Página precedente Indice Página siguiente


La revista Mountain Research and Development: orígenes y evolución

J.D. Ives

Jack D. Ives es director de la revista Mountain Research and Development.

Reflexiones sobre una de las principales revistas que se ocupa de investigación sobre las montañas.

La revista trimestral Mountain Research and Development empezó a aparecer en 1981, aunque las primeras ideas de donde saldría una revista sobre las montañas se remontan a 1974 durante la Conferencia de Munich sobre Ordenación de las tierras de montaña. Con la inclusión del Capítulo 13 (Ordenación de ecosistemas frágiles: desarrollo sostenible de las zonas de montaña) en el Programa 21 de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD) (Rio de Janeiro, 1992), y el actual proceso de transformación de la revista para responder a nuevas oportunidades, es oportuno documentar sus orígenes y su evolución.

HISTORIA

Durante la Conferencia de Munich, patrocinada por la Sociedad Alemana de Cooperación Técnica (GTZ) con la cooperación del Programa de la Unesco sobre el Hombre y la Biosfera (MAB), más concretamente su Proyecto 6 (Estudio del efecto de las actividades humanas sobre los ecosistemas de montaña), se planteó la necesidad de establecer una organización internacional de investigación aplicada sobre las montañas (finalmente se fundó en el Centro internacional para la ordenación integrada de las montañas [ICIMOD] en 1982) y una revista científica asociada. El Dr. Klaus Lampe de la GTZ me habló en un aparte y me entregó 100 DM. Opinaba que tal revista sería demasiado académica y que, si yo quería realmente iniciar una revista, lo que tenía que hacer era conseguir anualmente mil sumas análogas y lanzarme simplemente a hacerla. Los 100 marcos permanecieron durante seis años en mi billetera mientras seguí publicando Arctic and Alpine Research (que había fundado en 1969 en el Institute of Arctic and Alpine Research de la Universidad de Colorado, y de la que fui director hasta 1980).

El segundo paso, y decisivo, vino con la designación del Profesor Walter Manshard como vicerrector de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU) en 1977, quien me contrató como coordinador del proyecto sobre sistemas interactivos de montañas y tierras bajas. Mi trabajo con la UNU mellevó a las montañas del noroeste de Chiang Mai, Tailandia, y a reconocer lugares en el Himalaya para un eventual proyecto de cartografía de peligros de montaña (actividad de colaboración entre las Universidades de Boulder, Colorado, y de Berna, Suiza).

La preparación y publicación de las actas de la primera Conferencia de la UNU en Chiang Mai (Ives, Sabhasri y Voraurai, 1980) me ocupó más de dos años. Desempolvando mi idea de una revista, propuse al Profesor Manshard que si me conseguía una subvención anual de 20 000 dólares yo me encargaría de hacer una revista que garantizaría la publicación regular y rápida de las actas de la segunda conferencia de Chiang Mai (Chapman y Sabhasri, 1983), así como los resultados de las investigaciones que confiábamos obtener del proyecto de cartografía de los peligros de montaña en el Himalaya y de otras actividades dinámicas. Costaría menos de la mitad que la publicación en el marco del sistema de las Naciones Unidas. Se cerró el trato. Era el momento de sacar de mi billetera los 100 marcos del Dr. Lampe y de buscar, no necesariamente mil aportaciones más ya que la UNU confirmaba una subvención anual de 18 000 dólares, pero ciertamente quinientas. Necesitaba recibir rápidamente material de muchos colegas, y también era urgente contar con asistencia editorial. Pauline Ives, siempre algo temerosa de que su marido se estrellase contra su propio optimismo, convino en ayudar, después de algún forcejeo: «pero sólo por unos tres años...». ¡Han sido diecisiete! [NdR: Pauline Ives es redactora invitada responsable de este número de Unasylva.]

Para dar un marco institucional a la nueva revista propuesta, la International Mountain Society (IMS) fue registrada en el estado de Colorado como entidad sin fines lucrativos en septiembre de 1980. La revista seria publicada conjuntamente por la IMS y la UNU. Un paso final para reducir riesgos fue un contrato con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en virtud del cual se publicarían cuatro números especiales de la nueva revista sobre el estado de los conocimientos de los Andes.

