CL 116/2 |
116º período de sesiones |
Roma, 14-19 de junio de 1999 |
SITUACIÓN ACTUAL DE LA ALIMENTACIÓN EN EL MUNDO |
3. TENDENCIAS RECIENTES DE LA PRODUCCIÓN MUNDIAL DE ALIMENTOS
Producción de alimentos en 1998
Tendencias de la producción de alimentos en 1994-98
4. PERSPECTIVAS MUNDIALES DE LOS ALIMENTOS BÁSICOS
Cereales
Raíces y tubérculos
Aceites y grasas
Productos pecuarios
5. PRODUCCIÓN DE PESCADO Y SUS DISPONIBILIDADES
6. SITUACIONES ALIMENTARIAS DE URGENCIA
1. En el presente documento se analizan las tendencias recientes y las novedades en materia de producción y mercados de los productos alimenticios básicos. En consonancia con la sugerencia del Consejo en el sentido de que, en los informes que presente en el futuro sobre la situación actual de la alimentación en el mundo, la Secretaría debería (entre otras cosas) incrementar su seguimiento de la situación general de la seguridad alimentaria, importa señalar que en el documento CFS 99/2 "Evaluación de la situación de la seguridad alimentaria mundial", preparado para el 25º período de sesiones, que celebrará el Comité de Seguridad Alimentaria Mundial del 31 de mayo al 3 de junio de 1999, se centra la atención en el seguimiento de la desnutrición en el mundo, de las conmociones a corto plazo y de la evolución de los acontecimientos a nivel nacional que podrían aumentar el número de personas desnutridas, así como de la situación de la seguridad alimentaria de determinados grupos vulnerables, por lo que su información debe considerarse complementaria de la del presente documento.
2. Según estimaciones provisionales, la producción de alimentos en el mundo durante 1998 aumentó sólo en un 0,5 por ciento, lo que representa un descenso de casi un uno por ciento per cápita. A lo largo del período de los cinco años últimos, 1994-98, se estima que la producción mundial de alimentos ha crecido a una tasa anual media del 2,3 por ciento, lo que supone un índice de crecimiento del 0,5 por ciento expresado per cápita.
3. En general, el grupo de países en desarrollo registró un crecimiento de la producción en los cinco años últimos superior al de los países desarrollados; los países en desarrollo que han experimentado un aumento en la producción de alimentos por persona representan un 77 por ciento de la población de esos países. No obstante, hay grandes variaciones en la marcha general de la situación, no sólo entre los distintos países sino también en las regiones. Así por ejemplo, entre las regiones de países en desarrollo, sólo el África subsahariana ha experimentado una baja per cápita a lo largo del período de 1994-98. No sólo el crecimiento lento de la producción sino también los altos índices de crecimiento demográfico han contribuido a unos malos resultados en cuanto a la producción por persona.
4. La producción mundial de alimentos básicos se redujo ligeramente en 1998, correspondiendo la mayor parte de esa baja a los cereales, aunque creció medianamente la producción cerealera de los países en desarrollo. Las existencias finales de cereales en el mundo para las temporadas de 1998/99 bajarán ligeramente según pronósticos, pero se mantendrán dentro del orden del 17-18 por ciento de la utilización tendencial que la Secretaría de la FAO considera como el mínimo indispensable para garantizar la seguridad alimentaria mundial.
5. Sobre la producción mundial de pescado no se dispone todavía de estimaciones para el año 1998, pero en 1997 la producción total aumentó ulteriormente hasta alcanzar un máximo de 122 millones de toneladas. Este aumento se debe al constante crecimiento de la producción acuícola, mientras que las pesquerías de captura registraron un ligero descenso.
6. Es ingente el número de países que sigue teniendo que afrontar situaciones alimentarias de urgencia, debido en gran parte a unas condiciones atmosféricas desfavorables o a luchas civiles. Se estima que los envíos de ayuda alimentaria han aumentado alrededor del 9 por ciento en 1997/98 hasta alcanzar los 5,8 millones de toneladas, pero se han mantenido por debajo de la media de los cinco años últimos. En la actualidad la FAO pronostica un ulterior aumento en 1998/99 hasta un total de 8,5 millones de toneladas frente a un incremento de las necesidades de Asia, América central y la CEI.
7. Como consecuencia de una reducción de los volúmenes de importación, de una baja de los precios internacionales y de un incremento de los envíos de ayuda alimentaria, se prevé que las facturas que han de pagar los países en desarrollo por importaciones de cereales bajarán por tercer año consecutivo en 1998/99. Las perspectivas a medio plazo por lo que se refiere a la situación alimentaria mundial estarán en función, en gran parte, de la evolución de la economía mundial y del calendario y vigor de la recuperación de la crisis financiera.
8. De las estimaciones provisionales sobre la producción de alimentos en 1998 se desprende un aumento a nivel mundial respecto de 1997 de sólo un 0,5 por ciento (Cuadro 1). Esto representaría la tasa más baja de expansión mundial desde 1991 y correspondería a una contracción del 0,9 por ciento per cápita, siendo la primera de esas contracciones a nivel mundial desde 1993 (Cuadro 2). Ambos grupos de países desarrollados y en desarrollo compartieron esa desaceleración, contrayéndose realmente la producción, según estimaciones, en un 1 por ciento en el grupo de países desarrollados y creciendo sólo apenas un 1,8 por ciento en los países en desarrollo.
9. La contracción estimada de la producción de alimentos en el grupo de países desarrollados en 1998 ha correspondido fundamentalmente a una nueva reducción brusca de la producción en los países de la CEI, con bajas en la producción global de alimentos del 10 por ciento o más en la Federación de Rusia, Kazajstán y Ucrania. En cambio, la producción de alimentos en los países de Europa oriental en transición1 se estima en general que se ha mantenido estable respecto de 1997. En la zona restante de países desarrollados, la producción aumentó ligeramente en América del Norte y Australia, mientras que se redujo algo en Japón y Europa occidental.
