EN 1953, la Dirección de Montes y Productos Forestales de la FAO, con la asistencia de la Unión Internacional de Organizaciones de Investigación Forestal, publicó como N° 9 de la serie FAO: Estudios de Silvicultura y Productos Forestales Research in Forestry and Forest Products. En esta guía se resumían por países los programas de investigación de los institutos (organizaciones, estaciones, oficinas, facultades) que habían proporcionado información en respuesta a un cuestionario que se les había remitido. Al cabo de pocos años se hizo evidente que el catálogo era muy incompleto, dado el gran número de cambios y acontecimientos registrados en el período de posguerra. Se decidió por tanto publicar una edición revisada, para la cual se recogió la información necesaria en 1958-60.
COMO el número de institutos que han proporcionado datos detallados sobre su programa de investigación fue triple, para la guía de 1953 hubo que estudiar de nuevo el método de presentación. Como durante el mismo plazo, el Sistema Oxford de Clasificación Decimal para la literatura forestal se había impuesto cada vez más y su empleo se había generalizado entre las instituciones, departamentos y bibliotecas forestales se decidió utilizar este sistema como base para la catalogación de los programas de investigaciones. Sin embargo, no se utiliza el sistema completo, sino una selección arbitraria de unos 360 numerales. La aplicación del sistema completo hubierta necesitado o bien la incorporación en el nuevo catálogo de todo el Sistema Oxford, o que el usuario potencial tuviera a mano inmediatamente disponible un ejemplar del Sistema Oxford - ambas alternativas hubieran sido impracticables. La selección de los numerales utilizados, que se dará en papel de color, como lista clave del temario, permitirá al lector identificar rápidamente el significado de cualquier tema particular. En aquellos casos en que un numeral no abarcara bien él sólo un determinado tema de información, se le han añadido notas.
OTRA innovación importante es que el programa resumido se da para cada instituto. Las razones principales de ello es que el usuario del catálogo esté en condiciones de determinar a simple vista la estructura del programa de investigación de cada instituto y conocer directamente a quien debe dirigirse para conseguir información sobre un punto particular. Además, esta disposición incitará a los institutos a notificar a la Dirección de Montes y Productos Forestales de la FAO todas aquellas correcciones y enmiendas necesarias o convenientes.
LA NUEVA GUÍA da información sobre el número de investigadores profesionales que trabajan en muchos de los institutos - lo que indica el alcance o amplitud de las actividades - y de los medios de publicación normalmente utilizados por cada instituto. Figura un índice de las especies, géneros familias, etc., de plantas y animales y otro índice de los medios de publicación utilizados por los varios institutos.
LA Unión Internacional de Organizaciones de Investigación Forestal
ha demostrado una vez más su interés por la guía mundial
de instituciones de investigación forestal, aprobando una asignación
como contribución a esta publicación.
EL WORLD WILDLIFE FUND (Fondo Mundial para la Flora y la Fauna)
El World Wildlife Fund es una fundación de carácter internacional cuyo propósito es el de conservar la fauna silvestre y los paisajes naturales en todo el mundo. Su Presidente es el Príncipe Bernardo de los Países Bajos y la dirección es Löwenstrasse 1, Zürich 1, Suiza.
Los fideicomisarios internacionales del Fondo consideran que el hombre tiene obligaciones fiduciarias respecto del mundo natural sobre el cual ejerce ahora un dominio avasallador. Cabe preguntarse de qué manera se equiparan esas obligaciones con otras de carácter humano. Poner fin al sufrimiento humano en todas sus manifestaciones es, evidentemente, de la máxima importancia. Tenemos que acometer con firmeza la lucha contra la enfermedad, el hambre, el peligro de guerra y toda clase de desastres y sufrimientos humanos. Debemos esforzarnos por crear un mundo en el que valga la pena vivir.
¿Vale la pena vivir en un mundo desprovisto de paisajes naturales y fauna silvestre? An cuando la humanidad se libere de la indigencia y del miedo, cabe preguntarse si los hijos de nuestros nietos nos agradecerán el que hayamos sustraído extensas zonas silvestres a los rayos del sol, aprisionándolas con ladrillos y cemento, hormigón y materias plásticas. ¿Llegará el día en que nos preguntarán esos niños «qué era un animal salvaje» o bien «qué era un paisaje silvestre»?
Cuando se produce un choque inevitable entre la supervivencia del hombre y la de la flora y fauna, es evidente que deben prevalecer los intereses humanos. No obstante, el Fondo sustenta la teoría de que esos choques son infrecuentes y de que en la mayoría de los casos se puede lograr la convivencia del hombre y de la fauna silvestre aplicando un poco de raciocinio, ingenio y buena voluntad. En su mayoría las especies animales que el hombre ha exterminado en tiempos históricos no tenían por qué haberse extinguido y no habría sucedido así si alguien se hubiese preocupado de ello.
Por lo tanto, la campaña que persigue el Fondo no consiste en oponer el reino animal al hombre. Ea conservación de las especies animales redunda en provecho del hombre y de la humanidad a la postre, e ignorar este hecho sería pecar de miopía e imprevisión. Existe una estrecha relación entre las ciencias médicas y las ciencias naturales, y otras aún más estrecha entre la consecución del ideal de que nadie haya de pasar hambre y la conservación de la flora y la fauna, pues ambas tienen que ver con el recto aprovechamiento de la tierra y sus inapreciables tesoros.