Los países del Mercado Común investigan el reciclaje de los desechos
Robert Wazeka
ROBERT WAZEKA es corresponsal en Europa de un grupo de publicaciones norteamericanas.
En la Conferencia Europea sobre Manejo de Desechos, celebrada en Londres, el 17 y 18 de junio de 1980, bajo el patrocinio de la Comisión Europea, se procedió a una revisión general de todos los aspectos del reciclaje de residuos.
Los países de la Comunidad Económica Europea (CEE) originan alrededor de 5 millones de toneladas diarias de residuos de todas clases, descartando sin reutilizar del 70 al 80% de ellos.
Tanto el Consejo Ministerial como la Comisión de la CEE han reconocido las grandes ventajas que reportaría la reutilización de esos desechos, desde el punto de vista económico y ambiental. Puesto que la CEE produce anualmente 1800 millones de toneladas de desperdicios, el valor potencial de las materias reaprovechables es de más de 16 500 millones de libras esterlinas cada año. Además, dado que en los países de la Comunidad hay una escasez relativa de materias primas, si se organizara eficazmente el reciclaje de los desechos podrían ahorrarse anualmente de 8 250 a 11 550 millones de libras esterlinas de importaciones.
No todos los materiales de desecho pueden, ni tal vez deban, ser reutilizados. En primer lugar, gran parte de ellos pueden ser incinerados o puestos a fermentar (en el caso de los residuos agrícolas) para producir energía. En segundo lugar, la aspiración a reaprovechar cerca del 100% de los desechos tiene que tomar en cuenta, necesariamente, el hecho de que el reciclaje requiere grandes inversiones en tecnologías a veces muy costosas y que exigen mucha energía. Por consiguiente, es indispensable reducir también en la fuente la producción de desperdicios, aunque esto implique gastos adicionales.
En los países de la CEE, los principales tipos de desechos son:
· residuos agropecuarios, entre ellos los de la cría de ganado, que ascienden al 54% de los 1 800 millones de toneladas que se descartan anualmente;· aguas negras y residuales, que representan un 19% del total;
· basuras procedentes de artículos de consumo, la mitad de las cuales es de origen doméstico y la otra mitad se origina fuera de casa, como llantas viejas, metales, aceites usados. Constituyen el 16% de los desechos;
· escorias y otros residuos de las industrias extractivas, como la minería, que constituyen el 11%.
Los residuos que no se eliminan ni se reaprovechan son una amenaza constante de contaminación. Los materiales descartados por la agricultura y las industrias contaminan a veces toda clase de microorganismos y reaparecen en la cadena alimentaria por vías complicadas y a veces no bien entendidas. Las autoridades municipales y muchos particulares se sirven todavía con frecuencia de estercoleros y vertederos, origen de contaminantes que se filtran al subsuelo infectando las aguas de manantial. Las descargas en la atmósfera, dispersadas por el viento, regresan a tierra arrastradas por las gotas de lluvia. Los residuos vertidos en los cursos de agua reducen los principales ríos de Europa a verdaderas alcantarillas. Incluso el mar, en varias partes del Mediterráneo y del Canal de la Mancha, está ya peligrosamente contaminado.
En abril de 1976, la CEE creó un comité para la gestión de los desechos, compuesto por expertos de los países que la integran, el cual asesora a la comisión sobre las medidas que pueda convenir adoptar y sobre cómo aplicar las ya adoptadas.
Hasta la fecha, el comité se ha guiado por dos documentos fundamentales. El primero de ellos es un «bosquejo de instrucciones» cuyo objeto es armonizar las disposiciones referentes al manejo de residuos, que son diferentes en los distintos países. El mencionado bosquejo persigue las siguientes finalidades: (1) prohibir toda clase de descargas no autorizadas que pongan en peligro la calidad del aire, el agua o la tierra; (2) establecer procedimientos en materia de autorización y control aplicables tanto a entidades públicas como a entidades privadas; (3) formular planes, proyectos y reglamentos nacionales para la eliminación de los desechos; y (4) promover la recuperación, el reciclaje y la reutilización de residuos y desechos.
En el segundo de estos documentos, la CEE define sus objetivos principales para el período 1977-81:
· compilar datos económicos y técnicos que faciliten el proceso de recuperación;· contribuir a la estabilización del mercado de los materiales recuperados, que en muchos casos está sujeto a fluctuaciones cíclicas según el precio y disponibilidad de las materias primas;
· encontrar nuevas salidas para los materiales recuperados, procurando, en particular, que las dependencias oficiales los usen.
Estos objetivos, juntamente con el bosquejo de instrucciones, han servido de base para intervenir sector por sector o producto por producto. Se han formulado instrucciones especiales para la evacuación de productos químicos en cuya composición entre el cloro, tales como los bifeniles policlorados (BPC); la evacuación de residuos tóxicos y peligrosos, como el mercurio, el cadmio, el alquitrán y el amianto; la descarga de residuos en el medio acuático, y la evacuación de residuos de la industria del bióxido de titanio. Se están ahora redactando instrucciones sobre los residuos petrolíferos, a los cuales se debe alrededor del 20% de la contaminación de las aguas de Europa.