Producción de alimentos | 1991 | 1992 |
1993 |
1994 |
1995 |
1996 |
1997 |
1998 |
Media de |
....................................... % .................................. |
|||||||||
Todo el mundo | 0,1 | 2,8 | 0,8 |
3,1 | 1,9 |
4,1 | 1,8 |
0,5 | 2,3 |
Países desarrollados: | -2,9 | 1,5 | -4,1 |
1,2 | -1,7 |
3,2 | 1,1 |
-1,0 | 0,5 |
América del Norte | -0,9 | 8,6 | -8,1 |
14,9 | -4,2 |
3,7 | 2,9 |
1,6 | 3,8 |
Oceanía | 0,4 | 7,8 | 4,0 |
-5,3 | 9,7 |
8,6 | 0,5 |
2,3 | 3,2 |
Europa occidental | 0,7 | 1,1 | -3,1 |
-1,1 | -0,2 |
4,3 | 0,1 |
-0,4 | 0,5 |
Europa oriental 1/ | -1,7 | -13,0 | 1,4 | -8,6 | 4,7 |
0,3 | -0,2 |
-0,2 | -0,8 |
CEI | ... | ... | -4,2 |
-13,6 | -5,6 | -1,1 | 0,8 |
-12,1 | -6,3 |
Países en desarrollo | 2,6 | 3,8 | 4,8 |
4,5 | 4,7 |
4,4 | 2,5 |
1,8 | 3,6 |
África subsahariana | 5,8 | 1,3 | 3,4 |
3,5 | 2,9 |
4,9 | -1,7 |
1,3 | 2,2 |
Lejano Oriente y Oceanía | 2,2 | 5,1 | 6,6 |
4,9 | 5,5 |
4,3 | 3,9 |
1,4 | 4,0 |
América Latina y el Caribe | 3,0 | 1,7 | 1,1 |
5,1 | 5,0 |
2,1 | 2,8 |
1,6 | 3,3 |
Cercano Oriente y África del Norte |
2,7 | 2,6 | 1,7 |
1,7 | 0,3 |
10,9 | -4,8 |
5,8 | 2,8 |
Países de bajos ingresos y con déficit de alimentos | 2,5 | 4,0 | 5,8 |
4,8 | 4,9 |
4,7 | 3,2 |
0,7 | 3,6 |
1/ Desde 1993 incluye a Estonia, Letonia y Lituania.
Fuente: FAOSTAT. |
Producción de alimentos por persona |
1991 | 1992 |
1993 |
1994 |
1995 |
1996 |
1997 |
1998 |
Media de |
....................................... % ................................. |
|||||||||
Todo el mundo | -1,4 | 1,2 | -0,6 |
1,6 | 0,5 | 2,6 | 0,4 |
-0,9 |
0,9 |
Países desarrollados | -3,5 | 1,0 | -4,6 |
0,6 | -2,1 | 2,9 | 0,7 |
-1,5 |
0,1 |
Países en desarrollo | 0,7 | 2,0 | 3,0 |
2,6 | 2,9 | 2,7 | 0,8 |
0,1 |
1,8 |
África subsahariana | 2,9 | -1,5 | 0,7 |
0,8 | 0,3 | 2,3 | -4,1 |
-1,2 |
-0,4 |
Lejano Oriente y Oceanía | 0,6 | 3,5 | 5,0 |
3,4 | 4,0 | 2,8 | 2,4 |
0,0 |
2,5 |
América Latina y el Caribe | 1,1 | 0,0 | -0,7 |
3,3 | 3,3 | 0,5 | 1,2 |
0,0 |
1,7 |
Cercano Oriente y África del Norte |
-0,1 | -0,1 | -0,9 |
-0,9 | -2,2 | 8,1 | -7,2 |
3,1 |
0,2 |
Países de bajos ingresos y con déficit de alimentos | 0,6 | 0,4 | 4,0 |
3,0 | 3,2 | 2,9 | 1,5 |
-0,9 |
1,9 |
Fuente: FAOSTAT. |
10. Si bien los países en desarrollo colectivamente considerados han experimentado una desaceleración del crecimiento de la producción de alimentos por tercer año consecutivo, siguieron incrementándola con más rapidez que los países desarrollados. El índice estimado del 1,8 por ciento de crecimiento fue el mínimo de los años noventa y sólo hizo posible una ligera subida per cápita (0,1 por ciento) (Cuadro 2). Para el grupo de países de bajos ingresos con déficit de alimentos, concretamente, 1998 parece haber sido un año muy desfavorable para la producción agrícola y ganadera, que cayó casi un 1 por ciento per cápita.
11. Con el fin de hacerse una idea de las estimaciones provisionales de producción para 1998, en esta sección se analizan las tendencias de la producción total y por persona para el quinquenio de 1994-98 (Cuadros 1 y 2). He aquí sus características más destacadas:
12. En el Cuadro 3 se indica, por regiones y a nivel mundial, la distribución de la población de los países en desarrollo con arreglo a las variaciones de la producción de alimentos por persona por lo que respecta al quinquenio de 1994-98. Si bien el conseguir subidas per cápita de la producción de alimentos no es un objetivo de igual importancia para todos los países en desarrollo, la producción de alimentos por persona sigue siendo, no obstante, un indicador significativo para muchos de ellos. Del cuadro se desprende que los países que han conseguido aumentar la producción de alimentos por persona a lo largo de ese período representan el 77 por ciento de la población de los países en desarrollo. Si se excluyen China e India (los dos han registrado incrementos per cápita), esas cuotas descienden, en cambio, a sólo el 55 por ciento.
13. En el cuadro aparece también que el 7 por ciento de la población de los países en desarrollo vive en países que han sufrido una baja relativamente marcada en la producción de alimentos por persona, superando el 1 por ciento como media anual a lo largo del período. Ese porcentaje es del 14 si se excluyen China e India. No obstante, el cuadro también pone de relieve diferencias muy pronunciadas entre las distintas regiones.
14. La Fig. 1 muestra las relaciones existentes entre la tasa de variación de la producción alimentaria total y del crecimiento demográfico en los distintos países para los cinco años de 1994-98. Como puede observarse, la producción ha quedado rezagada respecto del crecimiento demográfico en casi la mitad del total de países considerados. En algunos casos, esto ha sido consecuencia de una fuerte presión demográfica más bien que de los mediocres resultados del sector agrícola (p. ej., Guinea, Etiopía, donde la producción per cápita bajó a pesar de los aumentos de la producción de alimentos del 2,5 al 3 por ciento). Muchos otros países sufrieron una mezcla perversa de alto crecimiento demográfico con estancamiento e incluso baja de los resultados de la producción (son los países que figuran en el extremo inferior derecho del cuadro).
15. Son relativamente pocos los países con altos índices de crecimiento demográfico, por encima del 3 por ciento cada año, que han logrado mantener el crecimiento anual de la producción de alimentos en consonancia con la tasa de crecimiento demográfico o por encima de ella. En el otro extremo de la escala, caso sorprendente dadas las ingentes poblaciones afectadas, está China (extremo superior izquierdo), que combinó una expansión anual media de la producción total de alimentos de más del 5 por ciento con una tasa de crecimiento demográfico de menos del 1 por ciento.
