deba alejarse sin demora de las zonas donde pueda entrar fácilmente en contacto inmediato con el pescado y los productos pesqueros, y después, lo antes posible, retirarse del desembarcadero y de los locales de manipulación y comercialización y sus alrededores.
Los desechos pueden ser sólidos o liquidos. Los que son fundamentalmente sólidos deben depositarse en recipientes con tapa hermética, que se conservarán en un lugar con piso de hormigón e inclinación hacia un desagüe. Los recipientes se retirarán a intervalos frecuentes y su contenido se eliminará teniendo cuidado de evitar la contaminación. Esos desechos pueden utilizarse para pienso de animales o para ensilado de pescado, o quemarse en fosas.
Los residuos que son prevalentemente liquidos (efluentes) deben eliminarse del desembarcadero y los locales de manipulación y comercialización canalizándolos hacia la red pública de alcantarillado, cuando la haya. Los desagües deben diseñarse de manera que permitan el paso de las aguas residuales sin peligro de inundación. En los terminales pesqueros se necesitan cañerias de desagüe de 15 cm de diámetro como minimo. Sin embargo, hay que consultar con las autoridades sanitarias locales, a fin de cumplir con eventuales normas nacionales, posiblemente más estrictas.
En las zonas rurales hay dos posibilidades para eliminar las aguas residuales:
su canalización a una fosa séptica y filtración hacia una zanja abierta o estanque de filtración;
su canalización a la red de alcantarillado (si la hay), después de un tamizado para retener las sustancias sólidas.
La primera solución es actualmente la más común en los centros pesqueros rurales. Las fosas sépticas son cámaras rectangulares (de dos o tres compartimientos) situadas normalmente poco debajo del suelo y que reciben las aguas residuales de la zona de manipulación del pescado (tras un cribado elemental) y de los baños. Estos residuos permanecen de uno a tres dias en los estanques de retención. Durante ese tiempo la parte sólida se deposita en el fondo, donde se descompone mediante un proceso anaerobio (sin oxigeno), lo cual produce una reducción considerable del volumen de los sedimentos y la emisión de gases (dióxido de carbono, metano, sulfuro de hidrógeno). Aunque las aguas quedan hasta cierto punto depuradas, conservan todavia algunas materias orgánicas disueltas y agentes patógenos viables, que requerirán un ulterior tratamiento en el estanque de filtración. (En las Figuras 9, 10 y 11 aparecen una fosa séptica y una representación esquemática del sistema de aguas residuales de una estación pesquera). Las fosas sépticas pueden ser de ladrillo, de piedra o de hormigón y, a efectos del diseño, la proporción entre la longitud y el ancho debe ser de 2 ó 3 a 1. La fosa séptica y los estanques de filtración habrán de instalarse lo más lejos posible de edificios y nacientes de agua, o de árboles cuyas raíces pueden dañarlos. Hay que evitar también la contaminación del agua subterránea. Los requisitos de distancia minima de las fosas sépticas y estanques de filtración dependerán del tipo de suelo y de su capaciad de filtración. Por ejemplo, en los suelos de tipo arenoso y de grava (muy frecuentes en las playas de desembarque), la fosa séptica deberá estar a unos 30 m de distancia de pozos y arroyos. El diseño de las fosas y los estanques de filtración, asi como del sistema de canalización, deberá hacerse sobre la base del flujo diario máximo de aguas residuales a la red, el periodo de retención necesario y la frecuencia con que se limpie el sedimento del fondo. Cabe señalar que la permeabilidad del suelo es un factor básico determinante para el uso de sistemas de saneamiento del tipo fosa séptica, estanques de filtración y zanjas instalados en el lugar mismo; en suelos impermeables esta solución no es viable. En cuanto al diseño de los estanques de filtración, habrá que estudiar el coeficiente de infiltración de la zona; sin embargo, a efectos del diseño, puede suponerse un coeficiente de infiltración de 30 1/m2 de pared al dia en las playas de desembarque.

