SIMPOSIO DE LA FAO
SOBRE
LA AGRICULTURA, EL COMERCIO Y LA SEGURIDAD ALIMENTARIA:
CUESTIONES Y OPCIONES PARA LAS PROXIMAS NEGOCIACIONES DE LA OMC DESDE LA PERSPECTIVA DE LOS PAISES EN DESARROLLO


Ginebra, 23-24 de septiembre de 1999

II a SESION a:

Experiencia relativa a la aplicaci�n del Acuerdo sobre la Agricultura de la Ronda Uruguay - la experiencia relativa a los mercados mundiales de productos agropecuarios

Documento No. 2

Novedades en los mercados mundiales de productos agropecuarios, 1995-1998

Servicio de Pol�ticas y Proyecciones de Productos B�sicos
Direcci�n de Productos B�sicos y Comercio


Indice


I. Introducci�n y resumen

1. En el presente documento se analizan las novedades ocurridas en los mercados de productos agropecuarios durante el per�odo comprendido entre 1995 y 1998, y se examina si han habido cambios de importancia que pueden atribuirse a la aplicaci�n del Acuerdo sobre la Agricultura (AsA) de la Ronda Uruguay (RU). El an�lisis abarca los productos que por lo general han estado sujetos a niveles altos de protecci�n y ayuda (por ejemplo, los cereales, los productos c�rnicos y l�cteos, y el az�car) as� como algunos productos que han enfrentado obst�culos menores, tales como los productos tropicales primarios (caf�, cacao, t�).1 A rengl�n seguido se analizan los cambios producidos en la variabilidad de los precios de determinados productos durante el mismo per�odo.

2. Con respecto al comercio y a los precios de algunos productos, el per�odo de 1995-98 fue razonablemente activo y, en algunos casos, la resistencia de los mercados se debi� en parte a la aplicaci�n de los compromisos de la RU. Es lo que pas� principalmente con los cereales y la carne, en los que han influido algo las reducciones de las subvenciones a la exportaci�n, la oportunidad de compromisos en materia de acceso m�nimo y la demanda impulsada por los ingresos. Los precios de muchos productos aumentaron durante el per�odo porque las existencias hab�an disminuido, debido en parte a una gradual disminuci�n de la intervenci�n de los gobiernos en los mercados de productos agropecuarios. Sin embargo, en el caso de los otros productos agr�colas principales, los acontecimientos de 1995-98 han tenido que ver m�s con factores especiales, tales como las condiciones atmosf�ricas, la fase del ciclo de los productos o la evoluci�n en otros mercados, por ejemplo de productos sint�ticos o productos competidores.

3. La debilidad de muchos precios agr�colas en 1998 destaca el papel importante de otros factores, tales como las crisis financieras y la consiguiente desaceleraci�n econ�mica que ha afectado a muchos pa�ses. Sin embargo, la tendencia hacia la liberalizaci�n y la funci�n reducida de los gobiernos en los mercados de productos b�sicos - debidas o no a la RU - tambi�n han tenido su parte en los �ltimos acontecimientos.

II. An�lisis de producto por producto

Trigo

4. Durante el per�odo 1995-98, la producci�n mundial de trigo fue alrededor de un 10 por ciento superior a la media de 1984-94, mientras que tanto el comercio como las existencias iniciales mundiales eran inferiores a la media (Cuadro 1 y Figura 1). Los precios mundiales aumentaron fuertemente en 1995-96, a causa de las malas cosechas consecutivas obtenidas en 1994 y 1995 y los bajos niveles de las existencias de los principales pa�ses exportadores. Esto �ltimo se debi� principalmente a la pol�tica de reducci�n de las existencias remanentes, relacionada con la adopci�n, por parte de algunos pa�ses, de pol�ticas orientadas al mercado coherentes con la RU. Adem�s, las subvenciones a la exportaci�n descendieron muy por debajo de los compromisos de la RU (en 1995, se utiliz� s�lo un 6 por ciento del total permitido). El aumento de los precios caus� una fuerte expansi�n de la producci�n en 1996 y 1997, lo cual llev� a una reposici�n de las existencias y a la ca�da de los precios. Pese al descenso registrado en 1997 y 1998, los precios del per�odo 1995-98 fueron cerca de un 9 por ciento m�s altos que la media de 1984-94.

Cereales secundarios

5. Durante el per�odo 1995-98, la producci�n y el comercio mundiales de cereales secundarios fueron superiores en un 7 y 2 por ciento, respectivamente, a la media de 1985-94. Por otro lado, las existencias remanentes de apertura de ejercicio fueron inferiores hasta en un 28 por ciento a la media del decenio anterior. Durante 1995-98, los precios de exportaci�n del ma�z de los Estados Unidos y la Argentina fueron superiores a la media anterior a la RU.

