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Productos forestales

Tableros de madera aglomerada

Este es el primer informe que se publica en Unasylva sobre producción, consumo y comercio de tableros de madera aglomerada. Al igual que el informe sobre tableros de fibra que se publicó en el último número de Unasylva, la FAO se basa en un documento preparado por la Secretaria en Ginebra para la Consulta Internacional sobre Tableros, que se celebró en Ginebra, del 21 de enero al I de febrero de este año. Se incluyen también otros nuevos datos dados a conocer en la Consulta por los participantes.

Producción y capacidad

La industria de los tableros de madera aglomerada 1, que comenzó a existir hace unos quince años, ha ido creciendo a un ritmo muy acelerado y su producción diaria actual es de más de un millón de metros cúbicos (alrededor de 750.000 toneladas). Esta cifra puede compararse con una producción actual de tres millones de toneladas, más o menos repartida por igual entre los tableros de fibra comprimidos y los no comprimidos, correspondiente a la industria de los tableros de fibra, ya en existencia desde hace más de treinta anos. La industria de los tableros de madera aglomerada se considera hoy en grado cada vez mayor como una industria nueva y con características propias; sin embargo, siguen faltando casi por entero las estadísticas oficiales. Los datos estadísticos que aparecen en las páginas siguientes han sido comunicados a la Secretaría por los productores, instituciones de investigación, asociaciones comerciales y fabricantes de maquinaria.

1 En la Consulta Internacional sobre Tableros se recomendó la siguiente definición para los tableros de madera aglomerada: material en lámina fabricado con partículas de madera u otras materias lignocelulósicas (por ejemplo, astillas, hojuelas, virutas, etc.) aglomeradas por medio de un aglutinante orgánico y uno o más de los agentes que se mencionan a continuación: calor, presión, humedad, un catalizador, eta. (Se excluyen los tableros de lana de madera u otros tipos de madera aglomerada con aglutinantes inorgánicos).

En un par de países (sobre todo en el Reino Unido) este producto se conoce con el nombre de woodchip board. Sin embargo, en algunos países los tableros de partículas aglomeradas se fabrican con materias primas distintas de la madera.

Antes de la guerra se efectuaron experimentos sobre tableros de madera aglomerada tanto en Europa como en Norteamérica, pero la primera fábrica que produjo estos tableros comercialmente se construyó en Bremen, durante la guerra, en 1941. Se servía de trozos de madera (picea) utilizando como aglutinante una resina fenólica y alcanzaba una producción diaria de 10 toneladas. En los anos 1941-43, dos fábricas de madera contrachapeada en Alemania iniciaron la fabricación de tableros de madera aglomerada sirviéndose de los residuos de contrachapeado, desmenuzados o reducidos a partículas menudas. Utilizaban prensas de apertura múltiple y el aglutinante era la resina de urea. Los trabajos sobre los problemas técnicos y científicos relativos a este campo se intensificaron en los años posteriores a la guerra, al enfrentarse Alemania con una grave escasez de madera. Las resinas de urea fueron las generalmente usadas y se observó que podía conseguirse una considerable economía de resina utilizando partículas homogéneas, cortadas por máquinas especiales, en lugar de trozos heterogéneos de madera.

Resultaron adecuadas muchas especies maderables, incluido el abedul, haya y aliso, así como el pino y la picea. Se consiguieron perfeccionamientos en la Alemania Occidental y en otros lugares, sobre todo en Suiza y el Reino Unido, utilizando la madera como materia prima básica para las fábricas ya establecidas. En 1945, Suiza lanzó al mercado el primer tablero de madera aglomerada de tres capas, que utilizaba partículas irregulares para la capa mediana y partículas delgadas y planas para las caras exteriores más resistentes.