16. La producción mundial de alimentos básicos (que en este análisis comprenden el trigo, los cereales secundarios, el arroz y las raíces y tubérculos) ha bajado ligeramente, según estimaciones, a 2 033 millones de toneladas en 1998 (Cuadro 4), lo que representa un 1 por ciento por debajo de las buenas cosechas recogidas en 1997. La mayor parte de este descenso correspondió a los cereales. Entre los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos (PBIDA), la producción de productos alimenticios básicos en 1998 creció un 1,2 por ciento, y un 3,3 por ciento para el mismo grupo si no se tienen en cuenta China e India.
17. En 1998, la producción mundial de cereales, estimada en 1 880 millones de toneladas (incluido el arroz en su equivalente elaborado), bajó un 1 por ciento respecto de las cifras sin precedentes del año anterior, aunque siguió estando un poco por encima de la tendencia. La reducción de las cosechas de trigo y arroz fueron la causa de esta menor producción mientras que la de cereales secundarios se mantuvo en cifras análogas a las de 1997. Toda la baja registrada en la producción de cereales correspondió a los países desarrollados, sobre todo a la CEI, Europa oriental y Sudáfrica. En comparación, los países en desarrollo experimentaron una mejoría modesta de su producción en 1998.
18. Por lo que respecta a las perspectivas iniciales de la producción para 1998, el cuadro que se ofrece es variado. Se prevé que la producción de trigo seguirá bajando debido a la reducción de las superficies sembradas en algunos países productores importantes, sobre todo los Estados Unidos y la mayoría de los países europeos. Aunque por lo general estas perspectivas son favorables para cultivos importantes de cereales secundarios, que están ya sembrados en África austral y América del Sur, las primeras indicaciones del hemisferio septentrional apuntan a una reducción de la siembra, a menos que la evolución del mercado aumente el interés de los cereales-pienso en comparación con los forrajes no cerealeros antes del final de las temporadas de siembra. La producción de arroz en 1999 registrará probablemente alguna mejora, en la hipótesis de un retorno de las condiciones atmosféricas normales tras la situación tan desfavorable del año anterior en las principales regiones productoras.
Variación media de la producción de alimentos por persona, 1994-1998 1/ |
Lejano Oriente y Oceanía |
(Lejano Oriente y Oceanía, con exclusión de China e India) |
África subsahariana |
América Latina y el Caribe |
Cercano Oriente y África del Norte |
Total | (Total, con exclusión de China e India) | |||||||
% | millones | % | millones |
% | millones | % |
millones |
% |
millones |
% |
millones |
% |
millones |
% |
Por encima del 5,0 |
0 | 0,0 | 0 | 0,0 | 18 | 3,0 | 28 | 5,8 | 19 | 5,3 | 66 | 1,5 | 66 | 2,8 |
3,0 a 5,0 | 1 233 | 40,3 | 11 | 1,2 | 34 | 5,5 | 49 | 9,9 | 14 | 3,8 | 1 329 | 29,4 | 107 | 4,6 |
1,0 to 3,0 | 272 | 8,9 | 272 | 31,0 | 52 | 8,5 | 201 | 40,8 | 96 | 26,8 | 621 | 13,7 | 621 | 26,6 |
0,0 a 1,0 | 1 165 | 38,1 | 205 | 23,4 | 79 | 13,0 | 151 | 30,7 | 63 | 17,5 | 1 458 | 32,3 | 498 | 21,3 |
-------------------------------------------------------------------------------------------------------- |
||||||||||||||
-1,0 a 0,0 | 362 | 11,8 | 362 | 41,2 | 251 | 41,3 | 12 | 2,3 | 101 | 28,1 | 725 | 16,1 | 725 | 31,0 |
-3,0 a -1,0 | 23 | 0,7 | 23 | 2,6 | 80 | 13,1 | 45 | 9,1 | 38 | 10,6 | 185 | 4,1 | 185 | 7,9 |
Por debajo del -3,0 |
5 | 0,2 | 5 | 0,6 | 95 | 15,6 | 7 | 1,5 | 29 | 7,9 | 136 | 3,0 | 136 | 5,8 |
Total | 3 060 | 100 | 877 | 100 | 608 | 100,0 | 492 | 100 | 360 | 100,0 | 4 519 | 100,0 | 2 337 | 100,0 |
1/ Para algunos países sobre los que no se dispone de información actualizada de su producción total de alimentos en 1998, la tasa media de variación de la producción de alimentos por persona se refiere a 1994-97. Nota: En estas cifras se excluyen a los países sobre los que no se dispone de estimaciones actualizadas de su producción de alimentos hasta por lo menos 1997. Fuente: FAOSTAT. |
Crecimiento demográfico medio, 1994-97 (%) | ||||||
Tasa media de variación de la producción de alimentos, 1994-1998 (%) |
Por debajo del 1,0 |
1,0 a 1,5 | 1,5 a2,0 | 2,0 a 2,5 | 2,5 a 3,0 | Por encima del 3,0 |
Por encima del 5,0 |
Kuwait |
Guyana |
Bahamas Marruecos Túnez Perú |
Emiratos Árabes |
Rep. Árabe Siria |
Mozambique Jordania Angola Laos |
4,0 a 5,0 | Argentina | Egipto Qatar Viet Nam |
Argelia Bahrein | Pakistán Líbano | Níger | |
3,0 a 4,0 | Corea, Rep. de |
Brasil |
Islas Fiji |
Zimbabwe |
Nicaragua |
Eritrea |
2,5 a 3,0 | Paraguay | Guinea Etiopía |
||||
2,0 a 2,5 | Mauricio |
México |
Irán, Rep. Islámica de |
Congo, Rep. del |
Comoras | |
1,5 a 2,0 | Cuba Taiwán, prov. de China Tailandia |