6. Los precios mundiales de los cereales secundarios subieron much�simo en 1995-96. El aumento puede explicarse por una disminuci�n del 10 por ciento de la producci�n - debida a una combinaci�n de mal tiempo y medidas de pol�tica - justo en el momento en que hab�an disminuido las existencias y la demanda estaba firme. Adem�s, durante 1995, las importaciones del Jap�n, la Rep�blica de Corea y Tailandia, superaron los niveles de sus contingentes, y los miembros de la OMC utilizaron s�lo el 27 por ciento de su cuant�a l�mite de subvenciones a la exportaci�n, lo que ejerci� una ulterior presi�n sobre los precios. A ra�z del fuerte aumento de los precios, la producci�n de cereales secundarios se recuper� durante el per�odo 1996-97 y la demanda se debilit�, lo que caus� el descenso de los precios. Algunas disminuciones recientes de los precios pueden atribuirse a la demanda relativamente d�bil de productos pecuarios, debida en parte a la crisis financiera asi�tica.

Arroz

7. En comparaci�n con el promedio de 1985-94, en 1995-98 la producci�n de arroz (en su equivalente elaborado) aument� en un 12 por ciento (41 millones de toneladas), el comercio en un 70 por ciento, y las existencias descendieron en un 7 por ciento. Los precios del arroz tailand�s de grano largo fueron muy superiores a los del per�odo anterior y se mantuvieron as� en 1998. Lo mismo d�gase del arroz de grano largo de los Estados Unidos y del tailand�s de grano quebrado.

8. Ser�a desacertado atribuir la dificultad de los mercados mundiales de arroz durante 1995-98 totalmente a la RU, porque tambi�n intervinieron otros factores. Por ejemplo, el fuerte aumento de los precios registrado en 1994 y parte de 1995 estuvo relacionado principalmente con la sequ�a en Jap�n. Un cierto debilitamiento de los precios durante 1996 y 1997 se debi� a una mejora general de la producci�n en todos los principales pa�ses importadores. En cambio, los aumentos registrados en 1998 obedecieron a las malas cosechas obtenidas en los principales pa�ses importadores de Asia sudoriental y Am�rica del Sur, debidas a las anomal�as meteorol�gicas relacionadas con El Ni�o, lo cual compens� la baja de los precios causada por la crisis financiera asi�tica.

Az�car

9. Hablando en general, no se preve�a que la RU tuviera un efecto significativo en la econom�a mundial del az�car porque las concesiones sobre el acceso a los mercados otorgadas por los principales pa�ses desarrollados consumidores eran limitadas. La reducci�n de las exportaciones subvencionadas no deb�a tener un gran efecto ya que representaban s�lo el 5 por ciento del comercio mundial. El est�mulo principal para el comercio del az�car deb�a venir de las reducciones arancelarias en los pa�ses en desarrollo. Se preve�a que la producci�n, el comercio y los precios ser�an ligeramente superiores, pero por razones no necesariamente relacionadas con el AsA. Durante 1995-98, la producci�n, el comercio, las existencias y los precios mundiales del az�car superaron los valores del per�odo 1985-94, anterior a la entrada en vigor del acuerdo de la RU. No obstante, gracias a las cosechas abundantes obtenidas nuevamente el a�o pasado, los precios disminuyeron significativamente en 1998.

10. El aumento de la producci�n y de las existencias se debi� a los precios al productor relativamente favorables, mientras que el crecimiento econ�mico y, a veces, los precios de consumo subvencionados estimularon la demanda y el comercio. La d�bil demanda de importaci�n registrada en 1998 en la Federaci�n de Rusia, China y algunos otros pa�ses de Asia afectados por la crisis financiera, junto con las abundantes cosechas obtenidas en 1998-99, provocaron un descenso notable de los precios en 1998. La mayor disponibilidad del Brasil, debida a la devaluaci�n de su moneda, exacerb� ulteriormente la situaci�n de la oferta excesiva y llev� los precios mundiales a sus niveles m�s bajos en 20 a�os. Durante el decenio de 1985-94 la estabilidad de los precios tend�a a mejorar, salvo a finales de los a�os ochenta, cuando se sinti� todo el impacto de la terminaci�n de las disposiciones econ�micas del Convenio Internacional del Az�car.

Grasas y aceites

11. En 1995-98, la producci�n y el comercio mundiales de grasas y aceites superaron significativamente los niveles del per�odo 1985-94. Aunque los precios disminuyeron respecto al nivel m�ximo alcanzado en 1994, en 1995-98 fueron superiores a los del decenio anterior.

