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I. Introducción


Finalidad del estudio
Metodología
La situación económica

Finalidad del estudio

Durante el siglo pasado, la economía mundial, en el sentido de producto total de la actividad económica, ha crecido constantemente a ritmos de los que con casi absoluta certeza puede afirmarse que fueron los más elevados de todos los conseguidos hasta entonces, durante cualquier otro período ininterrumpido. Pero, como se sabe, no todos los países del mundo experimentaron tal crecimiento continuo; es más se ha circunscrito éste a aquellos países donde ha ido creciendo el moderno sistema industrial y al período durante el cual ha pasado el sector industrial a constituir una parte importante de la economía de dichos países. En los países desarrollados cuyos datos nos son conocidos para una parte apreciable de ese período, el crecimiento del producto ha llegado a alcanzar con frecuencia un ritmo superior al 20 por ciento en cada decenio, lo que significa un alza de más de seis veces a lo largo del siglo y de casi 40 veces en dos siglos.

En un pasado más reciente, y en especial durante el período de la posguerra, han venido estudiándose cada vez más los modos y medios de mantener este aumento y de dar principio al crecimiento económico continuo en los países que todavía se hallan en fase inicial de desarrollo. Esto ha dado un creciente impulso a la necesidad de evaluar y comprender el funcionamiento de la economía, y determinar las medidas necesarias en cada una de sus partes componentes para llevar a efecto el crecimiento óptimo.

El sector que produce y emplea la madera y sus derivados es una parte importante de la actividad económica en casi todos los países del mundo. La madera es uno de los principales recursos naturales del mundo, que es renovable y que casi todos los países poseen o pueden crear. Sus productos derivados van pasando a formar parte de la economía en cada fase del desarrollo, y las industrias que emplean la madera constituyen un elemento importante del sector manufacturero en la mayoría de las economías más adelantadas. Para no citar sino una medida global de esta importancia: en 1961 la madera usada en las distintas industrias representó el 6,2 por ciento del valor total agregado de toda la actividad industrial del mundo y el 8,6 por ciento de toda la mano de obra en ella empleada.1

1 NACIONES UNIDAS, 1965. The growth of world industry, 1938-1961: international analyses and tables.

Reconociendo la importancia del sector, hace tiempo que se viene dispensando una creciente atención a la evaluación sistemática, tanto en el ámbito industrial como en el nacional, de la naturaleza y evolución de las necesidades madereras y de la capacidad productora de los recursos forestales. Hasta ahora, algunos países han realizado ya varios estudios periódicos de ese tipo.

En 1950, los países miembros del Comité de la Madera de la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas y la Comisión Forestal Europea, de la FAO, pidieron a las secretarías respectivas que realizaran la evaluación correspondiente a Europa, en su totalidad, para proporcionar el marco regional en que habrían de quedar encuadrados los planes y políticas que influyen en el sector de la madera. El estudio consiguiente se acabó en 1953. Posteriormente la FAO y las respectivas comisiones regionales de las Naciones Unidas para Asia-Pacífico, América Latina y Africa, realizaron estudios similares a petición de los países de dichas regiones, y se puso al día y amplió en un nuevo estudio la parte correspondiente a Europa. Al mismo tiempo, los Estados Unidos, el Canadá y la U.R.S.S., que ya tienen experiencia en esta clase de estudios, habían emprendido por su cuenta una nueva evaluación con respecto al período abarcado por los estudios Naciones Unidas/FAO.

El presento estudio trata do reunir, actualizar y resumir los datos y resultados de este ciclo de evaluaciones regionales y nacionales sobre recursos y necesidades madereras,2 y de redondear todo esto con los datos para el Cercano Oriente y la China continental, las dos zonas no abarcadas previamente. Al hacer esto se añade una nueva dimensión. La madera y productos derivados entran ampliamente en el comercio internacional, y ninguna región deja de estar influida por los mercados, recursos e industrias de las demás. Por tanto, esto estudio considera también esta acción recíproca, así como la evolución del equilibrio global entre la oferta y la demanda de madera.

