NUEVAS TENDENCIAS EN LA REFLEXIÓN ACERCA DEL DESARROLLO Y CONSECUENCIAS PARA LA AGRICULTURA
Simon Maxwell
Robin Heber Percy
Simon Maxwell es Director y Robin Heber Percy Asistente de Investigación del Overseas Development Institute de Londres. |
Los sectores de la alimentación y del desarrollo agrícola y rural (Food Agriculture and Rural Development, FARD) están estrechamente ligados al desarrollo en general, pues proporcionan no sólo sustento a las poblaciones de escasos recursos de las zonas rurales, sino también un ingreso de divisas, alimentos para las ciudades, materias primas, un mercado para la industria y un excedente que puede ser invertido en su conjunto para el país. Del mismo modo, la reflexión en torno a los sectores de la alimentación y del desarrollo agrícola y rural ha estado estrechamente relacionada con una reflexión más amplia acerca del desarrollo, contribuyendo con numerosas ideas en materia de crecimiento, distribución y reducción de la pobreza, y recibiendo asimismo numerosas ideas. Dichas relaciones justifican la particular atención al contexto en un documento que trata de las prioridades futuras de la investigación sobre la alimentación y el desarrollo agrícola y rural.
Al abordar este contexto, este artículo es principalmente una reflexión acerca del desarrollo, más que sobre los cambios objetivos que enfrentan los sectores de la alimentación y el desarrollo agrícola y rural. Sin embargo, una pequeña operación aclaratoria analiza si los cambios experimentados por venir constituyen tendencias de desaceleración o quiebres de importancia. Además, este documento identifica una opinión de consenso actual en torno a la alimentación y al desarrollo agrícola y rural y luego la contrasta con el desarrollo actualmente en debate. A partir de una larga lista de temas posibles, el documento reflexiona particularmente acerca de
El documento termina con un resumen de las consecuencias para la investigación económica y la investigación de políticas en los sectores de la alimentación y del desarrollo agrícola y rural.
En 1963, Dudley Seers escribió «The Limitations of the Special Case» («Las limitantes del caso especial»), un documento que marcó el inicio de los estudios sobre el desarrollo en un nivel profesional. En dicha publicación, Seers afirmó que la mayor parte de las políticas económicas se basaba en la experiencia de un pequeño número de países ricos, los cuales, en términos generales, constituían un caso especial no representativo.
Seers identificó veinte características de dicho caso especial, ligadas a factores de producción, sectores de la economía, hacienda, comercio exterior, hogares, ahorro e inversión, e influencias dinámicas. Una lista de los factores se encuentra en el Cuadro 1. La conclusión es que en el resto del mundo, es decir en los países en desarrollo, dichas condiciones no están presentes.
CUADRO 1
Características del caso especial
I. |
Factores de producción |
a. |
Mano de obra |
Alfabetizada y móvil, particularmente en lo que se refiere a empleo: altamente organizada; las diferencias raciales, religiosas y lingüisticas no constituyen un obstáculo lo suficientemente importante como para alterar la oferta de trabajo; número considerable de trabajadores calificados y profesionales. |
b. |
Tierra |
La mayor parte de la tierra disponible es cultivada por propietarios privados (o agricultores que disponen de un derecho de arrendamiento garantizado) y está dividida en parcelas de tamaño económico. |
||
c. |
Capital |
Todos los sectores se encuentran altamente capitalizados, con capacidad disponible; sistemas integrados y globales de transporte y electricidad. |
||
d. |
Empresa |
un campo emplio en el que pueden surgir empresarios, así como un clima favorable para la empresa; base legal firme para las empresas. |
||
II. |
Sectores de la economía |
a. |
Agricultura |
Totalmente comercial y flexible frente a las variaciones de precios o los avances técnicos; propiedad extranjera escasa, amplia red de mercadeo para los alimentos. |
b. |
Minería |
De tamaño limitado y en mano de empresas locales. |
||
c. |
Industria fabril |
Diversificada, con una importante industria a base de acero que produce, entre otras cosas, maquinarias y vehículos;algunas áreas de competencia. |
||
d. |
General |
La industria es mucho más importante que la agricultura o la minería; evaluación pertinente de los recursos naturales. |
||
III. |
Hacienda |
a. |
Ingreso |
Fuerte dependencia de los impuestos directos correspondientes a la importación o exportación; aplicación del derecho tributario. |
b. |
Gasto |
Incluye los grandes proyectos relativos a seguridad social y subsidios para la agricultura; relativamente bajo en lo que se refiere a obras públicas. |
||
IV. |
Comercio exterior |
a. |
Exportaciones |
Consisten en diversos productos para los cuales existe un importante mercado interno; y para los cuales las elasticidades de precio e ingreso son relativamente altas; precios de exportación determinados por los costos locales y fijos; exportaciones vendidas numerosos países. |
b. |
Importaciones |
Consisten principalmente en productos primarios (algunos son producidos internamente) provenientes de numerosos países y para los cuales la elasticidad ingreso de la demanda no es elevada. |
||
c. |
Capital |
Flujos de capital a largo plazo y remesas de beneficios de importancia secundaria. |
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V. |
Hogares |
a. |
Ingreso |
Distribución relativamente equitativa (después del impuesto); muy pocos hogares viven en condiciones de subsistencia. |
b. |
Gasto |
La alimentación no constituye un gasto excesivo; estandarización y producción masiva posible gracias a la distribución equitativa del ingreso, la promoción de los productos nacionales y la homogeneidad de los gustos; alto prestigio de las industrias locales. |
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VI. |
Ahorro e inversión |
a. |
Ahorros |
Movilizados por un mercado de capitales, que comprende una bolsa, un mercado de bonos y un amplio sistema bancario de propiedad pública, con un banco central y una moneda controlada; siginificativos ahorros personales. |
b. |
Inversión |
Alta (probablemente más de un 20% del PIB); pero bajo nivel de importaciones. |
||
VII. |
Influencias dinámicas |
a. |
Comercio |
No existe una tendencia crónica al déficit debido a las elasticidades - ingreso (véase más arriba). |
b. |
Población |
Lento crecimiento de la población (menos de un 2% anual) y urbanización relativamente moderada. |
||
c. |
Aspiraciones |
Poca envidia de los estilos de vida extranjeros, o al contrario en aumento como causa de descontento. |
Fuente: Seers, 1993
Basta dar una simple mirada al Cuadro 1 para percatarse del hecho que a pesar de lo acertada que pudo haber sido esta lista en 1963, ya no proporciona, cuarenta años más tarde, una buena base para diferenciar entre países. Por ejemplo, la tierra es cada vez más escasa en la agricultura de los países en desarrollo, el cultivo es cada vez más comercializado y se han producido cambios considerables en el tamaño, la composición y el nivel de calificación de la mano de obra. Además, la participación de la agricultura en la economía se ha reducido en la mayoría de los casos.