12. Se preve�a que la RU dar�a un ligero impulso a la producci�n y el comercio, en parte a causa de la disminuci�n de las subvenciones a la exportaci�n, y en parte a causa de los efectos del aumento de los ingresos en la demanda. Se preve�a principalmente un impulso a la producci�n y a las exportaciones de aceites de palma y almendra de palma en Asia sudoriental y, en menor medida, de aceite de soja en Am�rica del Sur.

Harinas oleaginosas

13. En 1995-98 la producci�n y el comercio mundiales de harinas oleaginosas fueron muy superiores a los niveles alcanzados en 1985-94. No se preve�a que la RU tuviera un efecto directo significativo en los vol�menes y en los precios porque las harinas oleaginosas ya se comercializaban con algunas distorsiones importantes, pero s� algunos efectos indirectos relativamente peque�os debidos a los cambios previstos en los productos pecuarios y los piensos. Los aumentos en la producci�n, los precios y el comercio en 1995-98 se debieron principalmente a una continua expansi�n de la demanda del sector ganadero y al impulso de la demanda debido al aumento de los precios de los cereales forrajeros en 1995-96. Las perspectivas a corto plazo indican una baja de los precios a los niveles anteriores a1995 a causa del aumento de la producci�n de 1998. En efecto, en 1998 se produjeron algunos descensos significativos de los precios. A plazo medio, se prev� una demanda continua bastante fuerte, pero moderada por los efectos de la desaceleraci�n del crecimiento econ�mico en el sector ganadero de Asia meridional y oriental.

Carne

14. La producci�n, el comercio y los precios de la carne bovina estuvieron por lo general por debajo de la tendencia durante el per�odo 1995-98, y la producci�n y los precios por debajo de los promedios del decenio anterior. La mayor parte de la disminuci�n de los precios se debi� a factores tales como la crisis de la encefalopat�a espongiforme bovina (EEB) y otros factores de p�nico que deprimieron la demanda de carne de bovino. Antes de la RU, las subvenciones a la exportaci�n y los obst�culos no arancelarios predominaban m�s en el mercado mundial de carne de bovino, y los compromisos del AsA en materia de subvenciones a la exportaci�n y acceso a los mercados eran m�s fuertes que para otros tipos de carne.

15. Antes de la RU, la Comunidad Europea (CE), el segundo exportador mundial de carne, utilizaba las subvenciones a la exportaci�n para casi todos sus env�os de carne de bovino. Actualmente, las exportaciones de carne de bovino de la CE se ven limitadas por l�mites m�ximos tanto para el volumen subvencionado como para los niveles de compromiso en materia del valor, lo cual hace pensar que sin esas limitaciones la CE realizar�a m�s env�os subvencionados y los precios mundiales de la carne de bovino ser�an m�s bajos. La reciente reposici�n de las existencias de la CE, despu�s de haber quedado casi eliminadas antes de la aplicaci�n de la RU, confirma el papel importante que ha desempe�ado la RU en la limitaci�n del volumen de los suministros subvencionados en los mercados mundiales.

16. Las oportunidades de acceso a contingentes para la carne de bovino superan, con mucho, a las de los otros tipos competidores de carne tomados conjuntamente. Por consiguiente, se preve�a que los compromisos mejorados en materia de acceso a los mercados, principalmente en los Estados Unidos y la Rep�blica de Corea, impulsar�an tanto el comercio como los precios de la carne de bovino. En cambio, el comercio y los precios se debilitaron en 1996 y principios de 1997, debido a la disminuci�n de la demanda relacionada con los problemas sanitarios. Esta situaci�n se vio ulteriormente agravada en 1997 y 1998 por las crisis financieras registradas en Asia, Rusia y otras partes. La desaceleraci�n general de la producci�n de carne de bovino fue la consecuencia de la reducci�n de escala de los sectores de la carne en muchos pa�ses en transici�n.

17. En el caso de la carne de cerdo, los precios de 1995-98 eran significativamente inferiores a la media de 1985-94, mientras que el comercio y la producci�n mundiales eran superiores a la media. Se supon�a que el AsA impulsar�a el comercio y los precios en base a la mejora de los compromisos en materia de acceso a los mercados y de las disciplinas sobre la utilizaci�n de las subvenciones a la exportaci�n.

18. En 1995, y especialmente en 1996, el comercio se vio impulsado por la disminuci�n de los precios m�nimos de importaci�n ("precios en compuerta") y de los aranceles en el Jap�n y la considerable cantidad de compras realizadas por la Federaci�n de Rusia. Posteriormente, sin embargo, el aumento de los vol�menes de importaci�n japonesa activ� la cl�usula de salvaguardia especial, dando como resultado precios de compuerta mucho m�s altos, que redujeron las importaciones. Los fuertes aumentos del comercio mundial de carne de cerdo disminuyeron en 1997 y 1998 debido al p�nico provocado por algunas enfermedades y a la desaceleraci�n econ�mica, que deprimieron la demanda de importaciones en Asia. Las existencias sin precedentes de carne de cerdo en los principales pa�ses exportadores ejercieron una ulterior presi�n a la baja sobre los precios en 1998.

