Cerenilla A. Cruz
Cerenilla A. Cruz es profesora e investigadora de la Escuela Forestal Departamento de Administración de Recursos Forestales, Universidad de Filipinas, Los Baños.
· Las posibilidades actuales de participación de la mujer en las actividades forestales se deben en gran parte a los diversos programas del Gobierno filipino para el desarrollo forestal. La mujer tiene oportunidades en la profesión forestal al menos en tres sectores: instrucción, investigación y extensión.
Mi primer contacto con la profesión forestal se remonta a febrero de 1967, cuando estuve empleada como ayudante de investigación en el Departamento de Administración de Recursos Forestales (ARF) de la Escuela Forestal de la Universidad de Filipinas, Los Baños (UPLB). En 1971, fui el primer miembro femenino del personal docente del ARF. Fui destinada a dar cursos de economía forestal y materias afines. Actualmente, el Departamento tiene cuatro mujeres en el cuerpo docente. Como esos cursos no requieren trabajo de campo, no hemos encontrado ninguna dificultad física para impartirlos. Sin embargo, nuestra resistencia física se ha comprobado en sesiones separadas de verano, cuando supervisamos un curso en el que se realizan trabajos de medición forestal.
En 1984, 16 de los 70 miembros del profesorado de la Escuela eran mujeres. Aparte de las del ARF, otras mujeres enseñan asimismo en los Departamentos de Ciencias Biológicas Forestales, Ciencia y Tecnología de la Madera, Silvicultura e Influencia de los Bosques, y Silvicultura Social. En la Escuela hay otras empleadas que no son miembros del cuerpo docente, sino que se dedican a trabajos de extensión forestal y a programas de capacitación. La mayor parte del profesorado tiene títulos superiores en silvicultura, y ello se debe en parte a la posibilidad que la UPLB ofrece a su personal, de seguir disciplinas o programas de doctorado en la Universidad, a tiempo parcial, y con gastos reducidos de matricula. De este modo, pude concluir mi doctorado en silvicultura.
Como profesora e investigadora, para mi es una gran satisfacción saber que mis antiguos alumnos han pasado con éxito el examen de técnicos forestales, o que un estudiante graduado antiguo de uno u otro sexo, asesorado por mi, está realizando un buen trabajo en su esfera de actividad, o que los resultados de mis investigaciones interesan a otros investigadores, estudiantes y colegas de la profesión. Entre otros motivos de satisfacción que he experimentado cabe señalar el participar y presentar documentos en simposios, seminarios y cursillos prácticos locales e internacionales; el haber sido invitada a actuar como experta en dos cursos de capacitación donde los participantes provenían de la región del Sudeste Asiático; y el haber participado en un curso de capacitación, patrocinado por el Banco Mundial, sobre proyectos forestales.
¿PUEDE LLEGAR AL NIVEL DE TECNICO FORESTAL? antes, sólo acarreaba leña
Hasta finales del decenio de 1960, sólo algunas mujeres filipinas escogían la silvicultura como carrera. Sin embargo, de las tendencias registradas últimamente en la matricula cabe observar el creciente interés de la mujer por la carrera forestal. En la Escuela, 72 de los 134 nuevos estudiantes inscritos en el curso 1982-83 eran mujeres; de ellas, ocho seguían un programa de estudios de silvicultura y cuatro estudiaban ingeniería de productos forestales. El resto estaban inscritas en el programa de guardabosques forestales. Hasta 1980, se habían graduado 148 mujeres como guardabosques forestales, y 89 en el programa de licenciatura. El número total de mujeres filipinas dedicadas a actividades de silvicultura es mucho mayor que las cifras mencionadas, ya que hay más de 25 escuelas activas directamente en el sector de la capacitación forestal.
Además de la profesión forestal, las filipinas se dedican también a actividades relacionadas con la silvicultura. En particular, la ejecución de proyectos de desarrollo forestal ha aumentado mucho la participación de la campesina en las tareas forestales. En el pasado, los hombres se ocupaban de las labores en los viveros, pero actualmente las mujeres toman parte en actividades como llenar sacos de plástico con estiércol para depositar semillas, poner plantitas en macetas, regar y fertilizar las plantas en los viveros. Es interesante observar que esas mujeres reciben el mismo salario que los hombres. En el cultivo de árboles, donde las tareas se consideran como labor familiar, las mujeres colaboran con los hombres. La campesina se ocupa asimismo de la recogida y del secado de las hojas de Leucaena leucocephala para la producción de harina. En las industrias de la madera, algunos trabajos que solían hacer los hombres solamente, están ahora también a cargo de mujeres. Algunas empresas de elaboración de la madera están empleando mujeres en sus departamentos de investigación y en tareas de acabado en la fabricación de tableros contrachapados.
La participación de la mujer filipina en las actividades forestales está ya plenamente reconocida. Esa participación aumentará aún más, a medida que se emprendan en el país nuevos programas de desarrollo, privados o públicos.
Mary H. Albertson
Mary H. Albertson es directora del Programa Federal para la Mujer, Servicio Forestal del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos Portland Oregón. El presente articulo sé ha publicado previamente en la revista Women in Forestry, Vol. 6, N° 1.
