Exámenes regionales

África

África del Norte

La recolección de las cosechas de invierno de 2006 ha terminado, la cosecha de los cereales secundarios (maíz y sorgo) se está recogiendo en estos momentos en Egipto; y está por comenzar la recolección del arroz. La producción total de trigo para la subregión se estima provisionalmente en 18,6 millones de toneladas, lo que representa una sensible recuperación con respecto a la cosecha reducida a causa de la sequía en 2005.

En Egipto, el mayor productor de la subregión, la producción de trigo se estima en 8,3 millones de toneladas, muy por encima de la media quinquenal de 7 millones de toneladas. La mejora se debe a un aumento moderado de la superficie plantada en 2006 con respecto a 2005, combinado con unas lluvias entre normales y abundantes que han beneficiado los cultivos durante toda la campaña.

En Marruecos , la cosecha de trigo duplicó el escaso volumen del año pasado, mientras que la producción de cebada se duplicó sobradamente a 2,5 millones de toneladas.
En Argelia, la producción de trigo se estima provisionalmente en 2,7 millones de toneladas, comparada con la cosecha superior a la media, de 2,3 millones de toneladas, obtenida en 2005. En cambio, en Túnez, debido a una racha seca que duró 50 días, desde principios de marzo hasta finales de abril, se obtuvieron malas cosechas en muchas partes del país, y las de trigo y cebada se estiman en niveles inferiores a la media, de 1,2 millones de toneladas y 395 000 toneladas, respectivamente.

 

África occidental

En la región del Sahel, tras unas lluvias inferiores a lo normal recibidas en algunas partes en junio y principios de julio, las precipitaciones mejoraron sensiblemente en agosto en las principales zonas productoras, aumentando las reservas de agua del suelo y proporcionando un alivio a los cultivos afectados, lo que mejoró las perspectivas para la producción en la mayoría de los países. Sin embargo, en las zonas afectadas anteriormente por la sequía se perdió irremediablemente algo del potencial de rendimiento y las plantaciones tardías o los cultivos resembrados necesitarán más lluvias hacia el final de la campaña para completar su ciclo de crecimiento y asegurar una cosecha aceptable.
En las zonas en las que las lluvias fueron particularmente intensas se registraron grandes inundaciones, que causaron un número considerable de víctimas humanas y daños a los cultivos, principalmente en Burkina Faso y el Níger. De oeste a este, la situación de los cultivos es satisfactoria en Cabo Verde y el Senegal, gracias a las lluvias generalizadas recibidas en agosto . Según las estimaciones de la pluviosidad por teledetección, en Gambia las perspectivas para las cosechas son variadas.

En Guinea-Bissau, las precipitaciones fueron suficientes para favorecer la desalinización y el trasplante del arroz de pantano. En Mauritania, el aumento de las lluvias en agosto benefició a los cultivos en el sudoeste, pero en el centro sur y el sudeste se necesitan más lluvias abundantes. En Malí, Burkina Faso, el Níger y el Chad, la situación de las cosechas mejoró apreciablemente tras las escasas lluvias recibidas en junio. De acuerdo a las imágenes de satélite de principios de septiembre, sobre la mayor parte de la región del Sahel continuaron cayendo lluvias buenas.

En los países del litoral del Golfo de Guinea, desde el comienzo de la campaña principal en abril las lluvias han sido regulares y generalizadas en el sur, donde ha comenzado la recolección de la primera cosecha de maíz. En el norte, los cultivos de mijo y sorgo se están desarrollando satisfactoriamente y las perspectivas para las cosechas son buenas, siempre y cuando las condiciones atmosféricas sigan siendo favorables. Según los informes, sin embargo, a mediados de septiembre las plagas migratorias habían destruido cerca de 50 000 toneladas de cultivos en el centro de Nigeria.

Cuadro 5. Producción de cereales de África ( millones de toneladas)

África central

En el Camerún y la República Centroafricana, donde las lluvias han sido abundantes y generalizadas desde el comienzo de la campaña agrícola (abril), se ha empezado a recoger la primera cosecha de maíz de 2006. En el último país, sin embargo, la recuperación agrícola y la seguridad alimentaria continúan viéndose obstaculizadas por la persistencia de la inseguridad y la insuficiente disponibilidad de insumos agrícolas, principalmente en las partes septentrionales.

África oriental

En las partes meridionales de la subregión, la recolección de las cosechas de cereales de la temporada principal de 2006 está casi terminada. En las partes septentrionales, los cultivos se encuentran en distintas etapas de desarrollo y las lluvias abundantes de julio y agosto mejoraron en general las perspectivas.
En algunas zonas, sin embargo, se han producido grandes inundaciones que causaron pérdidas de vidas humanas y daños a los cultivos y a las propiedades. Durante los últimos tres años consecutivos las lluvias han sido escasas en la mayoría de las zonas ganaderas de la subregión, lo cual ha afectado gravemente a los pastizales y al ganado, determinado una grave escasez de alimentos y la migración de miles de personas en busca de agua y de alimentos. En algunas zonas también los conflictos pasados y en curso han trastornado la producción y distribución de alimentos.

En Eritrea, tras las precipitaciones inferiores a la media recibidas en junio y julio, que suscitaron alguna preocupación, las lluvias de agosto fueron superiores a lo normal y permitieron que los cultivos se recuperaran algo antes de la cosecha que comenzará en octubre. En las zonas mecanizadas de Gash Barka la situación de los cultivos se va normalizando lentamente, mientras en las de agricultura tradicional, por lo general la situación de los cultivos es semejante a la del año pasado y, en algunas zonas, superior a la media. En agosto, el Índice Normalizado Diferencial de la Vegetación (NDVI) indicaba perfiles mejores (verdes más oscuros) que el año pasado y semejantes a la media de los últimos siete años. Las lluvias de agosto también fueron beneficiosas para los pastizales de las zonas ganaderas de Habero, Nakfa y Asmat, que, según los informes, eran mejores de la media pero todavía ligeramente por debajo de la situación del año pasado.

En Etiopía, las perspectivas para la cosecha de cereales de la temporada principal “meher” de 2006, que se recogerán a partir de finales de octubre, son favorables. Las copiosas lluvias recibidas desde junio beneficiaron el desarrollo de los cultivos en las principales regiones productoras. Sin embargo, aunque buenas para los cultivos, las lluvias provocaron unas de las peores inundaciones registradas en el país, que causaron centenares de muertos, desplazamientos y pérdidas generalizadas de propiedades, cultivos y ganado. Además, los brotes de enfermedades transmitidas por el agua, sobre todo la diarrea, han aumentado y constituyen un grave riesgo. Aunque todavía se están evaluando las repercusiones totales de las inundaciones, se necesita con urgencia ayuda alimentaria y no alimentaria para alrededor de 200 000 personas afectadas. Para las próximas semanas se prevén más inundaciones en las partes sudorientales y nordoccidentales del país.
La producción de la cosecha de la temporada “belg” de 2006, recogida hace unos meses, fue buena. La cosecha belg representa entre el 7 y 10 por ciento de la producción total de cereales del país, pero es importante en algunas zonas en las que proporciona la mayor parte de los suministros anuales de alimentos. En cambio, en las zonas ganaderas de Etiopía sudoriental, las precipitaciones fueron insuficientes, lo que retrasará la recuperación de la situación de la seguridad alimentaria en los lugares en los que el año pasado se experimentó una grave escasez de alimentos. La FAO y el PMA enviarán una misión conjunta al país en noviembre de 2006 para evaluar el resultado de la cosecha de este año y las perspectivas para el suministro de alimentos en 2007.

