2.1 Objetivo y ámbito de las orientaciones
2.2 Definiciones
2.3 Características de los tiburones y otros condrictios y de sus pesquerías
2.4 Problemas
Estas orientaciones se han preparado en apoyo a la aplicación del Plan de acción internacional para la conservación y ordenación de los tiburones. Están destinadas a los gobiernos, organismos de pesca de alcance subnacional, nacional, regional e internacional y organizaciones no gubernamentales. Su objetivo es lograr una mayor conciencia sobre las necesidades de conservación y ordenación de los tiburones y otros condrictios, y deberían ser de interés para compañías pesqueras y otras partes relacionadas con la captura de estos recursos.
En estas orientaciones se ofrece asesoramiento general y un marco amplio para la elaboración y aplicación de planes nacionales de conservación y ordenación de los tiburones que sean compatibles con el PAI-Tiburones. Tienen también como finalidad ofrecer información útil para la preparación de informes sobre la evaluación de los tiburones. Ofrecen además a las naciones y a las OROP asesoramiento general sobre los requisitos y un marco para la elaboración y aplicación de “Planes para tiburones” en el terreno de la conservación y ordenación de las especies transfronterizas de tiburones.
Lo que no se pretende ofrecer aquí es un manual sobre métodos de ordenación, seguimiento e investigación en relación con las pesquerías del tiburón. Estas orientaciones tampoco tienen una categoría jurídica oficial.
Batoideos: Rayas y rajiformes, entre los que se incluyen el pez guitarra, el pez sierra y la raya eléctrica, son dorsoventralmente aplanados y en general bien adaptados para la vida en el fondo. Tiene aletas pectorales grandes en forma de ala y entre 5 y 6 agallas en el vientre. Hay unas 600 especies en todo el mundo.
Quimeras: Los condrictios son taxonómicamente distintos de los elasmobranquios (tiburones y rayas). Hay unas 35 especies en todo el mundo, todas ellas marinas. Tienen cabeza grande, piel lisa sin escamas y, en general, cola en forma de látigo. En el borde frontal de la primera aleta dorsal tiene un espina larga y afilada.
Hendiduras branquiales: Aberturas estrechas detrás de la cabeza.
Aletas pectorales: Aletas dobles inmediatamente detrás o debajo de las hendiduras branquiales; están unidas en forma de disco en la mayor parte de las rayas.
Aleta pélvica: Aletas dobles (raramente unidas) situadas entre la cabeza y el ano.
Tiburones: Los verdaderos tiburones son principalmente fusiformes, aunque algunas especies tienen forma de raya, con 5-7 aperturas en las branquias. Hay unas 400 especies en todo el mundo.
‘Protección especial’ u ‘ordenación especial’: Término adoptado para las especies que requieren protección u ordenación especial por el mal estado de conservación o porque son raras. Este término se adopta en sustitución de “especies en peligro”, “amenazadas”, “vulnerables” o “en peligro de extinción”. Varios países han adoptado definiciones para algunos de estos términos, que tienen valor legal en sus respectivas jurisdicciones, y algunas organizaciones internacionales han publicado criterios de clasificación sobre el estado de conservación de las especies, pero, por el momento, no hay un conjunto único de criterios aceptados por todas las naciones.
Estado: País, nación, entidad pesquera o cualquier entidad u organización a la que los países hayan transferido su derecho de establecer políticas y ordenar las pesquerías.
Pesquerías naturales: Pesquerías basadas en la captura de poblaciones naturales y el reclutamiento natural.
Los tiburones, rayas y quimeras son animales de larga vida, lento crecimiento y escasa descendencia. Estas características están asociadas con una baja productividad, una estrecha relación población-reclutamiento y una lenta recuperación de los poblaciones en caso de sobrepesca.
El número de especies es pequeño en comparación con los teleósteos y varios tipos de invertebrados. Se han descrito aproximadamente 1000 especies de condrictios en hábitats muy diversos, que van desde las proximidades de la costa hasta los abismos oceánicos. Son especialmente numerosos en profundidades inferiores a 2000 metros en los hábitats marinos tropicales y templados, pero algunos se encuentran en hábitats hipersalinos y de agua dulce.
El uso de productos de tiburones y otros condrictios es anterior a los tiempos históricos, y todas las partes de estos animales se han utilizado para uno u otro fin. La carne de tiburón es un alimento importante; en muchas comunidades se consume fresca, seca, salada o ahumada. La demanda de aletas del tiburón está creciendo hasta el punto de que se encuentra entre los productos pesqueros más costosos del mundo, y recientemente ha aumentado también la demanda de cartílago de tiburones y otros productos para fines medicinales. En algunas pesquerías sólo se aprovecha la carne, mientras que el resto del animal se descarta. En otras, sólo se aprovechan las aletas, o el hígado o la piel; son pocas las pesquerías que utilizan todas las partes del animal. Dada la creciente demanda de productos del tiburón en un momento en que sus poblaciones están en descenso, se requiere urgentemente racionalizar las pautas de aprovechamiento actuales.