Figura 9 Sistema de eliminación de aguas residuales (no hecho a escala)

Figura 10 Fosa séptica de tres compartimiento

Figura 11 Estanque de filitración para el tratamiento
El suministro eléctrico deberia satisfacer la demanda actual y las necesidades futuras previsibles. El tendido ha de ser de gran capacidad y estar debidamente aislado. La elección de la fuente de energia depende de las condiciones locales. Un sistema público seguro de suministro es lo más cómodo, pero es aconsejable tener además, para casos de emergencia, un generador eléctrico de motor diesel, capaz de suministrar energía suficiente para el funcionamiento del equipo más importante de refrigeración (cámaras refrigeradas), la bomba de agua y la iluminación. Si hay que utilizar un generador eléctrico diesel, habrá que hacer una evaluación general de las necesidades de energia para determinar la capacidad que debe tener. Los generadores eléctricos diesel tienen buen rendimiento, arranque rápido, costo de capital relativamente bajo (especialmente los de régimen bajo) y mantenimiento sencillo. El motor de cuatro tiempos es más común para los motores de velocidad más alta (750 y 1 500 rpm), que son los que convienen para accionar generadores eléctricos. El consumo de combustible va de 0, 2 a 0,3 kg/kwh. El mantenimiento consiste en una inspección regular para el ajuste o reparación de los inyectores de combustible y una revisión después de 5 000 horas de funcionamiento aproximadamente.
Pueden ser también posibles soluciones las fuentes no convencionales de energia, como los minigeneradores hidroeléctricos, el viento, el biogás, las células fotovoltaicas y los colectores de placa plana de radiaciones solares. Sin embargo, hay que estudiar atentamente su posible aplicación en la zona; los factores que hay que tener en cuenta son los siguientes: costo y rendimiento en las condiciones reales del lugar, disponibilidad de personal calificado para su funcionamiento y mantenimiento, y suministro de piezas de recambio.
Un estudio detallado del tráfico ayudará a cuantificar la superficie necesaria para el estacionamiento. Una manera fácil de hacer una estimación en las instalaciones para el desembarque de pescado en pequeña escala consiste en que los caminos de acceso y las zonas de carga deben ser suficientemente grandes como para absorber el tráfico máximo previsto, y la zona de carga debe ser bastante amplia como para permitir el movimiento necesario del equipo de manipulación (carretillas manuales para paletas, carrillos, etc.), a fin de trasladar el pescado rápidamente del mercado a los vehiculos.
En esta sección se describirán algunos de los tipos más importantes de equipo usados en las instalaciones para la manipulación, comercialización y distribución del pescado en pequeña escala. Es necesario conservar la calidad de la materia prima y facilitar su manipulación y comercialización de forma eficaz y económica.
(i) Balanzas
Las balanzas deben ser precisas y resistentes. Se necesitan en los desembarcaderos y también a bordo de las embarcaciones recolectoras del pescado, si las hubiere. En los lugares de desembarque deberán utilizarse básculas, con brazo contrabalanceado y un dispositivo de tara que pueda instalarse para compensar el peso de las cajas de pescado. Como ejemplo, las siguientes serian especificaciones adecuadas para una báscula:
graduación en incrementos de 100 g;
capaz de pesar cargas de hasta 200–300 kg;
incorporación de un dispositivo rápido de tara con un rango de 50 kg;
construida con material anticorrosivo;
portátil, que se pueda desplazar fácilmente sobre cuatro ruedas (véase la Figura 12).
Para las embarcaciones recolectoras son muy apropiadas las balanzas resistentes de cuadrante de resorte y suspendidas, siempre que sean de material anticorrosivo; también es útil que tengan un dispositivo para deducir la tara.

Figura 12 Báscula
(ii) Mesas de lavado y clasificación
Normalmente en los desembarcaderos el pescado se descarga de las embarcaciones, se coloca en cajas si no se ha hecho ya a bordo, se lava y clasifica por especies y tallas, se pesa en las cajas y se conserva en frio para su comercialización local o para el almacenamiento y transporte posterior.
Para facilitar el lavado y la clasificación pueden usarse mesas simples de aluminio, acero inoxidable, hierro galvanizado u hormigón. El objetivo principal del uso de estas mesas es acelerar la clasificación de la captura por especies, eliminar eficazmente la sangre y la suciedad lavando a fondo la captura con agua dulce o del mar limpia y reducir asi en cierta medida el número de bacterias presentes en la superficie del pescado. Una vez lavada y clasificada, la captura se manipulará según las necesidades del mercado al que se destina, por ejemplo, eliminación de agallas, eviscerado, fileteado, embalaje o colocación en cajas, antes de su almacenamiento refrigerado y entrega al mercado en cuestión. Las mesas para el lavado y la clasificación deben ser de metal anticorrosivo u otro material impermeable, rigidas, sin uniones abiertas y construidas de manera que sea fácil limpiarlas y lavar el piso debajo de ellas. Al diseñarlas hay que procurar que sus dimensiones se adapten a las caracteristicas fisicas de quienes deberán trabajar en ellas (véanse las Figuras 13 y 14).