Entre tanto se había explorado la posibilidad de servirse de residuos agrícolas en lugar de madera, y en Bélgica comenzó a funcionar en 1947 una primera fábrica que se servía del lino, a la que siguieron en seguida otras varias que utilizaban bagazo de lino. Hoy, de las 195 fábricas de tableros de madera aglomerada existentes, unas 15 se sirven de bagazo de lino, y se están construyendo al menos otras dos que también se servirán de este material. La capacidad anual conjunta de las fábricas que se sirven del lino se estima en unos 250.000 m3. Hasta ahora no existe ninguna fábrica que utilice la paja de trigo u otras clases de bagazo, si bien se informa de la creación en la península Norte de Célebes de una fábrica que aprovechará los residuos de la fibra de coco.

Al ir perfeccionándose los procesos de trabajo en la industria de los tableros de madera aglomerada, los procedimientos se hicieron más racionales y se multiplicaron las aplicaciones para el producto terminado; al mismo tiempo, se inició la fabricación en otros continentes: Asia, Africa y América. En América, en especial, creció el número de nuevas fábricas y la producción subió rápidamente.

Las primeras instalaciones para la fabricación de tableros de madera aglomerada se basaban todas en el aprovechamiento de los residuos o desechos obtenidos en la fabricación de otros productos forestales, tales como costeros, canteros, residuos de retostado, desechos de aserradero, virutas, cilindros de desenrollado (en la fabricación de chapas) y otros residuos (recortes, virutas, etc.) de carpintería y mueblistería. Estos tipos de materia prima suelen desmenuzarse en molinos de martillo para obtener astillas. Existe una clara preferencia por el empleo de partículas mejor preparadas que de las que se obtienen por el desmenuzado en molinos de martillo, y muchas fábricas cuentan hoy con las máquinas especiales para preparar hojuelas y otras partículas utilizando la madera en rollo. Además de conducir a una economía de resina para una determinada calidad de tableros, las partículas cortadas por máquinas especiales dan un tablero con mejor superficie y justifican el mayor costo en la selección de materias primas y preparación de partículas.

Se utilizan aditivos de dos tipos en los procesos fundamentales de fabricación de tableros de madera aglomerada. Ambos se añaden a las partículas antes de dar al tablero forma de hoja. Un aglutinante es una sustancia añadida durante la fabricación para conseguir la ligazón que confiere al tablero su forma y resistencia. La liga para el acabado se añade para aumentar la resistencia al agua. El aglutinante, que procura la cohesión y adhiere las partículas entre sí, es el componente más caro de un tablero de madera aglomerada. Las resinas sintéticas de fraguado térmico (urea-formaldehido, fenol-formaldehido y melamino-formaldehido), constituyen la base de la mayor parte de los aglutinantes usados para estos tableros. La resina de urea-formaldehido es la de aplicación más general; es también la más económica, presenta un color claro y es adecuada para tableros de aplicación interior. Las resinas fenólicas y de melamino cuestan más, pero proporcionan una unión más resistente a una intensa exposición a la humedad y al calor y, por consiguiente, duran más. La liga para el acabado consiste ante todo en cera de parafina, que se disuelve en esencia mineral o se derrite y pulveriza sobre las partículas. Se utiliza en cortas cantidades (0,5 al 1 por ciento) para aumentar la resistencia a la humedad, pero las propiedades resistentes del tablero terminado disminuyen al aumentar el contenido de tal sustancia.

Los tableros de aglomerado se hacían al principio, tanto en su fase experimental como comercial, en prensas planas, y la inmensa mayoría de las fábricas hoy en funcionamiento se sirven de prensas de plato múltiple. En el procedimiento por presión en platos planos, las partículas aglutinadas se disponen en capas paralelas a la cara del tablero. Las partículas se ligan entre sí por presión, aplicadas en sentido perpendicular a la superficie del tablero (prensado plano). Los tableros de aglomerado así producidos ofrecen su máxima resistencia en sus caras planas.