19. El AsA concedi� una cierta flexibilidad en la utilizaci�n de las subvenciones a la exportaci�n, que la CE aprovech� para refinanciar la parte no utilizada de los compromisos en materia de carne de cerdo, exportando en 1998/99 m�s de lo que su l�mite m�ximo hubiera permitido, ejerciendo tal vez una presi�n a la baja ulterior sobre los precios mundiales de la carne de cerdo.

20. En el sector de la carne de ave, la producci�n y el comercio mundiales de 1995-98 fueron significativamente superiores a los promedios del decenio anterior, aunque los precios fueron inferiores a la media. Se supon�a que el efecto principal de la RU ser�a el de fortalecer de alguna manera los precios, debido al aumento de los ingresos y de los precios de los piensos y a la disminuci�n de las subvenciones a la exportaci�n. Entre los sectores de carne, el n�mero menor de compromisos en materia de acceso a los mercados fue para el sector av�cola. En general, la pujanza de este sector no puede atribuirse a la RU. En el per�odo 1995-98, casi el 80 por ciento del aumento del comercio se atribuy� m�s bien a la creciente demanda de Rusia y China - que no son miembros de la OMC.

21. Con respecto a la carne de oveja, la producci�n, el comercio y los precios fueron superiores a los niveles de 1984-94. No se supon�a que la RU tuviera mucho efecto en la producci�n y el comercio, aunque se preve�a que los precios ser�an m�s firmes. Las oportunidades de acceso a contingentes en este sector se deben casi totalmente a la transformaci�n de los anteriores acuerdos de acceso de la CE. Al parecer, en los Estados Unidos el comercio experiment� alg�n impulso despu�s de la abolici�n de la ley de importaci�n de carne, pero ello se vio contrarrestado por una evoluci�n negativa del mercado en otros pa�ses, independientemente de la RU.

Leche

22. Con respecto a la leche y a los productos l�cteos, se preve�an pocos cambios en el volumen de la producci�n y el comercio mundiales como consecuencia del AsA, pero se supon�a que los precios ser�an ligeramente m�s altos a causa de los compromisos de acceso m�nimo y la disminuci�n de las subvenciones a la exportaci�n. Durante el per�odo 1995-98, la producci�n y el comercio fueron superiores a los de 1985-94, debido principalmente, por un lado, a la continua disminuci�n de la producci�n en la Comunidad de Estados Independientes (CEI) y, por otro, al aumento de la producci�n en Australia, Nueva Zelandia y en varios pa�ses en desarrollo de Asia y Am�rica Latina.

23. Durante 1995-98 , los precios fueron superiores en mayor o menor medida a los niveles anteriores al AsA, incluso los de la leche desnatada en polvo, la mantequilla y el queso. Los precios del queso en los mercados mundiales se vieron favorecidos en alguna medida por la disminuci�n de las subvenciones a la exportaci�n. Sin embargo, los de la mayor�a de los otros productos se vieron afectados por factores externos a la RU, ya que, en la mayor�a de los casos, los compromisos en materia de reducci�n de las subvenciones a la exportaci�n se cumplieron en el marco de las pautas comerciales de ese per�odo. En particular, los precios de la mantequilla se han visto influenciados por los niveles mucho m�s bajos de los excedentes de los �ltimos a�os - en comparaci�n con los de comienzos de los a�os noventa - as� como por la fuerte demanda de importaci�n de la Federaci�n de Rusia. A partir de 1998, los precios internacionales de los productos l�cteos han bajado como consecuencia de la disminuci�n de la demanda, debido a la desaceleraci�n econ�mica que tuvo lugar en Asia sudoriental, la Federaci�n de Rusia y el Brasil, importantes importadores netos de productos l�cteos.

24. Los productos l�cteos han sido objeto de dos casos propuestos a la OMC: uno sobre el sistema canadiense para la fijaci�n de precios de la leche (que, seg�n los opositores, constituye una subvenci�n cruzada a las exportaciones por v�a de los altos ingresos del mercado interno), y el otro sobre las importaciones de mantequilla para untar de Nueva Zelandia a la CE.