2 Todavía so está realizando el estudio emprendido por las autoridades de la U.R.S.S. El presente estudio ha tenido acceso a los datos históricos más recientes de que se dispone para la U.R.S.S., pelo las cifras de 1975 son cálculos provisionales hechos por la Secretaría de la FAO teniendo en cuenta los datos conocidos de La planificación soviética referentes al sector de la madera.

Aunque anteriormente se han acometido empresas do este género, éste es el primer análisis integrado de las evoluciones pasadas y futuras del sector mundial do la madera que se basa en un estudio sistemático país por país. La forma que adopta es la de un examen, globalmente y zona por zona, de la estructura y evolución del consumo de los distintos productos derivados de la madera de 1951 en adelante; de la producción do madera de los bosques mundiales; del crecimiento de las distintas industrias primarias que emplean madera y del comercio de madera y sus derivados. Al mismo tiempo, se ha encauzado la atención a percibir cuáles han de sor el derrotero y los resultados más probables de la evolución en el próximo futuro, y sus consecuencias para la silvicultura y el sector de las industrias forestales.

Este examen de la probable evolución futura del sector ha quedado encuadrado en ciertas estimaciones el crecimiento de las necesidades de los productos madereros hasta 1975. Tales cálculos no deben considerarse como una profecía de lo que forzosamente habrá de suceder en 1975; únicamente tratan de mostrar lo que será el consumo en determinadas condiciones específicas, a fin de ofrecer un punto de referencia para juzgar la adecuación de las políticas y planes presentes que influyen en los recursos forestales y en el desarrollo de la industria forestal. Si las condiciones supuestas se asemejan a las que se desarrollen en la práctica lo bastante para iluminar correctamente los problemas y posibilidades que habrán de surgir, y sus amplios órdenes de magnitud, dicho examen habrá servido a la finalidad que se propuso.

El estudio y las evaluaciones nacionales y regionales en que se inspira adolecerán do ciertas limitaciones impuestas en gran parte por la cantidad, calidad y alcance de los datos disponibles. La serie de estudios, primera en su clase, ha revelado, según era de prever, las deficiencias de que adolecen en alcance los datos del sector maderero.

Prescindiendo de la parquedad de gran parte de las estadísticas correspondientes al sector forestal, existe una carencia general de las relativas a usos finales de los productos del bosque y de los datos sobre costos de producción de la madera. Todo esto se refleja, necesariamente, en la forma, profundidad y metodología de los estudios.

Sin embargo, el trabajo resumido en el presente estudio no debe considerarse únicamente como una culminación del primer examen amplio del sector maderero, sino también como el paso inicial de un repetido proceso de evaluación, con ejercicios subsiguientes que tratarán de mejorar los datos base y de vencer las limitaciones conceptuales y metodológicas inevitables en esta evaluación inicial. Cabe ya esbozar el paso siguiente en el plano internacional: la incorporación del presente trabajo en el Plan Indicativo Mundial para el Desarrollo Agrícola, que la FAO emprende actualmente. La silvicultura y los productos forestales formarán una palta importante de esta evaluación fundamental, cuyo propósito es servir de marco internacional de referencia a los distintos países en la planificación de todos los sectores agrícolas de sus economías. El Plan no sólo evaluará la probable evolución de la demanda de productos agrícolas, sino que indicará también cuáles habrán de ser las metas de producción, por productos y zonas determinadas, con que habrá de satisfacerse tal demanda; y examinará las consecuencias de estas metas en términos de políticas, programas y prioridades. Para integrar el sector de la madera en ese Plan será preciso no sólo revisar y ampliar las proyecciones de las necesidades madereras presentadas en este estudio, sino también proyectar el suministro de madera a que probablemente darán lugar las condiciones previstas en el Plan. Para ello habrá que conceder cierta atención a mejorar los conocimientos sobre la economía de la oferta de la madera y sus derivados, ámbito éste en que hoy día se halla retrasado el sector forestal.

La fuerza, o la debilidad, de tal labor futura seguirá descansando neceser lamente en la amplitud y precisión de los datos básicos disponibles, que deben originarse en el plano nacional. Por añadidura, la región y el mundo entero no son sino dos de los planos en que habrá de evaluarse el sector. Como ya se ha observado los estudios de tales dimensiones proporcionan el marco esencial más amplio en el cual han de situarse las políticas y los planes nacionales, pero ninguno de ellos puede servir de sustituto a las evaluaciones nacionales y locales de los recursos y necesidades madereras, que deben constituir la base de una acertada formulación de esas políticas y planes. A este nivel debe continuar la mayor parte de los esfuerzos dedicados al estudio del sector de la madera en todo el mundo.

