Prácticamente todos los países en desarrollo y las economías en transición tienen existencias de plaguicidas caducados. Se trata de plaguicidas que no se utilizan en los lugares donde se encuentran en el momento o que, por distintas razones se han vuelto inutilizables.
Todos los plaguicidas son, en cierta medida, peligrosos y pueden ser perjudiciales para la salud humana y el medio ambiente, sobre todo si se usan en forma errónea o excesiva. Las existencias de plaguicidas caducados presentan otros peligros porque pueden contener sustancias químicas cuya fecha de vencimiento haya expirado y que hayan sido prohibidos debido a sus efectos tóxicos, o pueden ser plaguicidas cuyas condiciones se hayan deteriorado representando un peligro especial para las personas y el medio ambiente.
La prevención de existencias de plaguicidas caducados es esencial y depende de los esfuerzos de colaboración de los gobiernos, los fabricantes y distribuidores de plaguicidas, las organizaciones internacionales, las organizaciones no gubernamentales (ONG), los donantes y de los mismos usuarios, y ningún organismo puede resolver el problema por sí solo. No obstante, factores de orden histórico han dado lugar a la acumulación de existencias de plaguicidas caducados en muchos países y ahora la situación debe enfrentarse con carácter de urgencia. Toda demora agravará los problemas actuales con una ulterior deterioración de las existencias y con mayor perjuicio para la salud humana y para el medio ambiente.
El tratamiento adecuado de los plaguicidas caducados es desde un punto de vista técnico costoso y complejo, y para ello es necesario contar inevitablemente con asistencia exterior. Lograr este tipo de asistencia puede ser un proceso largo que no siempre tiene éxito.
Mientras un país busca y espera esta asistencia exterior son muchas las cosas que pueden hacerse para preparar las posibles operaciones de limpieza. Este trabajo preparatorio contribuirá también a estabilizar la situación con el fin de detener cualquier otra contaminación ambiental y evitar los peligros para la salud debidos al derrame de plaguicidas.
Un país que antes de establecer contactos con posibles donantes adopta medidas adecuadas demuestra voluntad para resolver el problema de los plaguicidas caducados y evitar que vuelva a repetirse. Esta acción es vista favorablemente por los donantes. Además, el hecho de que se adopten cuanto antes medidas adecuadas se traducirá en una reducción de los costos de las operaciones de eliminación y en una ayuda en vista de la creación de capacidades nacionales para el manejo de plaguicidas y de desechos peligrosos.
En la presente publicación se esbozan las medidas que han de tenerse en cuenta antes de que un país pida asistencia externa financiera y técnica con el fin de eliminar las existencias de plaguicida caducados y antes de la adopción de medidas para prevenir su repetición.