En el Sudán, se prevé que la recolección de las cosechas de campaña actual empiece en las próximas semanas. La persistente crisis en Darfur sigue siendo el problema humanitario más acuciante. La comunidad humanitaria teme que, de registrarse un recrudecimiento del conflicto en Darfur, cientos de miles de personas puedan tener que desplazarse nuevamente. Un escenario realista permite suponer el desplazamiento de hasta 350 000 personas, la pérdida de servicios básicos como agua salubre y atención sanitaria, y una mayor dependencia de helicópteros y aviones para la entrega de la ayuda por el peligro que representa el transporte por carretera.
En Darfur, las perspectivas para la seguridad alimentaria son doblemente preocupantes, ya que el empeoramiento de la situación de seguridad puede trastornar la recolección de las cosechas actuales, que comenzará en las semanas venideras. El cuadro 6 indica la producción de mijo y sorgo en los tres estados de Darfur, mientras que la Figura 4 muestra la producción de mijo en Darfur en comparación con el Sudán en su conjunto.

Cuadro 6. Sudán: Producción de cereales secundarios
en Darfur 1996-2002 (Promedio), 2003, 2004, 2005
(Superficie en miles de feddan y producción en miles de toneladas)

 

Del cuadro anterior resulta evidente que en el Sudán la mayor parte de los cultivos de mijo se produce en Darfur, de suerte que cualquier perturbación que se produzca durante la recolección no podrá menos de tener repercusiones muy negativas. En el Sudán meridional, los conflictos originados a raíz del proceso de desarme de este año y los constantes robos de ganado en Jonglei continúan agravando la inseguridad alimentaria.
Las hostilidades trastornaron la recolección de alimentos silvestres, la pesca y los mecanismos tradicionales de intercambio de ganado por cereales durante la estación seca (de enero a abril), lo que obligó a las familias a regresar antes de lo normal con su ganado desde las zonas de pastoreo de la temporada seca. En una evaluación mixta realizada por la Naciones Unidas en junio se observó que la escasez de alimentos había aumentado debido al conflicto.
Las fuerzas locales de defensa y seguridad fueron objeto de robos de alimentos, lo que sobrecargó a la comunidad que tuvo que alimentarlas en un momento en que más escaseaban los alimentos. Además, debido a un acceso insuficiente a semillas y aperos, las familias no pudieron aprovechar al máximo la campaña agrícola de este año, a pesar de que comenzó antes de lo normal. En la evaluación se señaló también que en algunas zonas las lluvias intensas habían afectado a las cosechas de maíz y sorgo. Las grandes inundaciones registradas en algunas otras partes del Sudán han desplazado a decenas de miles de personas y destruido cultivos y propiedades. Aunque los informes actuales indican la existencia de un respiro, las lluvias torrenciales caídas en la cuenca hidrográfica del Nilo Azul ubicada en el altiplano etíope hicieron desbordar el Río Nilo más que en años anteriores, sumergiendo muchos asentamientos y aldeas. En octubre, una misión conjunta PMA/FAO de evaluación de cultivos y suministros de alimentos está visitando el Sudán meridional y está previsto que en noviembre visite el Sudán septentrional para evaluar la producción de la temporada principal y estimar las eventuales necesidades de asistencia alimentaria en 2007.

En Kenya, la recolección del maíz de la estación de lluvias largas de 2006 ha terminado en algunas partes y continuará durante las próximas semanas en otras. La estación de las lluvias largas representa normalmente el 80 por ciento de la producción total anual de alimentos. Los pronósticos oficiales revisados indican una producción de maíz de la estación de las lluvias largas de 2,52 millones de toneladas, alrededor de un 15 por ciento más de la media. Más del 50 por ciento de la cosecha de maíz ya se ha recogido en diferentes partes del país.
Según los informes, la situación de los cultivos de maíz, que se recogerán a partir de octubre, es buena en las provincias del Valle del Rift, Occidental y Nyanza. La estación de las lluvias largas de 2006 y las operaciones de urgencia han aportado un alivio considerable a los ganaderos que pudieron evitar una catástrofe de proporciones.
En las zonas agrícolas marginales del país y en las zonas ganaderas se están registrando mejoras en las tasas de malnutrición infantil. El número de los beneficiarios de la ayuda alimentaria de urgencia se ha reducido de 3,1 millones a 2,4 millones.
Para que se mantenga el mejoramiento será necesario, sin embargo, que la estación de las lluvias cortas (entre octubre y diciembre) sea entre normal y superior a lo normal. Debido a las considerables pérdidas de ganado experimentadas entre diciembre y marzo, unidas a una abreviación de la estación de las lluvias largas en algunas partes, la vida y los medios de subsistencia de los ganaderos siguen siendo vulnerables a la posibilidad de conmociones ulteriores. El recrudecimiento de las enfermedades también ha agravado la deficiente situación nutricional, reduciendo la eficacia de las intervenciones en algunas zonas. Entre tanto, el aumento de los casos de conflicto en los distritos ganaderos de Turkana, Marsabit y Samburu está alterando las normales migraciones estacionales.

En Somalia, la cosecha de cereales de la temporada principal gu de 2006, recogida en agosto y septiembre, se estima en alrededor de 113 000 toneladas, un 29 por ciento por debajo de la media quinquenal. La disminución se debe a las escasas precipitaciones recibidas en las principales zonas productoras. La cosecha de cereales gu representa normalmente entre el 70 y el 80 por ciento, aproximadamente, de la producción anual. La situación general de la seguridad alimentaria continúa siendo alarmante en Somalia. La evaluación de la cosecha gu confirmó que durante el resto de 2006 persistirá en el país una grave crisis alimentaria, que afectará por lo menos a 1,8 millones de personas.
Las hostilidades y la inseguridad agravan ulteriormente la situación. Los precios de los cereales alcanzaron niveles máximos en mayo y junio de 2006, en atención a la escasez de los suministros debida a los malos resultados de las cosechas de las temporadas anteriores. Las lluvias intensas caídas últimamente en el altiplano etíope durante el mes de agosto causaron inundaciones localizadas en torno a Jowhar, que afectaron a unas 30 000 personas y 14 000 hectáreas de tierras cultivadas. También se registraron inundaciones en otras partes de las regiones del Alto y Bajo Shabelle y Alto y Bajo Juba. El comienzo previsto de las lluvias deyr (temporada secundaria) y el alto nivel de pluviosidad que continúa registrándose en las cuencas hidrográficas indican la posibilidad de nuevas inundaciones en las regiones del Medio y Bajo Shabelle. También es motivo de preocupación el hecho de que la tasa de malnutrición aguda general siga siendo alta y superior al 20 por ciento. No obstante la gravedad de la situación humanitaria que se vive en Somalia, hasta ahora no se ha entregado más que la mitad de los 326 millones de dólares EE.UU. solicitados en el actual llamamiento consolidado en favor de Somalia.
Cualquier escalada del conflicto que se produjera en estos momentos podría dar lugar a un importante y rápido empeoramiento de la seguridad alimentaria. Para obtener mayores informaciones y análisis de la Dependencia de Evaluación de la Seguridad Alimentaria para Somalia (FSAU) puede consultarse el sitio web: www.fsausomali.org.