Una campaña de cartas permitió llegar cerca del objetivo de 500 suscripciones, y el primer número de la revista apareció en mayo de 1981.

POLÍTICA EDITORIAL

En el primer editorial que preparé para el Volumen 1, en 1981, escribí:

«... Durante casi un decenio se ha ido manifestando en un proceso lento pero seguro la preocupación por la evolución de las regiones de montaña. A raíz de la ya famosa Conferencia de Estocolmo sobre el Medio Ambiente, varios organismos de las Naciones Unidas, organizaciones bilaterales de ayuda, fundaciones privadas, instituciones y personas particulares han denunciado la amenaza mundial del crecimiento demográfico desenfrenado, el uso desordenado y aun el abuso de los recursos naturales renovables y los efectos reales y potenciales de la mala gestión de las montañas.»

Se recalcaba a continuación la urgente necesidad de promover una apreciación más completa de las montañas y sus habitantes y de congregar a todos los que en las montañas encuentran su sustento, solaz o estímulo científico; en resumen, a todos los que se alimentan, material o espiritualmente, de los altos lugares del mundo.

Se reconocía que nuestro interés editorial estaría «a menudo tanto en los problemas que se plantean a las poblaciones de montaña como en su ambiente físico». La finalidad última era «influir sobre la ordenación de las montañas exigiendo y facilitando una base científica firme para la toma de decisiones... luchar por un equilibrio mejor entre el medio ambiente en la montaña, el desarrollo de los recursos y el bienestar de los habitantes de las montañas».

Según esto, la intención era hacer una revista cuyos artículos fuesen tanto interdisciplinarios como multidisciplinarios, que no adoptase ni el punto de vista de la conservación ni el del desarrollo de los recursos, sino que se siguiera un pragmatismo intermedio.

Durante 18 años la política editorial ha suscrito la opinión de que la difusión de los resultados de la investigación tanto teórica como práctica sería necesariamente beneficiosa. Se ha dado especial apoyo editorial a eventuales autores que no eran de idioma inglés, así como a aquellos cuyos servicios locales o nacionales hacían particularmente difícil la preparación de manuscritos para presentarlos en una publicación básicamente de lengua inglesa. También hemos seguido creyendo que una presentación de alta calidad, un papel relativamente caro y una cuidadosa atención a la reproducción de fotografías atractivas justifican los gastos realizados.

CONTENIDO DE LA REVISTA

Entre 1981 y 1997 se publicaron algo más de 550 artículos (17 volúmenes con 32 a 36 artículos cada uno) sobre regiones situadas desde Groenlandia hasta Patagonia, incluidas tierras montañosas menos nombradas como Cabo Verde, Islas Canarias, Israel, Yemen y Arabia Saudita. Sin embargo, no es sorprendente que la mayoría de las contribuciones se centraran en el Himalaya-Hindu Kush y en los Andes (véase el cuadro).

Regiones estudiadas y número de artículos contenidos en Mountain Research and Development, 1981-97

Región

Número de artículos

Himalaya-Hindu Kush

186

Andes y América Central

93

Europa

60

África

58

Canadá y Estados Unidos

40

Asia sudoriental

29

Papua Nueva Guinea

19

Otras regiones

21

Cuestiones de interés general o universal

46

TOTAL

552

La revista ha publicado varios números especiales, empezando con los cuatro informes de «estado de los conocimientos» sobre los ecosistemas andinos. Muchos de ellos son de ámbito regional:

· Montañas y tierras altas africanas
· Tierras altas del norte de Tailandia
· Los Pirineos españoles
· Heladas y sequía en Papua Nueva Guinea
· Las montañas Tatra de Polonia
· Ordenación de ecosistemas frágiles en los Andes
· El problema Himalaya-Ganges

Otros números especiales contienen contribuciones presentadas a una conferencia de alcance temático:

· Estabilidad e inestabilidad de los ecosistemas montañosos
· Cartografía de las montañas
· La transformación de los paisajes de montaña