El Cuadro 2 muestra los cambios ocurridos en :
Las cifras revelan una variación considerable entre las regiones de los países en desarrollo. Sin embargo, la contribución de la agricultura ha caído notablemente en todas partes, en cerca de la mitad en el Sur de Asia y en más de la mitad en el Este de Asia. El porcentaje de la mano de obra empleada en la agricultura ha bajado considerablemente. La población urbana ha aumentado. El nivel de alfabetismo ha aumentado. Y la participación de las exportaciones provenientes de los productos primarios agrícolas ha bajado, en un 75% en el Este de Asia y en más del 50% en el Sur de Asia. El África sub-Sahariana se presenta siempre como una excepción en este tipo de análisis. Sin embargo, incluso en este caso, la participación de la agricultura en el PIB y en las exportaciones ha caído en más de un 25%, y el porcentaje de la población que vive en áreas urbanas aumentó en más del doble.
CUADRO 2
Principales cambios en los sectores de la alimentación y el desarrollo agrícola y rural
(a) Agricultura, valor agregado (% del PIB) |
1965 |
1970 |
1980 |
1990 |
1997 |
Africa sub-Sahariana |
24 |
21 |
18 |
18 |
18 |
Sur de Asia |
43 |
43 |
37 |
30 |
25 |
Este de Asia y Pacífico |
39 |
35 |
28 |
24 |
18 |
América Latina y Caribe |
17 |
12 |
10 |
9 |
8 |
Europa y Asia Central |
- |
- |
- |
17 |
12 |
Mundo |
11 |
91 |
66 |
56 |
- |
(b) Mano de obra en la agricultura (% del total) |
1960 |
1970 |
1980 |
1990 |
Africa sub-Sahariana |
82 |
78 |
72 |
68 |
Sur de Asia |
75 |
71 |
69 |
63 |
Este de Asia y Pacífico |
82 |
76 |
72 |
69 |
América Latina y Caribe |
48 |
41 |
34 |
25 |
Europa y Asia Central |
46 |
33 |
27 |
23 |
Mundo |
61 |
55 |
52 |
49 |
(c) Población urbana (% del total) |
1960 |
1970 |
1980 |
1990 |
1997 |
Africa sub-Sahariana |
14 |
19 |
23 |
28 |
32 |
Sur de Asia |
17 |
19 |
22 |
25 |
27 |
Este de Asia y Pacífico |
17 |
19 |
21 |
28 |
33 |
América Latina y Caribe |
49 |
57 |
65 |
71 |
74 |
Europa y Asia Central |
45 |
52 |
59 |
63 |
66 |
Mundo |
34 |
37 |
39 |
43 |
46 |
(d) Tasa de analfabetismo, total adultos (% de personas de más de 15 años) |
1970 |
1980 |
1990 |
1997 |
Africa sub-Sahariana |
71 |
61 |
50 |
42 |
Sur de Asia |
68 |
61 |
54 |
49 |
Este de Asia y Pacífico |
45 |
31 |
20 |
16 |
América Latina y Caribe |
26 |
20 |
15 |
13 |
Europa y Asia Central |
11 |
7 |
6 |
4 |
Mundo |
46 |
37 |
30 |
26 |
(e) Otros productos primarios (parte en % de las exportaciones de mercadería) |
1965 |
1970 |
1988 |
1992 |
Africa sub-Sahariana |
58 |
46 |
38 |
32 |
Sur de Asia |
57 |
44 |
24 |
21 |
Este de Asia y Pacífico |
58 |
45 |
16 |
15 |
América Latina y Caribe |
50 |
45 |
29 |
30 |
Mundo |
27 |
20 |
14 |
13 |
Fuente: Banco Mundial: Indicadores del Desarrollo Mundial
Otros cambios son más difíciles de medir con estadísticas comparables internacionalmente: olas sucesivas de cambio técnico, la supuesta disminución de la agricultura tradicional (Bryceson 2000), el aumento en la importancia relativa de los ingresos no-agrícolas en las áreas rurales (Ellis 1998), el desarrollo de la agroindustria, la expansión de conflictos. Un trabajo realizado por la FAO (Alexandratos 1995) y otros (por ejemplo Pinstrup-Andersen et al, 1999) proyectan cambios considerables alrededor del año 2020.
El panorama variará según la región y en forma más pronunciada dentro de cada región. Sin embargo, no sería fantasioso sugerir que las futuras prioridades de investigación de la alimentación y del desarrollo agrícola y rural tendrán que tomar en cuenta la probabilidad de que:
Estas características podrían ser más el resultado de tendencias a largo plazo que de interrupciones bruscas, pero globalmente, generan un desarrollo "problemático" en áreas rurales totalmente diferente a la situación descrita en 1963.
¿Ha continuado la reflexión en torno a la alimentación y al desarrollo agrícola y rural? La base de la reflexión acerca de estos sectores en los países en desarrollo fue establecida aproximadamente en la misma época que el trabajo de Dudley Seers sobre las limitaciones del caso especial. Johnston y Mellor (1961) re-inventaron un rol para la agricultura y construyeron el modelo aún en uso. Afirmaron que la agricultura podía proporcionar trabajo, capital, divisas y alimento al sector industrial, al igual que un mercado para la industria (tanto para los bienes de consumo como los factores de producción).
Sin embargo, el equilibrio entre estos diferentes objetivos fue cambiando con el tiempo. Tal como muestra el Cuadro 3, la reflexión acerca de las estrategias agrícolas apropiadas ha evolucionado en armonía con la evolución del paradigma de desarrollo dominante. La reflexión en torno al desarrollo en los años de 1950 se concentró en el crecimiento por medio de la industrialización, y en forma paralela con un énfasis particular en lo que se refiere al desarrollo comunitario en el sector rural. En la década de los años 1960, el aumento de la producción se convirtió en el principal objetivo debido a la influencia de la nueva reflexión e igualmente de los avances técnicos que trajo consigo la revolución verde. Durante los años setenta, el paradigma de desarrollo dominante, concentrado en la redistribución según el crecimiento y las necesidades básicas, produjo un cambio en la reflexión acerca de la agricultura hacia objetivos ligados al sustento; el desarrollo rural integrado se convirtió en la intervención clave. En los ochenta, la necesidad de enfrentar los desequilibrios presupuestario y externo, ligados en parte al choque petrolero de 1979, llevaron al predominio de modelos de ajuste estructural; en el sector rural, el desarrollo rural integrado dio paso a una menor intervención, y un mayor énfasis a las actividades de las ONG y la ayuda de emergencia.