Metodología

El presente trabajo, como resumen de una serie de estudios anteriores, se apoya en las metodologías empleadas en la preparación de los mismos al utilizar sus datos y las estimaciones futuras. Toda esta labor previa se ha revisado teniendo en cuenta todos los datos básicos más exactos, la metodología más depurada o, corno en el caso del estudio sobre los productos de paneles a base de madera, las significativas diferencias entre actividad económica y consumo que han ido apareciendo desde que fueron compilados los anteriores estudios. También se ha revisado el marco económico y demográfico siempre que estudios nacionales o internacionales de actualidad han mostrado que el crecimiento do la población o el del producto económico era, o será probablemente, muy distinto del que se había supuesto en los estudios básicos. Además, para poder servirse de las estadísticas de sector más modernas, se ha formado una serie estadística con un período base completamente nuevo, 1960-62, para cada país del inundo. En el Apéndice de este estudio figura una lista de las fuentes empleadas, así como notas explicativas de las revisiones realizadas.

El empleo de varios estudios base diferentes significa que no existe una metodología única en todo este estudio. Sin embargo, casi todo el trabajo fundamental siguió una pauta muy similar. Así, todos los estudios comprenden una estimación de las necesidades de madera que es probable tenga cada subregión en 1975,3 según determinados niveles de población, ingresos y precios; y la mayoría de ellos contienen una evaluación de lo que probablemente producirán los bosques en dicho ario. Como se ha indicado anteriormente, esto no constituye, necesariamente, una predicción de lo que sucederá en 1975, debido a las reservas que llevan consigo los supuestos fundamentales, de las cuales trata el Apéndice con más detención. Bastará aquí hacer notar, en primer lugar, que el supuesto determinante de los niveles futuros de las necesidades estimadas no es el simple del tiempo hasta 1975 sino los niveles de población ingresos y precios que se cree habrán sido alcanzados entonces. Uno o más de tales factores podría aumentar con mayor o menor rapidez de lo expuesto, en cuyo caso se llegaría al nivel de consumo estimado un poco antes, o después, de 1975. En segundo lugar, las estimaciones de la producción maderera subregional en 1975 que se emplean en el estudio son, por lo general, los pronósticos de corta de las autoridades forestales de los países interesados, que tienden a basarse en el potencial natural y en la accesibilidad de los recursos forestales, modificados por cualesquiera limitaciones que impongan las políticas forestales actuales, más bien que en estimaciones de los volúmenes de madera que probablemente habrán de obtenerse como consecuencia de la evolución de los factores económicos y demográficos supuestos. De hecho, los estudios se han basado, en gran parte, en una evaluación razonada de la probable evolución futura del sector de la madera.

3 Véase el Apéndice para una lista de las subregiones y de su composición por países.

Los supuestos sobre las tendencias de los tres principales factores que influyen en las necesidades futuras exigen una ulterior explotación. Considerando en primer lugar los precios en casi todos los casos se ha supuesto que no habrá cambios en la relación entre los precios de la madera V sus derivados y los de los sucedáneos más próximos que rigieron durante el reciente período y que han servicio de base para el análisis: precios relativos que, en la mayoría de los casos, tendieron realmente a aumentar o disminuir un poco durante el período base, y se ha supuesto, además, que las consecuencias de estos cambios de precios quedarán explicadas satisfactoriamente por las relaciones aparentes que reinaron durante el período base entre consumo, ingresos por persona y población.

Como resultado de esta serie simplificadora de supuestos, los determinantes principales de la evolución del consumo de productos derivarlos de la madera en este ejercicio son los cambios de población y de ingresos por persona.

Por esto, convendrá examinar brevemente cómo se prevé que han de evolucionar estos dos factores, por separado y en términos de los cambios conexos de las estructuras y magnitudes económicas.

