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Perspectivas del desarrollo de las industrias de transformación primaria de la madera

El desarrollo futuro de cada una de las industrias de transformación primaria de la madera depende, como el de todas las industrias, del aumento de la demanda de sus productos y de la eficacia con que aquélla pueda combinar los bienes de capital, la mano de obra y las materias primas disponibles para producir y comercializar los productos. En el Capítulo II se examinó la situación con respecto a la demanda del consumidor de productos derivados de la madera, en el Capítulo III, base de recursos y en las primeras partes de este capítulo se ha estudiado la estructura de cada una de las industrias elaboradoras de la madera y el modo en que se han desenvuelto su organización y tecnología. Queda por examinar la forma en que las industrias forestales reaccionan ante los problemas comunes que plantea la adquisición de suministros suficientes y económicos de madera, el modo en que dichos problemas las afectan y como éstos, junto con su situación respectiva en cuanto a la elaboración y búsqueda de mercados para sus productos determinarán sus perspectivas futuras.

En general, las industrias forestales se enfrentan con la elevación de los costos de la madera, resultante del alza de los precios de la madera en pie que han acarreado la creciente competencia respecto a aquélla y el aumento de los salarios, que no siempre puede compensarse con la sustitución de los medios de producción o con la mayor eficacia de la explotación forestal. Como el costo de la madera, entregada en fábrica, representa una parte muy importante de los gastos totales de la mayoría de las industrias forestales de transformación primaria, este problema reviste una importancia fundamental.

En este capítulo se ha prestado considerable atención a lo que se está haciendo en las diversas industrias para combatir las consecuencias de esta tendencia alcista de los costos de la materia prima. Resumiendo, pueden sintetizarse esas medidas del siguiente modo: (a) perfeccionamientos técnicos constantes en la elaboración para aumentar el volumen y el valor del producto que se extrae de un metro cúbico de madera; (b) aceptación de la gama más amplia de especies, calidades y tamaños (incluidos los residuos de la madera), como consecuencia de las mejoras tecnológicas, la variación de la demanda y la ampliación de los conocimientos; y (c) introducción de mejores técnicas de cultivo, ordenación y corta, con objeto de disminuir el costo de la madera entregada en fábrica.

Pero en la aplicación de estas soluciones al problema del costo de la materia prima repercuten mucho las interrelaciones que existen entre las industrias de transformación primaria, ya que la madera es la materia prima común a todas ellas:

1. Las necesidades de dichas industrias son complementarias en un grado considerable: las trozas de mayores dimensiones y de calidad más elevada se aprovechan mejor, generalmente, por la industria de la chapa y los contrachapados; las que no son tan grandes, pero sí de buena calidad, sirven para la industria del aserrío; y las de pasta y tableros, aunque pueden servirse de una amplia variedad de calidades y tamaños de madera, usan, con frecuencia, rollizos demasiado pequeños o de calidad demasiado baja para el aserrío. El desarrollo de los complejos industriales forestales puede conducir, en consecuencia, a un aprovechamiento del recurso forestal más completo, y, con frecuencia, más eficaz del que podría lograr una industria individual.

2. La capacidad de las industrias de la pasta y los tableros de fibra y de partículas para aprovechar los residuos del aserrío y fabricación de chapa, y la de las industrias de transformación secundaria de la madera como, por ejemplo, la del mueble, refuerzan aún más el carácter complementario de los subsectores.

3 Sin embargo, todas las industrias usuarias de la madera compiten, hasta un cierto grado, por los suministros de madera más fácilmente asequibles. Puede haber cierta competencia en lo que se refiere a casi toda la gama de dimensiones y calidades, como sucede entre la industria de la pasta y la de los tableros, aunque la existente entre estas industrias y la de aserrío, o entre esta última y la de las chapas y contrachapados, afecta exclusivamente a las dimensiones y calidades de madera rolliza en las que sus necesidades coinciden.