Figura 13 Mesa de metal para el lavado y la clasificación del pescado
(iii) Cajas de pescado
Al proyectar una buena caja para la manipulación eficaz del pescado en condiciones tropicales hay que tener en cuenta las diversas necesidades que tendrá que satisfacer a bordo de las embarcaciones, en el almacenamiento y el transporte, y en los lugares de desembarque y comercialización. Ha de tener una tara constante, ser resistente, fácil de manejar y de reparar, con buen desagüe, económica, y diseñada de forma que se pueda encajar/apilar.
En los desembarcaderos debe haber una reserva suficiente que permita la pronta salida de los pesqueros con cajas limpias, dejando aquellas en que han desembarcado el pescado para su uso en el mercado o por los comerciantes. También debe haber una zona para el lavado (preferiblemente manual) de las cajas.
En cuanto a sus dimensiones y capacidad, hay que tener en cuenta factores tales como la talla del pescado, la densidad de embalaje de pescado y hielo, el desagüe, y que tengan una forma idónea para su almacenamiento estable en las embarcaciones y el aprovechamiento máximo del espacio tanto a bordo como en el transporte terrestre. Conviene que su longitud sea suficiente para que quepan la mayoría de los peces que se capturen (unos 82 cm), y que su peso total, cuando estén llenas, pueda ser levantado cómodamente por dos hombres, lo que se estima en un máximo de 67,5 kg (véase la Figura 15). Para más información detallada sobre las cajas de pescado, véase la Circular de Pesca de la FAO N° 773 “Planning and Engineering Data, Containers for Fish Handling” (Brox, 1984).

Figura 14 Mesa de hormigón para el lavado y la subasta del pescado
(iv) Equipo de transporte interno
Lo primero que hay que hacer al diseñar el equipo más adecuado para el transporte interno es estudiar el sistema interno de operación y seleccionar un equipo que permita flexibilidad de movimiento, privilegiando el uso de medios manuales tales como carretillas de cuatro ruedas, carretillas con plataforma, carretillas manuales para paletas, carretillas de dos ruedas para transportar cajas, etc. El uso de un equipo particular para manipular los productos dependerá de la carga total que haya que acarrear, el tipo de superficie del suelo, los costos del equipo y el mantenimiento. Una información más detallada sobre el equipo de transporte interno figura en la Circular de Pesca de la FAO N° 735 “Datos técnicos y de planificación. 1. Manipulación del pescado fresco” (Myers, 1984).