Bananas

25. El volumen de las exportaciones de banana en 1995-98 fue superior a los niveles de 1985-94. Durante el per�odo 1985-94, la tendencia del comercio mundial hab�a sido fuertemente ascendente, particularmente debido a que los niveles de los env�os a la CE hab�an sido excepcionalmente altos en el per�odo anterior a la entrada en vigor, a mediados de 1993, del r�gimen de mercado com�n para las bananas, en el que los pa�ses trataron de establecer los contingentes antes de la entrada en vigor de los contingentes arancelarios de la CE. Desde entonces, el comercio mundial sigui� creciendo seg�n la tendencia. La disminuci�n de las importaciones de la CE coincidi� con un crecimiento m�s r�pido de las exportaciones a otras regiones y pa�ses, principalmente Europa oriental, la CEI y China.

26. Tres mercados (los Estados Unidos, la CE y el Jap�n) representan m�s de dos terceras partes de las importaciones mundiales de banana. Los Estados Unidos, el mercado mundial m�s grande de importaci�n de banana, no aplica derechos ni restricciones cuantitativas a las importaciones de ese producto. El Jap�n tampoco, pero s� un arancel de importaci�n de temporada. Como consecuencia de sus compromisos adquiridos en virtud de la RU, los derechos arancelarios impuestos a la naci�n m�s favorecida (NMF) van disminuyendo gradualmente; sin embargo, pr�cticamente todas las importaciones de banana del Jap�n se realizan a trav�s de aranceles aduaneros preferenciales m�s bajos que los derechos arancelarios impuestos a la NMF. El efecto de la RU en el mercado del banano se hab�a previsto principalmente en relaci�n con el acuerdo marco de la CE, incluidos sus contingentes arancelarios.

27. A trav�s del mecanismo de soluci�n de diferencias, la RU ha tenido un importante efecto indirecto en la econom�a mundial del banano. En base a los casos planteados por los Estados Unidos y el Ecuador contra la CE, el Grupo sobre la Soluci�n de Diferencias (GSD) descubri� que el r�gimen de importaci�n de bananas de la CE violaba diversas secciones del GATT, particularmente el Art�culo XIII y tambi�n algunos elementos del AGCS. El GSD estableci� que debido al r�gimen de importaci�n de bananas de la CE los Estados Unidos hab�an sufrido p�rdidas por 191,4 millones de d�lares EE.UU. Esta resoluci�n permiti� a los Estados Unidos imponer aranceles por un total equivalente a una serie de productos de la CE. Actualmente, la CE est� tratando de adoptar un r�gimen de importaci�n de banana compatible con la OMC.

28. Aunque la CE todav�a no ha decidido otra pol�tica de importaci�n de banana, un r�gimen revisado podr�a dar la posibilidad de que algunos pa�ses en desarrollo vendan m�s fruta al mercado de la CE, aumentando de ese modo sus ingresos de exportaci�n. Al mismo tiempo, podr�a quitar algo de la protecci�n que el sistema actual ofrece a otros pa�ses en desarrollo que, a su vez, podr�an perder alguna parte del mercado y los correspondientes ingresos de exportaci�n.

C�tricos

29. La RU no ha tenido un efecto importante a corto plazo en el comercio mundial de c�tricos frescos. Mientras las exportaciones hab�an crecido a un promedio anual de 7 por ciento en el per�odo 1991-94, en el per�odo 1994-1997 crecieron s�lo en un 1 por ciento.

30. En la CE, el importador mundial m�s grande de c�tricos frescos, el AsA determin� una transformaci�n del r�gimen de importaci�n de frutas y hortalizas. El nuevo r�gimen ha sustituido los precios de referencia y derechos compensatorios anteriores por precios de acceso y equivalentes arancelarios m�ximos. Sin embargo, el sistema nuevo funciona de manera semejante (aunque no exactamente id�ntica) al anterior, y los precios de acceso para los c�tricos se fijaron a niveles semejantes a los de los precios de referencia anteriores (salvo para las naranjas, para las que el precio de entrada se establecieron a un nivel superior al del precio de referencia anterior). Como consecuencia, no ha habido cambios importantes en las importaciones totales de c�tricos de la CE despu�s de la RU.

31. En el marco del AsA, los Estados Unidos reducir�n el arancel de importaci�n de la NMF del zumo de naranja concentrado y congelado (ZNCC) en un 15 por ciento para el a�o 2000. Hasta ahora, esta concesi�n no ha tenido, sin embargo, ning�n efecto importante en el ZNCC. Las "nuevas" plantaciones realizadas en el estado de Florida para reemplazar las plantaciones perdidas por las heladas a mediados de los a�os ochenta han alcanzado la plena maduraci�n y, en consecuencia, se han obtenido cosechas abundantes en las �ltimas campa�as. Al aumentar la producci�n de zumo de naranja en los Estados Unidos, la demanda de importaciones ha disminuido.

