La explotación de los camarones peneidos costeros de la zona intertropical es una actividad muy antigua. Tradicionalmente explotados por la pesca artesanal de numerosos países (México, Senegal, Benin, India, etc.), los camarones han tenido que soportar, desde principios de los cincuenta, un enorme incremento de la explotación debido al desarrollo de una pesca industrial más y más perfeccionada y especializada.
Después de alcanzar el éxito en el golfo de México, la pesca industrial se extendió muy rápidamente a América del Sur, Africa y Oceanía de tal suerte que en la actualidad no hay probablemente muchas poblaciones por descubrir. Durante el mismo período, y ayudada hasta finales de los años setenta por mercados de exportación favorables, la pesca artesanal se ha extendido en muchos países, aportando a los medios rurales recursos financieros inestimables pero, al mismo tiempo, instigando los inevitables conflictos de intereses entre dos sistemas socio-económicos totalmente diferentes.
La escasez crónica de expertos en ciencias marinas de la zona intertropical ha resultado en el hecho de que casi todos los recursos de camarones estén alta o completamente explotados - algunas especies están incluso sobreexplotadas - mientras que, en demasiados casos, el conocimiento elemental requerido para salvaguardar y racionalizar la explotación de estos recursos es aún muy escaso.
A la vista de la naturaleza urgente del problema y para ayudar a resolverlo, al menos parcialmente, ha parecido necesario preparar una revisión general comentada de la información disponible sobre los aspectos esenciales de la biología y la de la explotación de los peneidos, susceptibles de ser utilizados para determinar las condiciones óptimas para la explotación y el establecimiento de esquemas de ordenación 1.
La estructura de este documento - sus temas esenciales, la naturaleza e importancia relativa de los capítulos - está íntimamente ligada al estado actual de nuestros conocimientos de las características de los peneidos en comparación con las de otros recursos vivos marinos, y a la dificultad inherente al estudio de los diversos dominios de la ciencia marina.
Con el fin de centrar el problema, el principio del primer capítulo revisa nuestros conocimientos sobre los ciclos vitales de los peneidos para demostrar, por una parte las características de estos ciclos y, por la otra, la diversidad de variaciones que responden a la gran adaptabilidad de este grupo a condiciones hidrológicas muy diferentes. Una de las características esenciales de numerosos peneidos costeros es la existencia de un ciclo vital anfibiótico, que incluye una fase juvenil muy costera o estuarina explotada por la pesca artesanal, y una fase adulta más profunda explotada por la pesca industrial (Figura 2). Como todo esquema integrado de ordenación tiene que considerar estos dos factores, el estudio de ciclo vital completo es primordial. Particularmente es importante conocer la dinámica de las fases juvenil y adulta y determinar la cronología de los puntos claves de este ciclo: reclutamiento larvario, migración de los juveniles, edad a reclutamientos sucesivos en diferentes pesquerías, edad de maduración, longevidad, etc.
Otra característica que distingue a estos animales es la corta duración de su vida, del orden de dos años, y su presencia en cantidades notables en la pesquería durante un período generalmente poco superior al año. En efecto, la unidad de tiempo que puede ser utilizada para describir los fenómenos tiene que ser inferior al año (utilizamos generalmente la semana o el mes) y asimismo deben ser tomadas en consideración las variaciones estacionales de estos fenómenos para que no queden enmascaradas dentro del intervalo anual. Estas son, por ejemplo, variaciones estacionales en el reclutamiento, crecimiento, comportamiento y capturabilidad, mortalidad por pesca, estructura de edad de la población explotada, potencial reproductor, biomasa, etc., que tienen consecuencias importantes para el resultado de una medida específica de ordenación.
La calidad del estudio de un ciclo vital depende esencialmente de la calidad de los datos biológicos básicos utilizados para el análisis. Por ello está estrechamente ligada al problema del muestreo a través de varias fases del ciclo (larvas, poslarvas, juveniles, sub-adultos en migración, adultos) que está condicionado por los esquemas de distribución en el tiempo y en el espacio. A la vista de la importancia de este aspecto para la comprensión de los mecanismos de producción y la aplicación final de una ordenación inteligente, el Capítulo 2 ha sido enteramente dedicado al análisis, fase por fase, de la distribución de los distintos estadios de desarrollo, de las variaciones estacionales, o en períodos más cortos, de su abundancia, y a una descripción, de los métodos de muestreo.