Una intensa investigación efectuada en la Alemania Occidental entre 1947 y 1949, condujo a un nuevo procedimiento de extrusión, que en seguida encontró aplicaciones comerciales. Según este método, las partículas aglutinadas vienen expulsadas, por medio de un émbolo de movimiento alternativo, a través de una matriz rectangular y caliente, compuesta virtualmente por dos platos con topes laterales. La ligazón se produce bajo la influencia de la presión y del calor, y el grosor del tablero sin fin así embutido se regula ajustando la dimensión de la sección transversal en la boca de la prensa. En el procedimiento por extrusión las partículas quedan dispuestas sobre todo perpendicularmente a la dirección de la presión y a la superficie del tablero. Los tableros estirados por presión presentan su resistencia mínima en la dirección de la extrusión. En los otros dos planos perpendiculares a la dirección de la extrusión la resistencia es mayor. Existen hoy, o se están construyendo, unas 35 fábricas que utilizan el procedimiento de extrusión, en diversas partes del mundo, encontrándose 17 de éstas en Norteamérica. Si bien los tableros fabricados por extrusión no poseen la misma resistencia que los obtenidos por prensado plano, pueden servir para algunas aplicaciones. Casi todos los tableros estirados por presión se utilizan al presente como material para almas, que se utilizan después de haber aplicado caras exteriores. Sin embargo, no todas sus propiedades resistentes son de igual importancia en las diversas aplicaciones, y se han dado a conocer casos en que resultó satisfactoria la aplicación de tableros estirados sin chapas exteriores. La importancia de estos tableros estriba en el hecho de que, para una producción dada, el capital necesario para una fábrica es aproximadamente la mitad del preciso para otra fábrica que se sirva de la prensa de platos múltiples. Esto explica la rapidez con que se han popularizado, sobre todo entre aquellos industriales que desean convertir sus propios residuos de madera en materiales para almas que puedan utilizarse en una operación subsiguiente, como por ejemplo, la fabricación de muebles.

En fecha más reciente se ha ideado un proceso continuo para la producción de tableros de aglomerado de madera prensados en platos planos, y ya funcionan, o se están construyendo, cinco fábricas que lo han adoptado. La capacidad de una instalación de prensado continuo es bastante elevada (de 25.000 a 33.000 m3 por año), y depende de la especie del tablero producido. La capacidad y, por lo tanto, el capital necesario, hacen que el sistema de prensa continua no sea adecuado para las pequeñas fábricas dependientes o para emplazamientos en que no exista un mercado potencial de magnitud suficiente. Sin embargo, si las velocidades de producción que ahora se aducen se alcanzan y mantienen en la práctica, el procedimiento de prensado continuo probablemente se adoptará con mayor magnitud en aquellas zonas en que las posibilidades comerciales garanticen que su capacidad quedará realmente aprovechada.

La mayor parte de los tableros de madera aglomerada producidos corresponden al margen intermedio de densidades: 0,40 a 0,80 g/cm3. En su gran mayoría, se refiere a los tableros de capa única (homogéneos) o de tres capas, aunque no son del todo desconocidos los de doble capa. En los tableros de tres capas se utilizan en la superficie partículas de mejor calidad, con lo que se mejora la resistencia, la rigidez y el aspecto.

Los tableros de aglomerado se utilizan ampliamente como almas para la mueblistería chapeada y como material para paneles. Cada vez es mayor el número de aplicaciones en condiciones duras. Las resinas fenólicas o de melamino, que poseen una mayor resistencia al calor y a la humedad que la urea, serán preferibles si las condiciones a que el tablero quedará expuesto son duras. Los tableros de aglomerado se utilizan también para pavimentos y para recubrir estructuras de cemento.

La producción mundial de tableros de madera aglomerada excede hoy de un millón de m3, pero esta cifra está muy por debajo de la actual capacidad mundial, ya que la industria está sufriendo un rápido desarrollo.

En el Cuadro 1 se da la producción mundial estimada de tableros de aglomerado de madera para 1950 a 1956.

Como ya se ha explicado, las cifras del Cuadro 1 y las del siguiente se basan en gran parte en datos no oficiales. Sin embargo, se confía en que podrán indicar con una razonable exactitud el orden de magnitud hoy alcanzado y la distribución geográfica aproximada de la producción.

