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Recomendaciones


Estadística
Política
Silvicultura
Ordenación
Aprovechamiento
Integración de la planificación y el financiamiento


Estadística

1. Que, a los fines de este simposio, se apruebe la definición de bosques artificiales y la interpretación que se propone en el Apéndice 1.

2. Que, a los fines de este simposio, se apruebe la clasificación de bosques artificiales basándose en la intensidad de la ordenación que se propone en el Apéndice 2.

3. Que los países que todavía no han comunicado los datos relativos a los bosques artificiales, en respuesta al cuestionario de la FAO, los comuniquen tan pronto como sea conveniente, para que se puedan publicar estadísticas globales que comprendan a todos los países. Que los países que han comunicado ya los datos examinen de nuevo, y de ser necesario revisen, la información teniendo en cuenta la definición de bosques artificiales que se da en el Apéndice 1. Que se invite a los países que tengan estadísticas preparadas del tipo (4) del Apéndice 1 a enviarlas al mismo tiempo, y

4. Que la información que presenten los países en contestación al cuestionario de la FAO se resuma y publique de la manera indicada en la nota de la Secretaría de la FAO y que la Dirección de Montes e Industrias Forestales tome las medidas necesarias para ello.

Política

5. Que se llame la atención de los gobiernos acerca de las crecientes necesidades de madera y productos forestales, de lo urgentes que son los programas de plantación forestal para satisfacerlas y de la estrecha relación que existe entre estos programas y el desarrollo nacional. Que los países que no lo hayan hecho examinen las posibilidades de crear bosques artificiales para complementar la producción de los naturales existentes, y proporcionar el abastecimiento de sus necesidades futuras de madera para la exportación y el establecimiento de industrias elaboradoras de la madera. Se recomienda en particular a los países tropicales en los que escaseen los recursos para el desarrollo industrial, pero en los que existan extensas zonas dosaprovechadas en que se puedan hacer plantaciones forestales, que examinen dichas posibilidades, especialmente aquellos donde las aplicaciones de la madera, por ejemplo para la fabricación de pasta, aumentan más rápidamente.

6. Que, cuando sea necesario, las políticas y programas nacionales de repoblación forestal se examinen y coordinen en el plano regional o interterritorial, con objeto de evitar duplicidades antieconómicas y de aprovechar las oportunidades de crear grandes industrias elaboradoras de la madera.

7. Que las políticas de plantación tendentes a la creación de industrias de elaboración de la madera se coordinen lo antes posible con los planes nacionales de industrialización. De no existir tales planes, se deberá tener presente la influencia del posible desarrollo industrial futuro sobre el emplazamiento racional de los bosques artificiales.

8. Que, al formular las políticas y los programas de plantación, se tomen en consideración los beneficios indirectos de los bosques artificiales y que, en cuanto sea factible, estos bosques se proyecten de manera que, además de ser productivos, satisfagan las necesidades comprendidas en la expresión «empleo múltiple de la tierra».

9. Que se estimule la repoblación forestal industrial y privada, especialmente en conjunción con la preparación de proyectos para la creación de industrias basadas en la madera. Esto requerirá la creación de un ambiente más propicio para la realización de inversiones.

10. Que los países tengan en cuenta la necesidad de aplicar a los grandes proyectos de plantación los resultados de las investigaciones que se hayan hecho, y la de preparar simultáneamente programas de investigación bien concebidos.

11. Que el ritmo de expansión de los programas de plantación se ajuste exactamente a los conocimientos que se hayan adquirido mediante las investigaciones y a la capacidad y experiencia del organismo ejecutivo y que, al incrementar el ritmo de plantación, proceda con cautela hasta que se hayan creado bases sólidas a este respecto.

12. Que en los países en desarrollo se creen más medios para la preparación del personal no titulado que trabaja en los bosques artificiales y para la capacitación de los obreros forestales y de las industrias forestales; y que se estudie la creación de centros de capacitación regionales o intraterritoriales para personal no titulado.

13. Que se examine la conveniencia de plantar más frondosas de madera fina.

14. Que, al formular políticas y programas de plantaciones, se tenga presente:

a) la distribución de las principales zonas de plantación, teniendo en cuenta las repercusiones de los costos del transporte en el aprovechamiento de la madera;

b) la influencia de las condiciones locales de crecimiento sobre las propiedades de la madera de los árboles que se van a cultivar, tomando en consideración particularmente los efectos que pueda tener el crecimiento rápido; y

c) los posibles cambios en el aprovechamiento de la madera y la conveniencia de obtener una materia prima que pueda tener diversas aplicaciones.