La situación económica

Aumento de la población

Durante el cuarto de siglo 1938-63, la población mundial creció a un ritmo medio anual del 1,5 por ciento - lo que ha ocasionado un 50 por ciento de aumento de población en ese período y que, si se mantiene, la duplicará en menos de 50 anos. Es más, en el siglo pasado, la población mundial ha aumentado entre dos voces y media y tres, crecimiento cuya magnitud es posible que no haya tenido igual en ningún otro período parecido do la historia del mundo.

Además, en algunas de las principales regiones del mundo la población ha crecido con mucha mayor rapidez. Las tasas de crecimiento recientes en Africa y América Latina, según indica el Cuadro I-1, son tales que doblarán sus poblaciones cada 25 ó 30 años. Por el contrario, la población de Europa crece a un ritmo que exigiría casi un siglo para duplicar su tamaño. Como el crecimiento demográfico en Asia es también más intenso que el promedio, otra característica de la pauta de crecimiento demográfico consiste en que la población de las regiones en desarrollo crece más - con una mayor rapidez bien perceptible - que las poblaciones de los países desarrollados.4 Además, las tasas de crecimiento en muchos países en desarrollo están todavía ganando impulso.

4 La distinción entre regiones «en desarrollo» y «desarrolladas» no es tanto una división precisa y neta cuanto una amplia distinción en dos grupos de países que de hecho, so encuentran a su vez en diferentes fases de desarrollo, N- que irán creciendo con ritmos muy diferentes hasta 1975. Sin embargo, según se indica e n este capítulo, la diferencia de nivel entre las regiones más y menos desarrolladas es tan notable y de tan grandes consecuencias para el futuro que os preciso hacer esta distinción.

Como todavía disminuirá rápidamente la tasa de mortalidad en casi todos los países en desarrollo, es de esperar que siga acelerándose su crecimiento demográfico. Por esto, los futuros decenios se Caracterizarán indudablemente por una continuación de la llamada «explosión demográfica». Los supuestos sobre el futuro crecimiento demográfico empleados en este estudio, se basan en un reciente informe de las Naciones Unidas acerca de las perspectivas demográficas.5 Como puede observarse en el Cuadro I-1, donde se reproducen esas proyecciones, los que ahora se clasifican como países en desarrollo cuentan hoy día con unos 2.000 millones de personas; es decir, dos tercios aproximadamente de la población mundial. Hacia 1975 es de esperar que tengan cerca de 3.000 millones, y al concluirse el siglo unos 4.500 millones de personas, representando entonces las tres cuartas partes de la población mundial.

5 NACIONES UNIDAS, 1964. Provisional report on world population prospects, as assessed in 1963. Proyección a nivel medio. Las proyecciones demográficas empleadas en los estudios de tendencias madereras Naciones Unidas/FAO para América Latina y región Asia-Pacífico han quedado sustituidas en el presente estudio por las indicadas en este informe de las Naciones Unidas.

Aumento de los ingresos por habitante

Como se ha indicado previamente, los primeros decenios de este siglo, y también, con frecuencia, los últimos del siglo XIX, presenciaron un crecimiento rápido y constante de los ingresos por habitante en cierto número de países, sobre todo en los países desarrollados de América del Norte, Europa, la U.R.S.S. y el Japón.

CUADRO I-1. - Población mundial: crecimiento desde 1920 a 1960 y proyecciones para el año 2000


1920

1930

1940

1950

1960

19751

20001

REGIONES DESARROLLADAS

Millones

Europa

327

355

380

392

425

467

527

U.R.S.S.

155

179

195

180

214

261

353

América del Norte

116

134

144

166

199

243

354

Japón

55

64

71

83

93

106

122

Oceanía

8,5

10

11

13

16

20

32

Total

662

742

801

834

947

1097

1388

REGIONES EN DESARROLLO

América Latina

90

108

1130

163

212

325

624

Africa

143

164

191

222

273

393

768

Asia2

968

1056

1173

1298

1558

2092

3185

Total

1201

1328

1494

1683

2043

2810

4577

TOTAL MUNDIAL

1862

2070

2295

2517

2990

3907

5965

NOTA: Por haberse redondeado las cifras, las partidas no coinciden con los totales.
FUENTE: Datos obtenidos do: NACIONES UNIDAS, 1964. Provisional report on world population prospectes, as assessed in 1963.
1 Proyección del nivel «medio».
2 Exceptuado Japón.