Cuadro 1. Producción mundial estimada de tableros de madera aglomerada, 1950 a 1956 (miles de m3)

Región

1950

1951

1952

1953

1954

1955

1956

Europa

10

40

80

120

270

450

775

Norteamérica

10

15

30

80

120

180

240

Oceanía







2

Africa




5

15

25

50

Lejano Oriente



2

5

8

12


Cercano Oriente







6

América Latina




1

5

16



TOTAL MUNDIAL

20

55

110

205

410

670

1 101

Se apreciará que Europa contribuye hoy con más de las dos terceras partes del total de tableros de aglomerados producidos. En ningún otro producto forestal goza Europa de esta preeminencia. Las razones para esto se consideran brevemente a continuación.

El tremendo ritmo de crecimiento de esta nueva industria es evidente, aun teniendo en cuenta el hecho de que, debido a inadecuadas estadísticas, las cifras de producción para años anteriores son inferiores a la realidad. Además, esta rápida expansión continúa, como puede verse en el cuadro siguiente, que presenta el número de fábricas y la capacidad en 1956 para los diversos países y regiones, y la capacidad esperada en 1957-58.

El amplio margen que existe entre la producción de 1956 (1,1 millones de m3) y la capacidad esperada a finales de 1958 (3,1 millones de m3) es señal inequívoca de la rápida expansión que al presente caracteriza a esta industria. De esta forma, en un espacio menor de un decenio, la industria de los tableros de madera aglomerada habrá alcanzado una capacidad (alrededor de 2 millones de toneladas) que supere a la producción actual de tableros de fibra (comprimidos y no comprimidos).

Los actuales planes de expansión indican que Europa continuará ocupando su puesto predominante en el régimen de producción mundial, si bien los Estados Unidos desplazarán a la Alemania Occidental como el mayor productor mundial. Prácticamente el total de la producción europea se concentra por el momento en los países de la Europa Occidental continental, siendo hasta ahora relativamente reducida la proporción correspondiente a Escandinavia y a la Alemania Oriental. La República Federal Alemana aporta hoy más de una tercera parte de la producción europea y una cuarta parte del total mundial. Bélgica, Dinamarca, Alemania Oriental, Italia, Países Bajos, Suiza y el Reino Unido (todos ellos deficitarios en madera) contribuyen en conjunto con 340.000 m3, casi otra tercera parte de la producción mundial.

Estas cifras quedarán ligeramente alteradas cuando comiencen a funcionar las fábricas ahora en construcción. Más de 30 nuevas fábricas estarán terminadas a finales de 1958, llegando así el total mundial a más de 225.

Cuadro 2. - Tableros de madera aglomerada. producción estimada en 1956 y capacidad en 1958

Región

Número de fábricas

Producción

Capacidad

Existentes en 1956

En construcción

1956

1957/8




Miles de m3

EUROPA

114

23

775

2 007


Austria

3

2

35

65


Bélgica

7

2

140

200


Bulgaria

-

1

-

30


Checoeslovaquia

1

varias

7

160


Dinamarca

1

-

12

12


Finlandia

1

4

10

100


Francia

12

7

100

300


Alemania Occidental

47

varias

270

600


Alemania Oriental

6

varias

18

100


Hungría

1

-

-

10


Italia

5

-

40

80


Países Bajos

9

-

20

40


Noruega

-

3

-

40


Polonia

2

-

-

20


Rumania

-

1

-

35


España

1

-

8

15


Suecia

2

2

5

50


Suiza

9

-

60

80


Reino Unido

7

1

50

80


Yugoeslavia

-

-

-

60

AMÉRICA DEL NORTE

59

2

240

750


Canadá

3

-

45

50


Estados Unidos de América

56

2

195

700

U.R.S.S.

-

varias

-

80

OCEANÍA

1

1

2

25


Australia

1

-

2

15


Nueva Zelandia

-

1

-

10

AFRICA

4

-

50

75


Rhodesia del N.