En Tanzanía y Uganda, la situación general del suministro de alimentos es suficiente gracias a las buenas cosechas obtenidas últimamente y al mejoramiento de los pastizales. Sin embargo, sigue habiendo dificultades alimentarias en algunas partes debido a sequías localizadas o a la situación de inseguridad. En Uganda, el actual proceso de paz y el mejoramiento de las condiciones de seguridad en el norte han alentado el reasentamiento de las familias y mejorado su acceso a la tierra, pero la escasez de las lluvias ha limitado las plantaciones y cultivos.
En los Grandes Lagos, las evaluaciones conjuntas FAO/PMA/Gobierno llevadas a cabo en Burundi y Rwanda estiman que la producción total de alimentos de la temporada B de 2006 (en equivalente de cereales) es ligeramente mejor que la de la temporada B de 2005.
Sin embargo, debido al tiempo seco imperante en la temporada A de 2006, las producciones totales de las dos campañas combinadas se estiman menores que en 2005 en ambos países (en un 1 por ciento en Burundi, pero en un 14 por ciento en Rwanda). Algo de la disminución se ha visto compensado por la abundante cosecha de frijoles obtenida este año. Según las proyecciones, las necesidades totales de importación de cereales, incluida la ayuda alimentaria para 2006, aumentarán en ambos países. En los mercados de la capital se observó últimamente que los precios del maíz habían subido alrededor de un 6 por ciento en Rwanda y en un 11 por ciento en Burundi con respecto a los precios de hace un año.

Africa austral

En el África austral, la estimación final de la producción total de maíz de 2006 se cifra en 14 380 000 toneladas, alrededor de un 16 por ciento menos que la obtenida en 2005. Pero si se excluye Sudáfrica, la producción de maíz y la producción total de cereales de la subregión en 2006, estimadas en 7 780 000 toneladas y 12 890 000 toneladas, respectivamente, representan niveles históricos sin precedentes que constituyen una notable mejoría, de 46 por ciento en el caso del maíz y 28 por ciento en el de la producción total de cereales, respecto al año pasado.
El total correspondiente a todos los cereales incluye un pronóstico inicial relativo a los cultivos de invierno (principalmente trigo) que asciende a alrededor de un 12 por ciento del total.
Además de las condiciones atmosféricas generalmente favorables imperantes durante el período vegetativo, también la distribución de fertilizantes subvencionados en algunos países (por ejemplo en Malawi y Zambia) constituyó un factor importante que contribuyó a este resultado. La estimación oficial definitiva de Sudáfrica cifra la producción de maíz en 2006 en 6,6 millones de toneladas, volumen muy inferior a la producción casi sin precedentes de 11 720 000 toneladas obtenida el año pasado. La disminución de la producción causada por una fuerte reducción de la superficie plantada se debe a los bajos precios vigentes durante el período de siembra, unidos a los altos niveles de las existencias remanentes de maíz (estimados, hasta el 30 de abril de 2006, en 4 millones de toneladas).
De ahí que, a pesar de las buenas cosechas obtenidas en otras partes, la FAO estima la producción total de cereales secundarios de la subregión en 2006 en 15,8 millones de toneladas, alrededor de un 14 por ciento menos que en 2005.

Mientras en la mayoría de los otros países de la subregión se obtuvieron cosechas excelentes, en Angola la producción total de cereales, estimada en 749 000 toneladas, decreció en un 16 por ciento debido a la irregularidad de las lluvias y a las rachas secas prolongadas que afectaron sobre todo las provincias centrales y sudoccidentales.

En Madagascar, la producción de maíz de este año fue menor en el sur que en 2005 debido al tiempo seco. Sin embargo, la producción de arroz, con mucho el cultivo más importante de la isla, aumentó con respecto al nivel superior a la media de 2005.
En Lesotho y Swazilandia, la producción total de cereales se mantuvo por debajo del nivel medio de los últimos cinco años, lo que indica una global disminución estructural del sector. En Zimbabwe, la producción total de cereales de 2006 se estima en 1,5 millones de toneladas, o sea un 88 por ciento más que la producción afectada por la sequía y limitada económicamente del año anterior. Sin embargo, a pesar de esta importante recuperación, la producción de cereales está por debajo de las necesidades.

Gracias a las buenas cosechas obtenidas este año en la mayoría de los países, la necesidad total de importación de cereales de la subregión para la campaña comercial 2006/07 (abril/marzo en la mayoría de los casos) se ha revisado ahora a 6,5 millones de toneladas, aproximadamente un 10 por ciento menos que el año anterior (véase la Figura 5).
Si se excluye Sudáfrica, la disminución de las necesidades totales de importación de cereales de la subregión es más pronunciada, de 4 950 000 toneladas importadas efectivamente en 2005 a una necesidad estimada en 3 720 000 toneladas en 2006/07. Las necesidades de ayuda alimentaria en 2006/07, estimadas en alrededor de 542 000 toneladas, estarían por debajo de la ayuda alimentaria media anual de los cinco años anteriores, calculada en alrededor de 708 000 toneladas.

Cuadro 7. África austral – Necesidades de importación
para 2006/07 e importaciones para 2001/02-2005/06
(miles de toneladas)

 

En los países en los que se recuperó la producción, los precios del maíz y de los otros cereales han bajado de forma pronunciada desde el comienzo de la nueva cosecha en abril a los niveles bajos normales después de las cosechas, lo que dio lugar a un mejoramiento de la seguridad alimentaria en general. Como puede verse en la Figura 6, en los mercados de la capital de Zambia y Mozambique, los precios del maíz estuvieron en torno a los 354 dólares EE.UU. y 390 dólares EE.UU. por tonelada, respectivamente, durante el momento álgido de la temporada del hambre (febrero de 2006, lo que se compara con los niveles actuales de alrededor de 172 dólares EE.UU. y 210 dólares EE.UU.).