Estas interrelaciones han afectado, y continuarán afectando, al desarrollo de las diversas industrias forestales, no sólo directamente en cuanto a las medidas que adopten para surtirse de madera, sino también indirectamente en lo referente a las funciones de elaboración y comercialización.

La presión para aprovechar plenamente los productos del monte en sus aplicaciones complementarias ha tendido a debilitarse, en parte porque una gran extensión de la tierra forestal es de propiedad pública o se halla distribuida en pequeños predios de propiedad privada, y en parte porque la producción de madera para la industria, es decir, la conservación de las tierras forestales y del capital vuelo, se ha encontrado divorciada, con harta frecuencia, de las fases sucesivas de corta, extracción y elaboración. Como se ha indicado anteriormente, muchas empresas de fabricación de pasta y de las de aserrío importantes tienden cada vez más a integrarse con el sector de producción de la madera con objeto de asegurar su abastecimiento de materia prima. Esto ha aumentado el interés de esas empresas por asociarse o integrarse con otras formas de conversión primaria de la madera con objeto de lograr el pleno aprovechamiento del potencial del bosque, y distribuir los gastos de tenencia y protección de las tierras forestales.

La integración horizontal resulta también estimulada por las actividades de la fase de recolección. Generalmente, las operaciones de corta, troceado, extracción y transporte absorben, con mucho, la mayor parte del costo de la madera entregada en la fábrica elaboradora. Por ello, se dedica considerable atención a la reducción de los gastos que se producen en esta fase. Ya hemos mencionado algunas de las medidas específicas que adoptan determinadas industrias, como la tendencia a la extracción de la madera para pasta durante todo el ano para asegurar un abastecimiento uniforme. Existe también marcada tendencia a elevar al máximo la corta por unidad de superficie a fin de distribuir los gastos de corta, despiezo, extracción y transporte. El extraer exclusivamente trozas de aserrío, o rollizos para pasta, cuando se trata de masas que producen una proporción de cada una de estas clases de madera, resulta con frecuencia demasiado costoso.

En segundo lugar, como la mano de obra representa una parte tan grande de los gastos de recolección, hay fuertes presiones para que se reduzca al mínimo su empleo mediante la extracción del árbol entero, o del árbol despojado solamente de lo que no se va a aprovechar en absoluto, para proceder luego a un ulterior troceado, preparación y clasificación, en puntos centrales donde puede hacerse un usó máximo de la maquinaria. Pero los beneficios plenos de estos sistemas sólo pueden lograrse si todos los tamaños y clases de producto resultantes van a fábricas elaboradoras situadas en un mismo lugar. Cuanto más hayan de ser reclasificados los productos y transferidos de un punto a otro, tanto más anularán los gastos de estas operaciones los beneficios del ahorro de mano de obra en el monte25 (el empleo de maquinaria, para que resulte económico, suele también exigir que el rendimiento volumétrico total sea elevado y por ello se presta más para operaciones en gran escala).

25 Al mismo tiempo, el desarrollo del transporte por medio de camiones ha mejorado la posición competitiva del sistema, más flexible, de corta al tamaño requerido y clasificación en el monte. De este modo, es frecuente que la madera pueda ser transportada si no desde el pie del tocón, sí desde el borde de la carretera hasta la fábrica, sin manipulación ni clasificación ulteriores. El empleo de sencillos garfios de carga montados sobre camiones aumenta aún más las posibilidades de ahorrar gastos con este sistema.

Pasando a la fase de elaboración, las exigencias de integración o asociación horizontales entre los diferentes elaboradores primarios de la madera nacen principalmente del hecho que las industrias de la pasta y los tableros de fibra y de partículas utilicen como materia prima los residuos leñosos sólidos, procedentes de operaciones de aserrío, la fabricación de chapas y contrachapados, y de las industrias de transformación secundaria de la madera, como son las de fabricación de muebles. En algunas secciones anteriores del capítulo se ha dado alguna idea de la importancia de este aprovechamiento, tanto para las industrias usuarias de la madera como para las que la producen. Las industrias de los tableros de fibra y de partículas, que han logrado tan buenos resultados, se han creado, en gran medida, sobre la base de utilizar los residuos de maderas baratas que hoy día han pasado también a ser una parte importante de la materia prima que sirve de base a muchas de las fábricas de pasta y papel.