1

-

50

75


Unión Sudafric.

3

-

50

75

ASIA

9

4

18

66


Israel

1

1

-

8


Indonesia

-

1

_

8


Japón

7

-

12

25


Taiwán

-

1

-

5


Tailandia

-

1

-

8


Turquía

1

-

6

12

AMÉRICA LATINA

7

2

16

64


Argentina

-

1

_

16


Brasil

2

-

5

8


Chile

-

1

-

5


Colombia

3

-

3

20


México

1

-

5

10


Uruguay

1

-

3

5



TOTAL MUNDIAL

191

32

1 101

3 137

Es de interés comparar la distribución regional de la capacidad de producción de tableros de fibra y de tableros de madera aglomerada.

De esta manera, el régimen productivo de esta industria es, y probablemente lo seguirá siendo en un futuro cercano, muy diferente del de la industria de los tableros de fibra; en realidad, es muy diferente del régimen de ninguna otra industria forestal. La producción se concentra sobre todo en la Europa Occidental, en particular en las zonas con déficit de madera de este continente.

Cuadro 3. - Porcentajes de capacidad, por regiones

Región

Tableros de fibra

Tableros de madera aglomerada (1955/56)

EUROPA

33

66


de la cual:





3 países nórdicos

22

6



Países deficitarios en madera

12

38


Alemania (Occidental y Oriental)

4

22


Otros países de la Europa Occidental deficitarios en madera 1

8

1 6


Resto de Europa

4

22

NORTEAMÉRICA

50

24

RESTO DEL MUNDO (incluida la U. R. S. S.)

12

10


100

100

1 Bélgica, Dinamarca, Italia, Países Bajos, Suiza y Reino Unido.

A varias razones obedece el hecho de que los países deficitarios de madera en Europa hayan atendido a la industria de los tableros de madera aglomerada. Por contar con menos bosques que la mayoría de las demás regiones, se ha procurado con el máximo empeño que el aprovechamiento de los productos forestales y de los residuos de las industrias de la madera fuera completo. Estos países se vieron enfrentados, después de la guerra, con gigantescos problemas de reconstrucción (viviendas, muebles, etc.) y, al escasear la madera para aserrar la necesidad aguzó el ingenio, comenzando entonces la existencia de esta nueva industria. Por tratarse de países técnicamente adelantados existían ya modernas industrias químicas capaces de suministrar en cantidad adecuada los necesarios aglomerantes a un precio razonable. Gran parte de las primeras fábricas eran pequeñas instalaciones dependientes que aprovechaban los residuos de madera de los aserraderos y de las fábricas de contrachapeados y de muebles para fabricar almas que sustituyeran a la madera aserrada, los tableros de alma llena y los contrachapeados en la industria del mueble. Las fábricas que daban salida comercial a sus productos encontraron fácilmente mercado, y el número de estas fábricas se multiplicó con gran celeridad, lo cual quedaba a su vez facilitado por el hecho de que el capital preciso para la creación de una nueva fábrica de aglomerados de madera es muy inferior al que exige una fábrica de tableros de fibra, a la vez que, en cuanto a la materia prima, los requisitos son en la primera mucho menos rigurosos.

Así pues, los dos factores principales a que ha obedecido el rápido desarrollo de la industria de los tableros de madera aglomerada han sido:

(a) la necesidad de encontrar un sustitutivo de la madera enteriza cuando ésta escaseaba o alcanzaba excesivo precio, y

(b) el deseo de convertir en materiales lucrativos los residuos de las operaciones de transformación de productos forestales. Es evidente que existe cierta asociación entre ambos factores.

