



ANALISIS MUNDIAL
I. Situación agrícola actual: hechos y cifras
1. PRODUCCION AGROPECUARIA EN 1993
- En el conjunto del mundo, 1993 fue un año agrícola no propicio. La producción agrícola mundial descendió en el 1,2 por ciento, después de la expansión del 2,8 por ciento registrada en 1992. Los resultados obtenidos, no obstante, fueron distintos según las regiones, y entre países en desarrollo y desarrollados.
- El retroceso mundial se debió en gran medida a una notable disminución en la producción de los países desarrollados, que descendió un 5,2 por ciento después de la expansión del 2,9 por ciento experimentada en 1992.
- La producción agropecuaria descendió en 1993 en la mayoría de las regiones de los países desarrollados, pero sobre todo en América del Norte, donde el descenso llegó al 10 por ciento. Las cosechas en Estados Unidos bajaron casi en un 17 por ciento, ya que las condiciones climáticas adversas afectaron fuertemente a los principales cultivos. En la Comunidad Europea se registró una reducción del 3,3 por ciento, mientras que en Oceanía la contracción se calculó en el 2,1 por ciento.
- En Europa oriental, la producción agropecuaria se elevó por vez primera desde 1989 en un 2,1 por ciento, al recuperarse los cultivos en los principales países productores después de la sequía de 1992. No se dispone actualmente de índices fiables de conjunto de la producción agropecuaria total en las antiguas repúblicas soviéticas, pero en la mayor parte de ellas parece haberse experimentado un descenso en 1993.
- La producción en los países en desarrollo creció en 1993 alrededor del 1,7 por ciento, ligeramente por debajo del crecimiento demográfico, lo que constituye una nueva merma en relación con las tasas de aumento del 2,7 por ciento en 1992, el 3 por ciento en 1991 y el 4,1 por ciento en 1990.

- Entre las regiones de los países en desarrollo, los resultados más favorables registrados en 1993 fueron los del Africa subsahariana, con una expansión estimada en el 3,4 por ciento. Este aumento, no obstante, apenas fue superior a la tasa de crecimiento demográfico del 3,2 por ciento y vino a continuación de un estancamiento virtual de la producción el año anterior, caracterizado por una aguda sequía en el Africa austral.
- Un aumento de la producción agropecuaria de alrededor del 2,4 por ciento se registró en Lejano Oriente (0,5 por ciento per cápita), crecimiento que sin embargo fue inferior al de los tres años anteriores.
- Después de tres años de productividad agropecuaria mediocre, que apenas se mantuvo al nivel del crecimiento de la población, América Latina y el Caribe experimentaron una grave insuficiencia de producción en 1993. El promedio de crecimiento en 1990-93 de la producción agropecuaria -1,2 por ciento- vino a ser la mitad de la ya baja tasa media de crecimiento en los años ochenta.
- El Cercano Oriente y el Norte de Africa acusaron una marcada desaceleración del crecimiento de la producción agropecuaria después de la abultada cosecha de 1990. En 1993, la producción regional descendió ligeramente, sobre todo a consecuencia de los daños de las sequías en Marruecos, por segundo año consecutivo, así como en Argelia.
2. PRODUCCION DE ALIMENTOS PER CAPITA
- En el período 1988-1993 se observó un descenso de los niveles de producción de alimentos por habitante en alrededor del 60 por ciento del número total de países en desarrollo. Sin embargo, las diferencias regionales fueron significativas. En el Africa subsahariana unas tres cuartas partes de los países registraron niveles estacionarios o descendentes de la producción alimentaria per cápita. En cambio, en América Latina y el Caribe, así como en el Cercano Oriente y Africa del Norte y en Asia continental, se igualaron aproximadamente los números de países con ganancias y con pérdidas.
- Una visión más positiva resulta de la consideración de las poblaciones de que se trata. Varios de los países mayores y más densamente poblados de cada región consiguieron elevar la producción alimentaria por habitante: Nigeria y Zaire en el Africa subsahariana; China, India, Pakistán, Indonesia y Bangladesh en Asia; Brasil, México y Colombia en América Latina; y Egipto y Argelia en Africa del Norte.
