Página precedente Indice Página siguiente


IV. Las industrias de transformación primaria de la madera


Introducción
La industria del aserrio

Introducción

En los dos capítulos precedentes se han examinado el carácter y la evolución de la demanda de madera y sus productos así como la naturaleza y extensión de los montes del mundo y su capacidad de producción maderera. En el presente se estudian las industrias de transformación primaria de la madera mediante las que la demanda de los productos: elaboradas de la madera se traduce en demanda de madera bruta. Su contenido, por lo tanto, queda restringido a la serie de industrias primarias que se surten de materia prima directamente del monte, es decir a la fabricación de madera aserrada, pasta y papel, tableros contrachapados y chapas, tableros de fibra y de partículas. La atención se dirige, en primer lugar, al examen del volumen, estructura, distribución y evolución de estas industrias en el pasado reciente; en segundo lugar, al de la naturaleza de las necesidades de materia prima y a la evolución tecnológica y económica que las afecta; y, finalmente, al del efecto que probablemente ejercerá esa evolución sobre la capacidad de las industrias para desarrollarse y competir en el futuro.

En el Cuadro IV-1 se exponen algunas de las características más destacadas de las industrias principales.

La industria del aserrío es la más importante de las industrias forestales en términos de: valor bruto de producto, ya que, de 29.200 millones de dólares que correspondieron al conjunto de las industrias primarias forestales, en 1961 produjo unos 13.700 millones de dólares en valor del producto. La industria de la pasta y el papel tiene casi el mismo volumen, ya que produce unos 12.900 millones de dólares en valor del producto, y estas dos industrias juntas absorten alrededor del 90 por ciento del total del valor bruto del producto del sector de transformación primaria. No obstante, dichas: industrias presentan grandes diferencias en cuanto a sus necesidades de madera, capital o mano de obra. La industria del aserrío utiliza más de la mitad del total de la mano de obra empleada y aproximadamente dos tercios de la madera en bruto que consumen las industrias forestales de transformación primaria, frente a sólo el 30 y el 24 por ciento respectivamente de la industria de la pasta y el papel.1 Por el contrario, la industria de la pasta y el papel absorbe más del 75 por ciento de la totalidad del capital invertido en el conjunto de 1 as industrias forestales de transformación primaria, mientras que la del aserrío absorbe únicamente el 17 por ciento. Así, pues, la industria del aserrío es la mayor usuaria de madera rolliza y de mano de obra, pero invierte menos capital por unidad de trabajo o de materia prima que ninguna otra de las industrias de transformación primaria. Además, el aserrío produce el valor más bajo del producto por metro cúbico de materia prima, y la fabricación de pasta y papel el más alto. Como ocurre en el caso de la mayoría de las medidas de utilización - factores de producción- examinadas anteriormente, las industrias de fabricación de paneles se hallan entre la del aserrío y la de pasta y papel por lo que se refiere al valor del producto por unidad de materia prima.

1 La proporción del total de madera rolliza utilizada por la industria de la pasta y el papel es algo menor que la del 24 por ciento de la madera en bruto consumida, ya que esta industria aprovecha grandes cantidades de residuos de madera procedentes de la del aserrío y otras industrias.

CUADRO IV-1. - Importancia relativa de las industrias mundiales de transformación primaria de la madera, 1961



Utilización de madera prima1

Valor bruto2 del producto

Inversiones

Mano de obra

%

Millones de dólares

%

Millones de dólares

%

Millones

%

Aserrío

69

13700

46,9

8500

17,2

3,2

60,3

Papel y cartón

24

2900

44,2

38300

77,4

1,6

30,2

Tableros contrachapados

5

2000

6,8

1800

3,6

0,4

7,6

Tableros de fibra y de partículas

2

600

2,1

900

1,8

0,1

1,9

TOTAL

100,0

329200

100,0

49500

100,0

5,3

100,0

1 Equivalente de la producción de madera bruta.
2 A los precios de 1960.
3 Excluido el valor de las demás maderas industriales (incluyendo puntales para minas), que ascendieron a unos 1.600 millones de dólares.

