NUESTRO COMPROMISO
Esta edición de Trabajar en colaboración se ha programado para que coincida con la Cumbre Mundial sobre la Alimentación: cinco años después (CMA: cad). Se prevé que en el próximo mes de noviembre, jefes de gobierno y representantes de muchas instituciones que se ocupan de la erradicación del hambre y la pobreza reafirmarán su compromiso, adquirido en Roma en 1996, de reducir a la mitad del número de personas subnutridas en el mundo para el año 2015.
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De izquierda a derecha: Catherine A. Bertini,
Directora Ejecutiva del PMA; Jacques Diouf,
Director General de la FAO, y Lennart Båge,
Presidente del FIDA
- FAO/11894/L.Spaventa |
Para nosotros, como jefes de los tres organismos con sede en Roma que se ocupan de la alimentación, la CMA: cad es la ocasión para reafirmar nuestro compromiso de trabajar en colaboración de manera que se saque el máximo provecho de nuestros mandatos, competencias y experiencia complementarios. Nos comprometemos a redoblar nuestros esfuerzos para garantizar que, mientras nuestros Estados Miembros se afanan en alcanzar el objetivo de la Cumbre, puedan estar seguros de contar con el apoyo más firme posible de sus asociados en Roma.
En esta edición de Trabajar en colaboración, como en las anteriores, se describen los numerosos modos en que nuestros organismos colaboran en la consecución de objetivos comunes. Esta publicación conjunta responde al convencimiento, que todos compartimos, de que un mundo sin hambre está a nuestro alcance y que hemos de desempeñar una función decisiva en su creación. Esto se debe, en particular, a que el hambre y la pobreza afectan más gravemente a las zonas rurales de los países en desarrollo, donde se centra principalmente nuestra labor.
Al trabajar en colaboración para erradicar el hambre, compartimos una serie de convicciones fundamentales que guían nuestras acciones conjuntas:
- Estamos convencidos de que, a pesar de los progresos inicialmente lentos, todavía es posible alcanzar el objetivo de la CMA para el año 2015.
- Hacemos nuestros los principios del «Derecho a la alimentación», sancionados por los Estados Miembros de las Naciones Unidas, y nos esforzamos por tomarlos en cuenta al diseñar los programas y actividades de nuestras instituciones.
- Consideramos que el hambre es en gran medida un problema creado por la población, pero que la población puede también resolver. La mayoría de las soluciones son bien conocidas y pueden aplicarse en todos los países, siempre que exista una voluntad política suficiente por parte de todos los interesados.
- Consideramos que el hambre es a la vez causa y efecto de la pobreza extrema, y estamos convencidos de que, a menos que se elimine tanto el hambre como la pobreza, no podremos sentar unas bases firmes para el desarrollo económico sostenible y amplio.
- Estimamos que las acciones destinadas a la lucha contra el hambre deben también llegar a los hogares y concentrarse en las mujeres, sobre las cuales recae mayormente la responsabilidad de la seguridad alimentaria de la familia.
- Estimamos que la erradicación del hambre es un imperativo moral, y estamos también convencidos de que generará beneficios económicos importantes en el plano nacional y mundial.
- Estamos profundamente preocupados por el hecho de que, si no realizamos rápidos progresos hacia la erradicación del hambre, la estabilidad política y económica mundial se verá amenazada, junto con la utilización sostenible de los recursos naturales de la que dependen los futuros suministros alimentarios mundiales.
- Estamos convencidos de que las soluciones al problema del hambre son fácilmente accesibles.
- Deploramos la falta de recursos asignados a la reducción de la inseguridad alimentaria y de otras manifestaciones de la pobreza, a pesar de la disparidad cada vez mayor entre ricos y pobres dentro de los países y entre ellos.
Jacques Diouf,
Director General de la FAO
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Lennart Båge,
Presidente del FIDA
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Catherine A.Bertini,
Directora Ejecutiva del PMA
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