Malawi | Colombia Myanmar Turquía Bangladesh |
Sierra Leona El Salvador Sudáfrica Guinea-Bissau |
Nigeria Nepal Mauritania Tanzanía, Rep. Unida de |
Yemen Malí |
1,0 a 1,5 | Jamaica Trinidad y Tabago |
Reunión | Indonesia | Malasia | Gabón Namibia |
Islas Salomón |
0,5 a 1,0 | Sri Lanka | Venezuela Santo Tomé y Príncipe |
Vanuatu Honduras |
Maldivas Omán |
||
0,0 a 0,5 | Rwanda | Chipre Haití República Dominicana |
Madagascar | |||
-0,5 a 0,0 | Iraq | Burkina Faso Swazilandia |
Jamahiriya Árabe Libia |
|||
-1,0 a -0,5 | Burundi Brunei Darussalam |
Cabo Verde Senegal |
Uganda | |||
Por debajo del -1,0 |
Puerto Rico |
Suriname |
Panamá |
Botswana |
Guinea Ecuatorial |
Congo, Rep. Dem. del |
Prod. > población | Prod. = población | Prod. < población |
||||
Nota: Este cuadro comprende los países en desarrollo sobre los que se dispone de estimaciones actualizadas para la producción general de alimentos y población hasta por lo menos 1997. Para algunos países sobre los que todavía no se dispone de estadísticas actualizadas de producción de alimentos en 1998, la media se refiere a 1994-97 (y no a 1994-98). Fuente: FAO. |
------------- UTILIZACIÓN ------------ |
|||||||||||||||
PRODUCCIÓN | TOTAL |
ALIMENTOS |
COMERCIO 1/ |
VARIACIÓN DE LAS EXISTENCIAS FINALES |
|||||||||||
1996/97 | 1997/98 |
1998/99 pronós-tico |
1996/97 |
1997/98 |
1998/99 pronós-tico |
1996/97 |
1997/98 |
1998/99 pronós-tico |
1996/97 |
1997/98 |
1998/99 pronós-tico |
1996/97 |
1997/98 |
1998/99 pronós-tico |
|
,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,, millones de t ,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,, |
|||||||||||||||
POR PRODUCTOS | |||||||||||||||
Productos básicos 2/ | 2048,7 | 2058,4 |
2032,8 | 2004,2 | 2024,1 |
2034,2 | 1021,6 |
1030,3 | 1046,8 |
214,5 | 218,9 |
212,1 | |||
Total de cereales 3/ | 1893,2 | 1904,9 |
1879,6 | 1848,7 | 1870,6 |
1881,0 | 935,8 |
945,5 | 962,2 |
206,2 | 210,8 |
204,0 | 41,9 |
28,8 | -3,4 |
Trigo | 589,6 | 613,9 |
597,9 | 577,3 | 591,3 |
599,4 | 403,2 |
412,8 | 418,9 |
98,0 | 95,7 |
93,3 | 10,7 |
22,5 | -1,4 |
Arroz (elaborado) | 383,0 | 387,0 |
372,9 | 380,3 | 383,1 |
382,4 | 341,1 |
345,3 | 349,5 |
18,9 | 26,6 |
21,1 | 3,9 |
-1,5 | -5,3 |
Cereales secundarios |
920,6 | 904,0 |
908,8 | 891,1 | 896,2 |
899,2 | 191,5 |
187,4 | 193,8 |
89,3 | 88,5 |
89,6 | 27,3 |
7,7 | 3,5 |
Raíces y tubérculos 4/ | 155,5 | 153,5 |
153,2 | 155,5 | 153,5 |
153,2 | 85,8 |
84,8 | 84,6 |
8,3 | 8,1 |
8,1 | |||
Carne 5/ | 212,5 | 217,8 |
222,1 | 212,5 | 217,8 |
222,1 | 212,5 |
217,8 | 222,1 |
14,3 | 14,2 |
14,0 | |||
Aceites y grasas 6/ | 101,0 | 103,7 |
107,6 | 100,8 | 105,0 |
107,2 | 42,7 | 43,4 |
44,2 | 0,2 |
-1,3 | 0,4 |
|||
Leche 7/ | 541,0 | 545,0 |
553,0 | 541,0 | 545,0 |
553,0 | 444,0 |
447,0 | 454,0 |
61,3 | 65,2 |
63,0 | |||
PRODUCTOS BÁSICOS POR GRUPOS DE PAÍSES | |||||||||||||||
Países desarrollados | 912,2 | 943,8 |
904,3 | 784,7 | 798,0 |
797,7 | 183,1 |
183,8 | 185,2 |
58,3 | 54,7 |
56,2 | 21,2 |
42,8 | 3,3 |
Países en desarrollo | 1136,5 | 1114,6 |
1128,4 | 1219,5 | 1226,1 |
1236,4 | 838,5 |
846,5 | 861,6 |
156,2 | 164,2 |
155,9 | 20,7 |
-14,0 | -6,7 |
PBIDA | 892,8 | 871,4 |
882,9 | 926,5 | 930,4 |
939,5 | 683,4 |
689,8 | 701,6 |
69,7 | 79,2 |
69,6 | 16,7 |
-9,4 | -4,4 |
PBIDA, con exclusión de India y China |
364,8 | 350,0 |
361,5 | 402,0 | 405,1 |
409,9 | 294,9 |
298,6 | 304,0 |
55,2 | 68,0 |
58,0 | 27,5 |
-14,7 | -8,0 |
1/ Importaciones en el caso de cereales;
exportaciones en el caso de raíces y tubérculos, carne y aceites. 5/ Los datos
corresponden al año civil y se refieren al segundo año indicado.
2/ Comprende cereales y raíces y tubérculos. 6/ Por
comercio se entiende la suma del comercio de aceite y del equivalente en aceite del
comercio de semillas oleaginosas.
3/ La producción de arroz figura transformada de arroz
cáscara a elaborado. 7/ Los datos corresponden al año civil y se refieren al primer año
indicado.
4/ En equivalente de cereales. Los datos corresponden al
año civil y se refieren al segundo año indicado.
Fuente: FAO. Los datos se han calculado partiendo de
datos no redondeados.
19. La utilización total de cereales en el mundo durante 1998/99 aumentará algo, según se prevé, en comparación con la temporada anterior (alcanzando los 1 881 millones de toneladas), aunque quedaría por debajo de la tendencia a largo plazo por primera vez desde 1995/96, si bien sólo ligeramente. Esto se debería sobre todo a las dificultades económicas padecidas en Asia, donde la demanda de cereales-pienso comenzó a bajar ya en la segunda mitad de la temporada anterior, y la CEI, donde cayó bruscamente la producción en 1998. El consumo mundial per cápita de cereales de consumo humano en 1998/99 variará poco, según se prevé también.