Como el capítulo se dedicará principalmente al ritmo y naturaleza de los cambios que tienen lugar en las diversas industrias, es importante tener en cuenta el tamaño de cada una en relación con las demás, dentro del grupo de industrias usuarias de la madera globalmente considerado. En otras palabras, la industria del aserrío, aunque se desarrolla muy despacio, y en algunas zonas incluso disminuye de volumen, es todavía el mayor usuario industrial de la madera; mientras que las de fabricación de paneles, si bien crecen muy de prisa, son aún muy pequeñas en comparación con aquélla. Las causas que motivan las diferencias de ritmo del desarrollo y de los niveles absolutos de producción de cada industria son muchas y variadas; han sido explicadas parcialmente en el Capítulo II por los factores referentes al volumen de la demanda, y en este capítulo se examinará la cambiante situación de los productos en consideración a las industrias que los producen.

Las industrias principales se examinan separadamente debido a las marcadas diferencias entre ellas; pero su base común en cuanto a materia prima, tanto por lo que se refiere al carácter complementario del aprovechamiento como a la competencia en la búsqueda de los recursos maderables, da origen a relaciones recíprocas que se estudian en la última parte de este capítulo, junto con los problemas que se plantean a las industrias en el período hasta 1975 y las perspectivas que ofrecen.

La industria del aserrio

La industria del aserrío es la más antigua y más extensamente establecida de todas las industrias elaboradoras de la madera. En su forma más sencilla exige muy poco en cuanto a capital y mano de obra especializada y puede funcionar en condiciones competitivas en escala muy pequeña, por lo que casi todos los países del mundo tienen aserraderos de mayor o menor importancia.

La producción y sus tendencias

En 1960-62, el total estimado de la producción mundial de madera aserrada dio un promedio de unos 346 millones de m3 al año, de los que poco más de tres cuartos fueron de madera aserrada de coníferas. La producción anual registrada2 en 1960-62 fue un 10 por ciento mayor que en 1955-57 y superior en un 28 por ciento a la de 1950-52. El aumento medio anual de la producción que fue de 2,4 por ciento entre 1951 y 1961 ha disminuido, por consiguiente, a 1,9 por ciento entre 1956 y 1961.3 En el Capítulo II se ha visto que en muchos países, especialmente los de ingresos y consumo elevados, la madera aserrada ha venido perdiendo terreno, de hecho, en favor de otros materiales para muchos de sus usos finales tradicionales. No obstante, como se indica en el Cuadro IV-2, los porcentajes de aumento en las diversas partes del mundo ofrecen grandes diferencias. Aun en los principales países productores, la evolución observada durante ese período siguió rumbos muy distintos.

2 Como se indicó en el Capítulo II, la producción registrada se ha reajustado, siempre que ha sido necesario para dar cabida a la no registrada. Se hace referencia a las cifras reajustadas con la expresión «producción total estimada». (Para explicaciones, véase el Apéndice.) Como puede verse en el Cuadro IV-A del Anexo, la producción no registrada es importante sólo en algunas partes de Africa y Asia.

3 Las cifras que se dan para 1951, 1956 y 1961, en todo el estudio, son valores medios anuales correspondientes a los períodos 1950-52, 1955-57 y 1960-62, salvo indicación en contrario.


Producción estimada 1960-62 (Miles de m3)

Porcentaje del total de la producción mundial

U.R.S.S.

