En su carácter de organismo encargado de resolver problemas, el PCT pone los conocimientos y la experiencia de la FAO al servicio de una serie de situaciones en que la asistencia proporcionada en un sector clave contribuye a movilizar en mayor escala las energías nacionales de producción agrícola. Las principales características del PCT son, por consiguiente, su carácter deliberadamente no programado y su flexibilidad y capacidad para actuar rápidamente con un nivel mínimo de burocracias. Tanto en la formulación como en la práctica, el Programa satisface necesidades imprevisibles, llena vacíos importantes, complementa y facilita otras formas de asistencia y trata de movilizar recursos multilaterales y bilaterales adicionales para la cooperación técnica o la inversión. Estas características permiten que los limitados recursos financieros del Programa hagan extensivos los resultados de un determinado proyecto más allá de sus realizaciones y sus impactos inmediatos, y de esta manera generen beneficios duraderos y generalizados.
Se considera que los proyectos del PCT tienen un efecto catalítico cuando logran uno o más de los resultados siguientes: