Antes de analizar la utilización de los sistemas satelitales de navegación y comunicación y el papel que pueden jugar en el control de la actividad pesquera, es necesario que comprendamos lo que es el SLB. Frecuentemente se considera que SLB es un sinónimo de vigilancia por satélite. Esto no es cierto.
El SLB proporciona otra herramienta dentro del conjunto del sistema de seguimiento, control y vigilancia pesqueras. Con ella se consigue hacer más efectivas las medidas convencionales.
El SLB facilita a los organismos de control la localización exacta de los buques pesqueros que participan en el sistema. Informa al organismo de control a intervalos regulares de tiempo donde se encuentra un buque y donde se encontraba anteriormente. La información sobre la posición geográfica puede ser suministrada al órgano de control prácticamente en tiempo real (en menos de 30 minutos), cualquiera que sea el lugar del mundo en que se encuentre el buque. (Hay que tener en cuenta que Inmarsat no cubre las regiones polares al norte y sur de 75 grados de latitud).
Esta es una información simple pero muy potente. Antes del SLB, los organismos de control pesquero contaban solamente con la información facilitada por los armadores o patrones de los buques, información que puede no ser cierta, ya que existen muchas razones para que proporcionen posiciones inexactas. Además de la posibilidad de que estén realizando una pesca ilegal, la localización de buenos caladeros de pesca es una información de gran valor comercial. El hecho de que el SLB proporcione esta información a los organismos de control suele ser el motivo de la reticencia al uso del SLB por parte del sector pesquero.
El SLB también puede facilitar el rumbo y la velocidad del buque de dos modos diferentes:
calculada en el equipo a bordo del buque mediante el muestreo de las posiciones obtenidas; y
calculada en el centro de control en base a informes de posición consecutivos.
Partiendo de las posiciones y la velocidad contenidas en un número consecutivo de informes de posición, el organismo de control puede deducir la actividad del buque. Un buque que se mueve a velocidad inferior a 3 nudos indica una posible actividad de pesca. Para las diferentes modalidades de pesca el buque puede mostrar una configuración peculiar de posiciones que indique la actividad de pesca. Por ejemplo, un buque en arrastre puede mostrar muchas posiciones consecutivas en pequeño espacio y rastros que se entrecruzan. Un buque palangrero puede mostrar numerosas posiciones en una dirección determinada para calar el palangre, y otras en dirección opuesta para recogerlo o, en otras ocasiones un trazado circular para largar y recoger el palangre de forma continua.
El SLB permite la transmisión de los datos de captura y esfuerzo desde el buque pesquero al organismo de control prácticamente en tiempo real. Esta información no puede generarse automáticamente por el equipo del buque si no que debe ser introducida por el operador del buque. Por ello debe otorgársele un menor grado de fiabilidad. Sin embargo estos datos pueden tener mucha utilidad en el contexto del control pesquero.
El operador del buque puede declarar el comienzo y el fin de las operaciones de pesca. Esta información facilita al organismo de control la interpretación de las actividades del buque y le permitir enfocar la investigación en las operaciones sospechosas de pesca fuera de los periodos de actividad pesquera declarada.
La introducción y transmisión de los datos de capturas en la mar, inmediatamente después de cada lance, obliga al operador del buque a realizar una estimación específica de capturas, antes de conocer si el buque será inspeccionado en la mar o en el puerto de descarga. Ello puede ser de gran utilidad en muchas situaciones, tales como en las pesquerías sujetas a cuota en las que es necesaria una mayor precisión en las declaraciones de capturas.
El SLB también permite la transmisión de otra información por el operador del buque al organismo de control. Puede ser transmitido cualquier tipo de mensaje con diferentes objetivos. Podría ser la notificación de las intenciones del buque tales como entrar en puerto o en una zona de pesca, o incluso la información sobre la actividad de otros buques. Naturalmente esta información también podría transmitirse por otros sistemas de comunicación diferentes, pero el SLB proporciona un medio de comunicación directo, fiable, inmediato y comparativamente barato entre el buque y el organismo de control.