104780

30

Estados Unidos

77072

22

Japón

28900

8

Canadá

20190

6

En 1960-62, el 65 por ciento, aproximadamente, de la producción mundial se concentró en los cuatro países citados. Entre 1956 y 1961, la producción de los Estados Unidos disminuyó, de hecho, y la de Canadá aumentó muy poco, reflejando la tendencia descendente que seguía madera aserrada en estas economías de y consumo elevados. Pero en la U.R.S.S., donde el consumo es igualmente alto, la producción aumentó en un índice medio anual de 6,1 por ciento durante el mismo período, como manifiesta reacción al rápido desarrollo de la economía del país y de las exportaciones, y a la circunstancia concurrente de que la producción de materiales alternativos de construcción y envasado había quedado rezagada. Sin embargo, este rápido aumento de la producción de la U.R.S.S., en realidad, tuvo lugar principalmente en los primeros años del período, pues la producción se niveló en 1959, debido, al parecer, tanto al creciente número de problemas que planteaba la adquisición de la materia prima como a la disponibilidad, cada vez más fácil en aquella época, de paneles a base de madera y de otros materiales sucedáneos.4 El aumento de la producción de madera aserrada en el Japón fue también rápido, subiendo en más de 6 millones de m3 entre 1956 y 1961 y aportando alrededor del 95 por ciento de la producción de la región. También en este caso parece que el rápido desarrollo de la economía y la persistencia de un consumo elevado de madera aserrada hayan servido de acicate.

4 Desde 1959, el nivel de producción de madera aserrada de la U.R.S.S. se ha mantenido prácticamente inalterado, y los proyectos soviéticos para los próximos años prevén sólo incrementos de poca monta.

CUADRO IV-2. - Producción registrada de madera aserrada, 1950-52 a 19631




Producción registrada

Coeficiente medio anual del cambio

1950-52

1955-57

1960-62

1963

1951-61

1956-61

Miles de m3

 

Europa

61275

67919

72440

71693

+ 1,6

+ 1,3

U.R.S.S.

55324

77933

104780

105000

+ 6,6

+ 6,1

América del Norte

107120

105384

96754

104475

- 1,0

- 1,7

América Latina

12600

13177

12509

12001

- 0,1

- 1,0

Africa

1525

2064

2627

2743

+ 5,6

+ 4,9

Asia-Pacífico

29549

44236

52172

59288

+ 5,8

+ 3,4

TOTAL MUNDIAL

267393

310713

341282

355200

+ 2,4

+ 1,9

1 Véase también el Cuadro IV-A del Anexo.

En Europa, más de un tercio del aumento de la producción en este período se produjo en la parte norte; Africa occidental y meridional aportaron casi todo el incremento de este continente; y en América Latina, donde la producción descendió, de hecho, entre 1956 y 1961, las disminuciones principales correspondieron a Brasil y México, anulando con creces los aumentos moderados que habían registrado la mayoría de las demás subregiones.

Aunque la madera aserrada de coníferas representó la mayor proporción de producción de 1960-62, lo mismo que había sucedido en 1950-52, la proporción correspondiente a la madera aserrada de frondosas duplicó con creces el ritmo de aquélla durante la década, pasando de 56,49 millones de m3 en 1950-52 a 71,96 millones de m3 en 1960-62. No sólo hubo progresos considerables en la producción de las principales zonas productoras de maderas de frondosas tropicales, como las de Africa occidental y algunas partes de Asia sudoriental, sino que también se observó una marcada tendencia hacia una mayor corta de frondosas en algunas zonas, sobre todo de Europa oriental y Japón, cuyas existencias de coníferas son limitadas. La producción de madera aserrada de frondosas en el Japón aumentó rápidamente durante la década, y este país se convirtió, en los primeros años del decenio 1960-70, en uno de los mayores productores mundiales de madera aserrada de frondosas (véase Cuadro IV-A del Anexo).

