Hartwig de Haen, Subdirector General, Departamento Económico y Social, FAO
Permítanme darles la bienvenida a esta primera Reunión de expertos en documentación y medición de los roles de la agricultura en los países en desarrollo, en nombre del Departamento Económico y Social de la FAO, y de la Dirección de Análisis del Desarrollo Económico y de la Agricultura, en particular.
Tengo el gusto de encontrar a tantos amigos y colegas en este grupo de expertos. Como lo determina el tema de la reunión, se trata de un grupo muy interdisciplinario, si bien me doy cuenta de que predominan los economistas. Este es un momento oportuno para abordar el tema de las diversas funciones de la agricultura. Al examinar las cuestiones fundamentales de la seguridad alimentaria y la mitigación de la pobreza, es necesario hacer todo lo posible para asegurar que se dé más importancia a la agricultura en las estrategias de mitigación de la pobreza, y que la seguridad alimentaria y la lucha contra el hambre se admitan como elementos esenciales de toda actividad con éxito para reducir la pobreza.
Actualmente se están llevando a cabo diversas actividades para definir con más claridad la importancia de la agricultura, por lo menos en la lucha contra el hambre y la pobreza. Con todo, también hace falta reconocer que en ciertos círculos se sigue subestimando la agricultura en general. Si esta reunión puede contribuir al debate en curso, no sólo de las funciones estrictamente económicas que desempeña la agricultura, sino también de su contribución al desarrollo económico y, similarmente, a otros sectores de la economía, considero que se puede avanzar en la definición de una imagen más clara y completa de los roles de la agricultura.
El Proyecto sobre los roles de la agricultura (ROA, por sus siglas en inglés) se financia con fondos extrapresupuestarios del Gobierno de Japón y da apoyo a nuestro Programa Ordinario. Una de las responsabilidades de la FAO consiste en definir con mayor claridad los roles de la agricultura en el desarrollo, no sólo respecto a la producción, sino también con relación a las consecuencias sociales, culturales y ambientales de la agricultura.
El Marco Estratégico de la FAO, adoptado en la Conferencia de la FAO de 1999, hace hincapié en la necesidad de mejorar los ámbitos normativos y los marcos institucionales de los países en desarrollo, a fin de generar incrementos sostenibles en la disponibilidad y el acceso a los alimentos y a otros productos agrícolas. El Proyecto ROA contribuye a este objetivo estratégico. Forma parte de las actividades de la FAO que promueven la agricultura y el desarrollo rural sostenible (ADRS), en particular en los aspectos que atañen al análisis comparativo de las diversas funciones de la agricultura, desde el punto de vista de sus aportaciones al desarrollo equitativo.
Este objetivo se elabora con más extensión en el Plan a Plazo Medio de la FAO, en el ámbito del programa titulado "Contribución de la agricultura a la mitigación de la pobreza, el desarrollo rural y la seguridad alimentaria", que pide "informes y publicaciones técnicas que ofrecen análisis comparativos de las funciones económicas y de otro tipo de la agricultura para lograr un desarrollo equitativo". Para las personas que no estén familiarizadas con las prioridades y los programas de la FAO, sin duda sería útil consultar el Plan a Plazo Medio, para confirmar la plena coherencia de las actividades del Proyecto ROA con los objetivos y las estrategias del Programa Ordinario, según los han aprobado nuestros órganos rectores.
Será útil, durante el debate, comparar el tema de este proyecto, los roles de la agricultura (ROA), con el otro concepto que a menudo utilizamos: agricultura y desarrollo rural sostenibles (ADRS). Existe una leve distinción entre ambos: la ADRS tiene una dimensión espacial, rural, y alude al desarrollo sostenible de la agricultura, la pesca y la silvicultura en las zonas rurales; la sostenibilidad comprende los aspectos económico y técnico, así como las dimensiones social, cultural y ambiental. Los objetivos del Proyecto ROA son más amplios. Llegan hasta los efectos que la agricultura puede producir más allá de las zonas rurales, es decir, en la sociedad y en la economía en general. El Proyecto no sólo se ocupa de las consecuencias de la agricultura para la población de las zonas rurales, sino también de sus efectos en el seno y fuera del sector agrícola. Sin embargo, ambos conceptos están estrechamente relacionados y, si bien el Proyecto ROA va más allá de la ADRS, la comprende en muchas formas.
El Proyecto ROA también es único por tratarse de una actividad de investigación aplicada. En este caso, hemos aprovechado la oportunidad de utilizar recursos extrapresupuestarios a fin de examinar cuestiones fundamentales con mucha mayor profundidad -a través de estudios prácticos y estudios de casos en diversos países- de la que normalmente hubiera sido posible a través de las actividades de nuestro Programa Ordinario. Esto le da al Departamento Económico y Social otra oportunidad de llevar a cabo actividades de investigación y estudios conjuntos y de establecer redes de centros de excelencia en todo el mundo. Este tipo de colaboración nos permitirá desempeñarnos como catalizadores y dirigentes de esta actividad interdisciplinaria e interinstitucional.