· Aunque el Programa Federal para la Mujer (PFM) de los Estados Unidos tiene 18 años de antigüedad, todavía me preguntan con frecuencia, «¿qué es? ¿En qué puede beneficiarme?». El Programa Federal para la Mujer es parte de un esfuerzo del Gobierno Federal para aumentar las oportunidades de empleo y de promoción de la mujer. Se creó mediante orden ejecutiva del Presidente de los Estados Unidos, que estableció el Programa por reconocerse que la mujer debe hacer frente a problemas especiales en lo que se refiere al empleo y a la promoción, debido a los estereotipos y mitos al respecto. A diferencia de los grupos minoritarios étnicos, la mujer ha trabajado tradicionalmente para el Servicio Forestal, si bien ha ocupado normalmente los niveles retributivos más bajos y ha desempeñado funciones sin porvenir.
El objetivo del PFM es evidente. Se propone aumentar las oportunidades de empleo y promoción de las mujeres, de tal manera que estén bien representadas en todos los niveles de organización, categorías de empleo y niveles de retribución de la fuerza de trabajo federal. Para el Servicio Forestal del Departamento de Agricultura, ello significa que algún día habrá numerosas mujeres guardabosques de distrito, supervisoras forestales, jefas de equipo de vigilancia general anti-incendios, directoras y encargadas forestales regionales.
Aunque el PFM empezó a funcionar en 1967, no se afianzó en la mayoría de los organismos federales - incluido el Servicio Forestal - hasta los primeros años del decenio de 1970. Esos años se dedicaron a inculcar el espíritu apropiado en los dirigentes varones y en los empleados masculinos y femeninos, disipando mitos sobre las mujeres que trabajan, alentando a la mujer a alcanzar su pleno potencial y estimulando a cada organismo a dar a las mujeres consejos para su carrera, capacitación para afirmar su posición y otros elementos semejantes.
En todo este proceso, los dos objetivos prioritarios del PFM han sido emplear a las mujeres en tareas no tradicionales, y evaluar las barreras orgánicas y recomendar métodos y sistemas alternativos para afrontar procedimientos y políticas institucionalizados que obstaculicen la promoción de la mujer.
Siete años en el Servicio Forestal de los Estados Unidos
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Junio 1976 |
Junio 1983 |
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Porcentaje de mujeres en la fuerza de trabajo. |
19 |
29 |
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Porcentaje de mujeres profesionales en la fuerza de trabajo |
1 |
12 |
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Porcentaje de mujeres con cargos administrativos/técnicos en la fuerza de trabajo |
11 |
24 |
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Porcentaje de mujeres en los niveles de sueldo GS-11 y superiores |
4 |
7 |
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Mujeres guardabosques de distrito |
0 |
8 |
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Directoras |
0 |
4 |
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Supervisoras forestales adjuntas |
0 |
1 |
ADAPTACION A CONDICIONES DIFICILES el trabajo forestal no es sólo para hambres
El PFM funciona como una actividad múltiple que trata de alcanzar sus objetivos a largo plazo en la forma descrita. Algunos de esos objetivos fundamentales son los siguientes:
· Fomentar el conocimiento, por parte de las mujeres, de las oportunidades de empleo y estimular su contratación al comenzar la carrera laboral para puestos profesionales (por ejemplo, de técnicos forestales e ingenieros).· Promover un programa de gran movilidad ascendente para empleadas de bajo nivel de ingresos que se ocupen de tareas sin porvenir, con miras a permitirles alcanzar niveles mejor retribuidos y ocupaciones más estimulantes.
· Colaborar con el personal directivo para promover el empleo de mujeres en puestos jerárquicos.
· Analizar las barreras que obstaculizan el ascenso de la mujer a empleos superiores, y recomendar medidas para mitigarlas.
· Alentar al personal directivo a incluir a la mujer en tareas que permiten una visión de conjunto, como comités especiales, equipos de estudio, oportunidades de capacitación regular, y equipos de vigilancia general anti-incendios.
El director del PFM no se propone llevar a cada mujer de la mano. Ellas mismas deben ser dirigentes, agentes del cambio, elemento catalizador. Ellas deben recomendar sistemas y procedimientos para integrar el empleo, la capacitación, la promoción y la participación de las mujeres en cada aspecto de la organización, de manera que los dirigentes - que son quienes pueden contratar, capacitar y promocionar - capaciten, contraten y promociones a mujeres. Por ejemplo, una dirigente del PFM puede recomendar que entre las normas de actuación del personal directivo haya una sobre empleo y promoción de la mujer. Si ello se aprueba, se integrará en un procedimiento orgánico y llegará a ser una forma aceptada de actuar.
Una función clave del programa es identificar problemas y determinar obstáculos - como la falta de instructores, los problemas de las familias en que ambos cónyuges trabajan, falta de empleos que permitan la promoción y la visión de conjunto - y recomendar soluciones alternativas a la dirección. El programa ha tenido éxito considerable en el Servicio Forestal (véase cuadro).
En su mayor parte, las barreras al ingreso en el servicio se han eliminado. Como indican las estadísticas mencionadas en el cuadro, el problema actual y futuro es la integración de la mujer en la línea jerárquica y en los puestos de dirección. Existen ciertas resistencias, pero algunos directivos del Servicio Forestal están tomando medidas que dan resultados positivos en este sector.