También puede transmitirse a través del SLB otra información distinta a la de posición, sin necesidad que sea introducida por el operador del buque. Esta información podría ser la proporcionada por diferentes sensores automáticos. Hay muy poca experiencia práctica en la utilización de sensores en el ámbito del control pesquero. La finalidad y efectividad de dichos sensores podrían tratarse con motivo del futuro desarrollo del SLB. Se han sugerido algunas con el propósito de identificar la actividad real del buque como, por ejemplo, medir la carga de trabajo de los motores de los buques arrastreros o detectar el funcionamiento de los viradores.
El SLB no sustituye o elimina los medios convencionales de control, tales como la vigilancia aérea, las inspecciones en la mar desde patrulleros de vigilancia, las inspecciones en puerto, o la investigación documental. Muchos de estos medios tienen que ser activados como una respuesta específica a la información recibida del SLB.
El SLB no proporciona por si mismo la evidencia normalmente exigida por la mayoría de los tribunales penales para probar una infracción relacionada con la actividad de pesca. El SLB indica la posibilidad de una actividad de pesca, y proporciona una base buena y suficiente para realizar una investigación mas a fondo por parte de uno o varios de los medios convencionales de control. En algunos sistemas judiciales, como en el caso de los Estados Unidos de América, muchos asuntos pesqueros se resuelven más frecuentemente en tribunales civiles que en tribunales penales. Con el tiempo, podría establecerse un cierto nivel de credibilidad del SLB, hasta el punto de que la prueba suministrada por el SLB se aceptara ante un tribunal civil como una evidencia prima facie de actividad pesquera.
Como se ha indicado anteriormente, hay funciones que claramente puede desarrollar el SLB, y otras que no puede. Los componentes esenciales de las aplicaciones del SLB son el seguimiento de la posición de los buques, la identificación de posibles actividades de pesca, y su utilidad como medio de comunicación. Para que sea efectiva la aplicación del SLB al control pesquero es evidente que las correspondientes normas de ordenación pesquera deben ser adecuadas a las capacidades del SLB. Como ejemplo de normas de ordenación pesquera para las que puede ser efectivo el SLB se pueden indicar las relativas a restricciones de áreas geográficas. Sin carácter exhaustivo, se podrían relacionar las siguientes:
una zona cerrada tanto para la pesca como para la navegación u otras actividades (por ejemplo transbordo de pescado);
una zona cerrada en periodos de tiempo determinados;
una zona restringida para la pesca u otra actividad a determinados buques, en base a la nacionalidad, modalidad, tamaño, tipo de licencia, etc.;
una zona en la cual el volumen de accesos está limitado en el tiempo o contabilizado; y
una zona que está sujeta a una cuota de pesca u otras restricciones de capturas.
Las normas anteriores, o una combinación de las mismas, son muy frecuentes en la ordenación pesquera práctica. En la mayoría de estas situaciones el SLB puede aplicarse fácilmente y con efectividad. Por ejemplo, para controlar si un buque está pescando en una zona prohibida. En otros casos, especialmente cuando se aplican restricciones de cuotas o capturas, puede ser necesario modificar las normas de ordenación pesquera con objeto de que el SLB sea más efectivo para alcanzar el objetivo de ordenación que se persigue. Por ejemplo, para controlar la restricción de capturas en una zona determinada, podría ser necesario limitar la actividad del buque a esa única zona durante una marea concreta (es más fácil comprobar con el SLB que el buque no ha pescado en otras áreas y realizar inspecciones en puerto para confirmar la cantidad capturada). Esto podría causar inconvenientes en la operación del buque y quizás no resultase práctico. Si embargo no debe descartarse que en muchas situaciones puede ser práctico utilizar el SLB unido a alguna modificación en las normas de ordenación.
Uno de los principales impactos del SLB en el control pesquero es su efecto disuasorio. Esto ha sido constatado en las experiencias prácticas en Australia, Nueva Zelanda y EE.UU. Se ha demostrado que, cuando los operadores de los buques pesqueros saben que están siendo vigilados y que una actividad ilegal podría desencadenar con bastante seguridad una acción ejecutiva de la ley, la posibilidad real de que dicha actividad ilegal se produzca disminuye significativamente. En este contexto el SLB es más una medida preventiva que curativa.
