Capítulo 1 Meta de los objetivos de desarrollo sostenible 2.1: subalimentación e inseguridad alimentaria

Mensajes principales
  • A escala mundial, la prevalencia de la subalimentación se ha mantenido constante durante los últimos tres años, afectando al 9,1 % de la población.

  • En 2023 el hambre afectó al 6,2 % de la población (41 millones de personas) de la región. Esto representa una disminución de 0,4 puntos porcentuales (2,9 millones de personas) en comparación con 2022 y una disminución de 0,7 puntos porcentuales (4,3 millones de personas) en comparación con 2021. Esta mejora se debe principalmente a la disminución registrada en Sudamérica.

  • La prevalencia de la subalimentación se redujo en Sudamérica entre 2022 y 2023. En contraste, en Mesoamérica se mantuvo prácticamente sin cambios, mientras que en el Caribe el hambre aumentó marginalmente.

  • La prevalencia de la inseguridad alimentaria moderada o grave en el mundo se mantiene por encima de los niveles anteriores a la pandemia de COVID-19, con pocos cambios en los últimos cuatro años.

  • América Latina y el Caribe avanzó considerablemente en la reducción de la prevalencia de la inseguridad alimentaria moderada o grave, que en 2023 disminuyó por segundo año consecutivo y se sitúo por debajo de la estimación a nivel mundial, aunque sigue siendo ligeramente superior a los niveles anteriores a la pandemia. En 2023, el 28,2 % de la población de la región estaba afectada, frente al 28,9 % a nivel mundial.

  • A nivel subregional, la inseguridad alimentaria moderada o grave disminuyó en las tres subregiones en comparación con 2022. Sudamérica registró la mayor disminución (4,5 puntos porcentuales), seguida del Caribe (1,7 puntos porcentuales) y Mesoamérica (0,4 puntos porcentuales).

  • En 2023, 187,6 millones de personas en la región experimentaron inseguridad alimentaria moderada o grave, lo que representa una disminución de 19,7 millones de personas en comparación con 2022, y de 37,3 millones de personas en comparación con 2021. Por subregión, en 2023, 110,4 millones de personas enfrentaron esta situación en Sudamérica, 51 millones de personas en Mesoamérica y 26,3 millones de personas en el Caribe.

  • La reducción relativa a la prevalencia de la subalimentación y la inseguridad alimentaria moderada o grave se atribuye a la recuperación económica de varios países de la región, con un aumento del empleo y una disminución de la pobreza y pobreza extrema. Esto ocurrió tras el alza de los precios de la energía observados después de la pandemia de COVID-19, que benefició a los países exportadores de energía. Además, los sólidos sistemas de protección social permitieron una respuesta rápidamente a los cambios, algo especialmente importante en un contexto de restricciones financieras.

  • En 2023 la inseguridad alimentaria grave afectó al 8,7 % de la población (58,1 millones de personas) de la región. En el Caribe, la prevalencia fue del 28,6 % (12,8 millones de personas), seguida de Mesoamérica con el 7,6 % (13,8 millones de personas) y Sudamérica con el 7,2 % (31,6 millones de personas).

  • A pesar de los progresos a nivel regional, persisten las desigualdades en materia de inseguridad alimentaria, con diferencias considerables entre subregiones y subgrupos de población. En 2023, la brecha de género para la inseguridad alimentaria moderada o grave en América Latina y el Caribe fue de 5,2 puntos porcentuales en 2023, en comparación con una brecha de 1,3 puntos porcentuales a nivel mundial. Además, esta forma de inseguridad alimentaria fue 6,2 puntos porcentuales más alta en las zonas rurales que en las zonas urbanas de la región.