Figura 15 Mesa para la subasta del pescado en cajas
(v) Instalaciones para la fabricación de hielo
El hielo reviste importancia capital en las instalaciones para el desembarque y la comercialización del pescado en pequeña escala. Es necesario para mantener la calidad del producto fresco durante la manipulación a bordo, y para la recogida, almacenamiento, transporte, comercialización y distribución. El hielo tiene buena capacidad de enfriamiento y permite mantener temperaturas bajas, de refrigeración, y este es el principal factor que influye en la calidad y duración del pescado fresco. Actualmente existen varios tipos de instalaciones para la fabricación de hielo, ya sea en bloques, placas, tubos o escamas.
Las plantas de producción de hielo en bloques tienen la ventaja de que los bloques pueden transportarse con relativa facilidad a grandes distancias, con pocas pérdidas por fusión; sin embargo, carecen de flexibilidad en la producción, requieren una gran superficie y dispositivos mecánicos para izar los bloques, además de tener unos costos de mantenimiento más altos.
Las plantas que producen hielo en escamas, placas o tubos (hielo pequeño) tienen la ventaja de que sus pautas de producción son más flexibles, ya que el hielo comienza a producirse casi inmediatamente después de que se ponen en marcha; la manipulación se simplifica si la máquina de hacer hielo en escamas o placas se sitúa encima de un depósito aislado, lo que reduce también las necesidades de espacio.
El hielo pequeño daña menos al pescado que los bloques triturados, pero tiende a derretirse con más rapidez y requiere más espacio de almacenamiento que el hielo en bloques. Además, las necesidades de mano de obra en las instalaciones de hielo pequeño son menores que en los de hielo en bloques, ya que el personal necesario para el almacenamiento es minimo. Por ejemplo, una instalación de fabricación de hielo pequeño con capacidad de 10 t/24 h requiere alrededor del 29% menos de mano de obra (horas hombre/24 h) que una fábrica de hielo en bloques con la misma producción.
Sea cual fuere el tipo de instalación, hay que disponer también de un almacén adecuado, cuyo tamaño dependerá del tipo de hielo que se fabrique y de la demanda local. El almacén puede ser un silo o un depósito rectangular, pero tiene que estar bien aislado. Su capacidad puede calcularse fácilmente en función de la regularidad del suministro de pescado y del tipo de operaciones previsto.
(vi) Cámaras frigoríficas
Estas cámaras se usan mucho en las operaciones de manipulación, distribución y comercialización del pescado en pequeña y mediana escala. Una solución apropiada es la cámara frigorifica prefabricada de acceso total (bien aislada si es en los trópicos) con equipo de refrigeración independiente y, siempre que sea posible, con un sistema de control simple pero seguro, fácil de entender y de manejar.
Las cámaras frigoríficas deben diseñarse teniendo en cuenta el peso total previsto del producto que se va a almacenar, los métodos de manipulación que se emplearán (preferiblemente manuales), la temperatura ambiente del producto que se introducirá, la disponibilidad y el costo de la electricidad, el agua y la mano de obra, las piezas de recambio y el personal de mantenimiento y reparación. Siempre que sea posible deberá haber un equipo de refrigeración de reserva, para cuando se produzca una averia grave en el sistema principal.
En las instalaciones para el desembarque y la comercialización del pescado en pequeña escala también se usan otros tipos de almacenamiento frigorifico: cámaras aisladas, depósitos con agua del mar enfriada o refrigerada, contenedores de carga, estantes refrigerados y pequeños depósitos aislados.
Los depósitos con agua del mar enfriada (AME) se usan a veces para las especies comerciales de mayor valor y tienen varias ventajas respecto de las técnicas tradicionales de manipulación en cajas y con hielo. Además se adaptan bien a las especies pelágicas pequeñas, que se capturan en grandes cantidades y que normalmente no se evisceran ni enfrian a bordo, pero exigen una manipulación y enfriado rápidos con el mínimo esfuerzo para evitar su magullamiento. Los depósitos de AME pueden ser portátiles o fijos y, además de su empleo a bordo de las embarcaciones, son útiles también en los desembarcaderos y mercados. Los depósitos de AME portátiles, aislados y construidos con fibra de vidrio o aluminio, se han estado usando para el enfriamiento de pequeños pelágicos tanto a bordo de las embarcaciones como en los lugares de desembarque. Los depósitos aislados de polietileno de alta densidad con capacidad para 70-1 000 litros también pueden utilizarse en las operaciones de desembarque y comercialización en pequeña escala para el almacenamiento del pescado enfriado o congelado. Los materiales aislantes más usados son la fibra de vidrio o el poliuretano de alta densidad, con forro externo e interno de aluminio u otros metales resistentes al agua del mar; el plástico reforzado con fibra de vidrio; el polietileno de alta densidad; el hormigón (revestimiento externo); y los tableros contrachapados marinos revestidos con plástico reforzado con fibra de vidrio o resina epóxica. Para reducir al mínimo la estratificación de la temperatura es conveniente inyectar aire en los depósitos o hacer recircular el agua enfriada; en las operaciones en pequeña escala este problema se puede solucionar con una simple bomba manual (véanse las Figuras 16 y 17).
Los contenedores de carga pueden también usarse como depósitos frigorificos para almacenar pescado o hielo; en ese caso, la refrigeración se obtiene acoplándoles una unidad refrigeradora o conectándolos a una planta de refrigeración central. Esos depósitos se venden normalmente en tamaños estándar y son de chapas prefabricadas aisladas que se fijan a una estructura de aluminio en los lados y el techo y de acero en el fondo, utilizando generalmente como aislante el poliuretano celular. Tienen varias ventajas, en cuanto pueden transportarse fácilmente de un lugar a otro, ya que están diseñados para su carga y descarga rápida de un camión y sólo tienen que colocarse en un piso nivelado de hormigón y en una zona protegida del sol.
Los recipientes aislados pequeños pueden construirse localmente o comprarse de fábrica, de diversas formas y tamaños, y pueden ser fijos o portátiles. Existen varias versiones de depósitos aislados pequeños de construcción local: cestas de palma forradas con una capa de polietileno y aisladas con corazón de coco seco o hierba seca, que se coloca dentro de bolsas de polietileno selladas térmicamente; en otros casos las tapas se hacen de esteras de fibra, utilizándose los mismos tipos de materiales de aislamiento que en el caso anterior; en cuanto a eficacia desde el punto de vista térmico, la versión “Bagamoyo” de estos recipientes aislados resultó ser sólo un 10 % inferior a un recipiente de fábrica (Lupin, 1986). Los depósitos de construcción local para las operaciones en pequeña escala de los desembarcaderos, mercados, transporte, distribución y puestos de venta deben reunir los siguientes requisitos:

Figura 16 Sección transversal de un depósito de AME

Figura 17 Vista de un depósito de AME
ser ligeros, con una relación alta de volumen neto a superficie;
ser fáciles de limpiar, manipular y apilar;
ser baratos, fáciles de reparar y de una durabilidad razonable;
tener buenas propiedades de aislamiento;
tener un desagüe adecuado.
En las operaciones de desembarque y comercialización en pequeña escala se usan varios tipos de recipientes aislados restituibles de fabricación local: cajas rectangulares de madera o tablero contrachapado, depósitos de hormigón o bidones de petróleo aislados con poliestireno o poliuretano expandido y forrados para evitar la absorción de humedad; también cajas de poliestireno expandido forradas con tablero contrachapado, fibra de vidrio, láminas de plástico o de hierro galvanizado y reforzadas con un marco externo de madera.
Los depósitos de agua del mar refrigerada se utilizan mucho a bordo de los pesqueros industriales, en las fábricas de elaboración del pescado (fábricas de conservas), y también pueden usarse en los desembarcaderos. El principio básico de este método consiste en enfriar el agua del mar en un intercambiador de calor, del que pasa después a los depósitos. Normalmente se utiliza una relación pescado-agua de 4:1 y se mantiene una temperatura de conservación de -1,1°C. Sin embargo, este método de enfriado no se recomienda generalmente para las operaciones en pequeña escala. Se usa sobre todo para el almacenamiento a corto plazo de algunas especies particulares, como los pelágicos pequeños, que son demasiado pequeños y numerosos para que se puedan manipular, clasificar y colocar fácilmente en cajas; además, el equipo es caro y requiere un cuidadoso mantenimiento y supervisión cuando está en funcionamiento.
(vii) Mesas para el eviscerado y fileteado
En las instalaciones pequeñas de desembarque y comercialización tiene que haber mesas simples y fáciles de limpiar para las operaciones de eviscerado y fileteado. Deben diseñarse de manera que tengan un amplio espacio de trabajo, dispongan de canaletas o de recipientes para los despojos situados lo más cerca posible de los lugares de trabajo, tengan una superficie impermeable y anticorrosiva y cuenten con un abundante suministro de agua y con desagües. Las mesas pueden ser de hormigón liso o de metal inoxidable. Deben evitarse las superficies de trabajo de madera, ya que tienden a empaparse y son muy dificiles de limpiar a fondo. A titulo de ejemplo, las especificaciones de una mesa portátil de metal para el eviscerado y fileteado podrian ser las siguientes:
| Dimensiones | : | 3 m de largo por 1,2 m de ancho y 0,85 m de alto |
| Materiales | : | acero inoxidable tipo 18/8 con tablas de plástico acopladas a cada lado de un canalón central para las operaciones de corte. |
Al diseñar las mesas hay que tener en cuenta las características físicas de quienes van a trabajar en ellas, de manera que ofrezcan un espacio cómodo de trabajo y su altura se ajuste al tamaño corporal de los trabajadores. En las Figuras 18–23 pueden observarse varias instalaciones para la recepción del pescado.
Para responder a las necesidades especiales de las pesquerias en pequeña escala y aprovechar más eficazmente el pescado fresco que se desembarca en numerosos y a menudo diseminados lugares, se han intentado varios métodos de recogida del pescado. Entre ellos figuran, por ejemplo, las embarcaciones recolectoras, el transporte terrestre con camiones aislados o el empleo de bicicletas modificadas.
El requisito fundamental de las embarcaciones recolectoras es que tengan bodegas de pescado adecuadamente aisladas o refrigeradas para llevar el hielo a las playas de recogida de pescado y transportar el pescado en hielo al depósito central. En las estaciones o centros de desembarque tiene que haber muelles adecuados para que las embarcaciones puedan fácil y rápidamente descargar el pescado y repostar combustible, agua, hielo, cajas para el pescado y alimentos, asi como almacenamiento refrigerado y servicios de transporte para la distribución ulterior del pescado a los mercados. Es igualmente necesario que haya un sistema de comunicación fiable para dirigir la ruta de las embarcaciones, decidir la cantidad de combustible y de hielo que hay que repostar y obtener oportunamente información comercial. Al igual que en todas las otras operaciones comerciales, los planes de recogida del pescado deben programarse adecuadamente, evaluarse en cuanto a su viabilidad técnica y económica y dirigirse y ejecutarse con eficiencia.
Un plan detallado de comercialización del pescado, incluida una estimación realista de las ventas y de la demanda diaria, debería proporcionar la información básica necesaria para las fases de planificación. También hay que hacer pequeños ensayos de comercialización del pescado para evaluar en la práctica todos los aspectos de los planes de recogida y distribución que estén en estudio. Para que los costos de funcionamiento sean realistas hay que procurar conseguir fletes de regreso (en el caso de los camiones y las embarcaciones de transporte) y determinar el tamaño óptimo de esas embarcaciones y camiones, teniendo en cuenta la cantidad de carga existente, la duración de los viajes, el consumo de combustible y el mantenimiento.