Si se quiere mantener el efecto disuasorio, hay que mantener la credibilidad del SLB de cara a los operadores de los buques y conseguir que lo tengan muy presente en su pensamiento. La credibilidad del sistema solo puede mantenerse si se vigila de cerca la operatividad del mismo, especialmente en las funciones que realiza el buque, como podría ser el fallo en la transmisión desde el buque de un informe en el momento programado. La presencia del equipo de SLB a bordo del buque sirve de recordatorio para los operadores de que están siendo controlados. El uso del sistema para la comunicación directa entre el buque y el centro de control refuerza todavía mas la presencia de la actividad de control.
En cierto sentido el SLB puede mostrar a los agentes de control muchas infracciones aparentes de la legislación pesquera. Los tipos de infracción pueden ser pescar en una zona prohibida, pescar en una zona para la que el buque no tiene licencia, o pescar en una zona sujeta a restricciones de cuota por un buque que no dispone de cuota suficiente.
Para este tipo de infracciones el SLB puede mostrar a los inspectores qué buques están respetando las normas, así como cuales no lo están haciendo. De este modo la actividad de investigación de los inspectores será más efectiva y menos costosa, puesto que se perderá menos tiempo en perseguir pistas falsas, o a aquellos operadores de buques de pesca que cumplen con las normas.
En muchos sistemas judiciales incluso puede ser un requisito asegurar previamente la «motivación fundada» para poder llevar cabo ciertos tipos de investigación, como por ejemplo para obtener un mandamiento de registro. El SLB puede ser de gran ayuda en estas situaciones puesto que, aunque no proporcione una evidencia suficientemente significativa en si misma para conseguir un fallo de culpabilidad, si que puede ofrecer una evidencia suficiente para llevar al investigador al convencimiento de que se ha producido un acto ilegal.
En la práctica del control de la pesca se producen muchas situaciones en las que los inspectores están interesados en llevar a cabo inspecciones en ciertos casos o a determinados buques, ya sea en la mar o con motivo del desembarco, sin que el operador del buque tenga un conocimiento previo de que va a ser inspeccionado. Antes de la introducción del SLB era extremadamente difícil conocer la posición de un barco en la mar, o en que lugar y momento entraría en puerto. El SLB es un sistema válido y fiable para conseguir esta información, con el consiguiente ahorro que puede suponer en tiempo y en otros gastos necesarios para situar a los inspectores, aviones o patrulleros de vigilancia en la posición correcta y en el momento oportuno.
La vigilancia aérea y marítima sigue siendo necesaria para un sistema de control plenamente efectivo, aun cuando se disponga de un buen sistema SLB. Mediante dicha vigilancia pueden detectarse los buques sin licencia que no forman parte de un SLB, o aquellos buques cuyas posiciones de SLB no están al alcance del organismo de control de un país determinado. Los buques y aviones de vigilancia tienen que emplear mucho tiempo y combustible para investigar la actividad de los buques que aparecen en su radar aun cuando pesquen legalmente. Si se facilitan los datos del SLB a dichos medios de vigilancia, estos podrán minimizar el esfuerzo empleado en confirmar los contactos radar correspondientes a los buques que pescan legalmente. Además, comunicando vía SLB a los medios de vigilancia la identificación de los buques que operan legalmente, facilita la elección entre los diferentes contactos obtenidos mediante el radar, de aquellos cuya investigación resulte más productiva.
En algunos escenarios de gestión pesquera es necesario aplicar cuotas o restricciones de capturas para determinadas especies en ciertas áreas. Los patrones pueden infradeclarar las capturas o atribuirlas a otras áreas diferentes a aquellas en que fueron pescadas. Para este tipo de pesquerías puede utilizarse un sistema de inspecciones aleatorias como parte del control pesquero, pero a menudo será demasiado tarde para detectar el falseamiento de las declaraciones de capturas, o puede ocurrir que el operador del buque declare con exactitud las capturas solamente en aquellos pocos casos en que se produzca una inspección. La capacidad de comunicación del SLB puede ser útil para asegurar que el operador del buque declara cada captura en el momento en que la ha realizado. De este modo el falseamiento de las declaraciones de capturas colocaría al operador en una situación de mayor riesgo de ser descubierto durante las inspecciones aleatorias, puesto que es posible que el buque pesquero todavía no hubiese abandonado el área en la que declaró las capturas, y no tendría la oportunidad de cambiar la declaración al ser inspeccionado.