CUADRO 3
La evolución de la reflexión en torno a la agricultura, 1950-1990
Periodo |
Paradigma de Desarrollo Dominante |
Estrategia Agrícola |
1950 |
Crecimiento a través de la industrialización |
Desarrollo comunitario |
1960 |
Crecimiento a través de la industria y la agricultura |
Revolución verde |
1970 |
Redistribución según el crecimiento y las necesidades básicas |
Desarrollo rural integrado |
1980 |
Ajuste estructural |
ONG/Ayuda de emergencia |
1990 |
Reducción de la pobreza |
Crédito/ayuda a pequeña escala/mejor articulación y desarrollo/sustento duradero/participación |
Fuente: Maxwell 1998
CUADRO 4
Cumbre Mundial de la FAO sobre Alimentación: temas y compromisos
Compromiso |
Tema |
Garantizar un entorno político, social y económico que permita crear las mejores condiciones para erradicar la pobreza y proporcionar una paz duradera, sobre la base de una participación plena y equitativa de hombres y mujeres con el fin de alcanzar la seguridad alimentaria sostenible para todos. |
Erradicación de la pobreza |
Polídicas destinadas a erradicar la pobreza y las desigualdades y mejorar el acceso físico y económico, a todos y en forma permanente, a una alimentación suficiente, apropiada desde el punto de vista nutricional y segura así como su utilización efectiva. |
Erradicación de la pobreza |
Crear políticas y medidas participativas y duraderas de desarrollo de los sectores alimentario, agrícola, pesquero, forestal y rural en áreas de alto y bajo potencial, fundamentales para proporcionar alimento apropiado y seguro a los niveles HH, nacional, regional y mundial, y combatir pestes, sequía y desertificación, tomando en cuenta el carácter multifuncional de la agricultura. |
Participación |
Garantizar políticas de comercio alimentario, agrícola y general que conduzcan a promover la seguridad alimentaria para todos mediante un sistema de comercio mundial justo y orientado al mercado. |
Rol del mercado |
Prevenir y estar preparado para enfrentar desastres naturales y emergencias humanas y cumplir con requisitos alimentarios transitorios y de emergencia con el fin de promover la recuperación, la rehabilitación, el desarrollo y la capacidad de satisfacer necesidades futuras. |
Manejo de los riesgos |
Promover la distribución óptima y el uso de inversiones privadas y públicas para promover los sistemas de recursos humanos, alimento sostenible, agricultura, pesca y forestales, así como el desarrollo rural, en áreas de alto y bajo potencial. |
Rol del sector privado |
Fuente: Recopilado sobre la base de la Cumbre Mundial de la FAO sobre Alimentación, 1996.
Finalmente, durante los años de 1990, y más particularmente luego de la publicación del Informe sobre el Desarrollo Mundial del Banco Mundial en 1990 y del Informe sobre Desarrollo Humano del PNUD del mismo año, la reducción de la pobreza volvió a convertirse en la prioridad absoluta. Este hecho está ligado al desarrollo de enfoques basados en el sustento duradero y a diversas intervenciones dirigidas a los productores en pequeña escala (por ejemplo, en materia de micro-crédito). Se le acordó igualmente una mayor importancia a la participación.
Evidentemente, existen nuevamente grandes variaciones dentro de las regiones. Es el caso particular del Sur de Asia, que no sufrió las consecuencias de la crisis de la deuda de los años ochenta. Otro caso es el de la India, por ejemplo, que no inició el programa de liberalización ligado a un ajuste estructural hasta comienzos de los noventa, y conservó un conjunto considerable de programas de desarrollo rural.
Por lo tanto, ¿dónde podemos situarnos al amanecer del nuevo milenio, en términos de reflexión en torno a los sectores de la alimentación y del desarrollo agrícola y rural? Desde la perspectiva de la FAO, la mejor declaración del actual consenso sigue siendo la Declaración y el Plan de Acción adoptados durante la Cumbre Mundial sobre la Alimentación en 1996. Dichos documentos constituyen a la vez el planteamiento de una visión de futuro y el marco de un programa de medidas. Los principales elementos están resumidos en el Cuadro 4. La Cumbre fue particularmente notable por plantear la "seguridad alimentaria" como el principal objetivo y definirla como la situación existente cuando "todas las personas, en todo momento, tienen acceso físico y económico a una alimentación suficiente, segura y nutritiva con el fin de suplir sus necesidades alimenticias y preferencias alimentarias para una vida activa y saludable". (FAO, 1996: p 1). Esta definición es compatible con un enfoque basado en la pobreza. La Cumbre definió también seis compromisos-clave que comprenden: crear un entorno apropiado para el desarrollo agrícola; crear políticas de reducción de la pobreza; crear políticas para el desarrollo de una alimentación sostenible, de la agricultura y del sector rural; crear un sistema de comercio mundial orientado al mercado; estar en condiciones de enfrentar cualquier desastre natural; y comprometerse a trabajar con el sector privado. Un séptimo compromiso fue el de efectuar un control y un seguimiento de las recomendaciones de la Cumbre, que ha tenido como resultado, entre otras cosas, el desarrollo de sistemas de información y cartografía sobre inseguridad y vulnerabilidad alimentaria (FIVIMS) (FAO 1999, 2000).
Otras agencias han llegado a un consenso en torno a la alimentación y al desarrollo agrícola y rural. Maxwell (1998) describió un "Consenso de Washington", relacionando el trabajo independiente del Banco Mundial con el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas de Alimentación (International Food Policy Research Institute, IFPRI). Por ejemplo, el documento estratégico del Banco Mundial sobre desarrollo rural (actualmente en revisión) plantea el problema región por región y declara lo siguiente acerca de África:
"Un crecimiento real de la agricultura de al menos un 4% anual, mediante mejoras tecnológicas y un incremento de la productividad, en particular en lo que se refiere a cultivos esenciales".