- La Ilustración 2 presenta el grave problema de producción nacional de alimentos en gran parte del Africa subsahariana. Treinta y tres son los países cuya producción se queda rezagada respecto al crecimiento de la población, en varios casos de manera notoria. Problemas de inestabilidad de los suministros han agravado la situación. En muchos casos, los resultados generales favorables ocultan amplias fluctuaciones de un año a otro. Por ejemplo, tras el crecimiento medio positivo en Zimbabwe, Malí, Uganda, Zambia y Togo, las tasas de crecimiento fueron muy altas en 1993, año de recuperación de una grave sequía en el año anterior.




- Todos los países en transición en Europa oriental y la ex URSS excepto Polonia sufrieron una fuerte contracción de la producción alimentaria por habitante. En el año 1993 continuaron las tendencias negativas para las antiguas repúblicas soviéticas, la ex RFS de Yugoslavia, la ex Checoslovaquia, Bulgaria y Hungría. Rumania y Polonia, sin embargo, lograron una recuperación en su producción de alimentos después de la cosecha de 1992, reducida por la sequía.
3. SITUACIONES DE ESCASEZ Y URGENCIAS ALIMENTARIAS
- Africa sigue siendo el continente más gravemente afectado por las escaseces de alimentos que requieren una ayuda extraordinaria o de urgencia. La situación es sumamente crítica en Africa oriental, donde se están produciendo graves escaseces alimentarias, y en varias zonas se informa sobre muertes causadas por el hambre o la malnutrición aguda. Quince países de la región se enfrentan actualmente a situaciones extraordinarias de urgencia alimentaria y la mitad de esos países también sufren las consecuencias de guerras civiles.
- En Rwanda, la guerra civil ha tenido consecuencias desastrosas para la seguridad alimentaria nacional. La lucha ha perturbado gravemente las actividades agrícolas. Un apoyo masivo internacional para el suministro de alimentos de socorro y la rehabilitación del sector agrícola será necesario para evitar sufrimientos y más pérdidas de vidas.
- En Burundi, las actividades agrícolas se vieron gravemente afectadas por los conflictos étnicos en octubre de 1993. El déficit alimentario en 1994 se calcula en un millón de toneladas. Además de una asistencia alimentaria de emergencia, se precisan la ayuda de donantes y la puesta en marcha de un programa masivo de rehabilitación agrícola para restablecer la producción alimentaria nacional a sus niveles anteriores a la crisis.
- Situaciones de hambruna están apareciendo en varias partes del Cuerno de Africa. Una asistencia sustancial de socorro se necesita en Etiopía, Eritrea, Kenya, Somalia y Sudán. En la República Unida de Tanzanía, la situación alimentaria es crítica para gran número de agricultores de subsistencia que perdieron sus pequeños cultivos de secano. La situación alimentaria ya difícil en Uganda se ha agravado aún más por la afluencia de refugiados de Rwanda y Sudán.
- Graves escaseces de alimentos persisten en Angola. Las perspectivas de los suministros para 1994 son muy sombrías, por la fuerte reducción de la producción de cereales y de mandioca. Hay una grave amenaza de hambruna generalizada, a menos que se tomen medidas para aportar ayuda en gran escala y distribuir alimentos a la población afectada.
- Pese a alguna recuperación de la producción cerealera, la situación alimentaria seguirá siendo tensa en Mozambique, ya que las previsiones de la producción de mandioca en 1994 se sitúan un 6 por ciento por debajo del año anterior. Alrededor de 1,5 millones de personas necesitarán ayuda alimentaria de emergencia en 1994/95. Una mala cosecha en Malawi anuncia la necesidad de un aumento sustancial de las importaciones de cereales en 1994/95.
- Otros países africanos que padecen escaseces de suministros alimentarios y precisan asistencia excepcional o de emergencia son Chad, Liberia y Zaire.