15. Que los gobiernos reconozcan el valor de los bosquecillos comunales y privados y estimulen su establecimiento en lugares convenientes.

16. Que, en las zonas densamente pobladas donde se creen bosques artificiales, se inicien programas de divulgación y publicidad para demostrar la función de estos bosques y favorecer el aprovechamiento múltiple de ellos.

Silvicultura

17. Que, tanto en sus propias publicaciones sobre bosques artificiales como en las que recopilan (manuales y monografías de repoblación forestal regional, o monografías de especies), las organizaciones internacionales deben procurar que se trate de:

a) la identificación de estaciones y de condiciones ecológicas sin limitar éstas a los datos climáticos;

b) la presentación de datos fundamentales de manera uniforme, para que se puedan hacer comparaciones entre casos concretos: tales datos deberían comprender información sobre los aspectos cualitativos y cuantitativos de la producción de las especies que se comparan;

c) las técnicas de establecimiento y cuidado que deben evitarse o que se recomiendan.

18. Que, para ganar tiempo, los países u organizaciones que intentan practicar ensayos de eliminación o procedencia de especies den a conocer extensamente sus planes, para que todos los países interesados puedan participar en tales ensayos. Esto reviste especial importancia en el caso de los ensayos realizados con especies tropicales cuyo valor comercial se ha comprobado. Que se refuerce tal colaboración mediante la formulación por la IUFRO, en colaboración con la FAO, de una metodología normalizada que habrían de adoptar los diversos participantes y que debiera comprender un método uniforme de registro de la información, tanto sobre especies en su habitat natural como sobre los resultados de los ensayos de introducción. Ambas clases de registros deberían distribuirse lo más ampliamente posible entre los países.

19. Que se coordinen las medidas para la recogida de semillas y otro material de propagación de especies de particular importancia en los programas de repoblación forestal (eucaliptos, pinos mexicanos, pinos tropicales) y que se haga el mayor uso posible de la experiencia adquirida en este sector por la FAO, la IUFRO, el Instituto Forestal de la Commonwealth y otros organismos competentes.

20. Que se intensifiquen los estudios sobre la propagación en gran escala de eucaliptos y otras especies (por ejemplo, Pinus radiata, bambú, etc.) mediante esquejes, con vistas a emplear materiales mejorados en los programas de repoblación forestal intensiva.

21. Que la amplitud de los ensayos de procedencia de eucaliptos se limite a un pequeño número de especies (por ejemplo, Eucalyptus globulus, E. camaldulensis, E. viminalis, E. tereticornis, E. grandis, E. robusta, E. citriodora, E. gomphocephala, E. microtheca, E. deglupta, E. dalrympleana, E. bicostata y E. occidentalis), pero que los institutos de investigación interesados intensifiquen sus estudios sobre las mejores técnicas de cultivo de las Renantherae.

22. Que, dada la gran importancia de la procedencia en la mejora de los árboles, especialmente de los situados en los límites de la distribución natural de las especies, y dada la rapidez con que se destruyen los bosques naturales, sobre todo en los trópicos, la labor de la FAO, la IUFRO, el Instituto Forestal de la Commonwealth, la Oficina de Montes y Madera, de Canberra, y otros organismos, relativa a la recogida y conservación de especies y procedencias valiosas, se refuerce con las medidas siguientes:

a) la recopilación y publicación por la FAO, en cooperación con la IUFRO y el Programa Biológico Internacional, de la información de los países sobre especies y procedencias de importancia potencial para la creación de bosques artificiales de especies arbóreas industriales, incluida la información sobre rendimiento y aplicaciones;

b) la remisión por la FAO de una solicitud a los países para que seleccionen y conserven procedencias, fuentes de semillas o árboles plus dentro del área de distribución natural, informen sobre el emplazamiento de estas fuentes de semilla y den cuenta de cualquier plan de explotación dentro de tales áreas.