La política editorial de la revista ha sido reconocida como esencial para la inclusión del Capítulo 13 en el Programa 21 de la CNUMAD. La Comisión sobre el Desarrollo Sostenible (CDS) de las Naciones Unidas se ha referido a Mountain Research and Development como parte de las actividades complementarias de la Conferencia de Rio en los cinco años siguientes. Ciertamente, el capital de 18 años de experiencia editorial y el historial ininterrumpido de publicación, participación en investigaciones en las montañas, ejercicios de capacitación y conferencias fueron factores determinantes en nuestra capacidad para publicar Mountains of the world: a global priority (Messerli e Ives, 1997) y en tiempo récord para su presentación a la CDS y a la Asamblea General de las Naciones Unidas en su período extraordinario de sesiones de junio de 1997.

LA FINANCIACIÓN DE UNA REVISTA INTERNACIONAL

Desde los primeros años ochenta resultó evidente que la base financiera de la revista era insuficiente y que se precisarían medidas excepcionales para asegurar la continuidad. Aunque el número de suscripciones aumentó constantemente en ese decenio, la subvención anual inicial de la UNU de 18 000 dólares, reducida a 14 000 dólares, adoptó la forma de suscripciones «de regalo» a instituciones e individuos de países en desarrollo o países con restricciones cambiarias. En 1997 la subvención de la UNU se quedaba corta en 7 000 dólares para cubrir el «valor nominal» de las suscripciones realmente concedidas, como consecuencia de la elevación de los costos de los materiales y la producción.

El consejo de redacción se ocupaba también de la distribución, y trabajaba fines de semana y horas extraordinarias llenando sobres, pegando etiquetas de direcciones, llevando sacas de correo a la estafeta de Boulder e ingresando en el banco suscripciones individuales.

Cuando acepté una cátedra en la Universidad de California, Davis, en 1989, la revista se trasladó a Davis y negociamos un contrato con la University of California Press, Berkeley, que asumiría las tareas de impresión y administración. Se redujo así considerablemente la carga de trabajo de los redactores en lo que se refiere a distribución y cobro de suscripciones, pero se elevaron paralelamente los costos de producción. El déficit financiero previsto en este acuerdo se cubrió ampliamente con una generosa aportación única de la Sociedad Suiza para el Desarrollo (SSD) de 200 000 dólares EE.UU. entre 1990 y 1993.

EL PRESENTE

Me despedí de mi cátedra en la Universidad de California en 1997, y regresé a mi país de adopción y a «mi ciudad» de Ottawa. Recibí una ayuda muy valiosa del Departamento de Geografía de la Universidad de Carleton, donde ocupo actualmente un puesto de investigador honorario. La jubilación de Pauline como redactora adjunta a fines de 1997 obligó a tomar en serio una necesidad advertida desde hace tiempo para asegurar el futuro de la revista (la contratación de un nuevo redactor a las tarifas actuales costaría entre el doble y el triple del «sueldo» que Pauline había recibido). La crisis financiera inmediata se superó gracias a una subvención de 53 000 dólares de la UNU, para dar tiempo a preparar planes a largo plazo. Afortunadamente, cuando el balance financiero de la revista se acercaba a la línea roja, se despertó el interés mundial por su longevidad.

PLANIFICANDO EL FUTURO

El futuro de la revista estaba en el orden del día de una reunión del comité interino de facilitación del Foro de las zonas de montaña celebrada en Kathmandú en noviembre de 1997. Se recomendó encarecidamente la creación de un comité de transición con el cometido de revisar la situación actual de la revista y redactar un plan detallado para su futuro. Con el generoso apoyo de la SSD, 12 representantes de cinco continentes se reunieron durante cuatro días en Interlaken, Suiza, en febrero de 1998. Se preparó un informe para su aprobación por el Poro de las zonas de montaña y para ser presentado a la SSD y a otras instituciones apropiadas con miras a una posible financiación sustancial. Aunque este proceso está todavía en marcha, está muy adelantado y creo que hay amplio espacio para el optimismo.