Además, la calidad de la evaluación de un recurso, la precisión de los conocimientos concernientes a su reacción frente a la explotación, y la adecuación de las medidas de ordenación propuestas, dependen esencialmente de la calidad de los datos recogidos sobre los medios de explotación y su modo de actuación. Por esta razón, los Capítulos 3 y 4 tratan respectivamente de la descripción de los sistemas de explotación (artesanal sobre los juveniles e industrial sobre los adultos) y la recogida de datos de la pesca, insistiendo sobre las posibilidades de sesgos y las dificultades ligadas a la noción de esfuerzo de pesca en el mar y en los estuarios, así como el problema de los descartes.
Una de las mayores dificultades del estudio de las poblaciones de peneidos es la ausencia de piezas duras que puedan ser utilizadas para la determinación de la edad. Esta falta, asociada con el hecho de que el reclutamiento es frecuentemente continuo, hace extremadamente difícil la determinación de la edad de los camarones por unos métodos que presentan un considerable riesgo de sesgo o implican una cantidad no despreciable de subjetividad, con repercusiones sobre la investigación de los coeficientes de mortalidad. Las técnicas de marcado, desde las más simples a las más sofisticadas, parecen ser desde hace años el medio de obviar el obstáculo, a pesar de que implica numerosos riesgos de sesgo.
Estos tres aspectos fundamentales: crecimiento, mortalidad y marcado son la clave de cualquier estudio analítico sobre los peneidos, y a ellos ha sido consagrada una parte importante del siguiente texto.
Las variaciones de la capturabilidad tienen una importancia considerable, tanto para la explotación como para el análisis de mortalidades, y han sido puestas de relieve en un capítulo aparte aunque algunas repeticiones sean inevitables.
Aunque existe mucha información sobre la biología de los peneidos, hay un dominio en el que nuestra ignorancia es destacable: el reclutamiento. Si bien actualmente está bien descrita la emigración desde los estuarios hacia las zonas de reproducción de los adultos, donde se efectúa la explotación industrial, el mecanismo de entrada en la fase de explotación es poco conocido. Este es difícil de analizar en muchos tipos de pesca artesanal, donde el reclutamiento varía mucho según el arte empleado, y curiosamente también está poco documentado en pesquerías industriales de arrastre, donde los estudios de selectividad son poco numerosos y las curvas de selectividad son aún más escasas. Esta área de la investigación ha sido aún menos explorada en lo que se refiere a la relación población-reclutamiento. Aparte de algunas conjeturas poco consistentes, no se ha hecho ningún análisis real y, sin un esfuerzo concentrado en esta dirección, este aspecto será por mucho tiempo el menos conocido de la dinámica de los peneidos. Esta es la razón por la cual el pequeño capítulo que trata estos problemas destaca mucho más nuestra ignorancia que resume nuestros conocimientos.
La producción anual de una pesquería de camarones depende casi enteramente del reclutamiento anual. En teoría, en ausencia de un mecanismo amortiguador de las variaciones de biomasa por un cierto número de clases de edad más viejas, la producción anual debería mostrar una variación interanual similar a la del reclutamiento. Si la variabilidad es grande, podría ser tan, si no más, importante prever las variaciones de un año a otro con la ayuda de modelos predictivos, para definir un programa de ordenación que produzca resultados “óptimos” a largo plazo. En este sentido se han hecho numerosos ensayos sobre los peneidos, con diverso éxito. El capítulo dedicado a este problema nos da la oportunidad para resumirlos y comentarlos.
Los modelos matemáticos corrientemente utilizados para la evaluación de recursos, y la definición de las medidas de ordenación más apropiadas para los peneidos, son los clásicos modelos analíticos o globales. La literatura especializada en este campo es suficientemente abundante como para que no sea necesario repetir aquí las formulaciones matemáticas. Por ello nos conformaremos con recordar las hipótesis de base implícitas en estos modelos para ver hasta que punto pueden ser aplicados a los peneidos, y resaltar las principales dificultades que resultan de su utilización. También revisamos brevemente aquellos métodos aproximativos para obtener evaluaciones rápidas y provisionales.
El documento termina analizando los problemas asociados con la ordenación de los recursos explotados de camarones. Después de una exposición de los principios y objetivos de la ordenación, inspirada esencialmente en el trabajo de Gulland (1972), ha parecido útil, antes de la utilización generalizada del modelo de producción para el análisis de la población de peneidos, de recordar los comentarios de numerosos autores sobre el rendimiento máximo “sostenible” (RMS) como objetivo de la ordenación. Este último capítulo termina con una discusión, ilustrada con ejemplos tomados de los peneidos, sobre las técnicas de ordenación previsibles.