En Sudáfrica, a diferencia de la tendencia habitual en el período de poscosecha, el precio SAFEX del maíz blanco ha ido pasando del bajo nivel de 126 dólares EE.UU. por tonelada en septiembre de 2005 al nivel actual de 187 dólares EE.UU. por tonelada, debido a los enormes volúmenes de existencias anteriores y a la fuerte disminución de la producción posterior.
Es probable, sin embargo, que el nivel todavía satisfactorio de las existencias remanentes y las cosechas mejoradas de los otros países de la subregión limiten la posibilidad de que los precios sigan aumentando. Por otra parte, las variaciones en los precios del maíz han sido un poco menos pronunciadas que las registradas en los precios cotizados en dólares. Por ejemplo, entre septiembre de 2005 y septiembre de 2006, el aumento de los precios cotizados en rand en Sudáfrica y la disminución de los precios cotizados en kwacha en Zambia se debieron más bien al debilitamiento del rand y al fortalecimiento del kwacha frente al dólar estadounidense, respectivamente. El metical mozambiqueño, sin embargo, se ha mantenido bastante estable en relación con el dólar estadounidense durante este período de 12 meses, salvo una devaluación temporal registrada en noviembre de 2005.

 

En general, las perspectivas para el suministro regional de alimentos se presentan favorables en la actual campaña comercial. En Sudáfrica, el mayor exportador de la subregión, los suministros de maíz blanco (destinado al consumo humano) se estiman en 6,3 millones de toneladas, lo cual, comparado con una utilización interna de 4,3 millones de toneladas, deja un excedente de 2 millones de toneladas.
Suponiendo en alrededor de 600 000 toneladas el volumen de las reservas estratégicas, es probable que el potencial de excedentes exportables de maíz blanco de Sudáfrica sea de alrededor de 1,4 millones de toneladas, suficientes para cubrir las necesidades de los otros países deficitarios de maíz de la subregión, estimadas en alrededor de 1,3 millones de toneladas. Además, se estima que podrán exportar cantidades considerables Malawi (entre 200 000 y 350 000 toneladas), Zambia (entre 180 000 y 280 000 toneladas) y Mozambique (entre 150 000 y 250 000 toneladas) sin contar en cada uno de estos tres países un nivel de reposición de existencias de alrededor de 100 000 toneladas.

ÁFRICA: Países en crisis que requieren asistencia exterior
y causas principales (26)

Asia

Lejano Oriente

En la mayoría de los países ya ha comenzado la recolección de las cosechas principales de arroz y maíz, que constituyen la mayor parte de las cosechas de cereales de la subregión. Gracias a las precipitaciones superiores a la media recibidas durante la campaña en la mayor parte de la subregión, la FAO pronostica la producción total de arroz de 2006 en 570,2 millones de toneladas, alrededor de un 1 por ciento más que la buena cosecha del año anterior y un 6 por ciento más que la media quinquenal. Un aumento de la cosecha previsto en la India, por segundo año consecutivo, representa la mayor parte del incremento.
La producción de maíz de 2006 en esta subregión se pronostica en 192,1 millones de toneladas, un 2 por ciento más que la cosecha sin precedentes del año anterior y un 14,5 por ciento más que la media quinquenal. La producción de trigo de 2006, recogida hace unos meses en la subregión, se estima en un nivel récord de 197,9 millones de toneladas. Con respecto tanto al maíz como al trigo, el aumento debería producirse principalmente en China.

Cuadro 8. Producción de cereales en Asia ( millones de toneladas)

En China (Continental), se está recogiendo en estos momentos la cosecha principal de arroz, mientras que la recolección de la cosecha tardía tendrá lugar en octubre y noviembre. Con el fin de reflejar las repercusiones de la grave sequía registrada en Sichuan, Chongqing y Heilongjiang, el pronóstico de la producción total de arroz de 2006 se ha revisado a la baja a 181,5 millones de toneladas con respecto a la estimación anterior de 185 millones de toneladas. Pero aún así, se mantiene cercana al nivel alto del año pasado. La recolección del maíz en las zonas meridionales terminó en agosto, pero en China septentrional todavía está en curso.
Las informaciones más recientes indican una producción sin precedentes de 142 millones de toneladas, 2,6 millones de toneladas más que el año pasado y 17,8 millones de toneladas más que la media quinquenal, como consecuencia del aumento de la superficie plantada y de los rendimientos. En 2006/07, las importaciones de cereales de China deberían mantenerse en el nivel relativamente bajo de aproximadamente 4 millones de toneladas, pero se pronostica una disminución de las exportaciones de cereales, de aproximadamente 7,5 millones de toneladas a 5,5 millones de toneladas.

En la India, el monzón sudoccidental de 2006 se ha acercado a los niveles medios a largo plazo en cuanto al total acumulativo de las precipitaciones, pero su distribución ha sido muy asimétrica. Se han empezado a recoger las cosechas principales de arroz, cereales secundarios, semillas oleaginosas y maní del Kharif de 2006.
La producción arrocera del Kharif de este año se pronostica en 76 millones de toneladas, aproximadamente un 2,7 por ciento más que la buena cosecha del año pasado.
La producción total de la cosecha del arroz elaborado de 2006 se pronostica en aproximadamente 93,3 millones de toneladas, unos 2 millones de toneladas más que el buen nivel del año anterior. La producción de trigo de 2006 se estima oficialmente en 69 480 000 toneladas, un 1,2 por ciento más que la reducida cosecha del año anterior, pero un 0,5 menos que la media quinquenal. Se prevé que, con objeto de reponer las existencias, las importaciones de trigo de 2006/07 alcancen los 6 millones de toneladas, con lo cual el país dejará de ser uno de los grandes exportadores netos de trigo para transformarse en un gran importador neto.
En el Pakistán, ha comenzado la recolección de las cosechas de arroz y cereales secundarios de 2006. Se pronostica que la producción arrocera de 2006 será inferior a la cosecha sin precedentes del año pasado, pero superior al nivel medio.
Las exportaciones de arroz se pronostican en 3,4 millones de toneladas en 2006 y en 3,2 millones de toneladas en 2007.

En Tailandia, la cosecha principal de arroz de 2006, que representa alrededor del 75 por ciento de la producción arrocera anual, se está desarrollando en condiciones atmosféricas favorables desde el comienzo de la campaña. La recolección de esta cosecha comenzará en noviembre. La producción total de arroz de 2006 se pronostica provisionalmente en 30,6 millones de toneladas, aproximadamente 600 000 toneladas más que el nivel sin precedentes alcanzado el año pasado, gracias a una buenas condiciones atmosféricas y a unos precios de intervención atractivos, que impulsaron el aumento de la superficie plantada. El país mantiene su posición de mayor exportador mundial de arroz. Las exportaciones de arroz de 2006 se pronostican en 7,3 millones de toneladas.
En Viet Nam, la recolección de la cosecha de arroz de invierno/primavera terminó en julio. La producción total de arroz en 2006 se prevé en un nivel sin precedentes de 36,7 millones de toneladas, gracias al aumento de la superficie plantada y de los rendimientos. Viet Nam, el segundo mayor exportador mundial después de Tailandia, exportó en 2005 alrededor de 5,2 millones de toneladas y una cantidad semejante se prevé en 2006. La producción de maíz de 2006 se estima en 3,8 millones de toneladas, volumen semejante al de la cosecha sin precedentes del año pasado, con lo cual el país alcanza la autosuficiencia en maíz.