- En Afganistán, la situación alimentaria ya difícil se ha seguido deteriorando como consecuencia de la renovación de los combates, y numerosos repatriados y personas desplazadas en el interior del país necesitan ayuda alimentaria internacional. En Iraq, la situación alimentaria y nutricional sigue siendo grave en todas las partes del país. La última misión de la FAO para la evaluación de la situación nutricional recalcaba que los problemas de suministro alimentario no pueden resolverse tan sólo aportando alimentos de ayuda y que es preciso arbitrar una solución más constructiva para que el país produzca y/o importe los alimentos que necesita. En Laos, después de una escasa cosecha de arroz en 1993, alrededor del 10 por ciento de la población total está necesitada de asistencia alimentaria excepcional. Los suministros de alimentos son también difíciles en Camboya y Mongolia.
- En Bosnia y Herzegovina, las dificultades alimentarias se han atemperado algo con la mejor distribución de alimentos a las partes centrales, en particular Sarajevo, tras la apertura de las carreteras desde la costa adriática y el aumento del tráfico comercial en los dos últimos meses.

- La situación de los suministros alimentarios en Haití, ya difícil, se está deteriorando rápidamente al reforzarse el bloqueo de las Naciones Unidas. Los precios de los alimentos básicos y de los artículos esenciales de consumo han aumentado velozmente y las condiciones en todos los sectores de la economía siguen tendiendo a empeorar.
- Otros países que hacen frente a escaseces en los suministros alimentarios y requieren asistencia excepcional o de emergencia son Armenia, Azerbaiyán, Georgia y Tajikistán.
4. SUMINISTRO, UTILIZACION Y EXISTENCIAS CORRIENTES DE CEREALES
- La producción cerealera mundial descendió en 1993 un 3,8 por ciento quedando en 1 890 millones de toneladas, principalmente por obra de una importante disminución de la producción de maíz en Estados Unidos. Si se convierte el arroz cáscara en elaborado, esta cifra corresponde a 1 705 millones de toneladas, como aparece en la Ilustración 4. Paralelamente, los suministros mundiales de cereales en 1993/94 bajaron hasta 2 088 millones de toneladas, es decir 33 millones menos que en 1992/93.
- A causa del menor volumen de las cosechas, los remanentes mundiales de cereales se redujeron notablemente durante 1993/94 hasta 326 millones de toneladas, es decir alrededor del 12 por ciento (46 millones de toneladas) por debajo del nivel inicial. Sin embargo, la relación entre las existencias mundiales de cereales al final de las temporadas 1993/94 y la tendencia de utilización en 1994/95 se mantuvo en los límites del 17 y el 18 por ciento, que es lo considerado por la FAO como mínimo necesario para salvaguardar la seguridad alimentaria mundial.

- El primer pronóstico de la FAO sobre producción mundial de cereales en 1994 es de 1 947 millones de toneladas, un 3 por ciento más que la débil cosecha de 1993, pero todavía por debajo de la línea tendencial. El aumento de producción en 1994 se prevé principalmente en los países desarrollados y se limitaría a los cereales secundarios, aunque podrá haber algún progreso en la producción de arroz en los países en desarrollo, en condiciones climáticas normales. El aumento de la producción cerealera en los países en desarrollo se prevé actualmente en sólo un 0,8 por ciento, lo que se debe en parte a los fuertes descensos de las cosechas de trigo que se prevén en Turquía y Arabia Saudita. No obstante, el aumento de la producción cerealera en el conjunto de otros países en desarrollo quedará probablemente por debajo del crecimiento de la población.
- Si se realizan las previsiones de producción, la disponibilidad total mundial de cereales en 1994/95 será suficiente para atender al aumento previsto del consumo, aunque es probable una merma de las reservas de trigo. En conjunto, no obstante, los remanentes mundiales de cereales al cierre de los años agrícolas nacionales que terminarán en 1995 permanecerían próximos al
nivel mínimo de seguridad determinado por la FAO.
5. ASISTENCIA EXTERIOR A LA AGRICULTURA
- Los datos disponibles para 1992 y 1993 muestran una tendencia continuada a la baja de los compromisos de asistencia exterior a la agricultura. Tras fluctuar en torno a 11 000 millones de dólares EE.UU. anualmente en 1980-85, los compromisos en términos reales tocaron techo en unos 12 000 millones de dólares en 1986, para descender después constantemente.