20. Tras dos años consecutivos de expansión, las existencias mundiales de cereales al cierre de las temporadas que finalizan en 1999 bajarán ligeramente (un 1 por ciento), según pronósticos, a causa principalmente de la reducción de las existencias en China y la CEI. Se prevé que los remanentes totales de cereales alcanzarán los 328 millones de toneladas, con un descenso de 3 millones de toneladas respecto de su nivel inicial. Entre los distintos cereales, se prevé que la baja mayor se dará en las existencias de arroz, seguida por alguna reducción en las de trigo. Se espera que estas contracciones queden compensadas en parte por aumentos en las existencias de cereales secundarios. Aunque se pronostica una baja a nivel mundial, existe una gran mejora en el pronóstico de las existencias de cereales en manos de los principales países exportadores, que son la fuente primordial de excedentes cerealeros para cubrir las necesidades imprevistas. Según los pronósticos, la proporción de las existencias mundiales de final de temporada en 1998/99 respecto a la utilización tendencial en 1999/2000 bajará ligeramente al 17,2 por ciento, cifra que es bastante inferior a la media del 18,3 por ciento de la primera mitad de los años noventa pero por encima de la de los mediados de esa década. Esa proporción, cifrada en un 17,2 por ciento, estaría sin embargo dentro de la escala del 17-18 por ciento que la Secretaría de la FAO considera como mínimo indispensable para garantizar la seguridad alimentaria mundial, proporción que consiste en un 12 por ciento de existencias funcionales y un 5-6 por ciento del elemento correspondiente a existencias de reserva.
21. Según pronósticos, el comercio mundial de cereales en 1998/99 se cifra actualmente en 204 millones de toneladas, 7 millones de toneladas menos, es decir un 3 por ciento, respecto del año precedente. La mayor parte de la contracción prevista en las importaciones mundiales correspondería al arroz (con 5,5 millones de toneladas menos, es decir, un 20,5 por ciento) y al trigo (con 2,4 millones de toneladas menos, o sea, el 2,5 por ciento), y ello debido principalmente a la reducción de la demanda de importación, especialmente en varios países de bajos ingresos y con déficit de alimentos, donde la producción nacional aumentó en 1998. En cambio, se prevé que las importaciones de cereales secundarios se mantengan prácticamente inalteradas respecto del año anterior. En general, dos acontecimientos importantes han amortiguado la demanda de cereales de importación durante la temporada de 1998/99, que son: la baja de los precios del petróleo y las conmociones financieras en muchas regiones. Para varios grandes países importadores de cereales y exportadores de petróleo, el descenso de sus ingresos por exportación, desencadenado por un fuerte descenso en los precios del petróleo, han dado lugar a una reducción de las compras de cereales durante esta temporada. Además, las constantes zozobras financieras, que se iniciaron en Asia y que se extendieron progresivamente a la Federación de Rusia y más tarde a Brasil, también constriñeron a algunos de los países afectados a reducir sus compras de cereales del exterior, a pesar de una menor producción interna en algunos casos y la baja de los precios internacionales de los cereales. No obstante, se espera que el aumento de los suministros en los grandes países exportadores incremente considerablemente el componente de ayuda alimentaria del comercio total de cereales en 1998/99.
22. Dadas las grandes disponibilidades para exportación y debido a la atenuación de la demanda de importaciones comerciales, los precios del mercado internacional de todos los cereales principales han seguido manteniéndose relativamente flojos durante la temporada comercial de 1998/99. Obedeciendo a esta situación general, las abundantes existencias de trigo en los grandes países exportadores, unidas a lo flojo de la demanda mundial, han mantenido los precios de exportación del trigo por debajo de los de la temporada anterior. Al igual que sucedió con los principales cereales secundarios, la reactivación de las ventas de exportación de maíz y cebada a finales de 1998 contribuyó poco a aliviar el estancamiento general de la situación del comercio, causado fundamentalmente por la lenta recuperación de la demanda de importaciones en Asia y unos suministros abundantes, especialmente en los Estados Unidos. Los precios internacionales del arroz han experimentado también la presión de la contracción de la demanda y se han mantenido generalmente por debajo de los de hace un año.
23. La producción mundial de raíces y tubérculos alcanzará en 1999, según pronósticos, los 153,2 millones de toneladas (en equivalente de grano), algo menos de la del año anterior y un 5 por ciento inferior a la media de 1996-98. Esta situación responde al estancamiento de la producción de yuca (mandioca) y papas (patatas), así como las de otras raíces y tubérculos (ñame, taro y raíces y tubérculos menos importantes), cuya producción se concentra en los países en desarrollo. Entre los países en desarrollo, los PBIDA contribuyen casi al 60 por ciento de la producción total y cualquier reducción de la producción que se verifique en ellos tendría efectos negativos en su seguridad alimentaria.
24. La producción mundial de yuca, el cultivo de raíces más importante en los países en desarrollo, bajará, según previsiones, ligeramente en 1998/99, con una contracción en África y en América Latina y el Caribe que no será compensada del todo por un ligero aumento en Asia. En África, donde la yuca es uno de los productos básicos principales, se prevén unas producciones menores en varios de los principales países productores azotados por la lucha civil y los conflictos internos, especialmente en Angola, República Democrática del Congo y Sierra Leona. En Nigeria, la suspensión del proyecto FAO/FIDA sobre el programa de expansión de raíces y tubérculos puede también perjudicar la producción de yuca. Asimismo, es probable que la producción baje en América Latina y el Caribe como consecuencia de las inclemencias del tiempo, dando lugar a una disminución de las siembras. En cambio, puede haber una pequeña recuperación en Asia, en el supuesto de que se vuelva a una situación meteorológica normal a raíz de los daños provocados por El Niño durante la temporada anterior. La recuperación prevista de la producción en la región podría dar lugar a un aumento de la disponibilidad de yuca de exportación en 1999. Sin embargo, aunque el comercio podría recuperarse ligeramente respecto de los niveles tan bajos del año anterior, es probable que ese aumento sea modesto, pues la bajada de los precios de los cereales en la CE podría estimular que se siguiera desplazando el consumo en perjuicio de los piensos no cerealeros, incluida la yuca.
25. Los precios internacionales de los aceites y las grasas aumentaron rápidamente (en un 15 por ciento) durante la temporada de 1997/98 aunque esa tendencia alcista ha tocado ya fin. Al superar la producción total al consumo, se prevé que las existencias de aceites y grasas se recuperarán algo para finales de la temporada de 1998/99 y los pronósticos son que las existencias finales con respecto al porcentaje de utilización en el caso de los aceites y grasas tiendan progresivamente a aumentar. Aunque se prevé que los precios bajarán en comparación con la temporada anterior, es probable sin embargo que se mantengan en unos niveles relativamente elevados si se los compara con los primeros años del decenio de 1990.
26. La fuerza motriz de esta nueva situación está en otra producción mundial récord de cultivos oleaginosos prevista para 1998/99, que rebasará el nivel de la temporada anterior en un 3-4 por ciento, alcanzando unos 108 millones de toneladas. La expansión de la producción total obedecería principalmente a los aumentos de la producción de aceite de girasol y de colza, junto con una recuperación de la producción de aceite de palma.