23. Que se examine la posibilidad de preparar un documento especial sobre el control de la calidad de las semillas de árboles, que debería ser objeto de un acuerdo general. A este fin, debería mantenerse un estrecho contacto con la Asociación Internacional para la Prueba de Semillas (ISTA). Además, que se apruebe de un modo general un sistema de certificación del origen de las semillas, basado en el de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE); a este propósito, se recuerda a los gobiernos que todos los Estados Miembros de la FAO pueden asociarse, previa solicitud, al actual sistema de la OCDE.

24. Que todos los interesados en los programas de repoblación forestal en gran escala estén dispuestos a reservar una parte conveniente de cada zona de plantación para el ensayo de técnicas nuevas o mejoradas, en colaboración con los institutos de investigación pertinentes. Los métodos que se vayan a emplear en el terreno deberán basarse siempre en los análisis de sus costos y beneficios comparativos, ensayados experimentalmente.

25. Que se haga un estudio cooperativo mundial de los rompevientos y fajas de protección, con especial referencia a los puntos siguientes (algunos de los cuales figuran también en el Programa Biológico Internacional):

a) intercambio de material de propagación y plasma germinativo, principalmente de especies arbóreas particularmente seleccionadas y mejoradas, con vistas al establecimiento de fajas de protección;

b) una clasificación geográfica y ecológica mundial de las llanuras, con objeto de lograr un intercambio más racional de plasma germinativo;

c) ampliación de las investigaciones de las reacciones fisiológicas de animales y plantas ante factores estacionales desfavorables;

d) incremento del intercambio de personal e ideas.

FIGURA 1. - Bosque en una colina cónica, Nueva Zelandia: vista aérea de las plantaciones recreativas. FOREST SERVICE-JOHNS, NUEVA ZELANDIA

Ordenación

26. Que, con respecto a las nuevas propuestas para la creación de bosques artificiales, los gobiernos formulen una política explícita en cuanto a los objetivos, pero no específica con respecto a los detalles técnicos para la ejecución de las decisiones, de lo que se encargarían las autoridades forestales.

27. Que se aconseje a los países en desarrollo que, de acuerdo con programas multilaterales o bilaterales, busquen asistencia para realizar un estudio de posibilidades de las propuestas, incluidos los aspectos técnicos y de otro tipo, a menos que el país disponga ya de personal calificado para realizar tal investigación.

28. Que, de recibirse una respuesta favorable a lo anterior, los países aprovechen la experiencia de otras naciones cuyos programas de plantación hayan tenido éxito, pero que los adapten a sus propias condiciones sociales y económicas.

29. Que las autoridades forestales estudien con gran atención las cuestiones relacionadas con el emplazamiento y la selección de estaciones apropiadas con respecto a los factores locales, la profundidad y la fertilidad del suelo.

30. Que se estudie (basándose en la experiencia adquirida en otros lugares) la susceptibilidad a las enfermedades y los insectos en la selección de especies y su extensión a estaciones marginales.

31. Que, después del establecimiento, se tomen las medidas oportunas para lograr un tratamiento y un mantenimiento adecuados que aseguren la sanidad de los productos del bosque.

32. Que los países que tienen plantaciones creen unidades de reconocimiento de insectos y enfermedades forestales, para localizar prontamente su aparición.

33. Que se instituyan programas de inventarios forestales continuos basados en el empleo de calculadoras electrónicas, aunque no se apliquen inmediatamente.

34. Que, teniendo en cuenta el intenso ataque realizado por un taladrador de la madera en las plantaciones de eucaliptos de Túnez, se recomiende que la FAO, en cooperación con la IUFRO, inicie un estudio de este problema en beneficio de los países de la región del Mediterráneo y el norte de Africa.

35. Que los países estudien la adopción de un sistema uniforme de estimación de los costos y que, con carácter urgente, acumulen y analicen datos - de costos y beneficios que faciliten la realización de análisis económicos y promuevan la elección de proyectos viables. Se recomienda que de ello se ocupe la Subdirección de Economía Forestal de la Dirección de Montes e Industrias Forestales de la FAO.

36. Que, en vista de la diversidad de métodos de medición de la altura de las masas que sirve de medida del índice de estación, se recomiende que la FAO, en cooperación con la IUFRO, inicie un estudio para determinar una medida aceptable internacionalmente que permita hacer comparaciones entre unos y otros países.