 

Pese a una situación en general satisfactoria del suministro de alimentos en la subregión, persisten a nivel nacional o subnacional la escasez de alimentos y las emergencias debidas a los desastres naturales y disturbios civiles.

En la República Popular Democrática de Corea, ha comenzado la recolección de las cosechas de arroz, maíz y papas de la temporada principal de 2006. Se prevé una producción menor que la del año pasado, como consecuencia de las grandes inundaciones que afectaron a mediados de julio a las provincias de Pyongyang del Sur, Hwanghae septentrional, Kangwon y Hamgyong Sur, que destruyeron total o parcialmente 23 400 casas dejando sin vivienda a unas 19 000 familias y causaron cuantiosos daños a los cultivos (principalmente maíz, arroz y soja). La necesidad total de importación de cereales en 2006/07 (noviembre/octubre), incluidas las importaciones comerciales y la ayuda alimentaria, se prevé en más de 1 millón de toneladas.

La situación de seguridad alimentaria de muchos residentes urbanos de Timor-Leste sigue afectada considerablemente por los disturbios civiles registrados últimamente. A finales de agosto, el PMA había proporcionado 1 467 toneladas de ayuda alimentaria a aproximadamente 167 100 beneficiarios.
En Sri Lanka, a pesar de la buena cosecha pronosticada para este año, el empeoramiento de la situación política y de la seguridad desde finales de 2005 ha afectado sensiblemente la seguridad en algunas zonas del país, particularmente en los distritos del nordeste, ya castigados por el desastre del tsunami en 2004. Acaba de iniciar una operación especial del PMA por un total de 2,6 millones de dólares destinada a apoyar a 600 000 beneficiarios.

En Mongolia, ha comenzado la recolección de la cosecha de trigo de 2006, prácticamente el único cereal producido en el país. Se espera que la producción se recupere con respecto a la escasa cosecha afectada por la sequía del año pasado, situándose en torno a las 127 000 toneladas, que cubrirán sólo alrededor del 33 por ciento de la utilización interna de trigo, dejando para 2006/07 una necesidad de importación estimada en 256 000 toneladas. El Dzud y la sequía que afectaron a Mongolia en los últimos años han agotado los mecanismos de subsistencia de las familias y determinado un aumento de la pobreza. Una misión conjunta de expertos en seguridad alimentaria de las Naciones Unidas y de evaluación de la seguridad alimentaria visitará el país en octubre de 2006. Según la Sociedad de la Cruz Roja Nepalesa, en el Nepal más de 16 000 familias de 26 distritos se han visto afectadas por las inundaciones y aludes estacionales de este año. Para mediados de septiembre, más de 45 000 personas habían recibido asistencia de socorro. El PMA prevé la entrega de aproximadamente 1 300 toneladas de alimentos a la población afectada en las regiones occidentales.
En Indonesia, aunque la situación nacional del suministro de cereales es satisfactoria, una gran parte de la población más pobre, especialmente la afectada por los desastres naturales recientes, continúa necesitando asistencia alimentaria internacional. El terremoto y tsunami registrados en julio en la isla de Java causaron daños generalizados a las viviendas y desplazaron un gran número de personas, y en mayo el terremoto de Yogyakarta había causado la muerte de unas 6 000 personas y la destrucción de aproximadamente 300 000 casas.

En la India, seis semanas de lluvias torrenciales han afectado a más de 10 millones de personas en los estados de Rajastán, Gujarat, Orissa, Andhra Pradesh, Jammu y Kashmir. Según los informes, cientos de casas, edificios públicos, puentes y escuelas quedaron destruidos o muy deteriorados. También se han visto gravemente afectadas unas 50 000 familias de la región Sindh del Pakistán. En China, se señala que la peor sequía registrada en los últimos 50 años afectó a más de 3 millones de hectáreas de cultivos en Sichuan y Chongqing. Las pérdidas económicas se estiman oficialmente en más de 10 mil millones de yuan (1 250 millones de dólares EE.UU.) en Sichuan y más de 6 mil millones de yuan (75 millones de dólares EE.UU.) en Chongquing. Entre tanto, China se vio también castigada por una serie de tifones devastadores y tormentas tropicales, que causaron la muerte de más de 600 personas y el desplazamiento de más de 3 millones.

Cercano Oriente

La mayoría de los países del Cercano Oriente obtuvo cosechas de cereales de nivel medio a superior a la media gracias a las condiciones de crecimiento favorables de este año. Jordania ha registrado un aumento de la producción, que continuó recuperándose con respecto a la mala cosecha afectada por la sequía de 2004. En la Ribera Occidental y la Faja de Gaza la situación alimentaria constituye un motivo de grave preocupación debido a la escasez de alimentos y al trastorno del mercado, agravados por la situación política actualmente tensa.

En el Afganistán, la falta de precipitaciones y la sequía han diezmado casi completamente los cereales de secano en las partes septentrionales y occidentales del país, mientras el impacto en las reservas de riego ha reducido significativamente los rendimientos del trigo de regadío. En algunas partes del país ya se han registrado graves escaseces alimentarias y la población ha comenzado a desplazarse en busca de alimentos. La situación podría empeorar al comenzar el invierno.

La CEI asiática

La recolección de los cereales está prácticamente terminada en la región y la producción total se estima en poco más de 29 millones de toneladas, volumen superior en más de medio millón de toneladas al de 2005. La mejora de la producción se debe principalmente a unas precipitaciones superiores a la media recibidas en las principales partes productoras de la subregión, y de manera especial a las nevadas caídas durante el invierno, que reconstituyeron abundantemente las reservas de agua para los grandes sistemas de riego.
La producción total incluye aproximadamente 23,7 millones de toneladas de trigo y 4,8 millones de toneladas de cereales secundarios. Kazajstán, el productor principal de la región, representa alrededor del 50 por ciento de la producción total de cereales. Gracias a esta buena cosecha, se pronostica que las exportaciones totales de cereales de Kazajstán durante la campaña comercial 2006/07 aumentarán a alrededor de 4,7 millones de toneladas, aproximadamente 769 000 toneladas más que en 2005/06. También se prevé que Uzbekistán exporte un volumen significativo en 2006/07, estimado en alrededor de 500 000 toneladas.
Hace pocos años que el país dejó de ser un importador neto de cereales, y desde entonces ha mantenido un volumen apreciable de exportaciones, que en las campañas comerciales siguientes a la de 2003/04 han oscilado entre 200 000 y 500 000 toneladas anuales.

