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El mundo forestal

Preeminencia de la FAO en la ayuda forestal

De todos los organismos nacionales e internacionales activos en materia forestal, la FAO es el primero por cuanto respecta a la asistencia técnica prestada, el segundo por su participación en proyectos de desarrollo integral (incluido el forestal) y el tercero por el valor monetario de la ayuda en materia forestal.

Esta es la conclusión a que llega un informe reciente de la AID (Agencia para el Desarrollo Internacional, de los Estados Unidos) titulado Forestry activities and deforestation problems in developing countries. Suecia ocupa el primer lugar en el total de la ayuda forestal prestada, seguida por el Banco Mundial, la FAO y los Estados Unidos. En cuanto a proyectos de desarrollo forestal integrado, después del Banco Mundial siguen la FAO y la República Federal de Alemania.

El informe resume, clasificadas por instituciones donantes, las actividades recientes, actuales y propuestas, de los países en desarrollo en materia forestal. Evalúa su impacto ecológico, juzga las dificultades que encuentran los donantes, enumera los obstáculos y las oportunidades y cita algunos ejemplos de éxitos y fracasos. Aunque hace notar que instituciones como el Banco Mundial asignan cantidades cada vez mayores para la ordenación forestal, el informe afirma que las actividades de explotación y aprovechamiento son todavía mucho más considerables que las de plantación y ordenación.

Los autores del informe son: K.A. Christopherson, de la Universidad de Idaho, y cuatro funcionarios del Servicio Forestal de los Estados Unidos: J.I. Zerbe, J.L. Whitmore, H.E. Wahlgren y J.F. Laundrie.

Nuevo convenio forestal africano

Nueve países africanos se han puesto de acuerdo sobre el articulado de un convenio orientado a mejorar la ordenación de los bosques y ecosistemas de Africa. Los Gobiernos de Camerún, Gabón y Zaire lo ratificaron inmediatamente y se espera que pronto lo hagan otros.

Uno de los primeros resultados es la creación, con sede en Yaoundé, Camerún, de un Centro Regional de Información y Documentación Científica sobre Ecología Tropical, propuesto originalmente en la reunión regional celebrada en Kinshasa, Zaire, en 1975, sobre el programa de la Unesco denominado a El hombre y la biosfera».

Antiguos y nuevos pobladores de los bosques

Se calcula que, en el Brasil, seis millones de personas están instaladas y viven en tierras forestales desmontadas recientemente. En todas las zonas tropicales es mucha la gente que emigra a tierras hasta poco antes ocupadas por árboles.

El problema que se plantea en las tierras tropicales recién desmontadas es que su suelo suele ser frágil y de mala calidad. Para mejorarlo es preciso cultivar en rotación una cierta sucesión de cosechas, asunto acerca del cual estos agricultores errantes saben poco. En cambio, los lua, de Tailandia, mantienen la productividad del suelo sembrando unas 120 plantas y cultivos diferentes. También los kayopo, indígenas del Brasil, tienen un ciclo de cosechas de 15 años muy bien organizado.

Tanto los lua como los kayopo son «pueblos forestales», cuyos métodos agrícolas, por instinto, protegen la naturaleza. Un destacado especialista forestal de la India ha propuesto que se cree un sistema cooperativo que permita a esos pueblos forestales recibir productos manufacturados a cambio de sus conocimientos de agricultura y explotación forestal.

Sin embargo, muchos de esos pueblos forestales están en peligro de extinción. En no pocos casos la causa es la explotación del bosque. Un maderero de Indonesia afirma: «Sólo supimos que había pobladores nativos cuando empezaron a disparar flechas contra nuestra maquinaria." Entre los pueblos forestales amenazados de extinción se cuentan los pigmeos del Africa central, algunas poblaciones tribales de la India, los indios del Amazonas y los negritos del sudeste de Asia.

BOLETÍN DE LA UICN

Los campesinos de la India plantan árboles

Tras las inundaciones que en 1970 asolaron la región del río Alaknanda, en el norte de la India, el Gobierno ha prohibido rigurosamente la corta de árboles en unos 200 km². La explotación maderera en esa región montañosa había dado lugar a condiciones que hacían casi inevitables las inundaciones y los corrimientos de tierras.

A la mencionada prohibición se llegó gracias a los esfuerzos de la Dasholi Gram Swarajwa Sangh, institución local que inició un movimiento conservacionista y que, más tarde, al darse cuenta de que no bastaría con prohibir la extracción de madera, inició un extenso programa de replantación de árboles.

Después de un lento y largo proceso de persuasión de la población local, sobre todo en la parte de Garurganga (Balakuchi) y en la zona de Gocshwar, la gente, al principio escéptica, se entusiasmó poco a poco. Hoy día, además de los trabajos de plantación, excavan fosas y trincheras para proteger las plantitas. Como en la India, a pesar de un siglo de trabajos forestales realizados científicamente, no existen todavía directrices para la repoblación forestal, los campesinos tuvieron que ir aprendiendo de sus propios errores.

Aserraderos de Indonesia en dificultades

En Indonesia, estimuladas por el Gobierno, algunas corporaciones madereras multinacionales están explotando, desde 1968, con intensidad creciente la riquísima cuenca del río Mahakam, en la isla de Kalimantan. La legislación exige, sin embargo, que dichas compañías establezcan industrias locales, a cambio de la riqueza que extraen. Como resultado, la ciudad de Samarinda, próxima a la desembocadura del río Mahakam, se ha convertido en sede de varios aserraderos y otras instalaciones industriales forestales de la parte oriental de Kalimantan.