Aprovechamiento

PROPIEDADES DE LA MADERA

37. Que, antes de plantar bosques artificiales, los encargados de su planificación estudien la adecuación de las especies propuestas para la fabricación de productos de la madera, y tengan en cuenta las probables características de la madera de los árboles cultivados en las estaciones y en los períodos de rotación previstos.

38. Que se estudie con urgencia la formulación de métodos sencillos para determinar las propiedades de la madera, especialmente de los apropiados para los países carentes de laboratorios o conocimientos de la tecnología de la madera.

39. Que, como se necesita un método fidedigno para medir el crecimiento o el incremento anual medio del bosque (que se relacione en particular con el valor de la madera para pasta), se trate de encontrar uno sencillo basado en el peso de la madera seca.

40. Que se estimule al Instituto Forestal de la Commonwealth a proseguir sus investigaciones sobre pinos tropicales de baja altitud y ampliarlas de manera que comprendan otras coníferas y frondosas de crecimiento rápido en las regiones tropicales y subtropicales.

41. Que se pida a la Oficina de Montes y Maderas de Australia que, en colaboración con la Commonwealth Scientific and Industrial Research Organization (CSIRO), prepare y publique una bibliografía mundial del eucalipto que alcance hasta 1968 y que, posteriormente, publique suplementos bienales, posiblemente con anotaciones.

42. Que se pida a la Dirección de Productos Forestales de la CSIRO que estudie la posibilidad de dar a conocer lo antes posible toda la información de importancia que tiene compilada sobre propiedades de la madera de diferentes especies arbóreas; que haga esto de forma que tal información se pueda complementar con datos adicionales que se vayan recogiendo y que la distribuya ampliamente, de ser posible a través de la FAO.

RECOLECCIÓN

43. Que se dé gran importancia a la investigación de métodos eficaces de explotación maderera en terrenos muy pendientes.

44. Que se investigue el modo de reducir al mínimo los elevados costos de las operaciones de aclareo en los bosques artificiales. Se deberá estudiar la manera de manejar enteros los árboles de las primeras claras, el atado de maderos cortos y de trozas largas y su sujeción a los arrastradores, así como la fabricación de cargadores convenientes, tanto para las trozas largas como para las cortas en operaciones pequeñas.

45. Que la investigación se encamine a determinar el método más económico de facilitar el acceso a diferentes vehículos hasta los árboles apeados en el tocón, y el sistema de carreteras óptimo para el cuidado del bosque y las operaciones de recolección.

46. Que se empleen sistemas nuevos o mejorados de apeo mecánico para reducir el ruido y la vibración que pueden influir en la salud y rendimiento de los trabajadores. Otros objetivos deberán ser la mejora de los métodos mecánicos de desrame y el control de la dirección del apeo.

47. Que se construyan máquinas descortezadoras de rendimientos satisfactorios en las explotaciones en pequeña escala y para especies de corteza fibrosa, y que se determine cuál es el lugar más conveniente para las operaciones de descortezado.

48. Que se estimule la fabricación de una desmenuzadora pequeña portátil con mecanismo de autoalimentación, capaz de recibir árboles de diámetros muy distintos.

49. Que se estudie la construcción de un recolector mecánico que pueda funcionar en el espacio que quede al suprimir una hilera de árboles en una plantación.

TRANSFORMACIÓN

50. Que se pida a la FAO que, en colaboración con la IUFRO, la Dirección de Productos Forestales de la CSIRO y otros organismos de investigación pertinentes, divulgue información sobre los principios más importantes de las operaciones de aserrado, curado, conservación y otras, que permitan alcanzar el más completo aprovechamiento, especialmente del eucalipto y de otras frondosas de crecimiento rápido (por ejemplo, Gmelina). El simposio observó complacido que la Dirección de Productos Forestales de la CSIRO está dispuesta a seguir asesorando sobre los problemas específicos que se le planteen.

51. Que la FAO solicite de la Dirección de Productos Forestales de la CSIRO que colabore en la preparación de un cuestionario, que se distribuiría a todos los países interesados, pidiendo datos acerca de todos los métodos de transformación y utilización de los eucaliptos de plantaciones.

52. Que se prosigan las investigaciones sobre los métodos para evitar la degradación que se produce inmediatamente después del apeo, al transformar la madera de árboles de plantación de crecimiento rápido.