Mejorar el bienestar de la población rural implicará:
El énfasis que se observa aquí en lo que se refiere a un sector agrícola orientado al mercado estuvo presente en un documento reciente del IFPRI, que establece siete elementos de un paradigma para el desarrollo agrícola y rural, como se puede observar a continuación (Bathrick 1998):
Al reunir estos diversos requisitos emanados de la opinión de consenso, queda claro que se ha alcanzado cierto compromiso entre el predominio de un objetivo de reducción de la pobreza y el legado de un modelo económico neoliberal del mercado. El crecimiento es considerado fundamental, el sector privado será el principal motor del desarrollo, el gobierno proporcionará políticas estratégicas y apoyo a la inversión en lo que se refiere a infraestructura, prestación de servicios y comercialización, se fomentará la participación (tal vez con más énfasis en determinados modelos), y se proporcionarán redes de seguridad.
Por lo tanto, se trata de determinar si acaso este consenso difícilmente logrado es sólido o si harán falta cambios en el futuro. Más particularmente, ¿puede la reflexión en torno al futuro de los sectores de la alimentación y del desarrollo agrícola y rural conducir a debates actuales en otros sectores? Otra interrogante relacionada, que no se plantea aquí pero que tiene su importancia en el sentido práctico, es si esta opinión de consenso se traduce en políticas. Por ejemplo, la reducción de la asignación de fondos para el desarrollo agrícola y rural se ha reducido considerablemente.
Lo mejor es empezar por la reflexión en torno a la pobreza y otros asuntos ligados a este tema, ya que es actualmente la prioridad absoluta del desarrollo. El modelo de seguridad alimentaria comprendido en el plan de acción de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación se asemeja a un modelo de la pobreza (o ausencia de pobreza), particularmente en lo que se refiere al énfasis sobre el acceso, el manejo de los riesgos, la participación y la igualdad de género; representa un avance considerable en relación a las primeras definiciones que se concentraban en la producción de alimentos (Maxwell 1996). Gran parte de la nueva reflexión es el resultado del trabajo sobre el desarrollo rural, por ejemplo en materia de sustento. Sin embargo, ¿existen conclusiones derivadas del debate actual sobre la pobreza que puedan ayudar a llevar adelante el modelo?
Numerosos aspectos del reciente debate sobre la pobreza son conocidos: el énfasis sobre el desarrollo humano, derivado del trabajo realizado por Amartya Sen sobre capacidad y funcionamiento (Sen 1985, PNUD 1990, 1997), el acento puesto en la vulnerabilidad (Chambers 1983, 1989), y un nuevo énfasis sobre la participación social, las instituciones y el capital social (Banco Mundial 2000). Al comparar la reflexión actual con la del pasado reciente, existe:
Se le ha dado un nuevo giro al debate sobre la pobreza con la publicación del Informe del Banco Mundial sobre el Desarrollo para el periodo 2000/1, «Lucha Contra la Pobreza» (Banco Mundial 2000). El último informe importante del Banco Mundial sobre la pobreza, en 1990, definió la pobreza en términos mayoritariamente de ingreso y consumo, y promovió una estrategia para reducir de la pobreza que implicaba el crecimiento con gran intensidad de mano de obra, el desarrollo del capital humano y (con un menor énfasis) las redes de seguridad social. El nuevo informe muestra una visión bastante más amplia de la pobreza, más cercana, en sus fundamentos, a una perspectiva de desarrollo humano; y aboga por una estrategia de tres partes basada en :
Comparando esta estrategia con aquella propuesta en 1990, la seguridad ha adquirido ahora gran importancia y se plantean por primera vez criterios de pleno ejercicio de los derechos. Es un cambio considerable. Sin embargo, las recomendaciones siguen siendo controvertidas. Un trabajo reciente realizado por Dollar y Kraay (2000) habría demostrado que el crecimiento sigue siendo el mejor camino para disminuir la pobreza. Otros, más preocupados por aspectos distributivos (Hanmer y Naschold 2000) están en desacuerdo (White y Anderson 2000): altos índices de Gini tienen un impacto considerable sobre la elasticidad de la pobreza (la reducción de la pobreza ligada a una cantidad determinada de crecimiento); y tomando en cuenta lo sabido acerca de los probables índices futuros de crecimiento, la redistribución será fundamental para alcanzar las metas de reducción de la pobreza.
Cabe destacar cuatro nuevos hechos. Primero, un trabajo conceptual sobre mantenimiento sustentable codifica y desarrolla trabajos anteriores sobre sustento y vulnerabilidad de los activos (por ejemplo Chambers 1989, 1997, Scoones 1998, Moser 1998, Carney 1998), hasta llegar a una representación como la presentada en el Diagrama 1.
CUADRO 1
Marco para una subsistencia duradera de Departamento del desarrollo internacional (DFID)
Fuente: Ashley y Carney (1999)
En el marco del sustento, los resultados están descritos en términos de "bienestar y reducción de vulnerabilidad". De manera destacada, el sustento es percibido como derivado de un conjunto de activos, en particular de cinco tipos de capital: humano, natural, financiero, social y físico.
En segundo lugar, se ha realizado un trabajo considerable sobre la exclusión social que permite conceptualizar más específicamente las causas de la pobreza. En este caso, la mayor parte de la reflexión se ha llevado a cabo en el Norte, pero el concepto de exclusión social también ha sido aplicado en los países en desarrollo, especialmente por medio del trabajo de la OIT (Gore y Figeuiredo, 1997). Una definición actual y útil es la siguiente:
"el proceso mediante el cual individuos o grupos son total o parcialmente excluidos de la plena participación en la sociedad donde viven" (European Foundation 1995: 4).
De Haan ha sugerido que los ámbitos clave de la exclusión social pueden clasificarse en las categorías de derechos, recursos y relaciones (Cuadro 5), con una atención más particular a los derechos democráticos de los ciudadanos, el funcionamiento de los mercados laborales y de productos, así como las relaciones dentro de la familia y la comunidad (véase De Haan y Maxwell, 1998).