El Cuadro I-2 indica la delantera que han llevado sus ingresos por persona a los del resto de los países de economía mercantil y el Cuadro I-3 muestra en qué medida se concentra en tales países la riqueza económica, expresada en producto interno bruto. Según el Cuadro I-3, el grupo de los países desarrollados representa casi el 85 por ciento del producto interno bruto de todas las economías de mercado, aunque éstas representan solamente el 33 por ciento de la población mundial. En los países desarrollados, el promedio del producto interno bruto por habitante es más de 10 veces superior al de los países en desarrollo que no han entrado todavía en un período de crecimiento constante. La distancia que separa a los países más avanzados del primer grupo y a los más retrasados del segundo es, por supuesto, mucho más amplia.

CUADRO I-2. - Producto interno bruto por habitante, 1950-75

 

Producto interno bruto 1961

Tasa media anual de crecimiento en producto1 por habitante (a precios constantes)

1950-60 (real)

1961-75 (estimada)

$ por habitante

Porcentaje

REGIONES DESARROLLADAS

Europa occidental

21095

3,7

33,4

Europa oriental

4

57,2

36,4

U.R.S.S.

4

5, 67,5

 

América del Norte

2620

1,5

31,9

Japón

550

8,0

6,0

Pacífico

1495

1,7

 

REGIONES EN DESARROLLO

América Latina

295

1,8

2,6

Africa

135

1,9

2,5

Asia7

88

2,2

2,5

China continental

...

...

...

FUENTE: Véase el Apéndice.
1 Se refiere al producto interno bruto, a menos que se especifique lo contrario.
2 Exceptuada Yugoslavia.
3 Producto interno bruto por habitante.
4 Un intento reciente do la Secretaria FAO/CEE para expresar los ingresos nacionales de todos los países europeos con arreglo a una baso comparable (véase Apéndice), dio los siguientes valores aproximados del producto interno bruto por habitante en 1960 (en dólares E.U.A.): Europa occidental, 900; Europa oriental, 700. U.R.S.S., 950. (La discrepancia entre esta cifra de Europa occidental y la del cuadro se debe principalmente al empleo de distintos tipos de cambio al convertir las monedas nacionales a dólares E.U.A.).
5 Producto material neto por habitante.
6 1953-61.
7 Exceptuados Japón y China continental.

Los datos reproducidos en el Cuadro I-2 indican que en el período 1950-60 el producto por habitante en las economías mercantiles desarrolladas creció de nuevo, por término medio, a un ritmo más rápido que en los países en desarrollo. En términos absolutos, el producto interno bruto por habitante subió en los países desarrollados de 1.080 dólares en 1950 a 1.410 dólares en 1960, en comparación con un aumento de 105 a sólo 130 dólares que registraron como promedio los países en desarrollo.6 Así, pues, la brecha que separa a unos y otros se ha ensanchado todavía más.

6 NACIONES UNIDAS, 1964. Estudio Económico Mundial 1963, Vol. 1, pág. 23.

Respecto al porvenir, no existen proyecciones mundiales del aumento de los ingresos que sean comparables con las del aumento demográfico examinadas anteriormente. Sin embargo, muchos países y grupos de países están ya entregados al pronóstico, planeamiento o fijación de las metas de su futuro crecimiento económico. En este estudio los supuestos utilizados para calcular el crecimiento económico hasta 1975, proceden, en cuanto ha sido posible, de los planes, metas u objetivos que ya existen.7

7 Véase el Apéndice.

CUADRO I-3. - Distribución del producto interno bruto en 1960



Distribución en 1960

Miles de millones de dólares

Porcentaje

ECONOMÍAS MERCANTILES DES ARROLLADAS

920,1

84,1

Europa occidental

314,3

28,8

América del Norte

539,8

49,5

Japón

39,0

3,6

Oceanía, Sudáfrica

27,0

2,5

ECONOMÍAS MERCANTILES EN DESARROLLO

169,1

15,6

América Latina

61,4

5,6

Africa1

27,0

2,5

Asia2

79,2

7,3

Otras

2,2

0,2

TODAS LAS ECONOMÍAS MERCANTILES

1089,9

100,0

FUENTE: NACIONES UNIDAS, 1964, Estudio Económico Mundial 1963, Vol. 1, Cuadro 2-1.
1 Con exclusión do Sudáfrica.
2 Con exclusión del Japón.

