Deseo expresar mi agradecimiento a Camilla Ryberg por su esmerada ayuda en la investigación; a John D. Lawrence por haber proporcionado datos sobre los beneficios en la porcinocultura; a Rod Preece, Joy Mench y Suzanne Millman por permitirme repetir aquí algunas de las ideas que desarrollamos en nuestras publicaciones conjuntas; y a muchos colegas de la FAO y del Programa sobre el bienestar animal de la Universidad de Columbia Británica por los útiles debates que mantuvimos. Parte del material recogido en este estudio es una adaptación de mi contribución a un libro de próxima publicación titulado A communion of subjects: animals in religion and ethics (Una comunión de temas: los animales en la religión y en la ética), editado por Paul Waldau y Kimberley Patton, Columbia University Press. La elaboración del presente estudio ha sido posible gracias a la participación de la Dirección de Producción y Sanidad Animal de la FAO y del Programa sobre el bienestar animal de la Universidad de Columbia Británica, que es financiado por el Consejo de Investigación sobre Ciencias Naturales e Ingeniería de Canadá, y por muchos otros patrocinadores, enumerados en http://www.landfood.ubc.ca/animalwelfare/
David Fraser fue durante seis meses, en 2004-05, científico invitado por la FAO, y trabajó con la Organización en asuntos relacionados con el bienestar animal. Este ensayo fue escrito durante la permanencia del Sr. Fraser en la FAO.