Volumen y estructura de la industria del aserrío

El Cuadro IV-3 resume los datos disponibles acerca del número de aserraderos que existen en el mundo, pero las cifras sólo adquieren todo su sentido si se añaden los datos correspondientes a la variedad de tipos y tamaños de las fábricas. Los datos de que se dispone respecto a los Estados Unidos dan una idea de la diversidad del tamaño de las serrerías de un país desarrollado. En 1962, las 28.835 serrerías más pequeñas en ese país (88 por ciento de todas las existentes) produjeron solamente el 13 por ciento del total de madera aserrada, mientras que los 74 aserraderos mayores contribuyeron con el 20 por ciento a la producción del país. Este tipo de distribución de tamaños y producción se encuentra también en Europa y en la U.R.S.S. y es común, en mayor o menor grado, a la industria de cualquier parte del mundo: una multitud de pequeños aserraderos y un pequeño número de serrerías mucho mayores que contribuyen a una gran parte de la producción total. En las zonas en desarrollo, a diferencia de las desarrolladas, el aserrío a mano puede también revestir importancia. Se ha estimado que, en la región de Asia-Pacífico, el aserrado manual proporcionaba posiblemente 125.000 años-hombre de empleo anual hacia mediados del decenio 1950-60, y que en algunas subregiones contribuía en importante proporción a la producción total. En Asia meridional, por ejemplo, la madera aserrada a mano representaba, aproximadamente, el 50 por ciento de la producción total de los años centrales del decenio 1950-60. En Africa, Madagascar y Nigeria aserraron a mano el 58 y el 30 por ciento, respectivamente, del total de madera aserrada, en los primeros años de la década 1960-70.

CUADRO IV-3. - Número aproximado de aserraderos existentes en el mundo, por regiones


Número de aserraderos

Fecha de la estimación

Europa

35000 - 36000

fines de la década 1950-60

U.R.S.S

41000 (sierras de bastidor)

fines de la década 1950-60

América del Norte

36000

principios de la década 1960-70

América Latina

19000

1961

Africa

1000

principios de la década 1960-70

Asia-Pacífico

43000

1955

FUENTES: Estados Unidos: Current Industrial Reports, Series: MZ4T (63) - 1; U. S. Dept. of Commerce, Bureau of the Census. - U.R.S.S.: Buchholz, Erwin. Die Waldwirtschaft und Holzindustrie der Sowjetunion München, BLV, 1961. - Canadá: Sawmills, 1961. Dominion Bureau of Statistics. - Otras regiones: Estudios regionales de la FAO sobre tendencias de la madera.

Una característica, frecuentemente citada, de la industria del aserrío en muchas regiones es su exceso de capacidad. No obstante, el concepto ordinario de capacidad estimada es, a menudo, absolutamente inapropiado para gran parte de la industria del aserrío. Muchos de los aserraderos más pequeños sólo estaban destinados a operar intermitentemente y con frecuencia estacionalmente, para complementar otras actividades o abastecer pequeños mercados locales. El capital invertido en ellos representa, generalmente, una parte pequeña del costo total de su producción, de tal suerte que estas serrerías pueden funcionar en condiciones económicas En muchas zonas, no obstante, hay un exceso de capacidad en el sentido aceptado, debido, por lo general, a una disminución o agotamiento de las existencias de trozas económicamente accesibles. También en este caso es factible mantener estos aserraderos trabajando intermitentemente o muy por debajo de su capacidad. El punto que hay que destacar es que ni una ni otra forma de exceso de capacidad entraña necesariamente, como se ha supuesto a menudo, la posibilidad de lograr incrementos repentinos y considerables de la producción como reacción al aumento de la demanda; la actual capacidad sobrante de esta industria está, por lo general, mal emplazada con respecto a las existencias disponibles de materia prima y a la demanda.

Los costos de la materia prima

Es típico que el costo de las trozas para aserrío puestas en fábrica representen del 50 al 70 por ciento de los gastos de producción. Por tanto, la economía de las empresas de aserrío se halla dominada por el suministro de materia prima y el costo de su adquisición.

Los costos del aserrío, en una situación dada, están determinados, en gran medida, por los tipos de maderas que se elaboran y por la clase de monte del que se obtienen las trozas. Así, por ejemplo, las masas naturales o artificiales de coníferas proporcionan, generalmente, un suministro concentrado y homogéneo de trozas uniformes de tamaño pequeño a medio que pueden ser manipuladas mecánicamente y aserradas a dimensión. Por el contrario, el rendimiento por unidad superficial de las masas vírgenes de frondosas tropicales es bajo y el producto resultante de la mezcla heterogénea de especies que contienen consiste en trozas grandes y desiguales que tienen que ser manipuladas y aserradas individualmente. Esas diferencias influyen marcadamente en la estructura del costo de la industria, en términos de costos de transporte y explotación, que representan la parte mayor del costo de la madera bruta puesta en fábrica y en términos de costos de elaboración en las serrerías. Como la topografía ejerce también una influencia importante en los costos de corta, despiezo, extracción y transporte, gran parte de las diferencias en tamaño, estructura y productividad de las serrerías, en las diferentes partes del mundo, no son, en realidad, sino un mero reflejo de las diferencias de tipos de bosque, topografía y clima.

En la reciente evolución de los costos de adquisición de trozas para aserrío han repercutido varios factores institucionales y tecnológicos. Por ejemplo, el costo de las trozas para aserrío puestas en fábrica está aumentando en muchas partes del mundo, debido en parte al hecho de que las operaciones de explotación forestal continúan exigiendo una gran densidad de mano de obra y a que el rendimiento de ésta no ha aumentado con la rapidez suficiente para contrarrestar la elevación de los salarios. Este problema reviste especial importancia en países donde el costo de la mano de obra es elevado y en los cuales ya se está tratando de conseguir las ventajas del ahorro de mano de obra cuando sea factible. Las posibilidades de mejorar aún más el rendimiento de la mano de obra, aunque son considerables, se hallan más limitadas que en las naciones en desarrollo, donde los salarios todavía son bajos y cabe aún introducir las principales técnicas conocidas para ahorrar mano de obra.

En segundo lugar, el gravamen de los gastos de transporte sobre los costos totales de la materia prima tiende a intensificarse a medida que se hacen mayores las distancias que han de recorrerse, dado el agotamiento progresivo de las masas serradizas en las proximidades de las fábricas existentes y las crecientes necesidades de materia prima que entrañan las serrerías de mayor tamaño. Este extremo ha adquirido importancia sobresaliente en la U.R.S.S., por ejemplo, donde, hasta época reciente, la divergencia cada vez más acentuada entre la concentración de los aserraderos en el oeste y el sur del país y las reservas de madera en pie que quedaban en el norte y el este provocaron el brusco aumento del promedio de las distancias a que habían de transportarse los productos forestales.5

5 Recientemente se han adoptado medidas vigorosas para rectificar este desequilibrio; en la actualidad, las nuevas serrerías se están instalando en el norte y el este.

Finalmente, la competencia respecto a la madera en pie se ha intensificado en algunos países, forzando con ello la subida de los precios de la madera viva por encima de la correspondiente a los de la madera aserrada. Otros factores de elevación de los costos han sido el aumento del valor de la tierra y de los gastos de ordenación a medida que la madera virgen se agota y aumenta la importancia de las masas ordenadas de segunda generación.

El rendimiento de la elaboración

El incremento de los costos de la madera agudiza la necesidad de aprovechar la troza con mayor eficacia. La industria del aserrío se caracteriza por su escasa eficacia de conversión. La proporción del insumo de trozas que se transforma en madera aserrada rara vez alcanza el 60-70 por ciento. El resto queda en forma de costeros, recortes y testas, virutas y serrín. Los informes del Japón acusan índices medios de recuperación nada menos que del 60 al 70 por ciento. Por el contrario, los aserraderos de teca de Birmania obtuvieron solamente rendimientos del 35 al 45 por ciento, poco más o menos, durante la mitad de la década 1950-60. Los rendimientos varían también considerablemente en un mismo país según las diversas especies. En el caso de Yugoslavia, por ejemplo, la oscilación va desde el 48 por ciento para la madera aserrada de roble al 65 por ciento, aproximadamente, para la madera de picea y abeto.

Pero la elevación del índice de recuperación no mejora necesariamente el rendimiento económico, ya que éste puede significar sencillamente un incremento de la producción de las calidades inferiores de madera aserrada. Más bien se logrará esta mejora, por ejemplo, con un aserrío más preciso, con la reducción de la vía de sierra y cortando la troza con el máximo aprovechamiento.