Podría aducirse que las tasas del futuro crecimiento basadas en metas y objetivos son susceptibles de representar, casi por definición, los márgenes superiores de lo que en la práctica hubiera de suceder. Es posible que así sea; aquí se les acepta como representativos de los propósitos y de las aspiraciones expresas de los países interesados. Si este estudio del sector de la silvicultura y de los productos forestales ha de ser útil a los países del mundo, deben reconocerse claramente estos objetivos y examinarse sus consecuencias con respecto al futuro del sector. Además, como se apuntó anteriormente, el presente estudio es de índole más bien expositiva que profética. Lo importante es que se tengan en cuenta sus supuestos fundamentales al extraer conclusiones de su contenido y, en los anos posteriores, al comparar esas estimaciones anticipadas con el paso real de los hechos.

Los coeficientes empleados aquí - resumidos en el Cuadro I-2 y enumerados en su totalidad en el Cuadro I-A del Anexo - suponen tasas de crecimiento para las zonas más desarrolladas ligeramente inferiores a las conseguidas durante el pasado más reciente, mientras que en los países en desarrollo se ha supuesto que el crecimiento futuro será algo más rápido que hasta ahora. Aun así, estas últimas tasas no son muy altas, ni tampoco elevarán mucho en los países en desarrollo el nivel absoluto del producto interno bruto por habitante en el período hasta 1975. En otras palabras, ni siquiera las desviaciones más sustanciales de las tasas de crecimiento aquí supuestas alterarán en este período de tiempo la característica básica de la economía mundial, a saber: la constante concentración del crecimiento absoluto de la riqueza mundial en los países ya desarrollados y el constante y bajo nivel de ingresos por habitante en los países donde tendrá lugar la mayor parte del crecimiento demográfico del mundo.

Consecuencias

En la demanda de madera y productos derivados se reflejarán necesariamente los aspectos estructurales de la economía mundial que acabamos de exponer. En otras palabras, la demanda adicional ocasionada por el crecimiento demográfico es probable que sea, en su mayor parte, de las clases más sencillas de la madera, que son las que hacen falta en las fases iniciales del desarrollo, mientras que la demanda adicional producida por el aumento de los ingresos quedará concentrada, probablemente, en los países más desarrollados.

En estos últimos países, la forma y magnitud de la demanda adicional acusarán mucho también los cambios de estructura de las que registren en su crecimiento las respectivas economías nacionales. Considerada transversalmente, entre países en diferentes fases de su desarrollo, la parte correspondiente al sector agrícola disminuye desde un 55 por ciento del producto nacional en los países que se encuentran en fases iniciales de desarrollo, a menos del 15 por ciento en los más desarrollados. Entre tanto, la parte del sector manufacturero sube de un 15 a un 40 por ciento, poco más o menos, y el sector servicios pasa de un 35 a un 50 por ciento, aproximadamente. Que ésta es también, en términos generales, la naturaleza misma de los cambios que sufre el crecimiento económico con el transcurso del tiempo, lo atestiguan los datos que se conservan en ciertos países con respecto a grandes períodos de su pasado.8

8 S. KUZNETS, 1957. Quantitative aspects of the economic growth of nations: II. Industrial distribution of national product and labour force. Economic Development and Cultural Change, Supl. al Vol. 5, N° 4.

El crecimiento de la demanda de artículos manufacturados tiene una consecuencia especialmente importante sobre el uso de la madera, que progresivamente deja de utilizarse como madera rolliza, empleándose cada vez más como materia prima para la industria. Uno de los objetos principales de este estudio será el de examinar las perspectivas de las distintas industrias que utilizan la madera, y la probable evolución de la demanda de sus productos. Por ahora bastará con notar dos rasgos generales del crecimiento industrial que influyen en lo que se dice a continuación.