Figura 18 Bomba de agua accionada por molino de viento

Figura 19 Mostradores de hormigón para el pescado

Figura 20 Pescaderáa

Figura 21 Recipiente no aislado para el pescado y el hielo

Figura 22 Despósito aislado para hielo

Figura 23 Torre con depósito de agua
Las técnicas básicas de adopción de decisiones y la supervisión son factores fundamentales para una buena gestión. En muchos casos es necesario impartir capacitación en métodos técnicos y de organización a fin de perfeccionar la capacidad técnica del personal, para que pueda resolver bien los problemas diarios de comercialización del pescado.
Durante las fases de planificación debe prepararse un plan detallado de operaciones, que servirá para determinar claramente las funciones de cada uno. El plan debe también establecer procedimientos detallados para la recogida, manipulación, almacenamiento y distribución sistemáticos de los desembarques, los métodos de pago, la emisión de recibos, el sistema de pesado, el sistema de registro de las ventas y los gastos de comercialización diarios, asi como para la preparación de informes financieros mensuales. En el caso de los centros de desembarque con estación de gasolina y gasolio, taller de reparación de artes y motores, establecimiento para la fabricación de hielo, almacén de provisiones, etc., habrá que preparar también un plan detallado de operaciones y procedimientos para cada componente (véase la Figura 24).

Figura 24 Recogida/desembarque de pescado
En algunos países de Asia sudoriental, como China, Filipinas, Hong Kong e Indonesia, y también en las Bahamas, en la región del Caribe, el comercio de peces vivos de mar y de agua dulce, procedentes fundamentalmente de los arrecifes coralinos y los estanques piscícolas, es una práctica económicamente viable.
Estos peces se almacenan en embarcaciones con viveros que mantienen un intercambio constante del agua, que es la misma en la que navega la embarcación. A su arribo a los desembarcaderos, los peces vivos se venden a los mayoristas o directamente al por menor a los consumidores (Bahamas). En estos desembarcaderos tiene que haber espacio para el almacenamiento y la comercialización de los peces vivos. Para este fin habrá que proyectar la construcción de depósitos estancos de hormigón, con un sistema de recirculación del agua que también permita la aireación necesaria mediante el rociado del agua de entrada. Por ejemplo, para Java (Magnusson) se propuso una estación de recogida y un mercado de peces vivos (330 × 40 m) para manipular 2 500 t/año, que incluía 24 depósitos de hormigón (2 × 3 × 0,6 m cada uno) para el almacenamiento de los peces vivos, un deposito de agua elevado (45 m3 de capacidad) y una bomba de agua.
Sin embargo, se ha notificado que la mortalidad de los peces marinos vivos durante la manipulación posterior a la captura gira en torno al 50 por ciento, debido principalmente a las lesiones que sufren durante la captura y el transporte (provocadas por el arte de pesca o por la excesiva agitación del agua). Para reducir esa tasa de mortalidad se ha propuesto un sistema mejorado de circulación del agua a bordo (Leung, 1978).
El agua usada para el transporte y conservación de los peces vivos debe estar limpia, incontaminada y exenta de cloro (una pequeña cantidad de cloro puede matar a los peces). En cuanto a la conservación para la venta, una relación de 5–8 kg de peces vivos/100 litros de agua constituye un cálculo práctico para el diseño y mantiene a los peces vivos durante unos pocos días. Para los puestos de venta al detalle de peces vivos una buena solución pueden ser unos depósitos simples con filtros biológicos (grava/arena), aireados con pequeñas bombas de aire eléctricas.