Además, la cuestión de los rendimientos ha cambiado bruscamente a causa del aumento de la demanda de residuos del aserrío. La creciente utilización de costeros y recortes como materia prima para la fabricación de pasta y de tableros de fibra y de partículas ha alterado la economía de la industria.6 Cuando existen esos mercados, puede ser más beneficioso, en determinadas circunstancias, reducir la producción de las calidades inferiores de madera aserrada y aumentar la de residuos convertibles en pasta. Pero esta medida sólo es aplicable cuando existen mercados para los residuos. Además, la preparación de éstos, consistente, por lo general, en su reducción a astillas descortezadas, exige equipo esencial, y de aquí que sea necesario un insumo mínimo determinado para que resulte económica la instalación de dicho equipo. En los muchos países donde la industria del aserrío es todavía pequeña y no se halla asociada a otras industrias transformadoras de la madera, estas condiciones no se dan por lo general. Por el contrario, existen con frecuencia mercados locales, incluso para las calidades más pobres de madera aserrada que pueden obtenerse de una troza, y los residuos se destinan a leña. Por ello, el concepto de máximo rendimiento económico en la industria del aserrío sólo puede interpretarse en el marco del contexto global de la situación de la materia prima, elaboración y mercado, en la que se desenvuelve un determinado aserradero, o sección de la industria.

6 De la utilización de los residuos se volverá a tratar en secciones posteriores de este capítulo.

Gastos y rendimiento de la mano de obra

En la industria del aserrío, el rendimiento por hora-hombre varía mucho, de un país a otro y, dentro de un mismo país, de uno a otro tipo de serrería y de especie arbórea. Las necesidades de mano de obra pueden variar en una gradación que se extiende desde 2 a 3 horas-hombre por m3 en las serrerías altamente mecanizadas de países como Finlandia y Suecia, hasta nada menos que 100 o más horas por m3 en los pequeños aserraderos de algunos países africanos. Además, la productividad puede variar según el tipo de troza que se sierra, tanto en cuanto a tamaño como a clase de madera. En Yugoslavia, por ejemplo, el rendimiento de la mano de obra en la producción de madera de frondosas varía desde 8 horas-hombre por m3 hasta 55 horas-hombre por m3, mientras que en la producción de madera de coníferas aserrada el rendimiento oscila sólo entre 6 a 29 horas-hombre por me. Las serrerías que producen madera aserrada de coníferas, a causa de la mayor homogeneidad del material de trozas, ofrecen más posibilidades que los aserraderos de maderas de frondosas para la mecanización y el ahorro de mano de obra. Dada esta variación tan amplia del rendimiento de los operarios, es evidente que no son sólo los salarios, sino más bien los gastos de mano de obra por unidad de producto los que revisten importancia en el examen de este elemento de los costos de producción. En resumen, puede decirse que tanto la variabilidad de la productividad como la de los salarios reflejan el impacto de los costos de la mano de obra sobre los gastos generales de producción.

El mero hecho de utilizar máquinas nuevas y mejores aumentará la productividad, pero gran parte de la mano de obra de un aserradero se emplea fuera de la fábrica misma. Las operaciones de clasificación y manipulación son dos actividades que entrañan elevados costos de mano de obra y que pueden ofrecer margen para el ahorro al respecto. Los aparatos de clasificación mecánica, camiones montacargas de horquilla, grúas, vehículos de transporte de caballete, apiladores automáticos y otros aparatos de manipulación semejantes han sido introducidos en la industria con la finalidad de aumentar la productividad.

Pero la utilización de cualquier tipo de maquinaria o equipo no resultará económica más que si el volumen de producción es suficiente para asegurar la eficacia de su empleo, y muchas fábricas son demasiado pequeñas para que esto sea posible. Cuando los costos de mano de obra son elevados y muestran tendencia a aumentar, las fábricas más pequeñas se hayan en clara desventaja, a causa de su incapacidad para emplear aparatos que ahorren trabajo. Pero en las partes del mundo donde los costos de mano de obra continúen siendo bajos, es menos probable que las ventajas que ofrecen la mecanización y la automatización en el terreno de la competencia resulten oportunas y es más fácil que las fábricas pequeñas puedan continuar constituyendo un elemento viable de la industria.