Se cree que en 1975 se utilizarán industrialmente cantidades considerablemente mayores de materia prima residual (quizá nada menos que 100 millones de m3 de residuos gruesos al año en todo el mundo). Pero, como se indica en el Cuadro IV-30, no se cree que la proporción del total de la materia prima económicamente disponible en forma de residuos en Europa y los Estados Unidos aumente mucho. En la mayoría de las principales zonas productoras de estas regiones, gran parte de los residuos aprovechables, dadas las limitaciones económicas y tecnológicas actuales, ya han sido agotados, y el volumen de residuos que se producen no aumenta tan de prisa como la demanda de materia prima.

Sin embargo, hay grandes cantidades de residuos, como el aserrín y la corteza que aún no han sido utilizados industrialmente en gran escala. El Cuadro IV-31 indica la importancia absoluta y relativa de estos tipos de residuos leñosos en Europa y los Estados Unidos. Se espera que, de aquí en adelante, aumenten los esfuerzos para vencer las limitaciones tecnológicas y económicas que entorpecen el aprovechamiento más pleno de estas calidades de residuos, por ejemplo para la fabricación de pasta y de tableros de fibra. Si se hace esto, se fortalecerán aún más, indudablemente, los lazos entre las industrias productoras de residuos y las que los aprovechan.

CUADRO IV-30. - Proporción de los residuos en el consumo total de madera industrial de Europa y los Estados Unidos, 1961 y 1975




Consumo de madera industral1

Residuos

Cantidad total económicamente utilizable

Proporción del consumo total de madera industrial

Estados Unidos

Millones de m3 ®

Porcentaje

1961

1288

18

6,3

1975

1376

35

9,3

Europa

1961

2259

14

5,4

1975

2376

25

6,6

1 Equivalente en madera rolliza del consumo de productos derivados de la madera.
2 Equivalente en madera bruta del consumo de productos derivados de la madera.

CUADRO IV-31. - Estructura de ea utilización de residuos de da madera en Europa y los Estados Unidos, por tipos de residuos y de uso, a principios de ea década 1960-70


Total de residuos disponibles

Utilizados por la industria de la pasta

Otros usos industriales2 y aprovechamiento para combustible

No utilizados

Gruesos1

Finos2

Gruesos

Finos

Gruesos

Finos

Gruesos

Finos

EUROPA (1959-61)

Millones de m3

Todas las especies

26

26

8,5

-

2,5

1

15

25

ESTADOS UNIDOS (1962)

Maderas blandas

60,4

18,4

15,3

11,0

15,7

Frondosas

17,2

1,6

6,2

4,0

5,3

Todas las especies

77,6

20,0

21,5

15,0

21,0

FUENTES: Naciones Unidas/FAO. European timber trends and prospects: a new appraisal, 1950-75, Nueva York, 1964. Servicio Forestal de los E.U.A. Timber trends in the United States, Wáshington, D.C., 1965. Forest Resource Report N° 17.
1 Europa: definidos como residuos sólidos; Estados Unidos: material sin utilizar apropiado para astillas, como costeros, recortes y almas de chapa.
2 Europa: comprende el serrín y los residuos del descortezamiento; Estados Unidos: serrín no utilizado, virutas, etc., no apropiados para astillas.
3 Incluye el aprovechamiento para tableros de partículas y de fibra, y otros diversos usos industriales.

Como se ha hecho notar antes en este capítulo, la aparición de mercados para los residuos de la elaboración de la madera ha transformado la situación de la industria del aserrío, fortaleciendo la posición económica de las fábricas suficientemente grandes para poder instalar maquinaria especial para preparar los residuos y minando aún más la de aquellas otras que no tienen suficiente tamaño. Esta ampliación de la base de ingresos es de importancia suma para la industria del aserrío, dada la situación generalmente menos favorable en la que ésta se encuentra en el terreno de la competencia entre las industrias para procurarse materia prima. La industria de la pasta (y en menor grado las de los tableros de fibra y de partículas) compiten con ella respecto a una gama cada vez mayor de tamaños de troza en el límite inferior de la escala de las trozas para aserrío, la de los tableros contrachapados lo hace en el límite superior y las mejoras tecnológicas orientadas a la obtención de chapas por desencallo de trozas de diámetro más pequeño ha ampliado el ámbito de la competencia respecto a las especies afectadas. En estas industrias, los costos de la materia prima constituyen en general una parte de los gastos totales más pequeña que en la del aserrío y como, generalmente, han demostrado hallarse en mejores condiciones para lograr economías de costos en otros puntos del proceso de producción, se encuentran, con frecuencia, en una posición mejor para absorber la subida de precios de las trozas que la industria del aserrío. Se ha dicho que pocas de las grandes serrerías de los países escandinavos serían económicamente viables si no tuvieran salida para sus residuos gracias a sus vínculos con las industrias de la pasta, el papel y tableros de fibras.

La competencia no se ha limitado, desde luego, a esta zona. Ya se ha llamado la atención sobre los efectos de la competencia entre las industrias de la pasta y la de los tableros para procurarse residuos y rollizos de tamaño pequeño; su principal consecuencia es que reduce la base de la segunda circunscribiéndola a las calidades más mediocres de madera y a las localidades en que las existencias (o los mercados) son demasiado pequeñas para permitir el funcionamiento de una fábrica de pasta o de pasta y papel.

En resumen, puede decirse que casi todas las relaciones recíprocas entre las diferentes industrias de transformación primaria de la madera tienden a plantear la exigencia de alguna clase de vinculación o asociación en la explotación a medida que la competencia por la materia prima, y por los mercados, se intensifica. Ya se ha llamado antes la atención en este capítulo acerca de que todo lo que sirva a reducir los costos suele también provocar la integración vertical de las diferentes fases de fabricación de cualquier producto particular derivado de la madera. La mayoría de las industrias forestales han tratado de mejorar, en general, la productividad mediante el aumento del tamaño sus fábricas, con objeto de beneficiarse de las economías que pueden lograrse en gran escala respecto a los gastos de capital, mano de obra, administración, generales y de otras clases. Esta tendencia es muy pronunciada en algunas ramas de la industria de la pasta y el papel que exigen gran densidad de capital (en las cuales la integración física de las dos fases acarrea de por sí también economías) y menos pronunciada en la industria del aserrío. Pero en todas las industrias usuarias de la madera, el tamaño grande de las fábricas tiende, como se ha observado antes, a plantear problemas de abastecimiento y mercado, que conducen a la integración con las fases de producción y transformación de la madera y de comercialización del producto.

La conclusión a que se ha llegado anteriormente de que la presión sobre las industrias transformadoras de la madera miraba a un grado mayor de integración horizontal entre ellas puede, por tanto, ampliarse diciendo que tales vinculaciones se están produciendo tanto horizontal como verticalmente. En los países escandinavos, por ejemplo, donde está materialmente a punto de alcanzarse el límite de las cantidades disponibles de madera, esta combinación de presiones ejerce un marcado efecto en la estructura general de las industrias forestales y en sus relaciones recíprocas. La madera se está desviando, en creciente medida, de su salida comercial como leña y otros aprovechamientos en rollo hacia la industria y, dentro del conjunto de ésta, a las de la pasta y los tableros que utilizan cada vez más tamaños de trozas que anteriormente se destinaban al aserrío. Por lo tanto, el aumento del producto aserrado se ve restringido en favor de otras industrias que reportan más beneficios por m3 de materia prima. Además, en el marco de la industria de la pasta y el papel, se desvía la atención de la producción de pasta para el mercado a la de papel y cartón, lo que aumenta aún más la plusvalía que adquiere en el país la madera bruta disponible para las industrias forestales de Europa septentrional.