27. La utilización de aceites y grasas aparente total seguirá creciendo, según previsiones, aunque al ritmo más lento de un 2 por ciento frente al 4 por ciento de la temporada anterior, alcanzando tal vez los 107 millones de toneladas en 1998/99. No se prevé que la crisis económica que viene afectando a algunos países desde 1997 altere su consumo per cápita de aceites y grasas sobre todo, dado que son productos alimenticios de primera necesidad. Por lo que respecta a la composición del consumo mundial, es probable que aumente moderadamente la proporción de aceites de girasol, colza y palma.
28. Se estima que las exportaciones totales de aceites y grasas superen los 44 millones de toneladas, aumentando un 1,9 por ciento por encima del nivel de la temporada última. Siguiendo la pauta acostumbrada, los proveedores principales de aceites serían Argentina, Brasil y los Estados Unidos para la soja, el girasol y sus aceites; Indonesia y Malasia para el aceite de palma y palmiste; Filipinas e Indonesia para el aceite de copra y coco; y Canadá para la colza y sus aceites. Los porcentajes respectivos de los distintos aceites y grasas en el comercio total han variado poco, correspondiendo al aceite de soja y al de palma un 30 y 27 por ciento, respectivamente, seguidos por el aceite de semilla de girasol (11 por ciento), aceite de colza (9 por ciento) y aceite de coco (3,5 por ciento).
29. La producción mundial de carne aumentará, según pronósticos, un 2 por ciento en 1999, impulsada principalmente por el crecimiento de los sectores avícola y de carne de cerdo, que volverán a aprovecharse de la baja de los precios de los piensos este año. Se pronostica que el grueso de esa expansión se concentre en los países en desarrollo, advirtiéndose un renovado dinamismo en la mayoría de las regiones. En cambio, es probable que los países desarrollados registren aumentos de producción sólo modestos pues las inversiones se han visto deprimidas por los bajos precios de la carne en 1998 y las flacas expectativas de las exportaciones dentro de un futuro más próximo. A pesar del aumento de las compras por parte del Japón, la República de Corea y los Estados Unidos, el comercio de productos cárnicos seguirá contrayéndose en 1998 a juzgar por los pronósticos, lo que repercutirá en todas las categorías de carne probablemente. Estas previsiones pesimistas arrancan de las malas perspectivas de las importaciones por parte de la Federación de Rusia, no obstante las ventas en condiciones de favor y la ayuda alimentaria en productos cárnicos a ese país por parte de los Estados Unidos y de la CE. Es probable que la mayor parte del embate de la contracción del comercio internacional de la carne lo sufran los exportadores de la CE y de Europa oriental. En cambio, Brasil podría aprovecharse de su reciente devaluación monetaria para impulsar sus ventas al extranjero. Según pronósticos, los precios internacionales de la carne seguirán a la baja al menos hasta la segunda mitad del año, como respuesta a unas disponibilidades relativamente amplias con respecto a la demanda.
30. La producción mundial de leche aumentará, según previsiones, un 1 por ciento en 1999, en que continuará la tendencia de la producción total al alza, de un año a otro. Entre los principales países productores de leche, se prevé un aumento de la producción en Argentina, Australia, Brasil, Estados Unidos, India y Polonia. En otras partes, la devaluación del rublo podría estimular la producción de leche en la Federación de Rusia, pues ha habido un aumento sustancial del precio de muchos productos lácteos importados. En la Unión Europea, los cupos de leche limitan cualquier aumento de la producción, mientras que en Nueva Zelandia el tiempo seco durante el primer trimestre del año tal vez frene cualquier aumento de la producción allí.
31. En muchos países, y especialmente en los países en desarrollo, el aumento de la producción de leche está vinculado al crecimiento de la demanda interna; no obstante, en algunos países, sobre todo en Argentina, Australia y Nueva Zelandia, gran parte de la producción está destinada a su transformación en productos lácteos para su venta en el mercado internacional. Al mismo tiempo, algunos países exportadores que subvencionan las exportaciones de productos lácteos, en particular los Estados Unidos y la Unión Europea, tendrán que atenerse a las limitaciones que para esas ventas se han estipulado en el Acuerdo de la Ronda Uruguay. Del lado de la demanda, Brasil y la Federación de Rusia, que son compradores importantes de productos lácteos en el mercado internacional, reducirán según previsiones sus importaciones de estos productos en 1999, como consecuencia de una devaluación muy fuerte de sus monedas frente al dólar EE.UU. Sin embargo, en general, se prevé que el mercado internacional de productos lácteos seguirá razonablemente bien equilibrado en 1999 y que los precios medios serán análogos a los que reinaban a finales de 1998.
32. En estos últimos años siguieron aumentando las disponibilidades de pescado. En 1996, éstas alcanzaron los 121,0 millones de toneladas y en 1997 se batió un nuevo récord de producción total con 122,1 millones de toneladas. Este aumento se debe al crecimiento ininterrumpido de la producción acuícola, especialmente en China. Las pesquerías de captura registraron en 1997 un ligero descenso en cuanto a producción respecto de los desembarques habidos en 1996. El suministro de pescado para consumo humano ha tocado un nivel sin precedentes. Las disponibilidades de pescado para la producción de harina se redujeron ligeramente en 1997 debido a los efectos iniciales del fenómeno El Niño en las existencias capturables sumamente fluctuantes de especies pelágicas frente a la costa occidental de Sudamérica.
33. En 1997, los desembarques correspondientes a las pesquerías de captura alcanzaron unos 93,4 millones de toneladas. Los diez países pesqueros principales contribuyeron a un 62 por ciento de ese volumen. La producción global en los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos (PBIDA) siguió la tónica del alto crecimiento que ha caracterizado estos últimos años, registrando una tasa anual de aumento del 8,4 por ciento durante el período de 1988-1997. En este último año, los PBIDA contribuyeron a un 43 por ciento de la producción total de pescado, frente a un 27 por ciento en 1988. El suministro de pescado para consumo humano en los PBIDA se eleva actualmente a la mitad de la media mundial y está aumentando a un ritmo superior al crecimiento demográfico.
34. Las cifras de producción para la maricultura y la acuicultura continental registran un aumento estimado que va de 26,4 millones de toneladas en 1996 a 28,7 millones de toneladas en 1997, lo que compensa con creces una baja de aproximadamente 1,2 millones de toneladas durante el mismo período registrada en las capturas de pesquerías marinas y continentales. Este crecimiento sigue estando sostenido principalmente por un mayor predominio de Asia y de la producción de especies de carpa. Cinco países asiáticos (China, India, Indonesia, Japón y Tailandia) contribuyeron al 80 por ciento del volumen de la producción acuícola.