Las pesquerías que capturan tiburones y otros condrictios están distribuidas en todo el mundo y, aunque el número total de especies capturadas es relativamente pequeño, se capturan con diversos tipos de artes y embarcaciones de pesca. Se utilizan sobre todo la red de enmalle, anzuelos o sistemas de arrastre en las pesquerías industriales y artesanales. Son menos abundantes los capturas en las pesquerías tradicionales y recreativas (incluida la pesca deportiva y la practicada por buceadores) y en los programas de protección de bañistas mediante redes de enmalle y línea y carrete. Hay también varias pesquerías directas de uno solo o un pequeño número de especies de tiburón, pero la mayor parte de éstos se capturan en pesquerías de especies múltiples, donde los pescadores suelen buscar expresamente teleósteos de precio más elevado. En algunas pesquerías, se descarta una parte o la totalidad de las capturas de tiburón.
Las pesquerías del tiburón no pueden clasificarse de manera sencilla para evitar la superposición de las especies capturadas, pero en estas Orientaciones se clasifican en los siguientes grupos: “pesquerías costeras de anzuelo y red de enmalle”, “pesquerías demersales con capturas de arrastre incidentales”, “pesquerías de capturas incidentales en aguas profundas”, “pesquerías demersales con capturas incidentales” (sobre todo en las pesquerías con palangre y red de cerco)” y “pesquerías de agua dulce” (véase el Apéndice 2).
La falta de conciencia pública acerca de las necesidades de conservación, fruto de la baja productividad de los tiburones, y el valor históricamente bajo de sus productos son las principales razones por las que en la actualidad sólo un reducido número de países tienen en marcha sistemas de ordenación de sus pesquerías del tiburón. Además, hasta hace muy poco, ninguna de las OROP se ocupó activamente de la captura de los tiburones. No obstante, hay indicios de que está comenzando a aparecer un consenso internacional sobre la necesidad de mejorar el control de la pesca del tiburón y otras especies de condrictios. La opinión dominante es que resulta necesario controlar la pesca directa del tiburón y establecer dispositivos de reducción de las capturas incidentales en aquellas pesquerías en que el tiburón constituye una captura incidental importante.
Las autoridades deben plantearse la ordenación de las pesquerías del tiburón de distinta manera que la ordenación normal de la pesca de captura marina. Ello se debe a que los tiburones muchas veces tienen una estrecha relación población-reclutamiento, largos períodos de recuperación en respuesta a la sobrepesca y estructuras espaciales complejas (segregación por tallas/sexo). Además, en general, hay problemas para la identificación de las especies.
Un problema importante al evaluar las poblaciones de tiburones es que el número de especies que se capturan deliberadamente es pequeño y, por lo tanto, no han sido objeto de estudios intensivos en cuanto grupo. Además, la mayor parte de las capturas de tiburón son realizadas por pescadores que buscan teleósteos, lo que hace que la mayor parte de esas capturas se registren como tiburones no identificados o como peces mixtos, o que no se registren en absoluto. Esa falta de identificación de las capturas y de información sobre el esfuerzo de pesca hace que actualmente sólo se cuente con información básica para la evaluación de algunas poblaciones de tiburones.
Además, la falta de conocimientos sobre los tiburones y estrategias empleadas en sus pesquerías ocasionan problemas para su conservación y ordenación. Deberían considerarse con carácter urgente los siguientes aspectos:
La mayor parte de los tiburones se capturan en pesquerías mixtas orientadas a la pesca de especies de teleósteos, más productivas y de valor más elevado. Las estrategias de captura destinadas a multiplicar los beneficios económicos y sociales de esas pesquerías de especies múltiples agotarán inevitablemente las poblaciones de tiburón y otros condrictios, menos productivas, a no ser que se establezcan y apliquen métodos para reducir las capturas de las especies menos productivas. A medida que aumenta el esfuerzo de pesca, se producen cambios característicos y previsibles en las agrupaciones de peces, lo que tiene importantes repercusiones en la sostenibilidad y ordenación. En general, al aumentar el esfuerzo de pesca disminuye el número de grandes ejemplares, sustituidos por equivalentes de menor talla. Ello da lugar a una tendencia gradual hacia especies de vida más breve y crecimiento más rápido. Este cambio va acompañado por un aumento inicial y, posteriormente, un descenso del número de especies en la población explotable, aunque el número de ejemplares que se observa de hecho en las capturas puede aumentar hasta el momento en que se supera el nivel máximo.