A pesar de estar cerca de grandes masas de madera, por lo que su situación parecería ideal, los aserraderos de Samarinda tropiezan con dificultades. Sus problemas los describe un artículo firmado por Soebagyo Dulkifli bajo el título de «Ojeada a las dificultades de los aserraderos de Samarinda», que apareció en el número de junio de 1980 de Duta Rimba, revista mensual de Perum Perhutani, empresa forestal estatal de Indonesia.

Dichos problemas son de dos clases: la escasez de trozas y la baja calidad de las disponibles. Según el autor, la causa es que las trozas que se exportan alcanzan un precio bastante superior al fijado por el Gobierno cada dos meses y medio para las trozas destinadas al mercado nacional.

Situación de la pasta y el papel en la China

Según la revista Pulp & paper international, que cita datos oficiales, la producción nacional de papel en la China es actualmente 40 veces mayor que cuando se fundó la República Popular. La industria, originalmente primitiva y de poca envergadura, progresó mucho entre 1949 y 1966. Por los efectos de la Revolución Cultural se interrumpió la planificación y el progreso entre 1966 y 1976, pero ahora la industria está nuevamente en expansión.

Los dos problemas principales son hoy día la insuficiencia de fibra y el hecho de que la industria de la pasta y el papel no es prioritaria y, por consiguiente, no puede obtener el capital indispensable para crecer y modernizarse.

Con el fin de hacer frente a la escasez de fibra, la China está reforestando activamente con especies de crecimiento rápido: en el sur, con pinos semejantes al pino amarillo común meridional, y en el norte con alerces. Se importa pasta para papel de Nueva Zelandia, América del Norte y Japón, y papel para periódico de Australia. Alrededor de la mitad de las fibras que usa la industria no tienen origen maderero sino que proceden de cañas, bagazo, paja, etc. La reutilización es más difícil en la China que en otras partes, ya que la recolección y el transporte de papel usado se ven dificultados por las enormes dimensiones del país.

Iraq autosuficiente en papel y cartón

Empeñado en lograr la autosuficiencia en materia de pasta y papel, el Iraq está construyendo una fábrica de papel y cartón en Misan. Su producción, unida a la de las fábricas instaladas en Basrah en 1971 y en 1978, satisfará en muy elevada medida las necesidades nacionales.

La nueva fábrica tiene que bastarse a sí misma, ya que está ubicada en una zona sin industrializar, a 180 km al noroeste de Basrah, cerca de la frontera con el Irán. Produce la energía que necesita y tiene sus propios talleres, laboratorios, garages y almacén de piezas de recambio.

Se usarán como materia prima las cañas que crecen en las inmediaciones, a orillas del río Tigris, así como grandes cantidades de bagazo de las también próximas plantaciones de caña de azúcar de Amarah.

Un consorcio encabezado por Sulzer, de Suiza, ha construido la fábrica a un costo de 275 millones de dólares EE.UU. Equipan la nueva fábrica una instalación con capacidad para 39 000 toneladas anuales de pasta sin blanquear y otra para 62 000 toneladas anuales de papel kraft para envases y de cartón dúplex.

Indonesia protege el mercado nacional

Indonesia es uno de los principales países exportadores de madera del mundo, y sus exportaciones van en aumento. Aunque el volumen de la producción bajó en un 5% en 1980, el incremento de las exportaciones de madera de frondosas fue del 70%.

El auge de las exportaciones ha coartado el desarrollo del mercado nacional, ya que los precios en éste son inferiores a los del exterior. Acaba ahora de promulgarse un decreto que obliga a vender más madera en el interior o, por lo menos, a transformarla en mayor medida que hasta el momento. Por ejemplo, las compañías que lleven más de siete años trabajando en Indonesia tendrán que vender el 60% de la madera rolliza en el mercado nacional.

El decreto contiene también disposiciones que favorecen a las empresas que tienen o están dispuestas a construir en Indonesia aserraderos u otras instalaciones. La mayor parte de la madera es de frondosas tropicales. Se espera que el aserrín y otros residuos de estas maderas contribuyan a impulsar la industria de la pasta y el papel.

Catálogo de publicaciones forestales

En San Francisco, la Miller Freeman Publications acaba de editar un pequeño catálogo en que describe las obras - libros, directorios, revistas y un boletín - que ha publicado en materia de industrias forestales.

Entre los 27 libros citados figuran dos volúmenes de Sawmill techniques of Southeast Asia, al precio, respectivamente, de 25 y 30 dólares EE.UU. El primero contiene las actas del Seminario de Aserraderos para el Sudeste de Asia, celebrado en Singapur en 1975, y el segundo, las del seminario siguiente, celebrado en Manila en 1977.

Los dos directorios que aparecen en el catálogo se refieren, uno a la industria de productos forestales en 1980 (75 dólares) y el otro a los productores de todo el mundo de tableros a base de madera (55 dólares). El boletín es el Forestry industry affairs letter, de Dean Sherman, y las dos revistas, Forest industries y World wood.

Pedidos e informaciones a: Miller Freeman Publications, Book Department, 500 Howard Street, San Francisco, California 94105, Estados Unidos.


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