CUADRO 5
Ámbitos y elementos de la exclusión social
Ámbitos clave |
Elementos |
Derechos |
Humanos |
Recursos |
Capital humano y social |
Relaciones |
Redes familiares |
En tercer lugar, se ha observado una nueva ola de interés por la protección social, que es un tema conocido en el ámbito de la seguridad alimentaria y en el que la vulnerabilidad ha sido por mucho tiempo un concepto central (Dreze y Sen 1989, von Braun y Kennedy 1994), con una importancia renovada en trabajos más generales sobre la pobreza (Chu y Gupta 1998; Deacon et al. 1997; Getubig y Schmidt 1992; Gruat 1997; Banco Mundial 1999, 2000; van Ginneken 1999). El debate actual está más centrado en la frontera entre los ámbitos de la acción privada y pública y la responsabilidad relativa al manejo de los riesgos. Las estrategias de manejo del riesgo privado descansan en mecanismos formales e informales (Cuadro 6) y comprenden mecanismos de diversificación, seguro y crédito.
CUADRO 6
Estrategias de manejo de riesgos proporcionadas por el sector privado
Riesgo |
Estrategia de gestión proporcionada por el sector privado |
Conflicto |
|
Cosecha |
|
Salud |
|
Mano de obra |
|
Precio |
|
Fuente: Zeller 1999
Inevitablemente, dichas estrategias tienen límites: su carácter localizado; su incapacidad de tomar riesgos y manejar riesgos sistemáticos o covariantes en lo que se refiere a los mecanismos de seguro informal; y el gasto (Morduch 1999). Lo más importante es que al tomar en cuenta la atenuación de la pobreza, los mecanismos de gestión del riesgo privado tienden a pasar por alto a los más pobres (Sinha y Lipton, 1999). Esta situación atribuye al Estado un rol importante en el manejo de los riesgos y la asignación pública de redes de seguridad para la población de más escasos recursos, ya sea por medio de un seguro formal u otro tipo de ayuda (Norton et al. 2000a).
Finalmente, existen nuevos trabajos que siguen enfoques basados en los derechos. El Informe sobre Desarrollo Humano del PNUD para el año 2000 trata este tema. Los derechos cubren los ámbitos civil y político, al igual que los asuntos económicos, sociales y culturales. Un análisis reciente (Maxwell, 1999) concluye lo siguiente:
Recuadro 1: el derecho al alimento En mayo de 1999, el Comité de las Naciones Unidas sobre los derechos económicos, sociales y culturales aprobó un Comentario General sobre el derecho a la alimentación apropiada. Éste fue el punto culminante de un largo proceso de análisis y defensa por parte de quienes ven con preocupación la situación apremiante que sufren más de 800 millones de personas en el mundo, que no tienen acceso a suficientes alimentos. El comentario general reconoce la base jurídica del derecho a una alimentación apropiada, claramente expresado anteriormente en el convenio del año 1966 sobre los derechos económicos, sociales y culturales. Reconoce que el derecho deberá extenderse en forma progresiva, pero atribuye a los estados una "obligación común de tomar las medidas necesarias para aliviar el hambre". Se llama a los estados a respetar, proteger y aplicar el derecho al alimento, haciendo todos los esfuerzos necesarios para alcanzar la mayor cantidad posible de recursos disponibles en conformidad con un mínimo de obligaciones". Los actores que no sean estados tienen responsabilidades también, y los estados deberían regular en forma consecuente y proporcionar un entorno favorable. En el ámbito internacional, los estados y las organizaciones internacionales deben cooperar en acciones "conjuntas y separadas para alcanzar el pleno establecimiento del derecho al alimento". El comentario general aboga por medidas específicas: una estrategia nacional, un marco legislativo, referencias comprobables, monitoreo, un procedimiento judicial e indemnizaciones apropiadas para las víctimas. Los defensores del pueblo y las comisiones de derechos humanos deberían denunciar las violaciones del derecho al alimento. Fuente: Maxwell, 1999 |
El trabajo de seguimiento de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación relativo al derecho al alimento (Recuadro 1) proporciona un ejemplo de las potencialidades existentes:
¿Cuáles son las consecuencias de lo anterior para la investigación en los sectores de la alimentación y del desarrollo agrícola y rural?
Se pueden sugerir varias cosas:
La globalización es evidentemente un tema significativo en el desarrollo: no sólo porque existen numerosos libros, documentos y conferencias sobre esta materia (véase por ejemplo Held et al. 1999, Giddens 1999), sino también porque la globalización ha recibido el honor de ser elegida tema central del año 1999 tanto del Informe sobre el Desarrollo del Banco Mundial como del Informe sobre Desarrollo Humano del PNUD. Sin embargo, el tema es bastante complejo. Para lograr estudiar la relación que existe entre globalización y bienestar, es necesario aclarar lo siguiente:
Globalización es un término utilizado de muy diversas formas: El Recuadro 2 comprende una selección de diferentes perspectivas. Se encuentran algunos temas comunes, particularmente la idea de que el mundo está enfrentando un nivel cualitativamente nuevo de integración en una variedad de esferas económicas y no económicas, y que este fenómeno es el resultado de las innovaciones en las comunicaciones y el transporte.
Recuadro 2: Perspectivas de la globalización La reducción del espacio, la reducción del tiempo y la desaparición progresiva de las fronteras está ligando las vidas de las personas de manera más profunda, intensa e inmediata que en cualquier otra época. Actualmente, la globalización se caracteriza por nuevos mercados, nuevas herramientas, nuevos actores y nuevas reglas (PNUD 1999:1) La continua integración de los países del mundo, caracterizada por la aceleración del movimiento de los bienes, servicios, ideas y capital a través de las fronteras nacionales; y la evolución del orden económico internacional hacia un sistema de red electrónico altamente integrado (Banco Mundial, Informe sobre el Desarrollo Mundial 1999:31). La extensión, intensidad y velocidad de las corrientes y conexiones políticas, económicas y culturales... (ligadas a) las tendencias expansionistas de los sistemas político, militar, económico, migratorio, cultural y ecológico... cada cual deriva de la revolución del fin del siglo veinte en el área de las comunicaciones y del transporte" (Held et al.: 431 y 436). Vivimos en un mundo de transformaciones, que afectan prácticamente todos los aspectos de lo que hacemos. Para bien o para mal, estamos siendo empujados hacia un orden global que nadie entiende plenamente, pero que está surtiendo sus efectos y nos amenaza a todos. La globalización es política, tecnológica y cultural, al igual que económica. Ha sido influenciada especialmente por los avances en los sistemas de comunicaciones, que se remontan apenas a fines de los años de 1960 (Giddens 1999). |
Para la mayoría de los teóricos de la globalización, los asuntos económicos (especialmente los flujos de comercio y de capital) forman parte del todo, pero sólo son parte de dicho conjunto. Por ejemplo, Held et al. observan (ibid:436) que "un elemento particularmente notable acerca de la globalización contemporánea es la confluencia de tendencias globalizadoras dentro del conjunto de los ámbitos de la interacción social".