Sin embargo, aunque la producción de 2006 fue satisfactoria en las principales partes productoras de la subregión, otras zonas sufrieron pérdidas de cosecha localizadas debidas a las rachas secas registradas durante la temporada, principalmente en Armenia, que han determinado una situación difícil en materia de suministros de cereales (véase el recuadro).

Difícil situación de los suministros de alimentos, piensos y semillas de cereales en Armenia a raíz de la sequía imperante en la primavera y el verano

Armenia experimentó una disminución de las precipitaciones en la primavera y el verano de 2006 que causó pérdidas apreciables de las cosechas de los cereales de secano de primavera, principalmente cebada, pero también una reducción de los rendimientos de los cultivos de cereales de regadío de invierno, principalmente trigo. Las precipitaciones cesaron prácticamente entre mayo y junio, cuando los cereales estaban en la fase de desarrollo del grano.

El trigo, las papas y los árboles frutales son los cultivos más importantes de Armenia. Los cereales de primavera (cebada y trigo) se producen principalmente en condiciones de secano, y la producción se sitúa normalmente en torno a las 100 000 toneladas, equivalentes a alrededor del 14 por ciento de la producción anual total de cereales. Casi el 70 por ciento de los cereales de primavera es cebada, cultivada en las tierras altas para alimentar el ganado. La mayoría de las familias de las zonas rurales tiene por lo menos una vaca para la subsistencia, y se venden también productos pecuarios en forma limitada. Salvo muy pocas familias curdas en las tierras altas, no existen en el país familias dedicadas exclusivamente a la ganadería ni granjas intensivas. En cambio, el sistema agropecuario integrado juega un papel importante en la seguridad alimentaria de las familias rurales, ya que para ellas constituye un suplemento nutricional directo a la vez que una fuente de ingresos.

Los informes más recientes del Gobierno indican que las escasas lluvias recibidas durante el verano han comprometido, por término medio, alrededor del 60 por ciento de los cereales de primavera. La producción de cereales de invierno disminuyó alrededor de un 14 por ciento en comparación con la de 2005. En total, el Gobierno estima la producción de cereales de 2006 en torno a las 304 000 toneladas, casi 74 000 toneladas, es decir un 20 por ciento, menos que en 2005. El Gobierno informa también que los daños sufridos por los cultivos varían mucho de región a región. En algunas zonas, se ha visto comprometido más del 90 por ciento, mientras en otras los daños se estiman en alrededor de 10 a 15 por ciento.
Según los informes, la producción de papa, el segundo cultivo más importante, dio buenos resultados, así como la de las hortalizas, que se cultivan con sistemas de riego.

Además de las pérdidas experimentadas en la cosecha de cebada de 2006, las escasas precipitaciones recibidas en primavera y verano han afectado también a las zonas de pastoreo. Estos factores han reducido apreciablemente el suministro de piensos para el ganado, lo cual ha inducido a muchos agricultores a vender sus animales. El Gobierno ha solicitado asistencia internacional en materia de alimentos y piensos.

ASIA: Países en crisis que necesitan asistencia exterior y causas principales (9)

América Latina y el Caribe

América Central y el Caribe

La recolección de las cosechas de cereales de la temporada principal de 2006 está por comenzar en México, pero está prácticamente terminada en los otros países centroamericanos, en los que recién ha comenzado la siembra de los cultivos de la segunda temporada. La FAO pronostica la producción total de cereales de la subregión en 2006 en 38,2 millones de toneladas, alrededor de 2,7 millones de toneladas más que el año anterior y 1,2 millones de toneladas menos que la media de los últimos cinco años.
En México, la recolección de las cosechas principales de cereales secundarios de verano de secano de 2006, que representan aproximadamente el 75 por ciento de la producción anual, debería de comenzar a partir de finales de octubre. Las lluvias benéficas recibidas en los principales estados productores del sur y del centro sur (Jalisco, México y Chiapas) han continuado proporcionando humedad suficiente, y los pronósticos oficiales iniciales apuntan a una producción superior a la media. Las producciones de maíz y sorgo se pronostican en alrededor de 21,3 y 6,2 millones de toneladas, respectivamente, lo que representa un incremento del 8 y 10 por ciento con respecto a los niveles del año anterior, como consecuencia de una expansión de las superficies plantadas. Han comenzado los preparativos de la tierra para la siembra de la cosecha de trigo de invierno de 2006/07 en las zonas de regadío de los estados nordoccidentales de Sonora, Guanajuato, Baja California, en los que las lluvias intensas recibidas a principios de septiembre han incrementado positivamente el nivel de agua de los embalses principales.

 

En toda la subregión, las producciones totales de maíz en 2006 (cosechas de primera y segunda temporada) se pronostican provisionalmente en niveles superiores a la media. Ello se debe fundamentalmente a los efectos positivos que las lluvias abundantes recibidas en la mayor parte de la subregión desde principios de agosto han tenido en los rendimientos de la temporada principal. El único país en el que se prevé una producción de maíz de 2006 inferior a la del año anterior es Honduras, como consecuencia de un período prolongado de sequía ( canícula, que la llaman) que afectó a algunas partes de los departamentos centrales en agosto.
En el Caribe, las copiosas lluvias recibidas en Haití, la República Dominicana y Cuba debidas al paso lejano de algunos huracanes, han beneficiado los rendimientos de los principales cultivos alimentarios y comerciales que en distintos lugares se habían visto afectados entre marzo y mayo por frecuentes rachas secas.

En Guatemala y El Salvador, se sigue distribuyendo asistencia alimentaria de la comunidad internacional a las familias y comunidades rurales vulnerables, afectadas por los huracanes durante el segundo semestre de 2005. También se distribuye ayuda alimentaria a la población vulnerable en Haití, Nicaragua y Honduras.

Cuadro 9. Producción de cereales en América Latina
y el Caribe ( millones de toneladas)

América del Sur

Hace poco ha comenzado la recolección de la cosecha de trigo de invierno de 2006 en los estados del centro sur del Brasil, mientras que en las importantes zonas productoras de Argentina, Uruguay y Paraguay debería comenzar a finales de octubre.
La producción total para la subregión se pronostica provisionalmente en poco menos de 19 millones de toneladas, el récord de nivel más bajo desde 2002.
Ello se debe fundamentalmente al récord de nivel más bajo previsto en Brasil como consecuencia de la reducción de la superficie plantada y de los rendimientos. La superficie plantada disminuyó de forma pronunciada en atención a la baja rentabilidad del trigo registrada en los últimos años, que se tradujo en un fuerte endeudamiento de los agricultores y en un uso menor de fertilizantes. Los rendimientos del trigo se han visto perjudicados por la sequía imperante durante la campaña en zonas situadas entre el norte de Paraná y Mato Grosso do Sul y Goiás, así como por las heladas caídas a principios de septiembre.
La disminución de la humedad del suelo también ha afectado gravemente a las plantaciones de los cultivos de invierno de 2006 en Argentina, donde no se alcanzó la superficie prevista de 5,9 millones de hectáreas y la superficie plantada se estima oficialmente en poco menos de 5,4 millones de hectáreas, sólo un 3 por ciento más que el nivel muy reducido del año anterior. Los bajos precios internos y las condiciones atmosféricas desfavorables durante el período de siembra fueron los factores principales que llevaron a una reducción de la superficie plantada con trigo de invierno en Chile y Paraguay.

