Como consecuencia de su efecto catalítico, los proyectos del PCT han contribuido considerablemente a estimular la corriente de inversiones bilaterales y multilaterales. Por ejemplo, los proyectos de inversión propuestos pueden interrumpirse debido a la escasez de fondos para pagar un estudio fundamental exigido por la posible institución financiadora. En esos casos, con frecuencia el PCT financia el estudio necesario, y de esa manera permite que la preparación del proyecto continúe, que se llegue a un acuerdo sobre el préstamo y que se desembolsen los fondos de inversión. Por ejemplo, se procedió de esa manera respecto de propuestas para la construcción de caminos rurales y proyectos de comercialización en Bangladesh. Una situación similar se presenta cuando un país tiene una urgente necesidad de fondos de inversión para reconstruir su economía agrícola, pero necesita una ayuda inmediata para evaluar las prioridades de las inversiones. Cuando este es el caso -como en Angola y Haití-, el PCT puede financiar estudios detallados que realiza la FAO y que han de usarse como la base para la elaboración de proyectos y programas de inversión a fin de recibir una financiación exterior. Asimismo, los proyectos del PCT proporcionan la base para una aplicación más amplia de sus actividades en el mismo país, y para ello atraen inversiones de fuentes bilaterales, nacionales y privadas. Los ejemplos de estos proyectos de extensión incluyen las actividades de producción y elaboración del aceite de palma en Zambia y la conservación del suelo en Jamaica.
PROYECTOS DEL PCT Y SUS EFECTOS CATALÍTICOS... |
Dos proyectos del PCT desarrollados en Bangladesh facilitaron una inversión en gran escala destinada a mejorar los caminos rurales y la comercialización. La asistencia prestada por el PCT se utilizó para financiar estudios fundamentales que abarcaban 65 mercados y se referían a una mejor gestión del mercado y la construcción de caminos secundarios y caminos rurales. Los estudios, que eran indispensables para continuar la preparación de los proyectos de inversión, atrajeron posteriormente la financiación de 195 millones de dólares EE.UU. de la Asociación Internacional de Desarrollo para dos proyectos de desarrollo que tuvieron considerable éxito.
Asimismo, la asistencia del PCT en Eritrea apoyó la preparación de estudios detallados de ingeniería y socioeconómicos para los que se carecía de fondos. Estos estudios constituyeron la base de un proyecto de desarrollo de la infraestructura pesquera de 18 millones de dólares EE.UU., que será financiado [RT1] por el Banco Africano de Desarrollo.
En 1995 la FAO cumplió en Haití una misión urgente de estudio de la agricultura y determinación de proyectos. El propósito de esta actividad era analizar los obstáculos y las posibilidades del sector agrícola, proponer una estrategia adecuada e identificar proyectos de inversión y asistencia técnica. Las actividades fueron financiadas por el PCT con una contribución del Ministerio de Cooperación de Francia. En 1996-1997, después de haberse presentado el informe del PCT y de haberse examinado el problema con los donantes, se preparó cierto número de proyectos de financiación exterior, con inclusión de un proyecto de desarrollo rural (que debía financiar el FIDA por un valor de 30 millones de dólares EE.UU.), un proyecto de riego (que debía financiar el Banco Internacional de Desarrollo por un valor de 30 millones de dólares EE.UU.) y otro proyecto de crédito rural (que debía financiar la Caisse Centrale, a un costo comprendido entre 6 y 10 millones de dólares EE.UU.)
En 1991, el PCT inició en Zambia un proyecto para promover la producción y consumo de alimentos ricos en vitamina A a fin de aliviar y mejorar la deficiencia de vitamina A en el país. El proyecto abarcó los sectores del desarrollo agrícola, de la salud, la educación y la comunidad en el apoyo que prestó para dar formación en materia de producción hortícola y nutrición. Mediante una evaluación participatoria de la nutrición, el proyecto mejoró el conocimiento de las causas de la inseguridad alimentaria y la malnutrición en el hogar, y aumentó la conciencia de este problema entre los encargados de tomar decisiones a nivel local y nacional. Como consecuencia de ello, el Gobierno solicitó asistencia para el cultivo de la palma de aceite- una fuente rica de vitamina A -la elaboración del aceite de palma y la promoción de su consumo a nivel familiar.
En 1994 y 1995 se aplicó un segundo proyecto del PCT con este objetivo. Además de crear viveros de palmas de aceite, de dar formación a los trabajadores de extensión agrícola y a los miembros de la comunidad en el cultivo y la elaboración de la palma de aceite, y reforzar la capacitación de los trabajadores de extensión del Gobierno en materia de educación sobre nutrición, reunió a sectores del Gobierno y donantes. Sobre la base de los resultados del taller, en 1996 Bélgica preparó y financió, por un total de 3,3 millones de dólares EE.UU., un programa general integrado para mejorar la seguridad alimentaria y la nutrición en el hogar.
En 1994, la FAO y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) prepararon para Jamaica un informe sobre política nacional de suelos, en el que se proponían las medidas que el Gobierno debía adoptar en este sector. Después de ello, se pidió al PCT que financiara un proyecto destinado a llevar a la practica algunas de las recomendaciones, incluida la preparación de un programa nacional de conservación de suelos y la capacitación de funcionarios clave para continuar su aplicación. La serie de talleres de capacitación iniciada por la FAO se ha ampliado ahora gracias a la financiación de varios donantes, en especial de la Secretaría del Commonwealth. La CE tiene también en marcha un importante programa que está utilizando los resultados y planes del proyecto.
En los Estados bálticos se determinó que los sistemas inadecuados de tenencia de la tierra constituían un grave obstáculo a varios proyectos, que contaban con una generosa financiación y que estaban destinados a desarrollar un mercado efectivo de tierras en las zonas rurales. Cuando Estonia, Letonia y Lituania solicitaron independientemente asistencia en materia de tenencia de la tierra, la FAO respondió con el proyecto TCP/RER/2351[RT2], que estableció un marco cooperativo para los tres países.
El proyecto del PCT ayudó a cada uno de los organismos responsables de los problemas de la tierra a aclarar sus objetivos, ya que parte del problema general se atribuyó al hecho de que estos objetivos no estaban claramente definidos ni eran compartidos por los diferentes organismos que se ocupaban de los problemas de la tierra. Por ejemplo, no existía una coordinación entre el Ministerio de Justicia encargado de vigilar el contenido jurídico de nuevos derechos sobre la tierra, y la Oficina del Catastro, encargada de registrar estos derechos.
En virtud del proyecto, un equipo de tres expertos internacionalmente reconocidos en administración de la tenencia de la tierra, legislación sobre tenencia de la tierra y tecnología de registro de la tierra [RT3] ayudó a cada organismo a establecer una serie precisa de objetivos y planes de trabajo y a analizar los obstáculos, todo lo cual fue posteriormente discutido por primera vez entre los funcionarios de administración de la tierra de los Ministerios de agricultura, medio ambiente, justicia, finanzas, etc. Por último, en una reunión de los principales donantes europeos e internacionales, celebrada en Jürmala, Letonia, los países hicieron una presentación de estos objetivos, planes y obstáculos. La ocasión permitió a los donantes y a los países beneficiarios emplear un criterio concreto para definir las actividades que debían desarrollarse conjuntamente en el futuro. |