En su grado de desarrollo actual, el SLB es un sistema cooperativo, en el que únicamente se efectúa el seguimiento de los buques que participan en el mismo. Es un sistema cooperativo porque cada uno de los buques que participan de llevar a bordo en funcionamiento un transmisor o transceptor (incorrectamente mencionado en ocasiones como «transpondedor») que es capaz de determinar la posición del buque (en la mayoría de los casos calculando la propia posición del equipo y por tanto del buque que lo transporta). Un proceso de información automática controla la transmisión al centro de control pesquero de los datos de posición, y quizás otros datos adicionales, mediante un sistema de comunicaciones.
El transmisor o transceptor puede llevar integrado un sistema para calcular la posición del buque y por tanto su rumbo y velocidad. El Sistema de Posicionamiento Global (GPS), que tanto éxito ha tenido en la industria pesquera, es el sistema normalmente preferido debido a su alto grado de precisión, disponibilidad y proporcionalmente bajo coste del equipo.
El sistema automático de mensajes consigue su objetivo mediante una combinación de instrucciones informatizadas en el transmisor, y otras funciones disponibles en el sistema de comunicaciones, pudiendo programarse para enviar las posiciones del buque en los intervalos de tiempo especificados.
El sistema de comunicaciones transfiere los datos entre el transmisor/receptor de los buques y el centro de control. Puede implicar, aunque no siempre, la utilización de satélites. Muchas aplicaciones para el seguimiento de vehículos terrestres utilizan teléfonos celulares o radio de alta frecuencia (HF). En China se está probando un sistema SLB que utiliza enlaces radio de Banda Lateral Única como parte del sistema de comunicaciones. Sin embargo, se consideran más apropiados para el control de los buques pesqueros los sistemas de comunicación por vía satélite, puesto que tienen la ventaja de ofrecer cobertura global y una gran fiabilidad.
En un sistema de comunicaciones por vía satélite los datos se transmiten desde buque al satélite, y de éste a una estación terrestre. La estación terrestre remite los datos al organismo de control a través de una red pública segura de datos o de la red telefónica, utilizando protocolos internacionalmente normalizados para la comunicación de datos, como es el caso del X25.
En el organismo de control pesquero debe existir un centro informático de seguimiento con capacidad para recibir todos los datos enviados por la estación terrestre, almacenar dichos datos para futuras revisiones, analizarlos para detectar y resaltar situaciones excepcionales que puedan ser de interés para los inspectores, y mostrar los datos de un modo fácilmente asequible, normalmente sobre un fondo cartográfico. Un Sistema de Información Geográfica (GIS) especializado constituye un elemento de gran importancia para el centro de control, principalmente para realizar análisis históricos y estadísticos tanto de datos de posiciones como de capturas de los buques.
En este documento SLB no significa por definición vigilancia por satélite. Sin embargo es muy posible que la tecnología de vigilancia por satélite sea utilizada para el control de los buques pesqueros en el futuro. De hecho, esto ya está ocurriendo.
La vigilancia por satélite tiene una connotación de falta de cooperación por parte del objetivo a vigilar, es decir que el buque que tiene que ser localizado no constituye una parte activa del sistema. El satélite detectará y observará los barcos de forma visual o mediante un radar. Este tipo de tecnología ha estado tradicionalmente limitada al uso de los organismos de inteligencia militar. Sin embargo cada vez son más asequibles las imágenes obtenidas desde satélites y actualmente se utilizan con diferentes finalidades, tanto comerciales como de los gobiernos. Existen dos tipos principales de imágenes satélite, las de tipo óptico o infrarrojo, tales como las proporcionadas por los satélites Spot y Landsat, y las de los satélites con Radar de Apertura Sintética (SAR). Los satélites ERS-1, Radarsat y JERS-1 tienen SAR. Posiblemente el SAR tendrá mas capacidad de utilización para funciones de control pesquero ya que le afectan menos la oscuridad y las nubes. Los proveedores de estos servicios ofrecen actualmente paquetes de software que, partiendo de los datos SAR, analizan dichos datos y consiguen resaltar los buques que se encuentran dentro de la zona geográfica comprendida por la imagen SAR.