La recolección de la cosecha de maíz de la segunda temporada de 2006 está prácticamente terminada en la subregión, y la producción total de 2006 (de primera y segunda temporada) se estima en un nivel medio de 65,3 millones de toneladas, situado en torno al volumen del año pasado. Ello se debe a una muy buena cosecha obtenida en Brasil, que compensó la merma de las cosechas de Argentina y Uruguay debida a una reducción generalizada de la superficie plantada y de los rendimientos a raíz de la racha seca imperante a mediados de la campaña. Entre tanto, en los países meridionales de la subregión se están llevando a cabo los preparativos de la tierra para la siembra de la importante cosecha de maíz de verano de 2007. Debido a la sequía registrada actualmente en algunas partes, las perspectivas para la siembra son inciertas.

La limitada humedad del suelo está suscitando algunas preocupaciones respecto de la siembra de la cosecha de arroz de 2007 que comenzará a mediados de octubre. Si no se reciben lluvias abundantes durante las próximas semanas en las principales zonas productoras, la superficie plantada con los cultivos de arroz de 2007 podría resultar incluso menor que la de 2006, cuando los bajos precios internos del Brasil, el principal productor de la subregión, determinaron una fuerte disminución de la superficie plantada.

En el Ecuador, algunas partes de las provincias de Los Ríos y Bolívar se han visto gravemente afectadas a mediados de agosto por las nubes de ceniza procedentes del volcán Tungurahua, que comportará graves consecuencias a largo plazo para la fertilidad del suelo. Una evaluación provisional indica que más de 100 000 personas se han visto afectadas directamente y que aproximadamente una cuarta parte necesita inmediatamente ayuda alimentaria.

La sequía está afectando a los sectores de la agricultura y la ganadería en la Argentina

Una sequía prolongada está afectando a la agricultura y la ganadería en la Argentina. Desde finales de julio las precipitaciones han sido escasas en las provincias del norte y noroeste (Santiago del Estero, Chaco, norte de Santa Fe, Salta y Catamarca) y, desde principios de agosto, en el sudeste y sudoeste de Buenos Aires, La Pampa y centro sur de la provincia de Córdoba. Las lluvias caídas en la segunda década de septiembre en la mayor parte del país no fueron suficientes para cambiar radicalmente la situación de sequía.

En las provincias nordoccidentales de Catamarca, San Juan y La Rioja se han perdido alrededor de 40 000 cabezas de ganado debido a la escasez de pastizales, mientras otras se han vendido o llevadas a otras provincias con mejores pastizales para evitar pérdidas ulteriores. En las principales provincias productoras del centro del país, en las que a principios de agosto todavía se estaba sembrando la cosecha de trigo de 2006, la sequía ha impedido a los agricultores alcanzar la superficie prevista de 5,9 millones de hectáreas, sobre todo en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires y el centro oeste de la provincia de La Pampa.
La superficie sembrada de trigo se estima oficialmente en alrededor de 5,4 millones de hectáreas, aproximadamente sólo un 3 por ciento más que el récord de nivel más bajo del año anterior. Para finales de septiembre, alrededor del 30 por ciento de los cultivos de trigo sufría las consecuencias de la falta de agua y de las temperaturas altas, mientras poco más de la mitad se encontraba en situación entre buena y muy buena.
La cosecha se recogerá a partir de noviembre y, si no se reciben lluvias consistentes dentro de poco tiempo, es probable que los rendimientos disminuyan en algunas zonas, principalmente en las provincias de Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Santiago del Estero, Chaco y noroeste de Buenos Aires. Teniendo en cuenta la situación actual de los cultivos, se prevé provisionalmente que en el mejor de los casos la producción de trigo de 2006 alcance los 13 millones de toneladas, semejante a la reducida cosecha del año pasado y muy por debajo de la buena cosecha de 16 millones de toneladas de 2004, y de la media. Pero de empeorar las condiciones, la producción podría descender más todavía.

 

Se prevé que en la superficie no sembrada de trigo se siembren los cultivos de verano de 2007: maíz, sorgo y girasol. Ahora bien, el ritmo de la siembra, que normalmente comienza a mediados de septiembre, es muy lento a causa de los suelos excepcionalmente secos, y, si no llueve en las semanas venideras, la superficie plantada con los cereales secundarios de 2007 podría disminuir considerablemente. Las preocupaciones meteorológicas están retrasando también la siembra de la cosecha de arroz de 2007 en las principales provincias productoras de Corrientes y Entre Ríos.

Es probable que esta situación determine una variación en el uso de la tierra, de suerte que en las superficies destinadas a los cereales secundarios de verano se cultive la soja, que se siembra más tarde, entre noviembre y enero. En tal caso, disminuiría la capacidad del país de exportar cereales y productos cárnicos en la campaña comercial 2006/07, mientras que la producción de soja podría hasta superar la producción sin precedentes de este año (40,5 millones de toneladas).

AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE: Países en crisis que requieren asistencia exterior y causas principales (3)

América del Norte, Europa y Oceanía

América del Norte

Según los informes, a finales de septiembre la siembra de la cosecha de trigo de invierno de los Estados Unidos que se recogerá en 2007 había terminado en alrededor de un 36 por ciento. Ello representa un retraso marginal respecto del ritmo normal debido a que los trabajos de campo se habían visto impedidos durante el mes por el anegamiento de los terrenos en algunas zonas, y por condiciones excesivamente secas en otras. Se esperaba, sin embargo, que la situación mejorara al final del mes con la llegada de lluvias benéficas a algunas partes meridionales anteriormente secas. Los primeros indicios apuntan a una notable expansión de la superficie sembrada de trigo. La cosecha de trigo de 2006, cuya recolección estaba prácticamente terminada para finales de agosto, se estima oficialmente en alrededor de 49 millones de toneladas, un 14 por ciento menos que la de 2005 y muy por debajo de la media de los últimos cinco años.
El incremento global de la superficie plantada se vio compensado con creces por una fuerte disminución de los rendimientos debido a las sequías imperantes durante una gran parte de la campaña 2005/06. Con respecto a los cereales secundarios, a finales de septiembre se había terminado alrededor del 13 por ciento de la recolección del maíz, o sea con un ligero retraso respecto del ritmo medio. Según se estima, la superficie cultivada disminuirá en alrededor de un 4 por ciento con respecto al año anterior pero se esperan rendimientos mejores, y la producción se pronostica en 282,3 millones de toneladas, nivel marginalmente superior al del año pasado y la segunda cosecha mayor después de 2004.
Después de las precipitaciones favorables recibidas en agosto, la situación de los cultivos y las perspectivas para los rendimientos mejoraron en las Grandes Praderas del norte y en la zona de cultivo del maíz del oeste.
La producción de los otros cereales secundarios debería disminuir en 2006 a causa de la reducción de las superficies sembradas y de los rendimientos.