Las fábricas productivas o en construcción en los Estados Unidos, que ascienden a unas cincuenta, se concentran en la región del abeto de Douglas de la costa del Pacífico, o en los centros de fabricación de muebles de la costa este o del Oeste central. La industria del aserrado de la costa del Pacífico, con su alto grado de perfeccionamiento, da salida a enormes cantidades de residuos. Si bien la mayor parte de los costeros y canteros encuentran un fácil mercado en la industria de la celulosa, hasta ahora el considerable volumen de virutas de acepilladora obtenido no es adecuado para el desfibrado. Así pues, en esta zona, las virutas de acepilladora podrían convertirse en la materia prima más importante para la fabricación de tableros de madera aglomerada. En términos generales, los tableros que en esta zona se producen se colocan en el mercado, y al ser los costes por mano de obra elevados, y considerables los del transporte necesario para llegar a los grandes centros de consumo, existe una tendencia a instalar fábricas grandes y muy mecanizadas que mantengan el producto a un precio de competencia. En el este, los gastos de funcionamiento son menores, y al estar más próximos los mercados, las fábricas de menor volumen pueden resultar económicas. De todas formas, gran parte de las fábricas que en esta zona funcionan son instalaciones dependientes que se sirven de residuos de mueblistería para producir paneles y almas utilizados por la fábrica principal para elaborar puertas, muebles, etc.

Hasta ahora, en los Estados Unidos se usa poco la madera rolliza como materia prima; en todo respecto, la producción de tableros de madera aglomerada tiene por objeto revalorizar los residuos de aserradero. Por contarse ano con adecuadas provisiones de éstos, apenas se recurre a la madera rolliza o a los residuos forestales, ambos con un precio más elevado.

En Europa, en cambio, se utilizan tanto la madera rolliza como los residuos forestales. La primera (de ordinario especies que no alcanzan hoy gran valor comercial) permite obtener partículas de calidad superior, cortadas por máquinas especiales, para las caras exteriores de los tableros de tres capas, a la vez que los segundos, juntos con otros residuos de aserradero variados, son adecuados para la capa intermedia o alma.

Tanto en Europa como en Norteamérica parece existir una clara tendencia hacia el empleo de partículas cortadas por máquinas especiales y con dimensiones determinadas, en parte porque así resulta más fácil controlar la calidad del tablero y determinar sus propiedades, y en parte porque con ello se alcanzan notables economías en la cantidad de aglutinante necesaria; como ya se dijo, el aglutinante es el componente más caro, y todo ahorro en cuanto al mismo permitirá emplear maderas de más precio. Ha de tenerse presente, sin embargo, que las opiniones relativas a las economías que pueden obtenerse distan mucho de ser unánimes; resulta evidente, no obstante, que en toda decisión en cuanto a la forma más económica de la madera como materia prima que se empleará en un caso determinado, deberá tenerse en cuenta este factor.

Consumo y comercio

No se dispone de cifras para el comercio internacional de tableros de madera aglomerada, ya que este producto es demasiado nuevo para considerarlo como un artículo aparte en los informes comerciales de casi todos los países. Sin embargo, una cierta proporción de estos tableros entran en el comercio internacional, sobre todo entre países vecinos, si bien pueden citarse otros casos en que el comercio se desenvolvió a mayores distancias; por ejemplo, los tableros sudafricanos de madera aglomerada se venden en la Europa Occidental a la vez que algunos productores europeos envían partidas a los mercados de otras regiones. Es de esperar una cierta expansión en el comercio internacional de tableros de madera aglomerada, pero es improbable que la proporción de la producción mundial que entre en el comercio a larga distancia llegue alguna vez a ser tan elevada como para los tableros de fibra prensados. Es un producto relativamente voluminoso, en relación con su valor; las materias primas necesarias se ajustan a criterios menos rigurosos, y las economías en la magnitud de la fábrica son menos pronunciadas. De esta forma, la creación de una fábrica relativamente pequeña para satisfacer las necesidades locales presenta menos dificultades, y el producto de tal fábrica es menos vulnerable a la competencia de los productos de primera calidad obtenidos en las grandes fábricas de los sectores productores ya establecidos.