En la U.R.S.S. y algunos países de Europa oriental, gran parte de la nueva capacidad fabril de la industria forestal se proyecta, desde el principio, en forma de grandes complejos plenamente integrados. En Bratsk, localidad de la U.R.S.S., por ejemplo, se está terminando un complejo industrial que elaborará 4 millones de m3 de madera rolliza anualmente para dar 200.000 toneladas de pasta soluble, 280.000 toneladas de papel kraft para cartones, 54.000 toneladas de levadura para forrajes, 860.000 m3 de madera aserrada, 65.000 m3 de tablero de partículas, y muebles por un valor de 30 millones de rublos.

Pero debe reconocerse que las presiones que conducen a estas realizaciones no se sienten, en modo alguno, universalmente. El nivel y la estructura de la producción de cualquier zona determinada reflejan las circunstancias del mercado y de los costos, y éstos varían con mucha amplitud en los distintos lugares del mundo. Sus efectos sobre las diferentes industrias quizá puedan sintetizarse del modo que se expone a continuación.

Cuando el volumen del mercado es pequeño pero se dispone de un suministro de maderas de grandes dimensiones y buena calidad, la industria del aserrío, que puede trabajar económicamente en pequeñas unidades, se encuentra en condiciones de desarrollarse con mayor rapidez que las demás industrias transformadoras de la madera, al menos en lo que toca al abastecimiento de la creciente demanda interna. En estos casos, la presión en favor de la integración será poca. Además, el suministro de productos baratos de madera aserrada hace difícil que los paneles a base de madera lleguen a afianzarse en el mercado en medida tal que se justifique la creación de una industria para su fabricación. En los países más desarrollados quedan algunos lugares en los que se mantienen estas condiciones, pero son más comunes en aquellas partes de las regiones en desarrollo enclavadas en las zonas de bosque tropical cerrado o en su inmediata vecindad, o en los puntos mejor situados de las zonas de monte xerofítico. En la mayoría de los países en desarrollo hay aún mucho horizonte para el aumento de la utilización de la madera aserrada. En el Capítulo II se ha indicado que se espera que un tercio de la expansión del consumo mundial de madera aserrada tenga lugar en las regiones en desarrollo. De este modo, las perspectivas de expansión de la industria del aserrío son buenas en estas regiones, pero la industria tendrá que poner cuidado en el producto que fabrica. La pobreza de la calidad obtenido hasta ahora ha originado una reacción desfavorable en los mercados de demasiadas partes del mundo.

En los países industrialmente más avanzados, es probable que la madera aserrada continúe sometida a las presiones descritas en este capítulo, tanto en cuanto al suministro de madera como a los fines del mercado. Puede esperarse que el volumen general del mercado de madera aserrada aumente sólo en pequeña medida. Pero aunque, indudablemente, es probable que esta situación se traduzca en una fuerte presión en favor de aserraderos más pequeños, los sectores más avanzados de la industria continuarán desarrollándose. En efecto, es probable que en el futuro se asista a una reorientación y reestructuración de la industria de estos países orientados a la instalación de serrerías mayores y más mecanizadas.

La industria de las chapas y contrachapados se basa en la proximidad a los recursos o en la dependencia de un suministro fácil de trozas de buena calidad. Con frecuencia, el funcionamiento de esta industria se beneficia de su asociación con la del aserrío, para aprovechar mejor la gama de maderas rollizas de tamaño grande que ambas utilizan. Como, especialmente en el caso de la producción de chapas, esta industria puede obtener buenos resultados, desde un punto de vista económico, operando en unidades de escala relativamente pequeña, es, a menudo, la industria de los paneles a base de madera la primera que hay que desarrollar. Pero sólo en los países en que el mercado interno es grande resulta, generalmente, practicable integrar la fabricación de los tableros contrachapados con la producción de los tableros de partículas o de fibra, ya que los productos manufacturados de la madera suelen ser muy semejantes en muchos aspectos. El desarrollo de la industria de las chapas y contrachapados continuará dependiendo, en gran parte, de un suministro adecuado de trozas para chapas, aunque hay que reconocer que va ampliándose la gama de tamaños y especies aceptables. En la actualidad, el hecho de que se importe gran cantidad de la materia prima constituye una característica de esta industria. Pero se prevé que, con su ulterior desarrollo, las fábricas se montarán cada vez más cerca de la fuente de materia prima que les sirva de base.