El objetivo específico del Proyecto ROA consiste en explorar y documentar los beneficios de la agricultura en los países en desarrollo. Se tomará en cuenta el conocimiento existente sobre las externalidades negativas de la agricultura, pero subrayo que nuestro objetivo consiste en hacer un esfuerzo especial para documentar y destacar las contribuciones positivas que ciertas funciones de la agricultura hacen a la economía y la sociedad en su conjunto. Uno de los motivos de esto es que a menudo se pasan por alto y se subestiman esas externalidades positivas y bienes públicos. Esto no necesariamente significa que se tomará en consideración el conjunto de los roles de la agricultura, sino más bien que trataremos de determinar, en forma sistemática, las consecuencias positivas de la agricultura en la economía, el medio ambiente, la seguridad alimentaria y la sociedad. Somos conscientes del gran reto que esto supone, ya que pocas veces son absolutos los beneficios. En realidad, en comparación con otras situaciones, otros sectores y otras vías de desarrollo, los beneficios son relativos. De modo que el intento de establecer puntos de referencia para medir y ponderar esos efectos sin duda plantea un desafío. Pero, por lo menos, éste es el inicio de una investigación en esa dirección, de modo que les damos la bienvenida y les agradecemos su ayuda en este esfuerzo.
A mi parecer, el mayor reto que afronta el Proyecto es la coherencia teórica y la credibilidad, pese a carecer de la oportunidad de realizar un análisis comparativo completo a fin de comparar los roles de la agricultura con las de otros sectores de la economía. El Proyecto se limitará a comparar diversos sistemas agrícolas de distintas situaciones regionales, agroambientales y socioeconómicas. Así pues, el principal planteamiento consiste en realizar estudios de casos en países. Con todo, una advertencia, no es posible evitar la comparación entre la agricultura y lo que pasaría sin ella, o por lo menos sin el mismo nivel de actividad agrícola.
Ya he mencionado que este Proyecto mantiene plena coherencia con nuestro Programa Ordinario. En estas condiciones, en uno de los períodos de sesiones del Consejo de la FAO se preguntó si podía considerarse que el Proyecto se ocupa de asuntos no relacionados con el comercio y si se propone analizar cuestiones similares a las contenidas en el concepto de "multifuncionalidad de la agricultura" (noción sobre la que no han llegado a un acuerdo todavía los Países Miembros de la FAO)1. Como informé al Consejo de la FAO, el proyecto no se ocupa de las consecuencias comerciales de los roles de la agricultura y de sus políticas relacionadas, por lo menos no en forma directa. Pero todos los que se informen de los futuros resultados de este Proyecto podrán, desde luego, interpretar y derivar las consecuencias que les parezcan en materia de políticas. Todos los Países Miembros de la FAO también podrán utilizar libremente esos resultados, que se publicarán y serán de dominio público. Quedará a la discreción de los investigadores, de los responsables de las políticas y de los Países Miembros la aceptación o el rechazo de esos resultados, y su interpretación de conformidad con sus particulares situaciones.
El principal producto del Proyecto será la información práctica para perfeccionar el conocimiento de los beneficios que pueden aportar los roles de la agricultura en los países en desarrollo. Anticipamos que un importante producto secundario de esta actividad será un acuerdo sobre los métodos para producir este tipo de información, que también podrían utilizar los analístas y los encargados de tomar las decisiones en materia de políticas de los propios países en desarrollo.
En la FAO consideramos importante crear conciencia de las funciones decisivas, a la vez que de las positivas, de la agricultura. Al mirar el mundo en desarrollo se observa la tensión que existe en los sistemas de producción agrícola y lo subestimados que están; se observan las grandes dificultades que debe afrontar la población rural, comprendidos los conflictos, las luchas civiles y las brechas cada vez más anchas entre ricos y pobres. Es evidente que quedan muchas preguntas sin respuesta sobre la mejor manera de hacer más sostenible la agricultura -y el desarrollo agrícola como parte del desarrollo rural- y de elevar al máximo su contribución al desarrollo social y económico en general. En este sentido, el intento de observar o crear conciencia sobre las funciones positivas que puede desempeñar la agricultura en el desarrollo económico, si se dota del ambiente adecuado, sin duda es esencial para el desarrollo en general. Desde luego, el hambre y la pobreza son cuestiones importantes, pero para que los países en desarrollo logren mejorar la agricultura también lo son la sostenibilidad de los recursos ambientales, la estabilidad social y el desarrollo cultural. El Proyecto ROA trata de abordar estas cuestiones.
Con estas palabras, les doy nuevamente la bienvenida a nombre del Departamento Económico y Social y, en particular, de la Dirección de Análisis del Desarrollo Económico y de la Agricultura. Les deseo un debate productivo y fructífero.
Muchas gracias.
1 Los Países Miembros han manifestado explícitamente no haber llegado a un acuerdo sobre el significado de multifuncionalidad y sobre la función de la FAO respecto a este concepto.