Por cuanto el comercio internacional es aún reducido, puede suponerse que la producción actual de los principales países productores corresponde bastante de cerca con el consumo. En el cuadro siguiente se compara el consumo de tableros de fibra y tableros de madera aglomerada:

Cuadro 4. - Consumo por persona de tableros de fibra y tableros de madera aglomerada en algunos países seleccionados

País

A consumo por persona de tableros de fibra 1954/55

B consumo por persona de tableros de madera aglomerada 1956

A más B


Kg.

Kg.

Kg.

Suecia

22,1

0,4

22,5

Finlandia

16,8

1,4

18,2

Bélgica

3,4

9,6

13,0

Suiza

4,0

7,4

11,4

Estados Unidos de América

9,0

0,7

9,7

Dinamarca

5,7

1,6

7,3

Países Bajos

6,1

1,1

7,2

Austria

3,1

3,1

6,2

Unión Sudafricana

3,4

2,2

5,6

Alemania Occidental

2,2

3,1

5,3

Francia

2,0

1,4

3,4

Italia

0,9

0,5

1,4

NOTA: Sólo se dispone de cifras Para el volumen de la producción de tableros de madera aglomerada. En este cuadro se ha supuesto una densidad media de 0,6.

Por las razones que se han explicado, las cifras de consumo dadas en la columna B son sólo muy aproximadas. Asimismo, la última columna no corresponde a la realidad, ya que las columnas A y B se refieren a años distintos. De todas formas, de este cuadro se deduce que el consumo de tableros de madera aglomerada compensa en cierta medida las diferencias en el consumo de tableros de fibra, de suerte que las diferencias en el consumo son menos señaladas para ambos tableros que para los de fibra solamente. Esto es así sobre todo en Bélgica, Suiza, Austria y Alemania Occidental. El cuadro confirma en cierto modo la circunstancia de que en varios países europeos, los tableros de madera aglomerada han encontrado mercados que de otra ferina se hubieran ganado para los tableros de fibra.

Al presente, los tableros de fibra y los de madera aglomerada pueden emplearse indistintamente en muchos casos. Sin embargo, pese a la considerable zona de competencia, ambas industrias siguen ganando una rápida expansión. En los últimos cuatro años, durante los cuales la producción de tableros de madera aglomerada ha crecido vertiginosamente, la producción de tableros de fibra, en especial los prensados, también aumentó en forma notable. En un breve espacio de diez años, la producción conjunta de tableros ha quedado más que triplicada, aumentando desde 1¼ millones de toneladas en 1946 hasta más de 4 millones en 1956.

Perspectivas

La información recogida durante la Consulta Internacional sobre Tableros y resumida en el Cuadro 2 hace ver que la expansión que al presente experimenta la capacidad productiva de la industria de los tableros de madera aglomerada es más sorprendente de lo que suele creerse. Consecuencia de esto son las medidas de cautela recomendadas cada vez con mayor frecuencia. Si bien en la mayor parte de los países las posibilidades comerciales resultan excelentes, en otros existe el peligro de que en un futuro cercano la oferta exceda, al menos temporalmente, a la demanda efectiva. Este peligro resulta más inminente en los Estados Unidos y en algunos países de la Europa Occidental. Aunque el actual régimen de incremento no puede sostenerse, es casi seguro que proseguirá la expansión, por cuanto esta nueva industria sólo ha explotado hasta ahora parte de sus salidas potenciales.

El futuro a plazo más diferido para los tableros de madera aglomerada depende ante todo de dos factores:

a) su movimiento de precios en relación con otros materiales alternativos, y
b) el éxito que llegue a alcanzarse en la búsqueda de nuevas aplicaciones.

Hasta el momento presente, los tableros de madera aglomerada han competido sobre todo con los tableros contrachapeados y con los de alma llena, y en menor grado, con la madera enteriza. Toda reducción en el precio de los tableros de madera aglomerada respecto de otros materiales podría conducir a una aplicación más amplia de los primeros.

A medida que la producción aumente en los próximos anos y que las salidas más expeditas para este producto se aproximen al punto de saturación, la presión de la competencia podría operar una reducción en el precio de estos tableros en relación con el de otros materiales.


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