En primer lugar, el aumento de los ingresos por habitante exige una creciente productividad por persona empleada. Indice de este aumento de productividad es el mejoramiento constante de la eficacia con que se emplean los recursos y demás factores de producción, de modo que cada vez se necesiten menos de los mismos para obtener una determinada cantidad de producto final. De ahí, la fuerte propensión que acusa toda economía dinámica a que el aumento de la producción sobrepase al del insumo de materias primas por una diferencia cada vez mayor. Como se observará en los capítulos siguientes, las industrias madereras, en su totalidad, manifiestan también esa característica. Su continua prosperidad, individualmente y en competencia con las industrias que se basan en otros recursos, dependerá probablemente en gran medida de su capacidad para conseguir nuevos aumentos de valor en lo que puedan producir por cada unidad determinada de madera.

En segundo lugar, en una economía en crecimiento se distingue el sector industrial, en su totalidad, por un progreso tecnológico constante, del cual se nutre el alza continua de la productividad. Ahora bien, ese adelanto técnico es muy desigual en cada esfera. Así, en las distintas industrias, se implantan con muy poca frecuencia las nuevas tecnologías de gran significación, seguidas por cambios menores y suplementarios para mantener y consolidar el progreso logrado. De hecho, existe arria clara tendencia a que las distintas industrias vayan creciendo durante la mayor parte del tiempo a un ritmo descendente. Por esto, un ritmo constante o acelerado de crecimiento en la economía, en su totalidad, sólo se consigue gracias a la constante aparición de nuevas industrias, o a una nueva fase de expansión con más elevadas tasas medias de crecimiento, en las ya existentes. Esto dirige la atención a dos aspectos importantes del moderno crecimiento económico industrial: en primer lugar, la pauta de crecimiento sucesivo, con tasas muy diferentes de aumento en las distintas industrias, transcurrido un cierto tiempo, obliga al producto industrial de la economía de un país a cambiar de estructura, y a hacerlo muy rápidamente además; y, en segundo lugar, si se quiere mantener el crecimiento económico, debe acelerarse siempre el ritmo del cambio subyacente. El proceso de introducción, desarrollo y difusión de cada nueva tecnología debe realizarse a un paso cada vez más rápido. Las perspectivas de las distintas industrias, entre ellas las que consumen madera deben ser consideradas en relación con esto.

FIGURA 1. - Población, renta, montes y aprovechamiento industrial de la madera; distribución en 1960-62 (porcentajes total mundial)

Se puede obtener una cierta idea del lugar que ocupan las industrias madereras en el conjunto industrial observando las estadísticas reproducidas en el Cuadro I-4. Como se hizo observar en los párrafos iniciales de este capítulo, los dos grupos identificados que trabajan con madera - productos de madera y muebles, y papel y productos de papel - representaron en 1961 el 6,2 por ciento del valor agregado, y el 8,6 por ciento del número de trabajadores dedicados a todas las actividades industriales del mundo. El cuadro indica también que incluso en un período de tiempo tan corto como el de 1950-61 hubo marcadas variaciones de estructura en el sector industrial mundial, reflejando las muy diferentes tasas de aumento a que iba creciendo la producción de los diferentes grupos de industrias. Ambos grupos de industrias a base de madera crecieron por término medio con más lentitud que la producción industrial, en su totalidad, como se reflejó entre 1950 y 1961 al mermar la parte que les correspondía en el valor agregado. Pero estas tasas medias de crecimiento ocultan las actuaciones completamente diferentes de las distintas industrias; así, por ejemplo, mientras la producción de la industria de aserrío crecía durante todo ese período el 2,7 por ciento cada año, únicamente, la industria de madera terciada iba ampliándose a más del 9 por ciento, en tanto que la de tableros de madera aglomerada, que todavía se hallaba en su infancia en 1950, crecía y crece aún a un ritmo verdaderamente explosivo.