El impacto de la globalización sobre los países pobres y sobre la población de escasos recursos ha sido uno de los temas del debate, y es posible resumir los planteamientos formulados a este respecto. Una lista de diecinueve de dichos planteamientos aparece en el recuadro 3 bajo tres categorías:
Estos planteamientos se pueden encontrar en diversas publicaciones, no se trata de conclusiones logradas como resultado de un nuevo análisis.
La consecuencia de la globalización más frecuentemente discutida dice relación con el libre comercio y su impacto sobre la pobreza. No se abordan por ahora las cuestiones agrícolas en particular, sino que se estudia un marco conceptual más general. Bussolo y Lecomte, 1999 muestran que la política comercial afecta principalmente la pobreza a través de su impacto sobre (a) el crecimiento, y (b) la distribución del ingreso. Sus conclusiones son las siguientes:
Recuadro 3: Propuestas en materia de globalización y pobreza A. Planteamientos relativos al sustento de la población de escasos recursos
B. Propuestas relativas a la prestación de servicios estatales
C. Propuestas relativas al ejercicio del poder a nivel internacional
Fuente: Norton et al., 2000b. |
Obviamente, existen reservas con relación a este panorama potencialmente beneficioso. Los pobres no podrán beneficiarse de la globalización si se les niega el acceso a los mercados, ya sea por motivos físicos o institucionales (véase el análisis de más arriba relativo a la exclusión social). Puede que el cambio hacia un régimen de libre comercio conlleve altos costos de ajuste, los cuales podrían afectar a las personas de escasos recursos. Los gastos sociales podrían verse afectados si los gobiernos esperan ingresos significativos de los impuestos derivados del comercio.
No cabe aquí realizar una revisión detallada de las consecuencias de la globalización para los sectores de la alimentación y del desarrollo agrícola y rural. Sin embargo, Kydd et al. (2000) han afirmado que los desafíos serán particularmente graves para los pequeños agricultores, enfrentados a una difusión desigual y al impacto de las nuevas tecnologías, y a oportunidades de mercado (tanto internacional como nacional) que favorecen a los grandes productores. Se deberán adoptar medidas especiales para desarrollar medios de sustento basados en la agricultura pero también con muchos "eslabonamiento" en las áreas rurales, y para facilitar lo que los autores llaman "buenas salidas" de la agricultura.
Más allá de lo anterior, la pregunta es qué hipótesis deberían formular las autoridades acerca de:
El Estado ha tenido un papel secundario en la agenda del desarrollo desde la publicación del Informe Berg en 1981 (Banco Mundial 1981, véase también Colclough y Manor 1991). En los últimos años, la reflexión en torno a esta materia ha sido dominada por la idea de un "Consenso de Washington" y, posteriormente, un "Consenso pos-Washington".
El término "Consenso de Washington" fue acuñado en 1990 por John Williamson (Williamson, 1994), en el Instituto de Economía Internacional en Washington. Consiste en un resumen en diez puntos del paquete de políticas que Williamson describió como centrales en el pensamiento del Banco Mundial y del FMI, especialmente en lo que se refiere a los ajustes estructurales en América Latina. El resumen está presentado en el Recuadro 4. Comprende la mayor parte de los elementos de ajuste estructural clásico, tanto la estabilización (disciplina fiscal, reforma tributaria, devaluación) como la liberalización (comercio, finanzas, inversión, etc.). También destaca la importancia de los derechos de propiedad.
De la lectura del Recuadro 4 se desprende que existe mucho sentido común en el Consenso. ¿Quién, por ejemplo, se negaría a asegurar sus derechos sobre los bienes? ¿O a un gasto menor en elefantes blancos? ¿O incluso tipos de cambio competitivos? Por otra parte, algunos elementos, como veremos más adelante, son más controvertidos: las críticas extremadamente específicas en cuanto a la disciplina fiscal son un ejemplo. Además, siempre se han planteado preguntas (a) sobre la secuencia (por ejemplo, la pertinencia de la liberalización tipo "Big Bang"), y (b) sobre lo que queda excluido (¿redes de seguridad? ¿responsabilidad democrática?).
Un análisis más sistemático del Consenso de Washington fue llevado a cabo por el entonces economista principal del Banco Mundial, Joe Stiglitz (Stiglitz 1998ª, 1998b). El análisis incluía ciertos elementos que cuestionaban los postulados del Consenso y algunos que se sumaban a éste. Entre los primeros, podemos citar su cuestionamiento acerca de los objetivos de inflación muy restrictivos; en cuanto a los segundos, se puede citar un nuevo énfasis sobre la regulación financiera, la política de competencia, y las políticas tendientes a facilitar la transferencia de tecnología.
Recuadro 4: El Consenso de Washington
Fuente: Williamson, 1994 |
En su cuestionamiento acerca de la pertinencia del Consenso de Washington, Stiglitz afirmó que:
Stiglitz continuó luego su análisis desarrollando argumentos más generales acerca de lo que faltaba en el Consenso de Washington, particularmente en lo que se refiere al papel del Gobierno. Afirmó que "la tarea de hacer que el Estado sea más efectivo es bastante más compleja que simplemente reducir su tamaño". Por ejemplo:
El debate acerca del Consenso pos-Washington aún no termina, pero queda claro que existen numerosas consecuencias para el sector de la alimentación y el desarrollo agrícola y rural. La política agrícola durante los años 1980 y 1990 proviene del paradigma de ajuste estructural que subyace en el Consenso de Washington. Un regreso a los precios determinados por el mercado, la eliminación de restricciones cuantitativas y la promoción de operaciones del sector privado son temas clave en el sector alimentario, y para otros productos primarios. En efecto, este consenso se refleja en las posiciones de otras organizaciones.