- En 1992, último año para el que se dispone de información completa, los compromisos totales a precios corrientes ascendieron a 11 300 millones de dólares, el 6,6 por ciento menos que en 1991. A precios constantes de 1985, los compromisos en 1992 sumaron aproximadamente 7 000 millones de dólares, lo que supone un descenso del 9 por ciento respecto al año anterior en términos reales, y un descenso del 42 por ciento en términos reales desde los niveles máximos de 1986.
- El componente de la asistencia exterior a la agricultura en condiciones de favor constituyó el 70 por ciento del total en 1992, cerca de los niveles de 1989 y 1990 pero por encima del 64 por ciento registrado en 1991.

- Los datos provisionales para 1993 revelan una nueva reducción de los compromisos multilaterales procedentes de todas las fuentes excepto la OPEP. La reducción total (21 por ciento bajo los niveles de 1992 a precios constantes de 1985) refleja sobre todo el descenso de los compromisos del Banco Mundial (-17 por ciento). La AIF, dependencia del Banco Mundial que concede préstamos sin interés, redujo sus compromisos hasta en un 60 por ciento, contrarrestando ampliamente una expansión del 24 por ciento en los compromisos del BIRF.
6. CORRIENTES DE AYUDA ALIMENTARIA EN 1993/94
- Los envíos de ayuda alimentaria en cereales durante 1993/94 (julio/junio) se estiman en 12,2 millones de toneladas (21 por ciento por debajo del nivel del año anterior, que fue de 15,1 millones de toneladas), lo que se debe principalmente al nivel más bajo de las asignaciones presupuestarias.
- De la ayuda alimentaria total en cereales en 1993/94, 7,5 millones de toneladas se destinaron a los países en desarrollo, frente a 10,8 millones en 1992/93. De hecho, el nivel de ayuda alimentaria en cereales facilitada en 1993/94 a los países en desarrollo fue el más bajo registrado desde 1975/76.
- Se prevé que la mayor parte del descenso corresponderá a Africa, donde según las proyecciones la ayuda alimentaria bajará de los 6,7 millones de toneladas registrados en 1992/93 a unos 3,5 millones de toneladas. Aunque las necesidades de ayuda alimentaria han disminuido considerablemente después de la emergencia producida por la sequía en el Africa austral, siguen sin cubrirse las necesidades de muchos países.
- Los envíos de ayuda alimentaria a los países de la CEI y de Europa oriental en 1993/94 se estiman en aproximadamente 4,7 millones de toneladas, frente a 4,4 millones enviados en 1992/93.
- Hasta julio de 1994, las promesas a la RAIE ascendían a 808 365 toneladas de productos alimenticios, de las cuales 635 798 en forma de cereales y 172 567 en forma de otros alimentos, niveles análogos a los del año anterior.
- Además de las aportaciones a la RAIE, hasta fines de julio de 1994 se habían prometido dentro de la subserie de recursos ordinarios del PMA 534 000 toneladas de cereales y de otros productos básicos para cubrir las necesidades de operaciones prolongadas de refugiados, en comparación con 830 000 toneladas prometidas en 1993.

- En marzo de 1994, las promesas totales a los recursos ordinarios del PMA para el bienio de 1993-94 se cifraban en 912 millones de dólares, cifra que representaba un 61 por ciento del objetivo de promesas fijado en 1 500 millones de dólares. En el anterior bienio 1991-92, las contribuciones totales ascendieron a 1 140 millones de dólares, es decir el 76 por ciento del objetivo de promesas de 1 500 millones de dólares.
7. PRECIOS AGRICOLAS INTERNACIONALES
- Tras un prolongado período de descenso constante, los precios internacionales de varios importantes productos agrícolas comerciales se reforzaron durante el cuarto trimestre de 1993. La tendencia continuó en la primera mitad de 1994.