INTEGRACIÓN DE LA UTILIZACIÓN

53. Que, cuando se proyecte la creación de bosques artificiales, se tengan en cuenta las ventajas de las operaciones en gran escala, la integración de las industrias forestales y la flexibilidad de la producción, como salvaguardia contra los cambios de las condiciones del mercado. Siempre que sea posible, los nuevos bosques se plantarán con especies que sirvan para diversas aplicaciones, en unidades de dimensiones óptimas y en los momentos mejores. Los bosques deberán estar convenientemente localizados con respecto a los mercados y a los centros industriales.

54. Que, pese a lo anteriormente dicho, se busquen los medios mejores para la explotación económica de pequeñas industrias forestales integradas, inincluida la fabricación de pasta, para abastecer los mercados internos de los países en desarrollo.

55. Que, mediante la FAO y otros organismos competentes, como la IUFRO, se estimule el estudio de las posibilidades de la integración económica de la producción simultánea de madera y cultivos alimentarios o forrajeros.

PROGRAMAS DE CONFERENCIAS FUTURAS

56. Que una sección que se ocupe de la interdependencia de la economía del crecimiento, la recolección y la utilización forestales forme parte importante de las futuras conferencias forestales. Sus reuniones deberán organizarse en época favorable para poder lograr la entusiasta participación de los forestales, así como de los especialistas en utilización.

Integración de la planificación y el financiamiento

57. Que, siempre que deban formularse planes relativos a la plantación, los gobiernos deberían realizar una evaluación conveniente de las necesidades nacionales, regionales y mundiales y examinar con espíritu crítico si es deseable la autosuficiencia, en lo que respecta a la madera y los productos de la madera. Habría que seguir revisando y poniendo periódicamente al día las evaluaciones realizadas por la FAO, las cuales deberían ser tan completas como fuera posible.

58. Que debería reconocerse la necesidad de integrar estrechamente los programas técnicos de silvicultura con la industrialización.

59. Que, con miras a obtener el apoyo de las fuentes de financiamiento nacionales e internacionales, deberían llevarse a cabo estudios de preinversión en los cuales, si fuera necesario, tomarían parte el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la asistencia técnica de las distintas organizaciones internacionales de financiamiento.

60. Que los gobiernos deberían garantizar la asistencia financiera que pueda resultar necesaria y conveniente para el establecimiento y la explotación de los bosques artificiales.

61. Que, teniendo en cuenta las dificultades con que tropiezan los países en desarrollo para establecer con sus recursos financieros ordinarios bosques artificiales en gran escala, debería ponerse de relieve la necesidad de que las organizaciones internacionales industriales y de financiamiento participen de una manera adecuada. A este respecto, debería recalcarse que dichas organizaciones internacionales, en sus estimaciones, habrían de tener en cuenta otros factores que no sean los réditos que produce el capital invertido. No obstante, debería reconocerse que únicamente será posible disponer de las finanzas en caso de que pueda garantizarse un clima económico estable.

62. Que deberían considerarse la repoblación forestal y la conservación y ordenación de los bosques de protección y de producción como obras de infraestructura en aquellas zonas que están pasando por la fase de la reforma agraria o de la industrialización.

63. Que, teniendo en consideración el carácter infraestructural de los bosques, se deberían tener en cuenta todos los aspectos de su contribución potencial a la economía, incluyendo los beneficios indirectos y de conservación, volviéndolos a presentar al gobierno siempre que se planifiquen programas nacionales de repoblación forestal.

64. Que debería examinarse más a fondo la evaluación cuantitativa de los beneficios indirectos de la silvicultura, con miras a mejorar los criterios utilizados en los estudios de factibilidad y en los análisis de las inversiones. La investigación sobre la relación de costo y beneficio, que se necesita urgentemente, se debería ampliar a los beneficios indirectos (de conservación, sociológicos y recreativos) en los programas de plantación importantes.

65. Que, con miras a facilitar el éxito de los planes de plantación y de los planes conexos de desarrollo industrial, debería fomentarse el desarrollo social, de la infraestructura y de la instrucción en las zonas forestales con el fin de asegurarse un personal estable y satisfecho, apto para las necesidades de los proyectos.

66. Que, al determinar el emplazamiento de las instalaciones de transformación y de los bosques artificiales, relacionándolos uno con otro y ambos con los mercados, deberá reconocerse la incidencia de nos costos elevados de aprovechamiento y de transporte.


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