La pregunta es qué límites acompañan ese proceso. El Informe sobre el Desarrollo Mundial 2000/1, por ejemplo, afirma con fuerza (probablemente siguiendo a Stiglitz) que la liberalización del mercado requiere un apuntalamiento institucional sólido y previo. En el sector de la alimentación y el desarrollo agrícola y rural, esta cautela parece apropiada. Por ejemplo, en el caso del suministro de semillas, el sector público no puede quedar al margen. Necesita ayudar a nutrir un sector privado naciente. Y también necesita jugar un rol en la protección de la diversidad de las plantas, especialmente en lo que se refiere a los derechos de los agricultores a variedades desarrolladas en explotaciones agrícolas. Tripp y Louwaars (1997) concluyen que "existirá una variedad de caminos para reforzar los sistemas de semillas nacionales, y muchos de ellos involucrarán interacciones complejas entre los sectores público, comercial y voluntario... La búsqueda de una terminología más exhaustiva para guiar este proceso podría llevar a sustituir "privatización" por "diversificación" y "desregulación" por "reforma reguladora".
En términos más generales, se podría sugerir que la futura investigación sobre los sectores de la alimentación y del desarrollo agrícola y rural preste una mayor atención a:
Una última área actualmente debatida es aquélla que trata del rol de la ayuda. Conviene destacar cuatro puntos de actualidad.
Primero, desde un punto de vista teórico, se ha hablado mucho acerca de la importancia de contar con políticas correctas como condición previa para que la utilización de la ayuda sea exitosa, que es una idea formulada por Burnside y Dollar (1997) y ampliamente popularizada por la publicación del Banco Mundial "Assessing Aid" (Banco Mundial, 1998). Dicha publicación concluye que "la ayuda financiera conduce a acelerar el crecimiento, la reducción de la pobreza y los beneficios en lo que se refiere a los indicadores sociales de los países en desarrollo con una gestión económica equilibrada" (Banco Mundial 1998:2), pero "tiene mucho menos impacto" en otros lugares. Sin embargo, este descubrimiento no ha sido aceptado por todos: en una publicación reciente, Hansen y Tarp (2000) concluyeron que el impacto de la ayuda no depende de políticas correctas, sino de que ésta incremente la tasa de crecimiento global, principalmente por medio de un efecto sobre la acumulación de capital. Sin embargo, sigue siendo un misterio el hecho de que, cuando se evalúa el impacto de la ayuda a nivel de proyecto, aparezcan a menudo beneficios mucho mejores que en los estudios para toda la economía. ¿Por qué será que los buenos proyectos fallan a la hora de provocar un mayor impacto?
En segundo lugar, se ha reflexionado acerca de las relaciones donante-beneficiario, particularmente en torno a la noción de alianzas, por ejemplo en el Comité de Ayuda al Desarrollo de la OCDE (Development Assistance Committee, DAC 1996, 1998) y en el marco integral de desarrollo del Banco Mundial (Wolfensohn 1999). Aquí, las palabras clave son propiedad, coordinación, transparencia y responsabilidad, pero las publicaciones muestran que existen diversos modelos, desde una alianza en un solo sentido, potencialmente coercitiva en un extremo, hasta una verdadera alianza con responsabilidad compartida en el otro (Maxwell y Riddell 1998). Un estudio sobre esta problemática concluyó que "la responsabilidad compartida parece ser la base del éxito de alianzas exitosas, y que la responsabilidad está generalmente respaldada por procedimientos formales e incluso por un marco jurídico. Para los donantes, es un gran paso que dar..." (Maxwell y Conway 2000).
En tercer lugar, ha habido interés en concentrar la ayuda de manera más focalizada en la reducción de la pobreza, en particular con el fin de alcanzar la meta de desarrollo internacional de reducir la pobreza absoluta a la mitad de aquí al año 2015 aproximadamente. El principal medio para lograrlo está en la nueva versión de los Documentos Estratégicos de Reducción de la Pobreza (Poverty Reduction Strategy Papers, PRSPs), pero existen inquietudes en torno a la factibilidad de que los sectores productivos reciban el suficiente reconocimiento y financiamiento en los PRSPs (Belshaw 2000).
Finalmente, y en un nivel más práctico, se han observado innovaciones en el uso de enfoques sectoriales para ayudar a mejorar la coordinación entre donantes, y reforzar los lazos con herramientas de macro-planificación, tales como el marco de gasto a mediano plazo. Sin embargo, los programas sectoriales son más comunes y claros en sectores tales como la salud y la educación, que en sectores complejos como la agricultura. Brown et al. (2000) concluyen que los enfoques sectoriales en la agricultura plantean desafíos específicos: puede que los roles más importantes de los gobiernos en el apoyo de la agricultura no estén relacionados con el gasto público; puede que los principales gastos públicos para apoyar la agricultura (por ejemplo las carreteras) no estén relacionados con el sector agrícola, en su acepción más estricta; gran parte de las actividades del Ministerio de Agricultura pueden ser realizadas de mejor manera por el sector privado; no existe una "tecnología" única que se pueda aplicar a todo el sector; y el Gobierno es un participante relativamente poco importante en el sector. Concluyen que puede existir un rol para los enfoques sectoriales, pero que una estrategia agrícola de conjunto es un paso previo fundamental.
¿Cuáles son las consecuencias de la investigación en torno a los sectores de la alimentación y del desarrollo agrícola y rural? Los investigadores pueden considerar:
El objetivo de este artículo era aportar algo sobre la manera en que el contexto podía afectar las prioridades futuras para la investigación económica y la investigación de políticas relativas a la alimentación y el desarrollo agrícola y rural. El tema fue abordado a partir de dos perspectivas: primero, por medio de una pequeña revisión de la evolución pasada de los sectores y de sus posibles cambios en el futuro; y luego, se revisaron los debates recientes sobre ciertos aspectos del desarrollo, con el fin de poner a prueba la solidez del actual consenso en relación con la alimentación y el desarrollo agrícola y rural.
El primer punto es que los sectores de la alimentación y del desarrollo agrícola y rural están cambiando rápidamente. En oposición al modelo agrícola de semi-subsistencia que en forma subconsciente sirve de base a gran parte de la reflexión acerca de la alimentación y el desarrollo agrícola y rural, y tomando las economías en desarrollo como un todo, se formula la hipótesis de que en un futuro cercano la agricultura será ampliamente comercial, la mayor parte de la población rural dejará de estar ligada a la tierra y la agricultura se convertirá en un sector relativamente pequeño dentro de la economía nacional. Naturalmente, esta visión se aplica más directamente en algunos lugares que en otros. Sin embargo, es todo un desafío para los investigadores de la alimentación y el desarrollo agrícola y rural: se trata de proyectar sistemáticamente, controlar efectivamente y ayudar a los planificadores a lidiar con los inevitables problemas de la transición.