La Comunidad está también prestando atención a los desperdicios del consumo. Una meta muy concreta es elevar del 40 al 60% la reutilización del papel por la industria correspondiente. Aunque actualmente se reaprovecha un 40%, el papel constituye aún del 40 al 50% en volumen y del 15 al 20% en peso del total de las basuras urbanas. Otro 10% en peso de éstas lo constituyen los envases de bebidas, habiéndose propuesto reducir ese porcentaje fomentando el uso de botellas restituibles.
Las llantas usadas - otro desecho del consumo - aumentan en un 10% al año (en 1978 había 1,8 millones de toneladas de llantas usadas). Los tres quintos de todas las llantas descartadas no se reciclan. En este terreno la Comunidad tiene dos objetivos concretos: el primero, reducir el número de llantas que se descarten, fabricándolas para ello más duraderas y, además, aconsejando su recauchutado; el segundo, aprovechar las llantas usadas para la regeneración del caucho o incinerarlas para producir energía. Es de esperar que pronto sea posible promulgar legislación con base en las investigaciones que se están llevando a cabo.
La actitud de la CEE con respecto a la reutilización de los desechos está respaldada por un ambicioso programa de investigación y desarrollo.
· Se han asignado 70,5 millones de libras esterlinas para costear investigaciones sobre el tratamiento y almacenamiento de residuos nucleares. La Comunidad considera que sus trabajos en este campo constituyen la obra más importante de colaboración multilateral de este tipo en todo el mundo.
· Se han asignado 9,8 millones de libras esterlinas para costear investigaciones que permitan mejorar el proceso básico de tratamiento de cienos de aguas residuales y encontrar una manera segura de almacenar los elementos no reutilizables que contengan una proporción elevada de metales tóxicos.
· Se han asignado 3,0 millones de libras esterlinas para el estudio de varios problemas técnicos que se presentan en la reutilización de papeles y cartones. como descontaminación, eliminación de la tinta y uso repetido de la fibra.
· Se han asignado 39,2 millones de libras esterlinas para un programa cuadrienal de investigación y fomento del reciclaje de basuras y residuos industriales.
· La Comunidad ha subvencionado programas de demostración sobre gasificación de residuos agrícolas, que constituyen más de la mitad del total de los desechos.
Los arrecifes coralíferos en peligro
Los arrecifes coralíferos, que se encuentran a lo largo de las costas de unos 85 países, la mayor parte de ellos en desarrollo, se extienden sobre una superficie de 600 000 km² y se cuentan entre los ecosistemas más ricos y productivos del mundo. Son a la vez complejos y frágiles, combinación que los hace muy vulnerables a toda alteración.
Una de esas alteraciones es la extracción directa de coral para usarlo como material de construcción, práctica muy común actualmente en el Pacífico meridional. Se cree que esa intervención desequilibra hasta tal punto el delicado medio coralino que los peces y los animales bentónicos que construyen el arrecife no pueden reaclimatarse.
La pesca y la recogida de conchas marinas representan también un peligro. La captura de peces en gran cantidad reduce la población natural, degradándola. Por su parte, los coleccionistas de conchas con frecuencia sacan de su sitio bloques enteros de coral, dando lugar a la muerte de parte de la fauna. La tercera amenaza procede de los insecticidas, aguas negras, hidrocarburos, aguas calientes, radiactividad y sedimentación debida a la deforestación y a la ordenación deficiente de las tierras circundantes.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y sus Recursos tiene un grupo dedicado a salvar los arrecifes coralíferos. Gracias a sus recomendaciones, la Polinesia francesa ha decidido suspender la extracción de coral a partir de marzo de 1981. El grupo está también poniendo en conocimiento de otros gobiernos el alcance de este problema.
El lago Balatón amenazado por la contaminación
El Gobierno de Hungría está redoblando sus esfuerzos por poner fin a la contaminación del lago Balatón que, con más de 600 000 visitantes anuales, nacionales y extranjeros, es una de las principales atracciones turísticas de todo el país.
Tres son las fuentes de contaminación de los 590 km² del lago: el número creciente de turistas, el mayor uso de abonos químicos en las tierras circundantes y las descargas de 19 estaciones de producción pecuaria. La eutroficación ha sido rápida, con un crecimiento de algas que perjudica gravemente las posibilidades recreativas del lago.
El plan que adoptó el Gobierno en 1963 para el desarrollo integral de la región del Balatón bastó en su tiempo, pero no preveía el aumento de la contaminación. El Gobierno ha formulado ahora otro plan de 30 años que prevé 880 000 turistas y visitantes para el año 2010. El nuevo plan, además de programas de vigilancia, investigación y educación del público, comprende la mejora de los sistemas de depuración de aguas negras y la plantación de árboles frutales en las laderas de pendiente comprendida entre 17 y 27 grados que actualmente se dedican a cultivos agrícolas.