La explotación de la tecnología de vigilancia por satélite para el control de pesquerías de gran escala todavía no ha comenzado. Algunos países, en particular Noruega y Canadá, están realizando pruebas con esta tecnología, pero todavía no esta claro el papel que desempeñará en el control pesquero. Tampoco es seguro hasta que punto esta tecnología será económicamente viable para el seguimiento, control y vigilancia de la pesca, especialmente como herramienta de uso generalizado para la ordenación pesquera.
La vigilancia por satélite mediante tecnologías tales como el SAR tienen la gran ventaja de que pueden detectar la presencia de buques pesqueros no autorizados, o buques que no están participando en el sistema SLB. También tienen una serie de desventajas para el control pesquero.
La proporción de aciertos de los sistemas SAR en la detección de buques es muy variable, en función del estado de la mar y del ángulo de la trayectoria de paso del satélite con relación al buque. Es previsible que se progrese en la mejora del procesamiento de las imágenes, en la utilización de nuevos satélites, o mediante la incorporación de otras técnicas.
El SAR detecta los buques, pero no los identifica. Puede detectar de buques que no sean de pesca, o que siéndolo, tengan o carezcan de licencia de pesca. Siempre será necesaria una observación convencional mas detallada, bien sea por un patrullero o un avión de vigilancia.
Los satélites que llevan instrumentos SAR son de órbita polar por lo que únicamente proporcionan una cobertura limitada para cada situación geográfica concreta, especialmente en las regiones ecuatoriales. Los pasos sucesivos del satélite por una misma posición geográfica pueden tardar días o incluso semanas. La cobertura de los satélites SAR es una banda de aproximadamente 100 kilómetros a lo largo de su trayectoria, por lo que para obtener información sobre zonas extensas serian necesarias varias órbitas alrededor de la tierra y un espacio de tiempo considerable.
Las imágenes SAR son relativamente caras. Una sola imagen (con un tamaño de alrededor de 100 km por 100 km) cuesta entre 2 000 y 4 000 dólares norteamericanos.
A la vista de esta información, es evidente que el SAR se encuentra actualmente limitado en su utilidad como herramienta de control pesquero a aquellas situaciones en que no exista una gran actividad de pesca. Sin embargo los satélites equipados con SAR, a pesar de sus desventajas, ofrecen una capacidad de control pesquero considerable. Pueden ser muy útiles para controlar la actividad ilegal en ciertas zonas en las que las condiciones meteorológicas o su lejanía hacen que la vigilancia por medios convencionales resulte imposible o fuera de toda rentabilidad.
La combinación del SLB con los sistemas de vigilancia por satélite SAR puede ser muy efectiva, puesto que ambos sistemas se complementan en su capacidad funcional. El SLB permite identificar y seguir la trayectoria de los buques con licencia, en tanto que el sistema SAR simplemente detecta la presencia de los buques. Disponiendo de la información proporcionada por ambos sistemas, el organismo de control podría enfocar su atención de un modo mucho más productivo hacia aquellos buques que se encuentran aparentemente incumpliendo las normas de ordenación pesquera. Esta situación se encuentra todavía a unos cuantos años vista, hasta el momento en que un mayor desarrollo del SAR lo haga realmente efectivo y económicamente viable.
Las iniciativas de control pesquero por satélite se dirigen principalmente al SLB porque se encuentra mas ampliamente desarrollado, está disponible en el mercado, y permite a los países efectuar el seguimiento de los buques autorizados para la pesca de un modo más eficaz y rentable.
Además de la vigilancia por satélite y la realizada tradicionalmente mediante patrulleros y aeronaves, existe una variedad de métodos para efectuar el seguimiento de los buques pesqueros sin necesidad de contar con su cooperación. Se dispone de sistemas que incluyen la utilización de radares situados en tierra firme o equipos de sonar situados en la mar. Tales sistemas suelen estar limitados a su propia cobertura. Se sitúan en una posición determinada y controlan el área en la vecindad inmediata. El rango del alcance puede variar desde unos pocos kilómetros hasta mas de 300 kilómetros en el caso de algunos radares sobre el horizonte, muy sofisticados y de elevado coste.
Los sistemas de vigilancia fijos pueden ser muy valiosos, sin embargo se encuentran limitados por su alcance y en algunos casos por su coste. No representan una alternativa al SLB y consecuentemente la parte restante de este documento se centrará principalmente en el SLB.