Luego, el documento vuelca su reflexión hacia la alimentación y el desarrollo agrícola y rural y comienza exponiendo la opinión de consenso actual, emanada de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, pero también del trabajo realizado por otros organismos internacionales que trabajan en este tema. Se identifica un consenso difícilmente alcanzado, que logra un intermedio entre la reducción de la pobreza por una parte, y las realidades del mercado por otra: el crecimiento es necesario (a pesar de no ser suficiente), el sector privado la principal fuente de crecimiento, la tarea del gobierno consiste en estimular el crecimiento y proporcionar redes de seguridad, se debe promover la participación. Nuevamente se deben tomar e cuenta las características regionales, en particular al implementar en detalle dichas prioridades generales.
Luego, se plantea la pregunta clave, es decir, si acaso la reflexión actual sobre una variedad de temas acerca del desarrollo plantea un desafío al consenso existente, o lo amplia hacia nuevas direcciones. La respuesta es "sí ", no de manera revolucionaria, sino ciertamente evolutiva. Se descubren bastantes elementos provocativos; quizás aún más importante, se identifican posibilidades de orientar la actual reflexión acerca de la alimentación y el desarrollo agrícola y rural en nuevas direcciones.
En lo que se refiere a la pobreza, la exclusión social y a los medios de sustento duraderos, sigue la evolución de la reflexión y se identifican los paralelos con la reflexión acerca de la seguridad alimentaria. Se destaca particularmente la necesidad de incorporar a las definiciones actuales dimensiones no materiales de la pobreza y de la capacidad, el valor de marcos de vulnerabilidad de los activos para planificar estrategias de sustento (inclusive el capital social como activo), y el valor de los modelos de exclusión social, desarrollados originalmente en los países ricos, para proporcionar modelos aclaratorios fundamentales de las causas de la pobreza.
Con relación a la protección social, se reconoce la importancia del riesgo y de su manejo en numerosos debates actuales acerca de la política rural y agrícola. La nueva reflexión ha realizado grandes aportes, especialmente en materia de sistemas informales de protección social.
En cuanto a los enfoques basados en los derechos, los especialistas en alimentación y desarrollo agrícola y rural han desempeñado una vez más un papel destacado, por ejemplo en materia de derecho al alimento. Sin embargo, la ampliación del debate resulta muy útil para mostrar las oportunidades. Por ejemplo, la UNICEF ha recurrido a la Convención de los Derechos del Niño a modo de herramienta de programación. ¿Podría la FAO establecer una Carta para la Seguridad Alimentaria y aprovechar la experiencia de otros sectores para seguir un enfoque más amplio y más coherente de los derechos?
La globalización es no sólo un tema popular, sino también un factor clave en la transformación de los sectores de la alimentación y el desarrollo agrícola y rural. Las diversas dimensiones de la globalización han sido identificadas y se presenta un resumen de algunas propuestas sobre globalización y pobreza. En este ámbito, el futuro trabajo de la FAO tenderá a tratar materias globales, inclusive los bienes públicos globales. Sin embargo, incluso al nivel de país, existe una agenda de investigación considerable: construir una clasificación funcional de la población rural que tome en cuenta el posible impacto de la globalización, siguiendo su impacto y elaborando en forma sistemática medidas destinadas a maximizar los beneficios del cambio. La agricultura en pequeña escala puede verse particularmente amenazada.
Los aspectos relacionados con el ritmo y la secuencia de la liberalización siguen siendo fundamentales en la política de desarrollo y para los sectores de la alimentación y del desarrollo agrícola y rural. Se presenta aquí un resumen del debate sobre el Consenso pos-Washington y debería destacar el hecho que muchos de los argumentos que cuestionan la liberalización a ultranza en el sector financiero podrían del mismo modo aplicarse a la alimentación y el desarrollo agrícola y rural: una sequía o una inundación pueden causar tanto daño a corto plazo en una economía como una salida de capitales. La nueva reflexión acerca de la liberalización y la privatización es cautelosa, preocupada de anteponer la reforma institucional a la reforma del mercado, insistiendo en el hecho de que el Estado necesita conservar un rol importante en la oferta de bienes públicos y de interés social (educación, tecnología), y de promover la participación en todos los niveles y en todos los procesos. En los sectores de la alimentación y el desarrollo agrícola y rural, la reflexión acerca de la comercialización de los alimentos, las alianzas entre los sectores público y privado y la regulación de la entrega de insumos ha tenido que enfrentar los mismos problemas. Se requiere mayor interacción entre los debates generales y los debates específicos a un sector.
Finalmente, los países y las agencias donantes están cambiando rápidamente el tipo de cooperación con los países pobres y también, en forma más lenta, la práctica. Los principales debates se relacionan con las limitaciones de la eficacia de la ayuda, las alianzas, la ayuda para la reducción de la pobreza y los enfoques sectoriales. Las nuevas "tecnologías" que están siendo desarrolladas para crear alianzas, particularmente en los enfoques sectoriales tienen mucho que ofrecer, pero sigue habiendo problemas para su aplicación al sistema de alimentación y desarrollo agrícola y rural.
Numerosos temas no han sido abordados en este documento: el ejercicio del poder, la descentralización, la reforma global institucional, la reconstrucción en situación de conflicto y pos-conflicto. Todos estos temas son importantes. Una mayor cantidad de estudios reforzaría el argumento según el cual la planificación de la investigación sobre los sectores de la alimentación y el desarrollo agrícola y rural requiere un enfoque iterativo dada la constante evolución. Se ha descrito un gran número de problemas de fondo. Podríamos concluir este trabajo con una pregunta relativa al proceso. ¿Qué mecanismos existen para facilitar el carácter iterativo entre el desarrollo general y la reflexión en torno a la alimentación y al desarrollo agrícola y rural? Evidentemente, los investigadores sobre ambos ámbitos están "en contacto" a través de asociaciones profesionales y foros políticos. Sin embargo, ¿será posible una mejor coordinación a través de los mecanismos de las Naciones Unidas, como por ejemplo el Consejo Económico y Social, el ACA o el Comité de Planificación del Desarrollo? ¿Alguna iniciativa de la FAO? Existen varias posibilidades que sería interesante explorar.
Debemos agradecer a nuestros colegas de la FAO por su ayuda y apoyo, especialmente Jacques Vercueil, Franco Viciani y Kostas Stamoulis.
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