35. De la cifra total de 122,1 millones de toneladas de producción pesquera total en 1997, se calcula provisionalmente que unos 29,5 millones de toneladas se emplearon para su reducción. El pescado disponible para consumo humano directo en 1997 se estimó en 92,6 millones de toneladas, unos dos millones de toneladas más que en 1995, lo que representa un aumento superior a la tasa estimada de crecimiento demográfico en ese mismo año. Como consecuencia, la disponibilidad anual media por persona de pescado para consumo humano aumentó a 15,9 kg.
36. Aunque se estima que la producción de cereales en los países en desarrollo durante 1998 ha mejorado ligeramente respecto del año anterior, el número de países que se enfrentan con situaciones de urgencia alimentaria a mediados de marzo se cifra en 38 frente a los 37 hacia finales de 1998, debido a las condiciones atmosféricas desfavorables y a las luchas civiles.
37. En África, la situación alimentaria en Somalia es causa de grave preocupación, a raíz de seis malas cosechas sucesivas, mientras que en Angola, República Democrática del Congo, Guinea-Bissau y Sierra Leona, la producción de alimentos está obstaculizada gravemente por una lucha civil persistente y grandes desplazamientos de población. En otras regiones del continente, las malas condiciones climatológicas han repercutido considerablemente en la seguridad alimentaria de Tanzanía, mientras que la guerra actual entre Eritrea y Etiopía ha desplazado a grandes multitudes de personas a lo largo de la frontera común.
38. En Asia, persisten graves escaseces alimentaria en la RPD de Corea, debido a una combinación de problemas económicos y de mal tiempo. En Indonesia, a pesar de unas perspectivas favorables por lo que respecta a la cosecha de arroz en marzo/abril, la seguridad alimentaria sigue siendo precaria debido a la fuerte reducción de los cultivos de arroz en 1998 y a los efectos de la crisis económica. En Afganistán, las recientes luchas en las provincias septentrionales, donde se cultiva gran parte de la producción cerealera del país, ha dificultado la producción. En Iraq, pese a que se ha aliviado en parte la situación del abastecimiento alimentario como consecuencia de la aplicación del acuerdo petróleo por alimentos, la malnutrición sigue constituyendo un problema grave. En otras partes de Asia, las anomalías atmosféricas han perjudicado la producción en Bangladesh, China y Filipinas.
39. En América Central, el huracán "Mitch" arrasó varios países provocando más de 9 500 muertos, afectando gravemente a más de tres millones de personas y causando daños sin parangón a viviendas, infraestructura y agricultura. Los países más afectados fueron Honduras y Nicaragua, donde ha habido graves pérdidas en los cultivos de productos alimenticios por lo que se prevé que la producción de importantes productos de exportación en 1999 se reducirá fuertemente. El Salvador, Guatemala y algunas partes del sudoeste de México, así como Costa Rica y Panamá, sufrieron también los efectos del huracán.
40. En la CEI, la crisis financiera que padece la Federación de Rusia ha trastocado las economías de la mayoría de los países de la región y ha aumentado las penalidades. Las poblaciones vulnerables, incluidas las desplazadas internamente, los refugiados y los ancianos en Armenia, Azerbaiyán, Georgia y, sobre todo, Tayikistán siguen necesitando de ayuda alimentaria destinada expresamente a ellos. A raíz de una mala cosecha en 1998, el envío de ayuda alimentaria de socorro a los más necesitados y a zonas de la Federación de Rusia está ya en marcha.
41. Las estimaciones de los envíos de ayuda alimentaria en cereales en virtud de las actividades de programas, proyectos y de urgencia emprendidas por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) han aumentado, dando lugar a un incremento de los envíos de ayuda alimentaria de un 9 por ciento para llegar a los 5,8 millones de toneladas en 1997/98 (1º de julio hasta 30 de junio inclusive) con respecto a 1996/97. A pesar de este aumento, que se ha debido casi todo a la ampliación de las remesas procedentes de los EE.UU. y la CE, las entregas totales siguen estando muy por debajo de los envíos medios de los cinco años últimos. Otros donantes respondieron también al aumento de las necesidades de ayuda alimentaria en 1997/98 y han incrementado sus envíos de ayuda alimentaria en cereales durante ese período. Unos 5,3 millones de toneladas, es decir, el 90 por ciento, de la ayuda alimentaria total en cereales fueron a parar a los PBIDA, especialmente a los de Asia, a los que correspondió un 52 por ciento de los envíos totales en 1997/98. En el África subsahariana, la ayuda alimentaria creció ligeramente, mientras que por lo que respecta a los envíos a América Latina se registró un pequeño descenso.
42. El pronóstico de la FAO sobre los envíos de ayuda alimentaria en cereales durante 1998/99 (julio/junio) apunta ahora a un total de 8,5 millones de toneladas, con un aumento de 2,7 millones de toneladas respecto de las estimaciones relativas al año precedente. Se espera que la mayor disponibilidad de suministros cerealeros entre los principales países donantes, unida a un aumento de las necesidades de ayuda alimentaria, especialmente de Asia, América Central y la CEI, contribuya a ese impulso impresionante experimentado por los envíos mundiales de ayuda alimentaria cerealera después del aumento más modesto habido en 1997/98. En efecto, se prevé que el grueso del aumento responda a los anunciados acuerdos sobre paquetes de ayuda alimentaria firmados entre la Federación de Rusia y los EE.UU., aunque las demoras en aplicar esos acuerdos pueden impedir que se envíe la totalidad de los volúmenes comprometidos. Por otra parte, las crecientes zozobras financieras y económicas, especialmente en Asia, junto con unas condiciones atmosféricas desfavorables y la lucha civil en varios países con déficit de alimentos, han aumentado la necesidad de ayuda alimentaria. No obstante, las entregas reales pudieran verse interrumpidas por factores restrictivos relacionados con esas hostilidades e impedir el acceso de los grupos vulnerables a donativos de ayuda alimentaria, como en Kosovo, Sierra Leona, Angola y partes de África central y oriental.
43. Para la ayuda alimentaria no cerealera, los envíos cayeron por quinto año consecutivo, reduciéndose a 721 000 toneladas, con un descenso de un 7 por ciento, o sea, 51 000 toneladas. Aunque las donaciones hechas por los Estados Unidos fueron alrededor de 94 000 toneladas superiores en 1998 con respecto de 1997, la CE donó 35 000 toneladas, es decir, un 28 por ciento menos, y la reducción de los envíos por parte de otros donantes neutralizaron sobradamente el aumento de los envíos de ayuda alimentaria no cerealera hechos por los Estados Unidos. De los envíos totales de ayuda no cerealera para 1998, más del 40 por ciento fue a parar a Asia; África recibió un 30 por ciento y el resto se destinó a la CEI y a América Latina y el Caribe.