En Canadá, la recolección de la mayor parte del maíz está prácticamente terminada en las principales regiones productoras del oeste. Las estimaciones oficiales más recientes cifran la producción total de trigo en 25,9 millones de toneladas, alrededor de un 3 por ciento menos que la excelente cosecha del año pasado pero todavía muy por encima de la media de los últimos cinco años. La disminución se debe a los fuertes descensos registrados tanto en la superficie como en los rendimientos del trigo duro, que compensan con creces el incremento de la producción de otros tipos de trigo. Se estima que la superficie sembrada este año con cereales secundarios disminuirá marginalmente con respecto al año anterior a la vez que aumentarán las plantaciones de avena y disminuirán las de cebada.
Dado que los rendimientos deberían volver a situarse más cerca del nivel medio (como en el caso del trigo), la producción total de cereales secundarios se pronostica en alrededor de 23,8 millones de toneladas, un 9 por ciento menos que el año pasado.

Cuadro 10. Producción de cereales en América del Norte, Europa
y Oceanía ( millones de toneladas)

Europa

En la UE, la producción de cereales de 2006 ha resultado considerablemente menor de lo previsto tras el tiempo excepcionalmente caluroso y seco registrado en julio que perjudicó a los cultivos en diversos países. Se señala que la superficie geográfica afectada este año por la pérdida de rendimientos relacionada con las condiciones atmosféricas calurosas y secas ha sido mayor que en 2003, el año de la grave sequía. Sin embargo, la disminución de los rendimientos ha sido menos pronunciada que en 2003 debido a que el período de escasez de agua fue más corto. Ahora, la producción total de cereales de la UE se estima en 253 millones de toneladas, 7 millones de toneladas menos que el año pasado y alrededor de un 3 por ciento menos que la media de los últimos cinco años.
Entre los principales productores, las pérdidas mayores de rendimiento comparadas con el año pasado se registraron en Hungría, Polonia, Italia, Alemania y Francia, y en los últimos cuatro países los rendimientos medios fueron también inferiores a la media quinquenal. En cambio, en España la producción se recuperó de forma pronunciada con respecto al nivel muy reducido por la sequía del año pasado, aunque fue algo inferior a la media.
Teniendo en cuenta los diversos tipos de cereales, las mayores reducciones se han registrado hasta ahora en la producción de trigo y centeno, mientras la producción de maíz, que todavía no se ha recogido, debería ser también muy inferior a la del año pasado. Según los informes, la siembra de los cereales de invierno que se recogerán en 2007 está marchando bien en condiciones generalmente favorables.

 

La Península Balcánica se eximió de la grave sequía del verano que afectó al norte y el oeste de la región, pero la producción de cereales de este año debería ser inferior a la de 2005. La disminución se debe principalmente a las menores cosechas de trigo obtenidas en los dos principales productores, Rumania y Bulgaria, donde la siembra de invierno fue reducida y, posteriormente, las rigurosas condiciones invernales y las inundaciones causaron daños y/o destruyeron algunas importantes zonas de cultivos, particularmente en el primer país. Las perspectivas para la cosecha de maíz, que todavía no ha terminado, son más favorables y se prevé que la producción se mantendrá en el nivel superior a la media del año pasado.

En la CEI Europea (la Federación de Rusia, Ucrania, Belarús y Moldova), la recolección de los cereales está casi terminada y la producción total de este año para los cuatro países se estima en alrededor de 114 millones de toneladas, frente a los 122,5 millones de toneladas obtenidos en 2005. Las razones principales de la disminución de la cosecha fueron el tiempo muy frío y la cubierta de nieve relativamente delgada registradas en el último invierno.
El principal cultivo afectado por el invierno riguroso ha sido el trigo, cuya producción ha descendido en la Federación de Rusia y Ucrania en alrededor del 13 y 27 por ciento, respectivamente, lo cual hizo bajar la producción total de la región a un volumen estimado en 57 millones de toneladas, aproximadamente 11,5 millones de toneladas menos que en 2005. Los cereales secundarios de invierno son más resistentes a las condiciones rigurosas del tiempo y, habiéndose recogido la mayor parte de la cosecha la producción total de la región, se pronostica en unos 56 millones de toneladas, alrededor de 2,8 millones de toneladas más que en 2005.
Las exportaciones totales de cereales de la región durante la campaña comercial 2006/07 se pronostican en alrededor de 18,4 millones de toneladas, unos 6,7 millones de toneladas menos que en la campaña comercial 2005/06. Del total, se prevé que el trigo representará alrededor de 9,6 millones de toneladas, mientras que los cereales secundarios (principalmente cebada) representarían alrededor de 8,8 millones de toneladas. Durante la campaña comercial 2006/07, las importaciones totales de cereales para la región se pronostican en alrededor de 2,6 millones de toneladas, volumen semejante al importado el año anterior.
Según los informes, los preparativos de la tierra para la siembra de cereales de invierno están marchando bien y en condiciones generalmente favorables, de manera que los primeros indicios provisionales apuntan a un aumento de la superficie respecto al año anterior.

EUROPA: Países en crisis que requieren asistencia exterior y causas principales (1)

Oceanía

Al acercarse el comienzo de la recolección en Australia (alrededor de noviembre en la mayor parte del país), se han verificado las primeras previsiones de una campaña agrícola de invierno más seca de lo normal en 2006. En la mayoría de las regiones agrícolas los cultivos se han visto afectados por la falta de humedad, y en algunas partes resultó agravado por temperaturas particularmente calurosas.
El pronóstico oficial más reciente relativo a la producción de cereales de invierno, publicado en el informe ABARE de septiembre, se ha revisado a la baja de forma pronunciada. La producción de trigo en 2006 se pronostica ahora en apenas 16,4 millones de toneladas, 35 por ciento menos que el año pasado y muy por debajo de la media quinquenal. Se considera que la producción de cebada descenderá un 41 por ciento a apenas 5,8 millones de toneladas.
Las perspectivas iniciales para los cereales de verano, que se sembrarán en las próximas semanas, son algo variadas. La superficie de sorgo podría mantenerse en torno al nivel del año pasado ya que se cuenta con bastantes tierras de barbecho en las zonas de cultivos de verano a causa de la disminución de las plantaciones de invierno.
Sin embargo, unas lluvias buenas en primavera serán de vital importancia para la siembra y el arraigo de los cultivos. Se prevé que la superficie de arroz disminuirá de forma pronunciada en atención a la menor disponibilidad de suministros de riego después de un invierno seco.