Política editorial. Reconociendo el crecimiento acelerado del interés por las montañas desde 1992, el comité de transición recomienda que se amplíe el ámbito temático de la revista incluyendo una nueva sección principal sobre cuestiones del desarrollo, que abarcaría: análisis de políticas; opiniones; artículos sobre aspectos prácticos; debates sobre proyectos en curso y acabados; y voluntad de abordar cuestiones políticas y socioeconómicas delicadas (por ejemplo, producción de drogas en zonas de montaña, migración de la montaña al llano) en cuanto afecten a las poblaciones de montaña. Esta nueva sección sería complemento de la actual sobre investigación científica, que se mantendría y reforzaría. Se estudiarán las posibilidades de ediciones regionales en otros idiomas.

Dirección. El informe del comité de transición recomienda el establecimiento de un consejo consultivo de redacción rotativo, con un director de plena dedicación con sede en el Instituto Geográfico de la Universidad de Berna. Se designará un redactor jefe que presidirá el consejo de redacción, y se buscarán redactores invitados que asuman la responsabilidad de números relativos a temas que correspondan a su competencia especial o su procedencia regional. Las actividades de los redactores mantendrán una estrecha conexión con los nodos regionales del Foro de las zonas de montaña y otros centros internacionales apropiados. Los derechos de autor pertenecerán a la UNU y a la IMS.

Base financiera. La UNU elevaría considerablemente el nivel actual de su contribución; la SSD aportaría fondos importantes durante un período de cinco años; se instaría a otros organismos e instituciones, como el ICIMOD, la FAO y la UNESCO, a aportar contribuciones anuales modestas. Gran parte de estos ingresos previstos permitirían la distribución subvencionada a individuos e instituciones en los países en desarrollo. Es de esperar que la ampliación del ámbito temático atraerá a más lectores, aumentando así la circulación total y ensanchando la base financiera.

CONCLUSIÓN

Al volver la mirada a los 18 años de existencia de la revista, me siento dominado por fuertes emociones. El trayecto recorrido ha sido como una montaña rusa con momentos de euforia y otros de peligro de quiebra: de la satisfacción por lo logrado a la frustración por la atención que reclaman los detalles. Nuestra revista nos ha permitido conocer a muchos nuevos amigos y colegas y ha reforzado los contactos ya existentes por todo el mundo. Las reacciones de amargura han sido pocas (aunque se rechazaron aproximadamente la mitad de los artículos presentados, siempre hemos procurado dar consejos y aliento a los autores decepcionados). Constantemente me ha llamado la atención que la gran mayoría de nuestros críticos encargados de dictaminar sobre los originales presentados se aplicaban a ayudar a los autores; raramente se han hecho criticas negativas, azote de muchas instituciones académicas. En breve, la empresa ha inspirado durante 18 años mis sentimientos hacia las montañas. En cuanto al futuro, confío en que Mountain Research and Development ascenderá en el tercer milenio a nuevas cumbres al pasar de mis manos agradecidas a otras manos.

Bibliografía

Chapman, E.C. y Sabhasri, S., eds. 1983. Natural resource development and environmental stability in the highlands of northern Thailand. Mountain Research and Development (special issue), 3(4): 309-431.

Forsyth, T. 1998. Mountain myths revisited: integrating natural and social environmental science. Mountain Research and Development, 18(2): 107-116.

Ives, J.D. 1981. Editorial. Mountain Research and Development, 1(1): 3-4.

Ives, J.D. y Ives, P., eds. 1987. The Himalaya-Ganges problem. Proceedings of a conference, Mohonk Mountain House, New Paltz, Nueva York, Estados Unidos, 6-11 de abril de 1986. Mountain Research and Development (special issue), 7(3): 181-344.

Ives, J.D., Sabhasri, S. y Voraurai, P., eds. 1980. Conservation and development in northern Thailand. UNU document NRTS-3/UNUP-77. Tokio, United Nations University. 114 pp.

Messerli, B. y Ives, J.D., eds. 1997: Mountains of the world: a global priority. Nueva York, Estados Unidos y Carnforth, Reino Unido, Parthenon Publishing Group. 495 pp.


Página precedente Inicìo de página Página siguiente