- Los precios de la mayoría de los cereales se fortalecieron durante el cuarto trimestre de 1993. La tendencia alcista para el trigo se detuvo en enero, debilitándose en general los precios en la primera mitad de 1994 a consecuencia de la débil demanda de importaciones, la dura competencia entre los principales exportadores para acceder a los mercados disponibles y las perspectivas muy favorables respecto a las cosechas de 1994 en los principales países productores. El descenso mundial de la producción de cereales secundarios en 1993 determinó condiciones del mercado más apretadas y precios más fuertes para esos productos a fines de 1993 y principios de 1994. Los precios del arroz se elevaron rápidamente durante la segunda mitad de 1993 después de una cosecha anormalmente pobre y de la fuerte demanda de arroz de alta calidad en el Japón. Ulteriormente se debilitaron, como reflejo de las previsiones sobre mayor extensión de la superficie cultivada en varios países productores importantes, las mejores perspectivas para la cosecha de arroz de la segunda estación en Tailandia y los amplios suministros de arroz de calidad inferior.
- Los precios de semillas oleaginosas, aceites y tortas de aceite se elevaron en el segundo semestre de 1993, reflejando las previsiones de escasez de suministros. Una tendencia a la baja se registró más recientemente a causa de las mayores cosechas en América del Sur y de la contracción de la demanda de tortas de aceite. En julio de 1994 los aumentos de precios respecto a mediados de 1993 eran del 14 por ciento para la semilla de girasol y del 35 por ciento para la semilla de colza.
- Los precios del café aumentaron fuertemente en los últimos meses en atención a la escasez de suministros, debida en particular a la más grave helada en Brasil desde 1961 y a un descenso de la producción en Colombia. A fines de mayo, los precios se habían elevado hasta los niveles más altos en siete años. Tras una segunda helada fuerte en Brasil en junio, los precios del café siguieron subiendo en el mes de julio hasta más del triple de los alcanzados en julio de 1993. La retención de existencias de café por los países ACPC contribuyó también a que escasearan los suministros.

- Los precios del cacao subieron acusadamente, a causa de un aumento de la demanda de la Federación de Rusia, los países europeos y América del Norte, lo que puede dar lugar a que el consumo supere a la producción en 1993/94.
- Los precios mundiales del té bajaron a mínimos históricos durante los nueve primeros meses de 1993, tras una recuperación de los suministros en todos los países productores principales. Hubo una cierta recuperación desde octubre de 1993,
causada sobre todo por una fuerte sequía que redujo la producción de Kenya.
- Los precios del algodón se elevaron drásticamente el primer trimestre de 1994, ya que la insuficiencia generalizada de la producción mundial en 1993/94 redujo los suministros destinados a la exportación.
8. RELACION DE INTERCAMBIO AGRICOLA
- El reciente aumento de los precios internacionales de varios productos básicos de importancia económica para muchos países en desarrollo debe verse en el contexto de tendencias anteriores. En los años ochenta y primeros años noventa se había observado un constante deterioro tanto de la relación de intercambio como de la capacidad de compra de las exportaciones agrícolas. En 1992 la relación real de intercambio (o precios reales) de las exportaciones agrícolas de los países en desarrollo había descendido a menos del 60 por ciento de los niveles que tenía al comienzo del decenio de 1980.
- La tendencia al deterioro continuó en 1993, pues el aumento general de los precios de los productos básicos sólo se manifestó en el último trimestre del año. Para el conjunto del año, el índice de las Naciones Unidas de precios en dólares de las exportaciones agrícolas acusó un descenso del 6 por ciento respecto a los niveles de 1992. Para los países en desarrollo, el descenso fue del 3 por ciento. Por otro lado, el índice de precios combinados de artículos manufacturados y petróleo crudo bajó el 3 por ciento. Esto supone que los precios reales de las exportaciones agrícolas se deterioraron el 3 por ciento en el conjunto del mundo y se mantuvieron estacionarios para los países en desarrollo.

