1. Hay que esforzarse por conseguir que los animales transgénicos sean más inocuos desde el comienzo, por ejemplo mediante una selección acertada de los objetivos de cría y la introducción de mejoras en la creación de vectores de expresión. Es necesario elaborar sistemas perfeccionados de vectores/transformación (por ejemplo, recombinación homóloga e inserciones aisladas) que reduzcan el carácter aleatorio de la inserción de los genes y, en consecuencia, puedan reducir los efectos imprevistos. La Consulta recomendó que se evitara el uso de secuencias de ADN innecesarias en el constructo genético, incluidos genes marcadores.
2. Se recomienda una normalización ulterior del sistema de caracterización molecular para incluir las regiones de flanqueo.
3. El establecimiento de bases de datos sobre la variación natural de los elementos constitutivos fundamentales de la composición de los productos animales, incluidos los productos pesqueros, será un elemento importante a fin de poder evaluar los efectos imprevistos de la modificación genética.
4. La consulta convino en que las estrategias y metodologías para el análisis de la alergenicidad en los animales MG no habían de diferir fundamentalmente de las utilizadas en la actualidad para la evaluación de las plantas MG. Se reconoció que los modelos animales para el análisis de la alergenicidad, incluso los todavía no validados, podrían ser útiles para identificar posibles alergenos. Se recomienda que se hagan nuevos esfuerzos orientados al ulterior perfeccionamiento y validación de estos modelos. Se deben realizar nuevas investigaciones para aclarar los mecanismos de alergenicidad.
5. Es necesario mejorar la accesibilidad y la interconectividad de las bases de datos existentes o establecer una base de datos centralizada sobre epítopes alergénicos lineales y de conformación e instrumentos para la selección de transgenes en función de su potencial alergénico.
6. Es evidente la necesidad de seguir preparando instrumentos perfeccionados para establecer perfiles genómicos, proteómicos y metabolómicos y para la detección de los efectos imprevistos.
7. Es necesaria una base de datos accesible desde todo el mundo, vinculada a las actividades en curso en este sector, con información sobre los métodos de detección e identificación y material de referencia para los productos alimenticios derivados de animales MG en el mercado y en desarrollo.
8. Se deben evaluar caso por caso los riesgos y beneficios de los animales MG para el medio ambiente en cada línea transgénica (es decir, los individuos con un solo fenotipo transgénico) con respecto a las condiciones locales del medio ambiente, el sistema de explotación y el sistema de alimentación humana. Es esencial evaluar todo el ciclo biológico del animal, por ejemplo estimando la adaptación neta, a fin de predecir la probabilidad de propagación del animal MG o de sus transgenes en el medio ambiente. Se deben aplicar al análisis del riesgo y la verificación de la inocuidad los principios establecidos de la biología evolutiva, la biología de poblaciones y la ecología contemporáneas.
9. Se necesitan mejores modelos de predicción y conjuntos de datos para la evaluación del riesgo en relación con el medio ambiente. Se deben validar los métodos utilizados para generar los datos y se deben generar conjuntos de datos para llenar las lagunas más importantes en los conocimientos actuales.
10. Se deben elaborar y validar métodos normalizados para la contención de los animales modificados genéticamente, a fin de gestionar el riesgo en los casos en los que la propagación de animales MG o de sus transgenes en el medio ambiente plantee riesgos para la inocuidad de los alimentos. Tal vez sea necesaria la realización de mediciones repetidas para comprobar que la contención es fiable. También son precisos métodos perfeccionados de esterilización de ciertos animales modificados genéticamente y regímenes sólidos de verificación para todas las especies.
11. Hay que crear capacidad, particularmente en los países en desarrollo, para la evaluación de la inocuidad de los alimentos y la ordenación de los animales MG, incluidos los aspectos ecológicos y éticos relativos a la inocuidad de los alimentos.
12. La Consulta alentó el fortalecimiento de la coordinación entre los organismos gubernamentales nacionales e intergubernamentales encargados de la inocuidad de los alimentos, el medio ambiente, la agricultura y el comercio a la hora de evaluar y gestionar los riesgos planteados por los animales MG. También es imprescindible ocuparse de la entrada imprevista de animales MG que no están destinados a la alimentación humana en el suministro de alimentos de consumo humano.
13. La Consulta recomendó una deliberación participativa de todas las partes interesadas y el público general, incluida la comunicación de los posibles beneficios, riesgos e incertidumbres planteados por la modificación genética de los animales, con objeto de fomentar el conocimiento y la confianza del público. La deliberación participativa debería tener lugar en una fase inicial de la obtención del producto y en los momentos fundamentales del proceso de adopción de decisiones.
14. Dado que las diversas partes no han adoptado todavía de manera generalizada ningún marco universal para la evaluación práctica de los aspectos éticos de la biotecnología animal, se recomienda que la OMS y la FAO, junto con otros órganos pertinentes, busquen la manera de formular marcos pertinentes para esta tarea. Gracias a estos marcos, las evaluaciones éticas deberían ser más transparentes y metódicas, y en consecuencia adecuadas para garantizar la calidad.