Economías de gran empresa

Hay economías de gran empresa en la industria del aserrío, pero rara vez son tan decisivas en ella como lo son en otras industrias de elaboración de la madera. Este hecho se debe en parte a la naturaleza de la maquinaria empleada en la industria y en parte a las deseconomías que contrarrestan los beneficios derivados de la aplicación de aquélla. La mayoría de las economías de gran empresa son de la naturaleza secundaria mencionada anteriormente, es decir, que exigen que la fábrica tenga un tamaño mínimo determinado para que el empleo de maquinaria de preparación de residuos y de ahorro de trabajo pueda resultar económico. Por lo tanto, las economías de gran empresa suelen ser importantes sólo en los países donde hay un mercado de residuos y donde existen presiones que fuerzan el ahorro en los gastos de mano de obra.

En los países desarrollados, de salarios elevados, se han logrado mejoras considerables en la eficacia económica mediante el incremento del volumen medio de la producción valiéndose, por ejemplo, de fusiones y unificaciones de empresas y de cambios de la maquinaria. Estos cambios van acompañados generalmente de la disminución del número de fábricas. En el Canadá, por ejemplo, el número de aserraderos disminuyó, entre 1953 y 1958, en 1.200, y el de empleados se redujo en una cuarta parte, mientras que la productividad general aumentó en un 5,5 por ciento y la productividad en horas-hombre en un 30 por ciento aproximadamente. En estos casos, en los que las serrerías grandes han aumentado considerablemente su eficacia y productividad, las pequeñas han pasado tiempos difíciles en el terreno de la competencia. En otras palabras, aun en los países donde las proporciones globales de la industria, expresadas en términos de volumen de producto, han aumentado muy poco, o nada, su estructura ha experimentado cambios considerables, desarrollándose las serrerías mayores y las más modernas a expensas de las más pequeñas y de mayor densidad de mano de obra.

En las economías de planificación centralizada de la U.R.S.S. y Europa oriental, se han construido o proyectado recientemente algunas serrerías de grandes dimensiones. En el caso de Rumania, por ejemplo, los aserraderos de los grandes y nuevos complejos industriales usuarios de la madera arrojan una producción anual de 100.000 a 200.000 m3. Pero en el resto del mundo este tipo de desarrollo es raro. Hablando en términos generales, puede decirse que son pocas las economías de gran empresa que puedan lograrse con una expansión de la capacidad superior a 20.000 m3. Las serrerías de dimensiones mayores que las indicadas encontrarán con frecuencia, deseconomías de gran empresa bajo la forma de un incremento del costo de adquisición de la madera y de un creciente aumento de los gastos de transporte y comercialización. Por ello, las serrerías mayores se limitan generalmente a los sectores de la industria que abastecen los mercados de exportación, y se hallan emplazadas, por lo común, en zonas dotadas de grandes extensiones de bosque.

Desarrollo y comercialización del producto

Se ha indicado que la industria del aserrío se enfrenta con algunos problemas de mercado y que, en muchas regiones, las perspectivas ofrecen sólo un aumento perezoso, o incluso una disminución, de la demanda. Esta situación se debe a la competencia que hacen los productos más recientes derivados de la madera y los no leñosos que tienen una posición más favorable en el mercado debido a sus ventajas de costo y mejor adaptabilidad a las necesidades de los usos modernos.

En gran parte, la posición competitiva de la industria del aserrío ha sufrido menoscabo porque esta industria, a causa de su estructura misma, ha dedicado en el pasado una parte pequeña de sus beneficios a la investigación sistemática de procedimientos o productos nuevos o mejorados, o a la expansión y perfeccionamiento de su estructura de comercialización. Las fuertes inversiones de capital que exigen los programas de investigación y desarrollo implican que sólo las compañías grandes, las cooperativas o los gobiernos pueden sufragar estas actividades.