32. A plazo m�s largo, los efectos principales de la RU en el comercio mundial de c�tricos podr�an verse a trav�s del Acuerdo sobre la Aplicaci�n de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (MSF). El proceso actual de armonizaci�n de los procedimientos de prueba puede dar lugar a un comercio m�s libre y deber�a beneficiar a las exportaciones de c�tricos. Ultimamente, algunos de los principales pa�ses importadores han convenido en eliminar las prohibiciones a las importaciones de c�tricos que se basaban en razones fitosanitarias, por haberse demostrado que los riesgos eran muy limitados. Por ejemplo, el Jap�n ha aceptado los protocolos de importaci�n para las mandarinas australianas, mientras que el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos ha propuesto que se permitieran las importaciones de c�tricos de la Argentina. En la CE, contin�an las negociaciones sobre la aplicaci�n de las MSF con la Argentina y el Uruguay, con vistas a abrir a�n m�s el mercado de la CE a los c�tricos de esas destinaciones.

Bebidas tropicales

33. Los vol�menes de la producci�n y el comercio del caf� en 1995-98 fueron ligeramente superiores a los niveles de 1985-94. Los precios del caf� hab�an estado en una pronunciada tendencia a la baja desde mediados de los a�os ochenta hasta 1993, cuando los da�os causados a los cultivos por las condiciones atmosf�ricas dieron lugar a una grave escasez. No se preve�a que la RU influyera mucho ya que el comercio del caf� estaba exento de obst�culos no arancelarios y los aranceles eran en general bajos. La evoluci�n de los precios en 1995-98 se debi�, pues, principalmente al car�cter c�clico del cultivo y a la incidencia de las heladas en el Brasil, as� como, en alguna medida, al sistema de retenci�n de exportaciones.

34. La situaci�n del cacao refleja de cerca la del caf�, con una producci�n y un comercio mundiales ligeramente superiores a los valores de 1985-94. La trayectoria de los precios hab�a estado igualmente en fuerte declinaci�n durante el decenio anterior a la firma del Convenio Internacional del Cacao en 1993. Se supon�a que la RU tendr�a s�lo un peque�o efecto positivo en el comercio y los precios debido al aumento de los ingresos. Por lo tanto, los precios m�s bien altos registrados en 1995-98 se debieron principalmente a una recuperaci�n c�clica de los precios a ra�z del nuevo convenio del cacao y a las preocupaciones que hab�a en algunos de los principales pa�ses proveedores sobre las limitaciones de la producci�n.

35. Con respecto al t�, la producci�n y el comercio mundiales fueron superiores a los niveles de 1985-94, pero los precios fueron inferiores a la media de 1985-94. Se supon�a que la RU tendr�a pocas repercusiones en la econom�a mundial del t� porque los aranceles de importaci�n ya eran bajos o nulos en los principales mercados de importaci�n. No obstante, queda un margen para un cierto crecimiento en los mercados en expansi�n de los pa�ses en desarrollo. La actual crisis econ�mica mundial ha inhibido algo el crecimiento.

Materias primas agr�colas

36. Por lo general, las materias primas agr�colas se comercializan con pocas restricciones arancelarias, y no se han visto afectadas directamente por los acuerdos de la RU. El algod�n, el caucho, las pieles y cueros, as� como las fibras naturales tales como el yute no han experimentado directamente cambios significativos. Muchas de estas materias tienen precios bajos, a causa, en algunos casos como el caucho y las pieles y cueros, de las dificultades econ�micas con que tropezaron algunos importadores el a�o pasado o en los dos �ltimos a�os, y en otros, como el algod�n y el yute, de factores c�clicos relacionados con los altos niveles de producci�n y de la acumulaci�n de existencias registrados en los �ltimos a�os.

37. Sin embargo, los productos fabricados con esas materias primas se ver�n afectados, en algunos casos bastante significativamente, por los acuerdos de la RU. Es probable que el Acuerdo sobre los Textiles y el Vestido (ATV), en particular, determine un aumento considerable del comercio de textiles y, por consiguiente, cambios en la estructura geogr�fica del comercio del algod�n. Deber�a producirse alg�n incremento en la demanda global de algod�n, pero es improbable que suceda nada antes de que se aplique plenamente el acuerdo en el 2005. Adem�s, han disminuido los derechos de importaci�n de algunos productos de cuero, particularmente el calzado. Tambi�n es probable que esto influya en la estructura del intercambio, ya que la elaboraci�n se concentra principalmente fuera de los pa�ses consumidores, pero puede determinar alg�n aumento de la demanda de esos productos y, por consiguiente, de la de pieles y cueros.

