La productividad se mide en función de la producción por obrero o por unidad de recursos, como, por ejemplo, la producción por hectárea. Una ayer producción por unidad de superficie durante un tiempo dado generalmente significa que la producción por obrero ha subido, aun cuando la productividad por obrero y hectárea no siga el mismo ritmo. Con métodos intensivos, y sin aumentar la productividad por obrero puede subir la producción por hectárea, y la mecanización o racionalización de los métodos de trabajo permite elevar la productividad por obrero sin que necesariamente la producción total o por hectárea se eleven por ello.
Sin embargo, la importancia de la investigación y la divulgación, en lo que al aumento de la productividad se refiere, es obvia. La dificultad de hermanar en agricultura y silvicultura las realizaciones tecnológicas y orgánicas de la industria concentrada pone de manifiesto la enorme trascendencia de un buen sistema divulgativo que lleve a empresarios y obreros los resultados de la investigación.
Ejemplo de un intento precisamente para ello, en cuanto a la extracción de trozas y a las primeras operaciones de aserrío, lo ofrece el Centro de Demostraciones creado en el Brasil por una misión de asistencia técnica de la FAO, enclavado en Santarem, a 500 kilómetros aguas arriba del Amazonas y aproximadamente a mitad de camino entre Belem y Manaus. El Director General de la FAO inauguró oficialmente en agosto último este centro, que aparece en la fotografía superior. Asistieron a la ceremonia el ministro brasileño de Agricultura y otras muchas autoridades. Creado gracias a los perseverantes esfuerzos del equipo de asistencia técnica de la FAO, dicho centro está destinado a demostrar los procedimientos técnicos más eficaces para extraer económicamente la madera de los bosques amazónicos y transformarla después en la sierra. Responde a un centro más o menos semejante, establecido en Llancacura (Chile) hace algún tiempo.
Otro ejemplo de los esfuerzos en pro de la divulgación es la reciente reunión del Comité Mixto CEE/FAO sobre Técnicas de Trabajo Silvícola y Capacitación de Trabajadores Forestales, celebrada, en Moscú, en septiembre.
En una jira de diez días por la Unión Soviética, para estudiar directamente la técnica de la explotación forestal rusa, coincidieron especialistas de veinte países pertenecientes al Comité de la Madera de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa, o a la Comisión Forestal Europea, de la FAO, y representantes de diversos organismos internacionales.
Con ocasión de su segundo período de sesiones, dicho Comité aprobó una serie de medidas prácticas para promover el intercambio de información sobre los procedimientos técnicos de explotación forestal utilizados en distintos países, y para facilitar la implantación de normas y regulaciones internacionalmente convenidas. De este modo se trata de prestar auxilio a los productores madereros con el fin de que incrementen sus rendimientos. Fué trazado un plan internacional de pruebas comparativas de tractores, y siguen en marcha los preparativos de protocolos análogos para otras clases de maquinaria forestal, como sierras mecánicas, descortezadoras, desmenuzadoras, malacates, etc. Entre los miembros del Comité hubo un intercambio de experiencias personales sobre la comparación económica de los diversos grados de la mecanización, el análisis de las operaciones forestales mecanizadas, tecnológicamente considerado, y la conservación y empleo perfectos del material mecánico.
En el informe preparado por la Organización Internacional del Trabajo sobre seguridad e higiene en las industrias forestales se incluyeron varias conclusiones destinadas a mejorar dichas condiciones en la extracción maderera. Se solicitó de la OIT que redactase un código internacional de los perfectos procedimientos forestales, en unión de convenidas instrucciones de seguridad para las empresas y los obreros. El plan de becas de la OIT fué muy elogiado.
Todo ello contribuye a aumentar la productividad por obrero, y es esta productividad, cuya medida la da la cotización del producto del trabajo en el mercado la que determina, en última instancia, el nivel de ingresos del trabajador.
FIGURA 1. Carga automática de astillas.
FIGURA 2. Cargando astillas en una chalana, en la Columbia Británica.