Algunos de los problemas de mercado surgen de la naturaleza relativamente inflexible de la madera aserrada misma e imponen limitaciones a la forma en que ésta puede producirse o utilizarse. En general, los consumidores se encuentran frente a una gama limitada de productos de madera aserrada a los que deben adaptar sus necesidades. Frecuentemente, los problemas que plantea la comercialización se agigantan aún más, especialmente en los países en desarrollo, por la falta de normalización de los productos.

Sin embargo, hay muchos casos en los que algunas serrerías grandes o grupos de aserraderos poseídos en copropiedad, han emprendido batalladores programas de fomento de productos. En otros casos, algunas asociaciones o cooperativas de comercio han aportado algunas: de las ventajas del tamaño a los análisis de mercados y fomento de las ventas. Estos esfuerzos han dado como frutos algunas mejoras del producto, como la mayor eficacia de los tratamientos de conservación, incluidos los ignífugos, y el perfeccionamiento y aplicación más eficaces de las normas de clasificación. Ha habido también algunas notables aplicaciones de la madera aserrada, nuevas o perfeccionadas, tales como las plataformas de este material que se emplean en los nuevos sistemas de manipulación de mercancías, las armaduras de cubierta de dicha madera debidamente construidas7 y las vigas y arcos de madera aserrada laminada. En los sectores más avanzados de la industria, ha habido también una marcada tendencia hacia la integración con la fase siguiente de elaboración, para lograr un producto más acabado y mejor ajustado a las necesidades del mercado. La aplicación de sistemas de envasado en atados que reducen considerablemente los gastos de manipulación ha constituido un importante paso hacia adelante en la comercialización de la madera aserrada.

7 Los ahorros debidos al diseño introducidos en éstas y otras aplicaciones de la madera aserrada han contribuido, naturalmente, a la detención que experimenta actualmente el crecimiento del volumen general que se utiliza. Poro esta racionalización del empleo de la madera aserrada, al mejorar su posición competitiva frente a otros materiales de uso alternativo, aumentará, a la larga, su demanda.

Pero estos procedimientos, como en general sólo son económicamente interesantes cuando se trata de grandes volúmenes de madera aserrada, se han limitado, por lo común, a un pequeño número de los principales países productores y únicamente a algunos sectores de la industria de cada uno de dichos países. El efecto de estos hechos en cuanto a la falta de vivacidad de la demanda de madera aserrada, hasta ahora, ha consistido más en apresurar la inclinación que se siente en el seno de la industria a abandonar las pequeñas empresas de gran densidad de mano de obra en favor de las serrerías grandes y mecanizadas que en influir sobre el nivel global de producción.

Conclusión

La industria del aserrío continúa siendo la mayor y más variada de las industrias de transformación primaria de la madera, pero en los últimos tiempos ha aumentado muy poco. Su estructura altamente fragmentada y las pequeñas empresas que constituyen gran parte de la industria tienden a ajustarse sólo a la situación en la que surgen, o sea, pequeños mercados locales, materia prima barata o costos bajos de mano de obra. Estas condiciones prevalecen todavía en una gran parte del mundo; pero, en los países avanzados, de costos elevados, que son los que producen la mayoría de la madera aserrada mundial, la rápida elevación de los costos y el aumento de la competencia en el mercado, procedente de otros materiales que tienen mayor flexibilidad en sus aplicaciones, ejercen una fuerte presión sobre la industria. Esta reacciona mecanizando la producción, mejorando, diversificando y fomentando el producto, y buscando mercados para los residuos, actividades, todas ellas, que exigen fábricas mayores, de capital más fuerte y mejor integradas con el resto del complejo de industrias transformadoras de la madera. Pero hasta ahora, estos progresos sólo se han introducido en una parte limitada de la industria del aserrío, y aun en ella rara vez han durado mucho tiempo.


Página precedente Inicìo de página Página siguiente