CUADRO I-4. - Estructura de la actividad industrial en el mundo en 1950 y 1961, y tipo anual medio de cambio de la producción industrial, 1950-60





Distribución de:

Tasa de cambio

valor agregado (1968 $ E.U.A.)

cantidades comprometidas

en la producción

1950

1961

1961

1950-60

Porcentaje

Porcentaje anual

Alimentos, bebidas aromáticas y tabaco

13,1

10,7

13,6

4,8

Textiles, vestidos y artículos do cuero

12,1

9,7

19,6

4,7

Productos madereros y muebles

4,2

3,8

6,9

5,7

Papel y productos derivados

2,7

2,4

1,7

5,4

Carbón y petróleo crudo, etc.1

16,9

17,9

10,5

7,2

Minerales y productos no metálicos

4,7

5,1

6,0

7,9

Extracción de minerales metálicos y metalurgia básica

10,4

9,5

6,2

5,9

Artículos de metal

25,4

29,9

27,1

8,6

Electricidad y gas

3,8

5,0

2,0

9,5

Otros

6,7

6,0

6,4

 

Total2

100

100

100

6,7

FUENTE: NACIONES UNIDAS, 1965. The growth of world industry 1938-1961: International analyses and tables.
1 También productos químicos, carbón, petróleo y caucho.
2 Toda la minería, fabricación, electricidad y gas.

En los capítulos siguientes se estudiarán con más detenimiento cada una de las distintas industrias. Los datos que se exponen en este capítulo son suficientes para situar en una perspectiva global al sector maderero, así como para indicar algunas de las más amplias consideraciones que fundamentan su crecimiento, dentro de la estructura de la economía en su conjunto, y que en él influyen.

CUADRO l-A DEL ANEXO. - Aumento probable de ea población y del producto por persona, 1961-75




Población

Promedio del coeficiente anual de aumento del producto por persona1




Población

Promedio del coeficiente anual de aumento del producto por persona1

1961

19753

1961-75

1961

19753

1961-75

Millones

Porcentaje

Millones

Porcentaje

EUROPA

(PNB)

AFRICA

(PIB)

Europa septentrional

20,21

22,40

2,85

Occidental

117,33

163,80

2,5

CEE

171,23

188,49

3,65

Oriental

88,06

122,40

2,5

Reino Unido e Irlanda

55,74

59,29

2,95

Septentrional

55,31

83,20

2,5

Europa central

31,19

35,94

4,40

Meridional

18,13

25,90

2,5

Europa meridional

76,45

92,86

3,55

Total

278,83

395,30

2,5

Europa oriental

98,00

109,90

26,40





Total

452,82

508,88

4,00

CERCANO ORIENTE

(PIB)

 

Cuenca mediterránea

11,36

16,71

2,5

U.R.S.S.

218,00

260,80


Asia sudoriental

41,75

60,00

2,5





Península Arábiga

14,38

17,25

2,5

AMÉRICA DEL NORTE

(PNB)

Total

67,49

93,96

2,5

Canadá

18,27

24,71

1,9

 

Estados Unidos

183,76

223,00

1,9

LEJANO ORIENTE

(PIB)

Total

202,03

247,71

1,9

Asia sudoriental continental

97,08

139,69

2,5

 

Asia sudoriental insular

128,01

184,05

2,5

AMÉRICA LATINA

(PIB)

Asia meridional

550,29

767,24

2,5

México

36,09

58,82

2,8

Japón

94,05

106,17

6,0

América Central

12,25

19,12

2,8

Asia oriental (menos el Japón)

48,87

73,48

2,5

Región del Caribe

20,18

7,68

2,8

Total

918,30

1270,63

3,5

América del Sur septentrional

27,48

44,46

2,8

 

América del Sur sudoccidental

21,78

31,51

2,8

PACIFICO

13,82

17,92


América del Sur sudoriental

25,76

32,36

2,3

CHINA CONTINENTAL

660,00

792,00


Total

215,35

321,96

2,6

TOTAL MUNDIAL

3026,64

3909,16


FUENTE: Véase el Apéndice.
1 Se refiere al aumento del producto nacional bruto (PNB) o del producto interno bruto (PIB) a precios constantes.
2 Basado en los datos del reciente estudio de la FAO/CEE sobro tendencias de la madera en Europa, en el que el producto nacional bruto de todos los países de Europa se ha expresado en términos comparables.
3 En el caso de Europa, Canadá y Africa (menos Africa occidental), las estimaciones de la población de 1975 son las contenidas en los estudios regionales sobre tendencias de la madera que difieren levemente de los datos de las Naciones Unidas reproducidos en el Cuadro I-1.


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