38. En el per�odo 1995-98, la producci�n, el comercio y los precios mundiales del algod�n fueron superiores a los niveles de 1985-94. La debilidad de los precios del algod�n desde 1997 a 1998 ha tenido que ver m�s con la competencia de las fibras artificiales y sint�ticas fabricadas en China y la India, el aumento de las existencias de algod�n, y la crisis financiera asi�tica, que con la eliminaci�n progresiva del Acuerdo multifibras (AMF), en particular.

39. Mientras los vol�menes del comercio del yute se mantuvieron en niveles semejantes a los alcanzados en 1985-94, la producci�n fue inferior. El yute no se incluy� en el AsA, y se supon�a que los cambios que se hubieran producido en la industria de ese producto a causa de la RU estar�an relacionados principalmente con el acceso mejorado de las fibras sint�ticas, como consecuencia de la aplicaci�n del ATV. Al aumento de los precios en 1995-96 han seguido precios extremadamente bajos desde 1997 hasta 1998-99.

40. La producci�n, el comercio y los precios del caucho en1995-98 fueron superiores a los de 1985-94. Esto no se debi� a la RU, porque el caucho ya se comercializaba sin restricciones y se estimaba que los efectos del aumento de los ingresos en la demanda de autom�viles y, por consiguiente, de caucho ser�an limitados en cuanto al incremento de los precios. La relativa firmeza de los precios en 1995 y 1996 se atribu�a al fortalecimiento de la demanda de importaci�n de caucho en los principales pa�ses exportadores de autom�viles, aunque los precios descendieron en 1998 y se han mantenido d�biles debido al aumento de las existencias y a los efectos de la crisis asi�tica.

III. An�lisis de los cambios en la inestabilidad de los precios agr�colas

41. En esta secci�n se analiza la variabilidad de los precios agr�colas internacionales en el per�odo 1995-98 en comparaci�n con el per�odo 1990-94, inmediatamente antes de la entrada en vigor del AsA de la RU. El an�lisis se centra en la inestabilidad de los precios en el per�odo de un a�o, en base a los datos sobre los 48 meses de 1995-98 comparados con los de 1990-94. Los resultados pueden verse en el cuadro 2.

42. La variabilidad de los precios internacionales mensuales, calculada por los coeficientes de variaciones ocurridas dentro del a�o, se distribuye bastante uniformemente entre todos los productos agropecuarios; algunos (13 productos) fueron m�s altos en 1995-98 que en 1990-94, mientras que otros (12) fueron m�s bajos. No ha habido una tendencia general y, aunque algunos de los cambios pudieran parecer estad�sticamente importantes, no se pueden explicar totalmente por la entrada en vigor de la RU. En el caso de los cereales, hubo aumentos significativos en los coeficientes de variaciones del trigo, el ma�z y una variedad de arroz. Esto vale tambi�n para la carne y algunos aceites vegetales. Aunque estos aumentos pudieran no atribuirse directamente a la entrada en vigor de la RU, pueden explicarse en parte por las pol�ticas agr�colas orientadas al mercado y compatibles con RU adoptadas en los principales pa�ses exportadores de cereales, que han determinado una disminuci�n de las existencias y una mayor inestabilidad de los precios. En la mayor�a de los otros productos, la inestabilidad de los precios disminuy�.

IV. Conclusiones

43. De los an�lisis precedentes surgen dos conclusiones importantes.

44. Primero, la coyuntura razonablemente favorable del mercado para algunos productos agropecuarios registrada en la segunda mitad de los a�os noventa puede atribuirse en parte a la RU. Esto es verdad principalmente para los sectores de los cereales y de la carne en los que el auge se debi� a la disminuci�n de las subvenciones a la exportaci�n, la oportunidad de acceso m�nimo, la disminuci�n de la intervenci�n en el mercado y, por consiguiente, la disminuci�n de las existencias, y el efecto del aumento de los ingresos. Sin embargo, para la mayor�a de los otros productos agropecuarios, las repercusiones de la RU en el volumen del comercio y el nivel de los precios fueron probablemente insignificantes. Los hechos registrados en 1998 muestran en qu� medida los mercados de productos agropecuarios se ven afectados por los cambios repentinos producidos en las condiciones atmosf�ricas o econ�micas, que pueden contrarrestar los efectos m�s graduales relacionados con las transformaciones estructurales, como los atribuidos a la RU.

45. Segundo, hay pocos indicios de que se hayan producido desde 1995 cambios importantes en la inestabilidad - dentro del a�o - de los precios mundiales. Sin embargo, los expertos opinan que es probable que durante los pr�ximos a�os, mientras las pol�ticas se van ajustando al nuevo entorno comercial, los precios sean inestables.2 En comparaci�n con la situaci�n del pasado, las perspectivas indican un nuevo marco comercial caracterizado por una disminuci�n general de las existencias; pero es probable que los mercados sean m�s resistentes debido a una reacci�n m�s r�pida a las crisis de producci�n o de demanda. Por lo tanto, no se ve con claridad si en el futuro la inestabilidad de los precios ser� mayor o menor o si la probabilidad de los precios de punta ser� mayor o menor. La variabilidad de los precios en el nuevo entorno depender� de varios factores, entre ellos el efecto del cumplimiento de los compromisos acordados en el marco de la RU, as� como de otros factores que influyen sobre la evoluci�n del mercado.