- La mejor manera de apreciar la importancia económica de la relación de intercambio es considerar las tendencias de los precios y de los volúmenes de las exportaciones agrícolas. El índice de ingresos en la relación de intercambio o poder adquisitivo de las exportaciones agrícolas tiene en cuenta ambas variables1. El cuadro general que presenta el ingreso en la relación de intercambio es también desfavorable para los países en desarrollo, aunque está sujeto a matizaciones. Primero, el poder adquisitivo se deterioró mucho menos que la relación real neta de intercambio después de los primeros años ochenta, lo que significa que los países en desarrollo pudieron compensar la baja de los precios agrícolas reales mediante mayores volúmenes de exportaciones. Segundo, las tendencias regionales fueron muy diversas. Las regiones del Lejano Oriente, Cercano Oriente y Africa del Norte ampliaron el poder adquisitivo de las exportaciones agrícolas por encima de los niveles de los primeros años ochenta a pesar de las tendencias adversas de los precios reales. La región de América Latina y el Caribe obtuvo peor resultado, ya que los mayores volúmenes de exportación no bastaron para compensar la baja de los precios reales. En el Africa subsahariana los precios reales y la capacidad adquisitiva de las exportaciones agrícolas se deterioraron paralelamente. En 1992, las exportaciones agrícolas del Africa subsahariana podían financiar teóricamente alrededor del 40 por ciento de los bienes manufacturados y del petróleo crudo que financiaban en 1979-81.
9. PESCA: CAPTURA, DESTINO Y COMERCIO
- Los datos provisionales para 1993 indican que el total mundial de capturas y cultivo de pescado y mariscos se cifró en unos 98 millones de toneladas, manteniéndose así en el nivel de 1992.
- Perú elevó su producción rápidamente de 6,8 millones de toneladas en 1992 a 8,4 millones de toneladas en 1993. Es previsible que la producción de China haya aumentado también sustancialmente en el mismo período. Entre otros grandes países productores, Chile y la Federación Rusa han informado sobre un descenso de la producción en 1993.
- La producción mundial de pescado de mar en 1992 se ha confirmado en 82,5 millones de toneladas, aproximadamente el nivel de 1991. Continuó el descenso en la producción de clupeidos, si bien este grupo siguió siendo el mayor entre las especies marinas, con capturas de 20,4 millones de toneladas. En virtud de las menores capturas de salmón migratorio, la producción total de salmón capturado y cultivado retrocedió en un 12 por ciento hasta 1,4 millones de toneladas, nivel alcanzado en 1989 y 1990.
- La producción mundial de pescado de aguas interiores siguió aumentando rápidamente en 1992, llegando a un total de 15,6 millones de toneladas, es decir el 5,5 por ciento por encima de la producción de 1991. La producción de carpas y barbos creció en un 11 por ciento hasta poco más de 7 millones de toneladas.
- Las estimaciones provisionales sobre destino de las capturas mundiales en 1993 apuntan a un descenso del 2 por ciento del pescado utilizado a consumo humano que se cifra en 69,2 millones de toneladas, después de un aumento de alrededor del doble de esa magnitud en 1992.

- En 1992, el comercio internacional de productos pesqueros creció ligeramente en valor, elevándose las exportaciones de 38 900 millones de dólares en 1991 a 40 300 millones en 1992. El volumen fue de 17 millones de toneladas de producto elaborado, con un descenso desdeñable en comparación con 1991.
- Las exportaciones de los países en desarrollo en 1992 fueron el 32 por ciento de sus capturas totales, en comparación con el 47 por ciento de los países desarrollados. Los países en desarrollo como grupo registraron una balanza comercial cada vez más positiva en los productos pesqueros, llegando a un excedente de 11 700 millones de dólares en 1992, a medida que las importaciones de productos de la pesca en los países desarrollados seguían creciendo firmemente. De hecho, en 1992 el valor de las exportaciones de pescado de los países desarrollados equivalía sólo a alrededor del 56 por ciento de sus importaciones.
10. PRODUCCION Y COMERCIO FORESTALES
La producción mundial de madera en rollo siguió aumentando en 1993, como reflejo de un crecimiento notable de la producción de leña y de madera rolliza industrial en los países en desarrollo. Por otra parte, descendió la corta de madera en las economías desarrolladas, manteniéndose muy por debajo del nivel máximo alcanzado en 1990.
- Como la demanda de productos de madera rolliza por las industrias elaboradoras de Europa occidental y Japón fue débil en 1993, hubo una nueva reducción de la corta de madera en la mayoría de los países de Europa oriental y en particular en la ex URSS. En cambio, los mercados norteamericanos siguieron recuperándose con fuerza.
- La preocupación por el medio ambiente y por la protección del hábitat de la fauna determinó una fuerte reducción de los suministros de madera de los bosques federales de las regiones pacíficas del noroeste en los Estados Unidos (de 20 millones de m3 en 1990 a 2 millones de m3 en 1993) y una acusada subida de los precios. Los mercados internacionales se vieron notablemente afectados, al ser los Estados Unidos el proveedor principal de trozas de coníferas y madera aserrada al gran mercado asiático de madera de construcción.
- La reducción de suministros de madera de regiones templadas a Asia dio lugar a una escalada sin precedentes de los precios, que favoreció las exportaciones de madera de plantaciones de Chile y Nueva Zelandia.

- Una merma adicional de los suministros resultó de nuevas restricciones sobre la corta de trozas tropicales en Malasia, Indonesia, Myanmar y Papua Nueva Guinea. Se elevaron así fuertemente los precios de las trozas tropicales, la madera aserrada y la contrachapada en el mercado asiático.
- A mediados de 1994, una corte federal estadounidense dictaminó que podía reanudarse parcialmente la corta en los bosques públicos protegidos del noroeste. El aumento resultante de la cosecha, hasta 5 millones de m3 previstos en 1996, puede ayudar a estabilizar los precios en los mercados nacionales estadounidenses y en los internacionales.
- La producción de madera aserrada descendió ligeramente por debajo de los niveles ya bajos de 1992; una recuperación en América del Norte se contrarrestó ampliamente con los descensos en otros mercados, particularmente en las ex repúblicas soviéticas.
- Al mejorar los mercados de los tableros de madera, la industria indonesia y malasia de contrachapados tropicales siguió creciendo. En la zona templada, hubo una apreciable expansión de la producción en América del Norte, junto con una ligera recuperación de la industria de tableros de partículas en Europa occidental.
- La producción de papel y cartón en 1993 aumentó marginalmente, sobre todo como reflejo de su crecimiento constante en Asia sudoriental, América del Norte y países escandinavos.
- La producción de pasta de madera se mantuvo estacionaria, pese a la mayor producción de papel, a causa del mayor uso de fibras recicladas por la industria. Ambas industrias siguieron afectadas por una rentabilidad y una tasa de utilización bajas.
- El valor del comercio mundial de productos forestales, según estimaciones, ha descendido levemente en 1993, en especial a causa de los precios deprimidos de la pasta y el papel. No obstante, el comercio de otros productos forestales principales ha crecido.
- Las mayores ganancias de la exportación de trozas tropicales en países asiáticos se debió a un fuerte aumento del valor unitario de exportación de las trozas, que compensó ampliamente la reducción de los volúmenes de los envíos. El valor de exportación de la madera aserrada y los contrachapados se elevó igualmente en esos países. Las políticas gubernamentales, en particular en Malasia e Indonesia, siguieron estimulando las exportaciones de productos madereros elaborados como madera aserrada, contrachapados, moldeados, muebles y elementos de mobiliario. Los países africanos continuaron aumentando sus exportaciones de madera tropical aserrada en lugar de trozas.
- El comercio de madera aserrada de coníferas siguió aumentando, aunque a menor ritmo que en 1992. Las exportaciones canadienses de madera de construcción a los Estados Unidos crecieron tanto en volumen como en valor. Los países escandinavos siguieron aumentando fuertemente sus exportaciones a Europa occidental, beneficiándose de una devaluación de sus monedas y del descenso de las exportaciones de la ex URSS.
- Se estima que el volumen del comercio mundial de pasta y productos de papel aumentó un 3 por ciento en 1993, gracias sobre todo a los mayores envíos de América del Norte y los países en desarrollo del Lejano Oriente. Sin embargo, el valor del comercio de estos productos descendió alrededor del 11 por ciento, debido a la depresión de los precios internacionales: los de algunos tipos de pasta de madera se redujeron hasta alrededor de la mitad de sus niveles de 1989.