44. La factura por importación de cereales seguirá, según previsiones, bajando por tercer año consecutivo en 1998/99 (julio/junio) debido a una reducción del volumen de importación, a una baja de los precios internacionales y a un aumento de los envíos de ayuda alimentaria. La reducción más marcada es la que se pronostica para los países en desarrollo, cuya factura de importación se prevé que bajará un 16 por ciento pasando de 27 000 millones de dólares EE.UU. en 1997/98 a 22 800 millones de dólares en 1998/99, cifra que es análoga a los costos nominales de importación estimados en los años inmediatamente anteriores a la alta factura de importación de 1995/96. Los PBIDA, considerados en su conjunto, ahorrarán probablemente más de 3 000 millones de dólares, lo que supone una reducción del 24 por ciento con respecto a la temporada anterior. Para los países en desarrollo menos adelantados e importadores netos de alimentos, que es el grupo comprendido por la Decisión Ministerial de la Ronda Uruguay, el pronóstico sobre la factura por importación de cereales en 1998/99 es de una baja del 19 por ciento, ascendiendo a unos 1 500 millones de dólares. En el caso de estos países en desarrollo, el menor costo de la importación de cereales tiene más que ver con la reducción de las importaciones debido a una recuperación de la producción interna y a una baja de los precios de importación, que con un aumento de los envíos de ayuda alimentaria.
45. Las perspectivas a medio plazo para la alimentación y la agricultura en el mundo así como para la seguridad alimentaria mundial están en gran parte influidas por el entorno económico internacional. Como consecuencia de la crisis financiera internacional, las perspectivas de la actividad económica mundial han empeorado considerablemente a corto plazo. Según las estimaciones y proyecciones del Banco Mundial3, el desarrollo económico mundial bajó a apenas un 1,8 por ciento en 1998, con un 2,0 por ciento estimado para los países en desarrollo en su conjunto. Al propio tiempo, el aumento del volumen del comercio mundial se ha desacelerado y muchos países en desarrollo han registrado pérdidas en sus relaciones de intercambio. Aunque se redujo el crecimiento económico en 1998 en todas las regiones de países en desarrollo, la región más afectada fue Asia oriental, donde se originó la crisis financiera. Siguen pareciendo muy inciertas las perspectivas de breve a medio plazo, sobre todo por lo que se refiere al vigor y al calendario de la recuperación en los países más castigados por la crisis. En general, el Banco Mundial proyecta sólo una recuperación modesta del crecimiento económico mundial en 1999, cifrándola en un 1,9 por ciento (2,7 por ciento para los países en desarrollo), pero con un ulterior refuerzo en el año 2000 equivalente al 2,7 por ciento (4,3 por ciento para los países en desarrollo). A medio plazo, el Banco Mundial proyecta una recuperación a una tasa media de crecimiento para el período del 2001-2007 del 3,2 por ciento para todo el mundo y del 5,2 por ciento para el grupo de los países en desarrollo. No obstante, estas proyecciones son bastante inciertas y el Banco Mundial vislumbra grandes riesgos a la baja en las proyecciones. No puede menos que subrayarse el impacto que tendría una reducción del crecimiento económico en los ingresos, el empleo y la capacidad de los hogares pobres para alimentarse suficientemente.
46. La desaceleración económica es sentida especialmente en los países en desarrollo, y sobre todo en los que dependen fuertemente de unos mercados de exportación que flojean, de las exportaciones de productos básicos y de las corrientes de capital privado para financiar los déficit por cuenta corriente. El desplome de los precios internacionales de los productos básicos desde mediados de 1997 y las expectativas de unos mercados no tan boyantes para la mayoría de los productos en los años venideros son cuestiones que les preocupan4. En 1998 sólo una baja de los precios de los productos básicos dio lugar a pérdidas en las relaciones de intercambio que representaron casi un 1 por ciento del PIB de los países en desarrollo en su conjunto (5 por ciento en el Cercano Oriente, afectado en particular por el descenso de los precios del petróleo crudo, un 0,8 por ciento aproximadamente en América Latina y el Caribe, un 3 por ciento en Asia oriental, y un 1,5 por ciento del PIB en el África subsahariana5). Por otro lado, los precios de los cereales que se hallan en niveles bajos están aliviando la carga de las importaciones de alimentos para los países deficitarios en general.
47. El índice mundial de los precios nominales de exportación de los principales productos agrícolas primarios bajó un 13 por ciento en 1998, cayendo por debajo de los niveles elevados de mediados de los años noventa pero manteniéndose bastante por encima de la media para la primera parte de la década. Debido a la diferente composición de sus exportaciones agrícolas por productos, el índice correspondiente a los países en desarrollo bajó un 14 por ciento mientras el relativo a los países desarrollados lo hizo en un 11 por ciento. A pesar del descenso relativamente pronunciado en 1998, el índice para los países en desarrollo se mantuvo bastante por encima de la media para los años noventa, como consecuencia de unos precios relativamente fuertes para las bebidas tropicales, el arroz y los aceites vegetales y a una mayor ponderación de esos productos en las exportaciones de los países en desarrollo. En cambio, el índice para los países desarrollados bajó a su nivel mínimo de la década en 1998, casi un 15 por ciento por debajo de la media para los años noventa, lo cual refleja las fuertes bajadas de precios de los cereales, las carnes y otros alimentos básicos.
48. Aunque cabe prever que los precios de los productos básicos se estabilizarán algo después de las bajas tan fuertes registradas desde mediados de 1997, no parece probable una recuperación sustancial a corto y medio plazo dada la capacidad excesiva de muchos mercados de productos, y los efectos depresivos de la crisis financiera en la actividad económica mundial y en la demanda de importación. Los efectos contrastantes de la desaceleración económica en los ingresos y en los precios de los alimentos determinarán unos resultados inciertos por lo que respecta al acceso de los consumidores pobres a la alimentación.
1 Comprenden Estonia, Letonia y Lituania.
2 FAO, Examen del mercado de productos básicos, 1998-99.
3 Banco Mundial, Perspectivas económicas mundiales y los países en desarrollo, 1998-99.
4 Como se recordará, los productos primarios contribuyen aproximadamente a una tercera parte de los ingresos por exportación de los países en desarrollo, los productos agrícolas a un 10 por ciento de los ingresos totales de exportación de los países en desarrollo en su conjunto, y a más del 20 por ciento en África y América Latina y el Caribe.