Es de esperar que la expansión de las industrias de los tableros de partículas y de los de fibra se concentre en zonas que dispongan de mercados capaces de absorber la producción de las fábricas de tableros, además de la de madera aserrada y contrachapados, o en zonas con existencias de troncos serradizos o trozas para chapas totalmente insuficientes para atender la demanda local de productos madereros. En el primer caso, la industria se integrará, por lo general, con otras industrias forestales. En el segundo, el feliz establecimiento de las fábricas dependerá, a menudo, de la eficacia en la obtención de materias primas más inferiores, ya se trate de residuos de madera o de maderas de peor calidad. Así pues, en los países desarrollados, el sistema que ofrece mejores oportunidades es la integración de las fábricas de tableros con concentraciones fabriles dedicadas a la labra de la madera, o el establecimiento de fábricas independientes que utilizan los suministros de madera rolliza de tamaño o calidad inapropiados para la producción de madera aserrada, chapas o pasta. Oportunidades para la creación de industrias de tableros existen quizá en muchas de las zonas de monte xerofítico del mundo. El producto de las claras de masas artificiales puede también servir de base para el establecimiento de fábricas de tableros, sin esperar a que dichas masas produzcan trozas de aserrío o a que se monte una fábrica de pasta.

Es probable que el desarrollo de la industria de la pasta y el papel tenga lugar principalmente en las zonas que cuentan con capitales suficientes para la inversión y, además, con otros recursos, especialmente agua, y en las que se dispone de materia prima para la fabricación de pasta en cantidades suficientes para abastecer una fábrica de proporciones económicamente mínimas. Como este mínimo es tan grande en muchas ramas de esta industria de gran densidad de capital, es probable que la mayor parte del desarrollo futuro, sobre todo en la fase de fabricación de pasta, se produzca, como al presente, en los países de la zona templada norte que dispongan de grandes mercados o abundantes existencias de materia prima, o se hallen próximos a ellos. Pero es fácil que el desarrollo de los mercados de otras partes del mundo entrañe una creciente presión en favor de las industrias situadas fuera de la zona templada septentrional, y de su firme desarrollo, siempre que sea en países donde las condiciones favorables del costo o del mercado pueden permitir la explotación de empresas que operen en menor escala.

Queda por examinar el probable desarrollo de las industrias de transformación primaria de la madera en las diferentes regiones. Pero este extremo puede tratarse, más apropiadamente, en el Capítulo VI, donde se estudia el conjunto de los diversos elementos de la balanza futura de la madera. No obstante, no está de más observar aquí que, a pesar de que el desarrollo del comercio de productos forestales es relativamente más rápido que el del consumo, y a despecho de los cambies sustanciales que experimentan las estructuras internacionales de suministro de la madera, sigue siendo probable el hecho de que la inmensa mayoría del desarrollo industrial mantenga un estrecho paralelismo, al menos en el plano regional, con el incremento del consumo.

CUADRO IV-A DEL ANEXO. - Producción de madera aserrada, 1960-62, y cambios experimentados en la producción, 1956-61

CUADRO IV-B DEL ANEXO. - Producción de paneles a base de madera, 1960-62, y cambios experimentados en la producción, 1956-61

CUADRO IV-C DEL ANEXO. - Producción de pasta de madera, 1960-62, y cambios experimentados en la producción, 1956-61

CUADRO IV-D DEL ANEXO. - Producción de papel y cartón, 1960-62, y cambios experimentados en la producción, 1956-61


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