La capacidad del PCT para responder a las solicitudes urgentes de asistencia más rápidamente que otras fuentes de ayuda al desarrollo le otorga una función catalítica especial cuando la celeridad es esencial: por ejemplo, en los casos de urgencia como consecuencia de desastres, ya sean naturales o causados por el hombre, y en la acción para contener los brotes de enfermedades de animales y de plagas. Durante el último decenio, ha habido muchos casos de situaciones de urgencia en los que los proyectos del PCT han sido los primeros en actuar sobre el terreno: hambre en el África meridional y en la República Popular Democrática de Corea, la guerra civil en Bosnia y las plagas de langostas en África y el Cercano Oriente, para nombrar sólo unos pocos casos. En estas situaciones, el PCT llenó un vacío importante mientras que, inevitablemente, los donantes necesitaban tiempo para organizar y reunir sus recursos para hacer frente a la crisis. En muchas de estas situaciones, los proyectos del PCT permitieron hacer también valiosas evaluaciones de las necesidades inmediatas, que constituyeron la base para presentar solicitudes a los donantes y contribuyeron a señalar a la atención de la comunidad internacional la necesidad de prestar una asistencia urgente y en gran escala. En otros casos, los proyectos del PCT desempeñaron una función coordinadora, por ejemplo en Rwanda, al garantizar la prestación y distribución efectiva de la ayuda en gran escala procedente de donantes bilaterales y de ONG. En todas estas intervenciones de urgencia, la financiación del PCT ha tenido como finalidad acelerar la transición de las actividades de socorro y rehabilitación a programas más amplios de desarrollo sostenible.
PROYECTOS DEL PCT Y SUS EFECTOS CATALÍTICOS... |
Un buen ejemplo de la asistencia oportuna del PCT fue el caso de Rwanda en 1994. La FAO pudo ayudar al Gobierno a coordinar la asistencia prestada por muchas organizaciones humanitarias, y obtener más de 37 millones de dólares EE.UU. de financiación procedente de donantes internacionales para atender necesidades agrícolas esenciales. Los fondos canalizados directamente por intermedio de la FAO superaron la cifra de 10,6 millones de dólares EE.UU., y otros 2,3 millones de dólares EE.UU. procedentes del FIDA se encuentran ahora en curso de tramitación [RT4]. Una vez terminado el proyecto del PCT, la dependencia de coordinación de la FAO fue financiada por otras fuentes, y las actividades de esta dependencia se aseguraron por lo menos hasta mediados de 1998 [RT5]. Durante la fase de rehabilitación, el proyecto proporcionó los insumos técnicos y facilitó la preparación de la transición sectorial de una situación de urgencia a una etapa de desarrollo. De esta manera la FAO pudo desempeñar una función de primera línea en la cooperación con organismos multilaterales y bilaterales de financiación tales como el Banco Mundial, el FIDA y la CE. En forma similar, en Bosnia y Herzegovina un proyecto de urgencia financiado por el PCT permitió a la FAO ayudar al Gobierno a evaluar las necesidades agrícolas inmediatas del país, que fueron incluidas en los llamamientos conjuntos hechos a la comunidad internacional, y coordinar la asistencia de los organismos donantes. Como resultado del proyecto, más de 13 millones de dólares EE.UU., fueron canalizados directamente por intermedio de la FAO para desarrollar actividades de urgencia y de rehabilitación inmediata en el país. La FAO trabajó en estrecha relación con los principales organismos multilaterales y bilaterales de financiación, en particular el Banco Mundial, en la preparación de programas para un desarrollo sostenible subsiguiente. Otro ejemplo de una acción oportuna del PCT es la asistencia de urgencia proporcionada para luchar contra el pulgón del ciprés en Kenya. El pulgón ha estado devastando las plantaciones industriales y de agrosilvicultura, y se ha extendido a otros nueve países del África oriental y meridional. La asistencia de urgencia prestada por el PCT sirvió de transición a un programa integrado y a largo plazo de lucha contra las plagas, que forma parte del plan maestro quinquenal. Este Plan incluye la asistencia del PNUMA para crear capacidad nacional en la lucha contra los insectos y enfermedades de los bosques, así como un componente de investigación y desarrollo financiado por el Banco Mundial. La epidemia de peste bovina que afecto al África tropical en el decenio de 1980 puso en marcha una serie de proyectos del PCT en varios países de la región. En respuesta a las solicitudes de los países miembros, la FAO inicio un plan de urgencia de lucha contra la peste bovina a comienzos de 1980. Entre 1980 y 1989 se proporcionó asistencia, por una suma superior a 11 millones de dólares EE.UU., para 62 proyectos nacionales y 19 regionales, que cubría el costo de vacunas y la iniciación de campañas de urgencia. Una acción coordinada de los proyectos pudo detener la difusión de la peste bovina en África y creó una base efectiva para elaborar la Campaña Panafricana contra la Peste Bovina. Este programa ha sido financiado y apoyado principalmente por la CE, junto con otros donantes tales como el Banco Mundial, el Reino Unido, Nigeria, Japón, Italia y Francia, que han aportado aproximadamente 120 millones de dólares EE.UU. a lo largo de 10 años. <BoxNewPara>Asimismo, las intervenciones rápidas del PCT han dado lugar a la ejecución de proyectos regionales contra la peste bovina, financiados por donantes, en el Asia occidental y meridional. El control de la calidad de las vacunas para las grandes campañas de lucha contra esta enfermedad (por ejemplo, el Centro Panafricano de Vacunas Veterinarias [PANVAC]) constituye otro ejemplo de los trabajos iniciados por los proyectos del PCT y ampliados con financiación multilateral, en este caso del PNUD, la CE y el Japón. El mismo concepto se ha aplicado en la India con arreglo a un proyecto de la CE que debe llegar a ser parte de un proyecto regional para el Asia meridional financiado por la CE. |