Cuadro 1. Promedio de la producci�n, el comercio y los precios mundiales de los productos agropecuarios en 1985-94 y 1995-98.

  Producci�n Comercio Existencias Precios
  ...... millones de toneladas........ d�lares EE.UU. tonelada, nominal
Trigo1 1985-94 538 96 143 140
  1995-98 588 94 118 166
Cereales secundarios 1985-94 825 90 167 102
  1995-98 885 91 130 125
Arroz (elaborado) 1985-94 337 13 58 258
  1995-98 378 22 54 330
Az�car 1985-94 107 28 36 205
  1995-98 124 35 43 252
Grasas y aceites 1985-94 74.6 26.9   490 a/
  1995-98 96.2 43.6   592
Harinas oleaginosas 1985-94 124.1 57.1   206 b/
  1995-98 152.7 72.8   228
Carne de bovino 1985-94 54.0 5.81   2575
  1995-98 42.1 6.7   1831
Carne de cerdo 1985-94 68.6 4.1   3077
  1995-98 80.8 5.7   2532
Carne de ave 1985-94 40.3 2.8   1009
  1995-98 57.8 6.7   881
Carne de oveja 1985-94 6.8 0.87   2708
  1995-98 7.3 0.88   3151
Leche 1985-94 529 53.1   1386 c/
  1995-98 543 63.6   1867
Caf� 1985-94 5.9 4.5   2221
Cacao 1995-98 6.0 4.6   2662
Cacao 1985-94 2.4 1.8   1524
  1995-98 3.0 2.0   1546
T� 1985-94 2.5 1.1   1901
  1995-98 2.8 1.2   1882
Bananas 1985-94 47.2 8.4   561
  1995-98 57.9 11.7   590
Yute 1985-94 3.6 0.4   334
  1995-98 3.2 0.4   344
Algod�n 1985-94 19.2 5.8   1498
  1995-98 19.2 5.8   1785
Caucho 1985-94 5.3 3.5   918
  1995-98 6.6 4.8   1226

a/ Aceite de soja b/ Harina de soja c/ PMS
1 Trigo rojo duro de invierno No.2; cereales secundarios, ma�z amarillo No.2 de los Estados Unidos; arroz Thai elaborado 100%; az�car crudo CAI. Los precios del trigo y los cereales secundarios corresponden a los a�os de julio a junio.
Cuadro 2. Coeficientes de variaci�n de los precios mensuales nominales (por ciento)*

  Promedio de 1990-94 Promedio de 1995-98
Trigo (RDI2) 6.8 7.9
Ma�z (amarillo2 EE.UU.) 5.3 12
Arroz (Thai 100) 10.3 8.6
Arroz (Thai A1) 7.6 9.7
Az�car blanco 7.9 7.0
Az�car crudo (CAI) 11.0 8.4
Aceite de soja 5.5 5.3
Aceite de palma 9.2 4.6
Aceite de girasol 6.1 8.3
Aceite de colza 5.2 5.9
Leche desnatada en polvo 11.7 5.4
Leche entera en polvo 9.8 5.1
Mantequilla 9.1 9.5
Queso 10.6 2.4
Bovino 4.8 5.8
Cordero/carnero 4.7 8.8
Cerdo 10.9 11.0
Ave 4.4 5.0
Caf� 14.4 12.0
Cacao 9.9 5.0
T� 10.8 11.2
Algod�n 7.2 6.4
Caucho 7.6 10.7
Yute 14.5 14.4
Pieles y cueros 8.9 9.4

*El coeficiente de variaci�n (CV) se calcula de la siguiente manera:
CV = [ (_(precio mensual - precio mensual medio)2/12)1/2x100]/precio mensual medio.

Figura 1: Precios de los productos en 1985-98 (todos los precios en d�lares EE.UU. por toneladas)

Undisplayed Graphic

Figure 1 (continuaci�n)

Undisplayed Graphic

Undisplayed Graphic

1 Para un estudio ulterior sobre la evoluci�n del mercado de productos b�sicos, v�ase tambi�n Situaci�n de los mercados de productos b�sicos, 1998-99, de la FAO.

2 Informe de una reuni�n de expertos sobre la inestabilidad de los precios agr�colas, Roma, 10-11 de junio de 1996, ESCP No.2